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Algunas consideraciones de infectología para anestesiólogos y técnicos de anestesia

Siempre ha existido preocupación sobre el rol jugado por el medio ambiente


anestésico (anestesiólogos, técnicos de anestesia, servicios de anestesia, comités
relacionados, monitores, etc.) en la transmisión de infecciones hacia los
pacientes, y también hacia los propios trabajadores de la salud. No hay dudas luego
de numerosos reportes a lo largo de los años, de que el ambiente anestésico ha sido
responsable de brotes de infección nosocomial.

A pesar de tales reportes conflictivos, debemos estar de acuerdo de que una simple
y prevenible infección causada por equipamiento contaminado a un paciente sometido
a una cirugía y anestesia, es una innecesaria e indeseable injuria potencialmente
compensable

Los anestésicos locales tales como la lidocaína poseen actividad antimicrobiana. El


propofol permite el crecimiento de bacterias responsables de infecciones. La
adicion de lidocaina al propofol en concentraciones clínicamente relevantes no
previene el crecimiento de las bacterias por lo tanto la adicion de lidocaina al
propofol no previene la infección producida por propofol contaminado (2).

La incidencia de la contaminación por sangre y saliva de la piel de los


anestesiólogos y del personal relacionado fue estudiado durante 270 procedimientos
anestésicos por siete días continuos. La sangre de 35 (14%) pacientes causó
contaminación de la piel de 65 anestesiólogos durante 46 incidentes. Veintiocho
(61%) de los incidentes de contaminación ocurrieron durante la canulación venosa.
Cinco (8%) de los 65 anestesiólogos contaminados con sangre tenían cortes en sus
manos. Hubo 9 incidentes(4%) de contaminación de la piel con saliva. Todos los
anestesiólogos y personal relacionado deben llevar guantes en el quirófano para la
canulación de vasos y para la manipulación de la vía aérea (1).Los profesionales de
la salud que trabajan en quirófano están expuestos a la contaminación de la piel
por fluidos corporales. La preocupación por este tema se relaciona con la
exposición potencial de los trabajadores a pacientes con infección no reconocida,
especialmente Hepatitis B (HB) y HIV. La HB es altamente infecciosa y solamente una
mínima cantidad de sangre es requerida para producir su transmisión. La incidencia
del estado de portador en Europa, EUA y Australia es de 0.1-0.5 % de la población.
Un anestesiólogo que hace 1000 anestesias por año puede por lo tanto esperar que
entre 1 y 5 de sus pacientes por año sean portadores del virus de la HB (VHB),
aunque esto sea probablemente una subestimación del problema. La inmunización
protege al personal contra la HB, pero todavía no hay protección contra la
hepatitis C o el HIV.

Afortunadamente numerosos estudios han demostrado que el riesgo de infección con


HIV de los trabajadores de la salud es muy bajo. ( 3,4 ). Los mayores riesgos para
la infección de HB y HIV provienen de las punciones con agujas, salpicaduras en las
membranas mucosas, conjuntivas o piel no intacta.

La razón más común para no llevar guantes es la pérdida de la sensibilidad. Sin


embargo los cirujanos operan exitosamente con guantes, así como muchos
anestesiólogos realizan bloqueos periféricos. La destreza en el uso de guantes es
por lo tanto un problema de práctica. Los anestesiólogos en formación deben ser
educados desde el comienzo de sus carreras a llevar guantes, así la práctica se
transforma en rutina.Es una práctica común de los anestesiólogos en muchos
quirófanos diluir drogas e inyectarlas en las tubuladuras de las vías i.v.
utilizando jeringas que han sido utilizadas en procedimientos anteriores (5).
Algunos estudios han investigado la contaminación bacteriana de jeringas tanto por
deficiente manipulación (6) como por múltiple reutilización (5).

Un estudio investigó la presencia de glóbulos rojos como marcadores de


contaminación inadvertida de las jeringas utilizadas en múltiples inyecciones en
una misma tubuladura i.v. en un mismo paciente, y fue evidente que la contaminación
con sangre de las jeringas puede ocurrir sin que sea visualmente aparente y sin que
haya un obvio reflujo de sangre en la tubuladura o en la jeringa. Cuando un
manguito de presión es utilizado en el mismo miembro de la vía i.v. o si la
tubuladura ha sido previamente contaminada, sangre que no es visible puede quedar
atrapada en el �chupete� de la tubuladura, y no ser eliminada a pesar de múltiples
lavados. La sangre aspirada inadvertidamente en la jeringa de esta anera podría ser
inyectada en pacientes ulteriores en caso de que dicha jeringa sea reutilizada. Si
el tamaño del inóculo de organismos transmitidos de esta manera podría ser
suficiente para provocar enfermedades es desconocido (7).

Un estudio investigó la infección cruzada relacionada con el uso múltiple de


jeringas descartables. La conclusión fue que las tubuladuras i.v. tienen una tasa
de contaminación significativa en la práctica cotidiana, y que esta tasa disminuye
a medida que aumenta la distancia desde el sitio de inyección hasta el catéter i.v.
El uso de un sitio de inyección alejado del catéter i.v. y fijado a un nivel igual
o por arriba del catéter i.v. se traduce en un riesgo menor de contaminación. Esto
sugiere que la contaminación sucede por otro mecanismo que el de reflujo por un
gradiente de presión. Esto puede ocurrir debido a que la sangre, teniendo una
gravedad específica de 1.06, sedimentará si la tubuladura distal es dejada colgando
al costado de la camilla de operaciones, en una posición más baja que la del
catéter i.v., contaminando por lo tanto los sitios de inyección que estan en una
posición dependiente. Un alto flujo en la tubuladura podría prevenir este fenómeno
(8).El cambio de la aguja solamente es un procedimiento inútil para prevenir la
infección cruzada (8). La falta de datos objetivos sobre contaminación de las
jeringas con sangre, combinado con la ausencia de reportes sobre transmisión de
enfermedades virales por esta ruta puede en parte explicar la resistencia de los
anestesiólogos de cambiar las jeringas luego de cada caso. Otro posible factor
contribuyente sería el costo inherente a tal política, o el proceso lento y
dificultoso de preparar un nuevo juego de jeringas para cada paciente.

Es bien conocido que las prevalencias tanto del VIH como del VHB tienen una gran
variabilidad geográfica. En algunas áreas con gran prevalencia de estos virus, el
riesgo asociado con la reutilización de las jeringas sería obviamente mayor. Es
interesante remarcar que aunque el SIDA comenzó el debate sobre el riesgo de
reutilizar las jeringas, la hepatitis B posee un riesgo mucho mayor de ser
transmitida por dicha vía. Estudios previos han demostrado que el riesgo de
contaminación con sangre de las jeringas se incrementa en ciertas condiciones:
�viejas vías i.v.�, transfusiones previas, manguito de presión
ipsilateral.Numerosas drogas son envasadas en ampollas de vidrio en un intento de
mantener la esterilidad. Ha sido reportada la contaminación por partículas de
vidrio asociada con la apertura de dichas ampollas (9, 10). Basado en estos datos
Zacher y col en un estudio concluyó que la apertura de las ampollas de vidrio puede
contaminar los contenidos previamente estériles presumiblemente por el pasaje de
bacterias contenidas en las partículas de vidrio al interior de la solución, y que
limpiando las ampollas con una gasa embebida en alcohol previamente a su apertura,
reduce la incidencia de contaminación. La clara implicancia de dicho estudio es que
el material contenido dentro de las ampollas de vidrio de una gran variedad de
drogas utilizadas en la práctica anestésica no debe ser considerado estéril luego
de su apertura a menos que el exterior de la ampolla esté estéril (11).

Es importante destacar que el uso de guantes durante la apertura de las ampollas


reduce la contaminación de éstas por gérmenes habituales de la piel. Cuantos de
nosotros utilizamos drogas contenidas en ampollas abiertas por una persona
desconocida?

O utilizamos jeringas con drogas dilu�das por otras personas que no cumplen con
ninguna norma escrita, y almacenadas en condiciones no estériles?
El lumen de la vías i.v. está frecuentemente por lo tanto contaminado con sangre, y
10-7 a 10-9 ml de sangre puede transmitir hepatitis. Reutilizar agujas o jeringas
claramente representa un peligro tanto para los pacientes como para los agentes de
salud, los cuales pueden adquirir hepatitis al tratar de recolocar los capuchones
de las agujas.

El VHB es estable en superficies secas por una semana, y puede sobrevivir por mayor
tiempo en ambientes húmedos (12) .Datos de 1990, cuando la necesidad de normas
estrictas para evitar la infección cruzada se planteaba en los países
desarrollados, muestran que el 3.3% de pacientes quirúrgicos que no habían sido
transfundidos desarrollaban hepatitis de causa desconocida (14).

Encuestas realizadas a anestesiólogos en EUA sugieren que son concientes del medio
ambiente potencialmente infeccioso en el que trabajan, pero que no implementan
medidas protectoras ni para si mismas ni para sus pacientes (13).

Limpieza del equipamiento: Para todos los equipos médicos, el primer y más
importante paso para la decontaminación es una cuidadosa y metódica limpieza.
Limpieza significa remover el material externo sin ningún especial esfuerzo en
matar microorganismos reduciendo así la carga biológica. A menos que el artículo
esté limpio, puede haber contacto insuficiente entre éste y el agente
decontaminante, haciendo al proceso de esterilización insuficiente. Incluso si el
material es considerado estéril, el paciente puede tener una reacción a los
residuos biológicos.

Enjuagar y limpiar los artículos tan pronto como sea posible puede prevenir el
desecado del material orgánico.

Los procedimientos de limpieza deben realizarse en un local designado y que esté


dividido en dos áreas: sucia y limpia.El personal debe llevar la protección debida,
y ser muy cauteloso en no lastimarse con el material contaminado.

Los equipos deben ser desarmados y examinados para detectar partes en mal estado.

La tela adhesiva debe ser removida, y el residuo adhesivo limpiado con solventes
especiales.

Las partes deben luego ser colocadas en un recipiente lleno con agua y jabón o
detergente.

Esto permitirá al agua penetrar, ablandar y remover material. El detergente debe


seleccionarse acorde a las especificaciones del fabricante de los equipos, y no por
su actividad desinfectante.

Debe ser no corrosivo para gomas y plásticos.

Luego de que el equipamiento haya sido sumergido el tiempo suficiente como para que
el detergente penetre en el material orgánico y lo remueva, debe ser cepillado
cuidadosamente por dentro y por fuera, prestando una atención particular a las
porciones de difícil acceso como los rincones o lúmenes. Deben contarse con
cepillos de diferentes tamaños.

Los detergentes poseen cierto efecto bactericida, siendo más efectivos contra las
bacterias Grampositivas.

No son efectivos contra el bacilo de la tuberculosis y contra numerosos virus. Los


elementos que no pueden ser sumergidos, deben ser limpiados con un paño embebido en
agua y detergente.
Como alternativa al lavado manual, existen maquinas automáticas que cumplen dicha
función; y que incluso desinfectan por pasteurización o por medio de germicidas
químicos (15). Sin embargo han sido reportados casos de contaminación de
fibroscopios asociados con el uso de dichas máquinas (16).

Los equipos que poseen zonas de difícil acceso para la limpieza (lúmenes, pequeñas
grietas, etc. ) pueden ser tratados con un limpiador ultrasónico, con mejores
resultados que el cepillado manual.

El enjuagado es muy importante, ya que el material orgánico y/o los residuos de los
agentes de limpieza pueden inactivar a los desinfectantes químicos o
esterilizadores, o proteger a los gérmenes de la destrucción. Luego del enjuagado,
cada elemento debe ser inspeccionado para asegurar la ausencia total de material
externo.

A menos que el equipo sea luego esterilizado por vapor, pasteurización u otros
sistemas, debe ser secado cuidadosamente. Inclusive si el elemento no necesitara
ser sometido a mayor desinfección, ya que el secado es importante debido a que la
humedad puede permitir el crecimiento de organismos Gram-negativos. Si un agente
químico es utilizado para el proceso de desinfección o esterilización, éste puede
ser diluido hasta por una mínima cantidad de agua remanente en el equipo y hacerlo
menos efectivo. Si algunas gotas de agua son dejadas en el equipo que va a ser
esterilizado con gas, el óxido de etileno se disolverá en el agua formando etilen-
glicol, el cual es tóxico y difícil de remover.La mayoría de los elementos deben
ser secados con paños o con aire caliente.

Los métodos de desinfección y esterilización escapan al objetivo de este apunte.El


dilema de la esterilizaciónLas personas que trabajan con equipamiento de anestesia
se encuentran con el dilema de cuanto tiempo, esfuerzo y dinero debe invertirse en
tratar de prevenir la transmisión de infecciones a los pacientes.

Aquellos que argumentan que un esfuerzo más vigoroso no es necesario, y creen que
las medidas implementadas por las sociedades científicas no son razonables
argumentan que:

1. Los casos documentados de infección cruzada por contaminación del equipo de


anestesia son raros. Los estudios sobre infecciones postoperatorias causados por
contaminación de los circuitos respiratorios no son definitorios (17).

2. La decontaminación es dificultosa, costosa, y depara ciertos peligros hacia los


pacientes y hacia el personal del hospital. Implica inversión en equipamiento
nuevo, mayor trabajo para el personal, y se necesita mayor espacio. Tambien es
necesario entrenamiento de personal.

3. La naturaleza de las maniobras requeridas en anestesia hacen que la esterilidad


sea impracticable.

4. Muchas formas de esterilización pueden dañar al equipamiento. La esterilización


química con gases o líquidos puede dejar residuos que pueden dañar a los pacientes.
También pueden cometerse errores al ensamblar los equipos.

Aquellos que sostienen que debe realizarse un mayor esfuerzo para la esterilización
argumentan que:

1. Han sido reportado casos de contaminación cruzada causada por equipamiento de


anestesia (18).

2. El riesgo de contaminación cruzada puede ser mayor al que se cree comúnmente,


debido a que frecuentemente es difícil especificar la causa exacta de las
infecciones postoperatorias.

Los pacientes que han sido sometidos a cirugía y anestesia tienen mayores
probabilidades de desarrollar infecciones respiratorias que la población normal. La
anestesia interfiere con la actividad ciliar y mucosa, y la cirugía puede deprimir
la capacidad del paciente de toser o de respirar profundamente. Los anestesiólogos
trabajan frecuentemente con pacientes inmunodeprimidos, los cuales son incapaces de
protegerse adecuadamente contra cualquier potencial organismo patógeno del medio
ambiente quirúrgico, o de inóculos mínimos de éstos.

3. Aunque existe un acuerdo general sobre la necesidad de esterilización de


equipamiento que ha sido utilizado en un paciente con infección respiratoria, o de
infección con organismos virulentos, frecuentemente es imposible identificar a
tales pacientes. Cualquier organismo es una causa potencial de infecciones. Por lo
tanto todo equipamiento es sospechoso.

4. Incluso si la incidencia de infecciones respiratorias resultantes del aparato de


anestesia es baja, el costo de una sola infección en términos de mortalidad,
morbilidad, y economía es alto.

El CDC (Center for Disease Control, USA) ha publicado guías de cómo prevenir o
controlar los problemas específicos de infecciones hospitalarias. Como lo demuestra
la tabla 1, han dividido los elementos o equipamiento en tres categorías, basadas
en el riesgo potencial de infección relacionado con su uso:

Tabla 1.Clasificación de los equipos, procesos y productos germicidas.

Critico

Esterilización: químico esporicida,

contacto prolongado.

Esterilización / Desinfectante

Semicritico

Alto nivel de desinfección: químico esporicida,

contacto breve

Esterilización / Desinfectante

No crítico

Nivel intermedio de desinfección

Desinfectante hospitalario con

actividad tuberculocida

Bajo nivel de desinfección

Desinfectante hospitalario sin

actividad tuberculocida

Elementos críticosSon aquellos elementos que son introducidos dentro del torrente
sanguíneo u otras áreas normalmente estériles del cuerpo, a través de la
penetración de piel o membranas mucosas. Estos elementos deben estar estériles en
el momento de su uso. Si la esterilidad está en duda no debe ser utilizado.

Están incluidos en este grupo las agujas y catéteres intravasculares, agujas para
bloqueos regionales, jeringas, sondas vesicales.Elementos semicríticosSon aquellos
dispositivos que entran en contacto con membranas mucosas intactas, pero que
ordinariamente no penetran la superficie corporal. La esterilización es lo más
conveniente, pero si no puede llevarse a cabo fácilmente, un alto nivel de
decontaminación es aceptable. Las membranas mucosas generalmente son resistentes a
la infección por esporas bacterianas comunes. En la mayoría de los casos, una
limpieza meticulosa seguida por un alto nivel de desinfección brinda un razonable
grado de seguridad de que los elementos están libres de patógenos.

El equipamiento incluido en esta categoría incluye a los endoscopios; ramas de


laringoscopios; sensores de temperatura rectales, esofágicos, nasofaríngeos;
máscaras faciales; cánulas aéreas y nasales; ambús; circuitos respiratorios y sus
conectores; estetoscopios esofágicos; tubos endotraqueales (19).

Elementos no críticosSon los elementos que ordinariamente no tocan al paciente, o


solamente tocan a la piel intacta. En general la piel intacta actúa como una
efectiva barrera para la mayoría de los microorganismos; por lo que el equipo que
entra en contacto con piel intacta necesita solamente desinfección de nivel
intermedio o bajo. �sta categoría incluye a los estetoscopios ( no esofágicos ),
manguitos de presión con sus conectores, oxímetros de pulso y sus cables, cables
del ECG, cables de los sensores de temperatura, los exteriores de la máquina de
anestesia, monitores, carros, etc.Reutilización de equipamiento descartableLa guías
dictadas por la FDA ( Food and Drug Administration ) para los hospitales que
reutilizan elementos descartables, dictaminan que estos deben ser capaces de
demostrar que: a)el elemento pueda ser adecuadamente limpiado y esterilizado, b)que
las características físicas o la calidad del elemento no será afectado de manera
adversa, c)que el elemento se mantiene seguro y efectivo para su uso específico,
d)aceptan la totalidad de la responsabilidad por la seguridad y efectividad del
artículo. Es recomendable que sea desarrollado un Comité Interdisciplinario dentro
de cada Servicio de Salud para controlar y asesorar respecto a la esterilización y
reutilización de elementos designados como descartables por el fabricante.

La reutilización de elementos descartables desvía la responsabilidad legal por el


producto del fabricanteal Servicio de Salud.Consideraciones intraquirúrgicas:El
personal de anestesia debe trabajar siempre sobre una superficie limpia. Al
comenzar un caso, solamente aquellos artículos que pueden ser utilizados deben ser
puestos sobre ella.

Todos los artículos usados deben ser colocados en un receptáculo separado


físicamente del área limpia. Debe contener agua con detergente para prevenir el
desecamiento de las secreciones. Luego de la operación, dicho receptáculo debe ser
llevado al área de lavado de elementos contaminados.

Un aislamiento adicional de los elementos �sucios� tales como las ramas de los
laringoscopios puede lograrse envolviéndolos con gasas, con el envoltorio de los
tubos endotraqueales, o con el reverso de un guante usado.

Decontaminando gotas salpicadas de sangre y fluidos corporales.

Las gotas de sangre o de fluidos corporales sobre el equipamiento o superficies del


ambiente deben ser limpiadas y decontaminadas tan pronto como sea posible.El
material visible debe ser removido con agua y detergente seguido por una
decontaminación con un desinfectante tuberculocida aprobado por el Hospital. Una
dilución de 1:10 o de 1:100 de hipoclorito de sodio ha sido recomendado por el CDC
(Center for Disease Control) para la limpieza de gotas de sangre.
Un hospital que tenga numerosos pacientes con la inmunidad reducida debe ser mas
cuidadoso que un centro quirúrgico que solo trate pacientes ambulatorios.

La limpieza y desinfección o esterilización del equipo de anestesia debe ser


delegada a individuos bien entrenados quienes entiendan los principios de
contaminación y de los procesos de desinfección y esterilización. Frecuentemente
los técnicos que se encargan de del equipamiento no poseen conocimientos clínico-
infectológicos suficientes, por lo que dicho personal necesita considerable
adoctrinamiento antes de que tal responsabilidad les sea delegada. Uniformes
adecuados deberán minimizar la transferencia de microorganismos desde los artículos
contaminados al personal (guantes resistentes a los fluidos, máscaras, anteojos,
etc.).

Considero importante reiterar que el factor más importante para un programa de


decontaminación exitoso (y para cualquier programa) es el seguimiento y revisión
para chequear la eficiencia de las técnicas utilizadas.Consideraciónes de algunos
artículos individualesEl nivel de decontaminación requerido para un artículo en
particular depende del potencial peligro que deriva de su utilización reciente, y
del uso posterior al que será sometido. Generalmente lo mejor es seguir las
especificaciones del fabricante referidas a los germicidas y procedimientos de
decontaminación.Carros de anestesiaLos manguitos de presión utilizados en numerosos
pacientes que no son decontaminados entre casos, no deben colocarse en el mismo
cajón que las vías aéreas o las máscaras que no están contenidas en envoltorios
estériles.

Las superficies horizontales deben ser limpiadas entre casos y al final del día,
con un paño embebido en detergente germicida. Las superficies verticales deben ser
limpiadas al final del día o inmediatamente si existe obvia contaminación con
sangre o fluidas.

Al menos una vez a la semana, o luego de su uso en un paciente con una enfermedad
infecciosa de comunicación obligatoria, el carro en su totalidad debe ser desarmado
y limpiado con agua y detergente; para luego repasarlo con un producto
germicida.Cilindros de gasSon transportados en carros abiertos y almacenados fuera
del área quirúrgica. Deben considerarse sucios al ingresar a quirófano, por lo que
deben limpiarse con agua y detergente, y luego repasados con un producto
germicida.Máquinas de anestesiaLos mismos principios de almacenamiento del
equipamiento y la separación en áreas �sucia� y �limpia� se aplican tanto para los
carros como para las máquinas de anestesia. La mesa debe ser cubierta con un campo
o toalla limpio para cada paciente. Las superficies horizontales deben ser
repasadas con un paño con agua y detergente entre casos y al final del día de
trabajo.Al menos una vez a la semana el equipamiento debe ser removido de los
cajones, y estos deben ser limpiados y decontaminados con una solución germicida.
Las cámaras de los absorbedores de CO2 deben ser limpiadas y desinfectadas durante
el cambio de rutina del absorbente. Las válvulas unidireccionales generalmente son
fácilmente desarmadas y pueden limpiarse con alcohol o detergente.Bolsa
reservorioLas bolsas pueden limpiarse manualmente o por medio de máquinas de lavado
automático. El óxido de etileno es probablemente el medio más satisfactorio para su
esterilización. Los tiempos de aereación deben ser cuidadosamente observados, y la
bolsa debe inflarse y desinflarse varias veces previamente a su uso.

Las bolsas pueden esterilizarse por autoclave, teniendo presente que este método
puede deteriorar el material de goma, y derretir al plástico.

Puede utilizarse la desinfección química, siendo el glutaraldehído el producto más


satisfactorio.Tubuladuras corrugadasLas tubuladuras corrugadas presentan un
problema difícil. Algunos estudios han demostrado que dichos tubos se contaminan
luego de su uso. Cuanto mas cercano al paciente mayor es la contaminación.
Comúnmente hay condensación de agua en la rama espiratoria.

Si dicha rama está elevada por encima del paciente, el agua puede introducirse en
la máscara facial o en el tubo endotraqueal. La contaminación de los gases
anestésicos por la tubuladura es rara.

Debido a su morfología las tubuladuras son difíciles de limpiar y desinfectar.


Luego de su utilización deben ser inmediatamente enjuagados con un flujo de agua
para evitar el desecamiento de las secreciones y luego sumergidas en un recipiente
con agua y detergente.

Una mayor limpieza puede realizarse a través de aparatos ultrasónicos o máquinas de


lavado automático. Es importante que luego del lavado las tubuladuras sean bien
secadas, a menos que se sometan a pasteurización.

La desinfección química asistida por máquinas automáticas también es efectiva.Pieza


en �Y�Las piezas en Y están contaminadas en un alto porcentaje de los casos.
Afortunadamente son fáciles de limpiar y esterilizar. Luego de su uso deben
separarse de los tubos corrugados y enjuagadas bajo un flujo de agua, y luego
sumergidas en agua y detergente. Pueden cepillarse a mano o ser lavadas en una
máquina automática. Pueden ser esterilizadas con agentes químicos o con OxE (óxido
de etileno ), previamente deben ser bien secadas.Sistemas MaplesonUn estudio sobre
los circuitos de Bain encontró una tasa de contaminación del 8 % luego de su uso en
cada paciente. Luego de su utilización, estos sistemas deben desarmarse y sus
componentes limpiarse. Estos componentes pueden desinfectarse o esterilizarse por
alguno de los métodos previamente descritos. Las partes de metal pueden
esterilizarse por autoclave. Los componentes de plástico o de goma pueden
esterilizarse con gas o desinfectarse con agentes químicos.AdaptadoresLos
adaptadores utilizados cerca del paciente están contaminados en un alto porcentaje
de los casos.

Afortunadamente son fáciles de limpiar y de esterilizar. Luego de su uso deben


enjuagarse con agua y luego sumergidos en agua y detergente. Luego lavados. Los
adaptadores de plástico o de goma pueden esterilizarse con OxE o por agentes
químicos ( glutaraldehído ). Los de metal pueden ser sometidos a autoclave o
pasteurizarse.Ventiladores de anestesiaLos ventiladores pueden protegerse de la
contaminación a través del uso de filtros. �stos también protegen al paciente de
ventiladores contaminados.El uso de filtros no está exento de complicaciones.

El ventilador de anestesia debe ser limpiado y desinfectado a intervalos regulares.


Debido a que representan un riesgo bajo para la transmisión de infecciones no es
necesario limpiarlo luego de cada uso.

La esterilización de sus partes dependerá del material y de las especificaciones


del fabricante.Máscaras facialesLas máscaras faciales se encuentran entre las
piezas del equipamiento más densamente contaminadas, portando microorganismos tanto
de la boca y vía aérea del paciente como de su piel. Frecuentemente pueden portar
moco o vómitos. Debido a la proximidad con el paciente, la transmisión de
infecciones al paciente es una posibilidad cierta. En casos probadamente
contaminados las máscaras deberían ser descartables, o inmediatamente limpiadas y
esterilizadas.

La asepsia debe ser mantenida durante el uso de la máscara facial. No debe


permitirse que caiga al piso o exponerla a contaminaciones obvias. Luego de su uso
debe mantenerse cerca de la cabeza del paciente o con el equipamiento sucio.

Inmediatamente luego de su uso, el conector debe removerse y la máscara enjuagada


bajo un flujo de agua. Luego sumergida en agua y detergente, y después cepillarla.
Las máscaras siempre deben ser bien enjuagadas y cuidadosamente secadas,
especialmente si luego van a ser esterilizadas con OxE.

Las máscaras deben recibir una desinfección de alto grado.

El OxE ofrece la ventaja de que las máscaras pueden ser mantenidas estériles por
largos períodos de tiempo. La aereación debe ser adecuada o pueden ocurrir
quemaduras faciales.

Los métodos de esterilización dependerán del material de las máscaras y de las


especificaciones del fabricante.Cánulas de MayoAntes de su uso las cánulas deben
considerarse como objetos limpios, y no debe permitirse que caigan al piso. Debido
a que son insertadas en una parte relativamente sucia del paciente, no es necesario
que estén estériles.

Luego de su uso deben ser tratadas como equipamiento sucio. Tan pronto como sea
posible luego de removidas, deben enjuagarse bajo un flujo de agua, luego
sumergirlas en agua y detergente, después cepilladas manualmente asegurándose de
que el canal esté libre de secreciones, luego enjuagarlas para remover todo el
detergente. Pueden esterilizarse con OxE, o desinfectarse con químicos.

Ramas del laringoscopio, estiletes, pinzas de Magill deben ser almacenados en


condiciones de limpieza.

Numerosas personas creen que los estiletes deben estar estériles ya que son
introducidos en el tubo endotraqueal.

Estos elementos estarán contaminados luego de su uso y deberán ser tratados como
�sucios� por lo que no podrán colocarse sobre las superficies limpias del carro o
de la máquina de anestesia.

Tan pronto como sea posible deben enjuagarse con agua corriente, sumergirlos en
agua y detergente, y cepillarlos teniendo especial atención en el área de la rama
del laringoscopio por debajo de la lamparita.

Pueden someterse al autoclave, óxido de etileno o glutaraldehído.

Tubos endotraqueales, tubos de doble lumen y conectores.

El tubo debe mantenerse en su envase estéril hasta el momento de su uso, y el


extremo del paciente no debe ser tocado, y de ser posible tampoco debe tocar la
boca o la faringe durante su inserción.

Luego de su uso debe ser tratado como equipamiento sucio. Si el tubo va a ser
reutilizado es muy importante enjuagarlo con agua corriente inmediatamente luego de
usado para evitar el desecamiento de las secreciones. Luego sumergir en agua y
detergente, tapando la entrada de inflado del manguito para evitar que ingrese
agua. El conector debe removerse y eliminar restos de adhesivos. Cepillar por
dentro y por fuera ( los cepillos de los tubos de ensayo son efectivos ).

El tubo debe ser rigurosamente secado antes de someterlo a desinfección química o a


la esterilización con OxE. Con las repetidas esterilizaciones el plástico de los
tubos se ablanda por lo que pueden acodarse fácilmente.Bolsas de resucitación
(Ambú)Las bolsas de resucitación han sido implicadas como fuente de epidemias (21-
22).

La principal fuente de contaminación es la válvula. Esta debe ser desarmada y


limpiada, y si es posible, desinfectada o esterilizada luego de cada uso.Manguitos
de presión y estetoscopios
Estos elementos pueden ser reservorios de bacterias (23).

Deben limpiarse con detergente o desinfectante al final del día o cuando estén
visiblemente contaminados. Es aconsejable la esterilización periódica. La mayoría
de los manguitos pueden ser sumergidos en desinfectante. Luego de enjuagado se
reinserta el manguito de goma interior. Luego de secado pueden someterse a OxE. Los
estetoscopios se lavan con agua y jabón, y repasados con un paño embebido en
alcohol, al igual que las piezas para los oídos.ConclusiónCada departamento de
anestesia debe poseer un plan de control de infecciones que documente los
procedimientos y políticas para prevenir la transmisión de agentes infecciosos a
los pacientes durante la práctica anestésica, y para minimizar la exposición del
personal de anestesia a los peligros de infecciones ocupacionales.

Las prácticas que necesitan mejorarse deben ser identificadas, como por ejemplo:

a) limpieza y desinfección de las máquinas y carros de anestesia, y del


equipamiento anestésico.

b) dilución y almacenamiento de drogas anestésicas

Estudios de calidad deben ser hechos a intervalos regulares por personal calificado
para ayudar a mejorar los patrones actuales de nuestra práctica
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