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Hemos hablando de la capital Roma, pero ¿Cómo está el resto del Imperio? Mencione
anteriormente que cuando la ciudad capital está desintegrándose lo que le espera al resto del
Imperio no puede ser diferente, al llegar al capítulo 18:2 oímos el grito a gran voz (como
dándole toda la fuerza a su anuncio) de otro ángel que dice ¡Ha caído! Y repite ¡Ha caído
la gran Babilonia! ¿Por qué se identifica a Babilonia con el Imperio Romano? Porque se le
condena por los mismos abusos de la antigua superpotencia ¡jamás los romanos (ni los
babilonios) pensaron que su gran Imperio caería! El escritor lo describe como un hecho ya
consumado, como en presente ¡Ha caído! Usted se ha preguntado, ¿cómo cae un país en
tiempos de paz?, el Apocalipsis escrito casi 2.000 años atrás nos da pistas, podemos
mencionar varias elementos, por ejemplo por la falta de ética, la inmoralidad y las
injusticias, en el contexto de Apocalipsis el v.5 dice que “sus pecados (Imperio Romano)
se han amontonado hasta el cielo, y de sus injusticias se ha acordado Dios” pero hay
otro elemento que es el central en este capítulo 18, y es el tema de la economía, una
economía que trajo lujo, vanagloria y arrogancia, en su jactancia decían v.7 “ Estoy
sentada como reina; no soy viuda ni sufriré jamás”, es decir se ufanaban de su status, de
su posición social, en su tiempo Babilonia (ahora I.R.) era la reina del comercio
internacional de lujos, el mundo entero estaba amarrado a su sistema económico, pero lo
sorprendente y que provocará conmociones a causa del lujo desenfrenado y exagerado
derroche (lujolatría) del Imperio es que v.8 “en un solo día le sobrevendrán sus plagas:
pestilencia, aflicción y hambre. Será consumida por el fuego, porque poderoso es el
Señor Dios que la juzga” los reyes de otras naciones que compartían con Roma, la nueva
Babilonia, miraran de lejos aterrorizados de ver semejante castigo al Imperio que gritarán
como en un funeral v.10 Ay! ¡Ay de ti, la gran ciudad, Babilonia, ciudad poderosa,
porque en una sola hora ha llegado tu juicio! ¿es posible que esto le llegue a pasar a un
país? Y ¡¿Por qué no!? Si le pasó a un Imperio que parecía indestructible, ordenado, de
buena administración pero que lamentablemente se corrompió desde adentro, ¿no le pasará
a pequeñas naciones que llevan pocos años de existencia? ¿Qué dice este texto acerca de la
economía que se vino abajo, de los comerciantes? v.3b “los comerciantes de la tierra se
enriquecieron a costa de lo que ella despilfarraba en sus lujos” algo que le hace mal a
un país y a la economía familiar es el despilfarro en lujos, en estos tiempos habrá que
pensar mucho más si nuestros gastos son “necesarios” pongo el acento en “necesarios” o si
lo que queremos lo estamos disfrazando como necesidad, aquí los economistas y los que
saben de números nos pueden dar una buena orientación. La descripción de este colapso
económico de manera magistral está en los vv.11-19 que leemos….¡esta sociedad de
consumo se ha venido abajo! Quien sigue pensando que el Señor es solo el Dios del culto
del día domingo y que nada tiene que ver con la economía mundial está profundamente
equivocado, de ahí es que vienen las malsanas dicotomías entre lo sagrado y secular,
hermanos/as ¡el Dios que adoramos el día domingo es el mismo que nos acompaña el día
lunes!… luego usando un ejemplo gráfico, visual, de imaginería, el autor bíblico pone en
escena a un ángel levantando una enorme piedra de molino arrojándola al mar y diciendo
vv.21b-24. ¡Es tal el colapso económico, que es descrito (creo) en términos actuales! Va
todo normal en la semana, en el día, pero en una hora se viene todo abajo, los vv.10b; 17;
19b, repetido tres veces en este capítulo como para darle énfasis a la situación, dicen: “en
una sola hora ha llegado tu juicio…en una sola hora ha quedado destruida toda tu
riqueza…¡En una sola hora ha quedado destruida!” ¿Es posible un colapso económico
como se describe aquí en un país? ¿es posible que de manera repentina un Imperio pueda
caer? Sí, es posible, entonces si la economía es voluble, ¿en quien confiamos?
Cuando leemos los cap.17-18 de corrido van apareciendo algunos interludios que nos
muestran en qué condiciones están los del pueblo de Dios, los creyentes, es decir, mientras
colapsa la capital y el Imperio con toda su economía ¿Qué de aquellos que han puesto toda
su confianza en el Señor, de los que no pusieron su fe ni en el gobierno ni en su economía?
Algunos versículos de entre estos dos capítulos nos dicen, 17:14 “Le harán la guerra al
Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y los
que están con él son sus llamados, sus escogidos y sus fieles” aunque hay dificultades y
persecuciones la bestia será derrotada, aunque perseguidora, es el Cordero quien vence,
este es un lenguaje de seguridad, una garantía de lo que va a suceder ¿acaso no estamos
seguros en él? ¡Es el rey de reyes con su soberanía y autoridad, es el Señor con su majestad
y poder el que vence, las naciones y todos los pueblos le están sujetos a él! Si esto es así
este es un llamado claro a la fidelidad y al compromiso, ¿Qué más nos dicen en relación a
los creyentes? 18:4 aparece una advertencia o exhortación y es a no caer en la idolatría
política al Imperio (gobierno), dice el texto “Salgan de ella, pueblo mío, para que no
sean cómplices de sus pecados, ni los alcance ninguna de sus plagas” W. Hendriksen
comenta: “La voz no dice que el pueblo de Dios deba vivir aislado del resto del género
humano. Si este fuera el caso, no podrían influir en el mundo con el evangelio de salvación.
Jesús oró para que los suyos estuvieran en el mundo pero no fueran del mundo (Jn. 17:14–
18)” entonces ¿Qué quieren decir estas palabras “salgan de ella, pueblo mío”? significan
que el pueblo de Dios no debe cargar con nada idolátrico, en el Imperio había una
propagación de la idolatría y un culto al Emperador. Cuando el pueblo volvió del exilio en
Babilonia se les pidió que no tomaran consigo nada que fue impuro, es decir, nada que
tuviera relación con los ídolos. Sin duda que los ídolos de hoy son otros, de los cuales el
pueblo de Dios debe huir para no ser cómplices de los pecados del Imperio o Gobierno,
¿Cuáles son los ídolos actuales? Menciono algunos; la divinización (idolatría) o la
confianza que tienen los países en su poderío bélico, ellos no creen esto de “ No es por el
poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el Señor” Zac.4:6 NTV, algunos países
sí ponen toda su confianza en el poder militar, otra forma de idolatría es el culto a los
gobiernos o preferencias políticas, estas son verdaderas iglesias donde se ofrecen todo tipo
de “ofrendas” por no decir “sobornos” para obtener el favor del Estado, la idolatría
funciona así; yo te ofrezco ofrendas (en lenguaje actual, contratos, convenios) algo a los
dioses a cambio de sus favores, es decir, no te doy nada sino no recibo algo a cambio, la
otra forma de adorar ídolos o idolatría es la divinización, el encantamiento de las riquezas y
el lujo, J.L. Sicre dice que aunque: “no podemos hablar de un culto a las riquezas. Solo
podemos decir que existe tal divinización cuando los bienes terrenos constituyen la
orientación fundamental de la vida, el único punto de apoyo, la única meta” cuando el
escritor bíblico exhorta “Salgan de ella, pueblo mío, para que no sean cómplices de sus
pecados” está diciendo claramente que como iglesia, creyentes, discípulos de Jesús que no
participemos del pecado de idolatría que pone su confianza y su seguridad en tierras
movedizas y no en el Señor Roca Eterna. ¡Babilonia (Roma) ha caído! Su economía ha
colapsado. Este un llamado fuerte no ha dejar de trabajar ni a esforzarse por el bienestar
familiar todos los días pues “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” 1 Tes.3:10, lo
que se nos advierte es ¡cuidado! ! ¿Dónde está tu confianza en el día de hoy? ¿Quién es tu
punto de apoyo? ¿te está yendo bien? ¡agradécele a Dios! pero ¡cuidado con tu corazón!
El ultimo y tercer interludio (concluimos con el sermón) dirigido a los creyentes está en el
18:20 dice: “¡Alégrate, oh cielo, por lo que le ha sucedido! ¡Alégrense también ustedes,
santos, apóstoles y profetas!, porque Dios, al juzgarla, les ha hecho justicia a ustedes”
¡que tremendo mensaje de esperanza el de Apocalipsis! en vez de estar buscando al
anticristo, la marca de la bestia, el cuerno pequeño, etc. El claro mensaje es ¡Alégrense
también ustedes! ¿alguna vez ustedes pensaron en alegrarse al leer este libro? O ¿todo era
terrorífico? …hace muchos años atrás unos hermanos me contaron (no de Concepción) que
cuando estaban estudiando el libro de Apocalipsis salían aterrorizados, llenos de miedo.
Cuenta la historia que Apocalipsis era el texto preferido de los que eran perseguidos, de los
mártires por causa de su fe en Jesucristo en Lyon, Francia, ¿Por qué era un libro tan
relevante? Por lo que dice aquí, es por su causa, por ustedes a quienes amo, de quienes no
me he olvidado del sufrimiento que han padecido, es por ustedes que se mantuvieron fieles
por quienes hago justicia. Al llegar al capítulo 18 de 22 ¿hemos cambiado la perspectiva o
seguimos empantanados en teorías conspirativas del Apocalipsis? ¡Que el Señor nos ayude
a confiar solamente en él! Los Reinos y países se levantaran, prosperarán, se expandirán y
desaparecerán, en cambio como canta el salmista (145:13) “Tu reino es reino por todos
los siglos, Y Tu dominio permanece por todas las generaciones” Amén