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ACCIDENTE DE TRÁNSITO…!!!

Durante mi época de estudiante universitario de la “Pedro”, vivía prácticamente en Chiclayo, y me


quedaba en el local de trabajo de mis hermanos, donde yo también trabajaba como ayudante de
zapatería; pero casi todos los fines de semana tenía que viajar a Eten a ver a mi viejita Emilia – que
hoy día Dios la tenga a su lado – y retornaba a Chiclayo por la noche del día domingo.

Recuerdo, que durante uno de esos domingos en que retornaba a Chiclayo, para empezar mis
clases temprano el día lunes, tenía que desplazarme a pie hasta la ciudad de Monsefú para
conseguir movilidad, dado que siempre nuestro pueblo adolecía de movilidad en la noche para
viajar hasta Chiclayo.

Generalmente caminaba hasta la ciudad de Monsefú durante la medianoche, y tenía que cruzar el
cementerio de Eten, y francamente a esa hora como que daba un poco de miedo; lo importante
era llegar hasta el puente y luego desplazarse tranquilamente, solo pensando en las clases y
exámenes del día lunes en la universidad.

Aquella noche, de la que nunca me olvidaré, el cielo se veía completamente oscuro y francamente
era para tener miedo, pero ya estaba acostumbrado a caminar a esa hora casi todos los domingos.

Durante mi trayecto a la ciudad de Monsefú no se cruzaba ninguna persona, ni mucho menos


ningún vehículo en alguna dirección.

Caminaba a paso rápido por la berma de la carretera, en la espesura de la noche, solo mirando al
frente, tratando de alcanzar las primeras luces de alguna casita de Monsefú…cuando de repente
alcanzo a divisar un enorme bulto tirado en todo el ancho de la berma…apresuré el paso por el
miedo que sentí en ese momento…pero metros más adelante empecé a asociar el bulto con la
figura de una persona, y mi reacción fue regresar para ver de qué se trataba…¡La noche estaba
completamente oscura!...

Me fui acercando lentamente hasta el bulto, y efectivamente era una persona que se encontraba
tirada boca abajo en el suelo – debe ser algún borrachito que le ganó el sueño – fue lo primero
que se me ocurrió y luego pensé en continuar mi camino…pero,… y si se trata de un familiar…
pensé inmediatamente…

Dándome un poco de valor me fui acercando al cuerpo inerte, y con mucho cuidado empecé a
tratar de tocarlo suavemente y… no respondía a los toques; entonces lo toqué con un poco más de
fuerza y…en medio de la espesura de la noche y silencio total, la persona tendida en el suelo lanzó
un enorme quejido, que me asustó realmente y se me heló el cuerpo de miedo…

- Ay, ay - se quejaba fuertemente el hombre tendido boca abajo en el suelo.


- Tranquilo amigo, dígame que ha pasado – le dije y trataba de acercarme lo más cerca de
su cara para poder verlo.

Poco a poco iba distinguiendo lo que tenía al frente, y el hombre no dejaba de gritar e
inmediatamente traté de voltearlo y empezó a gritar con más fuerza y llorando a gritos de dolor.
Me percaté que tenía una pierna completamente hinchada, parecía que se había fracturado y la
cara completamente ensangrentada y enlodada por la tierra de la berma

- Que te ha pasado amigo – le pregunté.


- Un carro me ha atropellado – dijo entre gritos de dolor – ayúdame por favor – replicó.
- No te preocupes, yo te ayudaré – atiné a decirle – pero dime, venías solo o con alguien
más.
- Vengo de Santa Rosa, he ido a visitar a mis padrinos, me caso el próximo domingo – dijo
entre sollozos.
- De que parte eres tú – pregunté.
- Soy de Eten y hoy he llegado de Lima para visitar y conocer a mis padrinos de Santa Rosa,
trabajo como “guachimán” ¡Ayúdame por favor no me abandones!
- A esta hora no pasa ningún carro, y como estamos más cerca de Monsefú, te ayudaré a
llegar hasta allá para que alguien te atienda – le dije.

En estas circunstancias, viendo que el hombre no podía caminar traté de levantarlo, pero lo único
que conseguí es que se quejara con más fuerza…¡Tenía una pierna fracturada! y era imposible
caminar en ese estado - ¿qué hago me preguntaba?, alzarlo imposible…

Estaba es esto, cuando escucho una voz a lo lejos que decía:

- Hermano, ¿Dónde estás hermanito?, hermano…hermano – y la voz se escuchaba cada vez


más cerca.
- Aquí amigo, acá está su hermano – le dije a la persona que apenas se podía distinguir en la
noche negra.
- Dónde, donde – contestó la persona que venía llorando en busca de su hermano.

El encuentro fue realmente desgarrador, los dos se abrazaron y llorando fuertemente, el hermano
agradecía a Dios por haber encontrado a su hermano con vida.

- Toda nuestra familia pensaba que ya estabas muerto – dijo el hermano.


- ¿Y cómo se han enterado de lo sucedido? – le pregunté.
- Mi papá ha llegado a la casa llorando, diciendo que a mi hermano lo había atropellado un
carro, arrojándolo a un terreno de cultivo y lo había matado, y como pudo lo jaló hasta la
berma, y allí lo dejó y se fue apresurado a avisar a la familia del accidente.
- Bueno, ahora hay que trasladarlo al hospital Las Mercedes de Chiclayo, tenemos que llegar
hasta Monsefú para conseguir alguna movilidad.
- Muchas gracias amigo, por cuidar a mi hermano, le agradezco mucho – me dijo el
hermano.
- Es lo menos que puedo hacer, realmente yo me encontraba camino a Monsefú para
dirigirme a Chiclayo, estudio en Lambayeque – le contesté.
- Ya viene en camino un carrito que hemos contratado, lo dejé que le estaban cambiando la
llanta.
Efectivamente, ya se escuchaba el sonido de un carro que se notaba todo destartalado, y además,
para colmo, venía sin luces…¡Qué noche negra…!

Con la ayuda de los familiares y el chofer, pudimos instalar al accidentado dentro del destartalado
vehículo, y nos acomodamos también nosotros para acompañarlo hasta el hospital; pero este
vehículo en estas condiciones no podía llegar hasta Chiclayo. El accidentado no dejaba de gritar de
dolor.

Llegando a Monsefú inmediatamente, contrataron a un auto para trasladarlo hasta el hospital Las
Mercedes de Chiclayo; al rato nos encontrábamos en la puerta de emergencia del hospital, serían
las dos de la mañana aproximadamente.

- Jefe, hay un accidentado – dijo el portero al policía uniformado que se encontraba en


portería.
- Que ha ocurrido – preguntó el policía.
- Mi hermano ha sido arrollado por un vehículo en la carretera de Monsefú a Eten, y
nuestro amigo estudiante de la universidad Pedro Ruiz es el que nos ha ayudado a traerlo
– dijo el hermano y contándole todos los detalles del accidente en forma rápida.
- Miren señores, yo tengo que hacer mi parte respectivo, pero a su amigo no lo voy a tomar
en cuenta, ni hacer mención de su nombre, porque eso sería implicarlo en las
investigaciones, y lógicamente lo puede perjudicar.
- Muchas gracias jefe – solo atiné a decir, y allí recién me di cuenta de que mi casaca jean se
encontraba manchada con sangre, seguramente cuando trataba de levantar al
accidentado en la espesura de la noche.

Trayendo una camilla hicieron ingresar al hospital al accidentado y me despedí de los familiares,
quienes me agradecían de corazón.

Caminé lentamente con rumbo al local del negocio de mis hermanos, pensando en esta noche que
quedará para el recuerdo…La noche seguía muy oscura, pero la esperanza siempre será blanca…
¡Buenas noches a todos…!!!

Luis Edilberto Ñiquen Portilla

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