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UN HOMBRE POLIFACÉTICO

Nacido el 22 de abril de 1904 en Nueva York, Robert Oppenheimer estudió


filosofía, literatura e idiomas (se dice que tenía tanta facilidad para los idiomas que
llegó a aprender italiano en un mes). Este hombre polifacético y con múltiples
intereses también amaba los clásicos: leía los diálogos de Platón en griego y era
un entusiasta del antiguo poema hindú Bhagvad Gita. Oppie, diminutivo por el cual
era conocido entre sus allegados, empezó a mostrar interés por la física
experimental en la Universidad de Harvard, concretamente mientras cursava
la asignatura de termodinámica que impartía el profesor Percy Bridgman.
Pero en Estados Unidos, muy pocos centros dedicaban parte de sus programas
de estudios a ese tema, por lo que Oppenheimer decidió seguir sus estudios en
Europa. Así, fue aceptado como estudiante de posgrado en el famoso
Laboratorio Cavendish, nombre del Departamento de Física de la prestigiosa
Universidad de Cambridge, que en aquel entonces estaba dirigido por el físico
y químico neozelandés Ernest Rutherford. El joven Oppie no era muy hábil
trabajando en el laboratorio, por lo que prefirió decantarse por la física teórica y
se graduó con la máxima nota: summa cum laude en 1925. En 1926 se
matriculó en la Universidad de Göttingen, en Alemania, para estudiar bajo la
supervisión del físico y matemático alemán Max Born. Göttingen era por entonces
uno de los principales centros de física teórica de toda Europa. Allí Oppenheimer
conocería al futuro Premio Nobel de física Paul Dirac. (Se puede o no dar esa
información solo con el nombre del creador).1
La guerra nunca nos ha sido ajena; sin embargo, hace 78 años, a mediados del
siglo XX, un arma como la bomba atómica, con capacidades destructivas sin
precedentes, superó las dimensiones conocidas. Su desarrollo durante la
Segunda Guerra Mundial se convirtió en un elemento clave en la carrera
armamentista.

Recordemos que el inicio de esta gran guerra fue en 1939, tras la invasión del
ejército alemán de Adolf Hitler en Polonia. Tras la caída de Alemania y a casi seis
años del conflicto, Japón resistía. Entonces el presidente de los Estados Unidos,
Harry S. Truman, decidió usar las armas nucleares. El 6 de agosto de 1945, la
ciudad japonesa de Hiroshima, recibió el impacto de “Little Boy”, una bomba de
Uranio-235. Fue resultado del proyecto Manhattan, una división científica-militar
del gobierno estadounidense dedicada al desarrollo de armas nucleares liderada
por el físico Robert Oppenheimer.
Entre 90 y 120 mil personas fallecieron. Miles sufrieron quemaduras. A mediano y
largo plazo, la radiación impactó en las vidas de los habitantes de las ciudades
atacadas. La infraestructura y riqueza histórica de la ciudad fueron destruidas.

1
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/oppenheimer-padre-bomba-atomica_16642#:~:text=Robert
%20Oppenheimer%2C%20el%20hombre%20que,bombardeos%20de%20Hiroshima%20y%20Nagasaki.
(Biografia de Robert Oppenheimer).
Tres días después, Nagasaki, una ciudad en el sudoeste de Japón fue impactada
por “Fat Man”, otra bomba aún más poderosa. Las montañas de la ciudad limitaron
su alcance, pero aun así murieron de 60 a 70 mil personas. Los japoneses
anunciaron la exigida rendición el 15 de agosto. Las secuelas físicas y
psicológicas de poco a poco se revelaron al mundo, así como los alcances de un
conocimiento científico hasta antes solo plasmado en teorías.

De la física teórica a la guerra


En 1938 los científicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann llevaron a cabo un
experimento. Se dieron cuenta de que al bombardear núcleos de uranio con
neutrones, el núcleo se podía separar en dos núcleos de elementos menos
pesados. En el proceso se liberaba energía y otros elementos como el bario. El
fenómeno recibe el nombre de fisión nuclear.
A partir de ese descubrimiento, las posibilidades de crear una liberación de
energía y una explosión masivas a partir de una reacción en cadena, se volvieron
realistas. Durante la Segunda Guerra Mundial había sospechas de que el frente
nazi desarrollaba una bomba bajo este principio.
Los núcleos atómicos liberan energía cuando se “rompen” núcleos pesados de
isótopos como el Uranio-235, así como al unir núcleos ligeros de deuterio o tritio”,
comenta el doctor Julio Herrera Velázquez, investigador del Instituto de Ciencias
Nucleares de la UNAM. El “rompimiento” de un átomo pesado genera neutrones y
átomos con núcleos medios. Así, se liberó energía, átomos de bario y Kriptón y
neutrones como radiación, los cuales impactaron en otros núcleos de uranio
generando múltiples colisiones que causaron una reacción en cadena. (UNAM).2
La primera bomba estratégica “Little Boy” contra Japón, se activó cuando se
disparó un proyectil hueco de uranio-235 hacía dos anillos del mismo material.
Entonces se producen las reacciones, una onda térmica y una exposición
instantánea a la radiación. Quienes sobrevivieron y quedaron expuestos sufrieron
lesiones, algunos desarrollaron cáncer, además nacieron bebés con
deformaciones. En dosis menores, la radiación produce alteraciones en el aparato
gastrointestinal; y en la médula ósea.
La detonación generó la destrucción y el desplome de edificios, el mal
funcionamiento de dispositivos electrónicos y suministros de energía.
Posteriormente durante la Guerra Fría, narra el académico, continuó el desarrollo
de armamento por la presión entre las naciones enfrentadas, el deseo de
demostrar.
Durante las décadas de los poder frente al mundo, un efecto psicológico,
dice Herrera, quien es experto en fusión nuclear 50 y 60 del siglo XX, se realizaron
múltiples ensayos nucleares terrestres, atmosféricos, subterráneos y submarinos,
que contaminaron de radioactividad el planeta.
2
https://ciencia.unam.mx/leer/1437/ciencia-politica-y-muerte-el-legado-de-la-bomba-atomica-
También se desarrollaron bombas H o de hidrógeno, que parten del principio de
fusión nuclear, en lugar de fisión. Tienen un poder destructivo mayor porque la
energía liberada en la fusión es mayor.
De acuerdo con la Unión de Científicos Conscientes, la fusión nuclear consiste en
un proceso contrario, en lugar de separar los átomos, se busca que algunos
núcleos ligeros se pueden fusionar para formar núcleos más pesados, y se libera
energía. Las armas nucleares pueden funcionar por medio de la fisión, la fusión o
en combinación de ambos principios.
La bomba de hidrógeno más grande fue la bomba del Zar de Rusia en 1961, con
un poder destructor 3,300 veces mayor que la bomba de Hiroshima.
La gran cantidad de derechos humanos vulnerados durante los años de la
Segunda Guerra Mundial llevó a la creación de la Declaración Universal de
Derechos Humanos. Fue proclamada durante la Asamblea General de las
Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, [10]también, en nombre de
la memoria histórica y la paz como herramientas para la vida, cada 6 o 9 de
agosto se realizan actos de concientización en todo el mundo, especialmente en
Hiroshima, en el parque de la Paz, y en Nagasaki. Este 2021 el aniversario
corresponde a los 76 años, y las actividades se integran a nivel mundial a favor del
desarme nuclear y la paz.3,4

3
[1] García Fernández, Horacio. La bomba y sus hombres. Quinta Reimpresión, 2003:
ADN Editores, México. Col. “Viaje al centro de la ciencia”.
4
https://www.cndh.org.mx/noticia/los-bombardeos-de-hiroshima-y-nagasaki-0

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