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Scouts Católicos de Extremadura

MANUALES DE TÉCNICAS SCOUTS

CAMPISMO
SCOUTS Manual
CATÓLICOS DE
de Campismo EXTREMADURA
| página 1
6
© Scouts Católicos de Extremadura, 2022. Todos los derechos reservados

Han colaborado: Paloma Acedo


José Julio García Arranz
Julio Herrera
Carlos Ongallo

Ilustraciones: José Julio García Arranz


Julio Herrera

Edita:
Federación de Scouts Católicos de Extremadura
CIF R1000592D
scoutscatolicos.es
General Ezponda 14. 10003 Cáceres
E-Mail: extremadura@scoutscatolicos.es
Scouts Católicos de Extremadura

MANUAL Nº 6
CAMPISMO
“Un viejo Scout cuenta con multitud de recursos.
Siempre encuentra cómo salir
de cualquier dificultad o incomodidad”.
Baden-Powell. Escultismo para muchachos (Fogata 9).

1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................. 1
2. TÉCNICAS DE ACAMPADA ................................................................................. 2
2.1. Introducción ........................................................................................ 2
2.2. El saco de dormir ................................................................................ 2
2.3. Dormir sin tienda ................................................................................ 3
2.4. Buscando agua .................................................................................... 5
3. LA TIENDA DE CAMPAÑA .................................................................................. 5
4. LA MOCHILA ...................................................................................................... 7
4.1. Mochila pequeña ................................................................................ 8
4.2. Mochila mediana o grande ................................................................. 8
4.3. Haciendo la mochila ............................................................................ 8
5. FOGATAS ......................................................................................................... 10
5.1. Generalidades ................................................................................... 10
5.2. Fuego de pastor ................................................................................ 11
5.3. Fuego de estrella............................................................................... 12
5.4. Fuego reflector.................................................................................. 12
5.5. Fuego de estrella............................................................................... 12
5.6. Fuego de pirámide ............................................................................ 13
5.7. Fuego en tipi o cónico ....................................................................... 13
5.8. Fuego dakota .................................................................................... 13
6. COCINA TRAMPERA......................................................................................... 14
REFERENCIAS....................................................................................................... 18

1. INTRODUCCIÓN

Los Scouts inventamos los campamentos de verano. La experiencia de Brownsea, en


agosto de 1907, fue el comienzo de un estilo de vida sano mediante el que los jóvenes,
durante unos días, entran en contacto con la naturaleza durante varios días. Acampar
es, por tanto, un arte que nos permite disfrutar de la naturaleza procurando convivir con
ella de la forma más cómoda. No hay dos acampadas iguales, aunque se realicen en el

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mismo lugar: hay factores que influyen en el desarrollo de la misma y que la hacen única,
como pueden ser el clima, la época del año, las condiciones atmosféricas, los participan-
tes, el tipo de tienda…

A la hora de plantearnos salir al campo o a la montaña, si queremos encontrarnos lo más


a gusto posible, hay aspectos que deberemos estudiar concienzudamente antes de salir,
porque, una vez que estemos en medio de nuestra excursión, lo que no tengamos, lo
que no hayamos puesto en nuestro equipaje, lo que no hayamos previsto, supondrá una
imprevisión que en ocasiones puede costarnos cara.

Antes de salir a una excursión, un buen Scout siempre debe prever todos los posibles
contratiempos que puedan suceder.

Suponer que no existen imprevistos, accidentes o cambios rápidos en el tiempo, nos


puede llevar a situaciones de riesgo. La excursión comienza en nuestra casa, con la pre-
paración del equipaje, la ruta y la consulta del tiempo que tendremos.

Os animamos a leer, junto con este sencillo manual, las obras principales de nuestro
Fundador en las que siempre hay consejos útiles sobre como acampar, aunque hayan
pasado más de cien años.

2. TÉCNICAS DE ACAMPADA

2.1. Introducción

En el caso de hacer acampada libre con tienda de campaña hay varios factores esencia-
les al decidir la ubicación de nuestro refugio: 1) proximidad al agua y 2) posibilidad de
obtener sombra natural en verano de una ladera, roca, duna, palmera… o refugio en
invierno, es igualmente esencial.

Una vez determinado el mejor emplazamiento para armar la tienda, su orientación de-
penderá de ciertos factores:
• Viento.
• Posición del sol.
• Tamaño y estructura de la tienda que usemos.

2.2. El saco de dormir

Existe multitud de tipos de saco. El que nos interesa a nosotros es aquel que dispone de
un relleno o material que nos permita estar calientes durante la noche. Para eso debe-
remos tener en cuenta la temperatura más baja a la que nos encontremos. Cada saco
está diseñado para servir entre un rango de temperaturas de confort. Si estamos fuera
de este rango estaremos incomodos, sea por frío o por calor.

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Entre las diferentes formas tradicionales de saco encontramos básicamente dos: el saco
tipo momia y el rectangular o manta; aunque el primero dispone de menos espacio para
moverse en su interior, aísla más que el de tipo rectangular.

Al igual que disponer de comida y alimentarse es fundamental, dormir bien es esencial,


descansar en un sitio caliente, seco y lo más cómodo posible hará que afrontemos el
siguiente día con otra perspectiva.

Algo que es fundamental es mantener siempre el saco seco, para ello lo situaremos en
la parte más protegida de la mochila y metido en una funda que evite la entrada de
humedad.

Antes de usar el saco de dormir es conveniente abrirlo y sacudirlo para evitar la presen-
cia de arañas o insectos y para distribuir homogéneamente el relleno.

Un error muy común a la hora de dormir es intentar protegerse del frio cubriéndose con
mantas la parte superior. Hay que saber que el frio y la humedad en su mayor parte
proviene del suelo y que cuanto mejor nos aislemos de este, estaremos más cómodos y
dormiremos más calientes. Por eso, es importante llevar en nuestro equipaje una este-
rilla o colchoneta, de la que existen muchísimos modelos, que nos separe del contacto
del suelo.

2.3. Dormir sin tienda

Si somos atrevidos y nos quitamos nuestros miedos, podremos animarnos a dormir en


el campo sin tienda de campaña. Tendremos seguramente una de las experiencias úni-
cas en la vida, dormir viendo las estrellas y el inmenso cielo.

Las formas y posibilidades de realizarlo son enormes, desde colgar una hamaca entre
dos árboles, a la más sofisticada de realizar nuestro propio refugio con las nociones que
sabemos de pionerismo.

Una forma práctica rápida y sencilla de realizarnos un refugio es llevar con nosotros en
el equipaje, un poncho, un cuadrado de rafia o de elemento plástico y unos trozos de
cuerda. Nos da múltiples posibilidades dependiendo de los elementos de la naturaleza
que encontremos alrededor.

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TIPOS DE VIVAC

Algo que no se nos debe olvidar nunca una vez que hayamos acampado en una zona, el
lugar debemos dejarlo lo más parecido a como lo encontramos a nuestra llegada. Tene-
mos que tener en cuenta que a la naturaleza le cuesta mucho corregir los daños produ-
cido por nosotross, tanto por dejar basura como por estropear el entorno.

Armazón de un vivac, para ser techado con maleza o hierba. Un segundo techo inclinado en el lado opuesto del
poste de la cumbrera hará una cabaña. Dibujo original de BP en Escultismo para muchachos.

En algunos lugares, como playas, marismas, playas interiores1 o zonas arenosas, pode-
mos plantearnos acampar sobre la arena. Veamos:

• La parte positiva de dormir en la arena es que no necesitas llevar aislante o es-


terilla y así ahorras peso en la mochila, aunque siempre conviene llevar algo para
poner entre el suelo de la tienda y el saco de dormir; también es recomendable
extender primero algún aislante ligero de lona o plástico sobre la arena pues la
arena muy fina y erosiva se introduce en la tienda incluso por las costuras si no
están selladas.

1
Alrededor de una piscina natural, por ejemplo.

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• Esta es la parte negativa de acampar en la arena: su capacidad invasiva tanto
hacia el equipo como a los alimentos, ojos, piel y vías respiratorias.

2.4. Buscando agua

Encontrar agua en la naturaleza es algo fundamental, una persona, como mínimo, nece-
sita ingerir tres litros diarios de agua al día. El cuerpo humano puede estar mucho
tiempo sin comida, pero no sin beber.

Siempre que vayamos de acampada deberíamos llevar una cantimplora; mejor si es me-
tálica y con una funda que sea de plástico, por mantener el agua más fresca y por ser
más duradera.

En el caso de que se nos acabe el agua y encontremos una fuente de la que no nos fiemos
de su potabilidad, podremos utilizar técnicas que nos permitan depurar el agua.

Lo ideal para asegurarnos de que el agua sea potable y poder matar posibles gérmenes
es hervir el agua durante unos minutos y posteriormente filtrarla con tela para eliminar
las impurezas que hayan quedado.

Una forma de conseguir depurar también agua es por medio de la evaporación: realiza-
remos un hoyo en el suelo; en la base pondremos hojas y material verde; en el centro
del hoyo situaremos un recipiente para recoger el agua. Taparemos la parte superior del
hoyo con un plástico sujeto por piedras en los bordes, y en el centro del plástico pon-
dremos una piedra justo encima del recipiente. Al evaporarse el agua, esta se conden-
sará en el plástico y por la pendiente que produce la piedra, goteará al recipiente.

3. LA TIENDA DE CAMPAÑA

La tienda de campaña es nuestra casa en el campo, por eso debemos dedicar tiempo a
tenerla montada en perfectas condiciones, tenerla limpia y ordenada y evitar la entrada
de inquilinos que pueden hacer que su estancia en el interior no sea todo lo agradable
que nos gustaría (arañas, insectos…). Por ello, deberíamos tener en perfecto funciona-
miento las cremalleras y tenerla cerrada continuamente, abriéndola solo para salir y en-
trar.

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A la hora de montar la tienda tendremos las siguientes precauciones:

• Orientar la puerta de la tienda acorde al sol y al viento, generalmente la pondre-


mos mirando hacia el Este y de forma que los vientos predominantes den en la
parte lateral o trasera.
• Limpiar el terreno de piedras, chinas o raíces. Es conveniente realizar previa-
mente a ponerla, una cama de hierbas o helechos que hagan más mullido nues-
tro sueño y nos aíslen de la humedad.
• Situarla en una zona que este en alto para evitar en caso de lluvias encharca-
mientos.
• Buscar un terreno seco y lo más limpio posible de hierbas.
• Aunque es bueno la cercanía de árboles por disponer de sombra, que estos no
estén tan próximos que nos pueda caer una rama encima.
• Tener en cuenta que si la ponemos cerca de laderas es posible que puedan caer
piedras.
• Alejarla de charcas, por ser más probable la existencia de mosquitos, dar una
vuelta para detectar avisperos, panales u hormigueros.
• Nunca en medio de caminos que veamos trazados ya sean de herradura o de
otro tipo, significa que es un paso de animales.
• Evitar la cercanía de árboles aislados que podrían atraer, en caso de tormentas,
a rayos.
• Es recomendable cuando preveamos lluvia, realizar un canal a lo largo de la
tienda para evacuar el agua de lluvia y evitar encharcamientos.

Existen diferentes modelos de tiendas, cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. En
esta tabla intentamos resumir que aporta cada una de ellas.

Montaje Espacio Peso Resistencia


ambiental
Canadiense +++ +++ +++ +++
Igloo +++++ ++ +++++ +++++
Estructural + +++++ + ++

Algo que un buen acampador debe tener en cuenta es que, a la hora de guardar la
tienda, en muchas ocasiones no podremos hacerlo en situaciones ideales de secado y
limpieza. Guardar una tienda húmeda, con barro significa que se desarrollen con la hu-
medad sostenida, hongos y putrefacciones.

Una vez que hayamos vuelto a nuestra base, en los días siguientes al campamento o
acampada, las tiendas deben de ser abiertas, aireadas y una vez secas y limpias volver a
guardarlas.

Es muy útil incluir en la bolsa de las piquetas, un cepillo y una bayeta para ir limpiando
la tienda a medida que vamos cerrándola.

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A la hora de plantar una tienda independientemente del modelo, existen principios bá-
sicos para realizarlo correctamente:

- Preparamos el terreno, limpiándolo de objetos y piedras que podrían molestar-


nos al dormir.
- Extendemos completamente la tienda.
- Clavamos las piquetas de las cuatro esquinas de tal forma que no quede ninguna
arruga en el suelo.
- Las piquetas siempre deben clavarse con un ángulo de 45o en dirección contraria
a la tienda, para aumentar la resistencia.

- Posteriormente se clavan el resto de las piquetas, las opuestas de forma pareada,


tensando el suelo.
- Colocación de la armadura de la tienda, ya sean las varillas o los palos. En el caso
de las canadienses, es fundamental colocar los macarrones en lo alto de los palos
para evitar que el doble techo toque el interior de la tienda y las galletas en el
suelo para evitar desgarros en el contacto del palo con el suelo, en los igloos este
problema por el diseño de la tienda no existe.
- Al igual que las piquetas de la base de la tienda, se colocan las piquetas de los
vientos enfrentadas de forma pareada.
- A la hora de poner el doble techo, tener la precaución de tensarlo de forma que
nunca entre en contacto con la parte interior de la tienda. De no hacerlo así, en
caso de lluvia es significado de goteras.

4. LA MOCHILA

A la hora de escoger una mochila, lo primero que nos debemos plantear es para que la
vamos a necesitar, no es lo mismo usar una mochila para una marcha de un día, donde
no vamos a pasar noche en el campo y donde lo máximo que tendremos que transportar
es ropa de abrigo o lluvia y el alimento para ese día que una mochila para varios días o
un campamento, donde deberemos pensar meter ropa de recambio y adecuada a posi-
bles cambios de tiempo, mucha más cantidad de comida, elementos para cocinar, saco
de dormir y aislantes o colchonetas…

Independientemente del tipo de mochila que escojamos, algo fundamental es que se


adapte bien a la espalda y la proteja, para eso es fundamental que exista un cinturón
para las caderas, con este cinturón al ajustárnoslo conseguiremos que la mayor parte

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del peso descanse sobre la cintura y no directamente sobre los hombros, siendo mucho
más descansado llevar la carga.

4.1. Mochila pequeña

Aunque nuestra excursión sea de un solo día, muchas veces el no ser precavidos y no
llevar lo necesario en la mochila puede hacer que nos arrepintamos de no llevar un
equipo adecuado para protegernos contra el frio y la humedad, o disponer de un mapa
de la zona y brújula para no perdernos y por supuesto alimentos.

Una mochila pequeña no molesta nunca y puede ser de muchísima utilidad.

4.2. Mochila mediana o grande

Dentro de este tipo de mochilas, existe multitud de tipos, tanto en cuanto a la capacidad,
como al modelo, acorde a la actividad que vamos a realizar, como a la estructura si es
interna o externa.

Las de estructura interna suelen ser mas alargadas, la estructura esta en el interior en la
zona de la espalda y consiste en varios tubos o barras planas. Las de estructura externa
están realizadas con tubos externos ligeros sobre los que cuelga la mochila, estas mo-
chilas son más adecuadas para cargas más pesadas y disponen de la ventaja de ser más
frescas a la hora de llevarlas, ya que el aire circula entre la espalda y la mochila.

Respecto al volumen de la mochila, dependerá del tiempo que vayamos a estar fuera y
del tipo de material que necesitemos para realizar nuestra actividad.

4.3. Haciendo la mochila

Cuando vayamos a preparar una mochila, pensemos siempre en hacerla al revés: lo que
vamos a necesitar más habitualmente debería ser lo último en meterse, para poder te-
ner un acceso más inmediato.

Otro aspecto fundamental para que la mochila sea más cómoda de llevar es que los
objetos más pesados deben de colocarse lo más cerca de la espalda, con el fin de evitar
que el peso nos desequilibre echando nuestra espalda hacia atrás.

Es interesante realizar un listado de aquellas cosas que vamos a necesitar, y, una vez
escrito, extender por una superficie plana (el suelo, la cama…) todos los objetos para
que no se nos olvide ninguno e introducirlos con las dos premisas anteriores, recuerda:
peso y prioridad de uso. También es muy práctico repartir o clasificar nuestro material
por usos en pequeñas bolsas de tela o plástico.

Al final, la mochila debe de tener un aspecto homogéneo, sin que se observen huecos y
sin que esta se nos venza hacia ninguno de los dos lados.

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Si necesitamos llevar colgados objetos del exterior de la mochila, malo. Eso es que
seguramente el tamaño de la mochila no es el adecuado para la excursión que vamos a
realizar. Llevar objetos que vayan bamboleándose durante la marcha es muy incómodo,
aparte de por el ruido que va realizando que puede llegar a ser molesto, pueden des-
equilibrarnos y en zona de bosque o montaña es bastante probable que se enganchen
con ramas o piedras y nos pongan en peligro.

No te recomendamos en ningún caso llevar objetos


colgados del exterior de la mochila.

Otro aspecto fundamental es que el saco de dormir vaya lo más protegido frente a la
lluvia o humedad. Su lugar sería la base de la mochila; de hecho, la mayor parte de las
mochilas actuales disponen de un compartimento específico para el saco.

Dependerá si es una salida de un día o vamos a pernoctar.

Si vamos a dormir:

• Esterilla, aislante o colchoneta


• Saco
• Neceser de aseo
• Cubiertos, plato y taza
• Cantimplora
• Ropa de abrigo
• Muda de ropa acorde a la estancia
• Linterna
• Brújula
• Navaja
• Cordino fino (4-5 m)
• Botiquín

Si es una excursión de un día:

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• Ropa de abrigo
• Cantimplora
• Brújula
• Linterna
• Botiquín
• Navaja
• Cordino fino (4-5 m)

Lo primero que nos ajustaremos será el cinturón, por encima de la pelvis, de tal manera
que notemos que el peso de la mochila descansa sobre la cintura. A continuación, ten-
saremos las cinchas de las hombreras de manera que queden uniformemente ajustadas
en los dos lados, notando que la mochila queda ajustada a la espalda. Por último, unire-
mos la correa pectoral que evitan que durante la marcha las hombreras se vayan
abriendo y tengamos que ir sujetándolas.

5. FOGATAS

5.1. Generalidades

El fuego es un elemento que en la naturaleza nos permite cocinar nuestros alimentos,


poder depurar el agua, nos hace la vida más agradable cuando hace frio y nos da luz por
la noche.

Algo fundamental antes de encender un fuego es limpiar toda la zona de alrededor de


material inflamable, realizaremos un hoyo rodeado de piedras para conseguir dejar con-
finado el fuego en donde queremos.

Tendremos siempre que sea posible, por precaución un cubo de agua.

Para encender un fuego hay que tener en cuenta que hace falta comenzar con yesca,
que es material altamente inflamable, mucho más fácil que arda cuanto más fino sea o
desmenuzado esté, una vez conseguida prender la yesca, le añadiremos leña, es decir
palos finos, cuanto más secos mejor iremos aportando al fuego poco a poco hasta que
este dure ardiendo unos cinco minutos, en ese momento habremos alcanzado el calor
suficiente para empezar a aportar combustible, esto es, troncos ya de un tamaño consi-
derable que nos permitirán mantener el fuego sin prestar atención de forma continuada
como en el inicio,

El inicio del fuego se puede realizar de múltiples maneras, la más sencilla es mediante
una cerilla o mechero de las muchas clases que existen.

Otra modalidad es hacer saltar una chispa frotando acero con una piedra de pedernal.
Rozando la parte no afilada de una navaja con la piedra se producen chispas que acer-
cándola a yesca seca son capaces de llegar a prenderla.

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Si disponemos de una lupa o una lente, los días de sol, concentrando sus rayos mediante
la lente, también es posible prender la yesca.

Los medios por frotamiento de dos maderas son más complicados y requieren de pa-
ciencia y de experiencia, principalmente consiste en frotar un trozo de madera dura con-
tra otro que sea blando, al cabo del tiempo por el calentamiento que produce la fricción,
es posible llegar encender la yesca.

La parte más importante es conseguir arrancar una llama con yesca y tener la precaución
de tener leña suficiente para conseguir el calor suficiente para que el fuego se man-
tenga.

Para conseguir yesca, bien podemos utilizar fuentes naturales, líquenes, fibras de plan-
tas, bolas de lana, plumas…o podemos fabricarnos un palo de yesca, que se realiza con
un palo pasándole una navaja a lo largo de él, generando virutas finas.

TABLA 1. TIPOS DE MADERA

Fuente: Megapiscinas (2016)

5.2. Fuego de pastor

Se sitúa sobre una gran roca que nos resguarde del viento. La yesca2 y las ramas se co-
locan en el centro y a los laterales se disponen dos grandes troncos sobre los que se
apoyaran las tablas dejando el fuego en el medio.

2
Materia muy seca y que arde con facilidad, ya sea natural o preparada.

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5.3. Fuego de estrella

Se dispone la yesca y la leña en medio, y los troncos de forma radial. El fuego se inicia
en el centro, y se mantiene empujando los troncos hacia el centro. Es un fuego útil para
cocinar y calentar agua.

5.4. Fuego reflector

Este es un fuego muy útil para evitar que se disperse el calor y dirigirlo hacia donde nos
interesa, como la entrada de un vivac o refugio. Consiste en realizar un fuego, limitado
en los laterales por dos troncos y realizar una pantalla de troncos que refleje el calor
hacia donde nos interesa.

5.5. Fuego de zanja

El fuego de zanja consiste en excavar una zanja de unos 30 cm de ancho y 20-25 cm de


profundidad. En el fondo de la zanja dispondremos la yesca y la leña para posterior-
mente añadir el combustible. Es un fuego útil para poder cocinar, poniendo apoyados
en las paredes la sartén o la cazuela.

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5.6. Fuego de pirámide

Se sitúa la yesca y la leña en el medio; a continuación, empezaremos a realizar una pirá-


mide con troncos, colocándolos de forma pareada, siendo los de la base más grandes y
disminuyendo de tamaño a medida que ascienden en altura.

Es un fuego muy práctico para fuegos de campamento o ceremonias.

5.7. Fuego en tipi o cónico

Se dispone la yesca en el interior y a continuación se va acumulando la leña y los troncos


en forma de tipi indio. Es muy útil cuando tenemos leña húmeda, ya que esta se va se-
cando con el calor interior. Sirve para cocinar y también para señalizar nuestra posición
(más aún cuando la leña es húmeda).

5.8. Fuego Dakota

Se escarba un hoyo de unos 25-30 cm de diámetro, y al lado se realiza otro más pequeño
a modo de chimenea conectado con el anterior. Es muy útil para cocinar, situando el
recipiente a ras del suelo, que requiere poco combustible y concentra mucho el calor.

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6. COCINA TRAMPERA

Un scout se apaña con lo que tiene, pero debe ser previsor siempre cuando salga al
campo.

Cocina de campamento. Dibujo original de BP en Escultismo para muchachos.

Para empezar, toda patrulla, si desea cocinar, debe llevar al campo una serie de utensi-
lios necesarios para ello:

• 1 Cajón de Patrulla o caja de plástico para transportar el material.


• 1 juego de ollas; (2 ollas de 4 l o una de 2 l), todas con tapa.
• 2 sartenes (una grande y una pequeña).
• 1 cuchillo grande de cocina.
• 1 tenedor grande de cocina.
• 1 cucharón de cocina.
• 1 cazo.
• 1 escurridor de espaguetis y verduras.
• 1 abrelatas/abridor estándar
• 2 cajas de fósforos impermeabilizados.
• 1 caja de papel aluminio.
• Bandejas de aluminio.
• 1 paño de cocina.
• 1 lavavajillas
• 1 esponjas.
• 1 esponja de metal.

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• 2 rollos de papel.
• 1 cocina-camping o similar con repuestos
• 2 envases para cargar agua.
• 1 lima fina.
• 1 piedra de amolar.
• Pastillas potabilizadoras
• Existen unos cubos de lona en tiendas especializadas que son muy útiles

Queremos compartir con vosotros unos apuntes muy interesantes de un viejo scout
siempre joven, José Julio García.3

3
Al igual que B.-P., José Julio es un gran dibujante y fundó en los años ochenta el Grupo Scout Maltravieso,
formado íntegramente por jóvenes universitarios.

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REFERENCIAS

• Baden-Powell, R. (1908). Scouting for boys. Edición digital del original inglés. En
https://www.gutenberg.org/files/65993/65993-h/65993-h.htm
• _____ (1967). Escultismo para muchachos. Buenos Aires, Editorial Scout Interameri-
cana. 7ª edición.
• García Arranz (1996). Cocina salvaje. La cocina con pocos recursos.
• González, J.A. (2022) Manual de acampada en zonas áridas y desérticas. https://mun-
dotrekking.com/manual-de-campamento/acampada-libre-en-zonas-aridas-y-deserti-
cas/
• Lontro, M. (2012). Mini Manual de Técnica Escutista. Lisboa, Colección Hipopótamo.
• Megapiscinas (2016). Tipos de leña para cocinar con barbacoas. https://megapisci-
nas.com/blog/tipos-de-lena-para-cocinar-con-barbacoas/
• Towell, C. (2011). Manual de supervivencia. Editorial Blume.

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