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religioso y dominación cultural
lntroducciri11
81
gido por las directrices ele su propia visión del mundo, veía reali-
2arse ante sus ojos una fatal profecía intercalada en la constelación
del tiempo, según la cual en el año ce acatl (uno caña), que se
repetía cada cincuenta y dos años, el dios Quetzalcóatl podía retor-
nar. Hernán Cortés, quien desembarcó en Chalchiuhcueyecan (actual
San Juan de Ulúa, Veracruz) en abril ele 1519, año que coincidió
.con el indígena ele et~ acntl, fue considerado como el dios que regresa.
doctrina al atónito público ordenó: " ... é yo quiero que aquí donde
tenéis estos ídolos esté la imagen de Dios y de su madre bendita,
é traed agua para lavar estas paredes, é quitaremos de aquí todo
esto!" Ellos se reían, como que no fuera posible hacerse, e dijeron:
"No solamente esta cibdad, pero toda la tierra junta tienen á estos
por dioses, y aquí está esto por Uchilobos (Huitzilopochtli) cuyos
somos; é toda la gente no tiene en nada á sus padres é madres é hijos,
en comparación <leste, é determinaron de morir; é cata que de verte
subir aquí se han puesto todos en armas, y quieren morir por sus
dioses."
Cortés respondió: "Mucho me holga é yo de pelear por mi Dios
contra vuestros dioses, que son nonada". Exaltado por la ira divi-
na " ... tomó una barra de hierro que estaba allí, é comenzó á dar
en los ídolos de pedrería; é yo prometo mi fe de gentilhombre, é
juro por Dios que es verdad que me parece agora que el marqués
saltaba sobrenatural ... diciendo: 'A Algo nos hemos de poner por
Dios'." 16
Motecuhzoma vino horrorizado a presenciar el sacrilegio y pro-
puso a Cortés un acuerdo: colocar las imágenes en el templete a un
lado de los dioses. El Conquistador no quiso y tampoco le fue
posible aceptar la oferta. En efecto, en el mundo politeísta se puede
negar un dios, combatir a otro, e incluso, como señal de ~victoria,
tomar preso al dios de los enemigos -costumbre que practicaban los
azteca-mexitin y también otros pueblos- y, además, siempre es lícito
adoptar una nueva deidad. En cambio, las religiones monoteístas
son en este aspecto totalmente intolerantes porque la esencia de su
credo está basada solamente en una verdad: la propia. El represen-
tante de la España, que había transformado al catolicismo en la
Razón del Estado, no pudo ceder.
is Ibídem.
23 Jbidem, p. 53.
2• Fray Bernardino de Sahagún, 'El libro de las pláticas ... ", en lbidem,
pp. 128-130.
sacella et oratoria, in pluribusque arma decora fulgida Sanctae Crucis sunt eleva-
'ª· tt ab lndis adorata". Carta al Capitulo de Tolosa, en Joaquín Garcia
lcazhaluta, Don Fray Juan de Zumárraga, Mhico, Porrúa, 1947, t. 11, p. 300.
(La 1raducd6n del latín fue hecha por la autora de este ensayo.)
r11 Fray Toribio de Benavente o Motolinia, Memoriales, ••. ed. Edmundo
O'Gorman: México, UNAM, 1971, p. 122.
descubierto para realizar utopías, porque " ... no sin mucha causa,
éste se llama Nuevo Mundo", y los naturales de estas tierras son
" ... semejantes a aquellos de aquella primera edad dorada ... "a.
Otro gran fundador de Pueblos-Hospitales fue fray Juan de San
Miguel, cuya labor entre los indios de Uruapan es notable. 35 Por su
parte los agustinos mandaron traer árboles frutales de Castilla, me-
joraron el cultivo del maíz y enseñaron a los indígenas a sembrar
el trigo en la zona tarasca. Y se podrían citar muchos otros ejem-
plos al respecto.
Pero la realidad que enfrentaron los religiosos era Por lo general
sumamente problemática. Los indígenas eran muchos y los frailes
pocos. Además, éstos al igual que los representantes laicos de la
Corona no querían destruir la estratificación social que existía en
la sociedad indígena antes de la Conquista. Por esta razón, las
escuelas que se erigieron en los conventos fueron dirigidas solamente
para los hijos de los principales. El más famoso de estos colegios
fue el de Santa Cruz, en el barrio de Santiago de Tlatelolco, inau-
gurado oficialmente el 6 de enero de 1536, y en el cual se impartía
a los jóvenes indígenas una enseñanza superior. Los educandos per-
manecían en el Colegio desde la edad de diez o doce años hasta
cumplir los quince. Sin embargo, aunque algunos alumnos llegaron
a escribir tanto un español castizo como un latín ciceroniano, el
esplendor de este Colegio no duró más que unos quince años.
El Obispo Zumárraga, uno de los inspiradores y creadores del
Colegio dudaba ya en 1540 del porvenir de esta institución, porque
" ... los estudiantes indios, los mejores gramáticos, tendunt ad nuptias
potius q11arn ad continentiarn ..." 36 Fray Bernardino de Sahagún,
profesor de gramática en el Colegio y uno de los más fervorosos
defensores de la educación indígena, escribe que los primeros fran-
ciscanos por razones similares tampoco lograron formar sacerdotes
de sus educandos. El fraile indófilo se lamenta incluso, que la "briosa
sensualidad" de la juventud aumentó aún, porque los mozos " ... no
se ejercitaban en los trabajos corporales como solían y ... comían
mejor de lo que acostumbraban en su república antigua ..." 37 A su
vez, era sin duda demasiado prematuro exigir el celibato a los des-
cendientes directos de padres que practicaban la Poligamia.
En fin, la máxima razón de la fundación de esta escuela superior,
la de formar sacerdotes indígenas, fracasó. 38 Además alrededor del
año de 1540 desfilaron ante fray Juan de Zumárraga, en su función
de Inquisidor, decenas de indígenas acusados de idolatría y poligamia;
en su mayoría eran sacerdotes de los dioses, algunos señores e incluso
uno que otro ex.alumno de los colegios adjuntos a los conventos. Este
hecho empañó el optimismo de muchos religiosos al respecto de los
logros de la evangelización y afectó gravemente al señor obispo.
Estas circunstancias de manera alguna favorecieron al Colegio.
Las críticas contra la enseñanza superior de los indígenas se multi-
plicaron tanto por parte de clérigos ignorantes, celosos de los gra-
máticos indigenas, 39 como por parte <le españoles defensores de sus
prerrogativas, cuyo voceador fue Gerónimo López, conquistador-
encomendero y regidor de la ciudad de México durante muchos años,
quien opinaba, que: "La doctrina bueno fué que la sepan; pero el
leer y escribir muy dañosos como el diablo." 'º López, quien logró
amasar una gran fortuna,u hablaba pro sua domu porque prefería
a los indígenas ignorantes. Pero, a su vez, el regidor expresó el sentir
de muchos 42 y sin duda manifestó el terror ante la herejía que se
apoderaba de los españoles y del mundo católico en general en las
vísperas del Concilio de Trento (1545-1563), que marcó definitiva·
mente el fin de las búsquedas y aventuras intelectuales del Renaci-
miento en toda Europa. Por su parte, tampoco los dominicos, enca-
bezados por fray Domingo de Betanzos, favorecían al Colegio de
Santiago de Tlatelolco. •3 En definitiva, la enseñanza superior de los
indígenas fue una obra franciscana, la culminación natural de su la-
bor evangelizadora.
Los franciscanos iniciaron la evangelización desde los niños tanto
porque era más fácil de impregnarlos con ideas cristianas, como
porque buscaban por medio de los hijos llegar a los padres. Por lo tan·
to se valían de sus alumnos no sólo para adoctrinar sino para trans-
3 8 Véase al respecto también en José María Kobayashi, La educación como
Conquista .•• , El Colegio de México, 1974, pp. 318-320.
ae Motolinía, o;. cit., p. 239; Mendieta, Historia Eclesi4stica Indiana, 111,
p. 69.
40 "Carta de Ger6nimo L6pez al Emperador, México, 20 de octubre de 1541
años", en García Icazbalceta, Colección de Documentos para la Historia de
Mlxico, Porrúa, 1971, t. 11, p. 148.
41 Lesley Byrd Simpson, The Encomienda in New Spain, 1966, p. 96 y
p. 188, nota 18.
41 Fray Bemardino de Sahagún, op. cit., t. 111, lib. x, pp. 165-166.
43 Kobayashi, op. cit., p. 261.
tado por el padre Mendieta, 49 se lee, " ... que a los hijos de los
principales ... procuren de recogerlos en escuelas que para esto tienen
hechas, adonde aprenden leer y escribir y las demás cosas . . . con
que se habilitan para el regimiento de sus pueblos y para el servicio
de las iglesias, en lo cual no conviene que sean instruídos los hijos de
los labradores y gente plebeya, sino que solamente deprendan la doc.
trina cristiana, y luego en sabiéndola, comiencen desde mochachos
a seguir los oficios y ejercicios de sus padres, para sustentarse a sí
mismos y ayudar a su república, quedando en la simplicidad que
sus antepasados tuvieron. Lo cual por no se haber guardado entre
nuestros cristianos viejos, ha sido la causa que está depravado y
puesto en confusión el gobierno de los reinos e provincias, antigua·
mente cristianas ... " ""
En la última frase de esta cita se respira el temor ante movi-
mientos como la Reforma de Lutero, que revolucionó al cristianismo
y provocó la Contrarreforma, cuyos portavoces pretendían conservar
el status quo. Por esta razón se creía que lo más saludable era
mantener a los habitantes de este Nuevo Mundo en su simpleza y
mansedumbre. El autor del Informe se lamenta de que anteriormente
se "han enseñado y habilitado a muchos hijos de labradores y de
gente baja ... que se han alzado a mayores, y son ellos los que go·
biernan en muchos pueblos ... " r.i Para prevenir semejantes escán·
dalos el franciscano insiste en que no hay que permitir " ... que los
hijos de los populares entren en las escuelas ni aprendan letras, sino
solo los hijos de los principales." 52 Esta prohibición de enseñar a
los plebeyos a leer y escribir indica no tan sólo la voluntad de
mantenerlos sumisos al Estado y a la Iglesia, sino los límites de la
evangelización; o sea, una mayor preocupación por el culto externo
que por la fe interna, que a su vez era una de las recomendaciones
del Concilio de Trento para con el pueblo.
Por su parte, los niños educados en los conventos, como ya se
mencionó arriba, fueron excluídos del sacerdocio. Además, en el
primer Concilio Provincial Mexicano, celebrado en 1555, se decidió
que el indígena era inhábil tanto para entrar en las órdenes reli-
giosas como para el sacerdocio. 53 Y en 1571 el padre Mendieta se
y tienen, aunque sea en cosas livianas ... y quien esto les quitare.
así en el gobierno temporal como en el espiritual, no hará otra cosa
sino quitarles todo su ser y los medios de regirse, porque ellos son
como niños ..." 58
En efecto, los religiosos consideraron desde un principio a los
indígenas como menores de edad y no hicieron nada para conver-
tirlos en hombres adultos. Por lo contrario, deseosos de protegerlos
tanto de los vicios de los viejos cristianos, afectos a la avaricia y a la
carne, como de ser explotados, usaron con ellos una política pater-
nalista. Ayudados por la acostumbrada segregación hispana, que
dividía la ciudad medieval en aljama, morrería y barrios cristianos.
y que se estableció en Tenochtitlan al separar la ciudad española
-la traza- de los barrios indígenas, apartaron a éstos de los euro-
peos. Los españoles tenían prohibida la entrada a las congregaciones
de los indios.
Sin embargo, este procedimiento fue también inspirado por el
deseo de implantar un gobierno teocrático en las congregaciones y por
la voluntad de los frailes de ser ellos los únicos intermediarios entre
el indígena y el obispo y entre el indígena y la Corona española.
Por esta razón se negaron a la hispanización del indígena. A su vez.
la evangelización se llevó a cabo únicamente gracias a que los frailes
emprendieron la ardua tarea de aprender las diferentes lenguas indí-
genas, de verter en ellas las Doctrinas, de componer gramáticas y
diccionarios. Para facilitar su labor evangelizadora comenzaron a di-
fundir la lengua náhuatl, que como un residuo del Imperio Mexica
subsistía en varias regiones. Según fray Rodrigo de la Cruz, "Es
lengua elegantísima, tanto como cuantas hay en el mundo y hay
arte hecha vocabulario y muchas cosas de la Sagrada Escritura vueltas
en ella y muchos sermonarios y hay frailes muy grandes lenguas". 59
En efecto, "la lengua general de los indios" se hablaba alrededor
de 1584 desde Zacatecas hasta Nicaragua. 60
La Corona no se mostró hostil a la enseñanza de las lenguas
indígenas, pero insistía en el aprendizaje del castellano, especial-
mente desde los fines del siglo xv1. 61 Los religiosos no acataron las
respectivas Reales Cédulas y construyeron una muralla lingüística
que, por un lado, les dio más poder sobre los indígenas y, por el
58 lbidem, p. 59.
59 En Mariano Cuevas, Historia de la Iglesia en México, México, Patria,
1927, t. r, p. 40.
60 Robert Ricard, op. cit., p. 137.
e1 Magnus Morner, La difusión del castellano >' el aislamiento de los indios.
D.os aspiraciones contradictorias de la Corona española. En Homenaje a Jaime
Yicens Yfoes, Barcelona, 1967, vol. u, pp. 435-446.
La resistencia muda
as Jbidem.
6" Proceso del S.O. contra Mixcóatl y Papálotl, indios, por hechicerías,
México, 1537, AGN, Inq. t. 38, exp. 7.
;o Proceso. . . contra M artin U celo • .• , en Ibídem.
1 1 nacatl - carne; nanacatl, forma intensiva de este sustantivo, que algu-
nos investigadores quieren interpretar como nuestra carne. Nuestra carne sería
en náhuatl, nonecauh; véase también Thelma D. Sullivan, Compendio de la
Gr·•·'!dtica Náhuatl, UNAM, 1976.
cebado con su tía Ana de la cual tenía una hija de dos años. 79 Las
confusas relaciones sexuales de los indígenas hicieron exclamar a fray
Andrés de Olmos, después de descubrir que el cacique de Matlatlan
(actual Estado de Hidalgo) a quien él había casado, tenía además
de su esposa diecisiete concubinas, que " ... no ha de entrar mujer
en su casa que no la prueben, suegras y parientas ... "
Durante el juicio de este señor, llamado don Juan, fray Andrés
llegó a la conclusión de que los indígenas entregaron a los frailes
solamente los dioses secundarios y en diversos lugares enterraron o
guardaron las imágenes de las deidades principales. Don Juan no
tenía en su poder solamente diferentes ídolos, sino que se atrevió a
celebrar el día 16 de noviembre de 1539, en un lugar cercano al con·
\'ento franciscano de Hueytlalpan (actual Estado de Puebla) la fiesta
de Panquetzaliztli o "Ensalzamiento de Banderas" .80 Además, para
no tener que asistir a la Iglesia el día de fa Pascua se hacía pasar
por enfermo; se quedaba en casa sacrificando a sus dioses; ante
uno de sus ídolos se quejaba y lloraba amargamente la impotencia
de los vencidos, exhortaba a los indígenas para que no creyeran en
la enseñanza cristiana y al joven educado en el convento, que adoc·
trinaba a los indígenas, le llamaba despectivamente sirviente de los
frailes. 81
Por guardar ídolos fueron procesados también los señores Tia·
caélel, Tecuxcálcatl y Huitznáhuatl de Azcapotzalco. Tenfan en sus
casas esculturas de las diosas Coatlicue, Cihuacóatl y Tlazoltéotl, una
imagen de bulto del dios Huitzilopochtli, cuyos labios estaban llenos
de sangre humana, de Tláloc y una figura recién fabricada de se·
millas de maíz y bledos del dios Tezcatlipoca a quien ofrecían sacri·
fidos para recoger buenas cosechas. Estos señores azcapotzalcas fueron
bautizados alrededor de 1528 y por lo tanto lo suficientemente evan·
gelizados como para utilizar en su defensa elementos fundamentales
de la misma doctrina cristiana; durante su juicio alegaban, que an·
daban descarrilados porque el demonio los tenía dominados, los en·
1 9 Resumen del proceso contra don Antón, indio cacique del pueblo de
Totolapa (actual estado de Morelos) y contra don Pedro, alguacil del mismo
pueblo, acusados de idolatría y amancebamiento, México, 1540, AGN, lnq.,
t. 212, exp. 7.
80 Los mexicanos festejaron en este día el nacimiento de su dios tutelar
Huitzil.opochtli; otros pueblos nahuas celebraron la fiesta en honor de Tezcatli-
poca; véase al respecto en Códice Telleriano-Remensis, lámina IX, en Lord
Kingsborough, Antigüedades de México, 1964, vol. 1, p. 168; fray Diego Durán,
Historia de las Indias de Nueva España, t. 11, pp. 298-300. Sahagún, op. cit.,
t. I, p. 127.
81 Proceso seguido por fray Andrés de Olmos en contra del cacique de
Matlatlan, México, 1539, AGN, Inq., t. 40, exp. 8.
82 Proceso del S.O. contra los indios de Azcapotzalco por idólatras, México,
1538, AGN, Inq., t. 38, exp. 2.
83 Proceso contra la india Ana por hechicera, México, 1538, AGN, Inq.,
t. 36, hojas sueltas.
ª' Proceso del S.O. contra don Baltazar, por ocultar ídolos, México, 1539,
AGN, lnq., t. 40, exp. 18.
85 Proceso del S.O. contra Miguel, vecino de México, por idólatra, México,
1539-1540, AGN, lnq., vol. 37, exp. 3.
Conclusiones
116 El fiscal del S.O. contra Manuel Mixton por idólatra, Mizquic, 1769,
AGN, lnq., t. 1 055.
111 Jesús Ángel Ochoa Zazueta, La muerte y los muertos ... , México, Sep-
Setentas, 1974, p. 78.
11s Eva A. Uchmany, "De algunos llamadores de lluvia en Mesoamérica",
en Las fronteras de Mesoamhica, Sociedad Mexicana de Antropología, 1976,
t. n, pp. 341-351.
11u William Madsen, "Christo-Paganismo, A study of Mexican Religious
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1540 Proceso del S.O. contra Tlilanci, indio, por no querer
descubrir dónde estaban los ídolos del pueblo, t. 37, exp. 4
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pueblo . . . y contra don Antón, indio alguacil del mismo,
por idólatras y amancebados, t. 212, exp. 7.
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latría, t. 1, exp. 3.
IzúcAR
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TEUTOLCO
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lXMIQUILPAN
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CAMPECHE
1614 Carta del Comisario de . . . denunciando a Juan Vela Agui-
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y haber comido de lo que ofrecían a sus dioses, t. 302,
exp. 17 b.
TLATELOLCO
1621 Testificación contra Juana Isabel, india, por brujerías, t. 486,
exp. 85.
ZIMAPAN
1624 Testificación contra un indio nahual de las minas de Zima-
pan, t. 303, f. 69.
TLALQUITENANGO
1624 Carta del Dr. Ruiz de Alarc6n describiendo supersticiones
de indios.
TULANCINGO
1672 Información contra Antonio Núñez y Joseph Santiago, mu-
latos, por haber azotado a un indio acusándolo de brujo,
t. 517, ff. 560-598.
ÜRIZABA
1672 Autos contra Leonor de Torres, española, por supersticiones,
t. 518, ff. 191-197.
MÉXICO
1696 Proceso contra el Sr. Bachiller don Manuel Caballero por
supersticiones.
TOTONICAPA
1705 Proceso contra Juan González, español y María de Barrios,
mestiza, por idolatrías, t. 729, exp. 22.
MÍZQUIC
1769 Proceso contra Manuel Mixton, por idólatra, t. 1055.
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