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A pesar de tales reportes conflictivos, debemos estar de acuerdo de que una simple
y prevenible infección causada por equipamiento contaminado a un paciente sometido
a una cirugía y anestesia, es una innecesaria e indeseable injuria potencialmente
compensable
Es bien conocido que las prevalencias tanto del VIH como del VHB tienen una gran
variabilidad geográfica. En algunas áreas con gran prevalencia de estos virus, el
riesgo asociado con la reutilización de las jeringas sería obviamente mayor. Es
interesante remarcar que aunque el SIDA comenzó el debate sobre el riesgo de
reutilizar las jeringas, la hepatitis B posee un riesgo mucho mayor de ser
transmitida por dicha vía. Estudios previos han demostrado que el riesgo de
contaminación con sangre de las jeringas se incrementa en ciertas condiciones:
�viejas vías i.v.�, transfusiones previas, manguito de presión
ipsilateral.Numerosas drogas son envasadas en ampollas de vidrio en un intento de
mantener la esterilidad. Ha sido reportada la contaminación por partículas de
vidrio asociada con la apertura de dichas ampollas (9, 10). Basado en estos datos
Zacher y col en un estudio concluyó que la apertura de las ampollas de vidrio puede
contaminar los contenidos previamente estériles presumiblemente por el pasaje de
bacterias contenidas en las partículas de vidrio al interior de la solución, y que
limpiando las ampollas con una gasa embebida en alcohol previamente a su apertura,
reduce la incidencia de contaminación. La clara implicancia de dicho estudio es que
el material contenido dentro de las ampollas de vidrio de una gran variedad de
drogas utilizadas en la práctica anestésica no debe ser considerado estéril luego
de su apertura a menos que el exterior de la ampolla esté estéril (11).
O utilizamos jeringas con drogas dilu�das por otras personas que no cumplen con
ninguna norma escrita, y almacenadas en condiciones no estériles?
El lumen de la vías i.v. está frecuentemente por lo tanto contaminado con sangre, y
10-7 a 10-9 ml de sangre puede transmitir hepatitis. Reutilizar agujas o jeringas
claramente representa un peligro tanto para los pacientes como para los agentes de
salud, los cuales pueden adquirir hepatitis al tratar de recolocar los capuchones
de las agujas.
El VHB es estable en superficies secas por una semana, y puede sobrevivir por mayor
tiempo en ambientes húmedos (12) .Datos de 1990, cuando la necesidad de normas
estrictas para evitar la infección cruzada se planteaba en los países
desarrollados, muestran que el 3.3% de pacientes quirúrgicos que no habían sido
transfundidos desarrollaban hepatitis de causa desconocida (14).
Encuestas realizadas a anestesiólogos en EUA sugieren que son concientes del medio
ambiente potencialmente infeccioso en el que trabajan, pero que no implementan
medidas protectoras ni para si mismas ni para sus pacientes (13).
Limpieza del equipamiento: Para todos los equipos médicos, el primer y más
importante paso para la decontaminación es una cuidadosa y metódica limpieza.
Limpieza significa remover el material externo sin ningún especial esfuerzo en
matar microorganismos reduciendo así la carga biológica. A menos que el artículo
esté limpio, puede haber contacto insuficiente entre éste y el agente
decontaminante, haciendo al proceso de esterilización insuficiente. Incluso si el
material es considerado estéril, el paciente puede tener una reacción a los
residuos biológicos.
Enjuagar y limpiar los artículos tan pronto como sea posible puede prevenir el
desecado del material orgánico.
Los equipos deben ser desarmados y examinados para detectar partes en mal estado.
La tela adhesiva debe ser removida, y el residuo adhesivo limpiado con solventes
especiales.
Las partes deben luego ser colocadas en un recipiente lleno con agua y jabón o
detergente.
Luego de que el equipamiento haya sido sumergido el tiempo suficiente como para que
el detergente penetre en el material orgánico y lo remueva, debe ser cepillado
cuidadosamente por dentro y por fuera, prestando una atención particular a las
porciones de difícil acceso como los rincones o lúmenes. Deben contarse con
cepillos de diferentes tamaños.
Los detergentes poseen cierto efecto bactericida, siendo más efectivos contra las
bacterias Grampositivas.
Los equipos que poseen zonas de difícil acceso para la limpieza (lúmenes, pequeñas
grietas, etc. ) pueden ser tratados con un limpiador ultrasónico, con mejores
resultados que el cepillado manual.
El enjuagado es muy importante, ya que el material orgánico y/o los residuos de los
agentes de limpieza pueden inactivar a los desinfectantes químicos o
esterilizadores, o proteger a los gérmenes de la destrucción. Luego del enjuagado,
cada elemento debe ser inspeccionado para asegurar la ausencia total de material
externo.
A menos que el equipo sea luego esterilizado por vapor, pasteurización u otros
sistemas, debe ser secado cuidadosamente. Inclusive si el elemento no necesitara
ser sometido a mayor desinfección, ya que el secado es importante debido a que la
humedad puede permitir el crecimiento de organismos Gram-negativos. Si un agente
químico es utilizado para el proceso de desinfección o esterilización, éste puede
ser diluido hasta por una mínima cantidad de agua remanente en el equipo y hacerlo
menos efectivo. Si algunas gotas de agua son dejadas en el equipo que va a ser
esterilizado con gas, el óxido de etileno se disolverá en el agua formando etilen-
glicol, el cual es tóxico y difícil de remover.La mayoría de los elementos deben
ser secados con paños o con aire caliente.
Aquellos que argumentan que un esfuerzo más vigoroso no es necesario, y creen que
las medidas implementadas por las sociedades científicas no son razonables
argumentan que:
Aquellos que sostienen que debe realizarse un mayor esfuerzo para la esterilización
argumentan que:
Los pacientes que han sido sometidos a cirugía y anestesia tienen mayores
probabilidades de desarrollar infecciones respiratorias que la población normal. La
anestesia interfiere con la actividad ciliar y mucosa, y la cirugía puede deprimir
la capacidad del paciente de toser o de respirar profundamente. Los anestesiólogos
trabajan frecuentemente con pacientes inmunodeprimidos, los cuales son incapaces de
protegerse adecuadamente contra cualquier potencial organismo patógeno del medio
ambiente quirúrgico, o de inóculos mínimos de éstos.
El CDC (Center for Disease Control, USA) ha publicado guías de cómo prevenir o
controlar los problemas específicos de infecciones hospitalarias. Como lo demuestra
la tabla 1, han dividido los elementos o equipamiento en tres categorías, basadas
en el riesgo potencial de infección relacionado con su uso:
Critico
contacto prolongado.
Esterilización / Desinfectante
Semicritico
contacto breve
Esterilización / Desinfectante
No crítico
actividad tuberculocida
actividad tuberculocida
Elementos críticosSon aquellos elementos que son introducidos dentro del torrente
sanguíneo u otras áreas normalmente estériles del cuerpo, a través de la
penetración de piel o membranas mucosas. Estos elementos deben estar estériles en
el momento de su uso. Si la esterilidad está en duda no debe ser utilizado.
Están incluidos en este grupo las agujas y catéteres intravasculares, agujas para
bloqueos regionales, jeringas, sondas vesicales.Elementos semicríticosSon aquellos
dispositivos que entran en contacto con membranas mucosas intactas, pero que
ordinariamente no penetran la superficie corporal. La esterilización es lo más
conveniente, pero si no puede llevarse a cabo fácilmente, un alto nivel de
decontaminación es aceptable. Las membranas mucosas generalmente son resistentes a
la infección por esporas bacterianas comunes. En la mayoría de los casos, una
limpieza meticulosa seguida por un alto nivel de desinfección brinda un razonable
grado de seguridad de que los elementos están libres de patógenos.
Un aislamiento adicional de los elementos �sucios� tales como las ramas de los
laringoscopios puede lograrse envolviéndolos con gasas, con el envoltorio de los
tubos endotraqueales, o con el reverso de un guante usado.
Las superficies horizontales deben ser limpiadas entre casos y al final del día,
con un paño embebido en detergente germicida. Las superficies verticales deben ser
limpiadas al final del día o inmediatamente si existe obvia contaminación con
sangre o fluidas.
Al menos una vez a la semana, o luego de su uso en un paciente con una enfermedad
infecciosa de comunicación obligatoria, el carro en su totalidad debe ser desarmado
y limpiado con agua y detergente; para luego repasarlo con un producto
germicida.Cilindros de gasSon transportados en carros abiertos y almacenados fuera
del área quirúrgica. Deben considerarse sucios al ingresar a quirófano, por lo que
deben limpiarse con agua y detergente, y luego repasados con un producto
germicida.Máquinas de anestesiaLos mismos principios de almacenamiento del
equipamiento y la separación en áreas �sucia� y �limpia� se aplican tanto para los
carros como para las máquinas de anestesia. La mesa debe ser cubierta con un campo
o toalla limpio para cada paciente. Las superficies horizontales deben ser
repasadas con un paño con agua y detergente entre casos y al final del día de
trabajo.Al menos una vez a la semana el equipamiento debe ser removido de los
cajones, y estos deben ser limpiados y decontaminados con una solución germicida.
Las cámaras de los absorbedores de CO2 deben ser limpiadas y desinfectadas durante
el cambio de rutina del absorbente. Las válvulas unidireccionales generalmente son
fácilmente desarmadas y pueden limpiarse con alcohol o detergente.Bolsa
reservorioLas bolsas pueden limpiarse manualmente o por medio de máquinas de lavado
automático. El óxido de etileno es probablemente el medio más satisfactorio para su
esterilización. Los tiempos de aereación deben ser cuidadosamente observados, y la
bolsa debe inflarse y desinflarse varias veces previamente a su uso.
Las bolsas pueden esterilizarse por autoclave, teniendo presente que este método
puede deteriorar el material de goma, y derretir al plástico.
Si dicha rama está elevada por encima del paciente, el agua puede introducirse en
la máscara facial o en el tubo endotraqueal. La contaminación de los gases
anestésicos por la tubuladura es rara.
El OxE ofrece la ventaja de que las máscaras pueden ser mantenidas estériles por
largos períodos de tiempo. La aereación debe ser adecuada o pueden ocurrir
quemaduras faciales.
Luego de su uso deben ser tratadas como equipamiento sucio. Tan pronto como sea
posible luego de removidas, deben enjuagarse bajo un flujo de agua, luego
sumergirlas en agua y detergente, después cepilladas manualmente asegurándose de
que el canal esté libre de secreciones, luego enjuagarlas para remover todo el
detergente. Pueden esterilizarse con OxE, o desinfectarse con químicos.
Numerosas personas creen que los estiletes deben estar estériles ya que son
introducidos en el tubo endotraqueal.
Estos elementos estarán contaminados luego de su uso y deberán ser tratados como
�sucios� por lo que no podrán colocarse sobre las superficies limpias del carro o
de la máquina de anestesia.
Tan pronto como sea posible deben enjuagarse con agua corriente, sumergirlos en
agua y detergente, y cepillarlos teniendo especial atención en el área de la rama
del laringoscopio por debajo de la lamparita.
Luego de su uso debe ser tratado como equipamiento sucio. Si el tubo va a ser
reutilizado es muy importante enjuagarlo con agua corriente inmediatamente luego de
usado para evitar el desecamiento de las secreciones. Luego sumergir en agua y
detergente, tapando la entrada de inflado del manguito para evitar que ingrese
agua. El conector debe removerse y eliminar restos de adhesivos. Cepillar por
dentro y por fuera ( los cepillos de los tubos de ensayo son efectivos ).
Deben limpiarse con detergente o desinfectante al final del día o cuando estén
visiblemente contaminados. Es aconsejable la esterilización periódica. La mayoría
de los manguitos pueden ser sumergidos en desinfectante. Luego de enjuagado se
reinserta el manguito de goma interior. Luego de secado pueden someterse a OxE. Los
estetoscopios se lavan con agua y jabón, y repasados con un paño embebido en
alcohol, al igual que las piezas para los oídos.ConclusiónCada departamento de
anestesia debe poseer un plan de control de infecciones que documente los
procedimientos y políticas para prevenir la transmisión de agentes infecciosos a
los pacientes durante la práctica anestésica, y para minimizar la exposición del
personal de anestesia a los peligros de infecciones ocupacionales.
Las prácticas que necesitan mejorarse deben ser identificadas, como por ejemplo:
Estudios de calidad deben ser hechos a intervalos regulares por personal calificado
para ayudar a mejorar los patrones actuales de nuestra práctica
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