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PRODUCTO ACADÉMICO N°1

 La macroeconomía y el crecimiento económico: La contabilidad nacional. El


PIB real y la producción agregada. Los índices de precios y el nivel agregado de
precios. El crecimiento a largo plazo, las fuentes del crecimiento y la convergencia.

1. Busca la información estadística del BCRP, del INEI u otros documentos


oficiales sobre el PBI desde el año 2005 hasta el 2016 (no proyecciones).
Una vez que tengas los datos. grafica el ciclo económico del Perú en esos
años. En cada etapa que ubiques en el ciclo, identifica las causas que
provocaron llegar a ese punto. Ejemplo: “En el 2003 hubo una expansión
económica gracias a la inversión extranjera de …., la construcción de 20
hospitales y 1500 km de carreteras en zonas productivas de….: etc.”

La economía mundial se encuentra en un proceso de reajuste y


adecuación dela actividad económica después de la crisis económica y
financiera del 2009, registrando en el periodo 2012-2016 un moderado
crecimiento de alrededor de3,0%, con una recuperación en marcha
desigual que refleja el escaso aumento de la productividad desde la
crisis, China con sus reformas crece menos que antes y América
Latina experimenta una contracción principalmente por la fuerte
caída de la inversión y el consumo. En este contexto, la
economía peruana medida a través del Producto Bruto Interno (PBI) a
precios constantes de 2007, registró un crecimiento de 3,9% en el
año 2016, tasa mayor a la obtenida el año anterior (3,3%).

En el año 2016, el crecimiento de 3,9% del PBI se sustentó en la evolución


favorable de la extracción de petróleo, gas y minerales (16,3%),
telecomunicaciones y otros servicios de información (8,1%), electricidad, gas
y agua (7,3%), servicios financieros, seguros y pensiones (5,4%),
administración pública y defensa (4,6%), otros servicios (4,1%), transporte,
almacenamiento, correo y mensajería (3,4%), alojamiento y restaurantes
(2,6%), servicios prestados a empresas (2,2%), agricultura, ganadería, caza
y silvicultura y comercio (1,8% en cada caso). Se registra una disminución en
las actividades pesca y acuicultura (-10,1%), construcción (-3,1%) y
manufactura (-1,6%).

En el siguiente cuadro obtenido del INEI mostramos la tabla de PBI desde


el año2007 hasta el año 2016.
AGRICULTURA, GANADERÍA, CAZA Y SILVICULTURA

El valor agregado bruto de la actividad agricultura, ganadería, caza y silvicultura


creció 1,8%, como resultado del desempeño positivo de los subsectores agrícola
(0,6%) y pecuario (3,6%). El ligero incremento del subsector agrícola en 0,6%, se
asocia a los mayores volúmenes de producción de aceituna (46,1%), palta (20,2%),
cacao (17,4%), uva (15,4%), café (10,7%), mango (7,8%) y arroz cáscara (0,3%),
que excepto el último de los citados son productos agroexportables que tuvieron
una mayor demanda internacional.

Contrarrestaron el crecimiento, el descenso en la producción de algodón en rama (-


35,3%), quinua (-26,5%), maíz amarillo duro (-14,5%), caña de azúcar (-4,1%), papa
(-4,0%) y alfalfa (-2,7%). El incremento del subsector pecuario en 3,6%, se sustentó
en la mayor producción de aves (5,2%), huevos (3,8%) y leche (2,9%), los que
gozan de una sostenida demanda tanto de los hogares como de las industrias.

PESCA Y ACUICULTURA

La actividad pesca y acuicultura mostró un decrecimiento de -10,1% respecto al año


anterior, explicado por la caída del desembarque marítimo de especies
hidrobiológicas en -20,2%, que fue atenuada parcialmente por el crecimiento de la
pesca continental en 9,7%.

En el desembarque marítimo se aprecia que el destinado al consumo humano


indirecto disminuyó en -24,4%, influenciado por la menor extracción de anchoveta
para la industria de harina de pescado. El desembarque destinado al consumo
humano directo presentó un decrecimiento de -6,7%, influenciado por el menor
desembarque de especies destinado a congelado (-22,3%) debido principalmente
al menor desembarque de pota; en contraste creció la pesca orientada a la industria
de enlatado (34,5%), consumo en estado fresco (6,6%) y producción de curado
(0,1%).

La pesca de origen continental registró un crecimiento de 9,7%, debido a la mayor


extracción de especies destinadas a congelado y fresco, que crecieron en 40,8% y
18,5% respectivamente, atenuado por la caída de la destinada a curado en -15,9%.

EXTRACCIÓN DE PETRÓLEO, GAS, MINERALES Y SERVICIOS CONEXOS

La actividad extracción de petróleo, gas, minerales y servicios conexos presentó un


crecimiento de 16,3%, respecto al año anterior, debido al incremento en la
producción de la actividad minerales y servicios conexos en 21,2% sustentado por
el aumento en la producción de cobre (40,1%), principalmente de las empresas
Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A., Compañía Minera Antamina S.A., Minera Las
Bambas S.A., Compañía Minera Antapaccay S.A. y Hudbay Perú S.A.C.; plata
(6,7%) por el incremento en los volúmenes extraídos por las empresas Compañía
de Minas Buenaventura S.A.A., Compañía Minera Antamina S.A. y Compañía
Minera Ares S.A.C. principalmente; hierro (4,7%) por la mayor producción de la
empresa Shougang Hierro Perú S.A.A., única empresa que extrae este mineral; oro
(4,2%), entre otras. Por el contrario, la actividad petróleo, gas natural y servicios
conexos presentó una caída de -5,1% debido a la disminución en la producción de
petróleo crudo (-30,1%); sin embargo, se incrementó la producción de líquido de
gas natural (3,9%) y gas natural (12,0%).

MANUFACTURA

La actividad manufacturera registró una contracción de -1,6%. Experimentaron un


decrecimiento en su valor agregado las otras industrias manufactureras (-6,8%),
industria textil y del cuero (-6,3%), fabricación de productos metálicos (-2,4%),
industria alimenticia (-1,4%), fabricación de productos minerales no metálicos (-
1,4%), industria de madera y muebles (-1,1%) e industrias metálicas básicas (-
0,7%), que fue atenuado por el crecimiento de la industria química (1,3%) y de
papel, imprenta y reproducciones de grabaciones (0,7%).

La industria alimenticia disminuyó en -1,4% debido a la menor producción en la


elaboración y preservación de pescado (-12,1%) explicado por la caída en la
producción de congelado, principalmente de pota para el consumo humano directo;
harina y aceite de pescado (-4,5%) debido a la menor producción de harina y aceite
como consecuencia de una menor extracción de anchoveta; fabricación de
productos lácteos (-6,5%), productos de panadería y pastelería (-4.0%) por la menor
producción de leche evaporada, yogurt y leche pasteurizada; y molinería, fideos y
otras pastas (-2,0%). Se registró un incremento en la elaboración y refinación de
azúcar (5,9%), elaboración de bebidas no alcohólicas (4,9%), procesamiento y
conservación de frutas y vegetales (1,6%) y de carnes (0,9%).

La industria metálica básica presentó una disminución de -0,7% debido a las


menores producciones de cobre blíster (-5,6%), cobre refinado (-6,1%), y estaño
refinado (-5,0%).

La fabricación de productos metálicos presentó un decrecimiento de -2,4%, por la


menor producción metalmecánica.

ELECTRICIDAD, GAS Y AGUA

El valor agregado de la actividad electricidad, gas y agua presentó un crecimiento


de 7,3% respecto al año anterior, impulsado principalmente por el dinamismo del
subsector electricidad y gas que registró un crecimiento de 8,8%, mientras que el
subsector agua presentó un leve crecimiento de 0,6%.

El incremento en el subsector electricidad y gas estuvo influenciado por la mayor


producción de energía eléctrica que creció en 8,4% por la mayor demanda
proveniente de grandes proyectos mineros como Cerro Verde y Las Bambas, a nivel
de empresa destaca el desempeño de la Empresa de Generación Eléctrica
Machupicchu S.A. (EGEMSA), Empresa Eléctrica de Piura S.A (EEPSA), SN
POWER/ STRATKRAF, Electro Oriente S.A y ENGIE Energía Perú S.A.. La
distribución de gas alcanzó un crecimiento de 9,2% impulsado por la masificación
del uso del gas natural en Lima, Callao e Ica, realizadas por parte de las empresas
Cálidda S.A y CONTUGAS.

El subsector agua registró un leve crecimiento de 0,6%, impulsado por la mayor


producción de las empresas SEDAPAR S.A. y SEDALIB S.A.

CONSTRUCCIÓN

La actividad construcción disminuyó en -3,1% respecto al año anterior, explicado


por la menor ejecución de obras en viviendas, edificios, carreteras, calles y caminos
y otras construcciones del sector privado y público.

La disminución en la construcción pública es explicada principalmente por la menor


ejecución de obras en edificios no residenciales en los tres niveles de gobierno y de
obras en infraestructura vial por el gobierno nacional y gobiernos regionales. Sin
embargo, debe precisarse que se registra una mayor ejecución en otras obras de
ingeniería civil en los tres niveles de gobierno.
2. Busca la información estadística de los salarios mínimos a partir del 2007
hasta la fecha y la tasa de inflación.

Los salarios mínimos o la Remuneración Mínima Vital a partir del 1º de enero de


1992 es un solo concepto remunerativo, absorbiendo en su composición al Ingreso
Mínimo Legal, Bonificación Suplementaria Adicional y Bonificación por Movilidad
(R.M. N° 091-92-TR). A partir de agosto de 1985 los valores rigen para todo el
país. Según el DS N° 005-2016-TR la Remuneración Mínima Vital se incrementó
en S/ 100 (cien 00/100 soles) a partir de 01 de mayo del 2016. Conforme al DS N°
004-2018-TR la Remuneración Mínima Vital se incrementó en S/ 80 (ochenta
00/100 soles) a partir del 1 de abril 2018.

La tasa de inflación en el Perú anotó una inflación intermensual del 1,04 % en


julio, de acuerdo con el informe publicado este martes por el Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI).

En lo que va de 2021, el índice de precios al consumidor acumulado es del 3,43


%. Y, en el lapso comprendido entre agosto de 2020 y julio de 2021, ese indicador
llega al 3,95 %. La inflación está por encima de la meta del Banco Central, que trazó
un objetivo entre el 1 % y el 3 %.

Los mayores incrementos se registraron en los precios del alojamiento, gas, agua y
electricidad, que anotaron una variación del 2,37 %, además de los costos de los
alimentos y bebidas no alcohólicas, que significaron un alza del 2,18 %.
En Lima Metropolitana, donde se concentra la mayor proporción de la población
urbana, la inflación aumentó 1,01%, registrando una variación acumulada de 3,18
% en los siete primeros meses de 2021 y una variación en los últimos doce meses
del 3,81 %.

Inflación en Perú para julio de 2021. GRÁFICO: INEI

Las incidencias en los precios al consumidor en la principal urbe del Perú fueron las
siguientes: alquiler de vivienda, combustible y electricidad (2,36 %), alimentos y
bebidas (1,53 %), transporte y comunicaciones (0,95 %), muebles y enseres
(0,25%), entre otros elementos que registraron un crecimiento inferior en el último
mes.

Según el informe del INEI, las ciudades con una mayor incidencia de la inflación
fueron Pucallpa (1,75 %), Moquegua (1,71 %) y Huaraz (1,70 %).
Esos datos corresponden al periodo de mayor incertidumbre política que vivió
recientemente ese país, a la espera de la definición de las elecciones, que dejaron
como ganador al izquierdista Pedro Castillo, quien asumió hace poco más de una
semana la Presidencia.

Así como la inflación se marcó al alza en julio, la tasa de cambio del sol peruano
frente al dólar también anotó máximos históricos.

3. Con la información del salario mínimo, calcula la variación porcentual.

la variación porcentual seria un 75.47%, mediante lo cual se realizó utilizando la


información obtenida de la pregunta 2, lo cual utilizamos como variación 1 el salario
mínimo del 2007 que es de 530 y la variación 2 del salario mínimo del 2021 que es
de 930.
V1 V2
2007 2021
S/ 530.00 S/ 930.00

75.47

PORCENTAJE: 75.47%

4. Con esta información y la tasa de inflación, analiza y argumenta si los


incrementos de salario fueron realmente beneficiosos para la población y en
qué años no lo fueron

La primera es que la inflación moderada puede tener un efecto favorable sobre la


acumulación de capital debido al efecto de recomposición de cartera postulado
por Tobin (1965). La idea básica de este enfoque, basada en el modelo de
crecimiento de Solow (1956) y Swan (1956), es que los individuos mantienen dinero
como un activo, por lo que incrementos en la inflación, al erosionar más rápido su
valor, inducen una recomposición de cartera hacia la compra de activos físicos,
maquinaria y equipo para actividades productivas. Dicha mayor acumulación de
capital repercute en un aumento de la tasa de crecimiento económico en el corto
plazo.1

Una conclusión en dirección similar se puede derivar de la noción de que el


crecimiento requiere una transformación de la estructura productiva La primera es
que la inflación moderada puede tener un efecto favorable sobre la acumulación de
capital debido al efecto de recomposición de cartera postulado por Tobin (1965). La
idea básica de este enfoque, basada en el modelo de crecimiento de Solow
(1956) y Swan (1956), es que los individuos mantienen dinero como un activo, por
lo que incrementos en la inflación, al erosionar más rápido su valor, inducen una
recomposición de cartera hacia la compra de activos físicos, maquinaria y equipo
para actividades productivas. Dicha mayor acumulación de capital repercute en un
aumento de la tasa de crecimiento económico en el corto plazo.1

Una conclusión en dirección similar se puede derivar de la noción de que el


crecimiento requie La primera es que la inflación moderada puede tener un efecto
favorable sobre la acumulación de capital debido al efecto de recomposición de
cartera postulado por Tobin (1965). La idea básica de este enfoque, basada en el
modelo de crecimiento de Solow (1956) y Swan (1956), es que los individuos
mantienen dinero como un activo, por lo que incrementos en la inflación, al erosionar
más rápido su valor, inducen una recomposición de cartera hacia la compra de
activos físicos, maquinaria y equipo para actividades productivas. Dicha mayor
acumulación de capital repercute en un aumento de la tasa de crecimiento
económico en el corto plazo.1
Una conclusión en dirección similar se puede derivar de la noción de que el
crecimiento requiere una transformación de la estructura productiva

re una transformación de la estructura productiva. Dicha transformación se


acompaña de cambios favorables en los precios o rentabilidades relativas de
diferentes industrias para atraer recursos —trabajo y capital— a actividades
seleccionadas. Estas modificaciones en los precios relativos pueden empujar a un
alza en el nivel de precios.

Una segunda postura sostiene que la inflación no tiene necesariamente impacto, ni


favorable ni desfavorable, sobre el crecimiento económico en el largo plazo. Entre
los proponentes, ya de buen tiempo atrás de esta postura, se encuentra Sidrauski
(1967) que con base en un modelo de agentes optimizadores basado en el modelo
de Ramsey (1928), donde la tenencia de dinero se motiva a partir del flujo de
servicios provistos, sostiene que la tasa de acumulación de capital, y por lo tanto el
crecimiento de la economía, es independiente de la tasa de inflación.

La tercera postura es que la inflación ineludiblemente es nociva para el crecimiento


económico.2 Esta es la postura hoy en día más común, no sólo en la prensa de
negocios sino entre un conjunto considerable de funcionarios a cargo de la
conducción de la política macroeconómica en múltiples países. De hecho, esta
posición tiende a ser la guía central de la conducta de los bancos centrales en
nuestra región y con frecuencia se acompaña del supuesto explícito o implícito de
que el crecimiento económico elevado y sostenido requiere como condición
necesaria —y para algunos casos parecen argumentar que también suficiente—
una inflación baja y estable.

En versiones menos estrictas de esta última postura se afirma que solamente


cuando rebasa cierto umbral es que la inflación afecta significativa y adversamente
la asignación eficiente de recursos, al punto de frenar la inversión y el ritmo de
expansión económica (Sarel, 1995). De ser así, queda pendiente por identificar el
umbral, en las comparaciones internacionales, a partir del cual la mayor inflación
reduce el crecimiento de la economía.3 O bien, ¿es que toda inflación, por baja que
sea, es adversa al crecimiento? Esta es la pregunta que el presente artículo busca
responder. Para ello se recurre al análisis estadístico comparativo de la relación
entre las tasas medias de crecimiento del producto interno bruto (PIB) y del índice
de precios al consumidor de las seis décadas recientes.

Así, para un número lo más elevado posible de economías, se analiza la


significancia estadística de posibles umbrales a partir de los cuales sea válido
concluir que, para la muestra de panel de los países considerados, hay una relación
inversa entre la tasa de inflación y el ritmo de crecimiento económico. Cabe subrayar
que dicho umbral se refiere a la muestra entera de países aquí incluidos y al periodo
en cuestión, por lo tanto no representa el umbral individual que pueda o no tener
cada economía en un momento dado o en la actualidad, a partir del cual si la
inflación lo rebasa entonces el crecimiento de la actividad productiva
correspondiente necesariamente perderá impulso.
En este empeño se parte de reconocer que los canales de transmisión, de
interacción —o causalidad en ambos sentidos— entre la inflación y el crecimiento
de la actividad productiva son complejos y variantes (Barro, 2013; Erosa y Ventura,
2002). Consideramos que son contingentes a diversas y cambiantes condicionantes
estructurales, históricas e incluso a consideraciones de economía política
expresadas, inter alia, en formas institucionales que inciden en los mecanismos de
fijación de precios y negociaciones salariales que no pueden ser articuladas o
reflejadas de manera integral en un modelo analítico simple como el que aquí se
introduce. De igual forma, en la interacción entre ambas variables puede influir
marcadamente la conducción de la política económica, en particular en los casos
en que la autoridad monetaria —o fiscal— vigila estrechamente la evolución de la
inflación y actúa pronto y con firmeza con medidas de restricción crediticia,
monetaria —o de recorte al gasto— para contrarrestar alzas en la inflación.

En síntesis, el presente artículo hace un análisis sistemático tomando en cuenta


información anual de 70 países para periodos de largo plazo de los coeficientes de
correlación entre la inflación, medida como la mediana del índice de precios al
consumidor de toda la muestra internacional, y del crecimiento económico, medido
como la mediana de la tasa de variación del producto interno bruto real en dólares
constantes. Este análisis toma en consideración diferentes rangos de inflación y
distintas agrupaciones de países dependiendo de la naturaleza de su régimen
monetario. Dicho análisis no encuentra evidencia —en la muestra conjunta de
países y para el periodo seleccionado— de una correlación negativa (significativa
generalizada) entre la inflación y el crecimiento económico, salvo cuando en la
muestra se incluyen experiencias nacionales con inflaciones promedio de más de
65% anual. Además, la evidencia aquí sistematizada indica que el valor preciso de
dicho umbral de significancia es función del régimen monetario en vigencia.

El documento está organizado de la siguiente manera. Después de la presente


introducción, la sección dos identifica la clasificación de regímenes monetarios que
sirven de base para la agrupación de las economías en diferentes bloques para
fines del análisis estadístico. En la sección tres se explora empíricamente, con
métodos de panel, la relación entre inflación y crecimiento para la muestra de países
seleccionados y agrupados en la forma descrita.

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