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ACTA # 494

REVISTA MARÍA HOY


Septiembre 11 de 1.988
Bogotá. 5,13 a.m. Lunes

En el Nombre del Padre


En el Nombre del Hijo
En el Nombre del Espíritu Santo

En el Nombre de María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre Virgen:

¡Gloria al Padre!
¡Gloria al Hijo!
¡Gloria al Espíritu Santo!

Amén. Amén. Amén.

Director Presidente:
JESUCRISTO

Jefe de Redacción:
MARÍA SANTÍSIMA

Colaboradores:
EQUIPO DE ÁNGELES

Secretario:
LINO SEVILLANO

Tiene la palabra el
DIRECTOR PRESIDENTE:

BENDICIONES, BENDICIONES, BENDICIONES.


SÉ BENDITO HIJO MÍO.
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TODOS SEAN BENDITOS, EN EL NOMBRE DEL PADRE, EN MI PROPIO NOMBRE Y


EN EL NOMBRE DEL ESPÍRITU SANTO.

Haya bendición sobre la tierra. Todo sea bendito. Todos sean benditos. Ustedes sean
bendición. Ustedes bendigan si son míos.

Bendíganse a ustedes en sí, a cada instante, consciente o inconscientemente, como


respiran y como dejan circular la sangre entre sus venas, para irrigar el cuerpo.
La bendición es tan importante como el fluir de la sangre y como la respiración, para el
espíritu.
El espíritu de ustedes, sin la bendición que es el aliento de Dios en la Criatura, moriría
por anemia.

BENDÍGANSE, BENDÍGANSE, BENDÍGANSE.

Bendíganse siempre. Sean bendición para ustedes en sí.

Eso no solamente es importante sino necesario. Mas aún, es esencial. Esencialísimo.


Para eso hagan ejercicios constantes, persistentes, insistentes, de bendiciones a ustedes
en sí, hasta que adquieran el hábito o costumbre de hacerlo.

RECUERDEN:

La Bendición es aliento de Dios y por eso es necesaria y esencial.


La Bendición es vital.

Si ustedes son de Dios bendíganse a ustedes en sí, personalmente. Cada uno a sí


mismo, de la misma manera que cada uno se alimenta a sí mismo para tener fuerzas
para alimentar y servir a otros.

El primer paso en el acto de bendecir sea bendecirse cada uno a sí mismo. Adquieran
esta costumbre.
Bendigan, Bendigan, Bendigan sin interrupción, ésto es siempre a Dios. Háganlo
con frecuencia.
Para eso ejercítense constantemente.

BENDIGAN, BENDIGAN, BENDIGAN A DIOS.

Eso no solamente es bueno, sino necesario, y sobre todo, esencial.


Bendecir a Dios es llenarse de Él.
Es reabastecerse de Dios.
Sean pues prudentes, con la prudencia de Dios
Bendigan a Dios para tener a Dios.
Háganlo constantemente, insistente y persistentemente.
Háganlo consciente e inconscientemente.

El secreto para hacerlo inconscientemente es hacerlo conscientemente.


Repitan los actos que quieran hacer hábitos.
Repítanlos conscientemente y ellos pasarán a ser inconscientes.
Se harán connaturales a ustedes o costumbres.
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Con todo sucede así.
Igual es con lo bueno y con lo malo.
Por eso insistan y persistan en repetir los actos buenos.

Amen. Amen. Amen.


Amar es el secreto, no hay otro.
El amor, a ustedes les exige respeto. Un respeto serio y profundo a la dignidad de
sus hermanos.
No pisoteen la dignidad de nadie. Dios no lo hace.
Y María Santísima la Inmaculada Concepción y siempre Vírgen, Madre, Maestra y
Modelo para ustedes, no lo hace.
Ustedes no lo hagan.
Respeten la dignidad.
Ejercítense en respetarla.
Lean, relean y asimilen: Primera de Corintios 13

Un raudal grande de enseñanzas les he dado.


Observen y recuerden el modo sutil y lleno de amor como lo he hecho. Les he enseñado
sin violencia.
Lo he hecho con la paciencia amorosa de una madre a su hijo pequeñito.
Imiten este modelo de hacer. Esto es: hacer lo que Dios quiere.

Recuerden el consejo de María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre Vírgen,


dado en las bodas de Caná: “Haced lo que El os diga”.

Ésto lo repite siempre a cada instante, como Madre, Maestra y Modelo para ustedes.
Ella es bendición. Por eso Ella los bendice.
Ámenla e imítenla. Eso les permite acertar en lo de Dios.

Bendigan, Bendigan, Bendigan.


Bendigan siempre. Sean Bendiciones.
Bendíganse a ustedes en sí.
Bendigan a Dios.
Bendigan a todo lo creado en el cielo y en la tierra.

Entre todo lo creado está el prójimo, que es tu hermano.


También están los animales, los vegetales y los minerales.
Están los mares, las montañas y los valles.
Las aguas de los ríos y la atmósfera.
Todo eso bendíganlo.

BENDECIR LO CREADO ES CONTRIBUIR A SU CONSERVACIÓN Y DESARROLLO.

El cristiano, por eso, como consecuencia de su vivir y hacer con Cristo debe
bendecir a la naturaleza.
Bendecir y amar son verbos que se corresponden y que no se pueden separar.
Son verbos propios del cristianismo.
Cristiano que no ama, no es cristiano.
Cristiano que no bendice, no es cristiano.
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Esos verbos en la vida de los cristianos, son como el fluir de la sangre y como la
respiración.
Cuerpo que no respira es cuerpo muerto.
Cuerpo en el que no circula la sangre es cuerpo muerto.

Oren, Oren, Oren...


Oren siempre,
Sean oración.

Bendigan, Bendigan, Bendigan.


Bendigan siempre.
Sean Bendición.

Amen. Amen. Amen...


Amen siempre
Sean Amor.

 ¿Quién creen que tiene más celo por el ser y hacer de Jesucristo, que es el ser y
hacer de Dios, porque Jesucristo es Dios?

 ¿Quién creen es la persona más interesada en la doctrina vivida, dada y


enseñada por Jesús con su vida, su muerte y su Resurrección?

No lo duden. Indiscutiblemente lo es MARÍA SANTÍSIMA la Inmaculada Concepción y


siempre Virgen, Madre, Maestra y modelo para ustedes; porque ella es copia de
Jesucristo y Jesucristo es Dios.

 ¿Quién creen que es la persona más interesada en el ser y hacer del Padre?

 ¿Quién creen que tiene más celo en ver cumplida, bien y fielmente, la voluntad
del Padre?

No duden. Indiscutiblemente es JESUCRISTO.


Y Jesucristo no violenta; porque el Padre no violenta.

El Padre ama. Jesucristo ama.


Y la Virgen Santísima que es copia de Jesucristo, solo ama.
Esta es la lección para ustedes.
No hay otra eficaz para ser cristiano verdadero.

¿Entienden ahora, por que les digo: Bendigan, Bendigan, Bendigan?


No es una repetidera estéril, sino una enseñanza pedagógica, como todo lo de Dios.

Siempre y en todo les repito tres veces, en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo
y en el nombre del Espíritu Santo, para que adquieran hábitos buenos, necesarios y
esenciales, a la luz de Dios.
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Después de bendecirse a ustedes y bendecir a Dios, bendigan, bendigan, bendigan
siempre a todos sus hermanos, que lo son todos los creados:
El ser humano y las criaturas orgánicas e inorgánicas, naturales y sobrenaturales.
Eso es bueno. Más aún, es necesario y esencial.

Bendigan, Bendigan, Bendigan...


Bendigan siempre, consciente e inconscientemente a todo lo creado.
Eso lo hace portadores y transmisores de la vida.
La vida es Dios y Él basta
Bendigan, Bendigan, Bendigan, Bendigan siempre. Sean Bendición.
El hombre, el cosmos y todo lo creado necesitan ser benditos. Adquieran este
hábito.

HÁGANLO INDIVIDUAL Y COLECTIVAMENTE


MÁS AÚN, UNA DE SUS REUNIONES PERIÓDICAS SEA EXCLUSIVAMENTE PARA
ESE FIN Y NO HAGAN NINGUNA REUNIÓN SIN BENDECIRSE Y BENDECIR ANTES Y
DESPUÉS. ESTO ES, AL PRINCIPIO Y AL FIN.

Persignarse y santiguarse es bendecir. No dejen de hacer esa oración de gestos.


Háganla mental y corporalmente.

Adviertan mi modo de enseñarles. No lo hago exigiendo ni imponiendo.


La imposición es violencia y yo, el que soy, no soy violencia, por eso no violento.
Quien es mío no debe violentar. No debe imponer, debe amar. El amor basta para
generar el bien y hacer lo bueno.

Solamente quien ama es fiel y es oportuno e inoportuno en hacer el bien y hacerlo bien.
Hacer el bien y hacerlo bien equivale a tener a Dios y a obrar con Dios.

Para todo eso: Imiten a María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre


Vírgen.

Esta Espiritualidad de los Esclavos de la Esclava de Dios, a la que pertenecen,


tiene como finalidad hacerlos vida o vivientes de la vida de Dios o vida de la gracia.

Eso les permite vivir, ser y hacer como Cristo, seguir el modelo que les ha sido
dado.

María Santísima La Inmaculada Concepción y siempre Vírgen, es Madre, Maestra y


Modelo para ustedes.
Ámenla
Mírenla
Admírenla
Imítenla
No hagan de otro modo.
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María ama. Ustedes amen
María comprende. Ustedes comprendan
María respeta. Ustedes respeten
María no violenta. Ustedes no violenten

No violenten a nadie.
Respeten la dignidad de sus hermanos y aun la de todas las criaturas.
Eso es bueno. Mas aún, es esencial y necesario.
Además es justo.

No se hagan maestros ni doctores en el modo de transmitir estas enseñanzas porque las


desvirtuarán.

Recuerden y vivan ésto:


Yo el que Soy, palabra mía, no quiero ser seguido, servidor y aun amado por
violencia.
Quiero ser seguido, servido y amado por amor.

El amor por tanto debe ser la fuerza de arrastre que atraiga a quien me siga.
Por tanto, ustedes no inventen fórmulas de compromisos, según los caprichos de
ustedes.
Recuerden: El verdadero compromiso nace del amor.
Si no hay amor, no hay seguimiento total porque no hay entrega total. Ésto es, del
corazón, del espíritu y del cuerpo.
Por violencia se podrá someter el cuerpo pero no el espíritu.
Cuando ésto se logra, solamente se consiguen farsantes que montan espectáculos de fe.
Son los apóstoles de la mentira. Y esos no son los de Dios. No pongan medios para
hacer hipocresías.
Eviten las caretas.
Sean auténticos y creen gentes auténticas, las cuales sean lo que dicen ser y que
no aparenten, como los fariseos.

Cuando se hace por temor y no por amor, surge la piedad actual, que no es piedad
auténtica.
Quedarse con el rito o con la letra pero sin la espiritualidad equivale a ser payasos,
y en lo de la fe, el payaso es un hipócrita.
No sean hipócritas.
No fomenten la hipocresía.

Quiero y mando que en las reuniones que he dispuesto, se observen estas


enseñanzas.
Tengan presente estas 10 reglas:

a. RESPETEN
b. COMPRENDAN
c. PERDONEN
d. NO JUZGUEN
e. NO CONDENEN
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f. OREN
g. BENDIGAN
h. SIRVAN
i. SEAN LUZ Y SAL
j. AMEN

EJERCÍTENSE EN ESTAS REGLAS.


Léanlas, reléanlas, asimílenlas. Vivan y obren según ellas. En la vida de relación, aún con
ustedes personalmente en sí y practíquenlas.

Ellas harán posible que ustedes sean eficaces según el plan, criterio y voluntad de
Dios.
No observarlas es contrariar el plan, criterio y voluntad de Dios, aún con los mejores
propósitos.

Recuerden y reflexionen ésto:


Los mejores propósitos, planes y actos de ustedes, cuando no están acordes con
los de Dios, están en contra de Dios.

¿No recuerdan el pasaje del Evangelio en el que Pedro, movido por su celo personal,
pretendió aconsejarme no subir a Jerusalén, por los peligros que existían y que
consumaron mi muerte?
El propósito era bueno pero no estaba en consonancia con el plan de Dios.
Mi respuesta es dura pero concluyente e inconfundible: “Apártate de mi Satanás”.

Porque cuando las cosas no son de Dios y le son contrarias, son de Satanás o el malo
enemigo de Dios.

Sean prudentes y sabios con la sabiduría y prudencia de Dios.


No quiero, óiganlo bien, que se hagan maestros, al modelo de los fariseos.
Sean Apóstoles al modo de Juan, Santiago, Pedro y todos los demás.

Que el arma de ustedes sea el amor.


Que lo que hagan sea hecho en nombre de Dios, con Él y para Él.
Por tanto, según Él. Con el modo o estilo de Él.
El estilo de Dios es el amor. Imiten ese estilo.
Asimílenlo. Vívanlo, Practíquenlo.

Ejercítense en amar.
¿Cómo? Como Dios ama.
No amen de otro modo. El amor que no es de Dios se hace mentira y como mentira es
odio porque es egoísta.
Si ustedes aman, arrastran, como lo hacia Jesucristo y dejan paz.
Si ustedes no aman, aunque se esfuercen con poder y ciencia al modo de los hombres,
nada bueno logran.
Sus cosechas serán como las cosechas de Cain: frutos amargos porque les faltará la
sazón del amor.

En esta orden, óiganlo bien, no quiero mercenarios.


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Quiero fieles. Los fieles son producto del amor.
Amor y fidelidad son palabras sinónimas en el lenguaje de Dios.
El que ama es fiel y el que es fiel ama.
Entre ustedes están surgiendo grietas por la inobservancia de estas normas.
Hagan alto y reflexionen en ésto.

NO DEJEN AHONDAR ESAS GRIETAS.


Bórrenlas, haciéndose y haciendo en general un oportuno, humilde y eficaz examen de
conciencia.
Confiesen esa falla y con el propósito firme de enmendarse, impónganse como
penitencia hacer ejercicios de amor.
Cumplan esa penitencia amando a sus hermanos, para lo cual es necesario hacer actos
de amor, como perdonar, pedir perdón y respetar la dignidad, voluntad y libertad del
prójimo y más aún, de todo lo creado y, en particular, de cada criatura.

CORRIJAN ENTRE OTRAS ESTAS MALAS COSTUMBRES:

a. Imponerse sobre los demás.

b. Imponer cargas como la obligación, bajo anatema de la puntualidad.


La puntualidad es conveniente, pero no como fruto de la imposición, sino del amor, en
lo de Dios. Con Dios y en lo de Dios, el que exige es el amor.

c. Regañar sin respeto, porque no se observan las exigencias del que regaña.
Eso casi siempre es egoísmo. Porque es una manera de imponer el propio yo,
aunque
se revista de celo por Dios y lo de Dios.

d. Preferir el reglamento al amor.


Pablo dice: “La letra mata, el espíritu vivifica”
Se prefiere el reglamento al amor cuando se pretende hacer obedecer por temor y no
por el amor.

e. Herir con injurias de obras o palabras al hermano, a consecuencia de sus errores y


torpezas, concebidas según el criterio del que se pretende maestro.

f. Imponer la propia voluntad y el propio capricho.

Eso solamente deja amarguras, resentimientos y crea odio. Este es el mejor secreto
para acabar con el amor y con lo que se hace por amor.

g. No escuchar el clamor y las razones del hermano.

h. No hay peor herida que un sentimiento reprimido, cuando los que reprimen son la
soberbia, el capricho y la dureza en el hacer y en el decir.

Recuerden:
El mejor remedio contra toda enfermedad en el espíritu, es el amor.
El amor previene
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El amor cura.
El amor libera.
El amor crea.
El amor salva.

Dios redime, rescata, restituye. Dios salva.


Es el Salvador.
Los que son de Dios deben:
Redimir, rescatar y restituir o sea, salvar.

Para redimir hay que contrarrestar.


Se debe dar algo, o sea el precio que se debe pagar por el restituído.
Para rescatar hay que ir al rescatado. Eso requiere amor. Hay que sacrificarse.
Para restituir hay que entregar algo que se cree que ha sido arrebatado a quien se le
restituye.
El hombre despojado del amor, que es Dios, debe recibir a Dios.
No ven claro aquí el proceso del seminario María Señal de Jesucristo?
Pues vivan eso. Y si tal hacen, le aportarán a Cristo la cooperación para salvar de modo
individual.
Oren, oren, oren...
Oren siempre
Sean oración.
Imiten a María Santísima la Inmaculada Concepción y siempre Vírgen.

LECCIÓN No. 404


NO VIOLENTEN LA DIGNIDAD AJENA. RESPÉTENLA.

1. Dios respeta la dignidad del hombre y la dignidad de todo lo creado.

2. Dios, por respeto a su dignidad, respeta consecuencialmente la libertad y la voluntad


del hombre.

3. El respeto a la dignidad, libertad y voluntad del hombre nace del amor que Dios le
tiene.

4. La libertad se origina en el amor.

5. Dios es amor. Por eso la verdadera libertad se fundamenta en Dios.

6. Si ustedes son de Dios, ejercítense en amar.

7. Amen.

8. Si ustedes aman, como consecuencia necesaria, respetan la dignidad de todas las


criaturas: el hombre, los animales. Ésto es: respetan la dignidad del hombre y su
ambiente.

9. El respeto a la dignidad del hombre exige respeto a su libertad y a su voluntad.


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10. Los de esta espiritualidad nueva, novísima y novedosa de los esclavos de la Esclava
de Dios, imiten el estilo de Dios.

11. El estilo de Dios es el amor.

12. María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre Virgen, es Madre, Maestra y


Modelo para ustedes. Imítenla.

13. María Santísima la Inmaculada Concepción y siempre Virgen, tiene el estilo de Dios.
Por eso ama y respeta la dignidad, la libertad y la voluntad del hombre.

14. Quien, aún con los mejores propósitos, quebranta el respeto que se debe a sí mismo
y que le debe a los hombres y las cosas, pisotea el plan, criterio y voluntad de Dios.

15. Ustedes, los de esta nueva, novísima y novedosa Orden Trinitaria de los esclavos de
la Esclava de Dios, prediquen viviéndolo este evangelio:
Respeten la dignidad del hermano, y, en consecuencia, respeten su libertad
y su voluntad.

16. Ni con los mejores propósitos se debe violentar la dignidad del hombre y como
consecuencia se debe respetar su libertad y su voluntad.

17. Respeten la dignidad del hombre y de todo lo creado, incluyendo la propia dignidad.

18. Respeten la libertad y la voluntad del hombre como fruto del respeto a su dignidad.

19. El respeto a la dignidad de las criaturas, lleva a la obligación de conservar a lo creado:


tanto al hombre como a las otras criaturas. En esto se fundamenta la ecología.

20. Conserven la naturaleza, por amor.

21. El amor los hace respetuosos. Respeten

22. Recuerden: No se ama sin respeto, ni se respeta sin amor.

23. Bendigan. La bendición es indispensable. Es aliento de Dios, y Dios es amor.

24. Nadie bendice sin amor. Amen y bendigan

25. Sean bendición. Sean amor

26. Oren, oren, oren. Oren siempre. Sean oración.

27. Imiten a María Santísima La Inmaculada Concepción y siempre Vírgen, Madre,


Maestra y Modelo para ustedes.

SÍNTESIS

1. Hagan ejercicios de amor.


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2. Amen consciente e inconscientemente.

3. Para amar inconscientemente, repitan conscientemente actos de amor.

4. El respecto a la dignidad, libertad y voluntad del hombre es acto de amor.

5. Habitúense a respetar consciente e inconscientemente la dignidad del prójimo, su


voluntad y su libertad.

6. Oren, oren, oren...


Oren siempre.
Sean oración.

7. Imiten a María Santísima la Inmaculada Concepción, Madre, Maestra y Modelo para


ustedes.

Bendiciones, Bendiciones, Bendiciones.

8,50 a.m.

Repitan:

Dios mío:
Limpia mi corazón para que hoy día haga tu voluntad y esté contigo. Amén.

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