Periodo: Tercero 2022 Sección: 0800 Catedrático: MDE. Nahún González Quintanilla Alumno: Medardo Rosa Trabajo: Tarea 2 Reflexión Fecha de entrega: 2/10/2022
¿Cuál es la búsqueda de la verdad absoluta que ha ejecutado el hombre en la
Historia? El proceso del conocimiento del mundo y de las leyes que lo rigen es tan infinito como lo es el mismo desarrollo de la Naturaleza y de la Sociedad. Nuestros conocimientos, relativamente exactos, en esta o en la otra fase del proceso de la ciencia se profundizan y se precisan cada vez más a medida que se desarrollan. Así, hasta principios del siglo XX, el átomo era considerado indivisible, pero después se demostró que también el átomo está integrado por electrones. La teoría electrónica de la estructura de la materia constituye un avance amplio y profundo de nuestros conocimientos sobre la materia. Pero tampoco lo que hoy sabe la ciencia respecto a la estructura de la materia es la última y definitiva verdad. El materialismo dialéctico insiste en el carácter transitorio, relativo, aproximativo, de todas estas etapas del conocimiento de la Naturaleza por la ciencia humana en progreso. El electrón es tan inagotable como el mismo átomo, la Naturaleza es infinita El materialismo dialéctico, al afirmar el carácter relativo de la verdad de nuestro conocimiento, considera al mismo tiempo, que cada verdad relativa marca un peldaño en la posesión de la verdad absoluta, que cada paso del conocimiento científico contiene elementos de la verdad absoluta, es decir, de la verdad completa. No existe un límite infranqueable entre la verdad relativa y la verdad absoluta. El conjunto de verdades relativas en su desarrollo nos ofrece una verdad absoluta. “Cada escalón del desarrollo de la ciencia aporta nuevos granos a esta suma que constituye la verdad absoluta; pero los límites de verdad de cada tesis científica son relativos.
Por verdad absoluta, en metafísica, se entiende la inmutabilidad del conocimiento humano.
Considerando todos los objetos y fenómenos como inmutables y dados de una vez para siempre, la metafísica admite toda verdad como acabado y definitivo resultado del conocimiento.
El materialismo dialéctico niega tal género de verdad absoluta. El conocimiento representa en sí un
proceso histórico de movimiento de la ignorancia al saber; de la noción simple de los distintos fenómenos y partes de la naturaleza, hacia su más profunda y completa comprensión, y el descubrimiento continuo de nuevas leyes de su desarrollo. ¿Quién es Jesús en la religión cristiana y en historia de la humanidad? Jesús de Nazaret, también llamado Cristo, Jesucristo o simplemente Jesús En la actualidad y desde finales de siglo XX, prácticamente todos los historiadores de la Edad Antigua afirman la existencia histórica de Jesús Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre su persona, Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea, y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno de Poncio Pilato.
La figura de Jesús está presente en varias religiones. Para la mayoría de
las ramas del cristianismo, es el Hijo de Dios y, por extensión, la encarnación de Dios mismo. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su muerte y posterior resurrección, redimió al género humano. El judaísmo niega su divinidad, ya que es incompatible con su concepción de Dios. En el islam, donde se lo conoce como Isa, es considerado uno de los profetas más importantes, rechazando al mismo tiempo su divinidad. Las enseñanzas bahá'ís consideran a Jesús como una "manifestación de Dios", un concepto bahá'í para los profetas. Algunos hindúes consideran que Jesús es un avatar o un sadhu. Algunos budistas, incluido Tenzin Gyatso, el decimocuarto dalái lama, consideran a Jesús como un bodhisattva que dedicó su vida al bienestar de las personas. Lo que se conoce de Jesús procede casi exclusivamente de la tradición cristiana —aunque se le menciona en cristianas, especialmente de la utilizada para la composición de los evangelios sinópticos, redactados, según opinión mayoritaria, unos treinta o cuarenta años, como mínimo, después de su muerte. La mayoría de los estudiosos considera que mediante el estudio de los evangelios es posible reconstruir tradiciones que se remontan a contemporáneos de Jesús, aunque existen grandes discrepancias entre los investigadores en cuanto a los métodos de análisis de los textos y las conclusiones que de ellos pueden extraerse. Los relatos referentes al nacimiento e infancia de Jesús proceden exclusivamente del Evangelio de Mateo (1,18-2,23) y del de Lucas (1,5-2,52). No hay relatos de este tipo en los Evangelios de Marcos y Juan. Las narraciones de Mateo y Lucas difieren entre sí:
• El Evangelio de Mateo no relata ningún viaje previo al nacimiento de Jesús, por lo
que se podría suponer que María y su esposo José vivían en Belén. María quedó inesperadamente embarazada y José pensó en repudiarla, pero un ángel le anunció en sueños que el embarazo de María era obra del Espíritu Santo y profetizó, con palabras del profeta Isaías, que su hijo será el Mesías que esperan los judíos. Unos magos de Oriente en esas fechas llegaron a Jerusalén preguntando por el rey de los judíos que acaba de nacer» con la intención de adorarlo, lo que alerta al rey de Judea, Herodes el Grande, que decide acabar con el posible rival. Los magos, guiados por una estrella, llegan a Belén y adoran al niño. De nuevo, el ángel visitó a José (Mt 2,13) y le advirtió de la inminente persecución de Herodes, por lo que la familia huye a Egipto, permaneciendo allí hasta la muerte del monarca (de nuevo notificada a José por el ángel, que se le presentó así por tercera vez: Mt 2,19-29). Entonces, José retornó y se instaló con su familia en Nazaret, en Galilea.
• En el Evangelio de Lucas, se relata que María y José viven en la ciudad galilea de
Nazaret. La historia de la concepción de Jesús se entrelaza aquí con la de Juan el Bautista ya que en este evangelio María e Isabel, madre del Bautista, son parientes― y el nacimiento de Jesús es notificado a María por el ángel Gabriel (lo que se conoce como Anunciación: Lc 1,26-38) El emperador Augusto entonces ordena un censo en el cual cada uno debe empadronarse en su lugar de nacimiento, y José debe viajar a Belén, por ser originario de este lugar. Jesús nace en Belén mientras se encuentran de viaje y es adorado por pastores. Lucas añade además breves relatos sobre la circuncisión de Jesús, sobre su presentación en el Templo, y su encuentro con los doctores en el Templo de Jerusalén, en un viaje realizado con motivo de la Pascua, cuando contaba doce años. En los Evangelios de Mateo y de Lucas aparecen sendas genealogías de Jesús (Mt 1, 2-16; Lc 3, 23-38) La de Mateo se remonta al patriarca Abraham, y la de Lucas a Adán, el primer hombre según el Génesis. Estas dos genealogías son idénticas entre Abrahán y David, pero difieren a partir de este último, ya que la de Mateo hace a Jesús descendiente de Salomón, mientras que, según Lucas, su linaje procedería de Natam, otro de los hijos de David. En ambos casos, lo que se muestra es la ascendencia de José, a pesar de que, según los relatos de la infancia, este solo habría sido el padre adoptivo de Jesús. La llegada de Jesús fue profetizada por Juan el Bautista (su primo, según el Evangelio de Lucas), por quien Jesús fue bautizado en el río Jordán. Durante el bautismo, el Espíritu de Dios, en forma de paloma, descendió sobre Jesús, y se escuchó la voz de Dios. Según los evangelios sinópticos, el Espíritu condujo a Jesús al desierto, donde ayunó durante cuarenta días y superó las tentaciones a las que fue sometido por el Demonio.No se menciona este episodio en el Evangelio de Juan. Después Jesús marchó a Galilea, se estableció en Cafarnaún, y comenzó a predicar la llegada del Reino de Dios