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1.

Objetivos

Clasificar el tipo de suelo para la muestra obtenida en el distrito de San Antonio, Moquegua.

Determinar la distribución granulométrica de la muestra de suelo obtenida.

Identificar el grado de humedad de la muestra de suelo obtenida.

2. Marco teórico
2.1 Características de los suelos

Es la porción más visible del planeta Tierra. Se trata de una superficie sumamente variada y
multiforme, sobre la cual se producen los fenómenos climáticos como la lluvia, el viento, etc.
Es escenario de complejos procesos químicos y físicos, así como de un ecosistema subterráneo
de pequeños animales y abundantes microorganismos, cuya presencia impacta directamente
en la fertilidad del mismo. Los suelos se forman por la destrucción de la roca y la acumulación
de materiales distintos a lo largo de los siglos, en un proceso que involucra numerosas
variantes físicas, químicas y biológicas, que da como resultado una disposición en capas bien
diferenciadas, como las de una torta, observables en los puntos de falla o fractura de la corteza
terrestre.

2.2 Propiedades de los suelos

Propiedades físicas:

El suelo es un cuerpo poroso que mezcla partículas orgánicas e inorgánicas en mayor o menor
grado de desintegración, agua y aire en propociones variables, las interacciónes de estos
componentes con los diferentes tipos de zonas y rocas que dan la formación de suelos dan
características de textura, estructura, consistencia, porosidad, drenaje y profundidad efectiva.
La textura es la que determina la proporción en la que se encuentran las partículas minerales
de diversos tamaños que hay presentes en el suelo. La estructura es la forma en la que las
partículas del suelo se unen para formar agregados. La densidad influye en la distribución de la
vegetación. Suelos más densos son capaces de sustentar más cantidad de vegetación. La
temperatura también influye en la distribución de la vegetación, sobre todo en altitud. El color
depende de sus componentes y varía con la cantidad de humedad presente en el suelo.

Propiedades químicas:

Capacidad de intercambio: Se trata de la capacidad que tiene el suelo de poder intercambiar


arcilla y humus, cediendo nutrientes a las plantas por medio de la captación de partículas
minerales. Fertilidad: Es la cantidad de nutrientes que están disponibles para las plantas. pH: la
acidez, la neutralidad o alcalinidad del suelo. Luego más adelante veremos cómo cambiar los
niveles de pH de un suelo.

Propiedades biológicas:

Encontramos con las especies de organismos que viven en él, tanto animales, como bacterias,
hongos, etc. Los animales también ejercen su función en el suelo, dependiendo de su
alimentación, su actividad, su tamaño, etc.

2.3 Formación de los suelos

La formacion del suelo es un proceso que suele durar miles de años, y requiere  de reacciones
químicas, acciones físicas y procesos biológicos que alteran las rocas e incorporan materia
orgánica en el sustrato movilizando la materia mineral del suelo y la materia orgánica del
terreno.

El origen del suelo comienza con la meteorización de las rocas (proceso que consiste en el
deterioro y transformación de la roca al fragmentarse por acción de factores físicos, químicos,
biológicos y geológicos), seguido por la influencia de los factores formadores de los suelos, que
tras el pasar del tiempo, culmina siendo una capa de material completamente diferente al
material del que proviene. 

Así mismo, la formación o génesis de los suelos, comprende la meteorización de la roca


madre, cambios significativos en el material resultante de la meteorización de la roca
madre por medio de los elementos ambientales como la temperatura, las precipitaciones y
la erosión del viento. Luego, la acción química del agua y de las sales minerales sobre el
material parental favoreciendo aún más la fragmentación del material rocoso y el
asentamiento de material orgánico, así mismo, efectos de los seres vivos, que modifica aún
más al material que origino al suelo cambiando ya sea por la actividad metabólica tanto de
animales o plantas o por los cambios mecánicos propios de la fauna y de la actividad humana.
Y finalmente, el efecto conjunto de todos las materias orgánicas e inorgánicas que inducen
más cambios aún en las capas superficiales del suelo.

2.4 Composición de los suelos

El suelo está compuesto por ingredientes sólidos, líquidos y gaseosos, tales como:

Sólidos. El esqueleto mineral del suelo se compone principalmente de rocas, como silicatos
(micas, cuarzos, feldespatos), óxidos de hierro (limonita, goetita) y de aluminio (gibbsita,
boehmita), carbonatos (calcita, dolomita), sulfatos (aljez), cloruros, nitratos y sólidos de origen
orgánico u orgánico-mineral, como los distintos tipos de humus.

Líquidos. Abunda el agua en el suelo, pero no siempre en estado puro (como en los
yacimientos) sino cargada de iones y sales y diversas sustancias orgánicas. El agua en el suelo
se desplaza por capilaridad (como una bombilla), dependiendo de lo permeable del suelo, y
trasporta numerosas sustancias de un nivel a otro.

Gaseosos. El suelo presenta varios gases atmosféricos como el oxígeno (O2) y dióxido de
carbono (CO2), pero dependiendo de la naturaleza del suelo puede tener también presencia
de hidrocarburos gaseosos como el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Los gases del suelo
son tremendamente variados.

2.5 Clasificación de suelos

Por textura:

Según su textura podemos distinguir tres tipos de suelos: arena, arcilla y limo. La arena es la
que existe en los diversos ríos. Los suelos arenosos, como son más sueltos son fáciles de
trabajar, pero tienen pocas reservas de nutrientes aprovechables por las plantas.

Los suelos limosos tienen gránulos de tamaño intermedio son fértiles y fáciles de trabajar.
Forman terrones fáciles de desagregar cuando están secos.

La arcilla son partículas muy finas y forman barro cuando están saturadas de agua. Los suelos
arcillosos son pesados, no drenan ni se desecan fácilmente y contienen buenas reservas de
nutrientes. Son fértiles, pero difíciles de trabajar cuando están muy secos.
Por el Peso específico:

El peso específico se refiere a cuánto pesa una porción de un tipo de suelo. Indica cuantos
vacíos tiene en su interior y será más pesado mientras menos espacios tenga, esto también
influye en su estabilidad. Entre mayor sea el peso unitario de un suelo, mejor es la calidad.

Si la mayoría de las componentes del suelo son homogéneos, entonces el suelo se determina
como “malo”, porque tiene muchos vacíos y poco peso unitario. Si el suelo tiene variedad de
tamaños o homogéneo, se determina que ese suelo es “bueno”.

2.6 Tamaño de las partículas

La distribución de las partículas por tamaño en una muestra de suelo se expresa mediante una
curva granulométrica que relaciona el porcentaje de partículas de tamaño inferior, en peso,
con cada diámetro de malla en milímetros.

A través de las definiciones de arena, limo y arcilla considerados en la figura, se establece la


composición de la muestra de suelo de la siguiente forma: Grava (2%), Arena (85%), Limo
(12%) y Arcilla (1%).

Curva granulométrica de un suelo (Según Lambe, 1951)

El coeficiente de uniformidad, definido originalmente por Terzaghi y Peck, se utiliza para


evaluar la uniformidad del tamano de las particulas de un suelo. Se expresa como la relacion
entre D60 y D10. Un suelo con coeficiente de uniformidad menor a 2 se considera uniforme.

La precisión de las curvas granulométricas de suelos finos es más discutible que la de las curvas
correspondientes a suelos gruesos razón de que los tratamientos químicos y mecánicos que
reciben los suelos antes de realizar el análisis granulométrico generalmente proporcionan
tamaños diferentes a los existentes en el suelo natural. De este modo, el comportamiento de
un suelo granular se relaciona a menudo con la distribución granulométrica, el
comportamiento de un suelo cohesivo depende mayormente más de su historia geológica y
estructura que del tamaño de las partículas.
2.7 Estructura de los suelos

La estructura del suelo se define por la forma en que se agrupan las partículas individuales de
arena, limo y arcilla. Cuando las partículas individuales se agrupan, toman el aspecto de
partículas mayores y se denominan agregados. La agregación del suelo puede asumir
diferentes modalidades, lo que da por resultado distintas estructuras de suelo. La circulación
del agua en el suelo varía notablemente de acuerdo con la estructura; por consiguiente, es
importante que conozca la estructura del suelo donde se propone construir una granja
piscícola. Aunque quizás no pueda recopilar toda está información por cuenta propia, los
técnicos especializados del laboratorio de análisis de suelos podrán suministrársela después de
examinar las muestras de suelo no alteradas que tome. Le podrán decir si la estructura del
suelo es mala o buena (poros/canales capilares, red, etc.). También podrán ofrecerle
información sobre el grado de circulación del agua o la permeabilidad.

La forma más provechosa de describir la estructura del suelo es en función del grado (grado de


agregación), la clase (tamaño medio) y el tipo de agregados (forma). En algunos suelos se
pueden encontrar juntos distintos tipos de agregados y en esos casos se describen por
separado. En los párrafos siguientes se explicarán brevemente los diversos términos que se
utilizan más comúnmente para describir la estructura del suelo. Esto le ayudará a hacerse un
juicio más acertado sobre la calidad del suelo donde piensa construir los estanques piscícolas.
También le permitirá aprender a definir la estructura del suelo al examinar un perfíl de éste.
Para las descripciones de las estructuras de suelos. Por definición, el tipo de estructura
describe la forma o configuración de los agregados individuales.:

Estructuras granulares y migajosas:

Son partículas individuales de arena, limo y arcilla agrupadas en granos pequeños casi
esféricos. El agua circula muy fácilmente a través de esos suelos. Por lo general, se encuentran
en el horizonte A de los perfiles de suelos.

Estructuras en bloques o bloques subangulares:

Son partículas de suelo que se agrupan en bloques casi cuadrados o angulares con los bordes
más o menos pronunciados. Los bloques relativamente grandes indican que el suelo resiste la
penetración y el movimiento del agua. Suelen encontrarse en el horizonte B cuando hay
acumulación de arcilla.

Estructuras prismáticas y columnares:

Son partículas de suelo que han formado columnas o pilares verticales separados por fisuras
verticales diminutas, pero definidas. El agua circula con mayor dificultad y el drenaje es
deficiente. Normalmente se encuentran en el horizonte B cuando hay acumulación de arcilla.

Estructura laminar:

Se compone de partículas de suelo agregadas en láminas o capas finas que se acumulan


horizontalmente una sobre otra. A menudo las láminas se traslapan, lo que dificulta
notablemente la circulación del agua. Esta estructura se encuentra casi siempre en los suelos
boscosos, en parte del horizonte A y en los suelos formados por capas de arcilla.

2.8 Horizontes del suelo


Se denomina así a una serie de niveles horizontales que se desarrollan en el interior del mismo
y que poseen diferentes características de composición, textura, adherencia, etc.
El perfil del suelo presenta el orden vertical de todos estos horizontes. Normalmente se
distinguen en los suelos completamente desarrollados los siguientes horizontes
fundamentales, desde la superficie hacia abajo:

Horizonte O: es la capa superficial constituida por material orgánico poco descompuesto,
presente en algunos tipos de suelo.

Horizonte A: Es el horizonte más superficial donde se encuentra la mayor parte del sistema
radicular de las plantas. Su color es generalmente oscuro por la abundancia de material
orgánico descompuesto o humus. Contiene en gran cantidad fragmentos de tamaño fino.

Horizonte B: Este horizonte carece prácticamente de humus, por lo que su color es más claro.
En él se depositan los materiales arrastrados desde arriba, principalmente, materiales
arcillosos, Óxidos e hidróxidos metálicos, carbonatos, etc., también puede haber costras
calcáreas en climas áridos y corazas lateríticas en climas húmedos tropicales.

Horizonte C: Está constituido por la parte más alta del material rocoso, más o menos
fragmentado por la alteración mecánica y química.

Perfil del suelo, obtenido del sitio web Agrilab

2.9 Estratigrafía

La formación del suelo requiere ante todo la formación de las diversas capas o franjas del
suelo, que comienza con la meteorización de la roca madre, ya sea a través de cambios físicos
y mecánicos provocados por los elementos naturales que producen la fragmentación del
material parental, el cual puede ser transportado o no. Una vez que se ha fragmentado y
asentado, comienza a depositarse sobre él materiales arcillosos y óxidos y luego, por la
actividad biológica tanto de fauna como flora, se va depositando humus y materiales
orgánicos.
El perfil de un suelo es la ordenación y descripción vertical de todos sus horizontes hasta la
roca madre, es decir, desde los superiores hasta los más profundos. Los horizontes o niveles
son capas que se desarrollan en el seno del suelo y que presentan, cada uno de ellos,
características diferentes.

Estos horizontes se aprecian en un corte transversal o calicata además de otros métodos


utilizados en la exploración geológica, en dicho corte o excavación de profundidad, se aprecian
colores y texturas netas de cada tipo de suelo. El espesor de cada horizonte es variable y
directamente afectado por los agentes erosivos como el agua, viento, temperatura, entre
otros, además de tiempo transcurrido hasta la formación del estrato.

Formación La Herradura. Morro Solar, Lima, Perú. Autor: Vera León, Miguel

2.10 Estudio del terreno

El programa de estudio de terreno adecuado de una obra o cimentación depende


directamente del tipo de obra, importancia y naturaleza del terreno in situ. Así mismo, los
métodos o el procedimiento a seguir generalmente son:

Reconocimiento: Inspección visual, fotografía aérea, informes y mapas geológicos, datos de


obras ya realizadas.

Exploración: Geofísica, eléctrica, pozos y sondeos (muestreo y pruebas).

Pruebas de Campo: Pruebas de penetración, pruebas de veleta, determinación del nivel


freático (medida de presiones intersticiales), pruebas de bombeo, pruebas de carga y pruebas
de compactación.

Además, los métodos geofísicos hacen posible detectar estratos del terreno bien
diferenciados, permiten explorar un volumen significativamente grande de terreno en un
periodo determinado de tiempo, así es como se muestran algunos equipos mecánicos para el
estudio del terreno:
Penetrómetros (Según Schultze y Knausenberger, 1957)

La toma de muestras o muestreo, en pozos, calicatas o sondeos, junto a las pruebas de


laboratorio se utilizan ampliamente en el estudio de suelos, con gran importancia y relevancia
cuando se trata de estructuras de gran envergadura y con terrenos relativamente uniformes.
Las zanjas o pozos pueden excavarse a mano o mecánicamente mediante una pala excavadora
o bulldozer, los sondeos pueden ser realizados con sondas o barrenas, con o sin entubación o
ademado.

Así mismo, existen ciertas dificultades para obtener muestras inalteradas de calidad,
especialmente cuando se trata de profundidades importantes. La preparación de toma y
transporte de muestras, así como la preparación de los especímenes para las pruebas dan
lugar a que el suelo quede sometido a esfuerzos bastante desiguales a las preexistentes in situ.
Dichos esfuerzos modifican el comportamiento del suelo y, generalmente durante la
extracción y transporte de muestras son sometidas a estos esfuerzos provocando
deformaciones en la estructura del suelo

2.11 Historia del suelo Moqueguano

La ciudad de Moquegua está emplazada en la parte media del valle formado por la confluencia
de los ríos Moquegua, Torata y Huaracane. En el área afloran principalmente rocas
sedimentarias y volcánicas. Las rocas sedimentarias pertenecen a la Formación Moquegua y
donde prevalecen areniscas y lodolitas con contenidos de sales, con capas de arcillitas de color
marrón localmente conocido como “Moro moro” que es muy vulnerable a la presencia del
agua.

En la parte baja del valle prevalecen los sedimentos gruesos de gravas aluviales depositadas
por los ríos que atraviesan la zona. El relieve del valle es llano limitado por terrenos
escarpados, tiene la configuración de una depresión tectónica (pareciendo un gran
hundimiento) influenciada por la presencia de fallas geológicas como Incapuquio, Trapiche,
Jahuay, El Siglo, entre otras, que determinan un paisaje de relieve escalonado.
Sección geológica transversal del Valle de Moquegua. Extraído del libro “Conociendo los suelos
de Moquegua (2004)”

En Moquegua existen variedades de suelos distribuidos en diferentes zonas. Se tienen Suelos


Gravosos en las orillas del río Tumilaca, Aeropuerto, parte alta de Samegua y Cerrillos. Suelos
Finos, Arenas Limosas y arcillosas en la mayor parte de la ciudad:

Cuadro de distribución de suelos en la Región Moquegua. Extraído del libro “Conociendo los
suelos de Moquegua (2004)”

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