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J. B. Libanio*
la jerarquía, tratan el oro con desprecio. La cues- caso, habría que hablar de "distopía" más que de
tión fundamental será entonces recompensar la "utopía".
virtud, la igualdad en la distribución, la abun-
dancia para todos. La originalidad de Tomás Moro En esta composición, la utopía se presenta
fue sacar las consecuencias del descubrimiento como el proyecto humano resultante de relacio-
de que la propiedad privada era la fuente de los nes humanas, como lugar de felicidad, de dicha,
descontentos presentes, al generar tantos males e gratificante. Debería existir en algún lugar y por
injusticias. eso convertirse en modelo deseable. Es el lugar,
donde se está en el lugar. Es el lugar donde se
El término "utopía" nace del doble contexto de siente feliz. Es el espacio donde el hombre alcan-
denuncia y anuncio; denuncia de la propiedad za la realización de sus aspiraciones. Esta signifi-
privada como la causa mayor de los males socia- cación expresa la capacidad del pensamiento hu-
les, y anuncio de una sociedad en la que el dine- mano de anticipar contenidos concretos destina-
ro, la propiedad privada, los grados sociales y el dos a realizarse13.
culto al oro dejarán su lugar a los valores éticos,
a la igualdad, a la abundancia generosa de los Evidentemente si conjugamos las dos etimolog-
bienes para todos. ías, el sentido se toma más completo. Así la utop-
ía es aquel lugar maravilloso que aún no tiene lu-
gar. Es un eu + topos, un buen lugar aún sin lu-
2. Su etimología gar ouk + topos en la historia.
Sin embargo, observan los lingüistas, ninguna La escatología se refiere a un futuro prometido
palabra se libera totalmente de su etimología. Es- por Dios, que se realizará con toda certeza, cuyos
ta marca los límites que el término no logra so- signos ya se encuentran en la historia humana.
brepasar. Lo arbitrario de la creación de los voca- Fundamentalmente es don y obra de Dios, pero
blos no es absoluto. Hay carriles significativos provoca e implica la respuesta humana. Las utop-
dados por las raíces etimológicas por los que las ías pueden ser concretizaciones limitadas, actua-
palabras siempre se deben deslizar. Por eso, lizaciones anticipadas de esa escatología final. En
siempre es bueno conocerlos. la utopía el actor principal es el hombre y su rea-
lización se daría sólo dentro de la historia. En la
En efecto, el término "utopía" permite una do- escatología, el actor es Dios, en la historia, y
ble composición en relación con sus raíces eti- también más allá de ella. La utopía no tiene la
mológicas: certeza ni es algo ya iniciado y acontecido, como
es característico de la escatología. La utopía mira
utopía = ouk + topos: no + lugar hacia el no-lugar, no-presente, mientras que la
= eu + topos : buen + lugar escatología se funda en una palabra de Dios ya
dada, ya acontecida plenamente en la resurrec-
La primera composición: utopía = ouk + topos ción de Jesús.
expresa la dimensión de irrealizabilidad, de no-
lugar, de carácter fantástico, ideal, irreal de la El mito, por referirse sobre todo al comienzo,
utopía. Es lo deseado inalcanzable, el lugar que se distingue de la utopía, que se orienta hacia el
no existe en ningún lugar. Es la presencia ausen- futuro. El mito tiene origen en la memoria de los
te, la realidad irreal, los deseos nostálgicos, la al- tiempos pasados, en el recuerdo de una edad fe-
teridad sin identificación, regida por la lógica de liz. Es obra colectiva, cuya fecha de nacimiento se
lo fantástico12. pierde en las brumas obscuras del pasado. La
utopía nunca se presenta como algo real en el pa-
La segunda composición: utopía = eu + topos sado; el mito, en cambio, sí. La utopía, más bien,
quiere expresar, no tanto el aspecto de "ausencia se presenta orientada hacia un futuro posible.
de lugar" –como la anterior–, sino la dimensión de
fin (tejos) de la utopía. Quiere ser una realidad El milenarismo se presenta bajo la forma de
buena, mejor. Sólo por perversión terminológica doctrinas y movimientos escatológicos que se han
se puede hablar de una "utopía negativa". En este desarrollado en el seno y al margen de varias reli-
giones, sobre todo en el judeo-cristianismo. Se
UTOPIA: APROXIMACION CONCEPTUAL INICIAL. LIBANIO 3
Una consideración meramente formal de la La utopía opta por lo que debe existir, pero
utopía podría concebirla como un mero ejercicio nunca ha existido. Se sitúa pone del lado del
mental de laboratorio de algún cientista social, sueño, del proyecto, de la búsqueda, de la reivin-
que elaboraría un simple modelo teórico para ve- dicación, del deseo de un ideal posible frente a lo
rificar las consecuencias de determinada hipóte- real.
sis. Se crearía en este caso un tipo ideal y se pre-
guntaría cuales serían las consecuencias de su Intenta expresarse en planes, proyectos, mo-
realización. ¿Cómo sería una sociedad en que se delos alternativos. Anuncia lo razonable de un
aboliesen la propiedad privada y el dinero? En es- mundo sumido en la contradicción. Posee un
te caso, la utopía se aproximaría mucho a la elemento anticipador. Señala momentos, univer-
ciencia experimental. sos, regiones aún no visitadas por nadie: realida-
des totalmente nuevas, distintas, diferentes. Aspi-
Evidentemente, este modo de entender la ra a la convivencia humana que debería existir.
utopía le quitaría precisamente su capacidad de
superar el lado puramente experimental de la No se sitúa al nivel de la racionalidad deducti-
ciencia, de romper las amarras de lo empírico pa- va, ni del proyecto ético, como tal. Supera la rea-
ra despegar rumbo al mundo de la creatividad, de lidad fáctica, aunque ésta sea sumamente real.
la fantasía. La experiencia utópica se reduciría a
un ejercicio mental artificial. En una palabra: la utopía no es sólo un alter-
cado; se presenta como una alternativa, como al-
Naturalmente la utopía tiene cierto aspecto de ternancia con respecto a la realidad existente17.
experimento, de tentativa, de ejercicio mental. El
cientista social no sólo pone al servicio de la
utopía su libre fantasía, sino también busca crear 6. Definiciones provisionales
un modelo consistente, coherente y con viabilidad
histórica. Pero la viabilidad histórica permanece A manera de conclusión, enumeramos una se-
más en el plano de la expectativa en el futuro que rie de definiciones de utopía, presentadas por di-
de la verificación en el presente. versos autores. Es la aspiración a una forma de
convivencia donde se implante efectivamente un
orden de vida verdaderamente razonable y justo18.
5. Elementos estructurales Irrumpe como germen colectivo de un mundo so-
cial plenamente humanizado por ser capaz de
El camino recorrido nos lleva a percibir los dos responder con la plenitud posible a los sueños y
elementos fundamentales y estructurales de la necesidades de la vida humana19.
utopía.
Representa una sociedad radicalmente otra
respecto de la existente, caracterizada por una
A) Crítica del presente existente capacidad de responder adecuadamente a las ne-
cesidades de los hombres y satisfacer sus aspira-
La utopía descubre una profunda inconformi- ciones fundamentales. Construida independien-
dad entre lo que propone y la realidad actual. El temente (no incompatiblemente) del análisis
utopista no acepta el mundo tal y como existe, ni científico y de la identificación de sus condiciones
UTOPIA: APROXIMACION CONCEPTUAL INICIAL. LIBANIO 5
Utópicas son las orientaciones que, trascen- Para esta primera parte del estudio, consultar
diendo la realidad, tienden, si se transforman en preferentemente los diccionarios y enciclopedias
conducta, a modificar la realidad, parcial o total- donde se encuentran de manera concisa defini-
mente, el orden de cosas que prevalezca en el ciones e informaciones sobre el concepto de utop-
momento. Tipo de orientación que trasciende la ía.
realidad y al mismo tiempo rompe las amarras del
orden existente. Orientación incongruente con la CRINELLA, G., "Utopía", en Diccionario Teológico In-
realidad que tiende a poner fin a los lazos del or- terdisciplinar, Sígueme, Salamanca, 1987, vol. 5,
den existente. Todo orden social en curso y efecti- 608-613.
vamente existente es una "topía", por eso las imá-
genes desiderativas que asumen una función re- DESROCHE, H., "Utopie", en Encydopaedia Univer-
volucionaria se tornarán "utopías". salis, XVI, París, 1968, pp. 557-559.
Alejados del pasado, podemos distinguir mejor GIMBERNAT, J. A., "Utopía", en C. Floristán- J. J.
lo que entonces era utopía o ideología. Las repre- Tamayo (orgs.), Conceptos fundamentales de pas-
sentaciones distorsionadas de un orden social toral, Madrid, 1983, pp. 1015-1022.
pasado o potencial son ideológicas; pero las que
fueron adecuadamente realizadas en el orden so- KATEB, G., "Utopias and Utopianism", en The En-
cial eran utopías. Las realidades actualizadas del ciclopedia of Philosophy, Londres, 1967, VIII/212-
pasado muestran las representaciones que eran 2!5.
entonces trascendentes y rompían los lazos del
orden existente (utopía) y las que servían única- MANNHEIM, K., Ideología e utopía, Fondo de Cultu-
mente para disimular la realidad (ideología)24 . ra Económica, México.
Si se insiste en la función del intelectual, la MORO, T., Utopía, Porrúa, México, Col. Sepan
utopía se define como una crítica absoluta y radi- Cuantos, nº 282.
cal que se presenta como un contraproyecto ra-
cionalmente construido por intelectuales con cier- SILBERMANN, L.-FRIES, H., "Utopie und Hoffnung",
to carácter elitista25 . en Christicher Glaube in modemer Gesellschafi,
Friburgo, 1982, XXIII/5 5-86; trad. Esp. Ed. S.M.,
Y finalmente, en una lectura más conservado- Madrid, 1985.
ra, la utopía es vista como la reacción de una cla-
se social, la visión confortante de un futuro plani- SZACHI, J., As utopias ou a felicidade imaginada,
ficado, que expresa mediante los símbolos clási- trad. bras., s. e., Rio de Janeiro, 1972.
cos del sueño su deseo profundo de reencontrar
las estructuras rígidas de la ciudad tradicional –
6 UTOPIA: APROXIMACION CONCEPTUAL INICIAL. LIBANIO
TEIXEIRA COELHO, O que é utopia, Brasiliense, São WOSCHITZ, K., "Utopía", en Sacramentum Mundi,
Paulo, 1980. Herder, Barcelona, 1976, VI/813-820.
26
*
LIBANIO,J. B., Aproximación conceptual inicial, en: J. Servier, o. c., p. 23.
Utopía y esperanza cristiana, Dabar, México 2000, 23-
27
36. G. Crinella, op. cit., p. 37.
10
Q. Skinne., The foundations of modern political
thought, Vol. I: The Renaissance, Cambridge University
Press, Cambridge, 1978, pp. 25ss.; E. MacNall Burns,
Fundamentos del pensamiento político moderno, vol. 1:
El Renacimiento, Fondo de Cultura Económica, México,
1987.
11
F. Seibt, "La utopía como juego mental de los
humanistas y como programa político" en Utopía hoy,
pp. 11-13.
12
J. M. Castillo, "Los cristianos y la utopía", en: El se-
guimiento de Jesús, Sígueme, Salamanca, 1986,18; L.
Silbermann-H. Fries, "Utopie und Hoffnung", en:
Christhcher Glaube in modemer Gesellschaft, Friburgo,
1982, XXIII/ 62; G. Crinella, "Utopía", en: Diccionario
Teológico Interdisciplinar, Vol. 3, Sígueme, Salamanca,
1982.
13
Teixeira Coelho, O que é utopia, Brasiliense, São
Paulo, 1980, p. 72; L. Silbermann-H. Fries, op. cit., p.
57.
14
C. Renouvier, Uchronie, Utopie dons histoire, Paris,
1876.
15
J. Szachi, As utopias ou a felicidade imaginada,
trad. Bras., s.e. Rio de Janeiro, 1972, p. 312.
16
J.M. Castillo, op. cit., p. 220; H. Marcuse, op. cit., p.
67; J. Servier, Histoire de l'utopie, Paris, 1967, p. 33
(trad. esp., Historia de la utopía, Monte Ávila, Caracas,
1969); H. Desroche, "Utopie", en Encyclopaedia Univer-
salis, XVI, Paris, 1968, p. 559.
17
J. M. Castillo, op. cit., p. 220s.; J. Servier, op. cit., p.
33; H. Marcuse, op. cit., p.67.
18
J. M. Castillo, op. cit., p. 221.
19
Carlos R Brandão, "Sobre la producción social de la
utopía", en R. Vidales-L. Rivera P., (eds.), op. cit., p. 82.
20
G. Girardi, op. cit., p. 223.
21
G. Kateb, "Utopias and Utopianism", en The Enci-
clopedia of Philosophy, Londres, 1967, VIII/213
22
J. Pixley, "Las utopías principales de la Biblia", en
R. Vidales-L. Rivera P., (eds.), op. cit. p. 313.
23
H. Vaz, Escritos de Filosofia, I, Edicóes Loyola, São
Paulo, 1986, p. 295.
24
K. Mannheim, Ideologia e utopía, Fondo de Cultura
Económica, México.
25
A. Neusüss, "El pensamiento utópico de Marx a
Bloch", en Utopía hoy, pp. 56.