CUENTO: “DAVID Y UN TRATO CON SANTA CLOUS.

Cierto día, David estaba muy enojado por los pocos regalos que había recibido en la
navidad pasada y decidió escribir una carta a Santa Clous.

Santa recibió la carta que decía: Estoy muy enojado contigo, porque el año pasado
sa
me trajiste pocos juguetes. Ya no confío en ti y he perdido el cariño que te tenía. Espero
que este año no me falles y seas bueno conmigo. ATTE. David.

Santa se sorprendió y decidió visitar a David. Este, le preguntó a David: ¿Por qué tanto
enojo? ¿Y por qué tantos juguetes? Si tienes muchos amigos.
David respondió: Quiero más juguetes y menos amigos.

Entonces Santa Clous, tuvo que proponerle un trato: Está bien. Como muchos otros
niños me han pedido tener amigos, te daré un regalo más por cada amigo al que renuncies
para que se lo pueda ofrecer a otros niños. ¡Muy bien! dijo el niño sin dudar... además
puedes quedarte con todos los juguetes.

Aquella navidad, David se encontró con una enorme montaña de regalos. David, estaba
muy feliz y hasta le escribió varias cartas de agradecimiento a Santa Clous.

Comenzó a jugar con sus regalos. Eran tan geniales que no pudo esperar Salir a mostrar a
los demás niños. Pero, ninguno de ellos mostró interés por aquellos juguetes y tampoco
por el propio David. Bueno, supongo que me he quedado sin amigos. Pero, no importa sigo
teniendo mis juguetes.

Durante semanas David, disfrutó de un juguete nuevo cada día y la emoción que sentía
le hizo olvidar la falta de amigos. Pero, no había pasado ni un mes cuando sus juguetes
comenzaron a resultarle aburridos. Entonces empezó a extrañar a sus amigos, porque con
ellos se le ocurrían nuevas ideas para jugar. Lo pensó mucho, que finalmente, llegó a estar
convencido de que sus amigos eran mucho mejores que cualquier juguete.

Pasó un año de aburrimiento, al llegar la navidad redactó para Santa una humilde carta
en la que pedía perdón por haber sido tan torpe de cambiar a sus mejores amigos por unos
aburridos juguetes y suplicaba recuperar a todos los antiguos amigos. Santa Clous, al leer
la carta de David se alegró mucho porque había aprendido la lección.

Y desde entonces, en cada navidad, David deseó tener muchos amigos y así poder
compartir con ellos momentos de juego y alegría, aunque fuera junto a los viejos juguetes
de siempre.

FIN