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RECURSO DE APELACIÓN

AL

SR. JEFE DE ZONA METROPOLITANA

DE CARABINEROS

GUARNICIÓN. -

JOSÉ IGNACIO SAAVEDRA CARRASCO, Mayor de


Carabineros, Oficial Jefe Alumno de la Academia de Ciencias Policiales, dependiente de la
Dirección de Educación Doctrina e Historia de Carabineros, con el debido respeto expone
y solicita a Us., lo siguiente

Con fecha 11 de noviembre del año 2022, fue


notificado del contenido íntegro de la Resolución Exenta N° 331, de fecha 14.10.2022, de
la Zona de Carabineros Santiago Oeste, mediante la cual se determinó no dar lugar al
Recurso Jerárquico interpuesto en autos por las circunstancias señaladas en los
respectivos considerandos y, en consecuencia, CONFIRMAR la medida disciplinaria
impuesta consistente en “UNA REPRENSIÓN”.

I. Hechos y circunstancias que fundamentan la Resolución recurrida.

La Resolución recurrida, particularmente en el literal


A), de la parte Resolutiva de dicha actuación administrativa, expresa:

“A) NO HA LUGAR, el Recurso Jerárquico interpuesto por el


ahora Mayor JOSÉ IGNACIO SAAVEDRA CARRASCO, de actual dotación de la Academia de Ciencias Policiales
dependiente de la Dirección de Educación, Doctrina e Historia, en consecuencia, por las causas, fundamentos
y circunstancias señaladas en todo su contexto en los considerando de la presente Resolución Exenta,
CONFÍRMASE, la medida disciplinaria consistente en “UNA REPRENSIÓN”, impuesta por el Prefecto de la
Prefectura Santiago Occidente, por medio del Dictamen Nro. 12.269/1, de fecha 23.12.2021, porque el día
29.05.2019, siendo las 12:15 horas aproximadamente, en circunstancias que ejercía el cargo de Subcomisario
de los Servicios 2, de la 26ª Comisaría Pudahuel, dependiente de la Prefectura Santiago Occidente, concurrió
al Supermercado Unimarc ubicado en la intersección de las avenidas Teniente Cruz, con San Pablo, con el
propósito de fiscalizar el servicio de primer turno focalizado que se encontraba a cargo el Sargento 2° ROBY
MUÑOZ PLACENCIA, acompañado del Cabo 2° FRANCISCO MONROY VALENZUELA y de la Cabo 2° ROCIO
FERNANDA SALAZAR ORELLANA, quien en forma ofuscada comienza a llamarles la atención, basándose en
apreciaciones personales que éstos se encontraban tomando desayuno, en circunstancias que habían
concurrido al servicio higiénico, tratándolos en forma despectiva frente a personas civiles que se encontraban
en ese momento comprando en el lugar, situación que fue advertida por empleados y guardias del
Supermercado, aludiendo que eran simples Cabos y que debían hacer lo que se les ordenaba, que no servían
para nada y andaban pudo hueviando, dirigiéndose posteriormente al sector de las baños del local,
verificando que efectivamente el Sargento 2° MUÑOZ PLACENCIA, se encontraba en su interior, situación que
originó que nuevamente se ofuscara, comenzando a llamarle la atención al Cabo 2° MONROY VALENZUELA y
a la Cabo 2° SALAZAR ORELLANA, por el hecho de mantener la hoja de ruta atrasada, reiterándoles su
condición de Cabos y que por lo tanto debían hacer lo que él ordenaba, instante en que golpea en el pecho del
Cabo 2° MONROY VALENZUELA, con la antena de la radio que mantenía en su mano, conducta que va en
detrimento de la necesaria y adecuada relación profesional que debe existir entre los miembros de la
Institución, apartada de un comportamiento formal y respetuoso, conducta que además es altamente
reprochable, alejada de los principios fundamentales de educación, disciplina y jerarquía, en la que se
sustenta la Institución, evidenciando el incumplimiento de la normativa que regula el respeto y tratamiento
entre miembros de Carabineros, cuyas instrucciones se encuentran normadas en la Circular N° .751,de
07.12.2012, de la Dirección General, demostrando con dicha acción una negligencia inexcusable en el
cumplimiento de sus deberes y disposiciones normadas como en sus obligaciones profesionales.

Con lo anterior, el inculpado incurrió en las faltas señaladas en el


título V, artículo 22°, N° 2, letra d) y N° 3, letra a), del Reglamento de Disciplina de Carabineros de Chile, N°
11, afectándole las circunstancias agravantes del artículo 33, letras f), g) y j), del mismo articulado y texto
reglamentario, sin favorecerle atenuantes”.

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Al respecto, encontrándome dentro del plazo y en
ejercicio del derecho que me asiste de conformidad a los artículos 94 y siguientes y
demás pertinentes, del Reglamento de Sumarios Administrativos de Carabineros de
Chile, N° 15, vengo en deducir recurso de apelación respecto de la Resolución referida en
el acápite precedente, solicitando se deje sin efecto o en subsidio, se aplique “UN
LLAMADO DE ATENCIÓN”, por los siguientes argumentos de hecho y de derecho:

II. Análisis de los hechos que fundamentan la Resolución recurrida.

Conforme a la Resolución antes transcrita, los hechos


que motivan las infracciones que se me atribuyen, en lo medular, se circunscriben a lo
siguiente:

a. Haber procedido a fiscalizar a personal de servicio


de primer turno focalizado, Sargento 2° MUÑOZ PLACENCIA, Cabo 2° MONROY
VALENZUELA y la Cabo 2° SALAZAR ORELLANA y en forma ofuscada llamarles la
atención, basándose en apreciaciones personales relativas a que se encontrarían
tomando desayuno en circunstancias que habían concurrido al servicio higiénico,
tratándolos en forma despectiva ante civiles y trabajadores del supermercado.

b. Dirigirse posteriormente al sector de los baños,


verificando que el Sargento 2° MUÑOZ PLACENCIA, se encontraba en su interior,
ofuscarse nuevamente y llamar la atención al Cabo 2° MONROY VALENZUELA y a la Cabo
2° SALAZAR ORELLANA, reiterándoles su condición de Cabos y que por tanto debían
cumplir sus órdenes, procediendo a golpear en el pecho del Cabo 2° MONROY
VALENZUELA, con la antena de radio que mantenía a en su mano.

c. Seguidamente, el acto administrativo que se


impugna indica que la conducta va en detrimento de la relación profesional que debe
existir entre los miembros de la Institución, los principios de educación, disciplina y
jerarquía, incumpliendo las instrucciones contenidas en la Circular N° 1.751, de
07.12.2012, de la Dirección General, demostrando además negligencia inexcusable en el
cumplimiento de sus deberes y obligaciones profesionales, agregando luego las
disposiciones infringidas y circunstancias modificatorias de responsabilidad. .

III.- Alegaciones en torno a los hechos fundamentan la Resolución recurrida.

Respecto de lo expuesto precedentemente, vale decir,


los motivos o fundamentos que sustentan los hechos que se dan por acreditados y que
inciden en la sanción aplicada y faltas que se me atribuyen, se desprende que el hecho en
que motivo de la sanción consiste en una fiscalización a determinado personal, haberles
llamado la atención en forma ofuscada y con expresiones y actos contrarios a lo exigido
en la Circular N° 1.751, de 07.12.2012, de la Dirección General.

En consecuencia, se distingue de lo anterior y sin


pretender minimizar o quitar importancia a lo sucedido, un aspecto de fondo, realizar
una fiscalización, y otro de carácter formal, relativo a la manera en que esta se llevó a
cabo, resultado cuestionable, en opinión del suscrito, solamente el último de los aspectos
indicados con el consiguiente efecto que produce en la tipificación de las faltas que se
atribuyen.

Así, es necesario considerar que por la naturaleza y


obligaciones inherentes al cargo y función que a la época desempeñaba, me correspondía
tanto reglamentariamente, por reiteradas instrucciones impartidas y las directrices
propias del control jerárquico permanente, llevar a cabo en forma y en todo momento la
fiscalización del personal bajo mi mando y responsabilidad. Por tal circunstancia
únicamente resultaría materia de revisión, análisis y ponderación, no la fiscalización a la
que me encontraba obligado para cumplir debidamente los deberes propios del cargo,
sino como se practicó o ejecutó.

En este contexto, aparece necesario precisar que


efectivamente el día 29.05.2019, siendo las 12:15 horas aproximadamente, en
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circunstancias que ejercía el cargo de Subcomisario de los Servicios 2, de la 26ª
Comisaría Pudahuel, dependiente de la Prefectura Santiago Occidente, el Oficial Jefe que
suscribe concurrió al Supermercado Unimarc ubicado en la intersección de las avenidas
Teniente Cruz, con San Pablo, con el propósito de fiscalizar el servicio de primer turno
focalizado que se encontraba a cargo el Sargento 2° ROBY MUÑOZ PLACENCIA,
acompañado del Cabo 2° FRANCISCO MONROY VALENZUELA y de la Cabo 2° ROCIO
FERNANDA SALAZAR ORELLANA, detectando situaciones que ameritaban un llamado de
atención.

Llamado de atención que efectúe en forma enérgica y


quizás excediéndome de los debidos parámetros establecidos en la Circular N 1.751, de
07.12.2012, de la Dirección General, actuando impulsiva y no deliberadamente y
profiriendo expresiones que involuntariamente pueden haber provocado un sentimiento
de menoscabo en el afectado, aun cuando tales actos y expresiones no se condicen a
cabalidad con lo que quedó establecido a través de las declaraciones y medios de
prueba incorporados al expediente, situación en todo caso, que a la luz de todas las
alegaciones y defensas ya planteadas y las respectivas resoluciones recaídas en estas, no
resulta conducente reiterar.

IV. Análisis de los hechos con relación a la infracción de lo previsto en la Circular


N° 1.751 de la Dirección General de fecha 07.12.2012.

La circular antes citada imparte instrucciones en


materia de Respeto y Tratamiento entre Miembros de Carabineros y Peticiones del
Personal, particularmente orientadas a evitar actos, incluidos aquellos involuntarios, no
acordes a los principios fundamentales de educación, disciplina y jerarquía en que se
sustenta la Institución, alejándose del propósito justificado de las actuaciones, a través
de algún ademán o gesto, o utilizado una frase o palabras que vulneran lo previsto en las
citadas instrucciones, situación que como se indicó previamente, no se desconoce, pero
en términos que difieren del grave tenor y características de las que constan en el
presente proceso.

V. Alegaciones en cuanto a las faltas en que habría incurrido y agravantes que


resultarían aplicables.

Según indica la Resolución Exenta N° 311, de fecha


14.10.2022, de la Zona de Carabineros Santiago Oeste, incurrió en las faltas descritas en
el artículo 22°, N°2, letra d) y N° 3, letra a), del Reglamento de Disciplina de Carabineros
de Chile, N° 11, con las circunstancias agravantes del artículo 33°, letras f), g) y j), y la
atenuante de la letra a), del citado artículo y Reglamento.

a. Faltas imputadas. Conforme a lo expuesto, con mi


actuar habría infringido las siguientes disposiciones del artículo 22, del Reglamento de
Disciplina N° 11, de Carabineros de Chile. “Artículo 22 N° 2, letra d); El tratamiento
indebido a los subalternos o compañeros de cualquier rama de los servicios de la Institución. y
; 22 N° 3, letra a); No cumplir con el debido interés los deberes policiales, profesionales o
funcionarios, considerándose como agravante la circunstancia que con ello se contribuye a la
comisión de hechos delictuosos”.

Al respecto y por lo expuesto en el cuerpo de este


escrito el Oficial Jefe que suscribe, en forma muy respetuosa, estima que la falta
contenida en el artículo 22 N°22 N° 3, letra a); No cumplir con el debido interés los deberes
policiales, profesionales o funcionarios, considerándose como agravante la circunstancia que
con ello se contribuye a la comisión de hechos, no cuenta con sustento probatorio ni
respaldo en las pruebas allegadas al proceso sino, contrariamente, no se configuró.

Lo expuesto, atendido que se encontraba en el deber de


fiscalizar al personal bajo su mando y ello no constituye incumplimiento de los deberes
policiales, profesionales o funcionarios ya que, contrariamente, representa precisamente el
cumplimiento de un deber. De consiguiente, la fiscalización propiamente tal, no puede
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jurídicamente ser objeto de reproche administrativo a diferencia de la forma en que se
practicó lo cual queda enmarcado en el Artículo 22 N° 2, letra d); El tratamiento indebido a
los subalternos o compañeros de cualquier rama de los servicios de la Institución. En suma,
no aparece motivado o fundamentado el haber incurrido en las dos faltas atribuidas aun
cuando, por las probanzas rendidas, si es susceptible de enmarcarla en la disposición antes
citada pero, en caso alguno, en ambas normas cuya inobservancia o vulneración se me
imputa. Por tal razón, respetuosamente solicito a Us., desestimar la aplicación del artículo 22
N°22 N° 3, letra) y, como necesaria consecuencia, la intensidad de la medida aplicada.

b.- Circunstancias modificatorias de responsabilidad.


De la misma forma e igualmente por las alegaciones y defensas planteadas, se estima que
únicamente podría configurarse la agravante del artículo 33, letra g) Ejecutarla en
presencia de subalternos, por cuanto los hechos en la forma en que reconozco y asumo
en plenitud se ejecutaron ante subalternos, situación que no controvierto en ningún
sentido.

No sucede lo mismo con la circunstancia agravante de


la letra j), del artículo 33 del Reglamento de Disciplina de Carabineros de Chile N° 11,
consistente en; Importar la falta un descrédito o desprestigio para la Institución o un
menoscabo para el servicio. En este caso, se estima respetuosamente que no existan
antecedentes dentro del proceso investigativo que permitan explicar o fundamentar la
forma en que mi actuación pudo haberse traducido en la inconducta antes referida. En
otros términos, no se aprecia en el expediente o resoluciones previas, un razonamiento
o debida motivación en cuanto a cómo se configura la agravante en cuestión, afectando
así los principios que rigen el debido proceso y en especial el derecho a defensa respecto
de la indicada agravante.

Por otra parte, si bien una inconducta resulta más


reprochable mientras mayor sea el grado de quien la cometa, en la especie, actué
mientras ostentaba el grado de Capitán que aun cuando conlleva muchas
responsabilidades y deberes, cabe considerarlo un grado jerárquico inicial dentro de la
escala jerárquica Institucional teniendo incluso la categoría de Oficial Subalterno.

Así, por las razones y argumentaciones expuestas,


solicito a Us., tener a bien ponderar lo ya señalado y, en definitiva, desestimar, las
circunstancias modificatorias de responsabilidad a que se ha hecho mención en este
párrafo.

VI. DECAIMIENTO COMO ELEMENTO MORIGERADOR DE LAS SANCIONES.

Los hechos que motivan el presente proceso datan del


día 19.05.2019, esto es, por más de tres años y medio, lo que se traduce
fundamentalmente en que a esa fecha pudiera haber representado una sanción
adecuada, sin embargo no es menos cierto que el transcurso del tiempo si bien no
implica la pérdida de las facultades disciplinarias, obligan a ejercerlas tomando en
especial consideración tal circunstancia.

A propósito de lo indicado, la Excma. Corte Suprema


reiteradamente ha señalado que el “Decaimiento” es un medio tendiente para limitar la
potestad sancionadora de la Administración, definiéndola como “la extinción de un acto
administrativo, provocada por circunstancias sobrevinientes de hecho o de derecho, que
afectan el contenido jurídico, tornándolo inútil o abiertamente ilegitimo”.

Un proceso sancionatorio, debiese ir aparejado del rol


educativo en que se inspira todo reproche administrativo, para que de esta manera, se
corrija oportunamente, pero dicha expectativa se ve mermada por el extenso lapso de
tiempo desde su inicio, hasta la actualidad. No obstante, el rol educativo se cumplió a
pesar del tiempo transcurrido y la ausencia de una resolución de término como lo
demuestra mi carrera y trayectoria Institucional lo que conduce a ponderar dicha
situación al momento de resolver. Ello, por cuanto en todo proceso administrativo, es la
Administración del Estado la encargada de realizar las gestiones útiles tendientes a
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garantizar un proceso administrativo eficiente y con tiempos acotados, y que cumpla con
su labor sancionatoria en el evento de acreditarse irregularidades y/o faltas imputables
tanto al suscrito, como al resto de los involucrados. Al respecto, el artículo 7, de la Ley
N°19.880, de Bases para los Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de los
órganos de la Administración del Estado, que establece el Principio de Celeridad, el que
señala, “El procedimiento, sometido al criterio de celeridad, se impulsará de oficio en
todos sus trámites. Las autoridades y funcionarios de los órganos de la Administración
del Estado deberán actuar por propia iniciativa en la iniciación del procedimiento de que
se trate y en su prosecución, haciendo expeditos los trámites que debe cumplir el
expediente y removiendo todo obstáculo que pudiere afectar a su pronta y debida
decisión”. De esta manera es la Autoridad la principal llamada a hacer expeditos los
trámites que debe cumplir el expediente, lo que se ve reforzado por lo presupuestado en
el artículo 8 de la misma Ley, que establece el Principio Conclusivo, es decir, que todo
procedimiento administrativo está destinado a que la Administración dicte un acto
decisorio que se pronuncie sobre la cuestión de fondo y en el que se exprese su voluntad.

En consecuencia, es dable señalar, que resulta


fundamental comprender que el tiempo y oportunidad procesal, corresponde a un
elemento esencial de cualquier sistema de justicia, brindando certeza jurídica a los
intervinientes, y garantizando el respeto por la garantía constitucional del debido
proceso, consagrada en el Artículo 19 N° 3 de nuestra Constitución Política de la
República, en consecuencia, la dilación injustificada y arbitraria del proceso, no
constituye si no, una vulneración a la garantía ya mencionada. A este respecto, la Excma.
Corte Suprema ha señalado que el “Decaimiento” es un medio tendiente a limitar la
potestad sancionadora de la Administración, definiéndola como “la extinción de un acto
administrativo, provocada por circunstancias sobrevinientes de hecho o de derecho, que
afectan el contenido jurídico, tornándolo inútil o abiertamente ilegitimo”. Es así que, la
sanción administrativa, tiene como principal finalidad, evitar futuras conductas ilícitas
similares y restablecer el orden jurídico quebrantado, por lo que aplicar la sanción
administrativa habiendo transcurrido más de tres años seis meses desde que se cometió
la falta, resulta desproporcionado e improcedente conforme a lo señalado por la Excma.
Corte Suprema, situación recogida incluso a nivel administrativo.

Respecto de lo anterior además, cabe hacer presente


que administrativamente el decaimiento no siempre es aceptado por la jurisprudencia,
del punto de vista Institucional, esta teoría en determinadas oportunidades ha sido
acogida favorablemente. En efecto y a modo de ejemplo, mediante Resolución Exenta N°
357, de 30.10.2018, de la Subdirección General de Carabineros, recaída en Sumario
Administrativo por hecho ocurridos el año 2013, y pronunciándose sobre el respectivo
recurso de Apelación, resolvió: “En efecto, el paso del tiempo constituye como una
mutación de las circunstancias de hecho que inicialmente justificaron la dictación del
acto administrativo que ordenó substanciar las pesquisas que nos convocan, perdiendo
éste su eficacia, produciendo una inexistencia sobreviniente, en los términos previstos y
contemplados en el artículo 40, inciso segundo, de la Ley N° 19.880, Bases de los
Procedimientos Administrativos, razón por la cual, quien suscribe morigerará la sanción
objeto de Apelación…”.

VII. CIRCUNSTANCIA ATENUANTE A CONSIDERAR

Vengo en solicitar a Us., considerar aplicación de la


atenuante, no incorporada en la Resolución Exenta recurrida, contemplada en el artículo
33, letra a) del Reglamento de Disciplina de Carabineros, a saber: “La buena conducta
anterior del inculpado”. Al respecto y reconociendo que la buena conducta representa el
deber ser y forma de comportamiento permanente de todo funcionario de Carabineros y
por ello no necesariamente resulta vinculante que esta sea reconocida en el contexto de
un proceso disciplinario, atendida mi trayectoria Institucional, solicito respetuosamente
que en este caso en particular, atendida su naturaleza y lo que se expone a continuación,
se consigne en mi favor la referida circunstancia modificatoria de responsabilidad.

VIII. PERJUICIO QUE ME OCASIONA LA SANCIÓN

Con todo lo anteriormente expuesto, la sanción


aplicada afectaría gravemente mi actual condición de alumno de la Academia de Ciencias
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Policiales, como también en el futuro desarrollo de carrera, motivo por el cual solicito
respetuosamente evaluar la sanción aplicada disminuyendo su intensidad y tornándola
menos gravosa.

En consecuencia, solicito respetuosamente a US.,


tenga presente al momento de resolver el presente Recurso, que antes de aplicar la
sanción, el superior con potestad disciplinaria tendrá la obligación de verificar,
personalmente, las forma como ésta incidirá en el próximo proceso calificatorio y
clasificatorio del afectado…”. Entendiendo que el superior puede optar, primero, por
otras medidas que no constituyan estrictamente una sanción disciplinaria, de acuerdo al
juicio que se forme sobre el hecho, las circunstancias del mismo y el responsable;
determinando instruirlo, aconsejarlo y adoctrinarlo por la vía de la un LLAMADO DE
ATENCIÓN.

IX. Consideraciones finales.

El Ofical Jefe que suscribe, sin perjuicio de todas las


consideraciones expuestas en el presente Recurso, luego de reflexionar detenidamente
sobre los hechos que dieron origen al presente sumario y revisar una vez más las
declaraciones y pruebas rendidas, no puede sino reconocer responsabilidad en los
hechos, en la forma y circunstancias señaladas en el cuerpo del Recurso. Ello, por
haberse excedido en sus atribuciones, incurriendo en actos susceptibles de reproche
administrativo originados en los sucesos acaecidos el día 29 de mayo de 2019, siendo las
12:15 horas aproximadamente, en circunstancias que ejercía el cargo de Subcomisario
de los Servicios 2, de la 26ª Comisaría Pudahuel, dependiente de la Prefectura Santiago
Occidente, concurrió al Supermercado Unimarc ubicado en la intersección de las
avenidas Teniente Cruz, con San Pablo, con el propósito de fiscalizar el servicio de
primer turno focalizado que se encontraba a cargo el Sargento 2° ROBY MUÑOZ
PLACENCIA, acompañado del Cabo 2° FRANCISCO MONROY VALENZUELA y de la Cabo
2° ROCIO FERNANDA SALAZAR ORELLANA, llamándoles la atención en forma enérgica,
basándose en apreciaciones personales que éstos se encontraban tomando desayuno, en
circunstancias que quizás habían concurrido al servicio higiénico; dirigiéndose
posteriormente al sector de las baños del local, sin lograr verificar que el Sargento 2°
MUÑOZ PLACENCIA se encontraba en su interior, situación que originó que nuevamente
observara al Cabo 2° MONROY VALENZUELA y a la Cabo 2° SALAZAR ORELLANA, por el
hecho de mantener la hoja de ruta atrasada por más de 4 horas, llamándoles la atención
por dicha situación, pero quizá no de manera adecuada en cuanto a la relación
profesional que debe existir entre los miembros de la Institución, apartada de un
comportamiento formal, conducta vulneratoria de principios fundamentales de
educación, disciplina y jerarquía, en la que se sustenta la Institución, incumplimiento de
la normativa que regula el respeto y tratamiento entre miembros de Carabineros, cuyas
instrucciones se encuentran normadas en la Circular N° 1.751,de 07.12.2012, de la
Dirección General. No justificando por tanto, la conducta desplegada, dando, entre otras
consecuencias, lugar a malas interpretaciones y situaciones irregulares que debió haber
previsto y evitado. Todo lo cual, inevitablemente motiva a solitar una vez más, se
ponderen al tenor de los hechos acaecidos y alegaciones y defensas planteadas.

X. Solicitud de Audiencia.

Atendida la especial gravedad, naturaleza y


circunstancias de los hechos que han dado inicio al Sumario y en pleno conocimiento que
no tiene carácter vinculante, pues constituye una facultad para los mandos con
potestades disciplinarias, solicito a Usía, tener a bien, recibir en audiencia al suscrito
para aportar mayores antecedentes respecto de la materia que permitan formarse de
mejor forma la convicción de la real responsabilidad en los hechos.

Finalmente, solicito a Us., tener por interpuesto


Recurso de Apelación, admitirlo a tramitación y acoger los planteamientos efectuados y,
en su mérito tener a bien dejar sin efecto la medida disciplinaria aplicada a la luz de los
antecedentes entregados y expuestos y, en definitiva, dejar sin efecto la sanción aplicada

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o, en subsidio, aplicar “LLAMADO DE ATENCIÓN” o sanción de menor entidad que ese
mando de Zona Metropolitana estime procedente.

TÉNGASE PRESENTE, que el Recurso fue


confeccionado por abogados defensores administrativos de dotación del J.3., en base a
los antecedentes aportados y elementos incorporados en el expediente administrativo.

JOSÉ I. SAAVEDRA CARRASCO


Mayor de Carabineros

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