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MÓDULO 3 - ELEMENTOS

FUNDAMENTALES Y COMPLEMENTARIOS
EN LA CONSTRUCCIÓN

3.1. ELEMENTOS FUNDAMENTALES


Los elementos que integran una edificación se pueden clasificar según la función que realizan.
Principalmente, se distinguen los elementos fundamentales o estructurales y los complementarios
(López y López-Colina, 2006).

Las estructuras de los edificios evitan su derrumbe ante la acción de distintas fuerzas. Los
elementos fundamentales son (López y López-Colina, 2006):

● cimentaciones: bases de los edificios;


● elementos verticales de sustentación: muros, pilares y entramados verticales;
● elementos horizontales de sustentación: forjados, vigas y losas de suelo;
● elementos inclinados: cubiertas;
● elementos de enlace: escaleras.

Tanto los interioristas como los decoradores de interiores deben tener nociones sobre algunos de
estos elementos fundamentales. A continuación, se repasan brevemente los conocimientos más
importantes en esta materia.

Cabe señalar que “casi todos los edificios tienen una estructura o bien entramada o bien de carga.
Estos dos conceptos describen cómo se transmiten a los cimientos las cargas que soporta la
edificación” (Dodsworth, 2009).

3.1.1. Estructuras entramadas

Las estructuras entramadas “consisten en un grupo de vigas horizontales (que forman el suelo
en cada piso del edificio) que transmiten las fuerzas a pilares verticales. Estos pilares, a su vez,
ofrecen un camino por el que las cargas pueden bajar hasta los cimientos, y por lo tanto pasar de
ahí al terreno” (Dodsworth, 2009).

Los pilares también pueden formar parte de las mismas paredes del perímetro del edificio, o bien
distribuirse por un espacio. Además, cuando hay dos o más columnas se pueden unir y dividir
internamente un espacio o bien quedar sueltas como estructuras independientes (Dodsworth,
2009).

Como ventaja de este entramado de varios niveles, cabe destacar que las paredes no son
necesarias para aguantar las cargas, ya que los pilares las transmiten de forma vertical
(Dodsworth, 2009). Así pues, se pueden organizar espacios abiertos puntuados únicamente por
columnas de apoyo. Además, las estructuras entramadas permiten levantar edificios muy altos
(Dodsworth, 2009). También posibilitan el empleo de materiales no estructurales, como el cristal,
en la construcción. De hecho, en la Alemania de los años veinte, los arquitectos más
vanguardistas de la Bauhaus idearon el uso del cristal de una forma innovadora (Dodsworth,
2009). Las fachadas parecían ser completamente de cristal, aunque en realidad estas paredes

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colgaban del entramado. Con esta innovación aparecieron, a finales del siglo XIX, los primeros
rascacielos (Dodsworth, 2009). En síntesis, si las divisiones internas no soportan más carga que su
propio peso, pueden moverse o alterarse sin poner en riesgo la integridad de la estructura
(Dodsworth, 2009). La madera es otro de los materiales habituales en las estructuras entramadas.
Si la madera proviene de una fuente sostenible, el método constructivo es respetuoso desde una
perspectiva medioambiental. Además, aguanta muy bien en algunos de los climas más extremos
(Dodsworth, 2009). Las barras de acero galvanizado (para evitar la corrosión) también pueden
convertirse en entramados ligeros. La cara interna puede cubrirse con yeso u otros materiales
para obtener una superficie que permita adoptar acabados decorativos (Dodsworth, 2009).

3.1.2. Estructura de carga

En las estructuras de carga “es la propia mampostería de las paredes la que soporta el peso de
los pisos y tabiques superiores. Por lo tanto, los muros ofrecen el camino a través del cual las
fuerzas se transmiten hasta los cimientos” (Dodsworth, 2009).

Así pues, en este caso no hay elementos independientes que se encarguen de sustentar el peso
de la construcción. La adaptación de los elementos de carga del edificio deberá ser cuidadosa,
para no poner en riesgo su integridad (Dodsworth, 2009).

Si hay que desplazar la posición de puertas o ventanas y hacer otras aberturas, las cargas que
soporta el tabique se desviarán a los lados del nuevo hueco y se colocará una viga o un dintel en
la parte superior (Dodsworth, 2009).

Para cubrir distancias mayores, en lugar de usar un dintel se puede optar por construir un arco, ya
sea semicircular, de medio punto, plano, o de otro tipo (Dodsworth, 2009).

Mientras que el dintel es un componente de una pieza hecho de distintos materiales, el arco es un
elemento unitario que puede estar compuesto por varias piezas o ser monolítico (Dodsworth,
2009).

Todos los elementos expuestos tienen una misma función: repartir las cargas que soporta la pared
hacia los laterales. De ahí bajan hasta el suelo y sostienen el edificio (Dodsworth, 2009).

Antes de seguir avanzando con el resto de apartados, revisaremos con más detalle las estructuras
entramadas y de carga a través del siguiente vídeo:

Estructuras entramadas y muros de carga

3.1.3. Escaleras

Las escaleras son una forma de transición entre estancias. Así pues, pueden considerarse
elementos de enlace . Conectan, por ejemplo, espacios exteriores e interiores, o bien diferentes
niveles de un edificio (Ching y Binggelli, 2015).

Pueden influir en el sistema estructural de una construcción e incluso, en algunos casos, pueden
determinar la posición de servicios en el esquema global (Tangaz, 2006).

El encaje de una escalera en un interior puede hacerse de distintos modos: “puede llenar un
espacio y ofrecer un punto de vista, discurrir a lo largo de uno de sus bordes o envolverlo. Puede

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entretejerse con los límites de un espacio o extenderse en una serie de terrazas” (Ching y
Binggelli, 2015).

Según los requisitos funcionales y las restricciones de espacio, pueden distinguirse varios tipos de
escaleras. Pueden ser de tramos rectos, tener forma de L, de U, curva, en espiral, ondulante, o con
vuelta de 180 grados (Tangaz, 2006).

Si los escalones son anchos y profundos, invitan a subirlos; si son estrechos, pueden conducir a
espacios más privados. Los descansillos que interrumpen su trazado permiten cambiar de
dirección, hacer pausas, o tener puntos de vista diferentes (Ching y Binggelli, 2015).

Profundizaremos en este ámbito, a través del siguiente vídeo:

Escaleras - Contenido extra -

3.1.4. Suelos

El espacio del suelo “define el plano horizontal en el interior, y es el responsable de apoyar las
cargas vivas, como el peso de personas y muebles, así como las cargas muertas, incluyendo el
peso del propio suelo” (Tangaz, 2006).

Los suelos que deben acomodar movimientos de cargas pueden ser rígidos, pero manteniendo
algo de elasticidad. De esta forma, las cargas se transfieren horizontalmente a las vigas, columnas
y muros de carga (Tangaz, 2006).

3.1.5. Paredes

Las paredes “proyectan la verticalidad en el espacio interior para proporcionar distintos espacios
y divisiones. Pueden ser de carga (que soportan los pesos superiores) o tabiques (no
estructurales), para definir distintos espacios interiores” (Tangaz, 2006).

Su construcción debe proporcionar aislamiento térmico, separación acústica y contención de los


conductos para líneas mecánicas y eléctricas. Los muros exteriores deben controlar los
movimientos del aire frío y caliente, la humedad y el vapor (Tangaz, 2006).

Las paredes internas se pueden hacer con marcos de montantes de madera. Estos cumplen con
las medidas estándar de los materiales de recubrimiento más comunes (Tangaz, 2006).

Los montantes soportan las cargas verticalmente y el material de recubrimiento, unido a los
montantes, ayuda a mantener rígido el marco. Dentro de él, pueden ubicarse los servicios
eléctricos y de aislamiento (Tangaz, 2006).

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3.2. ELEMENTOS COMPLEMENTARIOS


Los elementos complementarios proporcionan habitabilidad, comodidad y confort a un edificio.
De entre ellos, cabe destacar (López y López-Colina, 2006):

● cerramientos exteriores de estructuras entramadas;


● tabiques: elementos de separación no resistentes;
● puertas y ventanas;
● instalaciones: fontanería, saneamiento, electricidad, ascensores, etc.

Tal y como sucede con los elementos estructurales, los interioristas y los decoradores de interiores
también deben tener nociones sobre algunos de los elementos complementarios. A continuación,
se repasan brevemente los aspectos más importantes a tener en cuenta.

3.2.1. Puertas y ventanas

Las puertas y las ventanas son elementos muy utilizados, entre otros, para enmarcar salidas y
entradas, y para conectar interiores y exteriores:

Estos componentes arquitectónicos son los elementos más efectivos como elementos
que enmarcan entradas y salidas, creando visiones del interior y para conectar el
interior con el exterior. Las puertas dan acceso entre espacios, proporcionan seguridad
y privacidad, ayudan a dejar pasar la luz y a ventilar los espacios interiores. Las
ventanas nos permiten mirar por los ojos del edificio, dejan entrar el aire y la luz, y nos
protegen del ruido y las inclemencias meteorológicas (Tangaz, 2006).

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Según el uso físico que se les quiera dar y su finalidad , habrá que elegir unos materiales u
otros. Además, puesto que realzan la composición exterior del edificio, hay que contemplar estos
elementos como parte de un todo:

La elección de productos tanto para puertas como para ventanas varía según el uso
físico que se les pretenda dar y su finalidad, pero los fabricantes pueden proporcionar
medidas estándar, según las normas arquitectónicas basadas en los requisitos para
puertas y ventanas. Contempladas desde el alzado exterior, puertas y ventanas son
importantes para realzar la composición arquitectónica de la fachada del edificio. La
percepción del edificio se verá afectada por la posición de tales elementos cuando
introducen contrastes en masa, escala y transparencia en la forma global del edificio
(Tangaz, 2006).

Las ventanas son muy variables en cuanto a estilo: fijas, con bisagras, deslizantes, de guillotina,
pivotantes, etc. Los marcos también pueden ser de distintos estilos, materiales y formas, con los
cristales colocados en marcos de madera, aluminio o acero (Tangaz, 2006).

Los factores más importantes que influyen en la elección de la ventana incluyen la necesidad de
luz natural y ventilación, el aislamiento térmico y del sonido, y la limpieza y el mantenimiento
(Tangaz, 2006).

Ventanas

Las puertas varían tanto en construcción como en movimiento: oscilantes, deslizantes, plegables,
giratorias y pivotantes, desde un 50% a un 100% de abertura. Hay también diferentes estilos:
panel, listones, cristalera, panel de cristal, etc. (Tangaz, 2006).

La mayoría de elecciones dependen de la situación de la puerta en relación con sus requisitos de


acceso físico, el movimiento previsto entre espacios, la frecuencia de uso u otras consideraciones
de luz, ventilación, vista y acústica (Tangaz, 2006).

3.2.2. Instalaciones

Las instalaciones no suelen estar a la vista y no son la parte más atractiva de un proyecto. No
obstante, su ubicación influirá en la distribución espacial, ya que realizar cambios a posteriori
puede resultar caro. En esta misma línea, también será primordial reducir al mínimo necesario el
recorrido de los suministros (Gibbs, 2009).

De entre las instalaciones habituales en un edificio, cabe destacar: suministro de agua, suministro
de electricidad, suministro de gas, calefacción, ventilación y aire acondicionado.

3.2.2.1. Suministro de agua

El sistema urbano distribuye el agua desde unos depósitos conectados con las cañerías de
distribución situadas en las calles. En zonas aisladas, se excavan pozos privados desde los cuales
bombear el agua hasta los depósitos de almacenaje de los edificios (Tangaz, 2006).

Purificación

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Antes de ser suministrada, el agua se filtra para eliminar sedimentos. También se trata con cloro
para eliminar las bacterias dañinas y se suaviza con productos químicos para eliminar las sales
duras (Tangaz, 2006).

Cuando la dureza del agua es excesiva, puede aumentar la corrosión del sistema de tuberías y
causar daños por acumulación de sarro (Tangaz, 2006).

Distribución

Cuando se establece la conexión a las tomas principales, cada edificio requiere de un acceso al
agua para beber, cocinar, limpiar y para un uso sanitario. Los sistemas de calefacción y aire
acondicionado también la necesitan (Tangaz, 2006).

Debido a la presión (la altura a la cual llega el agua por una tubería vertical), el agua alcanza los
edificios. Dicha presión permite el movimiento del agua a través de las tuberías, para su posterior
almacenaje en tanques y cisternas (Tangaz, 2006).

Hay unas válvulas que controlan el flujo de agua de cada elemento de la instalación. Cuando se
requiera, estas pueden cortar el suministro y permitir su reparación o mantenimiento (Tangaz,
2006).

Desagüe

La distribución de las tuberías para el desagüe se racionaliza, y así el suministro se usa de forma
económica y lógica:

Cada aparato sanitario descarga a través de unos ramales en una bajante principal.
Esta se conecta a un desagüe subterráneo lateral, y este a su vez al sistema público
de alcantarillado. Las descargas de todos los aparatos excepto el retrete se llaman
“aguas grises”, y los residuos que proceden del retrete se llaman “aguas negras”. La
eliminación de aguas grises y negras requiere unas tuberías de un material, tamaño e
inclinación hacia el desagüe adecuados (Tangaz, 2006).

3.2.2.2. Suministro de electricidad

La electricidad es vital en la obtención de energía para la mayoría de servicios domésticos: luz,


calor, electrodomésticos, seguridad y comunicaciones. Las tecnologías son cada vez más
sofisticadas, por lo que el diseño y la instalación de los servicios se adapta con mayor flexibilidad
(Tangaz, 2006).

Los cables ocultos deben instalarse, ya sea horizontal o verticalmente, para ser localizados con
rapidez y para reducir al mínimo los desperfectos en caso de que deban sustituirse (Tangaz,
2006).

Distribución

La electricidad se transfiere a los cables a través del suelo, donde se alimenta mediante una caja
principal. Luego, se distribuye por varios circuitos para que alcance todos los espacios de un hogar
(Tangaz, 2006).

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Cada circuito está protegido por los fusibles correspondientes, según los requerimientos de cada
electrodoméstico. Los circuitos de iluminación, por ejemplo, suelen tener una carga y un circuito
más sencillo. Además, su separación permite que se localicen con facilidad:

La separación permite localizarlos y aislarlos, para su reparación, y que el cableado de


los circuitos ajuste su tamaño a la máxima carga probable. Los fusibles protegen cada
fase de la jerarquía de distribución. El cable de tierra protege al usuario, asegurando
que si un cable suelto contacta con la parte exterior de algún electrodoméstico,
volviéndolo peligroso, el fusible salte y el sistema vuelva a ser seguro (Tangaz, 2006).

Prácticas seguras

Los interruptores permiten apagar los aparatos, aunque la fuente siga activa. Las tomas de
corriente para los aparatos enchufados no deben estar al alcance de la mano, excepto si tienen un
transformador aislante (Tangaz, 2006).

Los especialistas en electricidad y electrónica son los responsables de la instalación de los


sistemas. Deben estar cualificados, tener un certificado de aptitud en materia de salud y
seguridad, e ir bien protegidos (Tangaz, 2006).

No obstante, es importante que los interioristas sean conscientes de la operación espacial y


medioambiental, así como de los requisitos de seguridad (Tangaz, 2006).

3.2.2.3. Suministro de gas

El gas urbano manufacturado, compuesto de carbón y petróleo, ha sido mayoritariamente


sustituido por el gas natural . Este deriva de fuentes naturales y sobre todo relacionadas con el
petróleo. Por ser económico y fácil de usar, el gas natural es el más empleado en calefacción,
cocina, etc. (Tangaz, 2006).

Distribución

El suministro de gas está conectado con la red regional y su instalación es parecida al suministro
de agua. La entrada suele situarse en el nivel más bajo. La secuencia que sigue el gas es: llave de
paso, medidor de presión, contador y distribución por cañerías (Tangaz, 2006).

Las tuberías suelen ser de cobre y de 25 mm. En función del aparato al que sirven (caldera,
cocina, calentador, fuego, etc.), su tamaño puede reducirse hasta los 15 mm (Tangaz, 2006).

Prácticas seguras

Actualmente, los gases son mucho menos tóxicos que el antiguo gas ciudad. No obstante, si se
produce una combustión incompleta en un aparato defectuoso, siguen emitiendo monóxido de
carbono (Tangaz, 2006).

Como práctica segura, cabe destacar que el suministro no debe pasar por los dormitorios. En esta
misma línea, los contadores y las tuberías no deben ubicarse en huecos sin ventilación (Tangaz,

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2006).

3.2.2.4. Calefacción, ventilación y aire acondicionado

El objetivo primordial de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado


es “la comodidad y adecuación del entorno a las necesidades de la actividad humana,
equilibrando las condiciones en el interior y exterior” (Tangaz, 2006).

Calefacción

La elección de la fuente de distribución de calor en un edificio puede basarse en el servicio o en la


economía. Los difusores pueden ser eléctricos o directos, calderas o radiadores (Tangaz, 2006).

Los aspectos a tener en cuenta en la instalación son: aspecto, posición, mantenimiento, servicio,
coste de la instalación y coste del mantenimiento (Tangaz, 2006).

En cuanto al funcionamiento de los sistemas de calefacción central, el combustible se convierte en


calor en una planta central. Posteriormente, este calor se distribuye por el edificio a través de
tuberías y conductos (Tangaz, 2006).

Un sistema efectivo “emite la máxima cantidad de calor por la mínima cantidad de material, con el
mínimo coste del material comprado. El agua es normalmente el medio más eficiente, y el más
ampliamente usado por su relación coste/eficiencia” (Tangaz, 2006).

Ventilación y calidad del aire

La ventilación suministra oxígeno y permite la circulación del aire, para combatir el calor, la
polución o el olor. La ventilación natural se consigue, principalmente, mediante la ubicación de
puertas y ventanas. Por ello, es competencia del diseñador (Tangaz, 2006).

En ausencia de ventilación natural, se requiere de una opción mecánica. En este caso, su


funcionamiento es el siguiente: aspiración del aire, paso del aire por unos ventiladores y
distribución del aire a través de una red de conductos (Tangaz, 2006).

Cuando los humos y la polución pueden conllevar un riesgo, ya sea para las personas o para el
medio ambiente, deben eliminarse por medio de extractores situados en su misma fuente emisora
(Tangaz, 2006).

RESUMEN

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● Los elementos que integran una edificación se pueden clasificar según la función que realizan.
Principalmente, se distinguen:
● Elementos fundamentales: cimentaciones, elementos verticales de sustentación,
elementos horizontales de sustentación, elementos inclinados, elementos de enlace.
● Elementos complementarios: cerramientos exteriores de estructuras entramadas,
tabiques, puertas, ventanas, instalaciones.
● Las estructuras entramadas consisten en un grupo de vigas horizontales (que forman el suelo
en cada piso del edificio) que transmiten las fuerzas a pilares verticales. Estos pilares, a su
vez, ofrecen un camino por el que las cargas pueden bajar hasta los cimientos, y pasar de ahí
al terreno.
● Las estructuras de carga son aquellas en las que la propia mampostería de las paredes
soporta el peso de los pisos y tabiques superiores. Por lo tanto, los muros ofrecen el camino a
través del cual las fuerzas se transmiten hasta los cimientos.
● Las escaleras son una forma de transición entre estancias y pueden considerarse elementos
de enlace. Conectan, por ejemplo, espacios exteriores e interiores, o diferentes niveles de un
edificio.
● El espacio del suelo define el plano horizontal en el interior, y es el responsable de apoyar las
cargas vivas, como el peso de personas y muebles, así como las cargas muertas, incluyendo el
peso del propio suelo.
● Las paredes proyectan la verticalidad en el espacio interior para proporcionar distintos
espacios y divisiones. Pueden ser de carga (soportan los pesos superiores) o tabiques (no
estructurales).
● Las puertas y las ventanas son elementos muy utilizados, entre otros, para enmarcar salidas y
entradas, y para conectar interiores y exteriores.
● Las instalaciones no suelen estar a la vista y no son la parte más atractiva de un proyecto. No
obstante, su ubicación influye en la distribución espacial. De entre las instalaciones habituales
en un edificio, cabe destacar: suministro de agua, suministro de electricidad, suministro de
gas, calefacción, ventilación y aire acondicionado.

AUTOEVALUACIÓN
Contesta las siguientes preguntas y practica las bases teóricas de este capítulo. No olvides
analizar y responder de acuerdo a lo que entendiste.

1. ¿Cuáles son los elementos fundamentales de una edificación? ¿Y los complementarios?

2. Menciona qué aspectos hay que tener en cuenta en la instalación del sistema de calefacción en
un edificio.

3. ¿Qué son las estructuras entramadas?

4. Indica dos tipos de escaleras.

5. ¿Qué son las estructuras de carga?

SOLUCIONARIO

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1. ¿Cuáles son los elementos fundamentales de una edificación? ¿Y los
complementarios? Los elementos fundamentales de una edificación son: cimentaciones,
elementos verticales de sustentación, elementos horizontales de sustentación, elementos
inclinados y elementos de enlace. Los elementos complementarios son: cerramientos exteriores
de estructuras entramadas, tabiques, puertas, ventanas e instalaciones.

2. Menciona qué aspectos hay que tener en cuenta en la instalación del sistema de
calefacción en un edificio. Los aspectos a tener en cuenta en la instalación del sistema de
calefacción son: aspecto, posición, mantenimiento, servicio, coste de la instalación y coste del
mantenimiento.

3. ¿Qué son las estructuras entramadas? Las estructuras entramadas consisten en un grupo
de vigas horizontales (que forman el suelo en cada piso del edificio) que transmiten las fuerzas a
pilares verticales. Estos pilares, a su vez, ofrecen un camino por el que las cargas pueden bajar
hasta los cimientos, y por lo tanto pasar de ahí al terreno.

4. Indica dos tipos de escaleras. Según los requisitos funcionales y las restricciones de
espacio, pueden distinguirse varios tipos de escaleras. Pueden tener los tramos rectos, tener
forma de L, de U, curva, en espiral, ondulante, o con vuelta de 180 grados.

5. ¿Qué son las estructuras de carga? Las estructuras de carga son aquellas en las que la
propia mampostería de las paredes soporta el peso de los pisos y tabiques superiores. Por lo
tanto, los muros ofrecen el camino a través del cual las fuerzas se transmiten hasta los cimientos.

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