Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La tecnología por lo tanto es una herramienta del progreso, una fuente de desarrollo que poco
a poco va haciéndose más sofisticada y permite la comunicación de una forma efectiva sobre
todo dentro de los procesos de operatividad en las empresas sin importar su enfoque
productivo o comercial, es decir que todo sector productivo tiende a hacer uso de las “nuevas
tecnologías” o “las tecnologías del momento” para satisfacer sus necesidades laborales con
un sentido propositivo entre los empleados y la maya gerencial. En sí, la tecnología forma
parte valiosa para las organizaciones, empleados y personas en general.
Si bien en nombre del desarrollo también se ha dado uso a las alternativas tecnológicas, es
importante reconocer que hoy en dia ya es una facultad esencial dentro de las organizaciones
precisamente por el acceso a ese mundo globalizado e ilimitado de información en el que
habitamos, de hecho es tan así que hasta los paradigmas de investigación han cambiado con
respecto a las alternativas tecnológicas precisamente por la efectividad del acceso a la
información.
“En este sentido las nuevas tecnologías de la información y la comunicación son herramientas y
medios que procesan, almacenan, sintetizan, recuperan, manipulan y presentan la información
inmediata al público. Por lo que es fundamental para las empresas que hagan uso de ellas.”
Desde la perspectiva de Cabero (1998), las TICs son aquellas herramientas que giran en torno a tres
medios básicos: la informática, la microelectrónica y las telecomunicaciones; pero giran, no sólo de
forma aislada, sino lo que es más significativo de manera interactiva e interconexionadas, lo que
permite conseguir nuevas realidades comunicativas.
Conflicto Ético-social sobre el uso de las TICS.
No obstante, como todo elemento inmerso en nuestra cotidianidad y del cual llegamos a ser
codependientes, puede generar ciertos efecto quizá contrarios al objetivo original con el que
se construye, por ejemplo y en este caso: las TICS, y es que en efecto la posición de las
nuevas tecnologías es una muy particular en la actualidad ya que hace del ser humano no solo
un ser intercomunicado sino también un sujeto descomunicado paradójicamente, pues la
crítica nace en el uso pertinente o no de la tecnología.
Desde esta perspectiva, la ciencia y la tecnología puede generar riesgos éticos y de seguridad
cuando el conocimiento científico se utiliza en contra de la supervivencia humana o se
elimina la privacidad generando una reducción en la cohesión social. Es decir, que las
tecnologías también pueden dispersar a la humanidad de tal forma que desarrolle conductas
propias de falta de atención o problemas de comunicación oral y directa entre los mismos
sujetos como también dificultades en el uso del lenguaje y su comprensión significativa.
Las TICS como recurso tecnológico para el acceso y uso de la información son vulnerables,
pues cualquiera puede hacer uso de ellas con diferentes fines y propósitos, aunque el peligro
no solo se manifiesta en su uso sino en su contenido, depende en esencia de quien, como y
cuando “contribuye” a la sociedad y si la información es fundamentada en la realidad o es
distorsionada con fines socio- políticos o económicos como es el caso del marketing furtivo
(las redes sociales, por ejemplo, son medios de incentivación discreta a los sujetos
consumidores).
Esto incide en la participación directa de los sujetos como comunidad y es que las nuevas
tecnologías evitan un acercamiento preciso e interrelacionado entre los distintos individuos
puesto que por más eficiente que sea en términos de la operatividad, también resulta un
problema cuando se trata de construir o proponer objetivos en común, pues los intereses de
cada uno de los participantes son en su mayoría sesgados por las cosmovisiones desarrolladas
por la informacion poco critica que ademas es convergente y divisoria.
Autores de gran influencia en el estamento académico, como Sherry Turkle del Instituto
Tecnológico de Massachussets (1996) y Robert Putnam de la Universidad de Harvard (2000)
han expresado su preocupación por la decreciente participación en la comunidad, tanto en
términos cualitativos como cuantitativos.
Entre las tendencias más preocupantes se incluyen niveles menguantes de participación
organizativa, una pobre confianza interpersonal y la disminución de los contactos sociales.
Llevada a su punto más álgido, esta tendencia podría conducir a la división de la sociedad
civil, con consecuencias catastróficas. Incluso unas consecuencias menos catastróficas
implicaría un drástico descenso de la calidad de vida en muchos ámbitos.
Conclusiones:
Bibliografía: