CONCLUSIÓN SOBRE “EL DIARIO DE ANA FRANK”

“El Diario de Ana Frank” demuestra lo madura e inteligente que era Ana Frank, pero también lo
confundida que estaba por todo lo que ocurría a su alrededor.
Entre muchos pasajes de su diario se puede leer cómo Ana afrontaba diversas situaciones
mientras se escondía en una buhardilla para evitar ser capturada y asesinada por los nazis.
Era una mezcla de emociones diaria entre las que resaltaban el miedo, el amor, la
desesperación y el optimismo.
Si realizamos un análisis simple del diario, podríamos decir que Ana a veces era muy egoísta
porque se quejaba de la “cotidianidad” y de la “mediocridad” de su vida, sin saber que
realmente su familia estaba haciendo todo lo posible para protegerla de ser llevada a los
campos de exterminio junto a ellos solamente por ser judíos. Pero si realizamos un análisis
profundo, nos daremos cuenta de que no era fácil para una persona que siempre tenía
facilidades en la vida ser despojada de todas sus comodidades y pasar a vivir en la miseria e
incertidumbre. Y más aun teniendo 13 años.

En conclusión, “El diario de Ana Frank” no sólo nos muestra en primera persona la persecución
nazi que tuvo que sufrir una adolescente y su familia debido a su religión judía, sino también,
nos ayuda a comprender que la vida, a veces, es mucho más de lo que vemos, y que es muy
importante ayudar al prójimo en ella.