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Estudios latinoamericanos Direccién Walther L. Bornecker Sabine Friedrich Titus Heydenreich Andrea Pagni Gustav Siebenmann Hanns-Albert Steger Vol. 51 ‘Andrea Pagni (ed.) El exilio republicano espafiol en México y Argentina Historia cultural, instituciones literarias, medios Tberoamericana Vervuert - Bonilla Artigas Editores 2011 Redaccida: ‘Universidad de Erlangen-Nuremberg Centro de Estudios de Area Seccion Iberoamérica Bismarckst. | D-91054 Ersagen Alemania Cultural enire el Ministerio de Cultura de Espatia y Contes de ensefanza superior alemanes y con el apoyo de la fundacion Dr, German Schweiger-Stitung, (© Manuel Angeles Ortiz, VEGAP, Madi, 2011 © Thetoanericana, Madrid 2011 Amor de Dios, | - F-28014 Madsid ‘Tel-+3491 429 35 22 Fax: 73491 4293397 info@iberoamericanalibros.com ‘wwwbero-amerieana net © Vervuet, 2011 Blisabethenst. 3-9 — D-60594 Frankfurt am Main ‘Tel: =4969 $97 46 17 Fax: +49 69 597 87.43, info@ibewoamericanalibros.com ‘wowabero-americana.net © Bonilla Artigas Féitores, $A. de CV, 2011 Cerro Tres Maris # 354 Col. Carspestre Churubusco CR 04200 México, D.E, swwwliberiabonlla.com.mox ISBN 978-84-8489-570-1 (Iberoamerican) ISBN 978-3-86527-625-4 (Vervuett) ISBN 978-607-7588-38-2 (Bonilla Artigas) ‘Depésito Legal: BI-1196-2011 CCubierta: Micheel Ackermann Impreso en Espa ‘The pape: on which this book is printed meets the requirements of ISO 9706 indice Presentacién ... ‘Andrea Pagni 1. México Un exilio en vilo Clara F. Lida Los estudios sobre cl exilio republicano et MEXiG0..neneamn Walther L, Bernecker La mitificacién nacionalista de Espafia en las revistas del exilio de 1939. Francisco Caudet Historiadores espaitoles exiliados en América Latina, El caso de Ramén Iglesia Parga... Alicia Alted Vigil Luis Buituel en México: guna época de oro? Friedhelm Schmidt-Welle 2. ARGENTINA Un Meridiano que fue exilio? Prosencia espaol en el campo cultural argentino (1938-1953)... ‘Alejandrina Faleéa. Los exiliados y las colecciones editoriales en Angentina (1938-1954) Fernando Larraz Elorriaga Los editores espafoles y la traduccién en la Argentina: desembarco en tierras fértiles. Patricia Willson 21 33 59 93 107 129 Intelectuales espafioles en el carapo cultural argentino: Francisco Ayala, de Sur a Realidad (1939-1950) 159 Raquel Maceiuci No pasarin! Formas de resistencia cultural de los artistas republicanos espafioles exiliados en Buenos Aires 189 Diana Beatriz, Wechsler Notas bio-bibliogréficas - 209 Presentacién Los aniversarios como el que implie6, en el aiio 2009, la conmemoracion de setenta afios de exilio republicano, suclen conducir a hacer balances, ainterrogar- se por el sentido actual, por la reconstruccién y la proyeeciéu del pasado. Son sobre fodo las “fechas in-felices”, como las denomina Elizabeth Jelin (2002), las ‘que con mayor premura exigen una y otra vez la puesta a panto del trabajo de ta memoria colectiva y cultural. Con ese motivo reunimos a mediados de 2008, al borde de una nueva conmemoracién, en Ia Universidad de Erlangen-Nitmberg a un conjunto de especialistas en torn # la pregunta por las lineas de investigacion «que se han ido perfilando y por la direccién que han tomado los estudios sobre el cxilio en la diltima década, en momentos en que la generacién de quienes vivieron ese experiencia va desapareciendo y legando, necesariamente, su memoria a nue- vvas generaciones. No somprende que el [V Congreso Intemacional del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL), que tuvo lugar en diciembre de 2009 bajo la direccién de Manuel Aznat Soler, girara en tomo a la segunda generacién del exilio, un aspecto que ha ido adquiriendo inevitablemente nueva visibilidad con el paso de Tos aos, Nosotros optamos por otra alternativa: la de centramos en los cruces entre las teorias y los estudios sobre la cultura, sus medios y sus instituciones, por un lado, y Ios estudis sobre el exilio republieano, por el otro, para orientar el encuentro en relacién con debates que se han intensificado en los tiltimos dicz aos, y ver de qué modo estas inflexiones teéricas permiten nuevas aproximacio- nes al tema, generando nuevas preguntas y ampliando el espectro de los objetos de estudio. Ello implicaba, a diferencia del congreso organizado por GEXEL, poner otra vez en el centro de mia al exilio intelectual, una zona intensamente estudiada en los tltimos treinta aos, pero que puede ser interrogada desde nue- ‘vos angulos. Decidimos focalizar menos a los actores especificos, sus experien- cias y sus memorias, que a los espacios en los que se insertaron, que contribuye- ron. transformar y en los que se movieron; atender menos a los datos y las obras ‘como productos acabados, si bien siempre abierios « nuevas lecturase interpreta- ciones, que alos procesos y as actividades que incidieron en la historia cultural y en las transformaciones del respectivo campo intelectual ~desde lo académico, pasando por la industria editorial hasta la cultura visual y los medios~. Alli donde el foco recae en actores especificos, lo que interesa es la interaccién con los ‘medio y las insitaciones en los que incide la actividad de los exiliados. Por €s0, Friedel Schmidt-Welle pregunta por el modo en que Luis Buiiuel se incorpora al cine mexicano y en qué medida ese cine marca su obta -y no al revés-; Diana 158 Patricia Willson Seveamo, Jorge Enrique (1996). “Biblioteca de La Nacidn (1901-1920). Los anaqueles del pueblo”. En: Boletin de la Sociedad de Estudios Bibliogrificos Argentinos, abil, pp. 57.94, \VENUn, Lawrence (1998). Scandals of Translation. London/New York: Routledge, \Witrerr, Blase (2002). “Cosmopofis ct "homme invisible, Les importateurs de lisérature Gurangére en France, 1885-1914", En: Actes de la Recherche en Seiences Sociales 144, pp. 33-46. Wittsoy, Patticia (2004), La Constelacion det Sur. Traduetores y traducciones en la lite- ratura argentina del siglo xx. Buenos Aires: Siglo XX1, ~ (2008). “Elfin de una época. Letrados-traductores en la primera cole: ‘a traducida de siglo Xen Ta Argentina”. En: Trans 12, pp. 29-42. — (en prenss). “Contemporaneidad de ls figuras de traductor en el Buenos Aires del 1900". 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Budapest: Institute Cer- vanes, 6m de Vite Intelectuales espaiioles en el campo cultural argentino: Kraneiseo Ayala, de Sur a Realidad (1939-1950) Raguet Maccruci Universidad Nacional de La Plata 1, La recepcin del exilio espaitol Es bien conocido que ef exilio republicano espafiol que arribé # Argentina en 1939 no lo hizo gracias a una politica de estado abierta y generosa, Por el contra- rio, los derrotados de la Guerra Civil no eran confiables para un gobiemo conser ‘vador que combatia con distintos métodos a las organizaciones de signo progre- sista, ‘Sin embargo, las restricciones a la entrada de refugiados impuestas por el presidente Ortiz, con la salvedad de los provenientes del Pais Vasco, a los que se sentia unido por razones de sangre, fueron contrarrestadas por la existencia de una tradicin migratoria que contaba con cauces de intercambio consolidados y por una sociedad civil que ofrecié el apoyo y los carriles de entrada que e! Estado ‘negaba, En particular, las insttuciones culturales o educativas ~especialmente las tuniversidades— fueron clave para gestionar las invitaciones y los avales que las autoridades locales exigian a quienes buscaron refugio en Argentina.' De este ‘modo, un nutvido nimero de espatioles representantes del mundo del arte, las letras 0 las ciencias pudieron establecerse en este pais, Enire los intelectuales artibados tras la digspora republicana, el nombre de Francisco Ayala (1906-2009) constituye una referencia destacada debido a su extensa e intensa vida pablica, que se inangura en diversos dmbitos (académico, Iiteratio, politico) en los aiios anteriores @ la Guerra Civil, contimda en su dilatada vida de emigrado republicano en distintos paises americanos y nuevamente en Espaiia a partir de 1976. El exilio argentino de Ayala se extiende desde 1939 a "Sieve come iustracién una lista somera de exlaos que pasaron sor la Universidad Nacional de La Plea: Luis Jiménez de Asin (Derecho); Pedro Pi Calle, Esieban Torradas y Luis Ant: no Saatal6 (Ciencias Exacta); Francisco Morén Miranda, Pio Ro Hortege (Ciencias Médi- cas) Clemente Hemando Balmori, Claudio Sénchez-Alhornoz, Amico Casto, Joan Custreca- sas, Emilio Mira y Lopez, Angel Garma, Nicolés Sénchez-Albornoz, Manuel Lamane (Hiumanidades), 2 Al momento de exiiarse Ayala areditaba una intensa vida intelectual era autor de obres de Por su parte, Luis Emilio Soto realiza un extenso y detallado anilisis de Razén del mundo: destaca el acierto y rigor con que Ayala retoma el aparente- mente agotado tema de la funcién del intelectual; instala desde una perspectiva actual Ia pregunta por el papel que la sociedad espera que juegue el Ietrado cuan- do han dejado de tener vigencia las prerrogativas del cierc; y se le reprocha al intelectual o bien su intervencién excesiva 0 por el contrasio, su repliegue en los fueros de su ofteio. Probablemente no es casualidad que la resefia de Histrionismo y representa~ ci6n (Sur 118, agosto de 1944) a cargo de Santiago Monserrat, aparezca casi al ‘mismo tiempo que el articulo “Nueva indagacion de las condiciones del arte cine- ‘atogrifico”, todo un signo de que en esos aflos Ayala retora al ejercicio de fa teo- sfa y lacritia literarias, que habia practicado asiduamente en os alos veinte y deja- do entre paréntesis en los afios treinta para dedicarse a la sociologia y el derecho politico, El comentaristaclogia la concepci6n erftica que anima al autor en sus lec- turas de Proust, Rilke, Machado, Galdés y ottos notables escritores. Ayala, dice Monserrat, no s6lo demuestra un riguroso concepio cientifico de le realidad cultural sino que también realiza una labor ereativa, que, al comprender las obras, las rectea, En 1945 se publica el primer comentario de una obra de ereacién del grana- dino, al que seguirdn dos més en lo que resta del periodo estudiado, La resefia inaugural ~y la mds célebre sin duda- fue escrta por Borges sobre El Hechizado (Buenos Aires: Emecé, 1944). El relato publieado en la coleccién Cuadernos de la Quimera, dtigida por Eduardo Mallea, logra suscitar la poco prodiga admira- ci6n del autor de Bl Aleph (Sur 122, diciembre de 1944). Con la concisién propia de su estilo, Borges concede un lugar sobresaliente en los universos literarios de las pesadillas y las reiteraciones infinitas a ls historia de la pertinaz voluntad y dilatada espera del protagonista, un sibdito indiamo que se traslada a Bspafia en busca de una entrevista con Carlos Il, el rey menguado, 45 aos después Sincher Reulet seria un invtado fecuente on Roaldad, la revista ereada por Ayala y Male Intelectuales espaiolesen el campo cultural argentino 175 Por su economia, por su invencién, por Ia dignidad desu idioma, E! Hechizado es uno de Ios cuentos ms memerables de las literatura higyinicss. Entiendo que podtl- smos equiparario con La prueba de las promesas de don Juan Manuel (0 eon su ori ginal arabigo) y con el Yzwr de Lugones (Borges 1944: 59). Serfa anacrénico adjudicar a esta resefia la proyeccién cue adguirié mis adelante, ‘ya que en el contexto literario de los cuarenta Borges no era todavia el escritor faro de la literatura argentina, aunque el proceso de sa canonizacién ya estaba iniciado.2© Para profundizar en la consolidacion de la treyectoria literaria de Ayala y en los movimientos que produjo el cxilio espafol en el campo intelectual ‘argentino son probablemente mas relevantes las resefias dedicadas, finalizando la ddécada, a Los usurpadores y La cabeza del cordero. Ambos libros revelan ya una actividad creadora regularizada y con la dimensién necesarie para delinear una ‘rayectoria de escritor, para lo cual no lubiera sido suticiente la apariciOn espor- dica de relatos en Su” ni la publicacién en Emecé de an cuento largo (0 novela conta) de 50 paginas como EI Hechizado, aunque huiiera recibide la aprobacién de un érbitro tan exigente como Borges. El autor de las resefias de ambos libros ¢s el critic y eseritor Alvaro Fer- nindez, Santos, exiliado y viejo conocido de Ayala, ecién legado a Buenos Aires después de pasar por duros padecimientos, Antes de ser acogido en Realidad habia colaborado en la prestigiosa revista uruguaya Marcha. Fernindez Santos resalta la novedad de que con Los Usurpadores el reconovido socidlogo da & ‘conocer sus aptitudes de autor de obras de imaginaci6n (Sur 176, junio de 1949) El volumen es analizado con minuciosidad: cada uno 4e los siete relatos que lo conforman -0 novelas cortas sugiere Femnéndez Santos es objeto de sagaces ‘comentarios y recibe mayor 0 menor aprobacién, aun cuando el tono de toda la reseia es clogioso y positivo, Cuando un aiio més tarde e1 mismo critico se ocupa de La cabeza del conde- ro eneontraré que Ayala ha erecido como escritor (Siw 186, abril de 1950). La resefia pondera especialmente que en las cuatro narraciones del volumen, a las que ahora no duda de calificar de novelas cortas, i autor consigue, mediante la elaboracién literaria, que un episodio funesto como la Guerra Civil se convierta «en materia de reflexién sin desatender las exigencias de la obra bien heck. Por iltim, reviste un interés especial por su singularidad la “Aclaracién’ ama suerte de resefia en espejo~ con que Ayala replica a una critica sobre Razin del mundo aparecida en la revista Latitud y firmada con las inicisles MB (Sur 2 ten 1945 Borges era un escritor poco reconocido. Cuando Juan Jose Sebrelt eeonstraye lt ‘operavin de Contomno contra el canon vigente, recordaré que uchabaa “(primero contra ef Exzablishment de Ja oligarguia cuts: avis Sur y Eduardo Malla, que ea a bestia negra; no Borges porque en est gpact ert un autor bastante marginal” en de Diego 2006: 108), 176 Raguel Macctuet 133, noviembre 1945).”” La reseta del libro aparecié en el mimero doble, V-V1, de junio y julio de 1945, el Ultimo de la cfimera publicacién. El indice de Sur sitia la respuesta de Ayala en la entrada “Polémicas”, y el tono corresponde cier- tamente al de una controversia airada, En ese sentido, son elocuentes los téra ‘nos peyorativos de que se sirve (“aticulejo”,“leguleyo disiraz”, “tonteria”,“ras- tacueros”, “umasijo de necedades”...) para manifestar el desneuerdo con la falaz interpretacién de su tesis sobre la funcidn del intelectual y la maliciosa acumula- cin de citas de su libro que desvirtia el sentido original, toda “una ensaladilla de frases literales, entreconiliadss para prestar leguleyo distraz de auzenticidad a un sentido contrahecho” (Ayala 1945: 87) Se indigna ademas por el ligero y desati- nado juicio sobre Ia filosofiaalemane, imputada de nazi por el resefiador de Lat sud y reprueba asimismao 1 ovultamiento de identidad bajo Ins iniciales MB, a las cuales irénicamente es concede el tratamiento de “don”? La intervencién revi {eel cardcter excepcional de los articulos no programados: es breve, esti escrita 2 dos columnas en un tipo muy pequeto de letra, poco frecuente en la revista, ¥ std situado er Ia sltima péigina del nimero, El episodio eon Latitud offece elementos para un estudio independiente y encierra una controversia sobre la fimcién del intelectual ~verdadero nudo de la polémica- y Ia eficacia social de las ideas que se ponian en la mesa de! debate 7. Construccién de un nuevo proyecto creador El sondco realizado hasta aqui permite sostener que si se definiera la trayectoria de Ayala en Sur durante su permanencia en Argentina, posiblemente el escritor seria considerado un intelectual espatiol exiliado que a partie de su formacién en Ciencias Juridicas produjo una importante obra en el campo de la filosofia politi- cay In sociologia, con incursiones nada desdefiables en el campo de la literatura La impresién estaria refrendada porque el mismo autor aparece dictando clases 2 Losin. Revista mensual de artes y letras fae wna publicacién de oorta vide adscripta al pene samiento de izquierd; slo se publicaron cinco niugros entre enero mayo de 1945. E] editor ea Rubén Nitiezy fueron sus directors Jorge Thénon, Enrique Amorim, Leopoldo Hurtado, Maria Rosa Oliver, Antonio Berni, Nezberto Frontni, Horacio Coppols y Luis Faleini. Junto con Correspondencia (1946) y Cabalgata (1946) se diferencia de as revista lierris coctine- 1s porque jos de cefirse estrctamente al campo de Ia iteratua, “sus pdiginasestavieron dest= rnadas preferentemente a comentarios y notas sobre la cultura y configuraron un quchacerperio- Listioo muy vivo y dgil sobre el momento intelectual americano y europea” (Lafflew/ Proven zana/Alonso 1962: 217) 2 La indicacién de antria mediante inciales no es una excepeién, po el contrario, es una prictca habitual en esa revista, visible en las restanes resehs aparetidas el mismo nimero, Tas cuales leyan Is fimas RN, CR, HC, sin més datos paa su identicacon, Inelectuales expats en el campo cultural argentino 17 de Sociologia en la Universidad del Litoral en 1939 y en Rio de Janeiro en 1945, trayecto que corona en 1947 con la publicacién de un voluminoso Tratado de sociologia en tres tomos.”? precedido por una notoria produceién de obras de pensamiento, algunas de las cuales han sido mencionadas ms striba.%° Esta linea de trabajo desarrollada por Ayala en el primer exilio muestra una notoria coherencia con su actividad intelectual durante la Segunda Republica, periodo en que no se entregé a la labor creativa en el campo de las letras ni a lt produccién cientifica, sino que se dedieé sobre todo a traiucir obras de derecho politico: entre 1931 y 1936 tradujo siete libros del alemn, seis de los cuales, con excepeiin de una biografia de Beethoven, pertenecen al dmibito de la politica, el derecho de estado o afines.™ ‘La continuidad queda aiin mas de manifiesto si se repata que el titulo de uno de los libros traducidos en 1936, La opinién piiblica, de 2mst Manheim es casi equivalente al de su primer articulo extenso en Sur, “Sobre la opinién publica”, del que se ha hablado anteriormente.”? ‘Si se retrocede mis en el tiempo se vers que la conferencia que dict & pedi do de la ICE cn su primer viaje a Anentina en 1936, “Derecho piblico espatiol”, ‘yersaba también sobre el campo de conocimiiento de las ciencias sociales, no de {a literatura (AA. VY. 1947: 12), Sin duda aquella primera huella de jurista y socidlogo dejada en Buenos Aires contribuicia mas tarde a consolidar su nombre en este campo del conocimiento. 2 Tratado de socologia, Buenos Aires: Sebastiin de Amorcorse His, 1947. 2 Igualmente versaron sobre ciencas uricas y sociales sus primerascolaboraciones en La _Naeidn,sesg0 que segtn el autor obedecia as secucls de la guecray de exlio eo su esprit “Los ancules que entonces empecé a escribir para La Nacidn eran sesudas clucubraciones de tipo mas bien socolégicn, o politico socal y sdlo de vez en cusndo extcorlteraro, pues ui el lugar ni menos in el estado de mi inimo, 9 prestaban domasiadoadestilaresencias posticas y (Gltima consulta 198:05,2009) AA.VY. (1947). Compenio Historial de la Institucién Cultural Espaftola en América 1912-1947 y Orlentact6n Futura, Bucnos Aires: Impreata Plat. AA.WV. (1967). Indice, 1931-1966. Sur, nos. 303, 304, 305, nov. 1966-abr. 1967. Buenos ‘Aires: Su. 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