Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
================================
================================
Hijitos Míos, (Lenguas…) Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María. Os quiero
venir a prevenir de la forma en que estáis tomando estos acontecimientos que se os
están anunciando.
Los estáis tomando de una forma incorrecta. Imaginad a David peleando contra Goliat,
saliendo con gran temor, con inseguridad, creyéndose él, prácticamente, vencido,
¿creéis acaso vosotros, que vencería? No, Mis pequeños.
Seis meses antes de que empezara, lo que vosotros llamáis “pandemia”, le avisé a Mi
hijo Javier, que el arma más poderosa de satanás contra vosotros, es el miedo.
Meditad en esto, Mis pequeños, el miedo os ha ido venciendo.
No habéis pensado correctamente y ahora, después de un poco más de dos años, que
habéis estado en confinamiento, con múltiples problemas familiares, emocionales, de
salud, económicos, seguís con miedo y satanás se ríe de vosotros, porque estáis
vencidos. Os lo digo así, enfáticamente, porque os ha vencido el miedo. Se os avisa,
con manipulación de aquellos que están con satanás, que se acerca otra “pandemia”, y
¿cómo lo estáis enfrentando?, con miedo.
Me duele tanto veros, Mis pequeños, Me duele tanto veros, que no os estáis preparando
espiritualmente. Tantas veces que se os ha dicho que no es vuestro cuerpo el que vale en
vosotros, sino vuestra alma.
¿Cómo os estáis preparando para presentaros contra el enemigo, el enemigo real que
viene, el Anticristo? Estáis temerosos. Un soldado temeroso, es mejor que se retire de la
pelea, porque caerá fácilmente contra el enemigo.
Mis pequeños, os vuelvo a repetir, la gran mayoría de vosotros ha sido vencido por
satanás. No os estáis preparando para la gran batalla que se acerca, os seguís
llenando nada más de añadidura, y esa añadidura es Promesa de Nuestro Dios y
Señor, que se os da a vosotros por cumplir con la misión a la que habéis sido
asignados, cada uno de vosotros, aquí en la Tierra.
¿Dónde está, realmente, vuestro ser espiritual? También ese está vencido, porque no
vivís en estado de Gracia, no estáis buscando ni lo bueno para vuestra alma, ni lo bueno
para vuestro cuerpo, y satanás se sigue burlando de vosotros.
¿Por qué no entendéis, Mis pequeños? ¿Por qué no acudís a Nuestro Dios o a Mí,
vuestra Madre, para que podáis vencer ese temor que tenéis en vuestro ser? Os
repito: un soldado temeroso, ya está vencido. Y vosotros sois los soldados de este
tiempo los soldados que van a defender la Palabra de Dios, la vida en la Gracia, las
riquezas de la Iglesia y, sobre todo, a vuestra alma.
Entended ya, Mis pequeños, apartad de vosotros el miedo, los hijos de Dios no deben
vivir en el miedo, el vivir en el miedo, es no vivir en la Voluntad Divina de Nuestro
Dios y Señor. Aquellos que viven en el Amor, que viven aceptando la Voluntad de
Nuestro Dios y Señor, no tienen miedo, porque saben que todo lo que venga a ellos, sea
bueno o malo, aparentemente, a ojos humanos, de ahí siempre surgirá un Bien, porque
Nuestro Dios y Señor, nunca, nunca va a traicionar el Amor que os tiene, siempre
buscará lo mejor para cada uno de vosotros, para vuestra salvación o para vuestra
vida en la Tierra, en la que podáis gozar de los Bienes creados.
Mis pequeños, acudid a los Sacramentos, poned primero vuestra alma en estado de
Gracia y luego, dejad que Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, os guíe por el camino
correcto. Aceptad lo que Nuestro Dios tenga para vosotros cada día; aceptad lo que os
pase cada día, con amor, y pedidLe a Mi Santo Espíritu, Mi Esposo, el Amor, que os
dé la Paz y la aceptación de todo lo que venga en vuestra vida.
Ved, en las Sagradas Escrituras, los ejemplos de aquellos que aceptaban la Voluntad de
Dios, a pesar de lo que pasaba en sus vidas, y al final, todo resultaba en un bien, cuando
aceptaban lo que pasaba a su alrededor, en sus bienes, en sus familias, en sus
pertenencias. Nuestro Dios siempre tiene un bien para cada uno de vosotros, pero
vosotros no respondéis, ni como hijos, ni como hermanos, ni como soldados prestos
para la batalla. PedidLe, nuevamente, os digo, a Mi Esposo, El Espíritu Santo, que os
quite ese miedo, aceptando vosotros la Voluntad de Nuestro Padre Dios, para que
podáis ser esos soldados dispuestos a la lucha y a vencer a satanás.