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Análisis dramático/mediático del género teleserie:

propuesta inicial , por Jorge Sánchez Villarroel

 
Universidad del Bío-Bío

Este trabajo expone la propuesta inicial de un modelo de tipo


semiótico-comunicacional destinado al análisis e
interpretación de teleseries. El modelo se estructura en torno
a tres dimensiones de descripción e interpretación:

a)     Dimensión dramática. Corresponde al


componente literario de la teleserie: la dramaticidad. El
análisis de esta dimensión es posible utilizando instrumentos
desarrollados por la teoría literaria del drama (Muñoz 1976,
Sánchez 1990, Sánchez 2003).

b)     Dimensión teatral. Representa el


componente espectacular de la teleserie: la teatralidad. El
análisis de esta dimensión se efectúa con instrumentos
provistos por la semiótica del teatro (Barthes 1967, Ubersfeld
1990, Ubersfeld 1998).

c)      Dimensión mediática. Comprende la naturaleza


específicamente televisiva de la teleserie: la audiovisualidad.
El análisis de esta dimensión se lleva a cabo con los aportes
de la investigación sociocrítica y sociosemiótica de la
televisión (González  Requena 1999, Martín-Barbero 2003).

La teleserie puede ser definida como un tipo de producto


mediático y de género específicamente televisivo de
naturaleza dramática y teatral. Esta definición contiene los
siguientes elementos:

a)     Producto mediático... denominamos producto mediático


a “cada una de las unidades susceptibles de ser aisladas en
la programación de los medios radio y televisión; o en las
ediciones del medio prensa. Los productos mediáticos
pueden ser persuasivos, informativos” o generales (ver
Sánchez 2003a). La teleserie es un producto mediático de
naturaleza general.

b)     ... y género específicamente televisivo... La teleserie, en


su actual estructura y mecanismos de producción, constituye
un género específico y exclusivamente de la televisión. Sus
estructuras y estrategias de producción y consumo están
determinadas por los rasgos históricos, empresariales,
organizacionales y comunicacionales del medio televisivo.

c)      ... de naturaleza dramático-teatral. La teleserie


encuentra sus antecedentes históricos y teóricos más
inmediatos en: (a) el género literario dramático y, (b) el
género espectacular teatral.

La teleserie representa un objeto de estudio particularmente


complejo debido a la triple articulación antes señalada, a lo
cual debemos agregar otros factores incidentes en su
producción y su consumo.

Por una parte, modas y tendencias modifican


permanentemente los modelos de producción disponibles
para la creación de teleseries. Desde otro punto de vista, los
consumidores de teleseries deben readecuar -cada nueva
temporada- sus horizontes de expectativas previamente
formados respecto de cada nueva teleserie.

1. Análisis dramático de la teleserie

Pero no obstante modas y tendencias, el mundo dramático


de las teleseries siempre despliega la mágica conjunción en
la pantalla de lo que un autor (guionista) concibe como
verosímil que algunos personajes digan y hagan (enunciados
y acciones) en función de finalidades humanas (proyectos de
acción), siempre en pugna y contradicción (protagonistas y
antagonistas). En este específico, único e irrepetible decir-y-
hacer dramático-teatral consumido como espectáculo
televisivo se genera el siempre atractivo encanto de las
teleseries.

La teleserie exhibe una dinámica integración de tres niveles


constructivos que despliegan la dramaticidad. El análisis de
estos niveles permite la lectura de la teleserie desde una
perspectiva dramática en la que personajes y agentes,
proyectos y acciones, e indicios e informaciones se
estructuran para dar vida al fenómeno “telesérico” global. La
descripción del nivel dramático de la teleserie es posible
mediante el empleo de instrumentos aportados por la teoría
literaria del drama (Sánchez 1983):

a)     Nivel agencial

Las entidades participantes en una teleserie pueden ser


consideradas desde dos ángulos:

Como personajes, es decir, como seres humanos dotados de


personalidad, valores y atributos, susceptibles de ser
descritos en términos caracteriales, sociológicos,
antropológicos, culturales,

Como agentes, es decir, como seres humanos o entidades


no humanas participantes en acciones que les son propias
dado las funciones que cumplen en cada estructura
dramática. Un agente puede ser un personaje, pero también
lo puede ser el destino, la fatalidad, la historia, una leyenda.
Cualquier fuerza que opere funcionalmente en el desarrollo
de una teleserie puede ser un agente.

Los personajes de una teleserie actúan conforme a múltiples


motivaciones, internas y externas, generadas a partir de su
propio hacer o del hacer de los demás. Cada personaje llega
a ser lo que es precisamente por su actuar. Su configuración
como personaje está determinada por sus propias acciones,
por las de los otros personajes y por las relaciones
establecidas en el accionar total de la obra.

b)     Nivel accional

Las acciones de una teleserie se organizan conforme a


unidades mayores de las cuales dependen lógicamente.
Estas unidades mayores pueden denominarse proyectos de
acción y constituyen el grado máximo de abstracción de una
secuencia de acciones que en su conjunto describe el
desarrollo de un proceso desde un momento inicial a uno
terminal, debiendo pasar para su culminación por un
momento intermedio.

Todos los personajes de una teleserie se integran, en mayor


o menor medida, en un proyecto de acción pudiendo
constituirse en sus ejecutores o estar supeditados al
proyecto de uno o más personajes principales. Por lo
general, la teleserie se desarrolla a partir del enfrentamiento
de dos proyectos de acción fundamentales que, asumidos
por dos agentes o grupos de agentes, llevan a cabo las
acciones. No obstante la variedad de acciones “la acción
dramática tiene como característica el ser unitaria y, por lo
tanto, hay que considerarla como un proceso completo,
organizado en tres fases: comienzo, medio y fin” (Muñoz
1976:195).

c)     Nivel indicial

Este nivel está formado por todos aquellos atributos


psicológicos, biográficos, caracteriales y sociales de
personajes, ambientes y situaciones comprometidos en una
teleserie. Las unidades de este nivel son los indicios, es
decir, todas aquellas notaciones que permiten su correlación
significativa al interior de la teleserie, posibilitando de esta
manera, la transmisión de un sentido. Los indicio se
caracterizan por ser informaciones erráticas y discontinuas
que, ubicadas en cualquier nivel de la teleserie, permiten
determinar el ambiente, la época, el clima, la atmósfera
general, que enmarcan la teleserie. Para su integración en
un  nivel de sentido amplio y abarcante es necesario efectuar
una labor de desciframiento que indague el discurso de la
teleserie vertical y horizontalmente en busca de las
configuraciones del sentido.

3. Análisis teatral de la teleserie

La teleserie es un constructo dramático-teatral que un


elenco, junto a un equipo que la produce, desarrolla y
vehicula de forma episódica a través de una estación
televisiva, y cuyo elemento estructurante es la teatralidad
audiovisual, objeto esta última de una semiótica de la
representación  ajustada a los parámetros concretos del
espectáculo televisivo, en general, y a la teleserie en
particular.

La dimensión teatral de las teleseries es el ángulo  desde el


cual podemos concebirlas como constructos creativos y
productivos que un elenco pone en escena en un sistema de
locaciones y que se construye en la tridimensionalidad de un
espacio escénico específico y singular. La teleserie
constituye una creación discursiva regida por múltiples y
variados factores productivos fundados en una pluralidad de
soportes tecnológicos.

            En este nivel de análisis puede concentrarse en la


reconstitución de los sentidos que propone el desarrollo
espectacular de la teleserie. Se hace necesario entonces
atender, entre otros, a los siguientes aspectos:

a)     Relaciones entre personajes: estructuras de


parentesco, relaciones de poder, de dependencia, etc. Se
puede utilizar un tipo de esquema arbóreo que exponga las
relaciones entre los personajes y/o sistemas de personajes y
esferas dramáticas.

  

b)     Análisis semiótico de la representación visual


escénica de los universos en relación o en conflicto,
efectuando una lectura semiótica de la objetualidad asociado
a marcas sociológicas, de consumo, de significación del
mundo. Se trata de describir los mecanismos y recursos de
representación, a través de  los objetos que pueblan los
universos dramáticos en relación.

c)      Intertextualidad: resulta particularmente importante


atender al diálogo que toda teleserie establece con
elementos de la textualidad cultural, especialmente a las
conexiones que se pueden establecer con los diversos
contextos que enmarcan la producción y consumo de las
teleseries:    cultura, literatura, arte, comunicación, teatro,
historia, etc.

4. Análisis mediático de la teleserie

            El análisis de la teleserie en cuanto producto


mediático específicamente televisivo desarrollado por un
equipo de actores y técnicos, y vehiculado de manera
episódica. Representa un subsistema de la programación
general de una estación televisiva. Su lectura es posible a
partir de un análisis de naturaleza sociocrítica y
sociosemiótica.

            La teleserie constituye un fragmento de un constructo


mayor que, según González Requena, sería el verdadero y
legítimo objeto de estudio: la programación televisiva como
discurso. Esta, considerada como “unidad sistemática y
organizada, representa una estructura de orden superior
unificadora de las estructuras autónomas constituidas por las
clases de programas, la programación se nos presenta como
un nuevo objeto de reflexión semiótica” (González Requena
1999:23).

            No obstante lo “semióticamente correcto” de la


declaración anterior, para nosotros resulta necesario
observar la teleserie, al menos en primera instancia,
precisamente como “estructura autónoma”, como un tipo de
programa o, como lo hemos señalado, en cuanto producto
mediático específico, sin que, por cierto, esto signifique el
forzado aislamiento de la teleserie del conjunto de la
programación general de una determinada estación
televisiva.

            Por otra parte, la evidente naturaleza contextual de


las programaciones televisivas, hace de la teleserie un
producto efímero y fungible, determinado por el aquí y ahora
del momento cultural y social del país, del cuál no sólo se
extrae sus temáticas y obtiene su contextualización, sino
también  la base de su interpretación y telón de fondo para
sus procesos de significación.

            Así como se ha dicho de sus gobernantes, cada


sociedad tiene la televisión que se merece, y en ella, las
teleseries que puede y sabe consumir en función de
“saberes” y “sentires” cultural y socialmente arraigados y
reconocibles en nuestras estructuras valóricas, culturales,
perceptuales, históricas, etc.

            Ver una teleserie, consumir una teleserie, representa


el consumo de un reflejo de algo de nosotros mismos. Así
como los espots publicitarios, las teleseries difícilmente
resultan legibles fuera del entorno sociocultural que los
produjo.

            En este nivel el análisis puede tomar forma


sociológica destacando los aspectos de construcción,
reconstrucción o desconstrucción de nuestros parámetros y
marcas culturales.

            Del mismo modo un análisis más bien “técnico”


puede centrarse en el reconocimiento de las marcas
discursivas televisivas de las teleseries. Es decir, se pueden
caracterizar en teleseries sobre el trasfondo del discurso
específico de la televisión, considerando, por ejemplo, los
elementos señalados por González Requena y Martín-
Barbero:

1.      La estructura y forma sociocomunicativa de la teleserie.

2.      El carácter fragmentario y la autonomía de la teleserie.

3.      La situación de fragmentación y continuidad del


discurso “telesérico” en el contexto de la programación
general. Al respecto resulta interesante considerar, como lo
propone Martín-Barbero, las relaciones intertextuales, por
ejemplo, entre teleserie y publicidad (Martín-Barbero 2003:
103-105).

4.      La expresión de los mecanismos de coherencia textual.

5.      La heterogeneidad y multiplicidad genérica de los


discursos vehiculados a través de las teleseries.

6.      El proceso de enunciación y el uso programático del


lenguaje en las teleseries.

Bibliografía

Barthes, Roland. 1967. Ensayos críticos. Barcelona: Seix


Barral.

González Requena, Jesús. 1999. El discurso televisivo.


Espectáculo de la postmodernidad. Madrid: Cátedra.

Martín-Barbero, Jesús. 2003. Oficio de cartógrafo. Travesías


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FCE.

Muñoz , Luis. 1976. “El drama: una descripción formal”, pp.


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Sánchez, Jorge 1983. Aproximaciones al teatro de Buero


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Sánchez, Jorge. 2003a. “Enseñanza de la comunicación


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Chillán: Universidad del Bío-Bío.

Ubersfeld, Anne. 1990. Semiótica teatral. Cátedra: Madrid.

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Presentación, por Eduardo Thomas Dubblé | Clase inaugural:
Dramaturgia, teoría y escena teatral. Por Luis Vaisman | El
discurso teatral en un proceso de significación teatral , por
Alberto Vega | Visión del mundo femenino en los dramas
chilenos Vivir (Barrios, 1916) y ¡Quién quiere mi virtud!
(Acevedo, 1930). ¿Sujetas socialmente estigmatizadas?,
por | Poética del cuerpo: Éxtasis o las sendas de la santidad de
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