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Campaña de expectativa
Se propone presentar carteles días previos al miércoles de ceniza con las preguntas:
Monición actuada
(Sale personaje: “El caminante” con mochila grande en la espalda, va caminando despacio)
Lector 1: Cuando somos discípulos, hemos decidido caminar con Jesús. Cada año
recorremos este camino, pero nunca es igual, las condiciones cambian, el clima cambia y la
disposición también puede cambiar. Surgen nuevas rutas, situaciones imprevistas, pero
para el discípulo sólo hay una certeza: Seguir las huellas de su maestro.
(Hay huellas en el suelo que lo guían hasta el altar, se quita los zapatos y pisa donde están
las huellas)
Lector 2: Con el deseo de transformar nuestra vida, de cambiar aquello que empobrece
nuestro corazón, sigamos las huellas de Jesús para hacer de nuestra vida en esta
cuaresma caminos de esperanza y de nuevos comienzos.
Lector: Caminar implica descubrir algunos entornos, con seguridad, vamos a necesitar en
la mochila objetos que se gastarán en el camino, algunos ya no serán necesarios y otros se
convertirán en indispensables.
Caminante: ¿Para que cargo piedras? Estas piedras simbolizan las tentaciones, los
momentos de pereza, envidia, enojo, cuando trato mal a alguien, todo aquello que me aleja
de Dios.
Lector: Digamos juntos, Señor ten piedad (o se puede cantar)
Caminante: Todavía pesa, saquemos estas semillas. ¿Cuántas veces guardo lo mejor de
mi y no lo comparto con los otros? ¿Cuántas veces no dejo que mi vida dé frutos?
Caminante: Wow, ¿Y estas sandalias? Me recuerdan las veces en las que me desanimo,
pierdo la esperanza, pienso que todo está perdido y no me pongo en camino.
Monición a la Palabra
A la luz de la Palabra de Dios, descubrimos que a veces hemos fallado pero da alegría
encontrar también que Dios se hace camino y en gestos sencillos como la oración, el ayuno
y la limosna, nos sabemos perdonados y amados. Escuchemos con atención.
Imposición de la ceniza
Ofertorio
Lector: Junto al vino y al pan, que se convertirán en alimento de vida, traemos a tu altar
Señor, esta lámpara y este corazón; que nos recuerdan iluminar nuestro camino con la
oración y la certeza de ir siempre en tu amor.
Sacerdote: Caminante, empaca esta lámpara y este corazón en tu mochila, serán de gran
ayuda en tu camino como discípulo, para que ilumines la vida de otros y seas reflejo del
amor de Dios.
Caminante:
Jesús, querido amigo, viviendo contigo, compartiendo tu vida y tu misión
quiero llegar a conocerte y amarte,
así cuando me mires a los ojos y me preguntes
si he actuado con amor
pueda decir de corazón
que he sido tu discípulo para siempre.