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SISTEMA POLÍTICO ESPAÑOL

1.- Introducción al estudio de los sistemas políticos

El análisis de los sistemas está orientado a descubrir las identidades de los elementos que lo
forman, la naturaleza de sus interrelaciones, así como los cambios que sufre internamente y en
sus relaciones con el exterior. Posiblemente unos de los autores que más ha aportado al
estudio de los sistemas políticos en ese sentido es David Easton quien propuso una serie de
categorías para explicar los sistemas políticos. Básicamente lo que Easton busca es explicar
cómo los sistemas políticos persisten en entornos cambiantes y con presiones tanto internas
como externas.

En definitiva, para Easton, la vida política no es más que un sistema compuesto por diversos
factores que interactúan entre sí y con el exterior. De esta interacción depende la
permanencia del sistema, su mutación y transformación o muerte. Estos factores son tanto
instituciones, como organizaciones, individuos, cultura y valores. Aquí es necesario diferenciar
la parte interna de la parte externa del sistema. La parte interna hace referencia a valores,
instituciones y organizaciones y la externa al sector internacional y suprasistema con los que el
sistema político interactúa.

Los sistemas políticos están integrados por tres grandes subsistemas, concretamente, el
político, económico y el cultural y la estabilidad del sistema dependerá de la cohesión de
dichos tres subsistemas en su interacción interna, así como con el exterior. En el caso de
España, los tres grandes ejes alrededor de los cuales han pivotado las relaciones sociales y
políticas durante siglos, y que aun hoy marcan su funcionamiento y su relación con el exterior.
El siguiente apartado expone dichos elementos clave del sistema político español que han
perdurado durante siglos y que aun constituyen siéndolo lo que significa, a tenor de lo
expuesto, que el sistema ha sido capaz de adecuarse al entorno y a las presiones externas y
externas para mantener los mismos elementos clave. 1

1 Esta propuesta docente es resultado del material elaborado en el marco del proyecto de tipo
NOUPID “Docencia adaptada a formato on line de la asignatura Sistema Político Español”,
coordinado por el profesor Joaquín Martín Cubas, de las convocatorias del PID Programa de
Innovación Docente de la Universitat de València (2020-21) con referencia UV-SFPIE_PID-
1353413. El proyecto está enfocado a la elaboración de material y diseño de estrategias para la
docencia virtual y la evaluación en línea. Su objetivo es capacitar al PDI para la configuración
de la docencia y la evaluación a distancia, incluyendo el diseño de materiales docentes
innovadores y entornos de aprendizaje y evaluación en formato on line: audiovisuales, powers,
enlaces, prácticas, autoevaluación y foros o webinars. Cada uno de los 23 temas en los que se
ha dividido el temario de la asignatura Sistema Político Español se han depositado en abierto
en el Repositorio de la Universitat de Valéncia en sus tres formatos: Texto, PowerPoint y
Grabación audiovisual, siendo sus contenidos responsabilidad exclusiva de los autores
firmantes de cada tema

2.- Las dimensiones del conflicto social y político en la historia de España

España entrará definitivamente en la modernidad de forma traumática. Tras la pérdida de las


colonias de Cuba y Filipinas, España entró en una época de inestabilidad política que culminó
con la caída de la monarquía y la instauración de la República. Seguidamente, las dos Españas,
la liberal y la conservadora, se enfrentarán en una guerra civil fratricida de la que emanará un
sistema autoritario que regirá los designios del país durante casi cuatro décadas.

Todo este periplo se ha visto marcado por una serie de tensiones político-sociales que se han
vertebrado a lo largo de tres ejes principales, como son 1) el conflicto socioeconómico, 2) el
conflicto religioso; y, 3) el conflicto nacional-identitario

El conflicto identitario

La diversidad cultural e identitaria en España no es de creación reciente. Los diversos pueblos


que llegaron a la península dejaron su impronta política, económica y cultural. A los reinos de
León y Castilla y la Córdoba musulmana se unían otras entidades que poco a poco iban
ganando peso y protagonismo. El recelo de la nobleza visigoda sobre la amenaza musulmana
hacia Castilla la mantuvo más alejada de este territorio lo que hizo que Castilla se diferenciara
cada vez más de León y creciera su deseo de seguir su propio camino. Dicha ruptura llegó
finalmente con Fernán González, aunque la secesión definitiva llegó en el siglo XI fecha desde
la cual Castilla y León, experimentarían fusiones y separaciones de diversa índole, hasta que,
en 1230, Fernando III fue rey ambos reinos. Dicha unión se plasma en el sistema autonómico,
donde ambos territorios constituyen una de las 17 Comunidades Autónomas. Por su parte, el
reino de Navarra surgió entre los intentos musulmanes que llegarían hasta La Rioja y La Ribera;
paralelamente surgía el condado de Aragón convertido en reino en el siglo XI, también los
condados de Barcelona, Gerona, Ausona, Rosellón y Urgel-Cerdaña surgieron en la actual
Cataluña.
En este mosaico peninsular, fue surgiendo un conjunto de manifestaciones lingüísticas que
reflejaban el puzle político y social que se constituía en la península. Del latín surgían diversas
lenguas, de las que el gallego, catalán y castellano perdurarán en el tiempo. 2

2 el euskera, una de las lenguas más antiguas de Europa y lengua co-oficial en el País Vasco
tiene un origen desconocido, existiendo al respecto teorías de diversa índole como la del
investigador de la UCM, Martín Martín, en su obra, “Un enigma esclarecido: el origen del
vasco” en la que sitúa su origen en el desierto de Mali con un 70% de coincidencia entre el
euskera y el dogon, idioma hablado en Mali. Aunque como apunta el Pello Salaburu, director
del Instituto de Esukera de la Universidad del País Vasco, nadie sabe a ciencia cierta cuál es su
origen. En 1969 fue finalmente estandarizado, facilitando su uso por escritores y su enseñanza.

El tema religioso

Una de las características del reinado de Isabel y Fernando fue la instauración del Tribunal del
Santo Oficio cuyos temibles tentáculos llegaban a todos los confines del territorio. El resultado
es que la intolerancia religiosa se abatió pronto en todo el reino. Se expulsó a los judíos,
convirtió a los musulmanes y también se persiguió a protestantes, homosexuales y cualquiera
que utilizara la ciencia para analizar la naturaleza o llevara un estilo de vida diferente a lo
establecido por los cánones oficiales sería también objeto de persecución, sin más motivo que
una simple denuncia anónima.

El conflicto socioeconómico

En el aspecto socioeconómico, la ausencia de revolución industrial, el atraso económico, el


anquilosamiento de la aristocracia el protagonismo asfixiante de la Iglesia, así como la falta de
formación de las clases populares seguían siendo señas de identidad y un lastre para el
progreso. Se intentó unificar el sistema fiscal, la exención militar, nueva división de provincias,
enseñanza con estudios comunes y diseminar la idea de nación. Sin embargo, los conflictos
bélicos exteriores para los que hacía falta la alianza con los sectores más conservadores
impidieron que las reformas fueran a más. Cuando Carlos III falleció a las puertas del siglo XIX,
en España aún había señoríos, mayorazgos, inquisición e incluso privilegios estamentales.
En este nuevo escenario, surgen dos bandos, los moderados compuestos por terratenientes y
grandes comerciantes, a los que se unió el alto clero y altos mandos del ejército y los
progresistas compuestos por sectores urbanos, intelectuales y la pequeña burguesía. Esa
división liberales y conservadores, con el pesimismo moral y político fruto del desastre de
1898, y el resurgir de los nacionalismos periféricos, alcanzaría su punto álgido en 1936, en una
guerra fratricida entre hermanos que durante 3 años desoló a España y la introdujo de nuevo
en un aislamiento internacional del que sólo saldría con la muerte del dictador y la transición a
la democracia y entrada en Europa. Sin embargo, las divisiones político-sociales de izquierdas y
derechas, del peso de la religión y la cuestión identitaria, seguirán vigentes y se manifestaron
en el proceso de transición política de mediados de los 70 del siglo XX.

3.- Conclusión

La historia reciente de España es la historia de dos ideas irreconciliables que tras siglos de
enfrentamientos fratricidas, encontró un punto de encuentro en la Constitución de 1978 y en
la entrada de la Unión Europea. Sin embargo, los conflictos derivados de un desajuste entre lo
rural y lo urbano, conflicto de clase, los nacionalismos periféricos y el papel de la Iglesia siguen
estando vigentes como siempre.

Los elementos básicos de España como sistema político siguen estando presentes en el
contexto actual como lo han estado durante siglos. En esta asignatura se detallan asignatura
en los temas sucesivos cada uno de los elementos del sistema político actual, que sólo puede
entenderse si se entiende el camino recorrido hasta la fecha.

La asignatura está compuesta por veintidós temas en los que se desgranan lo expuesto en esta
introducción. El hecho de que los tres grandes y principales elementos del sistema político
español han estado vigentes en nuestro entorno desde hace siglos lo que demuestra la
capacidad del sistema de adaptarse a un entorno cambiante y retroalimentarse y resistir a las
presiones y reconfiguraciones internas.

BIBLIOGRAFÍA

Easton, D (1965) Framework for Political Analysis, Chicago: Chicago University Press

García de Cortázar, F (1993) Breve Historia de España, Madrid: Alianza editorial

EL GOBIERNO EN ESPAÑA

1.- El Gobierno en el sistema político español

La división de poderes identificada por Montesquieu diferencia entre los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial. En España el órgano que representa al Poder Ejecutivo es el Gobierno.

El gobierno en España es el centro del sistema político, junto con las Cortes Generales
(Congreso y Senado). Esto porque España es un sistema parlamentario, de acuerdo con el cual
el Gobierno es elegido por el Parlamento.
Una vez investido de la confianza por el parlamento, el gobierno dirige la actividad política y
administrativa del sistema. Al Gobierno se le atribuye esta conducción del país, y por eso
mismo puede afirmarse que es el epicentro de las decisiones políticas. Al tiempo que está
dotado de un gran poder (iniciativa legislativa, elaboración de presupuestos, etc.), también
tiene un gran número de limitaciones constitucionales, fruto del carácter democrático (y
parlamentario) del sistema político de España.

En paralelo, no puede olvidarse la doble condición del gobierno, como órgano constitucional,
con potestades y atribuciones previstas en la constitución y las leyes, y como actor político, en
tanto conduce la vida política y marca la agenda. En este sentido, en España ha contribuido a
esa concentración del protagonismo a que todos los presidentes del gobierno desde 1978
hayan ostentado la condición de máximos líderes de sus respectivos partidos políticos. Esto ha
desembocado en una suerte de presidencialización de su figura, que destaca por sobre el
Consejo de ministros y los demás órganos del sistema político

Cabe hacer mención aquí a la jefatura del Estado, representada en la Monarquía. En España de
acuerdo a la Constitución de 1978, el jefe de gobierno es el presidente del Gobierno, y el jefe
del Estado el Rey. En los sistemas presidencialistas el presidente es al mismo tiempo jefe de
gobierno y jefe del Estado, pero en España cada una de esas jefaturas la ostenta una figura
diferente. En ese sentido, al Gobierno le corresponde la dirección de “la política interior y
exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado” y el ejercicio de “la función
ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes” (art. 97 de la
Constitución). El rol de la jefatura del Estado es así simbólico, con poderes limitados por la
propia Constitución.

2.- La organización del gobierno

El Gobierno está compuesto por: el presidente, vicepresidente o vicepresidentes, y los


ministros. Dado el carácter colegiado del gobierno, el presidente se convierte así en el
representante unipersonal de dicho órgano, si bien goza de una amplia gama de prerrogativas
y facultades que lo hacen destacar como mucho más que un primus inter pares en el Consejo
de ministros.
Una vez investido de la confianza del Congreso, el presidente diseña y nombra a sum gobierno
que se materializa en el Consejo de ministros (los ministros son nombrados por el Rey a
propuesta del presidente).
corresponde al presidente

a) Representar al Gobierno. b) Establecer el programa político del Gobierno y determinar las


directrices de la política interior y exterior y velar por su cumplimiento. c) Proponer al Rey,
previa deliberación del Consejo de ministros, la disolución del Congreso, del Senado o de las
Cortes Generales. d) Plantear ante el Congreso de los Diputados, previa deliberación del
Consejo de ministros, la cuestión de confianza. e) Proponer al Rey la convocatoria de un
referéndum consultivo, previa autorización del Congreso de los Diputados. f) Dirigir la política
de defensa y ejercer respecto de las Fuerzas Armadas las funciones previstas en la legislación
reguladora de la defensa nacional y de la organización militar. g) Convocar, presidir y fijar el
orden del día de las reuniones del Consejo de ministros, sin perjuicio de lo previsto en el
artículo 62 de la Constitución. h) Refrendar, en su caso, los actos del Rey y someterle, para su
sanción, las leyes y demás normas con rango de ley, de acuerdo con lo establecido en los
artículos 64 y 91 de la Constitución. i) Interponer el recurso de inconstitucionalidad. j) Crear,
modificar y suprimir, por Real Decreto, los Departamentos Ministeriales, así como las
Secretarías de Estado, Asimismo, le corresponde la aprobación de la estructura orgánica de la
Presidencia del Gobierno. k) Proponer al Rey el nombramiento y separación de los
vicepresidentes y de los ministros. l) Resolver los conflictos de atribuciones que puedan surgir
entre los diferentes Ministerios. m) Impartir instrucciones a los demás miembros del Gobierno.
n) Ejercer cuantas otras atribuciones le confieran la Constitución y las leyes.

Consejo de ministros

Por último, para evitar cualquier confusión entre Gobierno y Consejo de ministros, la ley del
Gobierno establece que el Consejo de ministros es la reunión de los miembros del Gobierno.
Entonces, el Gobierno se refiere al todo, y el Consejo de Ministros a la reunión formal de los
miembros del gobierno previstos por la ley (presidente, vicepresidentes y ministros). Al
Consejo de ministros, según la legislación española, le corresponden las siguientes funciones:
a) Aprobar los proyectos de ley y su remisión al Congreso de los Diputados o, en su caso, al
Senado. 72 b) Aprobar el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. c) Aprobar los
Reales Decretos-leyes y los Reales Decretos Legislativos. d) Acordar la negociación y firma de
Tratados internacionales, así como su aplicación provisional. e) Remitir los Tratados
internacionales a las Cortes Generales en los términos previstos en los artículos 94 y 96.2 de la
Constitución. f) Declarar los estados de alarma y de excepción y proponer al Congreso de los
Diputados la declaración del estado de sitio. g) Disponer la emisión de Deuda Pública o
contraer crédito, cuando haya sido autorizado por una Ley. h) Aprobar los reglamentos para el
desarrollo y la ejecución de las leyes, previo dictamen del Consejo de Estado, así como las
demás disposiciones reglamentarias que procedan. i) Crear, modificar y suprimir los órganos
directivos de los Departamentos Ministeriales. j) Adoptar programas, planes y directrices
vinculantes para todos los órganos de la Administración General del Estado. k) Ejercer cuantas
otras atribuciones le confieran la Constitución, las leyes y cualquier otra disposición.

3.- Las funciones del gobierno

A pesar del nombre, en España el Poder Ejecutivo no se limita únicamente a ejecutar las
decisiones del Poder Legislativo. Sus funciones están enumeradas en el artículo 97 de la
Constitución, y de acuerdo a Montabes (2001) pueden distinguirse las siguientes funciones:

Dirección de la política nacional

Referido tanto a la política interior como exterior. Se refiere a las decisiones adoptadas sobre
la organización societal y las relaciones sociales; también las relaciones exteriores.

Dirección de la Administración del Estado

Esta función es la más ejecutiva del Gobierno, en el sentido etimológico de la palabra. Se


refiere a la conducción de la Administración como entramado burocrático, para implementar
las políticas públicas.

Dirección de la Administración militar para la defensa del Estado

Referido a la defensa del Estado frente a agresiones, externas o internas, esto es, la dirección
de mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas. Asimismo,
se incluye aquí la potestad de la declaración, mantenimiento o cese de los estados de alarma,
excepción.

BIBLIOGRAFÍA

Alcántara, M. y Martínez, A. (Eds.) (2001). Política y Gobierno en España. Valencia: Tirant lo


Blanch.

Caminal, M. (2006). Manual de Ciencia Política. Madrid: Tecnos.

Montabes, J. y Martínez, A. (Eds.) (2019). Gobierno y política en España. Valencia: Tirant lo


Blanch.
Muro, D. y Lago, I. (Eds.) (2020). The Oxford Handbook of Spanish Politics. Oxford: Oxfrod
University Press. https://www.doi.org/10.1093/oxfordhb/9780198826934.001.0001

LOS SISTEMAS ELECTORALES EN ESPAÑA Y SU RENDIMIENTO

1.- Los sistemas electorales en España

Un sistema electoral no es un fin en si mismo: es un instrumento, un instrumento al servicio de


la sociedad en la que se inserta. Viene definido por su funcionalidad: convertir los votos
expresados por los ciudadanos en escaños asignados. Ahora bien, un sistema electoral no sólo
busca generar representación, sino también gobierno y legitimación: de nada sirve una buena
representación, si no produce gobierno ni legitimación. Es más, no existe el sistema electoral
perfecto sino, más bien y como aspiración, el más adecuado en un momento dado para una
sociedad concreta. De hecho un sistema electoral que funciona bien en una sociedad puede
funcionar mal en otra. Y es que un sistema electoral no es un mero conjunto de fórmulas
matemáticas, sino que es un todo complejo en el que interactúan múltiples dimensiones, entre
ellas: censo electoral, circunscripciones, tipo de voto, cláusulas de acceso o barreras
electorales, número de escaños a elegir y, también, otros aspectos como la estructura
socioeconómica de la sociedad o su sistema de partidos. 12

12 Esta propuesta docente es resultado del material elaborado en el marco del proyecto de
tipo NOU-PID “Docencia adaptada a formato on line de la asignatura Sistema Político Español”,
coordinado por el profesor Joaquín Martín Cubas, de las convocatorias del PID Programa de
Innovación Docente de la Universitat de València (2020-21) con referencia UV-SFPIE_PID-
1353413. El proyecto está enfocado a la elaboración de material y diseño de estrategias para la
docencia virtual y la evaluación en línea. Su objetivo es capacitar al PDI para la configuración
de la docencia y la evaluación a distancia, incluyendo el diseño de materiales docentes
innovadores y entornos de aprendizaje y evaluación en formato on line: audiovisuales, powers,
enlaces, prácticas, autoevaluación y foros o webinars. Cada uno de los 22 temas en los que se
ha dividido el temario de la asignatura Sistema Político Español se han depositado en abierto
en el Repositorio de la Universitat de Valéncia en sus tres formatos: Texto, PowerPoint y
Grabación audiovisual, siendo sus contenidos responsabilidad exclusiva de los autores
firmantes de cada tema

2.- El sistema electoral del Congreso de los Diputados

Si hay un sistema electoral fundamental en nuestro país, éste es el sistema electoral del
Congreso de los Diputados. Y lo es porque es ésta la institución de mayor poder entre las que
define la Constitución española de 1978 para el sistema político español: aúna en sus manos el
poder legislativo y el poder de decidir quién gobierna en cada momento.

Los elementos clave del sistema electoral del Congreso de los Diputados son los siguientes:

• 350 Diputados a elegir;

• sufragio universal como derecho de sufragio activo –quedan excluidos de este derecho los
menores de 18 años y los extranjeros, aun residentes, no nacionales; 185

• circunscripciones provinciales que se reparten los escaños en función de dos Diputados por
provincia más otros adicionales, en su caso, en función de la población de esta provincia13 y

• aplicación en cada circunscripción provincial de la fórmula electoral D’Hondt, consistente en


la división del número de votos obtenido por cada partido en la circunscripción por la serie de
números naturales (1, 2, 3, 4, etc.), quedando atribuidos como escaños los mayores cocientes
de esas divisiones hasta alcanzar el número total a elegir que corresponda a esa
circunscripción.13

13 de esta forma la representación mínima inicial de las provincias suma cien escaños, lo que,
unido a los dos diputados constitucionalmente asignados a Ceuta y Melilla. Hasta los 350
escaños en total, son 248 los que hay que repartir proporcionalmente entre las
circunscripciones en función de su población. El artículo 162.3 de la LOREG establece el
siguiente procedimiento:

1) se divide por 248 la población total dando una cuota de reparto;

2) se adjudican a cada provincia tantos diputados como resulten, en números

enteros, de dividir la población de la provincia por la cuota de reparto;

3) los escaños que resten por atribuir corresponden a las provincias cuyo

cociente tenga una fracción decimal mayor

3.- El sistema electoral del Senado

El Senado, en la actualidad, está compuesto por un total de 266 Senadores, elegidos por un
doble procedimiento regulado por el artículo 69 de la Constitución y artículos 161 y 165, 1.º a
3.º de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. La mayor parte de los Senadores (208)
son elegidos en circunscripciones provinciales:
• En cada provincia se eligen cuatro Senadores.

• En los territorios insulares, corresponde o elegir tres Senadores a cada una de las islas
mayores (Gran Canaria, Mallorca y Tenerife) y o uno a cada una de las restantes islas (Ibiza-
Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma).

• Las poblaciones de Ceuta y Melilla eligen cada una de ellas dos Senadores.

BIBLIOGRAFÍA

BARAS,M. Y BOTELLA, J. El sistema electoral, Madrid, Tecnos, 1996

CONSEJO DE ESTADO Informe del Consejo de estado sobre las propuestas denmodificación
del régimen electoral general, 24 de febrero de 2009:
http://www.consejoestado.es/pdf/REGIMEN-ELECTORAL.pdf

FELIP SARDÁ. J. M. “El sistema electoral valenciano en la Ley Orgánica 1/2006, de Estatuto de
Autonomía de la Comunidad Valenciana” en Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics, nº
49/50, 2005.

FRANCH I FERRER, V. “Las elecciones autonómicas valencianas en perspectiva (1983-1991):


los efectos de la cláusula de barrera del 5% en el sistema de partidos valenciano” en
Cuadernos Constitucionales, nº 9/10, 1995.

MINISTERIO DE ADMINISTRACIONES PÚBLICAS Elecciones locales, Madrid, INAP, 1998

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