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Escuela Nacional Preparatoria No.

8 “Miguel
E. Schulz”

Nombre: Flores Pérez Edgar


Asignatura: Física IV
Profesor: Eduardo Federico Eliosa León
Grupo: 605-A

Flores Pérez Edgar 605-A


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Visitar el museo “UNIVERSUM”, ubicado en Ciudad Universitaria, UNAM, fue sin duda una
de las mejores experiencias que me ha tocado vivir. Nunca antes había visitado un museo,
pues en lo personal me parecían aburridos, sin embargo esa idea tan errónea que tenía
cambió por completo.
En la explanada del museo, justo frente a la entrada del museo, pude observar un par de
plataformas con un disco gigante con un aro sostenido en el centro, ambos estaban
distanciados como a 5 o quizás 6 metros entre sí, mirándose de frente. Me llamó la atención
que varias personas subieran a esas plataformas, pero fui con mi amiga Valeria a la taquilla
por nuestros boletos para ingresar al museo y ya no le tomé tanta importancia a este
suceso.

La primera sala a la que entramos mi amiga y yo, fue la sala de “Física”, en un principio mi
primer pensamiento fue: “Es una sala muy pequeña”; sin embargo poco a poco conforme
recibía algunas explicaciones pude comprender mejor e interesarme demasiado por lo que
estaba presente en la sala.
Al entrar lo primero que hice fue caminar junto a mi
amiga hacia una mesa que tenía, lo que yo creo,
bolitas de unicel en una mesa tapada por un cristal,
encima tenía una franela. Como no recibí ninguna
explicación sobre esto, supuse que se trataba de
energía a través de fricción, algo parecido al
experimento que de pequeño intente con una
pluma y papelitos o un globo y el cabello.

Seguimos recorriendo la sala y leyendo algunos carteles con notas de información de las
presentaciones dentro de la sala. Lo siguiente que probamos fue una pequeña “montaña
rusa'' en la que viajaban canicas. Se trataba de una representación acerca de cómo la
energía potencial se convierte en energía cinética, y en qué consiste para que la canica
pudiese llegar al final de la “montaña rusa”.

Conforme íbamos recorriendo la sala quedaba más y más fascinado, pude observar distintas
cosas como el espectro de luz a través de un átomo de hidrógeno, una máquina de toques
la cual no me atreví a probar puesto que me acobarde. Lo más llamativo de la sala, en lo
personal, fue una torre a la que se le acercaba un tipo cucharon de aluminio muy grande y
sacaba rayos de electricidad, me pregunté: ¿por qué un cucharón?, y enseguida la persona
que nos explicaba el fenómeno mencionó que con la parte “esférica” del cucharón la energía
se concentraba de una mejor manera, fue tan impresionante que olvidé grabar o tomar fotos,
pero sin duda lo más llamativo e impresionante de la sala.

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Terminando de recorrer la sala de física ya me encontraba asombrado y ya había cambiado
por completo mi idea de que un museo era aburrido, así que con más motivación le dije a mi
amiga Valeria que fuéramos a la siguiente sala, decidimos ir a la sala “Universo”. Tiempo
atrás, mucho antes del museo, ya me había interesado por el universo, el sistema solar, las
galaxias y otros fenómenos espaciales, así que ya estaba super ansioso por visitar la sala.
Justo al entrar el pasillo de
entrada estaba muy oscuro,
sin embargo fue lo mejor que
pude haber visto como
primera impresión de la sala,
incluso quise llorar, al techo lo
adornaban pequeños foquitos
de luz tenue que hacían
referencia a un cielo nocturno
estrellado. me hizo recordar la
teoría del “big bang” y algunos
sueños que tenía y que
gracias a esa vista revivieron.

Creo que “Universo” fue la sala más grande que visitamos pues pudimos observar muchas
cosas. La primera, luego de la fantástica entrada, fue un modelo a escala que mostraba las
fases de la luna, este modelo incluso encendía una bombilla simulando la luz del sol y
trasladaba a la luna alrededor de la tierra.
No había personas que nos pudieran explicar pero creo que era bastante simple, el botón
que accionaba el circuito representaba de manera perfecta el movimiento de la luna.

Avanzando por la sala


escuchamos a una
persona guía decir que
había unas básculas que
indicaban cual era tu
peso en distintos astros
del sistema solar, fue
interesante saber cómo
funciona la gravedad en
esos planetas.

Seguimos recorriendo la sala y antes de la atracción principal


pude observar un modelo a escala de un cohete espacial, este
me recordo a la película “Cielo de octubre”, me puso a reflexionar
en ha avanzado la tecnología como para poder enviar una nave
de muchísimo más tamaño al espacio.

Pensando en la creación de estas naves espaciales recordé las


naves Apolo, en especial el Apolo 11, la primera en llegar a la
luna. Esto me llevó a la siguiente experiencia más genial del
museo. Era una roca lunar, una real, estaba ahí frente a mi y no
podía creerlo. Una chica nos explicó que había sido pulida y nos
permitieron tocarla, fue algo sensacional, indescriptible, era como
poder tocar las estrellas. Sin embargo tampoco le tome foto a

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esa roca lunar, pero si a la que se encontraba al otro lado de la vitrina, esta no se podía
tocar y estaba en su forma original.

No muy enfrente de donde nos encontrábamos había diferentes fotografías, algunas las
llegue a ver en videos de youtube o en internet, esta es la parte que yo considero como la
más hermosa del universo, y no me refiero a la sala “Universo” del museo, sino, al universo
real, los colores que se iluminan, las formas, la inmensidad del espacio. Te da esa sensación
de querer explorarlo.

Incluso parece romántico, si pensamos en la teoría del big bang el universo tiene miles de
millones de años desde su inicio, conocer a quien conoces es una enorme coincidencia,
pues entre el caos y la inmensidad del espacio y tiempo, pudiste coincidir con esa persona.

Ya casi al finalizar mi recorrido por esta sala,


observé la fotografía de una galaxia real, esa
fotografía me absorbió al instante, casi me meto a la
pantalla que presentaba esta fotografía, fue tanta mi
impresión que no quería dejar de verla, me llevó a un
viaje por ella.

Y finalizando nuestro recorrido, Valeria junto a


otras personas y yo jugamos un juego de lotería
sobre el universo, aunque me decepcioné de no
haber ganado.

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Al salir de la sala “Universo” nos dirigimos a la sala
de “Imaginario Matemático”, realmente no sabía que
podría haber en la sala, y para sorpresa mia en la
entrada vimos unos espejos acomodados en forma
de pirámide, formaban una bonita figura, algo como
una flor, por alguna razón me hizo pensar que se
trataba de un cuadro o algo asi y cuando me di
cuenta que eran espejos recordé que nuestra mente
se confunde, algo parecido a lo que sucede a la
casa de los espejos; pero hubo una exposición en
especial que llamó mi atención, se trataba de una
elipse. Un chico muy amablemente nos explicó
acerca de esta figura, incluso con una demostración
nos explicó las diferencias entre un círculo (que solo
tiene un centro) y una elipse (que se podría decir
que tiene 2 centros, aunque realmente se llaman
focos). El chico nos llevó a la parte de atrás de esa
demostración y había un cono (medio como, no
sabia como es la verdadera forma de un cono) y al
parecer la mayoría de veces solo vemos la mitad de
este cuerpo tan llamativo y curioso; el chico
nos comenzó a hablar sobre el cono y que se
puede cortar de 4 formas diferentes, (no se
puede observar muy bien en la imagen pero los
cortes son: cerca a la punta de manera
horizontal, resultando un círculo, otro se realiza
de manera diagonal poco inclinada, formando
la elipse, el tercer corte se hace de manera
diagonal un poco más inclinada, formando un a
parábola y el cuarto corte es de manera vertical
formando una hipérbola) nos explicó
principalmente el corte que forma la parábola
(la demostración se encuentra a la derecha del
cono) el Chico que nos explicaba encendió una
luz que iluminó la parte de abajo (parábola) y
nos dijo que si podíamos encontrar el foco de
esa parábola, la pista que nos dio fue el calor,
luego de una breve explicacion comprendimos
que la luz rebota en todas las parte de la
parabola y es reflejada, el punto donde esta luz
choca se le llama foco y por eso sentiamos
mas calor en un punco casi al centro de esta
parabola casi a la altura de si fuera una media esfera; de igual manera nos menciono que
los faros de los automoviles funcionan con u principio parecido a este solo que invertido,
mientras este exper9imento reflejaba la luz desde “enfrente” y la concentraba en un punto,
los faros de los automoviles emitian la luz desde el centro y ocupaban dos parabolas para
dispersar la luz.
Antes de salir de la sala miramos otras exposiciones pero no nos llamaron tanto la atencion
asi que no recibimos explicaciones tan profundas de ellas, y en el pasillo de salida
aprovechamos para tomarnos alguna fotografías

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Aunque la fotógrafa de mi
amiga Valeria, me agarró
distraído en una de ellas.

Cuando salimos de esta


última sala ya estábamos
cansados y un poco
atiborrados de información,
así que ya con un poco
más de calma nos dirigimos
a la última sala que
debíamos visitar, que era la
de “Planetario de José de
la Herrán”.Sin embargo
como nuestra llegada al
museo fue un tanto tarde
ya no encontramos boletos
para esta sala, pues se
requería un boleto extra y al comprar los
nuestros ya se habían agotado las
entradas para esa sala en específico. Sin
más y un poco tristes ya no accedimos a
la sala, sin embargo un amigo que sí
pudo acceder nos contó un poco lo que
pasaba en la sala, ésta presentaba una
“película” sobre los astros y cosas del
espacio exterior, algo como las constelaciones y sus nombres y el por que se llamaban así:
“la osa mayor se llama así porque parece una osa” , y también habló sobre por qué la
estrella polaris no se ha movido. Me habría gustado entrar y conocer un poco más sobre
eso.

Antes de terminar lo que sucedió en las salas me gustaría mencionar que recorrimos
algunas otras salas, para hacer un poco mejor nuestra visita, visitamos salas como el
sistemas nervioso y el cerebro, la sala de química, la sala del agua y algunas salas asi que
nos quedaban de paso, incluso pude ver un cerebro real, admito que me dio un poco de
asco, pero fue una buena experiencia

Cuando por fin salimos del museo volví a ver los discos que mencione al inicio de este
resumen, y recordé la sala del imaginario matemático, eran parábolas y el circulito de estaba
sostenido en el centro era su foco, como no había luz dedujimos que funcionaba con el
sonido, y efectivamente así resultó, así que, así finalizó nuestra visita al museo
UNIVERSUM, algo que en un principio me parecía aburrido y terminó siendo uno de mis
mejores dias, ver tantas cosas, aprender, observar y revivir sueños en compañía de una
persona a la que aprecias y en quien confias.

Flores Pérez Edgar 605-A


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