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Revista Argentina de Clínica Psicológica

ISSN: 0327-6716
racp@aigle.org.ar
Fundación Aiglé
Argentina

Robles-Bello, María Auxiliadora; Valencia Naranjo, Nieves; Barba-Colmenero, Francisca;


Sánchez-Teruel, David
EVALUACIÓN DEL PERFIL COGNITIVO Y DE CONDUCTA EN NIÑOS DE UN CENTRO
DE ATENCIÓN Y DESARROLLO INFANTIL TEMPRANO
Revista Argentina de Clínica Psicológica, vol. XXVI, núm. 3, noviembre-, 2017, pp. 313-
323
Fundación Aiglé
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=281953368008

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Revista Argentina de Clínica Psicológica
2017, Vol. XXVI, N°3, 313-323 313
DOI: 10.24205/03276716.2017.1023

EVALUACIÓN DEL PERFIL COGNITIVO Y DE CONDUCTA EN NIÑOS DE


UN CENTRO DE ATENCIÓN Y DESARROLLO INFANTIL TEMPRANO
E VALuATIONOF ThE COGNITIVE PROFILE AND BEhAVIOR IN ChILDREN
FROM A CARE AND EARLy ChILDhOOD DEVELOPMENT CENTER

María Auxiliadora Robles-Bello,


Nieves Valencia Naranjo, Francisca Barba-Colmenero
y David Sánchez-Teruel

Resumen
En este artículo se describe una investigación en la que se aplicó una escala de Evaluación de Po-
tencial de Aprendizaje a 32 niños de preescolar con Síndrome de Down y 32 con trastorno específico
del lenguaje. El objetivo del estudio fue examinar si el perfil cognitivo de los grupos puede ser mejo-
rado a través de la metodología del potencial de aprendizaje. Según los resultados no hubo diferencias
significativas en la situación pretest entre los dos grupos para la mayoría de las subes- calas, pero si
las hay entre postest y pretest entre ambos grupos, así como en el segundo grupo donde todas las
diferencias fueron significativas, excepto para la clasificación y la memoria auditiva.
Palabras clave: Habilidades cognitivas, potencial de aprendizaje, trastornos específico del len-
guaje, Síndrome de Down, atención temprana.

Abstract
This article describes an investigation that is on a scale of assessment of learning potential
applies to 32 preschool children with Down syndrome and 32 with specific language impairment.
The goal of this study was to examine whether the cognitive profile of the groups can be improved
through a methodology as is the learning potential. The results showed that there were no
significant differences in the situation pretest between both groups for the majority of the subscales,
and with regard to the second objective is noted that there were differences between score postest
and pretest between both groups, as well as in the second group where all the differences were
significant except for classification and auditory memory.
Key words: Cognitive abilities, learning potential, specific language impairment, Down syn-
drome, early intervention.
Recibido: 05-05-14 | Aceptado: 28-09-17

INTRODUCCIÓN guíen la programación, 2) proporcionar información


a los padres y a los profesionales acerca de los pro-
Cuando se habla de Atención Temprana en niños gresos del niño y 3) facilitar información que permita
con necesidades educativas especiales, hace refe- determinar el valor de un sistema de intervención
rencia a un conjunto de intervenciones dirigidas a la (Candel, 2005).
población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al en- La evaluación de la conducta infantil presenta nu-
torno, que tienen por objeto dar respuesta, lo más merosos problemas que se ven acrecentados en el
pronto posible, a las necesidades transitorias o per- caso de los niños más pequeños, sobre todo si ade-
manentes que presentan niños con trastornos en el más, presentan algún tipo de déficit o alteración. De
desarrollo o riesgo de padecerlos. En un programa ahí que se hayan criticado las aproximaciones de
de AT, los objetivos de la evaluación han de dirigirse evaluación más tradicionales, entre otras cosas por-
a: 1) desarrollar unos objetivos individuales que que la situación de test, al ser muy artificial, puede
no mostrar el verdadero potencial del niño en un mo-
mento determinado. Además, la escasa información
Departamento de Psicología. Universidad de Jaén. España
E-Mail: fbarba@ujaen.es que a veces suministran este tipo de instrumentos
REVISTA ARGENTINA DE CLÍNICA PSICOLÓGICA XXVI p.p. 313-323 se ciñe a un número (C.I.), sólo útil para el diagnós-
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tico del niño. La evaluación en la primera infancia ha tareas, es decir, en la fase de entrenamiento utilizó
estado dominada desde sus comienzos por los mo- tres tipos de mediadores: a ciegas (demostración del
delos psicométricos y por estrategias de medida uti- terapeuta), informado (se añadía a la demostración
lizadas con niños mayores y/o con adultos. Estos explicaciones sobre las estrategias) y autocontrol (se
modelos sufren actualmente un proceso de transfor- pedía la autoverbalización del sujeto en el proceso
mación que está provocando la aparición de una me- de solución de la tarea). Dividió la muestra en 9 sub-
todología exclusiva para los niños muy pequeños grupos (sin grupo control) y les aplicó el diseño de
(Del Barrio, 2009; Meisels y Atkins-Burnett, 2000). test-entrenamiento–test. A cada submuestra les
En esta dirección, los autores han señalado la ne- pasó tres pruebas representativas de discriminación
cesidad de buscar sistemas de evaluación alternati- de conceptos, memoria a corto plazo y solución de
vos a los tests tradicionales de inteligencia que problemas (modalidad visual) en la fase de test. En
informen de las peculiaridades de cada grupo defici- un segundo momento (fase entrenamiento), sumi-
tario y ayude a la planificación de intervenciones úti- nistró a cada submuestra un tipo de mediador en las
les. una evaluación que refleje objetivos curriculares distintas tareas. Posteriormente, les volvió a pasar
específicos para promover una mayor y estrecha re- las tres pruebas a todos en la fase de postest. En la
lación entre la evaluación y la instrucción (Candel, fase de entrenamiento utilizó tres tipos de mediado-
2005; Elliott y Fuchs, 1997; Lidz y Jepsen, 2003). res: a ciegas o demostración del terapeuta; infor-
En este sentido, numerosos autores proponen a mado: se añadía a la demostración explicaciones
la Evaluación del Potencial de Aprendizaje como una sobre las estrategias; y autocontrol: se pedía la au-
alternativa que sustituye y/o complementa a la eva- toverbalización del sujeto en el proceso de solución
luación tradicional de la Inteligencia. Esta aproxima- de la tarea. Los resultados muestran que cuanto
ción se basa en una conceptualización de la mayor era la capacidad intelectual, medida por la es-
Inteligencia centrada en la modificabilidad, enten- cala de Brunet-Lezine (1971) y la prueba de Matrices
dida como la capacidad del individuo para aprove- Progresivas de Raven (1956), mayor era el aprove-
charse de experiencias de aprendizaje directamente chamiento del entrenamiento. Además también se
relacionadas con la tarea (Calero, 2004; haywood y observó que en el proceso de adquisición, los resul-
Lidz, 2007). Para haywood y Tzuriel (2002) este tipo tados fueron semejantes, independientemente del
de evaluación incluye de manera deliberada y plani- tipo de mediador utilizado. Por último, cuando se
ficada el aprendizaje mediado, y la evaluación de los trataba de transferir la adquisición a las tareas en las
efectos de éste en la posterior actuación. que no habían sido entrenados, se produjeron dife-
La base teórica de este tipo de evaluación se rencias significativas.
apoya en conceptos centrales descritos tanto por Trabajos posteriores han encontrado mejoras
Feuerstein (Feuerstein, Rand y hoffman, 1979; significativas del pretest al postest en las técnicas
Feuerstein, Feuerstein, Falik y Rand, 2002) como por de potencial de aprendizaje en población con disca-
Vygotsky (1978). De Vygotsky proviene la noción de pacidad intelectual de diferentes edades: preesco-
“zona de desarrollo próximo” y la importancia del lares (Alony y Kozulin, 2007; Nihlom, 1999), niños de
contexto social del aprendizaje. En este sentido el 7 años (Ortega, 2002), de 9 años (Lauchlan y Elliot,
evaluador adopta el papel de un mediador. 2001), de 10 a 14 años (Fernández-Ballesteros y Ca-
Diferentes trabajos han puesto de manifiesto la lero, 1992; Molina, Arraiz y Garrido, 1993; Robles y
modificabilidad cognitiva de niños con déficits inte- Calero, 2003), adolescentes (González y Santiuste,
lectuales, de aprendizaje y/o de lenguaje. Además, 2003; Lidz y Jepsen, 2000, Lifshitz, Tzuriel y Weiss,
son muchos los autores que ven en este tipo de eva- 2005), entre otros. También se han encontrado dife-
luación un importante instrumento de apoyo psico- rencias significativas en niños con diferentes niveles
pedagógico y una oportunidad para mejorar los de C.I. y diferentes causas de deficiencia- algunos
procesos de enseñanza-aprendizaje dado que la fase con SD (Alony y Kozulin, 2007; Molina et al., 1993;
de mediación promueve capacidades de autorregu- Nihlom, 1999; Ortega, 2002; Robles y Calero, 2003)
lación del aprendizaje y la adquisición de estrategias y en diferentes tareas: planificación (Molina et al.,
metacognitivas (haywood y Lidz, 2007; Lidz y Gindis, 1993), razonamiento (Nihlom, 1999), tareas verbales
2003; Shamir y Lazerovitz, 2007; Sternberg y Grigo- (Alony y Kozulin, 2007), lectura (Robles y Calero,
renko, 2003). De hecho, existe gran cantidad de tra- 2003), cálculo (Ortega, 2002), competencia social
bajos que muestran cómo niños con déficits (González y Santiuste, 2003) y tareas relacionadas
intelectuales, con o sin síndrome de Down (en ade- con el currículo educativo (Lidz y Jepsen, 2000).
lante SD) mejoran significativamente su ejecución También el lenguaje, y sobre todo los problemas
en tests tradicionales de inteligencia o rendimiento en su desarrollo han sido centro de interés para el
mediante estos procedimientos. uno de los iniciales potencial de aprendizaje. El término Trastornos en
fue el de Cachinero (1991) con 27 jóvenes SD de 18 el Desarrollo de la Comunicación y del Lenguaje en-
años de media de edad. Este autor estudió el im- globa a un conjunto de niños con grandes diferen-
pacto que distintos tipos de mediadores tienen cias entre sí dada la naturaleza multidimensional del
sobre la adquisición y transferencia de determinadas lenguaje (hasson y Joffe, 2007). De hecho en este

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grupo a veces se incluyen niños con diferencias lin- tipo de evaluación tiene gran sensibilidad a factores
güísticas o culturales o pertenecientes a grupos des- no intelectuales que afectan al rendimiento, tales
favorecidos socialmente junto con niños con como el autoconcepto y la motivación (Calero, 2004)
problemas de diferentes aspectos de lenguaje o con cuestión de gran interés puesto que está demos-
problemas de lectura. Respecto a las dificultades trado, que el aprendizaje no sólo depende de aspec-
que conlleva la evaluación psicológica de este grupo tos cognitivos, sino que existen elementos no
de niños cabe destacar la irrelevancia del C.I. en su cognitivos, tanto afectivos como de personalidad
diagnóstico y predicción de su desarrollo -pues los que inciden en el rendimiento (ugartetxea, 2001).
problemas de lenguaje no suelen correlacionar con Según Beltrán y Pérez (2003) y Castejón, Gilar y
el C.I. (Swanson y howard, 2005) y la escasa fiabili- Pérez (2006) un constructo que resulta clave en el
dad que poseen las medidas de screening lingüístico proceso de aprendizaje es la motivación, aspecto
al uso para establecer el problema y para indicar el que se percibe como particularmente difícil en suje-
tratamiento (hasson y Joffe, 2007). Dada la impor- tos con discapacidad intelectual, en general, (Ber-
tancia del establecimiento del diagnóstico diferen- múdez y Pérez, 2000; Ruíz Caballero, 2003) y de
cial entre los grupos de niños que se engloban bajo manera particular en SD (Wishart, 1991, 1993, 2001).
esta etiqueta, y del interés que algunos investigado- Otros autores especifican aún más (Gilmore y Cus-
res tienen por comprobar si la base real de estas di- kelly, 2009) y consideran, que la motivación es una
ficultades es un déficits estable de procesamiento o consecuencia de la mayor tasa de errores en las ac-
existe en estos niños un potencial de mejora (Sawn- tividades que se les propone, que les lleva a tener
son y howard, 2005), desde finales de los 90 mu- más frustración y una tolerancia a la frustración más
chos autores han promovido el uso del formato de baja, siendo características que se mantienen esta-
test-entrenamiento-tests como aproximación eva- bles con el tiempo por lo que se consideran como
luativa en los problemas del lenguaje hasta tal punto conductas con valor predictivo ya desde la infancia.
que han conseguido que desde 2005 la AShA (Ame- Diferentes autores señalan que aspectos negativos
ricam Speech- Language hearing Association) pro- de la conducta de los niños con SD que se tienen que
mueva y fomente el uso de la evaluación dinámica tener en cuenta cuando se les evalúa como son la
en este área (Larsen y Nippold, 2007). En este gran resistencia al cambio y la terquedad (Vega
tiempo se ha aplicado este diseño a diferentes ta- 2001; Vived, 2004) y su impulsividad (Kopp, Krakow
reas que forman parte de las baterías tradicionales y Johnson, 1983), su mayor necesidad de regulación
de exploración de problemas del lenguaje tales externa (Glen y Cunnigham, 2002) y su buena com-
como: Vocabulario (Restrepo et al., 2006) lenguaje petencia social (Fidler y Nadel, 2007). Calero, Robles
expresivo, aprendizaje de palabras, discurso expli- y García-Martín (2010) comprobaron que, existían
cativo conceptos, sentencias (hanson y Bitting, determinados patrones de conducta que discrimina-
2010; hwa-Froelixh y Matsuo, 2005), análisis morfo- ban a los niños con SD de un grupo de preescolares
lógico (Larsen y Nippod, 2007), leguaje narrativo de Inteligencia media, realizando un análisis discri-
(Peña, Gillam, Malek, Ruiz-Felter, Resendiz, Fiestas minante por etapas, en el que tres variables conduc-
y Sabel, 2006) habilidad lectora (Swanson y howard, tuales: la Persistencia, la Flexibilidad y la Motivación
2005), memoria de trabajo (Swanson, 1994), etc. Se parecían discriminar significativamente la ejecución
han investigado los tipos de mediación más efectiva diferencial del grupo SD respecto del otro grupo.
y el análisis de resultados más útil (Peña en hasson En definitiva, dada la importancia que el diagnós-
y Botting, 2010) y se ha demostrado que las técnicas tico diferencial adquiere en estos niños, que requie-
de evaluación del potencial de aprendizaje son útiles ren AT, teniendo en cuenta la importancia de los
en el diagnóstico diferencial, pues diferencian entre aspectos no intelectivos en la ejecución de estos
niños con dificultades lingüísticas y niños con pro- niños y considerando la necesidad de definir objetivos
blemas del lenguaje (Gutiérrez-Clellen et al, 2000; de intervención diferentes según el tipo de población
Gutiérrez-Clellen y Peña, 2001; Jacobs, 2001; Peña, con el que se trabaje, por lo que se plantea este tra-
2001; Peña y Mendez-Perez 2006; Peña y Quinn, bajo cuyo objetivo final es encontrar perfiles diferen-
2003; Peña, Bedore y Rappazzo, 2003; Peña, Bedore ciales entre preescolares SD y preescolares RSL.
y Zlatic-Giuta, 2002; Peña, Iglesias y Lidz 2001; Peña, Para ello hemos aplicado la escala EhPAP (Ca-
Spaulding y Plante, 2006; Peña et al., 2006; Res- lero, et al., 2009) que evalúa la habilidad de los
trepo et al., 2006) y entre niños con problemas de niños para aplicar sus funciones cognitivas a áreas
lectura de otros problemas de aprendizaje (Swanson de trabajo con niños de edad preescolar, ya que los
y howard, 2005). También se ha comprobado la mo- autores de la escala original (Application of Cogni-
dificabilidad del procesamiento y de las habilidades tive Functions Scale) Lidz y Jepsen (2000, 2003), la
implicadas en la ejecución de diferentes tareas lin- señalan una herramienta ideal para ser utilizada con
güísticas (Peña, 2000; Peña et al., 2006) y la ayuda población con necesidades específicas de apoyo
que suponen para a la indicación del tratamiento educativo. La fiabilidad y validez de esta escala ha
(hasson y Botting, 2010). sido ampliamente demostrada con diferentes tipos
Por otra parte, es importante reconocer que este de poblaciones procedentes de distintos países con

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gran variedad de niveles socio-económicos y étnicos vención o mediación, se induce una conversación
(Shurin, 1998; Levy, 1999; Malowitsky, 2001; Aranov, instruccional entre aprendiz y mediador. La EhPAP
1999; Bensousan, 2002; Lidz y Van der Aalsvoort, suministra una puntuación que indica el grado en
2005). Con este instrumento se ha comprobado la que los niños han dominado cada una de las tareas
modificabilidad en niños con trastornos en el des- (pretest), y otras indicativas del nivel de receptividad
arrollo (Brooks, 1997; Shurin, 1998) con necesidades del niño a la intervención (posttest y ganancia). Las
educativas especiales (Tarik, 2000) sordos (Lidz, habilidades cognitivas evaluadas por las seis subes-
2004) con retraso en el desarrollo (McDonals, 2006 calas son las siguientes:
citado en haywood y Lidz, 2007) y con SD (Calero, 1. Clasificación. la tarea consiste en que el niño haga
Robles y García, 2010), en estos grupos se han en- grupos con los bloques de madera presentados.
contrado perfiles diferentes de ejecución respecto 2. Memoria Auditiva. En este se lee al niño un pe-
de los niños preescolares sin déficits, además algu- queño cuento, que debe escuchar para contarlo
nos de estos trabajos ponen de manifiesto las rela- después con una secuencia temporal correcta.
ciones entre la baja ejecución y las puntuaciones en 3. Memoria Visual. En esta actividad, se le pide al
la conducta observada durante el proceso de apren- niño que diga el nombre de los objetos que hay im-
dizaje (Shurin, 1998; Aranov, 1999). presos en ocho láminas. Se le pregunta por alguna
En definitiva, el objetivo de esta investigación ha estrategia que conozca para memorizar el nombre
sido por una parte, determinar si existen perfiles de esos objetos. Finalmente se pide su recuerdo.
cognitivos diferenciales entre niños con SD y niños 4. Series. En esta tarea se le presentan al niño una
RSL, y si existe una respuesta diferente a la media- serie de secuencias de patrones que tiene que
ción entre ambos grupos de niños preescolares, y completar con la pieza correcta, elegida de entre
por otra parte comprobar si existen componentes varias posibles.
conductuales asociados a la ejecución que diferen- 5. Toma de Perspectiva. En esta prueba, se le pide al
cien a nivel actitudinal entre niños con SD y RSL. niño que asuma la perspectiva del evaluador, para
que utilice todas aquellas indicaciones que considere
necesarias para enseñarle a realizar un dibujo.
MÉTODO 6. Planificación verbal. Este requiere que el niño diga
una secuencia conductual de una tarea concreta.
Diseño Estas seis subescalas se complementan durante
El diseño seguido en esta investigación ha sido su aplicación con la Escala de Observación Conduc-
cuasiexperimental ex post facto con grupos 2 equiva- tual, que incluye diversas dimensiones relativas al
lentes establecidos según el diagnóstico, con 2 nive- comportamiento del niño que son evaluadas me-
les: SD, y RSL. Considerando además el tamaño del diante estimación del evaluador en cada uno de los
efecto entre pre y post, para estimar la magnitud de pretests y los entrenamientos (mediación) de las su-
la diferencia existente entre las variables implicadas. bescalas de ejecución. Las áreas evaluadas son:
Igualmente se realizan Anovas siguiendo un modelo - Autorregulación: hace referencia al grado en
lineal general de medidas repetidas para cada uno de que el niño controla la atención e inhibe la res-
los componentes de conducta de la escala EhPAP puesta impulsiva.
junto con el tamaño del efecto correspondiente. - Persistencia: hace referencia a si el niño trabaja
Participantes hasta la conclusión de la tarea con independen-
La muestra ha estado formada por dos grupos de cia del éxito obtenido en la resolución.
niños, tomados de forma aleatoria, el primero de 32 - Tolerancia a la Frustración: Se relaciona con la
preescolares con SD de 3- 6 años de edad (M= 4,46; capacidad que el niño tiene para continuar tra-
DT= 1,13), con 7 niñas y 25 niños CI total según el K- bajando a pesar de la experiencia de frustración.
BIT media de 53,31 (DT= 14,97). El segundo grupo - Flexibilidad: hace referencia a la búsqueda de
de 32 preescolares RSL de 3-5 años de edad (M= 4; soluciones alternativas o autocorrecciones que
SD= 0,87), con 19 niñas y 13 niños, CI total según el el niño realiza mientras resuelve las tareas.
K-BIT media de 65,71 (DT= 15,94). - Motivación: Está relacionada con las demos-
Instrumentos traciones de interés y reacciones de entusiasmo
a) La EhPAP: Escala de habilidades y Potencial que muestra el niño hacia los materiales y hacia
de Aprendizaje en Preescolares (Calero, Robles, Már- la tarea.
quez y de la Osa, 2009) es una adaptación de la es- - Interactividad: hace referencia a si su apertura
cala original Application of Cognitive Functions Scale a la interacción con el mediador.
de Lidz y Jepsen (2000, 2003). La EhPAP es adminis-
trada con un formato de evaluación de pretest-inter- Como se indica en la introducción dicho ins-
vención-postest. El pre y el post de cada subescala trumento reúne datos consistentes sobre fiabili-
son similares o con pequeñas variaciones de la dad y validez.
misma tarea, con unas instrucciones para su admi- b) Test Breve de Inteligencia de Kaufman: K-BIT,
nistración estandarizadas. Durante la fase de inter- de Kaufman y Kaufman (1994). (Adaptación española

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de Cordero y Calonge, 1997). Tabla 1: Puntuaciones obtenidas en el K-BIT


Este test está diseñado para la medida de la In- en los grupos Down y RSL
teligencia verbal y no verbal en niños, adolescentes
DOWN RSL
y adultos, por lo que abarca un amplio rango de
Inteligencia
edades que oscila entre los 4 y los 90 años. Consta M DT M DT
K-BIT
de dos subtests, uno de vocabulario y otro de ma-
Vocabulario 57,31 14,82 73,34 17,88
trices, el primero mide habilidades verbales, rela-
cionadas con el aprendizaje escolar, y el segundo Matrices 63,03 15,67 66,53 15,94
aprecia habilidades no verbales y capacidad para CI total 53,31 14,97 65,71 24,31
resolver nuevos problemas. Las puntuaciones típi-
cas de esta prueba se calcularon de forma que tu- En segundo lugar si comparamos las puntuacio-
vieran el mismo valor métrico que el de numerosos nes pretests de los grupos SD y RSL observamos que
tests de Inteligencia y rendimiento, permitiendo existen diferencias estadísticamente significativas
hacer comparaciones directas con las puntuaciones entre ambos grupos para todas las subescalas que
globales que un sujeto hubiera alcanzado en las Es- componen la EhPAP a favor del grupo RSL (Figura 1
calas de Wechsler WAIS-III (1992), WPPSI-R (1993) y Tabla 2) así, los distintos análisis ANOVA entre gru-
y WISC-III (1997), en la Batería de Kaufman para pos son estadísticamente significativos, para la su-
niños (K-ABC; Kaufman y Kaufman, 1997), en el Test bescala Clasificación F(1,63)=20,33 p<0,0001;
de Inteligencia para Adolescentes y Adultos de Kauf- Memoria Auditiva F(1,63)=43,75 p<0,0001; Memoria
man (KAIT; Kaufman y Kaufman, 1993) y en otras ba- Visual F(1,63)=174,92 p<0,0001; Series
terías de rendimiento. F(1,63)=34,20 p<0,0001; Planificación Verbal F(1,
Sus coeficientes de fiabilidad varían según el 63)=10,00 p<0,002; y Toma de Perspectiva
rango de edad, pero en ningún caso baja del 0,76; F(1,63)=49,65 p<0,0001. Igualmente en la puntua-
además su CI compuesto muestra una correlación ción pretest total de la EhPAP (suma de las puntua-
media de 0,63 con la suma de puntuaciones de Pro- ciones obtenidas en todas las subescalas que
cesamiento mental del K-ABC y de 0,75 con la de componen la escala aparecen diferencias entre gru-
subtests de Conocimientos del mismo test. También, pos que resultan estadísticamente significativas con
el CI compuesto del K-BIT tiene una correlación de una F(1,63)=83,34 p<0,0001.
0,80 con el CI global del WISC-III y de 0,75 con el
WAIS-III. Estas correlaciones apoyan la validez de Figura 1. Comparación de las medias de los gru-
constructo de los CI compuestos del K-BIT. pos Síndrome de Down y RSL en la situación
Análisis Estadísticos. Los análisis estadísticos pretest de la EHPAP para todos las subescalas
realizados han consistido en ANOVAs, utilizando el
paquete estadístico SPSS 19.0.
Procedimiento
Se contactó con los padres de los niños con SD
que tenían entre 3 y 6 años de una asociación de SD
donde se encuentra el Centro de Atención Infantil
Temprana. El grupo de niños RSL vienen derivados
por su pediatra correspondiente y son tratados en
Centros de Atención Infantil Temprana. una vez ob- (*=p<0,05; **=p<0,01).
tenido el consentimiento de los padres se pasó a la
evaluación. Todas las sesiones se realizaron de Respecto a la efectividad de la fase de mediación
forma individualizada con una duración aproximada y la cuantía de la ganancia, observamos que en
de dos horas con descansos entre subescalas en ambos grupos existen diferencias significativas
aquellos niños que los requerían. entre las puntuaciones pretest y posttest de las su-
bescalas de la EhPAP. Concretamente para el grupo
SD todas las diferencias son significativas: Clasifi-
RESULTADOS cación F(1,63)=15,15 p<0,0001; Memoria Auditiva
F(1,63)=7,37p=0,011; Memoria Visual
En la tabla 1 se muestran las puntuaciones obte- F(1,63)=49,23 p<0,0001; Series F(1,63)=12,06
nidas en el K-bit en ambos grupos; como puede ob- p<0,002; Planificación Verbal F(1, 63)=9,33
servarse la media obtenida por el grupo RSL en los p<0,005; y Toma de Perspectiva F(1, 63)=8,35
tres índices del K-bit son superiores al grupo SD, sin p<0,007. (Tabla 2 y Figura 2). Para el grupo RSL exis-
embargo las diferencias no son significativas para la ten diferencias significativas en Memoria Visual
variable matrices (F (1, 63)= 0,784; p< 0,379) entre F(1,63)=4.90 p<0,034; Series F(1,63)=10,24
ambos grupos; si son significativas en vocabulario p<0,003; Planificación Verbal F(1,63)=10,33
(F (1, 63)=15,241; p< 0,0001) y CI total (F (1, 63)= p<0,003; y Toma de Perspectiva F(1, 63)=8,68
6,041; p< 0,017). p<0,006 mientras que las diferencias no son signi-

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ficativas para las subescalas de Clasificación cativamente tras la mediación, siendo el grupo con
F(1,63)=1,44 p<0,239 y Memoria Auditiva SD más beneficiado que el grupo RSL, presentando
F(1,63)=0,20 p<0,889. (Tabla 2), por lo que los diferencias entre puntuación de ganancia (post-pre)
datos muestran que ambos grupos mejoran signifi- entre grupos significativas.

Tabla 2. Resultados obtenidos en el Anova realizado entre el pretest y el posttest para cada su-
bescala de la EHPAP en los grupos Down y RSL, junto con el tamaño del efecto y prueba de homo-
geneidad correspondiente
DOWN RSL
F Tamaño del efecto F Tamaño del efecto
Subescalas Pre Post p Pre Post p
(gl 1/31) d p (gl 1/31) d p
Clasificación 2,03 (2,32) 3,09 (2,33) 15,15 0,0001 0,6870 0,0035 6,34 (2,74) 6,68 (2,82) 1,44 0,239 0,2014 0,2079

Memoria
0,75 (1,19) 1,78 (2,63) 7,37 0,0110 0,7362 0,0020 3,46 (4,59) 3,34 (2,81) 0,20 0,883 0,6163 0,0074
Auditiva

Memoria
1,81 (2,13) 3,84 (3,00) 49,33 0,0001 1,2520 0,0001 5,65 (2,76) 6,37 (,44) 4,90 0,034 0,2989 0,0552
Visual

Series 1,25 (1,96) 1,96 (2,54) 12,06 0,0020 0,4676 0,0310 3,93 (5,40) 6,55 (6,58) 10,24 0,003 10,360 0,0002
Planificación
1,62 (2,82) 2,65 (3,61) 9,33 0,0050 0,7658 0,0014 2,13 (2,34) 2,93 (3,32) 10,33 0,003 0,4404 0,0391
Verbal

Toma de
2,46 (4,17) 4,03 (5,73) 8,35 0,0070 0,6971 0,0031 8,08 (4,15) 8,53 (4,28) 8,68 0,006 0,2117 0,1963
Perspaectiva

El tamaño del efecto nos ayuda a determinar la mag- rancia a la Frustración (F(1)=27,34;p<0,0001), Flexibili-
nitud de la relación entre las variables establecidas y dad (F(1)=39,81; p<0,0001), Motivación (F(1)=22.02;
concretamente encontramos (ver Tabla 2) que los resul- p<0,0001), e Interacción (F(1)=27,84; p<0,0001).
tados de las pruebas para el grupo con SD son signifi- En la fase de mediación, se mantienen las diferen-
cativas en todos los casos. En el grupo RSL en la mitad cias entre grupos (SD /RSL), pero mientras que los
de las subescalas ocurre lo mismo en la mitad de las su- niños RSL no presentan apenas variabilidad en sus com-
bescalas (Memoria Auditiva, Series y Planificación Ver- portamientos entre la situación pre y la de mediación, y
bal). Todo ello afianza aún más los resultados ya que así se refleja en los Anovas pre-post intragrupo realiza-
éstos no sólo son estadísticamente significativos sino dos: Autorregulación F(1)=1,493; p<0,231), Persistencia
que son relevantes desde una perspectiva clínica. (F(1)=1,000; p<0,325), Tolerancia a la Frustración
Respecto de las diferencias entre grupos en los com- (F(1)=0,592; p<0,447); Flexibilidad (F(1)=0,0001;
portamientos evaluado, como puede observarse en la p<1,000); Motivación (F(1)=0,752; p<0,393), e Interac-
Figura 2, que representa las puntuaciones obtenidas en ción (F(1)=0,564; p<0,458)).
cada conducta en las fases de pre y mediación para Los niños SD presenta diferencias significativas entre
cada grupo, se puede observar que el grupo con SD ambas situaciones pretest y mediación en todas las varia-
parte de un pretest significativamente más bajo que el bles de conducta evaluadas: Autorregulación (F(1)=25,317;
grupo RSL, y así lo ponen de manifiesto los ANOVAs in- p<0,0001), Persistencia (F(1)=11,078; p<0,002), Tolerancia
tergrupos realizados para cada uno de los componentes a la Frustración (F(1)=23,392; p<0,0001), Flexibilidad
de conducta evaluados: Autorregulación (F(1)=45,97; (F(1)=6,767; p<0,014), Motivación (F(1)=29,268;
p<0,0001), Persistencia (F(1)=46,314;p<0,0001), Tole- p<0,0001), e Interacción (F(1)=5,446; p<0,026).

Figura 2. Diferencias entre pretest y mediación en la Escala de Observación de Conducta en los


grupos Down y RSL

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EVALUACIÓN DEL PERFIL COGNITIVO Y DE CONDUCTA EN NIÑOS DE UN CENTRO DE ATENCIÓN Y DESARROLLO INFANTIL TEMPRANO 319

Así mismo, el tamaño del efecto, y las pruebas de deficitarios en memoria explícita y memoria auditiva
homogeneidad, nos indican que efectivamente son a corto plazo (Carselimo, Marotta y Vicari, 1997;
significativas, también a nivel clínico, las diferencias Nadel, 2000, Nadal, 2001; Pérez Sánchez, Beltrán y
pre-post para todas las variables de la Escala de Ob- Sánchez, E, 2006), sus dificultades fonológicas y de
servación de Conducta en el grupo con SD, es decir, procesamiento (Laws y Bishop, 2003; Gunn y Jarrold,
en este grupo existen diferencias significativas entre 2004). Sin embargo, dentro de ello, en las subesca-
ambas situaciones pretest y mediación en todas las las de Toma de Perspectiva y Memoria Visual pre-
variables de conducta, para el componente de con- sentan unas puntuaciones más altas que en el resto
ducta Autorregulación (d= 0,9389; p= 0,00001) Per- de las tareas. Esto quizás sea debido a que hay un
sistencia (d= 0,798; p= 0,00009), Tolerancia a la factor presente en la subescala de Toma de Perspec-
Frustración (d= 1,3031; p= 0,00001), Flexibilidad (d= tiva, el factor social, que es un punto fuerte del
0,4369; p= 0,04033), Motivación (d = 0,882; p= aprendizaje de los sujetos con SD (Buckley, Bird,
0,00035), Interacción (d= 0,6294; p= 0,00653). Sin Sacks y Perera, 2005) junto con la memoria visual
embargo para el grupo RSL no se confirmas las dife- (Calero et al., 2010).
rencias para ningún componente de conducta Auto- Con respecto a los efectos de la fase de medica-
rregulación (d= 0,0870; p= 0,3623), Persistencia ción que incluye está técnica nos encontramos (ver
(d= 0,0875; p= 0,36166), Tolerancia a la Frustración Tabla 2) con que el grupo RSL mejora significativa-
(d= 0,032; p= 0,3435), Flexibilidad (d= 0,0320; p= mente en Memoria Visual F(1, 63)=4,90 p<0,034; Se-
0,4484), Motivación (d =0,0727; p=0,7685), e Inter- ries F(1, 63)=10,24 p<0,003; Planificación Verbal
acción (d= 0,1020; p= 0,3398). F(1,63)=10,33 p<0,003; y Toma de Perspectiva F(1,
63)=8,68 p<0,006 (aunque en esta el cambio es es-
caso, probablemente debido a que parten de una
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES alta puntuación) mientras que las diferencias no son
significativas para las subescalas de Clasificación
Con este trabajo pretendíamos demostrar que su- F(1,63)=1,44 p<0,239 y Memoria Auditiva F(1, 63)=
jetos que están en edad preescolar y son atendidos 0,20 p<0,889, en esta última, a pesar de ser una de
desde un programa de AT, como son los niños con SD las áreas más bajas de este grupo. Los niños con SD
y niños RSL, muestran unos perfiles de ejecución cog- en cambio mejoran significativamente en todos las
nitiva y de conducta que pueden verse mejorados subescalas, efectos que llegan a ser muy significati-
con una metodología de actuación de tipo mediacio- vos en sus áreas fuertes, esto es en Memoria Visual
nal, como es la que se emplea en las técnicas de eva- (en la que los tamaños de efecto supera el 1
luación del potencial del aprendizaje. utilizando una (d=1,252; p=0,0001) y Toma de Perspectiva
metodología de este tipo, el objetivo que nos plante- (d=0,6971; p=0,0031). En definitiva los resultados,
ábamos fue determinar si existen perfiles diferencia- en concordancia con estudios previos (Alony y Kozu-
les en habilidades cognitivas y en actitudes hacia el lin, 2007; haywood y Lidz, 2007; Lidz y Gindis, 2003;
aprendizaje, además de en la respuesta a la media- Shamir y Lazerovitz, 2007; Sternberg y Grigorenko,
ción entre niños con SD y niños RLS. 2003) muestran una respuesta significativa de todos
Respecto de la primera cuestión, si hay diferen- los niños al entrenamiento, siendo las ganancias su-
cias significativas en los perfiles de ejecución cogni- periores en el grupo más desfavorecido de partida
tiva, los resultados obtenidos muestran que existen (niños con SD), lo que coincide con Shurin (1998),
diferencias significativas en las puntuaciones pretest (1999), Malowitzky (2001), Bensousan (2002), Lidz y
de todas las subescalas de la EhPAP entre los gru- Van der Aalsvoort (2005). Sin embargo, los niños
pos de niños con SD comparados con el grupo RSL. RSL aunque mejoran en la mayoría de las subesca-
Los resultados muestran que la situación de partida las, no lo hacen significativamente en una de sus
es mejor para los sujetos RSL en todas las subesca- áreas más deficitarias, como es la Memoria Auditiva,
las que evalúan habilidades cognitivas excepto en probablemente debido a que se está discriminando
las de Series y Planificación Verbal, lo cual está en específicamente a niños con problemas del lenguaje
consonancia con los resultados aportados por otras no debidos a razones culturales, lingüísticas, etc.,
investigaciones que ponen de manifiesto que el fun- (Gutiérrez-Clellen et al., 2000; Gutierrez-Clellen y
cionamiento cognitivo de un niño con RSL es muy si- Peña, 2001; Jacobs, 2001; Peña, 2001; Peña y Men-
milar al de un niño normal, ya que sólo fallan en la dez-Perez 2006; Peña y Quinn, 2003; Peña, Bedore
parte verbal (Contreras y Soriano, 2007), de hecho y Rappazzo, 2003; Peña, Bedore y Zlatic-Giuta, 2002;
solo en las dos subescalas que se refieren a aspec- Peña, Iglesias y Lidz 2001; Peña, Spaulding y Plante,
tos verbales: memoria auditiva y planificación ver- 2006; Peña et al., 2006; Restrepo et al., 2006; Swan-
bal, este grupo obtiene puntuaciones más bajas, son y howard, 2005), y por tanto la simple mediación
llegando en esta última subescala a mostrar una no bastará para producir modificaciones. Esta téc-
puntuación similar a los niños con SD. El grupo con nica demuestra ser sensible a aquellos niños que
SD, tiene el perfil más bajo, lo que coincide con los van a necesitar ser intervenidos por problemas en el
datos que tradicionalmente muestran a este grupo desarrollo de su lenguaje y ayudar a la planificación

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de intervenciones útiles, es más sus déficits casi ex- SD a diferencia de los RSL) es debido a que no po-
clusivamente verbales puede hacerles inhibirse en seen estrategias para cambiar su forma de pensar o
su relación mediacional basada en un diálogo pura- buscar soluciones alternativas o autocorregirse, po-
mente verbal, por lo que este enfoque puede perder seen una manera propia e inflexible de enfrentarse
eficacia con este tipo de población (hasson y Bottin, a una situación de aprendizaje que sin embargo
2010; Peña, 2000; Peña et al., 2006). puede ser mejorada con la mediación.
Por último, respecto a los resultados que hemos hemos encontrado que la EOC que contiene la
encontrado en relación con las actitudes hacia el EhPAP constituye un instrumento de gran interés
aprendizaje, igual que en el caso de las habilidades para la evaluación de los procesos no intelectivos o
cognitivas, se ha podido observar un grupo, los de carácter actitudinal que influyen en el aprendizaje
niños con SD, deficitarios de partida en todas sus académico (haywood y Lidz, 2007), pero todavía po-
conductas pero con gran respuesta al tratamiento, dríamos ir más lejos al afirmar que si en los progra-
frente al grupo RSL, que presenta unas altas puntua- mas de AT incluyéramos la evaluación y la
ciones iniciales en todas las variables comportamen- intervención con este tipo de metodología, podría-
tales analizadas, que se mantienen casi al mismo mos, por una parte, descubrir a los niños cuyas va-
nivel tras la mediación. Estos resultados ponen de riables de conducta están interrumpiendo su
manifiesto que en el caso de los componentes de aprendizaje, para poder así intervenirles más eficaz-
conducta, la mediación es beneficiosa para ambos, mente a edades muy tempranas; y por otra, predecir
pero especialmente significativa para aquellos niños el beneficio académico posible en los niños con SD,
que parten de una posición más deficitaria, ya que a partir del efecto que la pequeña intervención que
el grupo SD es el que más puntuación de ganancia se aplica en estas técnicas provoca, independiente-
experimenta en este sentido, lo cual se observa en mente de su perfil fenotípico.
trabajo de Calero et al. (2010), Alony y Kozulin Es más, si desde la edad preescolar podemos in-
(2007), Molina (2002), Nihlom (1999) y Molina y fluir positivamente en aquellas variables que se rela-
Arraiz (1993), y está en consonancia con los trabajos cionan con una mejora en el currículum académico y
que señalan la respuesta positiva de los niños con el aprendizaje en general, estaremos mejorando la ca-
SD a un entrenamiento basado en la interacción so- pacidad de aprendizaje de los niños con SD e indirec-
cial (Taubman et al., 2001) y a la respuesta negativa tamente potenciando su modificabilidad cognitiva.
por problemas motivacionales en los niños con pro-
blemas del lenguaje (Peña, 2000).
Por lo tanto podemos concluir señalando que REFERENCIAS
ambos grupos son diferentes a nivel cognitivo y que
además se enfrentan de manera diferente a las ta- Alony, S., & Kozulin, A. (2007) Dynamic Assessment of receptive
reas que deben responder en la EhPAP, por lo que language in children with Down syndrome. international jour-
su respuesta al entrenamiento es diferente, de ahí nal of Speech-language Pathology, 9, pp. 323-331
que este tipo de pruebas resulte útil para realizar Aranov, Z. (1999). The reliability and validity of the Application of
diagnósticos diferenciales y sobre todo que nos sirva Cognitive Function Scale (ACFS) Behavior Rating Scale
a las personas que trabajamos con niños con proble- (BoRS). unpublished Master´s Thesis. Touro College, New
york, Ny.
mas de este tipo para planificar las intervenciones
dentro de la AT. Beltrán, J. y Pérez, L. (2003). Experiencias pedagógicas con el mo-
delo CAiT. Madrid: Fundación Encuentro.
Autores como Wishart (2001), Cuskelly, Jobling,
Gilmore y Glenn (2006) para el grupo SD, y Peña Bensousan, y. (2002). The Effectivenness of Mediation on Three
(2000) para el grupo RSL, junto con las observacio- subtest of the Application of Cognitive Function Scale, a dyna-
mic assessment procedure for young children. unpublished
nes diarias de quienes trabajamos con estas perso- Master´s Thesis, Touro College, Newyork.
nas, indican la necesidad de reconocer que la
Bermúdez, J. y Pérez García, A. M. (2000). Addenda de Psicología
motivación por aprender sencillamente no aparece de la Personalidad. Madrid: uNED.
o puede estar muy deteriorada cuando las experien-
cias que se tienen de la situación de evaluación y Brooks, N. D. (1997). An exploratory study into the cognitive mo-
difiability of pre-school children using dynamic assessment.
aprendizaje a lo largo de la vida no son de éxito, por unpublished Master’s Thesis: university of Newcastle-upon-
ejemplo en el caso de un niño con SD, el tiempo que Tyne, Newcastle, united Kingdom.
invierte para adquirir muchos de los conocimientos Brunet, O., & Lezine, I. (1971): le Developpement Psychologique
de diferentes áreas de aprendizaje y la alta tasa de de la première enfance. Paris. PuF (traducción española: Ba-
fracasos son sin duda mucho mayor que para niños tería de tests para medir el desarrollo psicomotor y la escala
sin problemas. de visión de la primera infancia. Madrid: MEPSA).
Con este trabajo hemos demostrado que con Buckley, S., & Sacks, B. I., (2002). An overview of the develpment
este tipo de metodología es posible modificar una of teenagers with Down Síndrome. Portsmouth, uK: The
Down Syndrome Educational Trust.
situación de partida que siempre es más negativa
para el grupo SD, es más, hemos aprendido que si Buckley S., Bird, G., Sacks, B., y Perera, J. (2005). una introducción
para padres y profesores. En Buckley S., Bird G., Sacks B. y
los sujetos persisten en sus errores (los niños con

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