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Parroquia de Santos Reyes Nopala

Diócesis de Puerto Escondido, Oaxaca.


Esquema
1
CEREMONIA DE CONSAGRACION DE
MONAGUILLOS
En una Eucaristía preferiblemente dominical, se puede desarrollar esta
celebración. Entre tanto en la sacristía se preparan todos para la procesión de
entrada, debidamente revestidos los monaguillos a consagrase en dos filas. Se realiza la
monición de entrada, la cual hace mención al rito que se llevará a cabo.

MONICIÓN DE ENTRADA A LA EUCARISTÍA


H ermanos nos hemos re unido hoy , para participar de la Santa
Eucaristía, fuente y cumbre de la vida cristiana, sacramento de amor, en
la cual nuestro Señor Jesucristo nos alimenta con la mesa de la palabra y
del pan.
De manera especial hoy nuestra comunidad parroquial se llena de
alegría, por la consagración del ministerio de monaguillos para el
servicio del altar. Nos ponemos de pie, y participando del canto de entrada,
damos inicio a nuestra celebración eucarística.
El sacerdote al colocar el incienso se iniciará la procesión, acompañada por el
canto de entrada. Todos hacen la debida reverencia, se ubican en sus lugares y la
Misa inicia como de costumbre.

CEREMONIA DE CONSAGRACIÓN DE MONAGUILLOS

Después de la homilía se dará el rito de consagración. Los monaguillos son llamados


por su nombre y se colocan frente al altar. y comienzan la consagración con la
petición de uno de ellos que hablará en nombre de todos.

PRESENTACIÓN DE LOS QUE SE VAN A INSTITUIR COMO MONAGUILLOS

El encargado de la formación de llama a los niños y adolescentes que se van instruir en


el servicio de monaguillos. Menciona el nombre de cada uno; si son muchos lo hace de
manera general o a reserva de lo que el párroco diga habiendo consultándolo
previamente.
Acérquense los que serán consagrados como monaguillos.
N., N., …

PETICIÓN DE CONSAGRACIÓN

Uno de los monaguillos se dirige al sacerdote y dice:


Hemos venido aquí, padre, para pedirle que nos permita
consagrarnos en el servicio de monaguillos de nuestra comunidad
parroquial, con el fin de atender dignamente el altar del Señor.

Sacerdote:

Queridos niños: Desde el día de su bautismo son hijos de Dios y forman parte de la
Iglesia Católica, cada día de su vida que transcurre en la fidelidad al Señor es
una ofrenda agradable a sus ojos.

Ahora, animados por sus padres y esta comunidad católica quieren servir al Señor con
una dedicación mayor, ayudando al sacerdote en el altar. La Iglesia los acoge para este
propósito y ruega a Dios por ustedes.

Así pues, yo les pregunto:

¿Quieren servir con alegría a la asamblea del pueblo de Dios, realizando los servicios que
les serán asignados durante las celebraciones junto al altar?

Todos:

Sí, queremos.

Sacerdote:

Se comprometen a cumplir con interés, alegría y responsabilidad su servicio litúrgico y


las normas del grupo de monaguillos.

Todos:

Sí, queremos.
BENDICIÓN DE LOS MONAGUILLOS

Sacerdote:

Oremos:

Oh Dios, que has enviado al mundo a Jesucristo, tu Hijo, para salvar a los hombres,
bendice† a estos hijos tuyos que hoy se presentan ante Ti, para que los hagas dignos de
servir en el altar y contribuyan, con su bondad y alegría a revelar, la grandeza del
misterio pascual de tu Hijo, que Vive y Reina por los Siglos de los Siglos.

Todos:

Amén

BENDICIÓN DE LOS ORNAMENTOS

Sacerdote:

Bendice† Señor estos ornamentos que serán portados por estos monaguillos, para
representar la pureza y santidad del servicio que prestarán en tu altar, Por Jesucristo tu
Hijo Nuestro Señor.

Amén

Los monaguillos se revisten y saludan al ministro que preside la celebración. Después la Misa
continúa normalmente.
RITO IMPOSICIÓN SOTANA A LOS
MONAGUILLOS
Esquema
2
RITO DE ADMISIÓN DE LOS MONAGUILLOS

Los niños, después de haber recibido una adecuada formación litúrgica en orden al
ministerio que van a desempeñar y haber sido considerados idóneos para el
servicio del altar, deberán ser admitidos en el grupo de monaguillos mediante este
rito de admisión que tendrá lugar dentro de la celebración eucarística

ANTES DE LA HOMILÍA

El coordinador de los monaguillos u otra persona dirá: 

Acérquese el (los) que será(n) admitido(s) al servicio de monaguillo.


Enseguida los va llamando uno por uno, y ellos responderán cuando estén al
frente diciendo:

Presente, ¡Cristo Vive!

Luego los candidatos serán ubicados en un lugar reservado para ellos 

HOMILÍA
El ministro dirige unas breves palabras a la comunidad en donde
destaque la importancia del servicio de los monaguillos.

PETICIÓN DE ADMISIÓN Y RECEPCIÓN

Acabada la Homilía el ministro les preguntará sobre lo que le piden a la iglesia 


Ministro: 

Queridos niños y adolescentes, al presentarse delante del Altar de Dios y en la presencia


de la familia Parroquial. ¿Qué piden a la Iglesia?
Uno de los neo monaguillos hablando en nombre de todos dirá:
Reverendo Padre, con suma humildad le solicitamos nos admita a formar parte del
sagrado ministerio de los monaguillos de la Iglesia, con el deseo de servir dignamente en
el Altar bajo la intercesión de San Tarcisio patrono de los monaguillos.

A la vez que compartimos con usted la alegría de este momento tan importante en
nuestras vidas, ya que con mucho cariño y devoción prometemos servir al Señor en todos
los oficios litúrgicos aprobados por la Iglesia, sobre todo en el Santo sacrificio del altar,
con este espíritu rogamos nos sea impuesta la sotana propia de nuestro ministerio, con el
fin de servir dignamente al culto divino.

El ministro le preguntará al coordinador de los monaguillos:

Sacerdote:  Sabes si estos candidatos están convenientemente preparados para servir


con piedad, dedicación y fe a tan importante servicio de la Iglesia.
Coordinador: Me consta que, durante varios encuentros, estos candidatos han recibido la
adecuada preparación espiritual, litúrgica y doctrinal, mostrándose aptos y dispuestos
para servir al altar como monaguillos, y han dado testimonio de perseverancia en el
servicio por las cosas de Dios.

INTERROGATORIO A LOS PADRES Y MONAGUILLOS


El ministro, dirigiéndose a los padres de los niños, dice:
Apreciados Papás: 
¿Ustedes están de acuerdo con la decisión de sus hijos y se comprometen a apoyarlos?
Los Padres, a una voz dicen:
 
Sí, estamos de acuerdo.

El ministro, dirigiéndose a los candidatos los interroga diciendo:


Queridos hijos, desde el día de su bautismo son hijos de Dios y forman parte de la Iglesia
Católica. Ahora, animados por sus padres y por esta comunidad quieren servir al Señor
con una mayor dedicación ayudando a los ministros en la liturgia de la Iglesia.

Han sido llamados por el Señor a su servicio y yo en nombre de la Iglesia los acepto para
que sirvan al Señor en sus sagrados misterios. Serán servidores del altar y colaboradores
del sacerdote en las acciones sagradas que Cristo nos ha dejado para la salvación de la
humanidad. Traten de hacerlo de modo digno, para que cada celebración resulte decorosa
y ordenada.

Compórtense como discípulos de Jesús, llenos de caridad, generosos y disponibles,


alegres y limpios, tanto en el altar como en la vida, ya que así lo espera de ustedes esta
comunidad

La Iglesia los acoge para este propósito y ruega a Dios por ustedes, pero antes de iniciar
su servicio litúrgico deberán expresarán libremente su compromiso y disposición:

¿Quieren servir con alegría al Señor y su Iglesia, realizando los servicios que les sean
encargados durante las celebraciones litúrgicas aprobadas por la Iglesia?

Monaguillos:  Sí, queremos.


Sacerdote: ¿Se comprometen a cumplir con abnegación, alegría y responsabilidad su
servicio litúrgico y las normas del ministerio de los monaguillos?
Monaguillos: 
Sí, nos comprometemos.
Ministro: ¿Se comprometen ser obedientes a los ministros de la Iglesia y a respetar a sus
compañeros dando buen ejemplo a la comunidad parroquial?

Monaguillos: Sí, nos comprometemos

Sacerdote: ¿Se comprometen a cumplir con fervor, dedicación y diligencia su servicio


en el Altar y el fiel cuidado y preparación de los ornamentos y vasos sagrados?

Monaguillos: 

Con la ayuda de Dios queremos cumplir con este servicio lo mejor posible.

Sacerdote: Prometen ser constantes en la oración, visitar asiduamente el Santísimo


sacramento y Confesarse frecuentemente
Monaguillos: Sí prometo, con la gracia del Señor.
Sacerdote: Demos gracias al Señor, quien les ha colocado en sus corazones estos
buenos deseos y le pedimos que no les falte su ayuda para servir con fidelidad en su Altar
y dar testimonio vivo de su fe en todo lugar. 

RITO DE IMPOSICIÓN DE LA TÚNICA

BENDICIÓN DE LAS VESTIDURAS


Los Padres de los monaguillos se acercan con la sotanilla y la sobrepelliz en sus manos y se
ubican delante del ministro, quien las bendice con la siguiente oración:

Sacerdote: 
Señor Jesucristo, tanto amaste a los niños que dijiste: “dejen que los niños se acerquen a
mí, pues de los que son como ellos, es el Reino de los Cielos”.
 Bendice estas + túnicas con las que serán revestidos tus pequeños servidores del altar,
ayúdalos a que la usen con reverencia y dignifiquen con su conducta estas vestiduras,
destinadas a las celebraciones sagradas y santificadas por tu bendición. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
Todos dicen:  Amén.
El Sacerdote asperja (rocía) las vestiduras con agua bendita.

 Luego dice: Reciban ustedes la sotana y la sobrepelliz que los identifica como
servidores del altar de mano de sus padres y ministros, para que, así como el velo del
templo en la antigua alianza custodiaba la parte más sagrada del santuario, de la misma
manera estas vestiduras litúrgicas guarden al que sirve con su vida a Dios.

BENDICIÓN A LOS MONAGUILLOS


Los monaguillos una vez revestidos, se colocan de rodillas para ser bendecidos. El ministro
con las manos extendidas, dice esta oración sobre ellos:

Te pedimos oh Padre de bondad, que Bendigas + a estos hijos tuyos que hoy se presentan
ante Ti bajo el patrocinio de San Tarcisio, para que los hagas dignos de servir a tu altar,
contribuyan con su dedicación y alegría a la dignidad y esplendor de la liturgia, sepan dar
fiel testimonio de su fe y amor por los demás, te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo que
contigo vive y reina por los siglos de los siglos.
Todos dicen: Amén.
Se colocan de pie. Una vez que han recibido la bendición harán la oración del
Monaguillo:
ORACIÓN DEL MONAGUILLO
Señor te agradezco el honor y la alegría que me das, al poder servir en el altar. 
Concédeme el don de la piedad, la virtud de la pureza, y el conocimiento de la doctrina
cristiana. 
Aumenta mi fe en tu divina presencia en el altar, y motiva mi adoración sincera. 
Haz que cada día sea mejor y sirva de buen ejemplo a los demás. Bendice a todos los
monaguillos y acólitos, para que ayuden al decoro de las celebraciones, y para que
florezcan entre nosotros las vocaciones consagradas. Amén.
Sacerdote: 

Los Monaguillos también son custodios de la doctrina, por eso en este momento
harán su profesión de fe:
RECITAN EL CREDO junto con toda la comunidad

Continúa la oración de los fieles y la misa como de costumbre.

***
ORACIONES DEL MONAGUILLO
PARA ANTES DE LA MISA
(se puede rezar con el sacerdote en la sacristía antes de salir)

Ayúdame a estar muy atento para reconocerte en seguida en


la persona del sacerdote, a escuchar con provecho tu
Palabra, a alimentarme dignamente con tu Cuerpo y tu
Sangre, y a reconocerte presente en medio de la asamblea de
los hermanos.
Ayúdame a servir a tu altar como tú mereces, a hacerlo todo
con diligencia y eficacia, y, sobre todo, a hacerlo por tu
amor.
Sí, que todo mi actuar sea, Señor, expresión del amor con el
que quiero amarte, puesto que sólo en ti encuentro la paz y
la alegría. 
Ayúdame, Madre de Dios y madre mía, 
tú que nos dijiste a todos: "Haced lo que él os diga". Amén.

PARA DESPUÉS DE LA MISA


(se puede rezar ante el Sagrario después de recoger los objetos litúrgicos)

Señor, bendito seas por el gran don de la Eucaristía. Una vez más me has querido cerca
de tu altar, sirviéndote a ti y a los hermanos. 

Gracias por tu Palabra, que me enseña todo lo que has hecho y haces constantemente por
mí;

gracias por el sacerdote, imagen tuya, 


que eres el buen Pastor de todo el rebaño; 

gracias por la comunidad de los hermanos, que me ayudan a comprender que soy


miembro de la Iglesia; que una vez más nos has dado por amor.
Ayúdame, ahora, al volver a mi casa 
y a mis obligaciones de cada día, 
a ser buen cristiano. 

Que sepa reconocer en cada persona a mi hermano, que espera ser amado de todo
corazón. 

Así no me apartaré nunca de tu lado, 


aquí en la iglesia y también fuera de ella. 
Madre de Dios y madre mía, intercede para que en todo lo que diga, haga o piense, tu
Hijo y Señor nuestro sea glorificado. Amén.

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