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Tema 1

Pedagogía Teatral

Introducción a la
pedagogía teatral
Índice
Esquema 3

Ideas clave 4
1.1. Introducción y objetivos 4
1.2. Relaciones entre teatro y educación 5
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1.3. Fundamentos y elementos constitutivos del


fenómeno educativo teatral como hecho y como
actividad humana 7
1.4. Referencias bibliográficas 12

A fondo 15

Test 18
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Pedagogía Teatral
Tema 1. Esquema
Esquema

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Ideas clave

1.1. Introducción y objetivos

La pedagogía es el conjunto de saberes teóricos y prácticos que conforman y articulan


la teoría general de la educación. De forma sencilla podemos definir la pedagogía
como la reflexión sobre la educación. Por tanto, la pedagogía teatral es el
pensamiento sobre la educación teatral. No se atiende a la práctica o al
procedimiento de la acción educativa, ya que esta es atendida por la didáctica teatral.

En este tema introducimos el contenido básico para reflexionar sobre la educación


teatral. Comienza también aquí el cuestionamiento sobre la enseñanza artística y la
difícil relación de educación formal y creativa. El criterio fundamental para distinguir
los contenidos propios de la pedagogía será la consideración de lo relacionado con la
formación de los profesores que formarán a otros profesores.

La naturaleza de este tema y de toda la asignatura será de cariz educativo, aunque


no se descuidará la especialización artística. Es decir, la pedagogía teatral se centra
en la faceta docente de los profesores y en la discente de los alumnos. No busca
convertir al profesor en director escénico, ni al alumno en actor, ni la clase en un
ensayo, ni el aula en un escenario.

Muchos autores siguen usando un concepto de pedagogía teatral poco definido en


relación con la ciencia de la educación. Encontraréis referencias a la pedagogía teatral
como técnica obtenida por la práctica docente (Knébel, 1991, p. 15), como método
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(Koldobika, 1996, p. 56; Laferrière, 1997, p. 18), como formación actoral (Barkworth,
1997, p. 6; Eines, 1997, p. 20; Vázquez, 2009, p. 65) o como ejercicio lúdico-teatral
(García-Huidobro, 1996, p. 10).Al dirigir la pedagogía teatral a la enseñanza del teatro
y otras disciplinas, esta se confunde con la didáctica teatral y el teatro didáctico.

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Tema 1. Ideas clave
El objetivo es la introducción de los actuales alumnos y futuros docentes en el campo
de la educación en cualquier nivel formativo. Se trata de fomentar la reflexión sobre
el teatro en la educación. Desde esta perspectiva, el teatro es medio de reflexión y
está al servicio de la educación.

1.2. Relaciones entre teatro y educación

En el caso que nos ocupa, se pueden identificar así cada uno de los conceptos: la
pedagogía es la ciencia, la educación es el objeto y el teatro es lo que se enseña y
aprende. En otro tema posterior trataremos específicamente la educación artística.
Ahora nos centraremos en cada uno de estos campos, teatro y educación, de forma
separada para, a continuación, establecer sus relaciones.

La educación es la selección de los medios precisos para la formación perfectiva. Esto


implica que no todos los recursos llevan al mejoramiento. El estudio de la educación nos
llevará a acertar con los procesos más adecuados según las personas, materias y
circunstancias. Por tanto, la pedagogía no conduce a la uniformidad metodológica, sino
a la elección del mejor sistema en cada momento. Y, desde luego, la pedagogía
favorecerá el uso de una terminología que facilite la comunicación entre los profesores
con otros colegas y entre los docentes y los discentes.

El teatro, como rama artística, es en muchas ocasiones un campo lábil para la precisión
terminológica. Un mismo vocablo puede significar algo distinto dependiendo del autor
que lo utilice. Para resolver este problema, debemos desde el principio distinguir el
lenguaje artístico del lenguaje educativo. Este segundo, por su carácter científico, debe
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ser, en la medida de lo posible, exacto. Si queremos que el ámbito de la educación teatral


se comunique, divulgue, comparta experiencias, debemos fijar un lenguaje que sea
común.

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Tema 1. Ideas clave
El estudio científico de la educación teatral permite salvar la propia identidad artística
del teatro y la idiosincrasia emocional del alumnado. Uno de los frutos más esperados de
una acertada reflexión pedagógica teatral es la planificación. De esta forma, apartamos
del timón a las emociones, que son guías inestables y azarosas. Y conseguimos, a cambio,
que la atención a cada estudiante sea personalizada, pues no nos dejaremos llevar por
generalizaciones e improvisaciones, sino que podremos adaptar el programa a cada uno
de ellos. Una de las grandes ventajas de estos estudios teatrales es el reducido número
de alumnos. Esto es necesario porque es una enseñanza que se basa en la mímesis y
diégesis de identidades personales muy particulares que tienen que escribir, dirigir,
interpretar, analizar; personas con sus propias emociones y razones.

Lo anterior se ve de forma muy clara a la hora de afrontar los celos en Otelo, de


Shakespeare. Cada uno de nosotros tiene una forma muy particular de entender los celos
y de enfrentarse a ellos. Nos encontraremos con una interpretación, dirección y análisis
diferente dependiendo de esa concepción y esa reacción ante los celos.

El exceso de especialización en las corrientes actuales de educación, especialmente


significativo en los niveles superiores, puede poner en riesgo la enseñanza y el
aprendizaje teatral. El arte dramático exige la colaboración continua de diferentes
profesionales. Se puede acabar formando expertos de cada una de las especialidades
que sean incapaces de comunicarse con el resto.

Conviene que la pedagogía teatral tenga una visión holística de cada una de las ramas,
de sus puntos de encuentro y de las vías de comunicación para salvaguardar el necesario
trabajo en equipo. En este tipo de educación se manifiesta de forma clara la oportunidad
de una consideración humanística y la aplicación de la transversalidad. Al fin y al cabo,
en la educación teatral integral confluyen la dramaturgia, la escenografía, la dirección
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escénica, la interpretación y la crítica.

Esta pertenencia a las humanidades recuerda la necesidad de transmitir algo más que
técnicas y destrezas. En una de las primeras etapas clave en la historia del teatro, la de la
Grecia de la Antigüedad clásica, queda patente que esos encuentros entre los actores y

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Tema 1. Ideas clave
el público son un acto de comunidad que asienta las bases de la democracia basada en
la justicia.

La fuerza de la vinculación del teatro con la educación se da también por su calidad


como medio de aprendizaje. Los resultados alcanzados por las enseñanzas de
naturaleza dramática son elevados porque los conocimientos adquiridos son
asimilados, y no simplemente acumulados. Se hace propio lo que se le está
enseñando. No se comunican unos contenidos para que los estudie cada uno por su
cuenta, sino que se procura que los hagan suyos. Es más, muchos de esos
conocimientos son descubiertos por el propio alumno a través de ejercicios creativos.
De esta forma, el alumno se convierte en el principal interesado de su propia
educación.

La integración de teatro y educación favorece «un aprendizaje significativo, al dotar


de significado un concepto, un evento, una idea, etc. El alumno […] vivencia un
proceso que le lleva a tomar decisiones en un mundo imaginario, pero relacionado
con el mundo real, con lo que construye nuevos significados del contenido con el que
trabajamos» (Núñez, 2007, p. 244). Esta percepción despierta una empatía por parte
del estudiante hacia el conocimiento y el propio aprendizaje.

1.3. Fundamentos y elementos constitutivos del


fenómeno educativo teatral como hecho y como
actividad humana
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La educación es algo propiamente humano, pues se apoya en la libertad y la razón. Al


resto de los animales se los puede adiestrar, pues se pretende la mera imitación sin
voluntad reflexiva que oriente la propia vida. La pedagogía teatral atiende a la educación
teatral en articulaciones que son intrínsecamente humanas: la expresión dramática y la
expresión teatral.

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Tema 1. Ideas clave
La expresión dramática permite al hombre desempeñar roles y reproducir la
realidad. La expresión teatral es utilizada para comunicar a un espectador ese
rol y esa realidad representada.

En el ámbito teatral es preciso matizar el uso del término entrenamiento. Saura (2011, p.
131) llama la atención sobre lo siguiente:

«La confusión existente entre entrenamiento y educación en la esfera del


aprendizaje humano. Puesto que tanto el entrenamiento como la educación
forman parte del aprendizaje humano, resulta difícil establecer dónde
termina uno y empieza el otro. ¿Acaso en el aprendizaje humano hay unas
áreas donde trabaja la conciencia y el sentido crítico y otras donde el
psiquismo queda anulado y el aprendizaje es puramente mecánico, sin
intervención de la conciencia? Si es así, ¿tiene sentido el empleo del término
‘educación física’, materia en la que parece primar el entrenamiento sobre
la educación? Son estas preguntas de capital importancia, sobre todo para
los pedagogos teatrales, pues el aprendizaje en las escuelas de arte
dramático tiene un importantísimo componente de aprendizaje físico y
vocal, reflejado en asignaturas como Danza, Esgrima, Canto, Acrobacia o
Lucha Escénica, además de aquellas escuelas de interpretación en las que el
entrenamiento físico es un componente fundamental».

El teatro tiene, en sus inicios en Occidente, una vinculación directa con la conformación
de las instituciones democráticas y de justicia. En obras dramáticas, como la Orestíada,
de Esquilo, se recuerda a la comunidad social que venció a la tiranía a través de la
delegación de la impartición de justicia en tribunales reconocidamente instituidos. En las
tragedias de la Antigüedad clásica se advertía del riesgo que tenía para el hombre
democrático dejarse llevar por la ambición, por la sed de venganza, por la ira, etc.

La influencia del teatro en la educación de las clases populares fue de nuevo advertida
por la Ilustración, por el naturalismo y por el totalitarismo, tanto fascista como
comunista. En el primero de los casos, el teatro se convirtió en una apuesta por el docere
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frente al delectare. En el segundo, después de haber renegado inicialmente del teatro, al


que consideraron el último bastión del conservadurismo burgués, concibieron un teatro
que les sirviera de divulgador de sus teorías y sus nuevas formas artísticas. En el último,

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Tema 1. Ideas clave
hemos encontrado en el siglo XX una gran proliferación de teatro político, de propaganda
y de agitación.

Los primeros directores de escena del siglo XIX y principios del XX insistieron en la
relevancia de que todos los participantes en un espectáculo teatral fuesen cultos. Se
entiende la cultura como todo aquello que nos permite conocer el mundo, al otro y a
nosotros mismos. El ejemplo más claro de este requerimiento está en el intérprete:
¿cómo podrá representar el carácter de un avaro, la emoción de una enamorada, el dolor
de una viuda, etc., si nunca ha profundizado en su interior ni ha conocido a través de
otros?

En la actualidad, la concepción dramática de los hechos sigue viva. Fue frecuente


escuchar a muchos testigos oculares del atentado del 11S mencionar los hechos como si
estuviesen presenciando una representación espectacular. La referencia, el modo de
describir acontecimientos de la vida, se sirve ahora de las obras de ficción. Los telediarios
tienden cada vez más a crear hilos de dramatización para transmitirnos las noticias; se
nos presenta el problema, nos acercan a los implicados, nos describen el conflicto. Los
documentales dramatizan todo tipo de historias: desde la creación del universo a la vida
del último presidente norteamericano.

La conexión de la educación con el teatro ha tenido una ramificación sociocultural a


raíz de la teoría de Gardner sobre las inteligencias múltiples, pues se ha propuesto la
consideración de la inteligencia dramática como la «capacidad del individuo para
manejarse en la vida diaria mediante el desempeño de los más diversos roles y en la
activación de las más variadas conductas» (Vieites, 2017, p. 1531).

Son numerosas las competencias humanas vinculadas al arte dramático: creatividad,


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comunicación, sociabilidad, espontaneidad, empatía, etc. No es de extrañar que la


ciencia educativa atienda al teatro para la formación integral del individuo desde las
primeras etapas hasta las superiores, tanto en el ámbito formal como en el no formal.

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Tema 1. Ideas clave
El ser humano posee una habilidad universal para el juego. Pero es especialmente en
su niñez cuando se recurre espontáneamente a un juego similar al dramático, al
comportamiento como si. El juego dramático es un recurso educativo que posibilita
e incentiva la creatividad. En parte, esto es debido a que, a través del juego, se
elimina todo lo que frena la motivación: el miedo al juicio ajeno, el qué dirán, la
autocensura. En el juego no nos jugamos nada. Somos más intrépidos, estamos más
despreocupados, somos más libres, estamos en un estado más idóneo para la
creatividad, para la exploración, para la aventura, porque perdamos o ganemos es un
juego. La abstracción de las ideas acaba siendo concretada a través de la
dramatización, por lo que estas se hacen accesibles y asibles para el educando. Esa
abstracción adquiere una forma reconocible a través de la reconstrucción dramática.

La relación del teatro y la educación también tiene en el docente su punto de


encuentro: el cruce en la enseñanza del pensamiento creador. El ejemplo más claro
y universal lo encontramos en la transmisión que hizo Platón de los diálogos de
Sócrates: no trataba de imponer unos conocimientos, sino que procuraba crearlos a
partir de la conversación.

La mayoría del profesorado no ha sido formado en la reflexión, asimilación,


experimentación y evaluación. Por este motivo, se acaba restringiendo la enseñanza
a la puesta en práctica del currículum. Esto aleja la educación del ámbito liberal,
artístico y humano. Una educación vinculada a la dramatización ayuda a resolver este
problema, pues facilita que el docente gane en autonomía al animarlo a que tome
decisiones. En el fondo estamos hablando de la necesaria creatividad en el
profesorado. Esta creatividad lo llevará a evaluar e innovar para personalizar el
currículum, de forma que se convierta en un constructor de este. Esto favorece
también su desarrollo profesional, pues incentiva su investigación y conecta esta
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investigación con la mejora en su enseñanza.

Quizás en educación se anhela la creatividad porque no se suele tener una


perspectiva humanista, sino que se aplica una perspectiva histórica de la enseñanza:
se transmite el conocimiento que se ha recibido. Sin embargo, la auténtica educación

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Tema 1. Ideas clave
no es mera transmisión. Es asimilación, es apropiación y es comunicación. Esta
comunicación debe ser apropiada a los que atienden. La creatividad con la que se
enseña es también consecuencia de la creatividad con la que el docente mira el
mundo en el que vive y la cultura que ha heredado y ha ido creando. Por lo tanto, la
creatividad también debe ser enseñada. Desde luego, no existe una fórmula única de
la creatividad, porque la creatividad debe ser original, personal, individual. Sin olvidar
que la creatividad está también relacionada con la no creatividad. Para crear hace
falta conocer lo que ya ha sido creado. Para crear hace falta conocer lo no creativo,
porque ya fue creado. Entre lo no creativo se pueden establecer relaciones nuevas
que supongan creaciones.

Y, por último, es evidente la necesidad que tiene la educación del establecimiento


correcto de la comunicación.

En este sentido, el drama apoya el desarrollo de las capacidades expresivas,


lingüísticas y de escucha. Se aprende a comunicar y a entender la
comunicación más allá de la palabra: el gesto, el contexto, la atmósfera, las
circunstancias, etc. Se facilita la escucha, la atención del otro, la acción y
reacción ante el otro.
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Vídeo. Presente y futuro de la formación del profesorado en artes escénicas.

Accede al vídeo a través del aula virtual

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Tema 1. Ideas clave
1.4. Referencias bibliográficas

Barkworth, P. (1997). El libro completo de la actuación. México: Diana.

Bolívar, A. (1995). El conocimiento de la enseñanza. Epistemología de la investigación


curricular. Granada: Force y Universidad de Granada.

Bolton, G. (1991). El arte dramático. En D. J. Hargreaves (ed.), Infancia y educación


artística. Madrid: Morata, pp. 148-168.

Branco, A. (2014). Para uma ideia de pedagogia teatral: leveza, rapidez, exatidão,
visibilidade, multiplicidade. Revista Portuguesa de Educação, 27(1), 55-77.

Cervera, J. (1991). La creatividad dramática. En R. Marín y S. de la Torre (coords.),


Manual de la creatividad. Barcelona: Vicens Vives, pp. 419-423.

Eines, J. (1997). El actor pide. Barcelona: Gedisa.

Fernández Cruz, M. (2004). El desarrollo docente en los escenarios del currículum y


la organización. Profesorado. Revista de currículum y formación de profesorado, 8(1),
1-20.

Franks, A. (2004). Teoría del aprendizaje y educación dramática: una perspectiva


vygotskiana, histórico-cultural y semiótica. Cultura y Educación: Culture and
Education, 16(1-2), 77-91.
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García-Huidobro, V. (2004). Manual de pedagogía teatral. Santiago de Chile: Editorial


Los Andes.

Laferrière, G. (1997). La pedagogía puesta en escena. Madrid: Ñaque.

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Tema 1. Ideas clave
Loaiza Zuluaga, L. F. (2008). Pedagogía y teatro. Revista Colombiana de Artes
Escénicas, 2(1), 122-126.

Núñez, L. y Navarro, M. R. (2007). Dramatización y educación: aspectos teóricos.


Teoría de la Educación, 19, 225-252.

Koldobika, Vío (1996). Explorando el match de improvisación. Madrid: Ñaque.

Knébel, M. (1991). Poética de la pedagogía teatral. México: Siglo XXI.

Pablo, E. de (1999). Bases teóricas y pedagógicas para la práctica teatral en la


enseñanza secundaria. Textos,19, 1-7.

Saura, J. (2011). Principios elementales de pedagogía teatral. Revista ADE,


136,127-143.

Vázquez Lomelí, C. M. (2009). Pedagogía teatral. Una propuesta


teórico-metodológica crítica. Calle 14, Revista de Investigación en el Campo del Arte,
3(3), 60-73.

Vicente, P.S. de (1995). La formación del profesorado como práctica reflexiva. En L.M.
Villar (coord.), Un ciclo de enseñanza reflexiva. Estrategias para el diseño curricular.
Bilbao: Mensajero, pp. 53-88.

Vieites, M. F. (2011). De la pedagogía teatral: disciplina académica, área de


conocimiento y especialidad de estudios. Revista ADE, 136, 144-159.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

[n. d.]. (2013). La construcción de la pedagogía teatral como disciplina científica.


Revista Española de Pedagogía, 71, 493-508.

[n. d.]. (2014). Educación teatral: una propuesta de sistematización. Teoría de la


Educación. Revista Interuniversitaria, 26(1),77-101.

Pedagogía Teatral
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Tema 1. Ideas clave
[n. d.]. (2017). La pedagogía teatral como ciencia de la educación teatral. Educação &
Realidade, Porto Alegre, 42(4), 1521-1544.
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Tema 1. Ideas clave
A fondo
Mito de la caverna, de Platón

Platón. La República [Libro VII]. Recuperado de


https://web.archive.org/web/20130624201028/http://www.cayocesarcaligula.com.ar/
grecolatinos/platon/mito_de_la_caverna.htm

La explicación metafórica de Platón a partir de esta alegoría sirve también para


entender el cariz humano que posee el teatro desde la concepción intelectual.
Nuestro conocimiento utiliza recursos de representación que son dramáticos.
Captamos a través de los sentidos un mundo que se nos hace inteligible a través de
la representación ejecutada por la razón.
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Tema 1. A fondo
Andrew McAfee: What will future jobs look like?

TED Talks. (febrero de 2013). Andrew McAfee: What will future jobs look like? [archivo
de vídeo]. Recuperado de
https://www.ted.com/talks/andrew_mcafee_what_will_future_jobs_look_like#t-6686

Es una charla TED (Technology, Entertainment, Design), organización sin fines de


lucro dedicada a las ideas dignas de difundir. El conferenciante es Andrew McAfee,
académico del MITSloan Management (Cambridge, Massachusetts). Se tratan temas
como los trabajos del futuro, la creatividad, la educación y la diferenciación del
hombre y la máquina.

Una clase dividida

Peters, W. (Director). (1985). Una clase dividida [documental]. EE. UU.: PBS.

Se trata de un documental que utiliza cierto grado de dramatización


en el aula para tratar el fenómeno de la discriminación.
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Accede al documental a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.rebeldemule.org/foro/documental/tema5329.html

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Tema 1. A fondo
Profesor Lazhar

Falardeau, Ph. (Director). (2011). Profesor Lazhar [película]. Canadá: micro_scope.

Es una película que motiva la reflexión sobre la figura del profesor


y que incentiva el debate sobre los métodos educativos y el
mundo de la enseñanza.
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Tema 1. A fondo
Test
1. ¿Qué es la pedagogía?
A. El conjunto de saberes teóricos y prácticos que conforman y articulan la
teoría general de la educación.
B. Un conjunto de buenas prácticas docentes.
C. La forma que tiene cada profesor de enseñar.

2. ¿Qué es la pedagogía teatral?


A. La mediación del teatro con fines educativos.
B. Un conjunto de buenas prácticas docentes que incluyen recursos teatrales.
C. El pensamiento sobre la educación teatral.

3. La pedagogía teatral pertenece al campo:


A. Del arte.
B. De las ciencias de la educación.
C. De la filosofía.

4. El lenguaje propio de la pedagogía teatral es:


A. El periodístico.
B. El artístico.
C. El educativo.

5. Es propio del hombre:


A. Ser adiestrado.
B. Ser educado.
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C. Ser manipulado.

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Tema 1. Test
6. La relación del teatro con la educación se da desde:
A. La Antigüedad clásica.
B. La segunda mitad del siglo XX.
C. El siglo XVIII.

7. ¿Qué se considera inteligencia dramática?


A. La capacidad para interpretar un papel en escena.
B. La capacidad del individuo para manejarse desempeñando diversos roles y
activando conductas variadas.
C. La capacidad de retener conocimientos teatrales.

8. La pedagogía teatral atiende:


A. A la educación en todas sus etapas.
B. A la educación de la infancia.
C. A la educación actoral.

9. La pedagogía teatral se centra en:


A. La educación no formal.
B. La educación en todas sus formas.
C. La educación formal.

10. La dramatización potencia en el proceso educativo:


A. El juego, la creatividad y la comunicación.
B. La diversión, la individualidad y la introspección.
C. Ninguna de las anteriores.
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Tema 1. Test

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