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R E F L E X I ~SOBRE
N LOS MUSEOS DE AGRICULTURA
Sune Zachrisson Los museos agrícolas: historia y difusión de una idea 121
Wolfgang Jacobeit La agricultura y los museos 124
Gun Lundborg Reservas de variabilidad técnica: acopiarlas antes
de que se deterioren 126
Jean Cuisenier Exhibir y significar: semántica de la exposición
en los museos de agricultura 130
Edward L. Hawes Nuevas tendencias en los museos agrícolas y rurales
I
del Reino Unido 138
John T. Schlebecker El cometido social de las granjas históricas en los
Estados Unidos de América 146
Arnold Liihning Las colecciones de agricultura de un museo regional 150
El Museo Checoslovaco de Agricultura 153
Las fiestas de la trilla y la creación de una imagen
del trabajo agrícola en Francia 156
El Museo Chino de Agricultura 160
Las galerías agrícolas proyectadas para el Museo Nacional Libio 166
ARTE Y AGRICULTURA
Han transcurrido doce años desde el número especial de Mzlseunz sobre “El
museo y la agricultura” (vol. XXIV, n . O 3, 1972). Doce años ricos en experien-
cias e innovaciones que bastarían para justificar un nuevo número especial que
trazara un balance, evocara las controversias entre los museos de agricultura y
definiera algunas de las tendencias generales. A ello se agrega un acontecimien-
to del mayor interés: la reunión, en septiembre de 1984, del VII Congreso In-
ternacional de la Asociación Internacional de Museos de Agricultura (AIMA)
en París y Saint-Riquier (Picardía) consagrada a la función de las poblaciones
rurales en el desarrollo de la agricultura y a la preservación del medio ambiente
desde el siglo XVIII.
Una serie de acontecimientos importantes ocurridos desde 1972 es la razón
más profunda que incita a un renovado esfuerzo de reflexión y evaluación. Las
dos crisis petroleras, la primera de las cuales se remonta a 1973, la persistente
crisis económica, las variaciones climáticas y sus efectos devastadores, los gran-
des movimientos de opinión en favor de un retorno a las raíces y una defensa
más decidida de las identidades nacionales amenazadas, tales son los rasgos
principales de una situación que los responsables de los museos de agricultura
no pueden ignorar y de hecho no ignoran, ya que crean en su práctica cotidiana
un cúmulo de circunstancias absolutamente diferentes de la situación anterior
a 1972.
¿Cómo no interrogarse nuevamente sobre los objetivos y las funciones de los
museos de agricultura, sobre su historia y finalidades fundamentales, así como
sobre los medios y técnicas que utilizan? Esto es al menos lo que se ha intentado
responder en los textos que se publican en este número.
Sobre la agricultura y su historia escribió Mariel Brunhes Delamarre, en
1972, de manera amplia, mientras Ivan Balassa demostraba cómo se inscribían
ambas en las diversas categorías de museos. Una encuesta internacional indi-
caba, por otra parte, cómo funcionaban esos museos, y cinco grandes institu-
ciones fueron descritas como modelos. No es necesario volver sobre los temas ya
tratados en 1972, pero hay que poner de relieve los puntos esenciales. Es lo que
logran las contribuciones de Sune Zachrisson y WolfgangJacobeit, ex presiden-
tes de AIMA, que recuerdan los principios de estos museos y trazan su desarro-
llo histórico para mostrar la importancia de los cambios operados. No es
sorprendente encontrar entonces, después de estos textos recordatorios, el reto
lanzado por el experto agrícola Gun Lundborg. Si es válido coleccionar herra-
mientas y útiles que en su conjunto constituyen una inmensa reserva de variabi-
lidad técnica, ello no se debe solamente al interés científìco que pudiera tener
la historia comparada de las técnicas, sino también y sobre todo a la necesidad
de estimular una adaptación progresiva de esas técnicas, la sola compatible, en
los países en vías de desarrollo, con una evolución de los agroecosistemas que no
1
Carretaetruscadebronce (siglowA.c., sea destructiva.
Museo de laVilla Giulia, Roma). ¿Quétipo de museo hace falta crear entonces para coadyuvar a formas del de-
sarrollo económico que sean más respetuosas de los ecosistemas, de la organiza-
ción social y de los valores culturales locales que los modelos propuestos por las
organizaciones internacionales en los años sesenta?
Una vez delimitado el campo, podemos intentar una interpretación de las
técnicas de presentación que se usan actualmente en los museos de agricultura.
Al hacerlo he tratado de responder a una doble necesidad: por un lado, la de los
conservadores, siempre enfrentados al dilema de elegir entre una presentación
que exprese el programä Zëntífkoo pëdagógico de su institución y, por el otro,
el de los visitantes deseosos de comprender las razones de la congruencia o in-
F20
congruencia entre el programa del museo y su expresión: por qué esta vitrina es
claramente comprensible y aquélla no lo es; por qué este itinerario de museo al
aire libre es agradable y este otro confuso y aburrido. . .
Las técnicas de presentación tienen, en el campo de la agricultura, una histo-
ria social y una semiología que hasta hoy han sido explotadas sólo parcialmente.
A continuación se analizan las innovaciones más importantes producidas en
estos últimos doce años. Edward Hawes cita ejemplos del Reino Unido, uno de
los países mejor dotados en museos de agricultura, donde la documentación
está mejor organizada y cuyas tradiciones de conservación y presentación del
patrimonio son de larga data. Una nueva generación ha asumido los puestos de
responsabilidad en este país y ha transformado las funciones que antiguamente
cumplían los museos de agricultura, creando nuevas normas de exhibición con
el fin de situar las colecciones en su contexto social y natural del cual no pueden
ser separadas. Se crearon también nuevos tipos de museos, tales como los mu-
seos de trabajo, de historia viviente y de arqueología experimental. Semejante
pujanza renovadora no se explicaría sin el trasfondo de una estimulación cientí-
fica combinada con una fuerte demanda social. La estimulación se origina en la
investigación realizada en los campos de la etnología, la arqueología y la histo-
ria social; la demanda social por su parte se expresa a través de los visitantes y sus
asociaciones, impulsadas por una opinión pública particularmente sensible a su
legado cultural. AJohn Schlebecker correspondió plantear los problemas técni-
cos y prácticos relacionados con la multiplicación de las granjas históricas re-
constituidas en los Estados Unidos y el Canadá. Al analizar las razones ideológi-
cas y técnicas que determinan la elección de un periodo de referencia y al expli-
car por qué los mismos expertos en agricultura se mantienen alejados de este ti-
po de instituciones,John Schlebecker destaca una de las misiones más impor-
tantes que deben cumplir los museos de agricultura en los países desarrollados:
mantener vivas las técnicas que la industrialización ha vuelto obsoletas y resta-
blecer la continuidad entre un pasado increíblemente superado y un futuro cer-
cano todavía inimaginable.
Los riesgos intrínsecos de este tipo de realizaciones son ahora bien conocidos,
como los peligros todavía mayores que acompañan la folklorización de
ciertas manifestaciones como las fiestas de la trilla en Francia descritas por
Gérard Colloinb.
Los artículos de Arnold Lühning, Zdenëk Kuttelvacer y Liu Dong Rui ofre-
cen ejemplos concretos de museos agrícolas en la República Federal de Alema-
nia, Checoslovaquia y China, respectivamente.
La descripción que JanJelinek hace de las galerías proyectadas para el Museo
Nacional Libio completa este número de nuestra revista.
Iniciado en Europa, el movimiento de los museos agrícolas se expande ahora
en otros continentes.
2 Qué nuevos caminos deberemos andar para crear museos agrícolas acordes
con las circunstancias sociales y culturales de los diferentes países? ¿Y qué sen-
deros seguiremos una vez que el pasado de los museos agrícolas europeos se
haya convertido en parte de la historia y sus funciones deban ser reinventadas
para servir a sociedades transformadas por las crisis y la aceleración de los cam-
bios tecnológicos?
Será entonces para Maseam el momento de hacer una nueva contribución.
En todo caso el objetivo fundamental de este número estará cumplido si logra
dejar bien aclarado que en nuestro campo no hay doctrinas, ni profetas, ni tem-
plos sagrados, sino centenares y aun miles de experimentos en proceso, enor-
mes recursos aprovechados y en todas partes (en Europa y en los nuevos mun-
dos) un ardor juvenil movilizado.
[Tradacidodedfrancéj]
Jean Cuisenier
Presidente de la Asociación Internacional
de Museos de Agricultura
121
REFLEXI~N
SOBRE LOS MUSEOS D E
A G R I C U LTU R A
2
Granja de Oktorp en Skansen, Estocolmo.
Los maseos ugrícoZus:
historig y dificsión de zcnu idea
Sune Zachrisson Los museos especializados en la historia Los museos agrícolas ilustraban el pro-
de la vida rural y la industria agraria apa- greso técnico alcanzado por la industria
Nació en Suecia en 1932. Ph.D., Universidad de recen en el último decenio del siglo XIX. rural con el desarrollo de nuevos instru-
Uppsala, 1962. Director del Wästerbotten County Su caldo de cultivo son las grandes exposi- mentos y maquinaria y con los nuevos
Museum, 1966. Anticuario municipal y director del ciones mundiales, cuyos materiales reuni- descubrimientos en las técnicas agrope-
Museo Municipal de Estocolmo, 1973. Director del
Nordiska Museet de Estocolmo desde 1975. Ex pre- dos en el momento de su organización sir- cuarias. Estos museos tenían ante todo un
sidente de la Asociación Internacional de Museos ven a menudo de base para las futuras objetivo técnico-pedagógico y sirvieron
Agrícolas. colecciones agrícolas. de ayuda para la enseñanza de la agricul-
A su vez, para estas muestras internacio- tura. Los primeros de esta clase, y los más
nales los museos etnográficos preparan importantes, fueron creados en el de-
exposiciones sobre la vida rural y la cultu- cenio de 1890 en Hungría y Checoslo-
I ra popular no material, tales como pre- vaquia,2 fundándose luego otros en Di-
sentaciones de danzas. En 1890, Arthur namarca, Egipto, Alemania, el Reino
Hazelius crea el Skansen, un museo etno- Unido, etc. Durante la segunda guerra
gráfiico que reconstituye el medio agrario
1.Véase el artículo “El Museo al h i r e Libre de
y que se convertira en el prototipo de to- Skansen: un balance al cumplir noventa años de
dos los museos al aire libre.l Pero ya vida”, enilfusetcm, vol. XXXIV, n.n 3, 1982.
desde el principio había considerables di- 2. Véase el artículo “El Museo Húngaro de
la Agricultura: su lugar entre los museos
ferencias entre el museo agrícola propia- nacionales”, enhlzaeum, n.’ 140, (vol. XXXV,
mente dicho y el museo al aire libre. n.’4,1983.
mundial resultaron seriamente dañados después de la segunda guerra mundial. los antiguos métodos y experiencias lo
los museos agrícolas de Polonia, la URSS Desde entonces, casi todas sus colecciones que resulta necesario una vez más. En
y otros países. En todos ellos se expone la se derivan de la historia agraria, ya que ocasiones, los países en desarrollo se han
historia nacional de la agricultura: silvi- estos museos se concentran en la cultura percatadq de la necesidad de una adapta-
cultura, viticultura, caza, pesca, apicul- de la población rural. ción ecológica al introducir la agricultura
tura, etc. Como fácilmente se compren- En los grandes museos agrícolas, etnó- moderna. En los países industrializados,
derá, en la segunda mitad del siglo xx logos e historiadores no tardaron en su- la crisis energética iniciada en 1973 fue
aparecieron pocos sucesores de los prime- marse a los técnicos y especialistas en cien- una señal de alarma. Había que tratar de
ros museos de agricultura. .En cambio se cias naturales que figuraban ya entre su redescubrir los viejos métodos de cultivo
han multiplicado copiosamente en todo personal, en tanto que los museos al aire y, por motivos de seguridad, conservar las
el mundo los museos especializados en libre eran atendidos casi por completo especies vegetales, las antiguas clases de
ciertos sectores de la agricultura. por etnólogos y sólo excepcionalmente se cereales y las razas de animales domésti-
Los museos al aire libre, por otra parte, encontraban botánicos y zoólogos. Sin cos que hasta entonces habían resultado
basándose en un medio agrario histórico embargo, los investigadores se han movi- menos económicas. Se advertía con agu-
dado y en los métodos de cultivo, tenían do con libertad entre una y otra clase de deza la necesidad de conservar la rica
por finalidad representar y describir los museos, pues su interés por la evolución variación genética que, manifiestamente,
antiguos modos de vida y de cultura ru- de los instrumentos de trabajo resultó ser se estaba malogrando. En los años sesenta
ral. Estos museos tienen una clara orien- el punto común de etnólogos, técnicos e y setenta, vino a sumarse a este interés la
tación etnográfka. El Skansen no tardó historiadores de la economía. La Asocia- necesidad de encontrar aplicaciones prác-
en verse imitado en Escandinavia y en to- ción Internacional de Museos de Agricul- ticas para esas especies y técnicas “anti-
da Europa. Este tipo de museo poseía in- tura, creada en 1966, tuvo su funda- cuadas” . En cuanto a la reproducción de
mensa vitalidad y su número creció en mento precisamente en ese interés por in- plantas, se organizó el correspondiente
grandes proporciones, sobre todo antes y vestigar sobre los aperos, aunque en la trabajo de rescate mediante bancos de ge-
actualidad su boletín, Actu Mmeorum nes que han colaborado en el plano inter-
Agn’cdtwue, publica amplias reseñas de nacional. Las organizaciones voluntarias
investigaciones sobre historia y etnografía han demostrado también gran interés en
agrarias, así como sobre arqueobotánica, preservar las plantas que corren riesgo de
arqueozoología y etnobotánica. extinción.
Después de la segunda guerra mun-
dial, las funciones de ambas categorías de Nuevasfunciones de dos museos
museos se han venido modifcando y am-
pliando. Unos y otros tienen ahora una (Cómo respondieron los museos a esta si-
importantísima tarea que cumplir. Se tuación?
han ido reforzando a medida que progre- En general, no han actuado con clari-
saba el desarrollo agrícola y crecía la com- dad suficiente al presentar y comentar el
plejidad de la situación social en los países cambiante panorama agrícola. En
industrializados. cambio, científkos y grupos como los que
Los ingentes esfuerzos realizados para forman la “ola verde” han venido mani-
3 mejorar la eficacia de las técnicas agrícolas festando interés por la historia de la agri-
Agricultura enJulita, Suecia. utilizando abonos y plaguicidas en enor- cultura. Los jóvenes abandonan la ciudad
mes extensiones de monocultivo ha cau- y “vuelven” al cultivo de la tierra como
sado marcados efectos sobre el medio un estilo de vida que da la espalda a la so-
ambiente. Con frecuencia se ha visto gra- ciedad urbanizada e industrial.
vemente perturbado el equilibrio entre el Las organizaciones fundadas para pro-
hombre y la naturaleza y quienes están teger especies o plantas raras amenazadas
directamente implicados en la conserva- de extinción logran resultados sumamen-
ción del medio ambiente comienzan a te positivos. Como muchas de ellas tienen
encontrar un creciente apoyo tanto en los que darse a conocer al público y explicar
círculos profesionales como entre el pú- su trabajo, se han abierto parques agríco-
blico en general. El desarrollo de la agri- las y otros tipos de “museos”. Muchos
cultura centrada en el beneficio económi- museos se han apoyado en estas inicia-
co inmediato ha sido naturalmente tivas de salvaguardia para presentar las
acompañado por un esfuerzo por mejorar implicaciones históricas y ecológicas
las especies animales y vegetales. Al profundas de esa labor de preservación.
mismo tiempo, sin embargo, se han per- El interés a veces nostálgico por la cultura
dido muchos conocimientos adquiridos rural y por el campo que ocasionalmente
durante generaciones. Mientras en mu- manifestaban los visitantes de los museos
chos países aún se mantienen vivos, en agrícolas tradicionales y de los museos al
aquellos donde ahora la producción agrí- aire libre ha ido recibiendo gradualmente
cola se ha industrializado sólo sobreviven una inyección de seriedad y aparece ya la
en los museos o en las páginas de los viejos necesidad de un conocimiento más sólido
manuales de agricultura. del equilibrio ecológico.
Y es precisamente el conocimiento de En este contexto, en los Estados Unidos
Los museos agrícolas: histon>-7d$%% de und idea 123
4
Granja de Mora en Skansen,Estocolmo.
se lanzó a fines de los años sesenta, por ini- es su “museo”, una vitrina de la conserva- Worcester (Massachusetts) y el Museo al
ciativa del Dr. John T.Schlebecker de la ción de especies raras en la que se cuenta Aire Libre de Old Sturbridge Village han
Smithsonian Institution, el movimiento al visitante la historia de la ganadería bri- creado un vasto huerto en el que se pre-
de las “granjas históricas vivas”. Actual- tánica (ilustrada con ejemplares de esas servan unas ciento cincuenta variedades
mente hay doscientas de estas granjas re- razas) y se le alienta a apoyar la labor fun- de manzana americana. Esta labor se rea-
partidas en todo el país. Aparte de los damental que su supervivencia requiere. liza aparentemente con independencia
aspectos expuestos por el Dr. Schlebecker Es una granja donde se pueden ver ejem- de los bancos de genes. La Asociación de
en el artículo que se publica en este plares que sólo excepcionalmente se Museos al Aire Libre, dirigida por el
mismo número, hay que señalar que, tan encuentran en esta época de híbridos Dr. A. Zippelius, ha incluido entre sus
ptonto como se ha completado la etapa comerciales, criando a sus hijuelos en el nuevas tareas la preservación de semillas y
de desarrollo, la labor de investigación en verdadero ambiente agrícola. Asimismo, hierbas que corren el riesgo de extinción.
estas granjas es con frecuencia azarosa y, en Suecia algunos museos al aire libre se Todas estas actividades no son sino am-
en el mejor de los casos, esporádica. Sin habían unido a la empresa de preservar pliaciones lógicas de los objetivos de pre-
un programa de investigación permanen- las razas nacionales raras. servación de los museos, que han venido a
te, a menudo no se verifica la información La necesidad de mantener la abundan- abarcar no sólo la maquinaria y los útiles
nueva o corregida en la que se basan los cia de variación genética surgió del hecho del pasado, sino también las plantas y los
programas de interpretación. Se llevan a de que ciertas especies pueden vivir de animales domésticos que la acción huma-
cabo algunos trabajos para reproducir ti- pastos que son inadecuados para razas se- na pone en peligro de desaparición. Co-
pos históricos de ganado, así como para lectas. La solidez y la resistencia a las mo fuentes de instrucción, los museos
cultivar y preservar variedades heredita- enfermedades son caracteristicas inesti- han de ser depositarios de información
rias de cultivos, pero aún hace falta una mables que se pierden fácilmente por donde el público pueda llegar a compren-
detenida investigación sobre los produc- exceso de selección genética y esto puede der la vital importancia de detener el em-
tos que se obtenían en las granjas en el pa- tener considerables consecuencias econó- pobrecimiento de la naturaleza, su flora y
sado. micas, como señalaba la FAO poco su fauna. Este hecho ha parecido evidente
Fue también a fines de los años seten- después de la introducción en África del a numerosas organizaciones indepen-
ta cuando apareció en los Estados Unidos ganado de las tierras bajas norteameri- dientes del museo. Por eso se han creado
una organización dedicada a la lucha por canas. A diferencia de la vernácula, esta tantos “museos” o “vitrinas” con este
la supervivencia de especies raras, movi- raza no era inmune a la mosca tse-tsé y el objetivo de información pública.
miento que en realidad se había iniciado proyecto fracasó.
en el Reino Unido. En agosto de 1968, en Algunos museos han iniciado una inte- Labor de investigacióa
efecto, la Sociedad Real de Agricultura y resante forma de colaboración con los
la Sociedad Zoológica de Londres forma- bancos de genes internacionales, expe- El nuevo interés que despierta la historia
ron un grupo de trabajo para asesorar riencia que ha dado los mejores frutos en de la agricultura es otra prolongación de
sobre la preservación de especies raras de Escandinavia. Ciertos museos de Suecia y una vieja idea. Un buen ejemplo de ello es
animales de granja británicos. En 1973 se Noruega mantienen huertos al aire libre, el Butser Ancient Farm Project iniciado en
creó una organización nacional llamada a manera de archivos de clones, departa- 1972, que describe más adelante Edward
Rare Breeds Survival Trust, de la que se mentos que dependen del Banco Escan- Hawes. Como laboratorio de investiga-
dan detalles en el artículo de Edward dinavo de Genes. En los Estados Unidos, ciones científkas al aire libre, este proyec-
Hawes. El Parque Agrícola de Cotswold la Sociedad Hortícola del Condado de to, íinico en su género, ha suscitado, con
124 Wo/fRang.Jacobeit
razón, un considerable interés público. máquinas y cultivos, o de los museos sobre todo cuando afectan a los agriculto-
Este tipo de experimentos cientificos se especializados en determinadas ramas de res y a los obreros de las industrias alimen-
inició en Lejre (Dinamarca) y se ha exten- la agricultura. Algunos de ellos han enri- tarias. Esas condiciones cambiantes son
dido a varios paises. Un ejemplo reciente quecido su documentación y sus coleccio- un hecho de hoy. Dentro de cincuenta
es el de los trabajos que se realizan alrede- nes con elementos de la industria ali- años ya no existiran. De ahí que la docu-
dor de las aldeas de Zehlendorf, en las mentaria y de la moderna industria agrí- mentación contemporánea sea particular-
afueras de Berlíí, que se han convertido cola, lo que ha venido a aumentar su inte- mente necesaria. Trece museos suecos
en el museo al aire libre de “Lebendiges rés y atrae a nuevos visitantes. La sencilla y han hallado soluciones prácticas a este
Mittelalter” de Berlíí, admirado por fácilmente comprensible representación problema aunando sus fuerzas para aco-
numerosbimos visitantes. de los procesos agrícolas ha cobrado tam- piar documentación sobre la agricultura,
Por alentador que todo esto pueda pa- bién nueva e inusitada significación. En la pesca y la silvicultura. Cada uno de
recer, es preciso reconocer que muchos de el museo, el visitante puede captar las ellos se encarga cada trece años de un gran
estos museos están disminuyendo su rit- funciones básicas de los complejos pro- proyecto en su propio distrito. De este
mo de desarrollo y no prosiguen sus pro- ductos manufacturados de nuestros días. modo se irán reuniendo coordinadamen-
gramas de investigaciones. No pocos de En la pequeña granja lechera de un mu- te objetivos y datos sobre la situación in-
ellos se limitan a exponer lo que en un seo agrícola o al aire libre, el visitante dividual y social del mundo agrícola de
momento dado habían preparado. Esto puede ver de cerca cómo se transforma la nuestros días.
es lamentable, máxime en estos tiempos leche en queso o mantequilla, lo que Y aun cuando no haya otros museos
en que aumenta el interés por la historia nunca le sería posible en una moderna que colaboren en este sentido, es necesa-
de la agricultura, no ya por el encanto de empresa lechera. rio que los museos agrícolas organicen esa
la novedad, sino como reacción ante la ¿Qué necesitarán saber las futuras ge- labor de documentación contemporánea
complejidad del medio urbano, su artifì- neraciones de la historia de hoy? Porque como parte de sus tareas habituales. Re-
cio y su rápida transformación. no sólo es cuestión de ampliar las colec- gistrar hoy para mañana será siempre el
Muy poco he dicho hasta ahora de los ciones con grandes máquinas modernas, cometido de estas instituciones.
departamentos “tradicionales” de los sino de documentar las transformaciones
museos agrícolas, con sus herramientas, que acarrean las nuevas técnicas agrícolas, [ Tradzcido del‘ ingle51
ma curva y su forma evoca la de una azada chó de manera excelente y todavía se halla menos ingenioso, es la pequeña “lámpa-
arqueada, modelo del que probablemen- en uso en vastas regiones, como por ejem- ra de bolsillo” que algún pastor debió in-
te derivó. Este arado, con su mancera en- plo en África del Norte donde prevalece ventar en una noche oscura hace miles de
samblada en cruz, es idéntico al que se la influencia árabe. años. Es de greda y tiene la forma de una
usa en el sur de Italia, en Cerdeña y Cala- Otro artefacto utilizado tradicional- jarrita sin asa que el pasror puede sostener
bria, y al que aún emplean los campesi- mente en las operaciones de riego, que se fácilmente en una mano, mientras con la
nos egipcios para trabajar las tierras del apoya más en el esfuerzo humano que en otra arranca un manojo de lana de la oveja
valle del Nilo. Se utiliza desde hace siglos su propio soporte, es el ciurib que se em- más próxima, le agrega un poco de sebo y
y el tiempo transcurrido no creó la necesi- pleaba en las huertas de la Italia meridio- enciende la llama de la lámpara. Difun-
dad de algo más eficaz ni tampoco la exi- nal situadas a un nivel superior al de la dida por los nómadas, una de ellas fue en-
gencia de una carreta distinta de aquella acequia. Su elemento principal es una ca- contrada en la aldea árabe de Abu-Gosh,
cuyo modelo en bronce se exhibe en el ja oblonga de madera, de unos ciento se- en el camino a Jerusalén, otras se exhiben
mismo museo, también del siglo VI antes senta centímetros de largo, con un lado en el museo de Persépolis o fueron descu-
de nuestra era y de confección etrusca, abierto. Está unida a una manivela insta- biertas en tumbas púnicas de Cerdeña y
que en tamaño natural y de madera toda- lada del otro lado de la acequia en el án- Sicilia. No es raro verlas hoy al anochecer,
vía circula por los campos de Cerdeña. gulo adecuado según el caso, y atada a un encendidas por pastores sicilianos que
En Gaeta, pequeño poblado del norte trípode. Cuando el operador mueve la arrean su rebaño en la montaña.
de Napoles, vive un anciano que tiempo manivela, la caja, al otro extremo, roza la La lista de los hallazgos podría ser larga
atrás, entre marzo y septiembre de cada superficie de la acequia, se llena de agua y y abarcar desde implementos grandes
año, estaba a cargo de la reparación de se- la disemina por el terreno a la increíble como jarras, prensas de uvas y aceitunas
senta ruedas hidráulicas -o norias- velocidad de cinco veces por minuto, de o molinos harineros hasta otros más
utilizadas para el riego y del arreglo de los cinco a seis litros cada vez. Aunque no pequeños, tales como cerámicas, cestería,
miles de cubos con que esas norias toma- hace falta agacharse, este trabajo es guadañas, yugos y azadas. La rascadera,
ban el agua de los ríos y otras fuentes. El pesado: una sola hora de trabajo obliga al que los latinos llamaban radala, es una
hombre está hoy jubilado y una pared de operador a descansar dos horas, pero su herramienta muy chica que le sirve al
tunas o de cañas oculta las norias que han eficacia de riego debe haber sido conside- campesino para limpiar azadas, palas y
cesado de girar. Sin embargo, construidas rable ya que todavía hay campesinos del botas, quitándoles la suciedad, la maleza
de madera o de hierro, hasta no hace mu- altiplano de Guatemala que riegan sus adherida, el barro y el estiércol. ‘Lo
chos años ellas extraían la mitad del agua parcelas con un czzCrGo que tal vez fue acompaña a todas partes, prendida a la
necesaria para las áreas irrigadas de Italia despojado de su trípode por los españoles cintura con una anilla.
meridional. Varían en la forma, el cuando lo introdujeron en el Nuevo En Europa y América del Norte hay
tamaño, la capacidad, la manera de fun- Mundo hace unos cuatrocientos años. En una rica iconografía que reproduce algu-
cionar, tienen cubos de madera o cántaros Italia sólo sobrevive hoy en la palabra nos de estos útiles en manuscritos ilumi-
de greda, pero desde la época romana, tal ciur/ato, que significa agotado. nados, frescos, figuras de bronce, arcda o
vez incluso desde antes, el sistema mar- Un instrumento más sencillo, pero no hierro, relieves y pinturas que pueden
6
Los agricultores de Egiptousan el mismo
arado que apareceen la figura 5 para
trabajar sus tierras del valle del Nilo.
Gun Lundborg
completar parcialmente y llenar las lagu- pleaban abundante mano de obra; sus co- daras evidencias de que una tecnología
nas de lo que ya se conoce de la historia letazos fomentaron los monocultivos y que no cuente con la activa y consciente
rural a través de los siglos. Pero cuál es la acarrearon el desgaste de hombres, culti- participación del hombre (y de la mujer)
situación en el resto del mundo? vos, suelos y herramientas. Provocó el sólo ha de conducir a la rápida consun-
Además de sus potencialidades pro- abandono masivo del campo con el ción de las zonas rurales y al aumento de
ductivas, muchos de estos implementos señuelo tentador de las ciudades, cada la masa de campesinos sin tierras?
poseen también una pureza y sencillez de vez más congestionadas. Mientras tanto, Y mientras tanto, ¿cuánto se ha perdi-
diseño que muestran que el objetivo per- en el mundo en desarrollo, la producción do del patrimonio agrícola que nos legó el
seguido por el diseño industrial moderno agrícola comenzó a declinar en indices pasado, cuánto fue a parar al cubo de
(una síntesis de funcionalidad estética y per cápita y, a menudo, demasiado a me- desperdicios por juzgárselo caduco, cuán-
anatómica) ya había sido alcanzado en la nudo, en cifras absolutas. to destruyó la falta de uso y el abandono
antigüedad por campesinos, pastores, Hace doce años, en esta misma publi- en el suelo o en el agua, olvidado a causa
carpinteros y herreros aldeanos, no para cación, John Higgs y John Drake1 de la rápida oleada de transición econó-
servir a una sola persona, en una única señalaban en un artículo titulado “El me- mica y cultural que no ofrece otros mode-
ocasión o temporada, sino a generaciones joramiento de los recursos alimentarios los?
enteras en cualquier momento de la vida en el mundo: un papel para los museos” ¿Cuántos sistemas, estructuras y técni-
diaria y a lo largo de toda su existencia. que “la situación será particularmente cas de cultivo escaparon a la atención de
dura para los jóvenes (. . .). Esos jóvenes quienes habrían podido utilizarlos, me-
Tectzodogiisde adaptacìbn para crecerán lejos de su medio y de sus raíces jorarlos y juzgarlos en su exacto valor? O
agroecosìstenzas equihbrados tradicionales. Se sentiran cada vez más re- si se conservaron en el tiempo, si fueron
chazados y tendrán cada vez menos el mantenidos y aun exhibidos, (hasta qué
Lo dicho hasta el momento no debiera sentimiento de pertenecer a un grupo ét- punto lograron influir en la adversa direc-
juzgarse como el anhelo romántico o nico o cultural determinado. Engrosarán ción actual de la agricultura moderna?
nostálgico de un mundo que se desvane- el ejército siempre creciente de los deshe- Por fortuna, la corriente de pensa-.
ce, ni considerarse meramente desde el redados a quienes la sociedad no tiene na- miento de los últimos diez años ha co-
punto de vista del progreso material y da que ofrecer”. menzado a moverse con rumbo algo dis-
económico, sino como un eslabón necesa- No es, ciertamente, un panorama ca- tinto. Aunque ese cambio no es todavía
rio del desarrollo civilizador que emerge paz de provocar optimismo. Pero, como lo suficientemente drástico, como conse-
del pasado para desembocar en el futuro. expresó Dedan Walton2 hace un año, “el cuencia de la crisis energética se ha produ-
La economía mercantil, la así llamada so- hecho ineludible sigue siendo que aún no cido la revalorización de los microrrecur-
ciedad de consumo, no es el Único mode- existe en la década del 80 una tecnología SOS y se han evaluado sus efectos socioeco-
lo que pueden adoptar los países con un que satisfaga las cuatro exigencias básicas nómicos sobre los diferentes agroecosiste-
rico patrimonio rural y cultural. También de la agricultura tropical, a saber: a ) capa- mas. Los primeros resultados obtenidos
existe una “civilización del ahorro”. Y, en cidad de producir aumentos substanciales pueden considerarse positivos.
la medida en que seamos capaces de salva- y continuos de las cosechas por unidad de Así, se ha aplicado a la agricultura un
guardar estos valores pretéritos, esta trabajo y por unidad de tierras; S)viabili- nuevo concepto: el de tecnol’ogzit de
fuerza intrínseca, estaremos en condicio- dad económica; c) seguridad desde el adaptación que, basada en las técnicas
nes de esbozar el futuro de un desarrollo punto de vista ecológico; y d)adecuación tradicionales procura su mejoramiento
civilizado o de una civilización con desa- al contexto social y cultural en el que ha- gradual con la ayuda de métodos más
rrollo. brá de utilizarse”. avanzados. La importancia de la capaci-
Echemos una ojeada a lo que ocurría Es preciso tener presente que los imple- dad humana de modificar los implemen-
hace unos pocos decenios, en el momento mentos tradicionales son obra del ser tos y técnicas existentes es ahora conside-
en que emergía la tecnología moderna. humano y que por esa razón no sólo cons- rada con más profundidad que antes.
Aunque apareció primero en las econo- tituyen medios materiales per se, ya
mías más avanzadas a nivel agropecuario, que también reflejan el comportamiento Museos sZ;pero i de qué tipo?
fue saludada sobre todo como un aconte- social y las normas tradicionales que ca-
cimiento revolucionario, como la fase in- racterizan un ecosistema de supervivencia Aún no se acepta universalmente la nece-
dispensable de una larga cadena de ade- bien equilibrado. sidad de los museos agrícolas o rurales,
lantos. En calidad de tal fue usada y abu- En la jungla de la biomasa tropical, los pero no es imposible ignorar que en nu-
sada en todos los agrosistemas, incluso en útiles que se utilizan con mayor frecuen- merosos países en desarrollo ya existen las
aquellos que no podían absorberla desde cia (el machete, la azada, la guadaña) condiciones que permiten su creación.
el punto de vista técnico, económico, eco- concitan la mutua cooperación para culti- La primera es de orden institucional,
lógico o simplemente social. Conquistó var a nivel comunitario y la flexibilidad en el que se inscriben, por ejemplo, las
vastas zonas de “reservas de variabilidad en el aprovechamiento de la tierra dentro diversas facultades de agronom’a e insti-
técnica” y aun se introdujo en las que se del marco de la propiedad comunitaria. tutos nacionales e internacionales de
definen como “reservas de variabilidad El uso caprichoso del tractor, o de cual- investigación agrícola. Algunos han co-
genética”, donde las especies vegetales quier otro tipo de innovación totalmente menzado ya a acopiar. ¿Por qué no sugeri-
silvestres y cultivadas han crecido durante desvinculado de la realidad rural, conde- mos que estos museos se establezcan en
milenios en vecindad, mezclándose y na a la destrucción los vínculos que los centros urbanos, lejos del contexto ru-
multiplicándose, desarrollándose, deca- unen a la comunidad y su sistema de te-
yendo y, a veces, extiguiéndose. Sacudió nencia de la tierra. ¿Acaso la producción
1.Mu~ezlm,vol.XXIVn.03, i972.
hasta los cimientos la estructura de siste- que declina en cifras reales y la población 2. La crisis alimentaria del Africa tropical,
mas de cultivo bien equilibrados que em- que crece constantemente no constituyen Ibadán, IITA, 1983(no publicado).
Resewas de varia&i&dadte‘cnìca:acopiarlasantes de que se deterioren 129
7
Una lámpara de bolsillo expuesta en el
museo de Persépolis. Otras fueron
halladas en tumbas púnicas de Cerdeña y
Siciliay en la aldeaárabe de Abu-Gosh.
Los pastores sicilianos las usan todavía.
ral donde su contenido puede tener un más que el espejo de antiguos y rudos mo- Estos museos deberían conyertirse en
atractivo puramente cultural? No, por- dos de vida, también reflejan las actitu- instituciones que participen activamente
que un museo que almacene y exhiba im- des de las generaciones presentes y futu- en la vida rural, en vez de erguirse como
plementos agrícolas debe establecerse, ras porque la modificación de los genes torres de marfil aisladas de la población, a
por razones pedagógicas, en los lugares humanos es mucho más lenta que la suce- fin de que las colecciones no padezcan el
donde viven y trabajan los estudiantes, el sión de transformaciones tecnológicas. desgaste del tiempo y del olvido, como
personal docente, los agrónomos y los De este modo, sería anacrónico y aun in- sucede hoy en Carditello, un castillo de
especialistas consagrados al desarrollo del congruente reducir tales implementos a caza ubicado en Italia meridional, que
Tercer Mundo. meros “objetos de museo” cuando en data de la época de los Borbones.
El segundo elemento primordial es la realidad son piezas que derivan de verda- Italia meridional no es considerada un
propia colección, cuya formación requie- deras “reservas de variabilidad técnica”. país en desarrollo, pero se trata de una re-
re una red bien planificada de agentes de Por esa razón conviene iniciar su acopio gión cuyos habitantes del interior cerril y
extensión y otros funcionarios en contacto antes de que se deterioren de modo irre- montañoso hace siglos que bregan con
permanente con las comunidades rurales. versible. agroecosistemas difíciles y luchan contra
La visita de distritos increíblemente re- El caso de la pequeña industria puede un conquistador tras otro, cada uno de los
motos ha permitido verificar que esa vo- servir de ejemplo para explicar este fenó- cuales ha dejado algo de su impronta
luntad existe en el campo. Es imposible meno. En todas partes y todos los días, (griega, latina, bizantina, árabe, nor-
describir pormenorizadamente lo que este sector se apropia cada vez más del manda, germánica, francesa o española).
agricultores o artesanos han reunido y producto de la labor artesanal de los cam- A pesar de sus orígenes diversos, los po-
custodian cuidadosamente. Palabras co- pesinos y de los pequeños artesanos rura- bladores de esta región aún se aferran
mo “artesanías”, “herramientas”, “ins- les. Además, a menudo toma como mano porfiadamente a su tierra, a su famila y a
trumentos”, ejercen un efecto casi mági- de obra a esos mismos campesinos y arte- sus tradiciones y costumbres; aquí ha lle-
co en el hombre común y abren las puer- sanos, sin aprovechar a fondo su pericia y gado a su límite la desesperación del cam-
tas de un desfile interminable de objetos sensibilidad artística originales, para no pesino que practica una agricultura de
atesorados: ropas tejidas a mano, objetos mencionar su competencia práctica. De subsistencia, de modo que la emigración
attesanales de madera, cerámicas, azadas, esta manera se pierde gran parte del po- es un fenómeno cotidiano.
armas y cestería del pasado pero de uso en tencial humano y se afecta la calidad del En las décadas de 1960 y 1970, alrede-
el presente y, muy probablemente, tam- producto final. Como ocurre con los obje- dor de quinientos agentes con entusias-
bién en el futuro. tos, una vez destruido el sector artesanal mo excepcional reunieron en esta zona
Estos objetos deberían formar parte de no puede volver a reconstituirse. de Italia varios centenares de herramien-
una colección más centralizada a fin de Los museos rurales tienen un carácter tas agrícolas, prensas, molinos, cerámicas
estudiarlos, evaluarlos, clasifcarlos y ex- nacional e internacional al mismo tiem- y objetos de cestería, para mencionar sólo
ponerlos, no meramente con amor de di- po. Presentan a los visitantes la historia y algunos de ellos. Todos fueron documen-
cionado sino bajo la supervisión de espe- el desarrollo de las culturas campesinas, tados cuidadosamente, clasifkados e ins-
cialistas. En las que podrían denominarse reunidas gracias a la activa participación talados en la torre y los establos del casti-
“universidades verdes”, los objetos tie- de las comunidades rurales, los cientTi- llo de Carditello. ¿Para quién? Para algu-
nen un doble propósito: en primer lugar, cos, los maestros, los agentes de extensión nos búfalos que pastan en el vasto predio
extender el conocimiento y la compren- y los estudiantes. Algunas colecciones, del castillo, donde los espinos y las male-
sión de las viejas tradiciones y costum- desde luego, exigirán la asistencia técnica zas compiten con el cuidador para que
bres, objetivo clásico de un museo de fol- de otros centros y museos para permitir su ningún visitante entte sin anunciarse por
klore, y, en segundo término, fomentar identificación, conservación y clasifica- la puerta cerrada con llave.
las investigaciones en el campo de las tec- ción. Habrá que establecer un intercam-
nologías de adaptación. bio de información mediante la publi-
Como expresión esencial de quienes los cación de catálogos, boletines, artículos
utilizaron, estos implementos son algo técnicos, fotografías y facs’miles.
130
n
0
El primer gabinete de curiosidades de la
Bibliothèque de Sainte Geneviève, París.
Grabado tomado del libro Cabinet de la
Bibliothèque de Suinte Geneviève delRvdo.
P. Claude du Molinet, publicado por A
Dezallier en 1692.
ventario o esbozar una historia de las for- nos, con ramas de coral rojo, blanco y ne-
mas de presentación como para invitar a gro, y distintos tipos de floraciones mari-
una reflexión sobre la organización del nas” (figura 8).
museo y la semántica que le sirve de fun- Son muy pocos los gabineres de curio-
damento. sidades de esa época que subsisten hoy en
día en su emplazamiento primitivo y con
LUSczdio~idades,O das vzaraviddh de el mobiliario original y que exponen,
de du naturadeza que acceden ad además, los objetos y las obras para los
reino de l’a cudturu que fueron concebidos. Uno de ellos, va- Jean Cuisenier
liosísimo, es el de Clement Lafaille, natu-
Las formas más antiguas que se conocen ralista de La Rochelle, cuyas primeras co- Nació en París. Agregación en filosofía, doctorado
de presentar las colecciones de agricultura lecciones se remontan a 1745. Abierto al en humanidades (Sorbonne). Profesor y director de
son las que se utilizaban en los gabinetes público en 1782, consta de armarios y investigación del Centre National de la Recherche
Scientifique, París. Trabajo antropológico de cam-
de curiosidades y en los de historia natu- mesas con minerales, vegetales y anima- po en Túnez. Turquía, España, Yugoslavia, Ruma-
ral como, por ejemplo, el gabinete de les, clasificados según sus parentescos nia y Francia. Director del Musée National des Arts
historia natural del humanista napolita- naturales; fósiles marinos y terrestres, et Traditions Populaires desde su creación en 1968 y
no Ferrante Imperato según el grabado madréporas y corales, crustáceos, serpien- del Centro Francés de Etnología (CNRS). Ha reali-
zado numerosos estudios comparativos sobre etno-
que aparece en su Historia Naturale tes y otros reptiles, pájaros, etc. logía europea. Es jefe de redacción de la redista Eth-
(1599). Cocodrilos, peces, moluscos y pá- Tres criterios equilibrados rigen la dis- nologie FraqaiJe y de varias colecciones de publica-
jaros conviven en una de las salas del posición de las obras: el cient’fco, con su ciones científicas. Publicó Economie et paretzté
castillo, como otras tantas maravillas ofre- sistema de clasificación aristotélico; el (Economía y parentesco), París-La Haya, Mouton,
cidas a la contemplación de los personajes práctico, con sus problemas de espacio y 1975 y L’Artpopulaire m Frame (El arte popular en
Francia), Friburgo, Office du Livre, 1975. Ha redac-
de la nobleza que hacen preguntas sobre visibilidad; y el estético, con los proble- tado obras colectivas como The f i n t d y /$e cycle itz
ellas: un criado las señala con un bastón y mas de distribución de formas y colores. Eiiropean societik (El cido de vida familiar en las
las comenta con palabras eruditas, según El escenario sigue siendo el de la sala de sociedades europeas), La Haya, Mouton, 1979 y Eu-
permiten suponer los libros y las vitrinas ceremonias o el salón burgués y las obras rope as a cultiuizlnrca (Europa como un arca cultu-
ral), La Haya, Mouton, 1979. Vicepresidente de la
que recubren tabiques y paredes. de la naturaleza aparecen expuestas con el Sociedad Internacionalpara la Etnología y el Folklo-
El gabinete de curiosidades de la Biblio- mismo rango y en función de las mismas re, Presidente de la Asociación Francesa de Museos
theque de Sainte Geneviève de París, reglas que las obras de la cultura. de Agricultura y de la Asociación Internacional de
creado a fines del siglo XVII por el padre Museos de Agricultura.
Claude du Molinet para albergar la colec- Los trofeos, o da con?newzorucìÓn de
ción de M. de Pereise, consejero del Parla- das victorias sobre du nuturudezu sadvaje
mento de Aix, es comentado en términos
similares en su texto de 1692: “Hay ( . . .) El problema es distinto cuando se quiere
una especie de recámara entre las dos ven- mezclar armas o herramientas con las
tanas que la iluminan, en la que pueden obras de la naturaleza. Para esto existe
verse varios tipos de atuendos y armas de una solución prototípica muy antigua, en
países extranjeros: Persia, la India, Amé- la que los despojos de animales (corna-
rica. Encima hay tres anaqueles repletos mentas de reno, colmillos de jabalí, cabe-
de vasos, urnas, figuras, instrumentos de zas de osos) se disponen con las armas
sacrificio, lámparas y muchas otras anti- como trofeos de caza en una unidad com- 10
Una sala del Museo Retrospectivo d e
güedades. Además en esta recámara hay puesta como si se tratara de una obra Agricultura e n la Exposición Universal
dos aparadores con entrepaños sobre los única. Internacional d e 1900 e n París. Fototipo
que se exhiben fósiles, pájaros de la In- A los primeros museos de caza les tomado del Report deJules Sain.
dia, animales, adornos y calzados de dis- bastaba inspirarse en las salas de los casti-
11
tintos países. Estos aparadores tienen La sala d e los pastores ygara’zarzs (vaqueros
también anaqueles escalonados, en los 1. Documentaciónfotográfica reunida por Marie d e Camarga) e n el Muséon Arlaten, Arles, a
que se encuentran estatuillas y vasos chi- Chantal de Tricornot. comienzos del siglo xx.
132 Jean Cuisenier
12
La galería de las industrias agrícolas del
Museo de la Escuela de Agricultura de
Montpellier, circa 1900.
13
Grabado que ilustra la trilla tomado de la
Encyclo)e<¿e (vol1 delas láminas, París,
1762).
'
110s para ordenar sus piezas. Numerosos lado Description des Arts etMe3iers (Des-
museos de agricultura conservan en sus cripción de las artes y los oficios), cuya pu-
presentaciones esta herencia cultural (fi- blicación, iniciada en 1761, continuaría
gura 9). hasta 1789. Concebida en una perspecti-
va de difusión más amplia (su formato ini-
Laspunofilias, o /n gloria de las cial fue en folio, más tarde salió en cuarto
herramientas entendida como /a y por Último en octavo), la Enciclopedia
g d o h de das armas de Diderot establecía ya en 1762 los prin-
cipios grá&os de la representación de ob-
I
Cuando se trata de poner de relieve las ar- jetos que iban a imponerse en adelante:
mas o las herramientas como tales, se im- agrupamiento de las herramientas por ar-
pone otro prototipo, la panoplia, no me- te, oficio o tipo de actividad; representa-
l nos arcaico que el trofeo. La idea es tanto ción de esas herramientas según las reglas
l más sugerente cuanto mayor es la analo- de la geometría descriptiva e inclusión de
gía entre algunas herramientas y ciertas viñetas con ilustraciones de las condicio-
armas: por ejemplo, entre mayales y nes de manipulación en el terreno o en el
guadañas por un lado y alabardas y picas, taller. La normalización fue llevada el ex-
por otro. Apenas media un paso entre la tremo y, por primera vez, la maquinaria
sala de armas y la sala de exhibición peda-. se representaba mediante dibujos acota-
gógica. Así pues, se colocan en las paredes dos, a la manera de los trabajos de Descar-
las azadas como si fueran alabardas, las tes, Pascal y Huyghens sobre las "máqui-
-..,,... ::.. hoces o las podaderas como puñales o ma- nas simples".
chetes, las segures como hachas de guerra Una lámina de la colección de Diderot
y las cuchillas de guadaña como hojas de bastará para mostrar hasta qué punto la
sable. racionalidad es importante en estas for-
Ninguna de estas tres formas de pre- mas de representación (figura 13). En la
sentación excluye las otras, y podrían ci- parte superior, una viñeta describe, en un
tarse múltiples ejemplos de coexistencia espacio idealizado, los movimientos que
(figuras 10-12). realizan los operadores para manipular
las herramientas; en la parte inferior las
heuamientas aparecen dibujadas una por
una con un rigor ejemplar, a idéntica
escala, sin relación unas con otras, cada
Aunque en estos últimos años del siglo una válida en sí y por sí misma. Del dibu-
xx se sigan presentando algunas colec- jo acotado que representa el objeto en dos
ciones de agricultura como curiosidades dimensiones a la maqueta que lo repro-
de la naturaleza, trofeos de caza y pano- duce a escala 1:10, 1:20 ó 1:100, no hay
plias guerreras, son otras las formas de más que un paso, muy pronto franquea-
presentación que predominan, más acor- do con fines pedagógicos. Hacia 1800,
des con los proyectos científicos que in- Thoiiin, jardinero del rey, ordenó realizar
tentan expresar. En 1699 los eruditos reu- una serie de modelos de útiles de labran-
nidos en la Academia Real de Ciencias de za para sus clases en el jardm botánico, la
París acometieron un vasto proyecto titu- mayoría de ellos en madera de serbal y la-
Exhibiry s&z@car: semrintica de la exposición en los museos de agnLultura 133
-
tón, que se conservan en el Musée Natio- Pero si se respeta la escala que tienen
nal des Arts et Métiers de París y que los objetos en la reahdad, surgen inevita-
constituyen hoy en día una de las colec- blemente las siguientes preguntas: $6-
ciones más importantes. Las maquetas de mo retratar a los seres humanos en esos
Thoiiin, tratadas con un cuidado extremo medios ecológicos reconstituidos? ¿Cómo
y fabricadas con la misma precisión de los deben estar reptesentados en la exposi-
instrumentos científicos o las piezas de ción? ¿Qué importancia hay que darles?
relojería, son el paradigma de esos mode-
los que, desde hace siglo y medio, permi- Las exposicioizesuizìversaZes:
ten a los museos de agricultura mostrar al de dosproductos a Zosproductores
público artefactos tecnológicos volumi-
nosos y complejos en un espacio limitado Las diversas respuestas posibles a estas
(figuras 14 y 15). preguntas se tantearon en esos centros de
experimentación que fueron las exposi-
D e b s i?zodeZosreducidos a ciones universales que a partir de la se-
Zos dioramus gunda mitad del siglo XIX estimularon al
máximo la imaginación de los museólo-
En el siglo XVIII, para educar a los hijos gos, por su grandiosidad y por la inmensa
de los reyes y formar a los ingenieros mili- afluencia de público que atrajeron. En
tares, se adoptó la costumbre de realizar ellas se probaron todas las posibilidades:
maquetas a escala de ciudades enteras y la acumulación y la plétora de objetos co-
de sus fortificaciones, como los mapas en mo en los gabinetes de curiosidades; la
relieve con los que el Imperio Austro- agrupación por géneros como en los al-
húngaro cubrió gran parte de Europa. El macenes de mercancías; la evocación
valor educativo de estos mapas, confirma- histórica, como en los decorados teatra-
do por la experiencia durante varias gene- les. Se hizo todo lo posible por incluir el
raciones, no podía dejar de inspirar a los elemento humano: mediante maniquíes
responsables de los programas de exposi- con los atuendos pertinentes en exposi-
ción de los museos antropológicos. Here- ciones al aire libre o bajo techo, o recu-
dero de los mapas en relieve austríacos y rriendo a demostradores disfrazados que
franceses, de su rigor cartográfico y de su operaban el equipo en público como si
precisión matemática, el diorama, nom- interpretaran un papel en el teatro. El ca-
bre con el que hoy se lo conoce, es una rácter improvisado de las representacio-
forma de presentación particularmente nes, el ir y venir de la muchedumbre y la
adecuada para los museos de agricultura. variedad de las obras expuestas hacían to-
Mejor que la viñeta de dos dimensiones, lerable lo que no lo hubiera sido tanto en
como la de las láminas de la Encicl'opedia, el recinto de un museo. El visitante no
el diorama muestra cómo eran usados percibía el paso que hay de la reconstitu-
habitualmente los instrumentos de la re- ción histórica en vitrina a la demostración
colección, la caza y la pesca, la agricultura tecnológica, al juego o al mimo. Pero los
y la ganadería, en un espacio de tres di- responsables eran muy conscientes de que
mensiones que puede reducirse con gran esos dos tipos de presentación no eran en
exactitud, o conservarse en la misma esca- realidad más que dos modalidades de un 15
la, como lo atestiguan valiosos ejemplos Único y mismo proyecto pedagógico y lú- Modelosreducidosde aradosen el Musée
(figura 16). dico: en la exposición universal de 1900 National des Techniques,París.
14
Los modelos de Thoiiin en la galería del
Musée National des Techniques,París, de
1966a 1981.
134 Jean Cuisenier
23 24
El trabajo de la tierra. Secuenciade la Para obtener mejores cosechas. Presentación
sección “Deltrigo alpan” en el Musée del AgriculturalMuseum en la Himachal
Nationaldes Arts et TraditionsPopulaires, Pradesh GiskiVishvaVidyalaya
París. (UniversidadAgrícola),Palampur, India.
Naevas tendkìus en ZOS maseos
Edward L. Hawes Un magnífico fermento de nuevas ideas y como testimonio de los modelos de vida
prácticas está transformando actualmente tradicional; la segunda considera todo lo
Nació en Filadelfia, Pensilvania (Estados Unidos de los museos agrícolas y rurales del Reino que es posterior a 1750 como muestra del
América), en 1936. En 1971 se graduó en la Univer- Unido. La calidad de este fermento se de- progreso científko. Actualmente se están
sidad de Wisconsin, obteniendo el título de doctor
be en gran medida a la aparición de con- revitalizando muchos museos que repre-
en historia social de Europa con una tesis sobre la
historia agrícola de la Europa Central. Profesor aso- servadores que no están satisfechos con las sentan esas dos tendencias aparentemen-
ciado de historia y estudios sobre el medio ambiente concepciones estáticas que prevalecían en te contradictorias y se están superando las
en la Sangamon State University, Springfield, Illi- el pasado y que buscan nuevas direcciones diferencias de enfoque, lo cual da como
nois (Estados Unidos). Ha elaborado programas en cuanto a la investigación, la amplia- resultado una visión más exacta y sugesti-
interpretativos y pedagógicos para el Clayvde Rural
Life Center de la universidad del cual fue director de
ción de la colecciones y la presentación e va del pasado. Además, se pone de relieve
1978 a 1980 y para el Freeport Historical Society’s interpretación de los objetos. la importancia de los suelos y la topogra:
Harraseeket Coastal Farm Project en Maine. Es au- Algunas tendencias están claramente fía en la formación de las estructuras agrí-
tor de varios artículos sobre la teoría y la práctica en asociadas a cierto tipo de museos; otras colas de una región, y la significación de
las granjas históricas publicados en Acta Nmeorzrm son comunes a varios. Los museos rurales los cambios de la tecnología agrícola, tra-
Agnculturue y Annuulproccedings oftbe Associatioiz
for Liuikg HiSdon>ul Fam5 und Agricultural Hu- y de tradiciones populares están buscan- dicional y moderna, en la configuración
SEUTZS. Actuó como presidente (1979-1980) y como do nuevos conceptos y técnicas de presen- del paisaje.
miembro de la junta directiva de la Association for tación, a fin de relacionar sus colecciones
Living Historical Farms (1978-1983) y desde 1978 es con el paisaje y el contexto social. Se han
miembro del Presidium of the International La tecnoZog& rurazen su contexto
Association of Agricultural Museums. creado museos “vivos” que presentan las
actividades de labranza y los quehaceres El objetivo principal de los museos rurales
domésticos. Los conceptos de arqueología y de tradiciones populares sigue siendo
industrial e historia viva han penetrado coleccionar y exponer herramientas y
en el ámbito de los museos al aire libre, utensilios, en su mayor parte del siglo
convirtiéndolos en nexos naturales entre XIX, es decir, los que utilizaban energía
la vida agrícola e industrial. Estas noveda- humana y tracción animal. Pero ya no se
des se basan en profundas investigaciones contentan con presentar la tecnología ru-
que se han realizado en el campo de la et- ral aisladamente. El Upper Dales Folk
nología y la historia social y recurren en Museum constituye un buen ejemplo de
especial a los archivos que se han ido esa tendencia. Está ubicado en el antiguo
creando en los museos regionales. depósito de mercancías de la lííea del
Los esfuerzos para investigar, conservar ferrocarril de Hawes (hoy abandonada),
y recrear el pasado ejercen una gran población situada en la parte superior del
influencia tanto en la comunidad museo- Wensleydale, Yorkshire, que era a la vez
lógica como en la académica. Se están un centro turístico y de mercado. Me-
ampliando los conceptos de investigación diante una hábil disposición de objetos,
y de acopio de objetos, a medida que co- fotografías y texto, se alienta a los visitan-
bran fuerza la historia experimental y la tes a que examinen la importancia que la
arqueo!ogía por una parte, y el museo cría de ovejas, la industria lechera, las
“vivo” por otra. Asimismo se están estu- minas de plomo y los artículos de punto
diando detenidamente los factores mora- hechos a mano han tenido para los habi-
les y de seguridad que supone la utiliza- tantes de esa zona en distintos momentos
ción de las colecciones para hacer de- de su historia (figura 25).
mostraciones e incluso para construir ré- El Museum of English Rural Life, situa-
plicas exactas de todos los aperos de la- do en Reading, es otro ejemplo de las
branza del pasado. Muchos jóvenes pro- nuevas tendencias. Fundado en 1951, el
fesionales estudian los métodos de aco- museo había creído conveniente durante
piar y conservar objetos pertenecientes mucho tiempo presentar los objetos en
a una cultura rural más reciente o actual, un contexto estacional y funcional, de
y de interpretar los cambios. modo que hablaran por sí mismos, sin
Históricamente, como señala el Dr. Sa-
1. Sadie B. Ward, “Agricultureandmuseums
die Ward del Museum of English Rural in England from 1800 to the present day”, Acta
Life, en los museos del Reino Unido ha MusconrmAgriculturae(Praga), vol. XIV, n.’ 1-
habido dos tendencias en cuanto a la in- 2, 1979, p. 111-116. Paraunavisióngeneral, será
útil que ellector compare este artículocon el de
terpretación del pasado rural. La prime- Frank Atkinson, “New open air museums”, vol.
ra considera todo lo que es anterior a 1914 XXIII, n.’ 2, 1970-1971,p. 99-102.
Niwuas fendencias ea /os inuseos agfícolasy rurales de/Rtiino Unido 139
ninguna etiqueta explicativa. Las impor- das a la ingeniería agrícola y presentan di-
tantes colecciones que tiene en sus depó- versos aperos contrapuestos a fotografías
sitos y las modestas herramientas agríco- de interiores de las fábricas que los produ-
las, carretas, artesanías rurales y utensilios cían y ampliaciones de materiales publici-
domGsticos presentados son de importan- tarios de la época. La exposición se cierra
cia para Inglaterra en general, de ahí que con un área dedicada a la “agricultura
haya sido considerado desde el principio mecanizada”. Se presentan un tractor de
como un museo rural de alcance nacional. gasolina International Harvester de la se-
Su nueva sala de exposición permanente, gunda década de este siglo, un Fordson
diseñada bajo la dirección del conserva- de 1938 y un Ferguson de 1947, con tres 25
dor Roy Brigden, está dedicada a mostrar enganches, junto a fotografías que mues- UPPERDALESFOLKMUSEUM,Hams
los cambios registrados en la tecnología tran su utilización además de pequeñas (Inglaterra), Reino Unido. Aperos agrícolas
agrícola hasta 1945 en un doble aspecto: ilustraciones tomadas de catálogos. Tanto acompaiiados de fotografías que muestran
su utilización: un granjero que emplea una
los cambios en las granjas y los cambios en el nuevo salón de exposición como la anti-
formalocal del rastrilloflTip-flop. Al otro lado
la producción de equipo y material agro- gua galería dedicada a la vida rural apare- de este pasillo, donde no se exponen objetos,
pecuario. cen adecuadamente vinculados en un fo- hay un tablero con un texto explicativo
Después de la sección dedicada a la tec- lleto interpretativo que trata sobre los te- y una fotografía. Allí descubre el visitante
nología rural (figura 26), se encuentra la mas de la tradición y el cambio.2 que las fotografías son detalles de la que está
en el tablero y en la que puede verse al
exposición de maquinaria agrícola (trilla- La parte más importante del museo es granjero trabajando en un prado de tierras
doras, cortadoras y demás máquinas utili- su colección de aperos y maquinaria agrí- altas. En el fondo se ven un granero-establo
zadas para procesar los cultivos), a las cola tradicional y “moderna”, recogidos de piedra y un cercado, y a Io lejos los
que se agregan las dinamos movidas por en los años cincuenta y sesenta cuando ese brezales de las highlands, rasgos típicos del
material podía encontrarse fácilmente. paisaje de los valles de Yorkshire. En el texto
caballos, que producían la energía nece- se explica que el rastrillo fue importante
saria para accionarlas. El más antiguo Su modelo de clasificación ha servido du- para incrementar la productividad y que el
equipo de labranza sobreviviente, con rante mucho tiempo de norma a otros granero-establo se construía generalmente
arado, cables y máquina de vapor, se en- museos rurales. Por su ubicación y organi- lejos de la alquería, en la pradera alta, y se
cuentra expuesto junto a reproducciones utilizaba para almacenar el heno y abrigar al
ganado durante el invierno. Todos estos
de páginas de revistas agrícolas de la épo- 2. The Mzcreum ofEnglish RuralLaf, Reading, elementos, sumados a los distantesfells
ca que muestran la producción y el uso de Universidadde Reading, 19S3,16 p. Salvo (como se denomina allí a los brezales) se
indicación, el autor lia realizadopor lo menosuna
ese tipo de alta tecnología del siglo XIX. vez estudiossobreel terreno de todos los museos presentan como partes de un sistema agrícola
Las dos secciones siguientes están dedica- de que trata en el presenteartículo. que todavía sigue dominando el paisaje.
140 -
EdzuardL. Hazues
zación, el museo forma parte del Institute tración, una vida extraña que jamás ha Norte, sobre un terreno de dos acres de
of Agricultural History, división de la visto”. El museo deberá urdir “un tejido superficie. Se propone interpretar la vida
Universidad de Reading donde se están de relaciones que muestre cómo se entre- de una pequeña granja de la región a co-
reuniendo excelentes archivos de fotogra- lazan todos los diversos factores’’.4 mienzos del siglo XX. En cuanto al obje-
fias e impresos, documentación comercial La exposición permanente sobre el cul- tivo del Cogges Manor Farm Museum, si-
y técnica, materiales publicitarios e in- tivo vincula creativamente la presenta- tuado cerca de Oxford, es más ambicioso
dustriales y documentos de organizacio- ción de la cultura tradicional y la popular y
y no consiste sólo en mostrar las activida-
nes agrícolas. El instituto posee además lo proporciona una clara idea de los cambios des domésticas, sino también las agrope-
que constituye tal vez la mejor biblioteca que se han producido en el campo y de las cuarias. Como dispone de diecinueve
para el estudio de la historia de la agricul- relaciones que existen entre la estructura acres, cabe esperar que pueda cumplir
tura en el Reino Unido.3 social, la tecnología y el paisaje. Se com-gradualmente su cometido. El centro de
El tema de la tradición y el cambio se pone de dos secciones: en una se trata de las actividades hogareñas es una casa sola-
desarrolla también en las salas del nuevo la tecnología, la configuración del terrenoriega de piedra que data parcialmente del
Scottish Agricultural Museum instalado y la relación propietario-arrendatario en siglo XVII. La cocina, el comedor y la le-
en 1980 en el Royal Highland and Agri- un contexto tradicional; en la otra se pre-chería han sido restaurados con todos los
cultural Society Showground, en In- senta el crecimiento del sistema de lati- objetos y reproducciones propias de los
gliston, no lejos de Edimburgo. Los orí- fundios, el perfeccionamiento de los ara- primeros años del siglo xx o del denomi-
genes de este museo remontan a los años dos diseñados para trabajar eficazmente nado periodo eduardiano. En el progra-
sesenta, cuando la Sección Vida Rural, en esas propiedades, la cría de ganado ma de interpretación de la historia se uti-
cuyas actividades son hasta cierto punto más productivo, los cambios relativos a la lizan mucho un jardín y una huerta ade-
comparables a las del Institute of Agricul- fabricación de material agrícola y los re- más del espacio interior. Hay días
tural History, de Reading, bajo la direc- gistrados en la distribución y aprovecha- señalados en los que los visitantes tienen
ción de Alexander Fenton realiza inves- miento de las tierras. La exposición no de-la oportunidad de contemplar la cocina y
tigaciones sobre etnología regional de fiende el burdo mito del progreso, ya que la conservación de los alimentos, la mane-
Escocia, reúne una historia oral y un señala la utilidad y eficacia del material ra como se preparaba la mantequilla y
archivo fotográfico y organiza una biblio- más sencillo para las pequeñas propieda- otras actividades e industrias caseras. El
teca. Así se convirtió en el principal cen- des de la época preindustrial y alude a losgranero de piedra y otras construcciones
tro de estudio de la historia de la agricul- costos económicos y sociales de los cam- de la granja sirven para exponer herra-
tura y la vida rural de Escocia. bios que se produjeron en el siglo XIX. mientas agrícolas, proteger el ganado y
Dado el gran volumen de sus coleccio- almacenar forrajes. El museo tiene gana-
nes, el museo decidió dividir su espacio Los mzrseos vivos do de raza Shorthorn y otras del periodo
entre las exposiciones permanentes y las presentado en la granja. Hay ciertos días
exposiciones temporales que completan Los museos dedicados a la actividad agro- dedicados a hacer demostraciones de ta-
las primeras. Esta política tiene un triple pecuaria que se han creado en el Reino reas rurales tales como la esquila, la
objetivo: a) restaurar paulatinamente las Unido durante los últimos diez años construcción de cercas, el techado y la for-
colecciones de herramientas y maquina- constituyen uno de los progresos más im- ja del hierro (figura 29). En la actualidad
rias agrícolas hasta que queden en estado portantes de la museología agrícola. En (1983) no se siembra, aunque en el plan
de funcionar en el terreno; b) exponer ellos se exponen en su propio ambiente general del museo se ha previsto habilitar
eventualmente la mayoría de esos aperos; las actividades domésticas y agropecuarias una finca de comienzos del siglo XX.
y G) estimular a los visitantes a que repitan que el personal del museo, ayudado por Los museólogos ingleses, así como sus
sus visitas al museo. Junto al área de expo- voluntarios, explica oportunamente, or- colegas de América del Norte, se han da-
sición hay un taller de carpintería bien ganizándose además demostraciones do cuenta de que las actividades agrope-
equipado y, muy cerca, otro dedicado a la prácticas sobre el terreno. Contrariamen- cuarias del pasado no son algo que deba
reparación de maquinaria. te a lo que sucede en América del Norte
Como el Scottish Agricultural Museum en algunas de las denominadas granjas 3. Gtlide to the Instìtzite ofAgrziultziral
se creó en los años setenta, época en que History andtbe hfuseiimofEnglish Rura1L$ee,
históricas, donde las actividades agrope- Reading, Universidad de Reading, 1982.
la interpretación era considerada cada vez cuarias se llevan a cabo un mes tras otro 4. Gavin Sprott, “An open air museum for
más importante, todos los objetos que se tanto a gran como a pequeña escala, las Scotland”, p. 2, documento no publicado,
presentado en la Conferencia del Scottljh Country
exponen están destinados a esclarecer el actividades de la mayoría de los museos L$e híziseum Trust, celebrada en la primavera de
contexto tecnológico, económico y social. vivos del Reino Unido se efectúan por eta- 1983. El documento se basa en las visitas a la
Como señaló el conservador Gavin Sprott pas, confiando en que el material expues- sección sobre lavida rural del museo de
Edimburgo, en las charlas sostenidasdurante
en una charla que dio en la primavera de to y las explicaciones verbales den una varios años con Alexander Fenton, en la
1982, “los objetos no hablan necesaria- idea de la totalidad. I correspondencia con Sprott (especialmentela carta
mente por sí mismos. Si nos contentamos Dos museos vivos dedicados a la activi- de 21 de octubre de 1982)y en el texto
mimeografiadode las etiquetas de los objetos
con ese estado de cosas, los objetos serán dad agropecuaria presentan la vida rural descritos.
simples curiosidades y el museo se conver- desde una perspectiva más funcional y 5. En el artículodeJohn T. Schlebecker,
publicado en este mismo número, se exponen los
tirá en la sala de exposición de un anticua- tratan de poner de manifiesto los cambios puntos más importantes del movimiento de las
rio”. Para explicar aún más su pensa- producidos en la cultura tradicional con granjas históricas en America del Norte. Véanse
miento, citó palabras del novelista Hart- el advenimiento de una cultura popular e además los arríalos del mismo autor publicados
enActalCí~seorzimAg~czi~t~rae, vol. XIV, n.” 1-2,
ley (“el pasado es un país extranjero”) y industrializada. El Church Farm Mu- 1979, p. 62-76y 117-147;vol. XVI, n.Ol-2,
declaró que “es misión del museo superar seum, en Lincolnshire, inaugurado en 1981-1982,p. 37-50. VCase tambiénJ. Patrick
Greene, “Independent and w~rkingmuseumsin
esa barrera, dar al visitante la sensación de 1977, está ubicado en el municipio de Britain”, lCfmeums’JournaL,vol. 83, n.O 1, 1983,
que contempla, con objetividad y pene- Skegness, centro turístico del Mar del p. 25-28.
Nuerus tendencias en /OS mzrseos ugrk0la.fy m r u h delRein0 unido 141
hasta una estación situada al noreste de la to en los depósitos como en las salas de ex- pretados para el público en la granja re-
propiedad, zona que presenta todas las posición. Se busca activamente la ayuda construida en el parque.
características del entorno ferroviario del de voluntarios para toda clase de tareas y Los descubrimientos de Butser Hill son
Reino Unido: estación, torre de señales, gente del lugar que pueda transmitir la fascinantes, sorprendentes y controverti-
puente de hierro forjado, depósito de tradición oral de las actividades propias dos. Reynolds y su equipo están ponien-
mercancías y centro de distribución de del norte. Una de las ideas del museo fue do a prueba teorías arqueológicas sobre la
carbón y cal. fomentar la economía de la región, ha- construcción y utilización de casas redon-
No lejos de la granja, en la parte sur del biendo cumplido satisfactoriamente con das y de fosas para varios usos y estudian-
predio, se recreó el ambiente de una zona ese objetivo. En uno de los informes de la do cómo se sembraba y cómo se cosecha-
de extracción de carbón. Forman parte Comisión Parlamentaria para Educación, ba. Lo más importante del proceso son las
del complejo un cobertizo de piedra para Ciencias y Artes se dice que Beamish ha indicaciones arqueológicas. Por ejemplo,
las máquinas, una planta para la criba de tenido "repercusiones importantes sobre las excavaciones de los supuestos empla-
carbón y una mina trasladada para reali- los ingresos y el empleo de las personas zamientos de casas dejan generalmente al
zar demostraciones. Otra parte es la que viven en sus alrededores". El museo descubierto huellas cumas de huecos de
constituida por una hilera de cabañas de ha recibido la ayuda del English Tourist postes, que se sitúan en un anillo exterior
piedra para las familias de los mineros, Board, necesaria para realizar diferentes concéntrico a otro interior (figura 30). Se
con sus jardines y construccionesaledañas. proyectos. No es el Único que ha recibido llegó a la conclusión de que se trataría
El interior de las cabañas ha sido restaura- ese tipo de subvenciones. El Tourist probablemente de rastros de los topes de
do según los estilos de diferentes épocas, Board considera que los museos son tan las vigas que se ponían y fijaban en dichos
el último de los cuales remonta a los años importantes para el turismo que en los huecos. Otro ejemplo es el de los huecos
treinta, con lo que el visitante puede últimos diez años ha concedido subven- simples de postes, cada uno con huellas a
comprobar los cambios que se han produ- ciones a unos doscientos museos y galerías su alrededor de un hoyo poco profundo,
cido a lo largo del tiempo en la cultura de arte.9 hallados en el sitio de la granja de la edad
material. En una de las cabañas se cele- Cabe observar también aquí algunos del hierro. Según la teoría de Butser, ba-
bran regularmente exposiciones vivas con hechos que se refieren en cierto sentido a sada en la experiencia de las reconstruc-
los alimentos que se preparaban en el pa- los museos rurales, aunque se produzcan ciones, allí debían estar ubicados los al-
sado. Al noroeste del predio se está crean- fuera de su campo. El Butser Ancient miares. Como éstos no se construían
do un centro típico del North Country Farm Project tiene dos vertientes: una zo- directamente sobre el suelo, sino sobre
montando las diferentes estructuras de la- na de investigaciones de ingreso restringi- una base de madera y con malezas alrede-
drillo, entre ellas la cooperativa, la tienda do que, de acuerdo con las pruebas ar- dor de un palo central, el suelo se hundía
de pescado y patatas fritas, la botica, la queológicas, fue habitada por lo menos porque las plantas que quedaban debajo
estación de autobuses y una hilera de ca- desde hace tres mil años, y una granja in- morían y el piso cedía.
sas de estilo georgiano. terpretativa en el Parque Queen Eliza- El trabajo de Butser Hill se realiza con
Tal como sucede con los demás museos beth, abierta al público. Bajo la dirección espíritu de exploración y total devoción a
del Reino Unido, el desarrollo en todos de Peter Reynolds, se ha previsto re- la exactitud cient'fica. Los experimentos
sus aspectos constituye un objetivo im- construir y hacer funcionar una granja de para cultivar gramíneas revelan que los
portante en Beamish. Se ha previsto crear la edad del hierro (aproximadamente rendimientos por unidad de terreno de
más adelante una granja histórica con un 300 A.C.) para probar la validez de las las variedades primitivas de trigo, como la
sistema mixto típico de finales de la época teorías sobre las actividades agropecua-
de la tracción animal, entre 1914 y 1918. rias, la construcción de viviendas, el 9. Citado en Museum Nerus, TheJournalof
Estará ubicada al sudeste, en torno a la ca- almacenamiento de alimentos y otras ta- NationalHeritrage, n.'25, 1982-1983, p. 1.
10. PeterJ. Reynolds, BufserAncientFm"
sa del arrendatario, situada en su lugar de reas basadas en pruebas arqueológicas y Impressiozs, p. 5-35, Peterfeld, 1980,45 p . , 45
origen. Posee colecciones que crecen tan- documentales. Los hallazgos son inter- ilustraciones en colores.
Nztems tmdencih en los museos agrícola y rurales ddReino Unido 145
escandia y la espelta, son comparables a de la Asociación para la Supervivencia de turo? ¿De qué manera pueden los museos
los de hoy. Según las indicaciones Especies Raras, esfuerzos cuyo significado constituir sus colecciones, cuando es des-
arqueológicas, no se esparcía la semilla, económico inmediato es escaso, ha sido la concertante la variedad de artículos de
sino que se sembraba en surcos; además, conservación de la oveja Ronaldsay. La que se dispone hoy en día tanto para el
se recolectaban separadamente el grano y oveja de esas islas desoladas de las Orca- trabajo de granja como para las personas
la paja. Los descubrimientos ponen en te- das, al norte de Escocia, pudo sobrevivir que viven en ella? ¿Cómo puede repre-
la de juicio la imagen que se tenía de la vi- alimentándose de ciertas yerbas marinas sentarse el carácter del contexto social y
da en la edad del hierro. Reynolds consi- que crecen en la costa. Su adaptación fue ambiental de hoy? ¿Se deberían tratar de
dera, por ejemplo, que las granjas de la un caso único, y cuando la problación hu- señalar las futuras tendencias? Como en
edad del hierro no sólo producían una mana de la isla empezó a disminuir se te- América del Norte, también aquí hay
cosecha que permitía la mera superviven- mió mucho por la supervivencia de.esta personas que creen que ésa debería ser
cia del hombre, sino también excedentes oveja que exige muy especiales cuidados. una de sus funciones. Hay otras que con-
agrícolas. Las pruebas arqueológicas en- Presidida por Larry Alderson, su funda- sideran que no cabe prever el futuro y que
contradas en otros lugares indican que en dor, la asociación trasladó muchas de las los museos deberían abstenerse de reali-
la edad del hierro había muchas comuni- ovejas a una isla habitada donde podían zar tales esfuerzos. Hay también quienes
dades agrícolas y que por lo tanto la den- ser debidamente atendidas. El relato fas- afirman que el acto mismo de escoger lo
sidad de la población era superior a lo que cinante de toda esa actividad se publicó que representa el futuro pone un l'mite a
se había creído, con lo que el conjunto en une serie de números consecutivos de nuestra visión de lo que el futuro nos
ambiental adquiere un sentido coheren- The A d , la revista del grupo, una de las reserva. El presente, con sus problemas y
te. Como puede imaginarse por las prue- recientes publicaciones en el campo de la perspectivas, se ha introducido ya de mu-
bas de esas cosechas, Reynolds contempla museología agrícola que bien vale la pena chas maneras en los museos agrícolas y ru-
con pesimismo las actividades agropecua- conocer.11 rales del Reino Unido como en los de los
rias de hoy con sus altos costos de energía Estados Unidos y el Canadá. El pasado
y su predilección por el monocultivo. Preguiztcassin respuesta nunca será el mismo. La simple presenta-
El segundo hecho producido en la peri- ción de objetos o la demostración de acti-
feria de la museología rural está relacio- Tales son pues las nuevas tendencias teó- vidades pasadas no podrá satisfacer ni a
nado con las actividades de la Asociación ricas y prácticas de los museos agrícolas y un público más crítico ni a u n personal
para la Supervivencia de Especies Raras, rurales en el Reino Unido.12 Quedan, sin especializado con una mentalidad crea-
organización constituida por personas in- embargo, muchas preguntas sin respues- dora. El futuro será ciertamente fascinan-
teresadas en la conservación de las "espe- ta. El debate sobre las nuevas tendencias te porque el fermento es óptimo.
cies en vías de extinción". Este grupo no es muy agitado y puede seguir siéndolo.
pretende solamente conservar dichas El personal de los museos se pregunta [Traducidodel ingle31
especies como una curiosidad que pueda cuál es la mejor forma de representar la
admirarse en los parques de especies ra- vida agrícola y rural del pasado en el con- 11.Véase The Ark vol. 6,1979, p. 151-157,
ras, sino que espera que sirvan sobre'todo texto de un museo. Tanto los museos de- VOL. 7,1980, p. 335,~01.8,1981,p. 342-348,
VOL 9,1982, p. 167-168.
a los criadores para restituir o introducir dicados a la vida rural que centran su inte- 12. Elartículooriginaldelautor conteníauna
determinadas características genéticas en rés en las tradiciones populares, como los discusión que por razones de espacio no figura
en el presente número, a propósito de las
el ganado vacuno, los cerdos y las ovejas, agrícolas que ponen el acento sobre el preocupaciones expresadas en algunas
criados de manera excesivamente selecti- progreso, la industrialización y el aspecto publicaciones por especialistas que participan en
va y especializada. Los parques son una cientfico de las actividades agropecua- dicho trabajo. Tales preocupaciones son, entre
otras, laalternativa entre un concepto estkico y
especie de zoo/ógico asociado con fre- rias, tienen sus limitaciones. ¿Cuál es la otro vivo, la utilización y consemación de las
cuencia a casas señoriales abiertas al pú- mejor manera de representar e interpretar colecciones en las granjas históricas, además de
blico o a museos agrícolas vivos como Ac- la cultura tradicional y popular? ¿Hasta algunas consideraciones generales sobre la
seguridad. También se hacía referencia a las
ton Scott. La asociación se propone servir dónde puede y debe ir una granja históri- siguientes publicaciones de grupos especializados:
de vínculo entre dichos museos, pero ca en la recreación del pasado? 2 Cuál es la APG News(Oxford), agosto, 1980, anteshiAG
News, abril, 1973-1979; Tratzsactions, hfz~seum
también como agente para las personas función del museo respecto de las técnicas ProfesionaLGro?@,n.' 16, 1981, antes
dedicadas a la cría de ganado menos espe- de investigación que utilizan la arqueolo- Transadom, Il.iureumAsirtmts' Groups, n.' 6,
cializado y más apto que muchas de las ra- gía y la historia experimentales para pre- 1968, n.' 15, 1978. Ladirecdóndelactual
redactor eslasiguiente: Museum of Oxford, St.
zas actuales para la vida en medios dife- servar razas y variedades de cultivos anti- Adlates, Oxford, OX1 1D2, Reinounido. SHCG
rentes. Los ganaderos norteamericanos y guas? ¿Deben ceder los museos agrícolas News(Soda1History Curator's Group), n." 1,
los europeos adquieren los animales para al oportunismo de mostrar el fmal de la Winter, 1982-1983, antes GRShfNezus (Group
forRegional StudiesinMuseums), n.'8, 1980,
introducir en sus rebaños características época de la tracción animal, dada la evi- n."9, 1981. Laredacciónactualeslasiguiente:
que, por ejemplo, los capaciten para so- dente facilidad que ofrece el acopio de CrispinPaine, c/o AMMSSEE, 34Busners Lane,
Kiln Farm, Milton Keynes, MK ss 3HB Reino
brevivir mejor en terrenos de pastos más objetos todavía cercanos en el tiempo y Unido. [Nota ddRedactor].
pobres, con menos necesidad de atención sabiendo de antemano que se cuenta con
veterinaria. La asociación ha creado un el interés del público? En caso afiimativo
banco de genes de especies raras y recolec- ¿hay que utilizar objetos auténticos o re-
ta el semen a partir de una amplia selec- producciones? {Hay que representar épo-
ción de toros. Dispone de un sistema de cas más remotas? iCómo? ¿Tienen que es-
datos computadorizados con el que se forzarse todavía más los museos para
puede vigilar el nivel de endogamia y mostrar la vida de los últimos cuarenta
establecer los programas de cría. años?
Uno de los esfuerzos más importantes ¿Quéhacer respecto al presente y al fu-
146
31
O L D STURBRIDGEVILLAGE,
Massachusetts. La alquería de la granja de
Pliny Freeman hacia 1840.
deben exhibir imitaciones ni coleccionar bién suelen tener animales domésticos. tanto. Son pocas las granjas que han re-
réplicas. Los museos y sitios históricos En cuanto a las plantas, no hace falta gran suelto este problema y por consiguiente la
estiman menoscabante el hecho de pre- desembolso ni habilidad para cultivar al- mayor parte prescinde de los niños, des-
sentar copias, por fieles que ellas sean. gunas hileras de maíz y calabazas. De mo- virtuando el pasado en alguna medida.
Por otra parte, los agricultores no pue- do que casi todas estas granjas se dedican Algunas herramientas y máquinas no
den utilizar verdaderos útiles y herra- a la cría de animales y aves de corral y cul- pueden reproducirse sin incurrir en enor-
mientas antiguos, ya que el uso los tivan una parcela de maíz, que fue el mes gastos. De vez en cuando hemos te-
destruiría, tal como ocurre con los galpo- sustento de casi todos los pioneros en esta nido que hacer refundir y tornear algunas
nes, cercos, dependencias e incluso con parte del continente. piezas de repuesto de una maquinaria y el
los caminos y senderos. Un sendero desti- A todo esto, las granjas tienen que con- precio ha sido exorbitante, de modo que
nado originalmente al uso de una familia seguir trabajadores que sepan manejar los tenemos idea de lo que cuesta fabricar ré-
se convierte en una ofensa para la vista y el antiguos útiles y herramientas. La mayo- plicas sencillas.
medio ambiente una vez recorrido por se- ría de los que dominaban esas técnicas Se pensó que la solución consistiría en
senta mil personas en tres meses, y la solu- están demasiado viejos para trabajar re- presentar un periodo anterior a la intro-
ción no consiste en limitar las visitas por- gularmente. Si bien el conocimiento pue- ducción de maquinaria y así se ha retroce-
que estos establecimientos no pueden de transmitirse, los jóvenes se resisten a dido en el tiempo hasta la época anterior
prescindir del producto de las entradas. hacer las cosas con esfuerzo. De hecho, a los tractores y cosechadoras. El resultado
De lo anterior se desprende que las ¿por qué aserrar a mano cuando con una ha sido la agrupación de las granjas en
granjas históricas vivas deben recurrir a las sierra eléctrica se logra el mismo resultado torno a 1850, o un poco antes en el nor-
réplicas. Los galpones deben fortalecerse con mayor rapidez y facilidad? Los traba- este. En el sur, se tiende a agruparlas al-
estructuralmente (pero no de manera ob- jadores más jóvenes no usarán las anti- rededor de 1870, a fin de evitar el periodo
via) para evitar accidentes; los cercos de- guas técnicas, a menos que se les compen- de la esclavitud. Por lo demás, en todas
ben repararse con cierta periodicidad; en se con sueldos relativamente altos y todo partes se prefiere el periodo de los pione-
poco tiempo es preciso cubrir los senderos esto, obvio es decirlo, hace que los gastos ros, en parte porque la nostalgia es mayor
y caminos de un revestimiento duro, aun- aumenten. y, sobre todo, porque esos agricultores
que históricamente correspondería que Si, como suele ocurrir, se encuentra un rara vez tenían maquinaria adelantada.
fueran de polvo o grava. Tales modifica- viejo granjero experimentado y capaz de Algunas granjas tienen gran cantidad
ciones pueden explicarse a los visitantes, trabajar, no debe recurrirse en 'exceso a de maquinaria. Es posible que un
que parecen comprender. sus servicios ya que se correría el riesgo de coleccionista haya reunido diez o más
Así pues, las mansiones, museos y al- falsear la realidad, puesto que en la ma- tractores Fordson, por ejemplo, que pue-
deas se resisten a gastar dinero en activi- yor parte de las antiguas granjas trabaja- den alternarse en el uso. Un tractor dura
dades agrícolas. En última instancia, si la ban adultos jóvenes y también niños. En mucho tiempo si se lo cuida debidamen-
mansión necesita que se renueve el teja- casi todos los estados y provincias de los te, pero supone un elevado gasto de man-
do, la aldea requiere un nuevo prado y el Estados Unidos la legislación laboral esti- tenimiento. Muchas personas se las arre-
museo necesita pinara, la granja puede pula que los niños sólo pueden trabajar glan para mantener un tractor antiguo, in-
esperar hasta que se hayan atendido los en las granjas durante el periodo no esco- cluso dos, como pasatiempo, pero utili-
gastos más urgentes. También en este lar. Generalmente la ley obliga también a zan las máquinas sólo de vez en cuando.
caso suelen obtenerse donaciones y subsi- que por lo menos uno de los padres tra- Para las granjas históricas mantener la
dios para un proyecto especial, de carácter baje con él. Evidentemente, exige pa- maquinaria en uso regular supone un
limitado, como reparar un tejado, y de ser ciencia y dinero encontrar jóvenes adultos gasto que deben evitar, por lo tanto con-
así el dinero liberado puede utilizarse dispuistos a trabajar en una granja de centran sus esfuerzos en el periodo com-
para las actividades agrícolas, como ha este tipo, cuyos hijos puedan hacer otro prendido entre 1850 y 1870.
ocurrido alguna vez.
Cuando forman parte de un complejo,
las explotaciones agrícolas no perciben los
derechos de entrada separadamente y, en
consecuencia, no pueden atestiguar me-
diante esos ingresos el interés que han
despertado. Es probable que la mayor
parte de los visitantes desee principal-
mente ver la granja y sólo de paso los
restos de la antigua aldea, pero la admi-
nistración rara vez puede probarlo.
Si la exactitud histórica no se tiene I
La experiencia indica que, por ventajo- Cienega Village, cerca de Santa Fe, Nue- ta clara y comprensible para los niños y los
sa que sea su ubicación con respecto al trá- vo México, comenzó como una aldea in adultos.
fico de turistas, la gente rara vez visita lo sita, y la explotación agrícola empezó El cometido social de las granjas histó-
que puede ser scido una granja. Para las después. Old Sturbridge Village, en Stur- ricas se ve limitado en cierta medida, por-
granjas históricas independientes, el sis- bridge, Massachusetts, agregó la granja que sólo los museos estáticos pueden
tema escolar constituye una de las pocas de Pliny Freeman sólo al cabo de varios mostrar lo que ha ocurrido en el siglo XX.
-por no decir la única- fuente de ingre- años. Estas cuatro instituciones comen- En cientos de exposiciones que se cele-
sos constantes, aunque tampoco en eso zaron y continuaron como iniciativas pri- bran en los Estados Unidos de América
estribe la solución. No es corriente que vadas, a pesar de que todas ellas han reci- todos los años,l principalmente en la
una única granja pueda recibir varios con- bido, de vez en cuando, pequeños subsi- época de la cosecha, los coleccionistas pri-
tingentes de niños de diez aiios de edad; dios gubernamentales con destino a pro- vados exhiben antigua maquinaria agrí-
el gasto que representa atender a los esco- gramas determinados. En Upper Canada cola y es entonces cuando los entusiastas
lares en los Estados Unidos puede fácil- Village, Morrisburg, Ontario, la aldea y pueden hacerlas funcionar por un corto
mente sobrepasar el de los ingresos deri- la granja comenzaron juntas bajo los tiempo. En este campo no es fácil deter-
vados de la empresa. auspicios de la provincia de Ontario. De minar las fechas, por lo general muy im-
En consecuencia, es preciso ofrecer algo las cinco granjas históricas mejor organi- precisas, y sólo un experto puede decir si
más a fm de atraer a los adultos y, ade- zadas que existen en América del Norte, una máquina apareció originalmente en
más, estar en condiciones de dispersar a sólo una está bajo control guberna- 1900, en 1930 o en 1950. De todos mo-
los niños. La mayor parte de las granjas mental. dos, tales exposiciones cumplen el pro-
que funcionan satisfactoriamente han pa- A menos que la interpretación esté pósito de fomentar la conservación de esa
sado a ser apéndices de mansiones o al- muy bien concebida y ejecutada, los visi- maquinaria, que eventualmente puede
deas históricas y de hecho muchas veces la tantes pueden recibir la impresión de que terminar en un museo.
idea fue posterior. En tal caso, es proba- muchos de los agricultores del pasado vi- En el curso de la historia, la importan-
ble que la mansión o la aldea no tenga su- vían en casas solariegas, en tanto que cia de una época o una era depende de los
ficiente tierra para la granja y que a ésta se otros habitaban en cabañas de troncos y sucesos ocurridos y no de su duración en
le asignen pequeñas parcelas o jardines chozas destartaladas, o de que el propie- el tiempo. En los Estados Unidos de
donde se reproduzcan fielmente las cir- tario de la gran casa no se dedicaba a las América, los adelantos en materia de
cunstancias históricas, pero no la escala tareas agrícolas ni a ninguna otra ocupa- agricultura se vienen sucediendo con ve-
original. Algunas veces como en Old ción. Así pues, puede darse una visión locidad vertiginosa desde 1940. Y sin em-
Sturbridge Village, se reúnen ambas con- desvirtuada del pasado, si no invariable- bargo, es precisamente este periodo el que
diciones. mente, por lo menos con suficiente fre- no pueden ilustrar las granjas históricas.
Al parecer, entonces, la cercanía de al- cuencia como para preocupar a los histo- Otra cosa es el futuro. Es posible que,
deas o mansiones es esencial para que riadores. tras haber superado situaciones difíciles,
estas granjas resulten viables. Hay excep- A pesar de todos los problemas y difi- las granjas históricas entren en una nueva
ciones, como la National Colonial Farm cultades, cuando estas granjas funcionan etapa que abarque, {por qué no?, el siglo
de Accokeek, Maryland, pero son conta- lo hacen muy bien y permiten a la gente XX. Todo lo que se necesita para ello es
das. Las granjas históricas vivas de Des de la ciudad darse una idea de las tareas dinero.
Moines, Iowa, se iniciaron simplemente agrícolas y la vida en el campo, así como [ Tradvcido del ing(ej]
como tales y funcionaron bastante bien; de las diferencias y analogías entre regio-
más tarde se agregó al proyecto una aldea, nes. La mayoría de las veces se determi-
1. Véase GeraldLestz, Steama?zdgasshow
pero tal vez no habría sido necesario por nan los periodos cronológicos dentro de directory, Lancaster, Pennsylvania (publicación
lo que hace a la afluencia de público. Old lííites razonables y la presentación resul- anual).
33
La recolección del heno hacia 1800 en la
granjade Pliny Freeman.
34
UPPERCANADAVILLAGE,Morrisburg,
Ontario. La trilla (1870-1900).
150
Arno1 Liihning Pocos son los museos cuyas colecciones lecciones de utensilios que se han for-
están dedicadas exclusivamente a la agri- mado desde entonces en los museos de
Nació en 1923 en Münster, Westfalia (República
Federal de Alemania). Doctor en folklore, historia cultura. Aun dentro de la Asociación In- tradiciones y culturas populares se puede
y arqueología de la Universidad de Gotinga. De ternacional de Museos de Agricultura atribuir directa o indirectamente a la in-
1952 a 1957 fue investigador y director técnico de la (AIMA), representanunaminoría. Mucho fluencia escandinava.
United States Forest-Products Industry. Desde 1958 más numerosos en cambio son aquellos,
está encargado de formar y administrar la colección
de aperos tradicionales del Museo Estatal de
grandes o pequeiios, que además de sus La coZecnbn de aperos
Schleswig-Holstein. Es autor de numerosas publica- colecciones de historia de la cultura y de tradìcìonaZes deZMuseo EstataZde
ciones sobre herramientas agrícolas y de una investi- folklore tienen secciones dedicadas a la vi- SchZeswig-Holstein
gación sobre construcciones y actividades museoló- da y las labores del campo. Por lo general
gicas. Fue miembro de 1972 a 1983 del Consejo de
no se limitan a las tareas agrícolas sino La colección de utensilios tradicionales
Administración de la Asociación de Museos Alema-
nes. Desde 1976 es miembro de la Presidencia de la que abarcan otros aspectos de la vida y del del Museo Estatal de Schleswig-Holstein
AIMA. Es segundo presidente de la Sociedad Ale- trabajo rurales, como los oficios y artesa- que presentamos más adelante, típico de-
mana de Folklore y conservador principal del Museo nias, la pesca, la silvicultura, etc. partamento de agricultura de un gran
Estatal de Schleswig-Holstein, Castillo de Gottod Los museos más generales, tanto los de museo regional, está inspirada en las de
(Schleswig).
historia de la cultura como los museos de sus vecinos nórdicos. Este museo regional
arte, tardaron mucho tiempo en reconocer consiste en una colección estatal que se
que no sólo los tesoros artísticos o raros formó en 1875 en Kiel, pero como su edi-
podían interesar al público sino también ficio fue destruido al final de la guerra, en
los objetos comunes y corrientes. Cuando 1948 debió ser trasladado, junto con el
se les estimaba dignos de cierta atención Museo Estatal de Prehistoria y Protohisto-
era para considerarlos, a veces con cierto ria (véase Mzsezm, vol. XII, n . O 3 ) y con
menosprecio, como material apropiado los Archivos del Estado, al que fuera
para los museos locales que surgieron ha- castillo de los duques de Schleswig-
cia 1870. Pero los objetos que empezaron Holstein en Gottorf, Schleswig, que ha-
a coleccionarse así en este nuevo tipo de bía servido de cuartel durante casi un si-
museo fueron escogidos casi siempre por glo. Hasta ese momento las colecciones del
obra del azar y no por su representativi- Museo Estatal estaban exclusivamente
dad. Los nuevos museos locales no esta- formadas por material vinculado con la
ban en condiciones, ni en la teoría ni en la historia del arte y la cultura y con el arte
práctica, de recoger y documentar siste- popular. Las actividades cotidianas de
máticamente los objetos relacionados con agricultores, artesanos y amas de casa no
la vida diaria rural. se consideraban todavía dignas de inte-
La idea del museo al aire libre (ya trata- rés. A partir de la década de 1950 cambió
da en otros artículos) condujo de manera la situación cuando el entonces director,
natural a un cambio de actitud. El trasla- profesor Ernest Schlee, por sugerencia del
do del mobiliario de las casas a los museos Nordiska Museet de Estocolmo, compiló
al aire libre no sólo presupone un conoci- un “inventario sistemático de los aperos
miento minucioso de las formas subregio- tradicionales” de Schleswig-Holstein en
nales de la cultura sino de toda la diversi- la era preindustrial. Con este “inventario
dad de las tareas rurales, que hoy se han de tradiciones populares de provincia” no
convertido en tema de las investigaciones se trataba sólo de reunir la documenta-
sistemáticas in sita y del acopio selectivo ción visual y escrita sobre el trabajo y la vi-
de materiales para los museos. Al princi- da en el campo. La colección de imple-
pio la investigación estaba dominada fa- mentos y productos que habían de
talmente por criterios descriptivos, pero ilustrar las labores de los agricultores, ar-
posteriormente se incorporaron los aspec- tesanos, amas de casa, pescadores y otros
tos tecnológicos y funcionales en relación oficios y profesiones, estuvo asociada des-
con la historia económica y social, lo cual de el principio al inventario.
despertó un interés mucho más amplio. Aunque &te se compiló con recursos
Los nombres de muchos etnólogos y ex- económicos y humanos más que mo-
pertos de museos escandinavos se asocian destos durante sus casi treinta años de vi-
a esta empresa que se ha convertido en da, se vio de inmediato que los resultados
modelo de la actividad museográfica en del trabajo y sus posibilidades de uso
muchos países. La mayor parte de las co- científico y museológico eran tan vastos y
Las colecciones de agrzcultura de un museo regional 151
tan variados que ya en la década de 1960 ciado más allá de los límites regionales.
se pudo empezar a planear una muestra La sala siguiente está dedicada al traba-
permanente para que el público conocie- jo en la casa, la cocina y la lechería. La
ra esas colecciones en constante creci- producción de lácteos reviste particular
miento. Como sala de exposición se dis- importancia puesto que en el siglo XVII
puso de uno de los antiguos establos era ya uno de los elementos esenciales de
construidos en la isla hacia 1850, cuando las actividades agrícolas, tanto en las tie-
el Castillo de Gottorfse convirtió en cuar- rras pantanosas de la costa oeste como en
tel. El edificio, formado por una sección los vastos estados agrícolas del este de
central y dos alas, proporcionó una super- Holstein.
ficie de exposición de 2.000 m2 aproxima- En la cuarta sala se expone actualmente
damente. Después de renovarse por com- una pequeña selección de vehículos cam-
pleto, la primera sección de la colección pesinos: carretas, trineos y algunas má-
de aperos tradicionales se inauguró en quinas como una trilladora de vapor. Se
1972 como un nuevo departamento del muestran también las características téc-
Museo Estatal. nicas de los diferentes tipos de vehículos y
Actualmente, en dos salas de 350 m2 el transporte rural en general.
cada una, se presentan las labores de co- La última sala está dedicada a la pesca
rral y de campo, haciendo hincapié en al- en la aldea de pescadores de Gothmund.
gunas Características que se derivaron de En una superficie de 350 mz se presenta el
las variaciones en las estructuras agrope- equipo completo de un pescador: su bote 35
cuarias de Schleswig-Holstein. Los ape- y todo el material de pesca, además del SCHLESWIGHOLSTEINISCHES LANDES
ros, clasificados por temas en veintisiete necesario para hacer las redes y comercia- MUSEUM, Schleswig, RepúblicaFederalde
lizar el pescado. Realzan el interés de la Alemania. La colección de aperos
grupos, se seleccionaron tratando de tradicionalesdel Museo Estatal de Schleswig-
ilustrar los progresos tecnológicos y sobre exposición más de cuarenta dibujos y Holstein está instalada en un antiguo establo
todo la evolución a través de la historia. acuarelas con temas de Gothmund. La de alrededor de 1850. Equipo de un
Así, en la medida de lo posible, figuraron autenticidad de estos testimonios artísti- pescador de la aldea de Gothmund, cerca de
en la exposición las primeras máquinas cos de la aldea y de las actividades de sus Lübeck. En primerplano, una barca de
pesca. La red, las nasas de mimbre, las cañas
que sustituyeron a los viejos aperos accio- pescadores queda demostrada por los ob- y demás materialesdan una idea de la
nados a mano o por tracción animal como jetos presentados, idénticos a los que apa- variedad de métodos de pesca, que
prototipos de un proceso de desarrollo ini- recen en los dibujos y pinturas. cambiaban con las estaciones.
:
152 ArTzolLÜhrzing
36 37
Carrode bomberos de 1593y trilladora Instrumentosagrícolas utilizados en diversas
móvil de 1911. La introducción de unidades ' actividades.En el centro, un molino tirado
energéticasmóviles para remolcar las grandes por un caballo. Esta máquina está aún en
trilladoras cambiónotablemente la funcionamientoy puede ser accionada con
estructura del trabajo y lasociedadrural. electricidad.
Aún no se ha terminado de organizar la "el trabajo en el campo". Por las mismas le pudieran comparar. Desde entonces se
colección de utensilios. Por el momento razones, la presentación escrita, visual y han tomado medidas inspiradas en obje-
la falta de espacio hace que sólo se expon- sonora, así como la interpretación de las tivos similares con resultados análogos,
gan temporalmente ciertos grupos de ob- colecciones expuestas, deben referirse al sobre todo en el noroeste del país, pero
jetos o que no se muestren, como ocurre contexto de la historia general de la cultu- también, esporádicamente, en el sur.
con los productos textiles, que constitu- ra, aunque sólo se limiten al periodo al Esto ha contribuido sin duda a que el pú-
yen una actividad típicamente femenina. que pertenecen los objetos, por ejemplo, blico en general se interese hoy mucho
El amplio campo de las artesanías y de los la era preindustrial desde el siglo xvm más que hace veinte años por los aperos
oficios rurales, que en la actualidad com- hasta comienzos del ILX. La transición ha- agrícolas y domésticos. Esto se ve sobre to-
prende cuarenta interiores de talleres y cia la maquinaria y el equipo industrial do en el hecho de que a partir de ese mo-
tiendas, está representado por un solo venidos de fuera de la región, al igual que mento se han ampliado considerable-
ejemplo: el interior de una farmacia al- la aparición de las técnicas agrícolas del mente las colecciones de herramientas de
deana de 1896. siglo XX, sólo pueden entenderse si for- agricultores y artesanos en numerosos
Gracias al acopio intensivo y sistemáti- man parte de una colección de aperos tra- museos locales y que muchos de ellos, de
co de objetos y documentación, en ape- dicionales. Es éSta una materia que debe creación reciente, están dedicados sobre
nas treinta años se ha creado en Schleswig quedar reservada a los museos especiali- todo a estos materiales. Por último es
una de las más vastas y variadas coleccio- zados que poseen el equipo técnico ade- igualmente importante señalar el nuevo
nes existentes en la República Federal de cuado. Actualmente se esta creando en interés por los trabajos del campo que en
Alemania sobre el tema del trabajo cam- Schleswig-Holstein un gran museo de los últimos años se ha reflejado en varias
pesino, aunque por el momento está técnicas agrícolas del siglo XX, cuya colec- publicaciones científkas de prestigio
guardada en los depósitos. Al mismo ción de herramientas seguirá la historia que, en gran medida, se apoyan en el ma-
tiempo va quedando cada vez más claro de los avíos rurales hasta nuestros días. terial secundario de las colecciones recien-
que, como dijimos antes, las labores agrí- Cuando el Museo Estatal inició en 1953 temente adquiridas por los museos.
colas y de granja son uno de los muchos la preparación del inventario de tradicio-
aspectos de la historia de la cultura y de nes populares provinciales, aún no se ha-
las tradiciones populares que el museo bían adoptado en ningún lugar de Ale-
debe mostrar al público bajo el rubro de mania otras iniciativas regionales que se
153
39
ZEMBDBLSKÉ MUSEUM,Katina. La
evolución del arado.
Zdenëk Kutelvas'er
41
ZEMBDËLSKÉ MUSEUM,Ohrada.
Piscicultura.
ción de 1.200 m2. La planta baja está de- contemporánea, que es una de las tareas tervalos regulares podrá hacerse una inte-
dicada a la viticultura y el primer piso a la más importantes del museo actual. resante comparación entre el desarrollo
explotación hortícola, el cultivo de horta- de dichas empresas, incluyendo las de di-
lizas y los parques y jardines de recreo de Laborfutura ferentes sectores, y podrán evaluarse las
Bohemia y Moravia. En el segundo piso diversas etapas de desarrollo. Otra aplica-
hay exposiciones sobre la administración Por las razones ya expuestas en anteriores ción de esta documentación obligatoria
cinegética, con la historia de la caza y la artículos de este número, es obvio que ha- será la de elaborar series sobre el desa-
zoología a ella asociada. El museo organi- ce falta prestar cada vez más atención a la rrollo de las máquinas y los equipos uti-
za todos los años destacadas exposiciones documentación del desarrollo agrícola lizados en los distintos sectores de pro-
de las flores que cultiva. Estas se presen- moderno. Aparte de los efectos de la re- ducción. Gracias a este método, no sólo se
tan artísticamente en floreros de cristal y volución científico-técnica general, los puede obtener una descripción de los ob-
cerámica construidos por artistas sobresa- hechos acaecidos en nuestro país desde jetos incluidos en la serie correspondiente
lientes. La exposición se completa con ta- 1948 y, sobre todo, el paso de la empresa sino que, comparándolos con los objetos
pices y otros objetos de arte. privada al sistema de producción agrícola del museo y con los de otros museos espe-
Con el fin de lograr un mayor aprove- socialista a gran escala, han modificado cializados, puede saberse también qué
chamiento de nuestras colecciones, se radicalmente los métodos de gestión y el máquinas o equipos no han sido docu-
busca la oportunidad de cooperar con nivel de vida de la población rural. mentados todavía. Por iíltimo, y no es
otras entidades. Y así, el Instituto de In- En la labor de documentación, nos han esto lo menos importante, esa llamada se-
vestigaciones Agrícolas de Praga nos ha ayudado enormemente las disposiciones rie de desarrollo servira para publicar atlas
ayudado a montar la exposición Tradicio- adoptadas por el gobierno en 1980, según detallados de las máquinas y los equipos
nes de las te'cnicas agkolas, con las las cuales todas las empresas e instituuo- de que se trate.
máquinas que han favorecido la gran ca- nes han de realizar la documentación ma- Para ampliar aún más la base del estu-
pacidad de producción socialista (loco- terial de su propio desarrollo. Se designó dio sobre la historia de las empresas
móviles, tractores, máquinas autopropul- al Museo de Agricultura como centro de agroindustriales, se formó una subcomi-
sadas, etc.). En el Castillo de Kupafovice, almacenamiento de esa documentación sión dentro de nuestra comisión de histo-
al sur de Moravia, en cooperación con una en lo que se refiere a la agricultura, la in- ria, con cuya ayuda pensamos recoger la
granja cooperativa se organizó con éxito dustria alimentaria y la explotación fo- información inédita. Los métodos de do-
una exposición sobre la evolución de las restal. En este sentido, el museo coopera cumentación contemporánea y el acopio
granjas desde el siglo XVIII. Asimismo, con la Comisión Central de Documenta- de documentos de especialistas de expe-
se montó una exposición titulada Trua% ción Contemporánea del Ministerio de riencia nos ayudarán a obtener resultados
cìón de la apìcultzlra checa en coopera- Agricultura para dar cumplimiento a lo más completos que los que podríamos lo-
ción con la Unión Checa de Apicultores. dispuesto por el gobierno. Entre otras ta- grar por nuestros propios medios.
Aun cuando estas exposiciones sólo reci- reas realizadas a tal efecto, ha preparado Tal es nuestra concepción del Museo de
ben un limitado número de visitantes, no una metodología para la documentación Agricultura y tales son los objetivos que
dejan de ser de interés para nuestros mu- contemporánea de agricultura que ha de nos hemos fijado para los próximos años.
seos, pues amplían y extienden las activi- servir a otros museos, así como una meto- De acuerdo con ellos, en 1991, al conme-
dades más allá de los propios objetos ex- dología proyectada para documentar de morarse su centenario, habrá alcanzado el
puestos y proporcionan un muy vasto modo sistemático el desarrollo tecnológi- grado de excelencia que verdaderamente
espacio de almacenamiento y presenta- co de las empresas agroindustriales. Cote- corresponde a sus largas tradiciones.
ción. Además, aportan documentación jando esa documentación recogida a in- [ Trudzlcido del ingle3J
156
42
Fiesta folklórica de Arèches (Saboya), agosto
de 1978. Carro de limpieza y selección del
trigo. El afán de reconstituir, de hacer como
en los “viejostiempos”,llegaaveces al
absurdo cuando, como en este caso, se hace
pasar por el aventador la mismísima paja.
No hay en Francia ningún gran museo Con todo, no es sino al iniciarse los que sorprendente y que, como se verá,
dedicado enteramente al estudio y la ex- años treinta, coincidiendo con el fuerte no deja de estar relacionado con nuestros
posición de la agricultura, es decir que se movimiento regionalista que se observa museos y colecciones.
ocupe exclusivamente, en todos sus en Francia y con el decidido interés que
aspectos, de las prácticas técnicas, econó- se manifiesta por el mundo campesino y Ceremonia en eZ idtar de un
micas y sociales que permiten la produc- rural en rápida transformación, que los pasado recreado
ción vegetal y animal. No obstante, y objetos del trabajo agrícola empiezan a
aunque es de desear la creación de seme- ocupar un lugar importante en las colec- Nos referimos a la corriente que, resta-
jante museo, justo es reconocer que des- ciones de los pequeños museos locales y bleciendo en cierto modo la voluntad de
de hace cerca de un siglo la agricultura y, regionales que por entonces se crean en evocar y sugerir en vez de demostrar que
en términos más generales, las activida- gran número, sobre todo por impulso tenían los responsables de los primeros
des productivas rurales, tienen un lugar del recién inaugurado Musée National museos de folklore, implica la organiza-
prominente en los museos y se hallan ha- des Arts et Traditions Populaires y de su ción de fiestas en las que objetos y prácti-
bitualmente bien representadas en las fundador Georges Henri Rivière. Es tam- cas de la cultura y la sociedad tradicio-
colecciones regionales y nacionales de et- bién la época en que se conciben y orga- nales se presentan escenificando la vida
nografía y de historia. nizan colecciones y museos especialmen- rural y campesina, concepción sensible-
Los esfuerzos de los agrónomos france-, te dedicados a ciertas actividades agríco- mente alejada de los criterios de la museo-
ses del siglo XIX por constituir coleccio- las, como la viticultura y la vinifcación logia antropológica contemporánea.
nes de aperos y máquinas destinadas al en el Musée du Vin de Borgoña instalado Estas manifestaciones, que en su for-
Musée National d’Histoire Naturelle y al en Beaune alrededor de 1938. ma actual datan de poco más de quince
Conservatoire National des Arts et Mé- En la museografía de estas presenta- años, se realizan como parte de las fiestas
tiers apenas resistieron, sin duda, a los ciones el concepto de “reconstitución folklóricas que se desarrollaron en Fran-
avatares de la historia de estas institucio- histórica”, caro a los primeros conserva- cia en el periodo de entreguerras. En la
nes, y si hoy se mencionan es, sobre dores de los museos etnográfkos o “fol- mayoría de los casos se trataba de fiestas
todo, como ejemplo del gran rigor klóricos”, da lugar paulatinamente a la del traje, durante las cuales se exhibían
cientaco que animaba a esos eruditos. idea de reunir los objetos y confrontarlos vestidos femeninos regionales en toda su
Sea como fuere, los conservadores de los dentro de series tipológicas o de secuen- variedad y riqueza, que eran la expresión
incipientes museos de etnografía france- cias funcionales o evolutivas. Es esta mu- de una corriente regionalista que estaba
sa muy pronto prestaron interés (desi- seología resueltamente pedagógica, que más o menos de moda en aquel momen-
gual pero no menos real) a las colecciones se desarrolla y aplica luego en las galerías to. Pero los temas que cubren hoy estas
rurales y agrícolas. Así, ya en 1887 la sala y vitrinas consagradas a la agricultura en fiestas folklóricas son mucho más varia-
dedicada a Francia en el Museo de Etno- el Musée National des Arts et Traditions dos, pues sus organizadores contemporá-
grafía de la Place du Trocadéro presenta- la que sirve de modelo para neos han adoptado el objetivo de ofrecer
ba numerosos utensilios agrícolas, la la presentación de colecciones agrícolas al público “una imagen de la vida cam-
mayoría de los cuales serían reunidos en de los grandes museos regionales de la pesina de antaño”, o bien de “reconsti-
el Museo Retrospectivo de Agricultura Francia actual. tuir escenas de los viejos tiempos”.
con motivo de la Exposición Universal de Mas que insistir en esta historia del En estas reconstituciones “evocativas”
1900.l Por otra parte, los grandes mu- surgimiento de una museografía del
1. hfuseé re3rospectifdu groupe VI1
seos regionales que se crean en esos íílti- mundo rural, de la que no hemos hecho -Agnèuhre- à I’fipositìon UniverJelLe
mos años del siglo XIX (Muséon Arla- sino apuntar algunas etapas, quisiera es- IBtematioBa¿e dt?1900 à Paris, informe de Jules
ten, Musée Alsacien, etc.) tienen en bozar aquí un breve análisis de un fenó- Sain, Park. sin fecha, 140 p.
2. G. H, Rivière y J. Cuisenier, “Le Musée
cuenta en buena medida estos materia- meno que, desde hace varios años, viene National des Arts et Traditions Populaires,
les en su colección y en su presentación. cobrando en Francia una magnitud más Paris”, Museum, n.“ 3, 1972, p. 181-184.
Las fiestas de la t d l a y la creaciótz de una imaeen ddtrabaio agrícola en Francia 157
ropas de faena y la gorra y el pañuelo al- no que deja de ser marginal para conver- de nerviosidad en el esfuerzo, y en un
rededor del cuello para mostrar a todos tirse en uno de los muchos sitios donde clima de amistad que tal vez ya no volve-
los jóvenes reunidos lo que fue su vida y se establece la relación de nuestros con- remos a encontrar” .*
su trabajo. Con un ardor digno de verse, temporáneos con su historia, con una Estos festivales rurales constituyen,
reprodujeron instantáneamente y sin cierta visión de la historia. Y al observar- pues, una apología del pasado, de un
esfuerzo los recobrados gestos de los las, bien podemos preguntarnos qué lu- tiempo ido y añorado, razonamiento
tiempos de antes, los de la cosechadora- gar ocupan en el proceso de formación que participa del gran mito bucólico
trilladora-todo-comprendido, los de an- de una imagen falsamente etnográfka contemporáneo. Un estudio efectuado
tes de la soledad del campesino de hoy, del mundo rural “de antaño”. fundándose en la observación de las
encaramado y aislado en sus máquinas Hay que señalar, en primer lugar, la fiestas folklóricas organizadas en el vera-
tentaculares. Pues es también eso lo que regularidad con que vuelven los temas no en las aldeas de los Alpes franceses re-
quisieron transmitir estos rejuvenecidos tratados, seleccionados espontáneamen- veló que, en su gran mayoría, los organi-
hijos de la tierra. Esa solidaridad, ese te por su particular poder de sugestión, zadores de estas fiestas se concentraban
ambiente de fiesta y alegría que eran la que varían en un grado sorprendente- en tres temas recurrentes: preparación y
cosecha y la trilla.” mente ínfimo en áreas regionales o nacio- consumo colectivo de platos propios de
De lo que aquí se trata es, como se ve, nales muy extensas. Tal es, por ejem- la tradición culinaria local, presentación
no sólo de acopiar y conservar los testi- plo, el caso del citado tema de la fiesta de antiguos trajes femeninos, y presenta-
monios de las tareas agrícolas -la trilla de la trilla: al margen del interés técnico ción de “viejos oficios” o representación
en este caso- en una cierta época y en que ofrece la reconstitución, ensombre- de escenas inspiradas en la “vida aldea-
un contexto económico, técnico y social cida a veces por anacronismos cuando na” .5
determinado, sino también y sobre todo por razones estéticas se juntan la siega Esta recurrencia constante de unos po-
de organizar una ceremonia en la cual los con la hoz y el uso de la trilladora mecá- cos temas en las fiestas estudiadas ha
participantes rinden culto en el altar de nica, su éxito obedece, al parecer, a su llevado a formular la hipótesis de la
un pasado reinventado, que habría que capacidad de evocar los momentos de so- existencia de un sistema de representa-
calificar de rústico más que de rural o ciabilidad intensa que caracterizaban la ción de la sociedad y de la cultura cam-
agrícola. trilla, como nos lo recuerdan las múlti- pesina, sencillo y relativamente constan-
ples referencias que hacen los textos so- te en su forma, una de cuyas expresiones
La imagen etnogrkfica de bre la vida rural y el folklore al tema de consistiría en las demostraciones de este
da vida ruraz la trilladora, “que congregaba en agosto,
en todas las granjas, a familiares y 4. “La dernière batteuse”, Folklore de France,
Verdaderos “museos extramuros” donde amigos, en torno a viejas ‘Merlíí’ ru- n.’ 5, 1975, p. 16.
5. G.Collomb, “Parler folklore. Les fêtes au
hombres y cosas se ofrecen a la vista, gientes, en una gran gloria de polvo, de village en Savoie”, Cahiers intemationauxde
estas fiestas representan hoy un fenóme- sudor y de fatiga, pero también de gozo, sociologie, vol. IXVIII, 1980, p. 83-93.
Las primeras “fiestas de la trilla a la antigua” hacen su apari- mista en actividades puramente turísticas y remuneradoras, y
ción en Francia alrededor de 1970. Al cabo de unos pocos años para el sociólogo (como atinadamente señala Gérard Collomb)
su éxito ha superado los cálculos más optimistas. Su número en la representación que hacen los campesinos de una imagen
aumentó de manera tan espectacular que si pudieran contarse de sí mismos más o menos acorde con los estereotipos ciudada-
habría que hacerlo por centenas. Algunos departamentos llegan nos de los espectadores. Pero sería erróneo no ver más que eso
a presentar veinte o treinta por temporada, y a veces más. Se en las fiestas de la trilla a la antigua. También son la ocasión de
trata de verdaderas representaciones, realizadas por equipos re- exhibir, y para eso reparar, a veces restaurar o al menos no
gulares que todos los domingos recorren las principales locali- destruir, materiales a menudo raros y en ocasiones de un inre-
dades de la región. Puede decirse que son verdaderas empresas rés excepcional. El historiador de la técnica puede así descubrir
de trilla a la antigua, dirigidas con frecuencia por antiguos con- máquinas, herramientas, prácticas y gestos que creía desapare-
tratistas que sacan a relucir en tales ocasiones el material que ya cidos o que no habría podido encontrar sin largas y costosas in-
no utilizaban desde hacía treinta años, pero que habían, sin vestigaciones. Es más, al dar al más amplio público la oportu-
embargo, conservado por casualidad. . . o “por si acaso”. nidad de manifestar todo su interés por las técnicas antiguas,
Al mismo tiempo, las escenas representadas se han diversifi- las fiestas de la trilla han contribuido a renovar en Francia el
cado considerablemente. El centro de la fiesta es siempre la sector de los museos técnicos, que estaba abandonado (y en
trilladora “grande”, alimentada por diez o doce personas y ac- gran parte todavía lo está) desde la primera guerra mundial.
cionada por el clásico locomóvil. Pero los espectadores pueden Tras algunos años de actividad, varios comités de organización
asistir también a otras escenas agrícolas: trdla con maya1 o con de estas fiestas empezaron a preocuparse por preservar el mate-
otros modelos de trilladoras manuales o movidas por animales, rial abandonado que se les ofrecía aquí y allá. Algunos de ellos
siega con segadora-empacadora o agavilladora (incluso con se han transformado así en asociaciones para la creación o pro-
guadaña), labranza con arado de tiro, etc. Hoy día las fiestas de moción de un museo de agricultura y han realizado en los últi-
la trilla comprenden también escenas artesanales en las que hi- mos diez años una gran labor de acopio, inventario y anima-
landeras, tejedoras, alfareros, almadreñeros, herreros y herra- ción cultural cuya seriedad y valor científko son indudables.
dores se muestran en el ejercicio dk su oficio de antaño en me- Sería injusto olvidarlo precisamente cuando las autoridades pú-
dio de un círculo más o menos nutrido de veraneantes y de má- blicas francesas están empezando a tomar conciencia del interés
quinas fotográfkas. de estas iniciativas.
Es obvio que estas fiestas se han convertido para el econo- François Sigaut, Secretario de la AIMA
I
Las fiestas de la t d ay lu creación de una imagen del trdbajo agrícola en Francia 157
En 1959 se construyó en los suburbios del El museo comprende actualmente tres así como los sistemas ecológicos y los re-
este de Beijing el Centro Nacional de Ex- salas de exposición dedicadas a los recur- sultados obtenidos en la tarea de organi-
posiciones Agrícolas. El proyecto com- sos agrícolas, los productos acuáticos y las zar el país en sectores agrícolas diferen-
prendía doce salas reservadas por una par- ciencias y tecnicas agrarias de la antigua ciados. Las exposiciones de esta sala están
te a objetos de interés general, cultivos y China, respectivamente. divididas en cuatro secciones.
productos especiales y, por otra, a la hor- Condiciones naturales y recursos agri-
ticultura, la agronom’a, la conservación SaZade exposicióív de 170s recursos colas. En esta sección se utilizan medios
del agua y la hidráulica, las técnicas agrí- agrzCcodus visuales para presentar las características
colas, la meteorología, los productos acuá- de las peculiares condiciones naturales
ticos, la cría de ganado, la silvicultura y Ubicada en el edificio principal del mu- del país. Dada la vastedad de su superf-
los útiles y maquinaria de labranza. seo, esta sala sucede a la primitiva sala de Cie, el territorio ofrece una topografia
Los edificios, de estilo y características exposicionesdedicada a objetos de interés muy compleja, con tres niveles de altitud
típicamente nacionales, tienen una su- general del Centro de Exposiciones Agrí- (el más alto al oeste y el más bajo al este) y
perficie total de 28.000 m2. Para facilitar colas. De proporciones imponentes (el te- con una tipología muy diversa, que in-
el acceso de los visitantes sin que se pro- cho es una estructura octogonal maciza de cluye mesetas, colinas onduladas, cuen-
duzcan aglomeraciones y evitar al mismo tres niveles), el edificio está flanqueado cas fluviales, llanuras, montañas, glacia-
tiempo una distancia excesiva entre las sa- por dos galerías cubiertas por un doble res, etc. Las condiciones climáticas y las
las, se las ha repartido en una superficie alero de tejas verdes vidriadas que con- especies vegetales y animales son extre-
de más de 50 ha, agrupadas en cuatro trastan con la piedra blanca de los muros. madamente variadas. Se ha conservado
cuerpos de edificios comunicados por Decorado con bajorrelieves que repre- intacta la flora de lo que, dentro de la
senderos sinuosos bordeados de árboles sentan racimos de uvas, bananas, manza- gran variedad de vegetación y de suelos
y flores. nas y otras frutas, con los parapetos latera- que caracterizan al país, se ha dado en Ila-
En 1983 se fundó en estos locales el les esculpidos con espigas de trigo, copos mar el cinturón tropical de China.
Museo Chino de Agricultura con objeto de algodón y otros motivos agrarios, el Los recursos agrícolas se presentan divi-
de reunir un cierto número de elementos edificio del museo guarda perfecta armo- didos en cuatro keas. La primera ilustra
relacionados con la agricultura de la anti- nía con los objetos expuestos en su inte- las regiones dimáticas de China según
gua China, testimonios de los recursos rior. factores tales como la luz solar, la tempe-
agrícolas del pasado, y materiales ligados En esta sala se exponen cerca de 5.000 ratura y las precipitaciones, en periodos
a los progresos operados recientemente objetos, sin contar las numerosas pintu- normales y en épocas de catástrofes natu-
en el campo de las ciencias agrarias. El ras, grSicos, documentación en video y rales. Los visitantes pueden distinguir las
museo tiene además la función de mejo- maquetas que ilustran las condiciones de diferentes zonas cwaticas del pais, clasi-
rar constantemente la calidad de los pro- la agricultura en China, la diversidad y ficadas según variaciones de temperatura
ductos expuestos mediante la promoción cantidad de los recursos agrícolas del país de 10 “C y tomando como indicadores la
de trabajos de investigación. y su distribución, utilización y desarrollo, temperatura media del mes más frío, las
depresiones anuales extremas y otros fac- getales originarias del hemisferio norte:
tores. Se puede comprender así cómo los más de 300 familias de plantas de semilla,
diversos tipos climáticos de China son el 2.980 géneros y aproximadamente 300
resultado de la combinación en distinto especies vegetales. Hoy se sabe que en
grado de la luz solar, la temperatura y China existen más de 10.000 especies di-
otros factores que tienen un efecto deter- ferentes de plantas de s e d a útiles.
minante sobre la estructura y los métodos Como el territorio chino comprende
agrícolas, las variedades de cultivos y zonas frías, templadas y tropicales, y co-
especies animales, los sistemas de cultivo, mo en razón de ello las condiciones am-
las técnicas de labranza, el rendimiento y bientales varían considerablemente de
la calidad. una región a otra, se encuentran tipos de
Otra área da una idea de la extensión, bosques muy variados. De las casi 8.000
variedad y peculiaridad de los recursos del especies de árboles que se han registrado,
suelo en China, plantea algunos proble- más de 2.800 son del tipo de tronco recto. Liu Dong Rui
mas actuales e ilustra los progresos alcan- Mas aún, China es uno de los países del
zados mediante la realización de los pro- mundo que posee más especies de plantas Nació en 1939 en China. Trabajó durante largo
yectos de desarrollo de los recursos del sue- madereras (xilófitas); por este motivo se tiempo en el Museo Histórico de China. Es actual-
exponen cortes de algunos de los más ra- mente redactor de la revista de la Asociación de Mu-
lo que se han efectuado desde la funda-
seólogos Chinos e investigador asistente.
ción de la República Popular de China. ros y preciosos árboles nativos, tales como
La utilización racional de las tierras culti- el ginkgo, la metasecoya, el árbol del co-
vables, el desarrollo a gran escala de la re- lombo y el abeto plateado. El ginkgo, la
cuperación de tipo pólder, la conserva- metasecoya y el abeto plateado son espe-
ción del agua y del suelo, el desarrollo de cies de la era paleozoica que no existieron
las regiones montañosas, el mejoramien- fuera de China durante los últimos cien
to de los terrenos arenosos, los estudios millones de años. Esta parte de la exposi-
sobre los suelos y sus recursos y el planea- ción ofrece pues un interés especial para
miento integral de la utilización de la los visitantes, que pueden admirar tam-
tierra son algunos de los temas presenta- bién cortes de otros árboles extraordina-
dos con la ayuda de medios visuales. rios como el zuang tian shu, el árbol ras-
Así, los visitantes aprenden que China cacielos, el más alto de China; el hei
es uno de los países que cuentan con ma- hang tm, el sándalo cetrino, el más
yor diversidad de suelos en el mundo: 64 pesado de China (1 m3 de s u tronco pesa
tipos principales y 123 subtipos. La expo- 1.150 kg); el paolownzh, el árbol más
sición muestra la distribución geográfica, liviano del país (280 kglmj); el wan mu,
junto con la flora y la fauna correspon- el de madera más dura; y el h a n g hang
mu, el de semillas más pequeñas (mil 45
dientes a cada uno, los efectos que tiene Entrada principal del Centro Nacional d e
en los suelos el uso de fertilizantes y el semillas pesan apenas 0,04 g). ExposicionesAgrícolas, sede del Museo
cultivo de cereales, el tratamiento de las Se exhiben también muestras de los Chino d e la Agricultura.
tierras de bajo rendimiento, etc. El mayor
interés de los visitantes se centra en las
muestras de los diferentes tipos de suelos
que se exhiben.
En el área dedicada a los recursos hídri-
cos se indican el volumen y la distribución
de las aguas superficiales, subterráneas y
glaciares. La exposición presenta algunos
de los principales proyectos de ingeniería
hidraúlica y de conservación de los recur-
sos hídricos que se han llevado a cabo en
China, y cómo han ayudado estos proyec-
tos a mejorar la producción agrícola. Se
ilustran también los efectos negativos de
la utilización y el desarrollo irracionales
de los recursos hídricos (tales como la so-
breexplotación de las aguas freáticas y la
contaminación del agua) y las maneras de
prevenir y contrarrestar estos efectos.
En el área dedicada a los recursos ani-
males y vegetales se presentan siete tipos
diferentes de recursos biológicos (vegeta-
les, acuáticos, etc.). El gran número de
ejemplares expuestos permite ver que en
China existen casi todas las variedades ve-
162 Liu Dong Rui
47
Pagodas de arroz.
canismos y principios que deben aplicarse rojo carmín y otros peces de gran tamaño ción y los hábitos de desove de la valiosa
para mejorar los ecosistemas y obtener e importancia económica. Los acuarios carpa del Río Amarillo, del esturión ca-
óprimos resultados. contienen también especies criadas en vi- zón de Heilongjiang (el pez fluvial de
Divisiofzes agrz’olas regionales. Dadas veros, como las distintas variedades de mayor tamaño), del gran esturión chino
la extensión del territorio chino y la diver- carpas (la negra, la verde -que se ali- (una especie rara y muy antigua), del
sidad de sus condiciones naturales, la di- menta de hierbas-, la jaspeada, la co- arenque hilsa, el esturión y el salmón
visión del país en zonas agrícolas según mún, la carasina, la heijing, la hongjing, cham (Oncorhyrzchus Leta). Con el auxi-
criterios científicos se impone como una la de escamas negras, la anchovada y la lio de medios visuales se muestra cómo se
tarea de fundamental importancia para cruzada de manchas plateadas), y espe- crían artificialmente las cuatro especies
racionalizar el uso de los recursos agrarios, cies carnívoras como el lucio, el róbalo, el locales, cómo se crían juntos peces de
adaptar los métodos a las condiciones lo- siluro y el pez mandaría La salamandra familias diferentes, cómo se cultivan las
cales y planificar y orientar la producción gigante que descansa en el fondo del acua- perlas y cómo se crían las truchas arcoiris y
agrícola. Los objetos presentados reflejan rio es un anfibio originario de las aguas las anguilas de río.
de manera general estas divisiones del meridionales de China. Se muestran ram- En el área dedicada a la vida marina se
país, así como los modos de producción bién peces de agua dulce en periodo de presentan alrededor de 200 espec’menes
agrícola, las condiciones naturales y los desove, anguilas, pejeglobos y peces pro- de peces y casi 300 clases de productos de
recursos agrarios existentes. venientes de otros países como la trucha mar ya elaborados (peces, camarones,
La exposición incluye asimismo docu- arcoiris, la carpa dorada y la carasina de cangrejos, moluscos, algas, etc.). Por me-
mentos sobre bases regionales estableci- Osaka, el camarón h o shi zhao y el pez dio de cuadros luminosos y vitrinas se re-
das para el cultivo de cereales, algodón, dao fe;, todos de un colorido tan variado y presentan la ecología del océano y otros
oleaginosos, etc. atrayente que los visitantes gozan enor- aspectos de la vida marítima para dar al
memente del espectáculo, aun desde un visitante una imagen general de la situa-
SUZUde exposicio’ndept.odwos punto de vista estrictamente visual. ción de la industria pesquera de alta mar
acuáticos Además de indicar la distribucion de en China. La presentación destaca las ca-
las distintas especies, las vitrinas de la sala racterísticas distintivas de las especies
Esta sala se ha subdividido para presentar consagrada a los peces de agua dulce sir- oceánicas, tales como la distribución y há-
por separado los peces de mar, los de agua ven de introducción a las principales ca- bitos de desove del gran y pequeño graz-
dulce y las especies fluviales. Las paredes racterísticas de las diferentes cuencas flu- nador amarillo, de la jibia y de la gamba.
exteriores del edificio son de color verde viales, entre ellas la del río Perla, la del En esta sección del museo pueden verse
claro, con un borde pintado a lo largo de Yangtsé-Huai, la del Río Amarillo, la del también distintos tipos de cangrejos y ca-
la base que imita las olas y da la im- Heilongjiang-Liao y de los sistemas del marones, entre ellos varias clases de gam-
presión de que el edificio estuviera flo- Xinjiang y el Tibet. Doscientos ejempla- bas y la langosta abrocatada del Mar de la
tando en el agua. res de peces de agua dulce que represen- China meridional. Ejemplares como el
En las ordenadas fdas de acuarios pue- tan la vida acuática de cada cuenca calamar gigante de 30 kg (conocido como
den observarse 52 especies de peces de fluvial se exhiben aquí con indicaciones “pepino de mar real”), la pequeña balle-
agua dulce, moluscos y anfibios, entre sobre las especies más importantes desde na de 5 toneladas, también llamada ror-
otras las famosas carpas del Río Amarillo, el punto de vista económico y junto a una cual, el inteligente delfii y la tortuga del
el esturión de Sichuan-Zhejiang, el pez documentación que ilustra la distribu- Mar de la China meridional, junto con
.. -
164 LuiDong Rui
48
Exposición de productos regionales en la Sala
de Exposición de los Recursos Agrícolas.
varios tipos de coral de las formas má.s con las ilustraciones que los acompañan existía también una economía agrícola en
fantásticas, constituyen naturalmente permiten imaginar cómo pescaban, caza- pequeña escala, con la familia como uni-
una gran atracción para los visitantes. ban, recolectaban y cultivaban la tierra dad de base. De hecho, este modo de pro-
También se presentan el mejillón púrpu- los primeros pobladores de China, entre ducción prevaleció en China durante dos
ra, elgun daicaiy otros moluscos, se traza diez y cuatro mil años atrás. mil años.
el ciclo vital de varias especies de algas y El área dedicada a la época de las di- La agricultura del periodo que com- ,
puede verse cómo se cultivan las gambd, nastías Xia, Shang y Zhou (sigios XXI al prende desde la dinastía Qin a las di-
las perlas, las algas comestibles, los pepi- VIII A.C.), de la cual se exponen calenda- nastías Norte y Sur (221 A.C.) estuvo cen-
nos de mar, los hipocampos, lq orejas rios y cuadros fenoldgicos, incluye tam- trada sobre todo en el área del Río Ama-
marinas y otras especies. bién herramientas de bronce que de- rillo. En el norte ya se ponían en práctica
. - muestran que en ese periodo la agricultu- bs metodos de cultivo bajo techo.
Sala àe exposicìón de das cìencidsy ra y la cria de animales habfan entrado ya LA exposifión muesira cómo Zhang
técnicas agraria de da ant&ua China en una nueva fase y que fue entonces Qian, emisario de la dinastía Han Occi-
cuando se sentaron las bases de la agricul- dental, se dirigió al oeste para abrir la ruta
La civilización china tiene seis mil años de tura china. Pueden verse también aquí hacia el Asia central, factor históricamen-
antigüedad. A lo largo de los siglos los ilustraciones de las primitivas técnicas de te significativo en el desarrollo de la eco-
chinos han acumulado una gran expe- horticultura y de cultivo de la morera, pe- nomía agropecuaria china. Productos tan
riencia agrícola y desarrollado un comple- ro es indudable que los elementos que valiosos como los pepinos, el ajo, las ce-
jo sistema de ciencias y técnicas agrarias dejan la más viva impresión en el visitante bollas, las habas, los guisantes, las uvas y
que han tenido enorme importancia en la son las bayas de ricino y los carozos de ci- las nueces fueron introducidos en el país
historia del país. ruelas y melocotones de la época de la di- en esta época y los visitantes no dejan de
Los objetos presentados en esta sala se nastía Shang que se descubrieron en interesarse por estos primeros intercam-
dividen en tres grupos. Songcheng (provincia de Hebei), los hue- bios agrícolas entre China y las naciones
Origen y desaroll0 de la agnLultura sos oraculares con inscripciones referidas extranjeras.
chiha. Diversos testimonios arqueológi- al tiempo y a la labranza, y las antiguas Los objetos descubiertos durante las ex-
cos demuestran que hace diez mil años, tallas en piedra que representan a Da Yu, cavaciones (maquetas en cerámica de si-
durante el periodo neolítico, ya se practi- el fundador de la dinastía Xia, en el acto los, alquerías y pozos) dan una idea de la
caba la agricultura en China. Herramkm de dirigir los esfuerzos de su pueblo por vida que llevaban los campesinos de esos
tas como layas de hueso, palas y cuchillos controlar las inundaciones. tiempos remotos. La exposición incluye
de piedra, hoces de concha, morteros y El visitante también se siente atraído testimonios que describen la vida y la
piedras de molino nos dan una idea de la por los objetos de la época que va del obra de Zhao Guo, agrónomo del siglo I
vida que llevaba el hombre primitivo. En periodo de Lus Anales de las Przhaueras y A.C. Se presenta también el célebre Lihro
las vitrinas se exhibe también mijo de los Otoiios al periodo de los Estados Com- de Fan Sheng Zhi,acompañado de datos
ocho mil años de antigüedad desenterra- batientes (771 a 221 A.C.), entre los que sobre su autor, y Lus te’cnicasfundamen-
do en Wu An, en 1a.provinciade Hebei; hay azadas, picos, palas, hoces y otras he- tales de los cultivos agrícolas de Jia Si Xie,
semillas de mijo y colza de seis a siete mil rramientas de hierro forjado. Junto a otro agrónomo que vivió en el siglo VI de
años encontradas en Banpo (cerca de ellos se pueden ver pinturas de los yugos y nuestra era.
Xian, en la provincia de Shaanxi), arroz arreos usados entonces y estacas de bam- Ya en la época de las dinastías Sui,
no descascarillado de siete mil años, cala- bú en las que están inscritas las normas Tang y Song (581-1368) el centro econó-
bazas y huesos de cerdos, ovejas, perros y que en esa época regían la agricultura. mico de China se habia desplazado del
otros animales domésticos exhumados en Numerosos petroglifos permiten supo- área del Río Amarillo al valle del Yang-
Zhe Jiang (Yu Ya0 He Mu Du), junto a ner que ya se practicaban entonces los tsé. La técnica del riego, originada en el
otros interesantes descubrimientos que métodos de cultivo intensivo y que ya sur del país, había sido perfeccionada y el
EIMaseo Chino de A , p k u h m 165
arroz no descascarilladose había converti- primeras plantas de la isla filipina de Lu- tiempo con técnicas que se explican aquí
do en un importante cultivo de base. zón. con el apoyo de numerosos objetos y do-
Con la dinastía Tang llegaron los ade- La tecnología y las ciencias agrarias. cumentos.
lantos en las técnicas de laboreo. La reja China tiene una larga y rica historia en Una presentación independiente sobre
de arado recta fue reemplazada por la cur- tecnología y ciencias agrarias, es lógico la cría de animales y la medicina veterina-
va, con lo cual aumentó enormemente la entonces que una parte de esta sala les ria revela cómo los chinos domesticaron
calidad y la eficiencia. Este periodo está esté dedicada. Por medios visuales se da los animales salvajes y muestra los méto-
marcado por la adopción del tipo de ara- una idea de la variedad de los cultivos en dos utilizados para criar aves de corral y
do que habría de utilizarse durante los el país y se hace una presentación de la ganado. Paralelamente se trazan las gran-
mil años siguientes. En la muestra se pre- evolución de las distintas especies vegeta- des líneas de la evolución de la medicina
sentan maquetas de las herramientas de les así como del progreso verificado en el veterinaria en China. Más adelante, por
uso múltiple utilizadas en esa época, co- mejoramiento del ganado, los proyectos medios visuales se ilustra la historia del
mo por ejemplo la máquina que servía a de conservación de los recursos hídricos y cultivo de la morera en el país, así como la
la vez para sembrar la semilla y esparcir el los métodos de prevención de las inunda- historia d e la sericultura y de la apicul-
abono, el trtilicn y el mailon (hoz y cesto, ciones. Gracias a una rica colección de tura.
respectivamente, precursores de las mo- objetos y maquetas, la exposición de he- Finalmente, en el área dedicada a la
dernas cosechadoras) y un molino de rramientas agrícolas traza su evolución pesca llaman la atención una lanza hecha
agua. general en la antigua China, particular- con una espina de pescado, una piedra
Por último, hay un área dedicada a’la mente la del arado, la noria, el martillo a que se usaba como lastre para hundir las
agricultura durante las dinastías Ming y báscula accionado a pedal (utilizado para redes en la era neolítica y las maquetas de
Qing (1368-1911). Los objetos expuestos descascarillar el arroz), la muela y el rodi- antiguos aparejos y barcos pesqueros.
demuestran que en esa época los métodos llo para descascarar. Se presentan tam-
intensivos de cultivo estaban ya muy ex- bien, en orden cronológico, vitrinas que [ Trddzlcido d e l chino]
tendidos en China. Por otra parte, ya se detallan las técnicas de cultivo y los méto-
habían definido las zonas económicas an- dos para combatir insectos y parásitos; los
tecesoras de las actuales, estableciéndose orígenes de la horticultura y de las técni-
así las bases del modelo agrícola de la Chi- cas de cultivo de flores, plantas y árboles
na moderna. frutales; las antiguas técnicas para injertar
La muestra agrupa algunos de los más árboles frutales, acelerar la maduración y
importantes cultivos introducidos en efectuar la recolección; los métodos de al-
China durante la dinastía Ming. Tam- macenamiento y la evolución del trans-
bién pueden verse pinturas que muestran porte.
cómo fue introducida la batata en el país Se incluyen en esta muestra frutos y le-
o la escena en que los emisarios extranje- gumbres originarios de otros países e in-
ros ofrecen espigas de trigo al emperador, troducidos en China, como la berenjena,
consideradas entonces un regalo de valor la lechuga, la espinaca y el tomate. El cul-
inestimable. A través de estas pinturas los tivo del té, su elaboración y su consumo
visitantes se inician en la muy curiosa son originarios de China. Los árboles que
historia del trigo o son testigos del mo- producen la laca, el bambú y el zumaque
mento en que los chinos comenzaron a (cuyo aceite se usa para fabricar barniz) se
fumar tabaco, cuando fueron traídas las cultivan en el país desde hace mucho
49
Exposición de frutos en la.seccióndt:di(:ada a
la horticultura.
166
50
La antigua agricultura libia tal como la
representa un bajorrelieve de Ghirza (Libia
central) perteneciente al periodo romano
tardío. Museo de Tripoli.
51
Tïpico oasis hortícola en Fezzán, sur de
Libia.
nerlas en un comercio, pero no compren- nal para cubrir las necesidades locales sin aparato, cómo se fabricó, qué tecnología
demos cómo y con qué han sido hechas. destruir el entorno. Esto es muy impor- implica, cuáles son sus fundamentos eco-
Por esto funcionarán aquí cinco talleres, tante no sólo desde el punto de vista eco- lógicos, etc. Los auxiliares visuales nos se-
que situaremos algo apartados de posi- lógico sino como medio de asegurar los rán también de utilidad en la sección mo-
bles ruidos y otros factores de perturba- recursos alimentarios básicos, ya que en derna para ilustrar la situación de los re-
ción. los países islamicos está permitido comer cursos hídricos, así como la extracción del
La segunda sección estará dedicada a la carne vacuna y ovina. petróleo. También recurriremos a los me-
Jamahiriya Árabe Libia contemporánea, Otro tema sobre el que es preciso in- dios audiovisuales, ya que estimo que no
que ha accedido sin duda a un nivel sistir es la importancia del agua, del se debe presentar la sociedad contempo-
bastante alto de modernización en algu- abastecimiento de aguas subterránceas y ránea mediante la selección arbitraria de
nos sectores y en determinadas regiones. de su óptimo aprovechamiento. El agua objetos que son todavía de uso diario. No
Así, quisiéramos ilustrar tres aspectos. En tendrá siempre el valor del oro en un cli- me interesa ver en un museo un objeto
primer lugar, los cultivos en el Sahara, ma como el del Sahara, que sólo puede que utilizo todos los días. Eso vendrá más
que presentan un gran interés tecnológi- modificarse parcialmente. La conserva- tarde, pero lo que hoy necesitamos es an-
co por basarse en métodos de irrigación ción y administración del agua serán tan te todo educar cara a los problemas con-
artificial muy avanzados. Los campos son fundamentales en el futuro de Libia co- temporáneos, utilizando en pequeña me-
circulares, lo cual resulta insólito y espec- mo lo es hoy el petróleo, los dos recursos dida diapositivas o películas. No necesita-
tacular visto desde la altura: un círculo naturales más importantes del país. mos más. La máquina no debe dominar-
verde claro de trigo o cebada en medio de Mzcseztm: No cabe duda de que se trata nos sino ayudarnos a desarrollar nuestras
vastas extensiones de arena amarilla. de un programa claro y oportuno. ¿De propias iniciativas.
El segundo aspecto que quisiéramos qué modo se pondrá en práctica en la ga- Mzseu.m: ¿Cuál es la lección más im-
ilustrar es el de la silvicultura. En la anti- lería? portante que extrae usted de la experien-
güedad la región mediterránea era rica en Jehzek: Hasta cierto punto utilizare- cia que supone ser un “experto” extran-
árboles, pero la intensa explotación a que mos la presentación tradicional para jero?
la sometieron los romanos y otros pueblos mostrar objetos de gran tamaño como Jelinek: Sobre todo es importante ha-
la convirtió en un yermo. En la Cirenaica una zariba (vivienda de nómadas), una ber podido participar en el proyecto des-
sobre todo, el terreno es kárstico, y en la tienda beduina o una casa de Tripolita- de sus comienzos. Estos siete años me han
actualidad se está preparando un gran nia, en el norte, etc. En mi opinión, esos permitido comprender la historia, la
proyecto de repoblación forestal. En al- objetos son preferibles al m6todo del mentalidad y las necesidades de los &tu-
gunos lugares ya se han plantado nume- díorama, que crea una ilusión. Prefiero ros visitantes del museo. No se puede
rosos pinos que, aunque en condiciones seguir con los pies en la tierra, es decir, aconsejar sobre un museo o una galería
dificiles, de aquí a diez o viente años se mostrando objectos reales y no simulán- cualesquiera si no se tienen conocimien-
convertirán en espesos bosques que pro- dolos. Pueden servir como fondo grandes tos bien fundamentados y una experien-
tegerán al país de una nueva desertifica- fotografías, incluso en blaaco y negro. El cia directa sumados a la interacción perso-
ción, proporcionarán forraje y posibilita- efecto lo dará el conjunto de los objetos y nal con los especialistas locales. En este
rán futuros cultivos. su fondo, como si se tratara de un grupo caso concreto, es necesario que el museo
El tercer aspecto importante a tomar en biológico. Estas piezas centrales ?an pueda prestar servicio a las futuras gene-
cuenta en la exposición es que se ha resta- acompañadas de Ia presentación de otros raciones de libios durante diez, veinte e
blecido la cría de ganado en la Cirenaica y objetos y de la documentación habitual incluso cuarenta años.
otras provincias. Sigue predominando el en los museos modernos, recurriendo a
ganado importado, pero la población está fotografías, planos y otros elementos vi- [Traducido del inglej-1
aprendiendo a criarlo de un modo racio- suales para explicar cómo funciona un
168 ~ ~
ARTE Y A G R I C U L T U R A
Elcampesino en lapint~mfiuncesa:
de MiZZet a Va# Gogh U
~
MonicaJuneja Así como l'as fiestas de l'a trilla que desmibe extraños". Durante la primera mitad del si-
Geiard Col'lomb constituyen una imagen del glo XIX, gran parte de la Francia rural, con ex-
Nació en 1953. M.A. de la Universidad de Delhi, campesino creada por la sociedad moderna, l'a cepción del nordeste y los extensos trigales de
1975. MPh. en historia social de las miniaturas pi?ztura francesa del siglo X I X for$ también la zona de París, permanece aislada en econo-
Akbari, 1977. Doctorado de tercer ciclo en historia una imagen del'campo y sus habitantes, en u n mías localmente autosuficientes,perpetuando
del arte en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences momento en que l'a transformación brutal' de una agricultura tradicional que se remonta a la
Sociales de Park, Enseña en el Indraprashta College ese mundo no hacía sino comenzar. Elsiguien- edad media. El aislamiento, la pobreza, el
y en la Universidad de Delhi desde 1975. te anáhsis, realizado por una historiadora del hambre y el temor del hambre caracterizan el
arte, p o d h sin duda aplicarse a l'a imagine~a universo del campesino. Mientras la produc-
campesina en otras tradiciones pictókas y, tal ción es escasa y las fluctuaciones del mercado
vez, a ciertas concepciones de l'as tradiciones escapan al control del productor, la inseguri-
museol'ógicas tambieit. dad es la norma. Pero la producción total de la
tierra no aumentó hasta que el mercado pasó a
En Francia, durante el siglo XIX, el campo y ser una realidad accesible, es decir, hasta que
sus habitantes emergen de la sombra, someti- la red de comunicaciones en expansión lo tor-
dos a la invasión de folkloristas y artistas que se nó asequible. El cambio se operó durante los
abocan al estudio de la vida rural y crean imá- últimos treinta años del siglo: las carreteras y
genes muy distantes de la sentimentalidad bu- los ferrocarriles fueron los factores decisivos de
cólica del siglo anterior. En un momento en su advenimiento, las escuelaslo codïguraron y
que las estructuras, las jerarquías y los valores aceleraron.
tradicionales se veían atacados y desplazados El propio ritmo de vida y de trabajo sufrió
por una fuerza cataclísmica central (la revolu- una transformación irreversible, ofreciendo a
ción industrial urbana) el valor simbólico del los pintores de la época un paisaje cambiante
mundo campesino cobró una significación re- del cual tomaron sus Sagenes y s'únbolos. La
levante. Ofreció al artista y al amante de las ar- vinculación de la agricultura al mercado y el
tes del siglo XIX algo más que un mero escape consiguiente aumento de la productividad,del
de la monotonía de la vida mecanizada o la campo dieron origen a nuevas actividades,
contaminación de los tugurios urbanos. Las desarrolladas febrilmente: se desbrozaron la-
Sagenes del campesino originadas en esta deras, se drenaron las aguas estancadas y se
época articulan los temores, esperanzas y fan- araron y sembraronlas parcelas dejadas en bar-
tasías de los grupos sociales emergentes. Implí- becho.* La modificación de los cultivos y los
cita en la apología de los valores "campesinos" aperos de labranza y el cambio de las condicio-
(la devoción, la laboriosidad y la sumisión), nes de trabajo afectaron los hábitos y las per-
había una tácita crítica del proletariado urba- cepciones. Las veladas fueron desapareciendo
no, menos maleable. Hacia fines del siglo, ar- a medida que cada familia pudo alumbrar su
tistas como Van Gogh, Gauguin, Seurat, los propia casa. Las fiestas en que se cantaba, bai-
fazlves y los primeros cubistas recurrirían al laba y bebía para celebrar la trilla cesaron al ge-
campesino como s'únbolo de fuerzasprimitivas neralizarse las trilladoras me~ánicas.~ La apari-
y regeneradoras, apuntando ya hacia la ten- ción de las máquinas hizo que se fueran per-
dencia a ver en el trabajador agrícola un repre- diendo usanzas y destrezas que databan de
sentante de las sociedades revolucionarias. tiempo inmemorial, como atar una gavilla, se-
El súbito surgimiento de los temas rurales gar con la hoz, remover y sembrar manual-
en la pintura, la literatura y la música popular mente la tierra, o afilar una hoja. Nuevos
de mediados del siglo XIX no puede separarse gestos las reemplazaron: andar en bicicleta o
de la relación compleja y cambiante que existía dar cuerda a un reloj. En efecto, las máquinas
a la sazón entre el campo y la ciudad. En 1851, introdujeron una relación diferente entre el
el economista Adolphe Blanqui, que viajó a 1.Eugene Weber,Peasants infoFrenchmen.
través de Francia en misión oficial para prepa- The modernizationOfruralFrance1870-1914,
rar un estudio de las poblaciones rurales, Londres, 1979, p. 9.
2. GeorgesDubyArmand Wallon (reds.),
señaló en sus apreciaciones preliminares: "DOS Histoire delaFrance rurale, vol. 3, París, 1976,
pueblos diferentes, que viven en la misma p. 194-199.
tierra, llevan una vida tan distinta que parecen 3. Eugene Weber, op. cif., p. 473.
Elcambesin0 en lkbintura francesa:de Milleta Van Gonh 169
hombre y la naturaleza, así como una dis- blemafun.damenta1: el derechoa trabajar pasó
continuidad entre el hombre y su cuerpo, te- a ser una cuestión decisiva. Para los artistas rea-
mas presentes en gran número de pinturas del listas de esta generación, las consecuencias de
mundo rural durante la segunda mitad de si- la revolución consistían en la representación de
glo. El campo y la ciudad quedaron así entrela- un asunto más auténtico y pertinente, que
zados en una simbiosisnueva y cambiante. Los exaltara la dignidad de los hombres y las muje-
ferrocarriles llegaron hasta los lugares remotos res laboriosos. En este sentido, los picapedre-
de Francia y regresaron cargados de campesi- ros de Courbet o las aventadoras de grano de
nos ansiosos de probar fortuna y disfrutar de Millet representan una enunciaciónmás signi-
las comodidades urbanas. En la campiña, al ficativa del espíritu de 1848 que los grandiosos
imponerse la lógica de la economía pecuniaria, frescos de Chenevard o Couture. Rechazando
el campesino empezó a considerarel trabajo de la retórica pomposa y el ornamento. los pinto-
manera diferente, ya no como medio de sub- res de la tradición realista trataron de represen-
sistencia sino como forma de lucro. Sus nocio- tar al campesino de acuerdo con la escala y la
nes acerca de la productividad y la utilización seriedad anteriormente reservadas a temas de
del tiempo coincidían ahora con las del traba- la religión, la mitologíay la historia. Al hacerlo
jador urbano. La ciudad, representada por así, estaban formulando una afirmación de va-
mercados, agroindustrias y agentes comercia- lor político correspondiente al fermento social
les, invadió el campo.* En este contexto, preci- de mediados de siglo, independientemente de
samente, comenzó la urbe a estudiar al campe- las intenciones políticas conscientes del propio
sino como especie “en vías de desaparición”. artista.
En la década de 1870 se fundaron colecciones AI tiempo que creaban una gran variedad
especiales de folklore que oportunamente die- de imágenes de1,mundorural, los pintores de
ron origen al Musée d’Ethnographie y al Mu- Millet a Van Gogh mostraban una marcada
sée des Arts et Traditions Populaires5de París. preferencia por ciertos temas, con exclusión de
Mientras el campesino se regocijaba de la co- otros. El trabajo y el esfuerzo del hombre
modidad y la seguridad resultantes del progre- constituyen el asunto principal de los cuadros:
so material, los folkloristas, novelistas, artistas la siembra, la cosecha, la recolección del heno,
y fotógrafos disecaban su cultura agonizante, el descanso y la celebración al terminar la jor-
cuyo valor sentimental iba en aumento. Cua- nada son motivos favoritos, que se prestan pa-
dros y tarjetas postales representaban escenas ra mostrar un mundo inundado de luz y color,
de alquerías con techumbre de paja, labriegos una tierra inmensa y generosa. Quizás sea Mi-
echando heno y aldeanos ataviados con trajes llet el Único pintor cuya obra ofrece un reper-
típicos. torio variadoy sistemáticode las actividades de
determinadosgrupos. Cuadrotras cuadro, van
La cuestiótz de la sociedadruraZ
4. YvesLequin (red.)Histoire desFrmçais
Detrás de la profusión de temas rústicos en el xix“-xYszècLes,París, 1983, p. 83-88.
5 . Jean Cuisenier y otros, Hierpourdemaiiz.
arte, la literatura J la música había algo más Artr, traditions etpatrimoine, catálogo de la
que una mera nostalgia por “el mundo que exposición,París, 1980, p. 146-149.
hemos perdido”: en la segunda mitad del si- 6. Paraun examen de la “idéologie
glo XIX, París era manifiestamente sensible a agrarienne”,véase Pierre Barcal,Les agrariem 53
fia?zçaiJ de MeYi?ze a‘ Pisaici, París, 1968, p. 128 y s. J. F. Millet, Lare‘codte desarasin, 1868
la cuestión de la sociedad rural. AI extenderse
el sufragio universal, los campesinos, fuerza “ -
54
G. Brion, La re2olte depommes de terre
pendantl’inondution du Rhin, 1852.
desfilando las escenas y tareas que configuran cuya silueta se recorta contra un cielo bajo y ras rústicas empiezan a parecerse cada vez me-
la vida cotidiana en el campo: la siega, el’aven- plomizo. De manera análoga, Les crz3leuses nos a los personajes de la pintura pastoral ita-
tamiento del grano, la recolección de las pata- de ble’de Courbet (1885, Nantes, Musée des liana o francesa y se tornan cada vez más hara-
tas, la labranza y el estercolamiento de parce- Beaux Arts) denota la importancia en aumen- pientas, su laboriosidad sigue siendo inexpli-
las, la poda y los injertos, la esquila, el pasto- to del cultivo de los cereales en la región del cablementejubilosa (véase, por ejemplo, Foire
reo, el juntar y partir la leña, la preparación de Doubs a mediados del siglo XIX, del trigo àl‘entreé du villuge, deJean-Louis Demarne,
manteca, el cardado de la lana y el acarreo de especialmente,cultivo para el cual se moviliza- 1814, o L ’arriveédes moissonneurs de Léopold
agua. Sin embargo, brilla por su ausenciala re- ban la familia y los trabajadores agrícolas. En Robert, 1830, ambos en el Louvre; Un soir de
presentación de las faenas vinculadas a la ex- diversas versiones de Les surcleues (1861, moisson de Alfred Charles Fouloogne, 1866,
pansión de la producción agrícola (avenamien- 1868, Nueva York, Metropolitan Museum of Rouen, Musée des Beaux Arts). Aunque la
to de tierras pantanosas, desbroce, recupera- Art), Jules Breton representa la escarda, una mayor parte de los cuadros de la segunda mi-
ción de terrenos en barbecho) que cuadrillas tarea realizada principalmente por mujeres, tad del siglo XIX conservan todavía un ele-
de trabajadores llevaban a cabo a un ritmo fe- que hacía necesaria el cultivo generalizado de mento de moral prescriptiva en su representa-
bril y a una escala sin precedentes durante to- raíces comestibles en su región natal, el Paso ción del trabajo, se ha producido una ruptura.
do este periodo. Por su parte, los labradores de de Calais. La desaparición de ciertos cultivos El campesino abandona los rincones que tradi-
Millet (a los que representó en numerosos di- como la colza y la amapola, en las regiones de cionalmentese le reservaban en las pinturas de
bujos) o su homme à h hoze (1860-1862,Col- agriculturamás adelantada, inspiró hacia fines ambiente rural para ocupar un lugar central en
mar, Musée Unterlinden) son propietarios de de siglo algunas composiciones de carácter el lienzo. El sembradorde Millet es un orgullo-
parcelas minúsculas, demasiado pobres para nostálgico, entre otras La re2olte des millettes,so trabajador que baja una ladera con paso re-
costear un arado y una yunta de bueyes, que Picarde de Désiré-François Laugée (1860, suelto, animado de una “energie miquelrunge-
labran el terreno pedregoso con aperos primi- Bordeaux, Musée des Beaux Arts) y Lu moisson lesque”,’ esparciendo la semilla del pan del,
tivos. de colza de Jules Breton (Corcoran Gallery of futuro. De manera análoga, las figuras de
La diversidad y las variaciones regionales Art, Washington, D.C.). tamaño natural de Lapaye des moissonneurs
dentro de la sociedad rural francesa del siglo (1882, Château-Thierry, Hôtel de Ville) y La
X I X emergen, con todo, a través de numerosos EZsudorde susfientes moisson (1883, Washington University Galle-
detalles naturalistas y anecdóticos en las pintu- ry of Art., St. Louis) de Léon Lhermitteposeen
ras de este periodo. re’colte des pommes de Las diversas interpretaciones del trabajo del una tangibilidad dramática, que deriva en
terre (1852, Nantes, Musée des Beaux A r t s ) de hombre que emanan de los cuadros del siglo parte de los estudios de fotografía realizados
Gustave Brion es una de las numerosas obras XIX están sustentadas en el precepto bíblico por el artista.
-que culminan con Les mungeztrs de pom- “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, ci- En los cuadros de Millet, el trabajo del hom-
mes de terre (1885, Amsterdam, Museo Van tado por Millet en una carta a su biógrafo bre adquiere la forma y el peso de un ritual: se
Gogh) de Van Gogh- en que la patata sim- Sensier. Existían en aquel momento ciertas li- representa como una serie de gestos automáti-
boliza el sustento del campesino. De hecho, mitaciones, aparentemente estéticas, aunque cos y monótonos, que desdibujan a quien rea-
desde la década de 1850 en adelante, ese tu- en última instancia sociales, en cuanto a la ma- liza la tarea (Les botteleurs de foin, 1850,
bérculo se cultivó en gran escala en el norte de dera como podían representarse los trabajado- París, Louvre) o lo hacen aparecer tonto, grose-
Francia, así como en Alsacia. Es allí precisa- res de humilde condición. En su mayor parte, ro o cretino (L’homme àlu houe, Le vigneron,
mente donde los campesinos de Brion luchan eran vestigios de la tradición de la pintura de Femmepâturunt sa vache). Los campesinos de
por salvar los restos de la cosecha durante una género del siglo XVIII, todavía esencialmente Millet constituyen, a través del empleo fre-
inundación del Rhin. Este cuadro no carece de arcádica y frívola en sus creaciones, Exigían cuente de formas monumentales y escultura-
dramatismo, ya que el artista hace resaltar la que todo pintor de sensibilidad seleccionara les, un tipo generalizado. Lhermitte, por el
desesperación de los personajes en su lucha con cuidado sus imágenes a fin de no poner en contrario, nunca despersonaliza al campesino
contra los elementos desencadenados. S í b o - peligro la gracia o serenidad de la atmósfera 7. El términofue empleadopor el crítico
lo de ese desafío es el primitivo azadón que es- pastoral. Incluso, cuando con el &an de acer- fourierista F. Sabathier-Ungheren un texto de
grime la figura €emenina del centro del grupo, carse a la actualidad contemporánea, las figu- Lu deinocratiepacifque, París, 1851.
Elcampesino en !!apinturafiancesu: de Milet a 1i;zn Gonh 171
a fin de vincularlo a un ciclo cósmico. Sus pin- exaltar la armonía y cooperación que. engen- hombres acarrearan a la espalda cargas de en-
turas son retratos de figuras rústicas, orgullo- dran las tareas rurales. Se despliegan simultá- tre 50 y 60 kg (la mitad del peso para las muje-
sas, personas identificables de su región natal neamente las diversasfases de la cosecha de un res) por senderos escabrosos. Los acarreadores
de Mont-Saint-Père. Están ubicadas en el cen- fruto sumamente perecedero; la horizontali- de leña y el viejo leñador de Millet son tal vez
tro del lienzo, lo cual permite examinar de cer- dad de la composición subraya el esfuerzo la representación más elocuente de las malfor-
ca sus gestos y sus cuerpos, así como sus herra- equiparable de cada uno de los integrantes del maciones físicas resultantes del esfuerzo. En
mientas. La moissoiz representa una cuadrilla grupo. las dccadas de 1870 y 1880 la República consi-
de cinco labriegos que cosechan trigo en un cá- Al representar a hombres y mujeres en el deró, sin dejar de reclamar la fuerza de trabajo
lido día de agosto. La clave del cuadroes el per- trabajo, los pintores de esta época tendieron a campesina, que mejorar las condiciones de sa-
sonaje central que se enjuga el sudor de la una franca delineación de la fuerza física a tra- lud e higiene en el campo era parte de su "mi-
frente con un movimiento del brazo. Se ha en- vés de la integración del gesto, la musculatura sión". Común a muchos discursos de la e'poca
tregado en cuerpoy alma al trabajo y la natura- y la solidez esculturales. Tradicionalmente el era la exaltación de la labor agrícola, conside-
leza lo ha marcado, como lo indican su rostro trabajo era una forma de vida y el hombre de- rada edificante no sólo moral, sino también fi-
áspero, su pecho y brazos huesudos, sus vesti- dicado a su labor era el hombre en su plenitud. sicamente. Quizás en este contexto pueda in-
duras harapientas. En este y otros cuadros de Con la aparición de las máquinas, ciertas terpretarse la representación noble y escultural
Lhermitte, los personajes aparecen visible- destrezas y movimientos se tornaron inútiles, de las campesinas de Breton (CnUezlses de
mente fatigados pero prosiguen arduamente lo cual generó una discordancia entre cuerpo y colza, La dazJandëre),cuyos andrajos no hacen
su labor, ya que, según el artista, las primitivas función. Los gestos dinámicos del grupo de más que poner de relieve el modelo clásico de
faenas rurales civilizan al individuo que las agavilladoresde Les batteurs de sarrasin (1868- sus cuerpos. En sus memorias, el pintor mani-
realiza. 1874)de Millet poseen un ritmo, flexibilidad e festó compartir el credo de que las faenas del
El tema de la solidaridad generada por una integridad que parecen testimoniar contra la campo contribuían a crear una reserva de vir&
experiencia compartida, hecha de esfuerzos y indole fragmentaria y parcializada del trabajo dad y fuerza.lo Una interpretación expresio-
penurias, se destaca reiteradamente en varias mecanizado. En La re?o¿te depommes de terre nista de esta noción es La paysanne au panier
composiciones con múltiples personajes del de Brion, cada músculo del cuerpo de la figura (1874) de Antoine Vollon, que denota inten-
pintor Jules Breton. Tal vez la más conocida de la derecha se moviliza para arrancar del ba- samente cierta fuerza primitiva en el trata-
sea L'incende dans une meuh de fohz (1856, rro la cesta cargada de patatas y ponerla a buen miento de las manos excesivamente grandes
Detroit Institute of Arts), inspirada por un te- recaudo en el carro que espera más arriba. de la mujer.
mor generalizado en la Francia rural del siglo Courbet crea en Les cribleuses de bléuna inte-
XIX: el de los incendios, a menudo catastrófi- resante armonía de pose, movimiento Y obje- La desaflad,+jn de ana relación orgánìca
cos, con su secuela de ruina y sufrimiento.8La tos, en que la escena es dominada por la figura
composición, bastante ambiciosa, representa imponente de la mujer que sostiene el cedazo. Los adelantos de la ciencia y la introducción de
la participación de toda la aldea en el esfuerzo El óvalo que forman la estrecha cintura, la nu- las máquinas plantearon una nueva relación
por salvar de la destrucción el fruto de sus afa- ca y los brazos extendidos crea un movimiento entre el hombre y la naturaleza. La tierra per-
nes. En la distribución espacial el panorama cuya circularidad se repite en los diversos obje- dió su carácter sacrosanto, los dioses su divini-
retrocede acusadamente hacia el horizonte, a tos y superficies redondeadas distribuidos CO- dad, la magia su poder. Las imágenes del cam-
la izquierda, a fin de incorporarel movimiento mo al azar en el recinto. pesino entregado a sus labores revelan cierta
de un grupo de aldeanos hacia el centro del Existe otra dimensión de esta preocupación preocupación por la manera en que está situa-
lienzo. Por lo demás, los gestos, poses y actos por el bienestar físico: el problema de la salud do dentro del paisaje, cierto an de restaurar
interrelacionadoscontribuyena que los nume- en el campo. En el siglo XIX, las deformidades una armonía perdida. En Le semeur de Millet,
rosos personajes se integren orgánicamente físicas, la enfermedad y la atrofia eran pasmo- es como si el hombre y el paisaje se respondie-
dentro de la composición piramidal. En un samente comunes en las zonas rurales. A juz- ran el uno al otro: los hombros del personaje
cuadro de 1864,Les vendanges à Chdteuu Lu- Ear
- -por las cifras citadas por Weber, la mayoría quiebran la línea del horizonte, impulsandoel
grange (Joslyn Art Museum, Omaha), encar- de los conscriptosde las aldeas eran rechazados
gado por el Conde Duchâtel, estadista retira- por insuficiencias en el desarrollo o en la talla '. EugeneWeber, cit.,p.
9.EugeneWeber, o p c i t . , ~150-155.
.
do y propietario de viñedos en la región de Me- Sin contar, desde luego, a los ciegos Y 10s tulE- 10.Jules Breton, Uzpeintrepaymz. Souvenir$
doc, Breton utiliza una te'cnica narrativa para dos. Era corriente hasta fmes de siglo que los etimprersiom, París, 1896.
. .. . .. .. . , _ , I I " "
55
J. Breton,L 'ìmendie d u n e merde defoin,
1866.
172 XonicaJuneja
cuerpo cuesta abajo, y la bandada de cuervos la evolución en curso, son immortalizados en veces en paisajes desoladosy vacíos con árboles
parece surgir y dispersarse desdesu puño cerra- representaciones pintorescas. A otro nivel, raquíticos y hierbaspuntiagudas. El más estre-
do. La pintura del cielo y de la tierra se amalga- empero, ciertas imágenes revelan una concep- mecedor es L’hiver aux corbeaux de Millet: la
ma con el contorno de la figura, dando unidad ción del campesino en relación con el mundo llanura de Chailly con las tierras aradas, aperos
al conjunto. El que quizás haya expresadome- que lo rodea. Mientras, por una parte, utiliza de labranza abandonados, cuervos que vuelan
jor la predominancia de lo físico en la figura la litografia de un arado anacrónico para describiendo círculos. El tema de la aldea de-
del que trabaja la tierra es Van Gogh, gracias a ilustrar la portada del diario de Kropotkin Les sierta que inspiró varias novelas de la Epoca fue
la evolución de un nuevo vocabulario pictóri- temps zotlveaux, Camille Pissarropone de re- tratado también por el pintor y grabador A-
co. Los tonos de sus célebres comedores de pa- lieve, por otra, los vínculos económicos entre phonse Legroshacia elfinal de su carrera (véase,
tatas son los de una “patata terrosa sin la ciudad y el campo a través de una serie de por ejemploLe vi¿¿age abandonne; Bibliothè-
pelar”,” como dice el propio artista, exaltan- escenas de mercado realizadas en la década de que Nationale, Cabinet des Estampes).
do el vínculo inmemorial entre la tierra y el 1880. De igual manera, la penetración de la En medio de un mundo rural que encerraba
sustento de quienes la han cavado con sus ma- industria en el mundo rural se indica median- la ilusión del placer permanente, de la abun-
nos. Van Gogh continuó durante toda su vida te la presencia de fábricas en el paisaje. Se co- dancia y la fertilidad, coexistían la decadencia
afiimando la necesidad cada vez más anacróni- bra clara conciencia de las dimensiones de la y la mortalidad. A menudo se asoció la muerte
ca de una relación orgánica entre el hombre y existencia campesina fuera del ciclo de la natu- a un terror propio del campo. a la violencia o a
la tierra. A través de su lenguaje grEico en ex- raleza y las tareas de la siembra y la cosecha. En la amenaza de la violencia. En conexión con al-
pansión, toda la superficie del cuadro se llena una acuarela de 1887, Lesfazrbourgs de Par& gunos de los estratos sociales más pobres, los
de trazos en los cuales la forma, el color y el vers Montmartre, Van Gogh capta de manera leñadores o los acarreadoresde leña que lucha-
espacio se mezclan inseparablemente. Hay un encantadora el punto en que la ciudad se en- ban por la supervivencia, a menudo violenta-
rechazo de la noción de la vaciedad del espa- cuentra con el campo: a través del humo de los mente, aparece de vez en cuando la imagen de
tio: el espacio y los cuerpos sólidos tienen igual suburbios industriales de París, dominados la muerte. El tema de “la muerte y el leñador”
fuerza y se entretejen a través de la línea y el por las chimeneas, se perciben las colinas en la que inspiró numerosas pinturas, dibujos y
color. En una de sus obras posteriores, Paysan- distancia. En primer plano, un sendero cam- estampas de Millet, Lhermitte, Decamps y, so-
ne dans ¿a viei¿¿e vigne (1908, Vincent Van pestre y una vieja carretilla de mano. De ma- bre todo, de Legros, se tomó de la fábula de La
Gogh Museum, Amsterdam), se vuelve a tra- nera análoga, en el dibujo Arles vu des champs Fontaine en que el leñador, agobiado por las
tar un antiguo motivo: los campesinos,su mo- de bkse ven desde el trigal las figuras de los fatigas, se desploma junto al camino e implora
rada, su parcela. En este caso los componentes dos segadores, en tanto que en la línea del que la muerte lo libere. Si bien esta interpreta-
no están delineados como entidades separa- horizonte se yerguen las chimeneas; en este ción subraya una actitud de resignación, muy
das, sino que el ritmo de las líneas fluidas inte- caso, los dos universos se encuentran sim- común en el medio rural, contribuyó a desta-
gra todas las formas de vida y todos los objetos bólicamente en la vía del ferrocarril. car, al mismo tiempo, el interés generalizado
en una totalidad interrelacionada que produce También los efectos dislocadores y traumá- por los problemas del trabajo forestal, que
sensación de movimiento, sustancia y creci- ticos de un mundo en transición sobre la vida hasta la década de 1880 al menos, originó con-
miento. Millet había recurrido anteriormente de los campesinos encontraron expresión en siderable controversia. Hacia el final de su ca-
a una técnica similar en algunos dibujos, utili- las imágenes de la época, a menudo de manera rrera, Alphonse Legros mostró un acusado in-
zando líneas simples; la misma línea define el simbólica, otras veces directamente. El fenó- terés en el tema y produjo numerosos dibujos y
paisaje y da forma a las figuras. En un dibujo al meno de la migración de las aldeas a las metró- estampas sobre los diferentes matices de la fá-
carboncillo de acarreadores de leña (1850- polis causó trastorno, inquietud y desespera- bula de La Fontaine, haciendo hincapié en la
1851, Boston, Museum of Fine A r t s ) , el pintor ción. Un cuadro pintado por Millet en la déca- confrontación entre la Muerte, armada de una
logra transmitir, con extraordinaria economía da de 1840, Les errants (DenverArt Museum), enorme guadaña, y el leñador. Sólo al concluir
de medios, la crudeza del invierno y el agota- representa una madre con su hijo en una Ila- la serie decidió Legros pintar el momento en
miento de los personajes abrumados. Una tra- nura desolada, bajo la tormenta amenazante; que la Muerte se marcha, habiendo asestado el
ma de líneas negras verticales sugiere los árbo- son s’mbolos de una clase despojada y arranca- golpe, y el leñador está a punto de desplomar-
les desnudos, y el papel en blanco, el suelo cu- da a su medio y estilo de vida tradicionales. La se. Envuelve la escena una atmósfera de terror,
bierto de nieve. Dos mujeres se dibujan deli- técnica tiende más hacia la abstracciónque ha- acentuada por árboles contrahechos y hierbas
cadamenteen la distancia a través de las líneas cia el detalle realista y la escena está reducida a hirsutas. Un haz de leña, es decir, de ramas
del bosque. Las ramas no están en los árboles, lo esencial a fm de expresar el vacío y la triste- muertas, aparece constantemente asociado al
sino en los haces que acarrean las mujeres, co- za. El mismo tema está tratado en forma más invierno y, por consiguiente, a la Muerte, co-
mo otra referencia al ciclo de la naturaleza y a directa, anecdótica y naturalista en La halte mo en Pauvre femme (1857, Orléans, Musée
su influencia sobre la vida del ser humano. forceé de Alexandre Antigna (185 5 , Toulouse, des Beaux Arts) de Antigna, en que una joven
A cierto nivel, es innegable que a medida Musée des Augustins), que muestra una fami- se desploma bajo el peso del atado que aca-
que los procesos mecanizados y el desplaza- lia migrante de humilde condición que ha rrea, sobre la tierra cubierta de nieve. Una vez
miento masivo hacia los centros urbanos van quedado abandonada en el camino, en una más se hace referencia al ciclo de la naturaleza.
transformandoirreversiblemente la vida rural, noche de invierno, al morir el caballo. El pre- La historia es despojada de particularidades
el campesino llega a ser s’mbolo del hombre dominio de tonos grises y pardos que coinci- de orden social y los conflictos se subliman en
intemporal, abstraído de la historia, cuya den con el paisaje yermo crea una atmósfera de una única forma de cambio: a la vida sigue la
existencia se rige por ritmos cósmicos y no por melancolía. Varios detalles agregan sentimen- muerte.
instituciones, convenciones e instancias admi- talismo a la escena: los pequeños que se preci-
nistrativas. Rara vez aparece en los cuadros la pitan a hacer fuego, la madre que arropa estoi- [Traducido del iflgle?]
maquinaria agrícola. Las costumbres y los tra- camente al niño de pecho con su capa, el padre
jes regionales, así como las industrias y las arte- que contempla consternado el caballo muerto. 11.Irving Stone (red.), Thearctobiographyof
sanías caseras, que van desapareciendofrente a La despoblación del campo se reflejó muchas Vinceat Van Gogh, NuevaYork, 1937, p. 21.
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Desgraciadamente, las revistas de la Unesco Por esto, contra nuestros deseos, nos
no están a salvo de los efectos de la inflación veremos obligados a aumentar el precio de
que eleva constantemente los costos de Museum a partir de 1985.
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.I. =- ItlllllcsBult) vol. XXXV, n"4, 1983
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