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La Sinfonía Octava refleja no sólo el humor más feliz de Dvorak, sino también una

continuación del compromiso con el nacionalismo checo de su música. Debido a que la


obra fue compuesta en su casa de verano en Vysoká, lejos de las presiones profesionales
de la vida urbana y posiblemente porque el compositor se proponía invocar la música
folclórica, la sinfonía fue compuesta sin esfuerzo. Sentía que su mente desbordaba de
ideas musicales: "¡Si tan sólo pudiera escribirlas inmediatamente! Pero allí -debo ir
lentamente... Las melodías simplemente brotan de mí." Debido a que la música fluía
fácilmente, el compositor pudo iniciar la sinfonía apenas una semana después de haber
terminado su obra anterior, un Cuarteto de Piano. Sólo le llevó doce días componer el
primer movimiento, otra semana el segundo, cuatro días el tercero y seis días el final. La
orquestación fue terminada seis semanas más tarde.

El segundo movimiento también tiene una estructura inusual. Comienza con un tema en
parte solemne y en parte punzante que al principio parece revolotear entre Mi bemol
mayor y Do menor. Lo que parece ser un tema opuesto llega en Do mayor: con un
acompañamiento de escalas de violín, la flauta y el oboe tocan una melodía
exquisitamente pacífica. Esta tonada parece ser demasiado tranquila para presentar el
conflicto tradicional con el tema principal. Y así lo es, ya que la música nunca más regresa
a Mi bemol mayor o a Do menor. En retrospectiva, comprendemos que la apertura, tal
como parece la del primer movimiento, es tanto una introducción como una exposición. El
carácter confiado de la melodía en Do mayor impregna la música. Es este segundo tema,
no el primero, el que regresa después de la sección de desarrollo. Incluso cuando el tema
de la apertura finalmente vuelve, lo hace en tonalidad del segundo tema.

Dvorak pretendía “escribir una obra diferente de mis otras sinfonías, con ideas
individuales funcionando de una manera nueva.” La intención de Dvorak es evidente
desde el título: Sinfonía no. 8 en sol mayor. Ningúncompositor importante desde Haydn
había publicado una sinfonía en sol mayor, tal vez porque se consideraba unatonalidad
apropiada para la música folklórica y la canción, más que para una sinfonía. Pues resulta
que elpropósito de Dvorak era escribir precisamente una sinfonía con aires folklóricos y
canciones infantiles, por lo que la elección de tonalidad fue perfecta.

El Adagio es en gran medida una suerte de música nocturna. El musicólogo Michael


Steinberg considera los usos tonales y la estructura del movimiento como un claro
homenaje al tiempo lento de la Eroica de Beethoven. En el corazón del movimiento hay un
episodio basado en otra de las canciones infantiles que integran el alma de la sinfonía. La
orquestación de Dvorak en este movimiento es particularmente vívida y sugerente, y
mucho más escasa que en los movimientos lentos de obras sinfónicas anteriores.

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