Personas ordinarias usadas de manera extraordinaria…
Jacobo hijo de Alfeo, el desconocido…
Seguimos con nuestra serie en los apóstoles, hombres
ordinarios, comunes llamados por la gracia de Dios, transformados por la obra del E.S. y usados poderosamente para la expansión del reino de Dios. Ya hemos mirado a la vida de 8 de ellos, Simón Pedro, y su hermano Andrés, los hijos de Zebedeo Jacobo y Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo y Tomás. Algunos fueron muy conocidos, de los cuales encontramos muchos pasajes que hacen referencia a sus vidas, incluso algunos de ellos fueron usados para escribir algunos libros de la Biblia. Pero otros quedaron en el silencio, desconocidos. No se habló nada o casi nada de ellos. El que sigue en nuestra lista es Jacobo hijo de Alfeo, uno de aquellos de quien no encontramos informaciones, su nombre es todo lo que sabemos sobre él, así que ya podemos orar y nos vamos. (4 pasajes mencionan su nombre) Es broma, nos quedamos pues yo creo que aun el silencio de las escrituras sobre su vida tiene mucho para enseñarnos. Si alguna vez él escribió algo, se perdió en la historia. Si alguna vez hizo preguntas a Jesús, o se hizo algo para sobresalir del grupo, la Escritura no lo menciona. Su nombre quedó sin notoriedad. Por lo visto no era el tipo de persona que sobresalía. Completo silencio se hace sobre este apóstol. Por otro lado, hay cosas que las escrituras hablan que se aplican a todos los apóstoles, y otras excluyen a Judas. El texto base de Lucas que estamos usando nos dice, por ejemplo, que este Jacobo como los demás fue escogido, llamado y designado apóstol por Jesús, después que Jesús había pasado toda una noche orando. También sabemos por el evangelio de Mat. 10:3, que él fue enviado de a dos con Tadeo en la misión de evangelizar. ¿Quién era Jacobo hijo de Alfeo? ¿Qué podemos saber de la vida de Jacobo hijo de Alfeo? ¿Cómo conoció a Jesús? ¿Qué de la vida y de la muerte de Jacobo hijo de Alfeo sirve de enseñanza para nuestras vidas como siervos de Dios? ¿Qué características de su vida se destacan en las escrituras? Vamos mirar un poco de la biografía de Jacobo hijo de Alfeo antes de mirar algunas lecciones en su vida. Hijo de Alfeo – Luc. 6:15 Hijo de Maria – Mar. 15:40 Llamado también de “el menor” – Mar. 15:40 Encontramos tres Jacobos en el N.T., Jacobo hijo de Zebedeo, el mayor, Jacobo, medio hermano de Jesús, hijo de José y Maria, también conocido por el nombre latino Santiago y Jacobo menor, hijo de Alfeo uno los apóstoles escogido por Jesús. (Ἰάκωβος Iakobos, עֹקק ב י י עYa`aqob - suplantador) Yago, Tiago, Santiago. Jacobo hijo de Alfeo fue escogido de entre los discípulos de Jesús para que fuera apóstol, lo que significa que nosotros servimos a Dios porque Él soberanamente nos escoge, nos llama y nos envía. El servicio a Dios no pasa por una lista de voluntarios para saber a quién le gustaría servir al Señor, sino más bien que Él llama y designa para que demos frutos. Nosotros tenemos que servir, porque Dios nos ha encargado que sirvamos a Él, sirvamos unos a otros, sirvamos a la iglesia. Somos siervos de Dios, por la voluntad de Dios. Todo cristiano que ha sido comprado por la sangre de Jesús. ha sido comprado para vivir una vida para Su gloria, y parte de esta vida que glorifica a Dios es servirlo.
Algunos aspectos de la obra de Dios en la vida de Jacobo hijo
de Alfeo. 1- Aprendemos con Jacobo a ser constantes – Luc. 6:15 Los detalles de la palabra de Dios siempre tienen mucho para enseñarnos. El nombre de Jacobo siempre figura en la novena posición. Aprendemos que el nombre de Pedro siempre figura en primero lugar porque él había sido escogido por Jesús para liderar todo el grupo. Vamos a ver que el nombre Judas Iscariote siempre figura en la última posición mostrando que este era el traidor. Podemos aprender, aunque hay un grande silencio de las escrituras sobre él, que él siempre estuvo allí. Siempre presente en el mismo lugar. Ciertamente cumpliendo las mimas funciones. Creo que el lema de Jacobo pudo haber sido lo que enseñó Pablo en 1 Cor. 15:58 “Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” Cuán difícil es tratar con siervos inconstantes. Flojos que están en un momento y en otros no están. Jacobo siempre estuvo presente, siempre estuvo sirviendo, cuando miramos a Hechos 1:12-14, después de la resurrección de Jesús encontramos que estaba unido con los demás, presente, unánime, perseverando con los demás. Qué bueno poder contar con hermanos que siempre están dispuestos a servir. Yo doy gracias a Dios que hay hermanos en esta iglesia que son constantes, que siempre se presentan para servir, que trabajan con constancia, para que los trabajos de la iglesia funcionen, pero este principio debe ser parte de la vida de cada siervo de Jesús. No seamos negligentes en nuestra responsabilidad de servir al Señor. No seamos omisos, perezosos. No seamos inconstantes. Busquemos presentarnos a Dios como siervos siempre listos, siempre dispuestos a servir. (¿qué tipo de siervo sos?)
2- Aprendemos con Jacobo que Dios pode hacer mucho
con muy poco – Mar. 15:40 Un segundo nombre considerado para Jacobo hijo de Alfeo, era Jacobo el menor. Junto a su nombre encontramos la palabra μικρός mikros, pequeño, menor que es lo contrario de μακρός makros o μέγας megas - que es grande. Creó que Jacobo aprendió de las palabras de Jesús: Sabéis que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos. Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor… (Mar. 10:42-43 LBA)
Algunos piensan que era una referencia a lo físico, o sea que
era una persona de baja estatura. Lo que permite la palabra. Otros piensan que era una referencia a la edad, usado para diferenciar este del hijo de Zebedeo, pues tenían el mismo nombre. Una tercera posibilidad que hace referencia es cuanto a la personalidad. Que no era una persona de carácter, de fuerte personalidad. Sino que era una persona que trabajaba detrás del escenario, más de apoyo La lista de los doce nos muestra que hay algunos que se destacan menos en cuanto a su personalidad en la obra de Dios, pero nunca en cuanto la disposición de servir. Así como Dios usa la luz del sol, de la luna, Dios también usa la luz de las estrellas. Aunque sean astros menores, son instrumentos en las manos de Dios usados para cumplir Sus propósitos. Con Jacobo aprendemos que No todos serán grandes oradores, no todos alcanzarán la preeminencia que tuvo Pedro. Algunos de nosotros seremos pequeños, en estatura, en influencia de liderazgo, pequeños en nuestros recursos, pequeño en habilidades. Pero jamás debemos ser pequeños en nuestra disposición de servir. Las escrituras nos enseñan con mucha frecuencia que Dios usa cosas pequeñas para manifestar la grandeza de Su poder. Andrés - Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos? (Jn. 6:9 LBA) Nuestra pequeñez no nos debe frenar en nuestro servicio a Dios. Debemos entender que es Él quien tiene que sobresalir en nosotros.
3- Aprendemos con Jacobo que no necesitamos
reconocimiento para servir - No encontramos en las escrituras, ni en la historia de la iglesia reclamación de Jacobo por haber quedado desconocido. Sirvió a Su Señor hasta ser martirizado. Si él buscara reconocimiento ciertamente hubiera tenido un ministerio corto. Pero, así como los demás salieron, así también él salió a predicar las buenas noticias del evangelio. Un siervo de Dios no busca gloria de los hombres, sino que busca la gloria de Dios. (El CORAZON DEL SIERVO) ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad. Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos. Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados. (1Tes. 2:6-8 LBA) Nuestro orgullo dos por tres nos hace sentir lastima de nosotros mismos porque nadie se acuerda de agradecernos, de reconocer quien somos o lo que hacemos. Yo creo que debemos demostrar gratitud a Dios y a aquellos que nos bendicen con su servicio, pero no siempre hacemos. A veces dejamos pasar desapercibido, dejamos caer en el olvido. Ahora ¿cómo reaccionamos cuando alguien se olvida de agradecernos, de mostrar aprecio por lo que hacemos? O peor, cuando afrontamos criticas de aquellos que no sirven, que no son constante en servir. Creo que debemos ser como Jacobo, servir al Señor y alegrarnos en Él por el privilegio de poder ser usado por Dios a pesar de nuestras limitaciones. Con que Dios sea glorificado estamos contentos. Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos. (Heb. 6:10 LBA)
Conclusión:
Podemos dar gracias a Dios por la ausencia de información
sobre la vida de Jacobo el menor, pues aun así podemos aprender grandes lecciones con su vida. La biblia dice que la iglesia está edificada sobre el fundamento de los apóstoles, Jacobo era uno de ellos, uno de los cuales Dios usó en su constancia, en su pequeñez y en su altruismo, abnegación no buscando reconocimiento de los hombres. La tradición dice que él llevó el evangelio a Siria, Persia. También dice la tradición que murió apedreado en Jerusalén por predicar a Cristo.