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Hay un método fácil de aprender, presentado como el proceso retórico, el cual sirve
para ponerle “carne” al bosquejo de cualquier sermón expositivo. esta es una
manera breve y fácil de entender el proceso para interpretar las Escrituras. (Al
detalle encontraremos muchos más elementos)
Estos son los pasos de ese proceso retórico. Ahora, ¿cómo los desarrollamos? En
cada uno de los pasos del proceso, podemos proponer muchos más elementos o
preguntas con el fin de enriquecer el punto principal
Género: Determine la forma literaria, el tema y la función del pasaje, compáralo con
géneros similares y considera las implicaciones para la interpretación.
B. Observación:
Esto concuerda con una buena hermenéutica en donde tenemos que observar antes
de interpretar. En la prédica como tal, primero no leo el encabezado del punto, leo
el versículo y solo después digo el encabezado. ¿Por qué? Porque quiero que mis
oyentes vean primero la Escritura y de dónde surge el encabezado. No nace en mi
mente, sino que surge del texto de manera natural.
Algunos predicadores excelentes pueden leer un encabezado primero y después
explicar de dónde lo sacaron, parece más fiel al texto hacerlo de la manera que
explico aquí. La audiencia puede ver de dónde vienen nuestras ideas.
Lo importante es que la audiencia vea el respaldo bíblico para el encabezado.
E. Exhortación:
Si la predicación es hablar “de parte de Dios y delante de Dios”, como dice Sugel
Michelén, no podemos dejar a un lado la exhortación. Debemos entender la
exhortación de una manera amplia.
Si los oyentes salen de la reunión pensando que han escuchado una buena lección
de historia o interpretación bíblica, no hemos logrado el propósito principal de la
predicación porque la predicación verdadera apunta a la transformación espiritual
de los oyentes a través de la salvación y la santificación.
F. Aplicación:
Jesús (p. ej. Mt. 5:27-29) y Pablo (p. ej. Ef. 4:25) nos enseñan que debemos
presentar aplicaciones específicas de los principios generales que enseñamos.
Espero que este proceso retórico pueda ayudarte en la predicación expositiva para
la gloria de nuestro Dios, la santificación de los creyentes, y la salvación de los que
no conocen a nuestro Salvador.