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A DIOS CORRESPONDE LO PRIMERO

La Laja, Jal., 14 de abril de 2002


Éxodo 23:19 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No
guisarás el cabrito en la leche de su madre.
Dios pide para él las primicias de todo y de todos. Cuando Israel se estableció en la tierra que Dios les dio por
heredad, muchos se dedicaron a labrar el campo. Sembraban trigo, cebada, uvas, etcétera. De los frutos que
iban a cosechar, andando en obediencia, las primicias debías ser para Dios.
Deuteronomio 28:11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu
bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. 12 Te abrirá
Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de
tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.
De toda la bendición que Dios prometía darles, ellos debían dar a Dios las primicias, incluso de sus hijos.
Éxodo 13:2 Conságrame todo primogénito . Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los
hombres como de los animales, mío es.
Éxodo 13:2 Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su
cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos. (Ex 34:19). ► Primogénito: Hijo que nace primero.
Dios quería los primogénitos, pero de cosas buenas. Un asno, o cualquier animal inmundo, debía ser
redimido.
Redimir. ► Rescatar o sacar de esclavitud [al cautivo] mediante precio.
► Librar, en general. [de una obligación] o extinguirla.
En caso que no tuviera la manera de redimirlo por un cordero, debía matarlo, quebrándole la cerviz. No podía
ofrecerse lo inmundo a Dios y él tiene el cuidado de dar la lista de lo que para él era inmundo. Levítico 11.
Todo el capítulo. Si Dios no quería que su pueblo comiera esos animales, ¿querría que se le ofrecieran a él?
Levítico 27:9 Y si fuere animal de los que se ofrece ofrenda a Jehová, todo lo que de los tales se diere a
Jehová será santo. 10 No será cambiado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno; y si se permutare un
animal por otro, él y el dado en cambio de él serán sagrados. 11 Si fuere algún animal inmundo , de que no
se ofrece ofrenda a Jehová, entonces el animal será puesto delante del sacerdote, 12 y el sacerdote lo
valorará, sea bueno o sea malo; conforme a la estimación del sacerdote, así será. 13 Y si lo quisiere rescatar,
añadirá sobre tu valuación la quinta parte.
No es lo mismo malo que inmundo. Inmundo era cualquiera de los animales que aparecen en la lista de
Levítico 11; el malo era el defectuoso. El que traía algún defecto de nacimiento.
Con el animal primogénito no podía hacerse una permuta o un trueque. Si por alguna causa el primogénito
salía malo, es decir enfermo o con algún defecto, no podía cambiarse.
Levítico 27:26 Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo
dedicará; sea buey u oveja, de Jehová es.
Los primogénitos varones, esos también serían rescatados. Dios dijo cuando y como y por quién.
Números 3:12 He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los
primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas. 13 Porque mío es
todo primogénito ; desde el día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto,
santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos serán. Yo
Jehová.
Dios ordenó contar a los levitas: verso 15. El total de los mismos fue: 22,000 (verso 39). Dios ordena contar
también a los primogénitos: verso 40. El total de primogénitos: 22, 273.
Podemos ver que había una diferencia de 273 y sobre ellos Dios de la misma manera da mandamiento:
Números 3: 46-49.
Antes que hubiera leyes sobre la primogenitura, ya sabían los hombres qué era lo que le agradaba a Dios. Al
menospreciar su primogenitura, Esaú tuvo en poco ser propiedad de Dios. Eso fue lo más triste. Dios desde
antes que lo hiciera, sabía lo que iba a hacer, por eso antes de que nacieran dice: A Jacob amé y a Esaú
aborrecí.
Eso fue en el primer pacto. Estamos en un nuevo pacto, no de la letra sino del espíritu. Dios en la gracia
también nos pide lo primero, es decir lo más importante, lo mejor.
Primero. Excelente, grande, que sobresale y excede a otros. Dios nos pide las primicias: las primeras
palabras las quiere para él; las primeras fuerzas del día, cuando el hombre tiene en sí todo su vigor, lo quiere
Dios para él: Miqueas 7:1. Aquí habla el profeta, pero los profetas son la voz de Dios. Se puede decir que lo
que quería Miqueas, lo quería Dios. Nuestra primer ocupación debe ser en las cosas de Dios. Cristo nos dio el
ejemplo: Marcos 1:15. Marcos 16:9 . ¿Dónde hay que buscarle y cuándo? Lucas 21:38. Lc. 24

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