INTERNACIONAL

LA GUERRA Y LA PAZ
"EL DESAFIO DE LA PAZ: LA PROMESA DE DIOS
Y NUESTRA RESPUESTA": CARTA PASTORAL SOBRE
LA GUERRA Y LA PAZ DE LOS OBISPOS
NORTEAMERICANOS

IVAN AUGER

El autor presenta la Carta Pastoral sobre la Cuestión Nuclear vemente contra las leyes de Dios
que los obispos norteamericanos entregaron a la y el pueblo del Japón".7 Bertrand
publicidad el 3 de mayo recién pasado. La Carta es Russell preguntó: '...¿Será posi-
situada en el contexto de 40 años tíc discusión nuclear ble que la sociedad científica
que la precede y de las reacciones que el documento ha continúe existiendo, o inevitable-
suscitado en la sociedad norteamericana. mente se autodestruirá?"8 Albert
Einstein, cuyos descubrimientos
científicos permitieron el dominio
de la energía nuclear, propuso un
El 3 de mayo recién pasado. con ello extinguirse la especie
gobierno mundial y que el arse-
los obispos católicos norteameri- humana.4 Es decir, por primera
nal atómico fuera entregado a
canos aprobaron, por 239 votos vez en la historia existe la posibi- una autoridad internacional. Nin-
contra 9, la mencionada Carta lidad de que un puñado de hom- guna de las iniciativas para el
Pastoral. Desde que se iniciaron bres, en un acto de máxima so-
los trabajos preparatorios en no- berbia, maten también a la muer-
viembre de 1981, "los obispos te, ya que ésta es parte de la vi-
están, en esencia, desarrollando da. ' Editor del National Catholic Repórter,
una nueva teología de la paz y alado po' Alexander Cockburn v Ja>
mes Ridgeway. The Freeze Movemeni
llamando a la Iglesia y a la socie- Preparando A r m a g e d d o n versus Reagan, en NLR, Londres. N l
dad toda a comprometerse en el 137. pp 17 y 18
proceso".' La Pastoral contiene A lines de julio de 1945, en 1
Véase L. Bruce vari Voorsl: "The Chur-
proposiciones que contradicen Álamo Gordo, los EE.UU. efec- ches and Nuclear Deterrence", en Fo-
o limitan la estrategia nuclear de tuaron la primera explosión ató- reign Attairs, Primavera 1983 pp. &1fl
los EE.UU. A pesar de la oposi- mica experimental. El presidente y siguientes. Durante el proceso de re-
dacción los obispos católicos recioie-
ción de las élites a los acuerdos Truman, que se encontraba en la ron el apoyo de los metodistas. Des-
de los obispos, debido a la re- Conferencia de Potsdam, recibió pués de su texto (inal han recibido et
cíente pero cada vez mayor im- un cable cifrado, cuyo texto fue apoyo del Consejo Nacional de Igle-
portancia de la Iglesia católica en una cruel contradicción, "las gua- sias, ios presbiterianos resolvieron re-
producir la Carla Pastoral y disculirla
los EE.UU.. la calurosa recepción guas nacieron perfectamente".5 en sus congregaciones y los unitarios
dada al documento por las Igle- Días después, el 6 de agosto, se trabajar codo a codo con los católicos
sias Reformadas Históricas,2 y la hizo explotar una bomba atómica *sn esla materia.
vital influencia de las Iglesias en sobre Hiroshima y tres días des- 1
Véase Ivan Auger "F.l calvinismo pun-
la sociedad norteamericana,3 la pués sobre Nagasaki. El presi- 'ano en ia ideología norteamericana y
Pastoral puede modificar la cita- dente informó al mundo que los su impacto actual en América latina'
da estrategia. Mimeo. Nueva York 1983 Sub párrafo
EE.UU. hablan logrado dominar 5. Disponible en Mensaje.
Si ante ello la URSS reaccio- para la guerra "la energía básica
* Véase Jonalhan Scheii. "The tale ol ihe
nara positivamente, desaparece- del Universo" y que "la energía Earth" Nueva Yoik. 1982. y Academias
ría el espectro del mutuo genoci- de la cual el sol extrae su poder Nacionales de Ciencias (convocadas
dio entre las dos grandes poten- había sido desatada sobre quie- por la Academia Pontificia de Cien-

cias. El interés del resto del mun- nes llevaron la guerra al lejano cias) Declaración sobre la Prevención

do en la supresión de tal posibili- Este".6 de la Guerra Nuclear. 24 de septiem-

dad sobrepasa el campo de la
ética. Aunque no existe una cer-
teza experimental sobre los efec-
tos de una conflagración nuclear
en el ecosistema que rodea
nuestro planeta, hay convincen-
tes argumentos de que podria
ser sustancialmente modificado y
bre de 198?
Los dantescos horrores que 5
diado por Jonathan Scheil Op. cit.. p
sufrieron dos ciudades japone- 143.
sas son conocidos. El Consejo * ídem . p. 11.
Nacional de Iglesias de los 7
Comisión Calhoun Atomic Warfareand
EE.UU. declaró: "...Los bombar- (he Ctinstran Fanh Consejo Federal de
deos sorpresivos de Hiroshima y Iglesias Nueva York 1U46, PP- 11 y ' 2
Nagasaki son moralmente inde- ' Citado por .Jonathan Hchell- O p . ctt., p.
fendibles... Hemos pecado gra- 183

MENSAJJ-N1 :• 19B3 599

 INTERNACIONAL
desarme tuvo éxito. Pocos años
después los soviéticos también
tuvieron la bomba atómica. El ser
humano común olvidó rápida-
mente Hiroshima y Nagasaki. No
quiso pensar en lo "impensable"
Lo que es peor, entre él y la extin-
ción se interpusieron los nuevos
mandarines, los planificadores
de Armageddon, que con un len-
guaje arcano discutieron y crea-
ron la estrategia de la paz y la
guerra de la era nuclear.
En el decenio de 1950 no hubo
ninguna estrategia integrada, pe-
ro en él se establecieron los ci-
mientos de las estrategias de
hoy. Dominó la idea de la retalia-
lion (textualmente contestar el
mal con el mal) masiva. Por la
ubicación geográfica de la URSS
y por creerse en la superioridad
de ese país para la guerra con-
vencional, la defensa de Europa
Occidental con armas nucleares
tácticas9 fue la doctrina militar de
la OTAN. La deterrence (textual-
mente la disuasión por el temor)
fue definida por Churchiíl en la
Cámara de los Comunes: "La se-
guridad será el hijo robusto del
terror, y la sobrevivencia el her-
mano gemelo de la aniquila-
ción".10
El primer Plan Operacional In-
tegrado Único (SIOP) (ue prepa-
rado en 1960 y reprodujo la doc-
trina existente. El segundo plan
(SIOP 63) fue redactado por Ro-
bert McNamara." Separó los
blancos militares de los civiles,
pero mantuvo a estos últimos có-
mo rehenes para el caso de una
posible derrota nuclear. Las ba-
ses de la política eran la respues-
ta flexible a la agresión (conven-
cional y táctica nuclear) y la Des-
trucción Asegurada Mutua (cuya
sigla, MAD, significa en inglés
"locura") y que consiste en la ca-
pacidad de contestar, incluso
después de un ataque nuclear
sorpresivo y masivo, con una
fuerza suficiente que asegure la
destrucción total de la potencia
agresora.
El presidente Nixon firmó en
1974 el NUWEP/NSDM 242. La
doctrina del contravalor o MAD
fue sustituida por la de la contra-
fuerza (los blancos son las insta-
laciones militares exclusivamen-
600
te). La Directiva 59 y el NUWEP 2
durante la Administración Cárter
refinaron la estrategia de la con-
trafuerza, con la novedad de que
se incorporó el uso de armas es-
tratégicas en campos de bata-
Ha.12
Se han efectuado algunos es-
fuerzos para el desarme nuclear.
El primero fue el tratado de 1963
que prohibió los experimentos
nucleares con excepción de los
subterráneos. El SALT I y el
SALT II -este último no ratifica-
do, pero cumplido- han regla-
mentado la carrera nuclear. Sin
embargo, hoy los EE.UU. pueden
destruir 20 veces cada ciudad so-
viética de 100 mil o más habitan-
tes. La URSS, si hace explotar
sus armas en el suelo norteame-
ricano puede destruir más de una
vez ese país no solamente como
"...se pronuncian
en contra de la
actual estrategia
de la OTAN para
la defensa de
Europa..."
sociedad sino también biológica-
' mente, Y pueden hacerlo por
más de una vez aunque su res-
pectivo país haya sido ya destrui-
do. Aun cuando parezca una lo-
cura, los dirigentes del agredido
-volando en aviones que no pue-
den aterrizar o escondidos en
subterráneos que no pueden
abandonar sin morir- en nombre
de la seguridad nacional de una
nación que ya no existe pueden
eliminar de la faz de la tierra a la
potencia adversaria.
La Administración Reagan no
ha modificado sustancialmente la
doctrina nuclear, pero ha cambia-
do el discurso. Recordándonos
Armageddon, identifica a su país
con el bien y califica a la URSS
como el centro del mal. Lo que
antes fue una opción hoy es
guerra nuclear. Ha propuesto
aumentar el arsenal nuclear -su-
puestamente para alcanzar a la
URSS- y dentro de poco los
EE.UU. podrán destruir, no 20,
sino 30 veces las ciudades sovié-
ticas. Ha pedido recursos para
desarrollar el cohete MX -lo lla-
ma ei pacificador- que además
de ser vulnerable en si mismo.
por ser un tipo de arma calificada
de "rápida destrucción de blan-
cos protegidos" hace también
vulnerable la fuerza de respuesta
del rival. Sus Secretarios han
mencionado la posibilidad de una
explosión nuclear de adverten-
cia, de una conflagración nuclear
prolongada y promovido ensayos
de defensa civil para tales even-
tos. Funcionarios menores han
sostenido que una protección
efectiva para un ataque nuclear
es una toalla y una puerta sobre
un subterráneo y han pronostica-
do un 40% de posibilidades de
guerra nuclear con una completa
recuperación de las consecuen-
cias en 2 a 4 años. El hombre co-
mún dejó de olvidar. Lo "impen-
sable" podía ser una realidad. Se
desarrolló un fuerte movimiento
pacifista cuyo programa es el
congelamiento de los arsenales
nucleares. En ese contexto se re-
dactó la Pastoral.
La Carta Pastoral
Sus cimientos son la Constitu-
ción Pastoral del Concilio Vatica-
no II y diversas intervenciones de
S.S. Juan Pablo II. 13 Se reprodu-
9
Las armas nucleares estratégicas son
ntercont mentales y las tácticas conti-
nentales Las bomOas de Hiroshima y
Nagasaki serian hay tácticas
10
Citado por Jonalhan Schell Op. cil.,
p. 197
" Fue secreiario cíe Defensa durante
siete años en los Gobiernos de los
presídanles Kennedy y Johnson. En
196B. en Nueva York, publico un libro
sobre la molería, The essence of se-
curlty.
13
La mepr obra sobre la evolución de la
doctrina nuclear es Fred Kaplan: The
Wlzards of Armageddon, Nueva
York. 1983
13
üe las 117 cilas en el texto de la Carta
Pasloral. 34 son de la Constitución
Pastoral y 30 de S S. Juan Pablo II
MF-KSA.JE N"333, OCTUBRE 1983

Su programa es al congelamiento de los arsenales nucleares
ce parte de la Declaración sobre
la Prevención de la Guerra Nu-
clear:14 "...Desde 1945 la natura-
leza de la guerra ha cambiado
tan profundamente que el futuro
de la raza humana, de las gene-
raciones todavía no nacidas, está
en peligro. El uso en gran escala
de tales armas (nucleares) puede
desencadenar enormes e irrever-
sibles cambios genéticos y ecoló-
gicos cuyos efectos no pueden
ser previstos".15
Sobre esa base se sostiene
que la guerra nuclear no cumple
con tres de los requisitos de la
doctrina de la guerra justa: la po-
sibilidad de tener éxito, la reac-
ción proporcionada a la agresión
y el principio de la discriminación
que prohibe atacar a los civiles y
no combatientes. En consecuen-
cia, citando la Constitución Pas-
toral declara "un crimen contra
Dios y el Hombre la destrucción
indiscriminada de ciudades",16 o
sea, la retaliation, masiva, el
MAD y la estrategia del contrava-
lor.
En seguida dice "no percibi-
mos ninguna situación en que la
iniciación deliberada de una gue-
rra nuclear, incluso a escala limi-
tada, pueda ser moralmente justi-
ficada. Los ataques no nucleares
por otro Estado deben ser resisti-
dos por otros medios que los nu-
cleares".17 Es decir, se pronun-
cian en contra de la actual estra-
tegia de la OTAN para la defensa
de Europa y se adhieren a la doc-
trina del "no primer uso".
En cuanto a la guerra nuclear
limitada se declaran 'altamente
MENSAJE N" 323. OCTUBRE '983
escépticos acerca de su real sen-
tido" y sostienen "que el primer
imperativo es prevenir cualquier
uso de las armas nucleares y que
es nuestra esperanza que los lí-
deres se resistan a la noción de
que un conflicto nuclear pueda
ser limitado, restringido o ganado
en cualquier sentido tradicio-
nal".18
Además rechazan el concepto
de la contrafuerza debido a que
el SIOP ha identificado 60 blan-
cos militares sólo en Moscú y 40
mil en la URSS. En consecuen-
cia, los efectos secundarios de
un ataque con tal doctrina lo ha-
cen indistinguible de un ataque
bajo la estrategia del contravalor.
"La aceptación moral de la di-
suasión es estrictamente condi-
cionada... (y ésta) no es adecua-
da como base para la paz en el
largo plazo". En consecuencia,
no son aceptables "la planifica-
ción de períodos prolongados de
repetidos golpes y contragolpes
nucleares"; "...la búsqueda de la
superioridad nuclear debe ser re-
chazada", y "la disuasión debe
ser usada como un paso hacia el
desarme progresivo".19 Por ello
se oponen "al desarrollo de ar-
mas que son probablemente vul-
nerables a ataques y que tam-
bién poseen la capacidad de
destruir rápidamente blancos
protegidos' ".20 En una nota indi-
can que, para varios expertos,
son de dicha categoría los cohe-
tes MX y Pershing II. Y recomien-
dan el apoyo a acuerdos veriti-
cables, bilaterales e inmediatos
que detengan la experimenta-
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ción, producción y despliegue de
nuevos sistemas de armas nu-
cleares.21 Este texto es práctica-
mente idéntico al de la resolución
sobre congelamiento de los arse-
nales nucleares que fue aproba-
da por un margen de 2 a 1 en el
plebiscito que se efectuó en un
tercio de los EE.UU. junto a la
elección parlamentaria de 1982,
a pesar de la activa campaña en
su contra por parte de la Adminis-
tración Reagan.
Oposición y consecuencias
de la Carta Pastoral
El documento de los obispos
católicos fue una sorpresa para
las élites norteamericanas y una
democratización de la discusión
de las estrategias de la guerra y
la paz en la era nuclear.
Fue una sorpresa, porque se-
gún los criterios habituales del
análisis político en los EE.UU.
-que son obviamente WASP- los
católicos eran clasificados como
conservadores. En efecto, por
ser nuevos inmigrantes para ser
aceptados por su sociedad de
adopción debieron demostrar su
patriotismo anles que nadie.22
Por otra parte, tienen posiciones
cristianas tradicionales respecto
de la moral familiar y por elio se
oponen a los puntos de vista que
al respecto tienen los liberales,
particularmente después de la
conmoción social del decenio de
1960. Además, por ser en su ma-
yor parte trabajadores manuales
con relativamente altos salarios y
empleos estables, fueron afecta-
dos por el aumento de los ¡m-
'* Op. c l t
1S
Cana Pastoral En Origins NC docu-
mfintary service. 19 de mayo de 1983
Washington, p. 11
" ídem p 15
" ídem, p, 15
18
ídem, p 16
n.jo V 2i ldem p 1fl
" Enirevisla al Obispo de Norwich. Con-
necticul. y miembro de la Comisión
Redaclora de la Cana Pastoral. Mons
Daniel P. Railly En USA Today. 23 de
junio de 1983
601
INTERNACIONAL
puestos para financiar la Gran
Sociedad iniciada por el presi-
dente Johnson.
Lo que los analistas olvidaron
es que la década del 60 también
democratizó y pluralizó a la so-
ciedad norteamericana. Los cató-
licos pasaron a ser ¡guales y con
ello se rompieron las antiguas di-
visiones políticas de la sociedad
WASP. Ser tradicional en la mo-
ral familiar no significa ser halcón
en materia de guerra atómica,
por lo menos para los católicos.
La explicación es sumamente ob-
via. El libre albedrio es también
parte de la tradición católica. Na-
da más contraria a ella seria que
se creyeran ejecutores de la vo-
luntad divina al desencadenar Ar-
mageddon. Sólo en la tradición
del fundamentalismo puritano y
su teología de la predestinación
-hoy felizmente reducida a una
minoría- pueden encontrarse los
que pretenden desatar el holo-
causto nuclear.
Por otra parte, la Carta Pasto-
ral ha llevado el tema de la paz y
la guerra en la era nuclear, de la
sobrevivencia o extinción de la
especie humana, a las organiza-
ciones comunitarias de base más
influyentes de los EE.UU. Al res-
pecto hay que recordar que las
organizaciones religiosas locales
son los principales centros de la
vida social de los barrios, la co-
lumna vertebral de la sociedad
norteamericana. Cierto es que ya
existia un poderoso movimiento
pacifista, pero éste no tenia ni la
organización ni el prestigio de las
Iglesias. Es por ello que ahora el
pueblo participará realmente en
las decisiones que se adopten al
respecto. Las élites han percibido
que han perdido parte de su po-
der, y a pesar de sus diferencias
han reaccionado unánimemente
en contra de los obispos católi-
cos.
La Administración Reagan,
desde que comenzaron a cono-
cerse los primeros textos, se mo-
vilizó para lograr su modilicación:
testimonios ante la Comisión Re-
dactora, cartas públicas, declara-
ciones, editoriales, prevenciones,
interpretación no precisamente
exacta del texto. Realizó gestio-
nes anie los obispos franceses y
602
alemanes para que éstos pidie-
ran a sus pares norteamericanos
que modificaran la Carta Pasto-
ral. Aunque parezca inusitado,
envió en dos oportunidades al
general Walter Vernon -amplia-
mente conocido en América lati-
na ante S.S. Juan Pablo II -el
primer Papa que visitó Hiroshi-
ma- para pedirle que interviniera
al respecto. Al parecer el Gobier-
no norteamericano desconocía
su posición sobre la materia, a
pesar de la nutrida bibliografía
existente y que es citada In ex-
tenso en la Carta Pastoral. Du-
rante el proceso de redacción, el
presidente de la Comisión Re-
dactora, el arzobispo de Chicago,
Mons. Bernardin, fue designado
cardenal.
Los neoconservadores lunda-
ron un nuevo organismo, el Co-
mité Católico Americano, que ini-
ció una enérgica campaña para
obstaculizar los esfuerzos de los
obispos. De entre sus miembros
destaca Michael Novak, quien
también es miembro del Instituto
en Religión y Democracia23 y que
hizo circular una contrapastoral.
A él se sumó el Centro sobre Po-
líticas Públicas y Etica, que dirige
Ernest Lefever -quien fuera pro-
puesto por el presidente Reagan
para el cargo de Subsecretario
de Derechos Humanos y que de-
bió ser retirado ante el inusitada-
mente seguro rechazo por el Se-
nado- y el Centro Católico para
la Renovación de Washington.
La oposición llega también a
los círculos liberales. La presti-
giosa revista Foreign Affairs es-
peculó sobre la preocupación en
los medios protestantes ante'el
reciente activismo político de los
católicos24 y The New York Ti-
mes -vocero por excelencia de
dichos círculos- criticó editorial-
mente a la Carta Pastoral.
En todo caso, los obispos cató-
licos norteamericanos, al llevar al
seno de su pueblo el debate so-
bre la sobrevivencia del Hombre,
han dado ei paso más significati-
vo desde Álamo Gordo para evi-
tar un humano Armageddon.n
IVÍIII Auger Op. clt., Subpárralo 11
L. Btuce van Voorst Op. dt., p 850.
MENSAJE 1^323. OCTUBRE 1983