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Fuentes: Rebelión
debido a la fuerza y amplitud con la que se reproducen sus replicas desde mediados de los
años setenta. Así, tras los grandes hundimientos de 2002, 2008 y 2020, todos los centros
escenario que, por supuesto, se cocinó en los EEUU y del cual la principal victima son
1. La situación general
Partamos del lado del discurso y su función ideológica, considerando la publicitada frase
que acuñó la ultraderecha mundial para señalar que los enemigos de la democracia son: la
caricatura, a tres de las tendencias que han sido críticas del funcionamiento de la sociedad
capitalista. Estas posturas a su interior son variadas, muy ricas, prolíficas y desde las
cuales se han intentado diseñar vías diferentes a las impuestas por los liberales radicales,
como el género, la clase social, o la democracia son un constructo social, por tanto
generados en distintos campos de lucha social, de forma que la “verdad” sólo es algo en
discusión permanente. De otro lado, los populismos son reducidos a un tipo de política
de repetir sus victorias en las elecciones deben gastar mucho, práctica que los lleva a
elevar los impuestos hasta un nivel en dónde se espanta al capital y se mata a la gallina de
los huevos de oro, siendo el resultado la desinversión y los déficits públicos, que arruinan
los radicales marxistas que sostienen la división de la sociedad y la lucha entre clases
sociales, discursos extremistas que contaminan los debates electorales, elevan las
En síntesis, para los defensores radicales del capitalismo la sociedad estaría polarizada
social. Lo curioso es que, aunque a través del control de los medios censuren los
discursos políticos que no les convienen, el “mal de la polarización”, al que se debe aunar
la inestabilidad política, no ha cesado de esparcirse y crecer en todo el mundo. De modo
Ejemplo de lo anterior es Inglaterra, país que hasta hace unos pocos años se utilizaba
como referencia sobre lo que era una democracia madura y estable, pero que ha llegado al
punto de tener gobiernos que duran apenas semanas, como el de Liz Truss. Desde que
finalizó el mandato de diez años del laborista Tony Blair en 2007, la inestabilidad política
ha hecho que el cargo de Primer Ministro no dure más de tres años en promedio, saliendo
incluso algunos de ellos en medio de escándalos, como aconteció recientemente con Boris
Johnson. Esa misma inestabilidad cubre al Estado de Israel, que en los últimos cuatro
años ha tenido cinco elecciones a presidente y ahora han llegado al punto de reelegir a
Algo parecido ha estado sucediendo en Italia que desde 2018 arrastra un crisis que impidió
conformar mayorías sólidas y dio paso a un largo periodo marcado por acuerdos parciales
Silvio Berlusconi empresario y político mafioso condenado por corrupción. Una escena
relativamente similar sucedió en agosto de este año en Corea del Sur, dónde el presidente
para sacar al país de la crisis económica. En Grecia y España también se vivieron esos
De igual forma, esa situación se ha afincado en los EEUU, dónde Donald Trump provocó
suceso seguido de un proceso político que ha intentado llevarse a escala judicial sin
Cámara y Senado en noviembre de este año. Este resultado lo perfila nuevamente como
punto en que fascistas, truhanes y corruptos son los líderes que visten las “democracias”.
Lo que señala lo anterior es que más que una simple polarización discursiva, vuelve a
hacerse patente una severa crisis de la democracia representativa que caracteriza a las
sociedades actuales y que se viene arrastrando desde inicios de los años sesenta, cuando
consensos. Aquí, por facilidad, se puede citar a Norberto Bobbio con su texto “Crisis de la
conseguir que sus criticas modifiquen la opinión publica y llegue a las instancias
representativas para ser traducidas en fuerza de ley, camino de reforma mediante el cual
Validez, 1998).
Un poco más allá fueron las posturas de raigambre fenomenológico, para las cuales el Ser
perspectiva que cobró materialidad social en la consigna “queremos más democracia”, que
pretende descentrar, o deslimitar, aquello que se entiende por democracia, de manera que
permanente disputa.
Sin embargo, lo gaseoso de tales miradas las ha tornado inoperantes para cambiar el
estado real de cosas. En consecuencia, los movimientos o partidos políticos que las han
sostenido, indefectiblemente se han estrellado de frente con el poder del capital y sus
diversas formas institucionales, quedando luego inermes, de allí que sus intenciones sigan
“Orden de El Capital”, quienes siguiendo a Kant reflexionan sobre las posibilidades del
derecho en la actual sociedad, para redescubrir que “el problema no radica tanto en el
derecho (…) sino, precisamente, en las condiciones capitalistas de producción” (2010, pg
622).
Así, las demandas por más democracia, u otras formas de democracia como la
(1995). Para explicar tal relación, nada mejor que la reciente compra de Twitter por Elon
Musk, con la astronómica suma de 44.000 millones de dólares, movimiento que lo capacitó
para arribar a su recién adquirida empresa con un lavamanos, dando a entender que como
enseguida a 7.500 de sus trabajadores, decisiones en las que para nada contó que
hubiesen sido ellos quienes construyeron y valorizaron la empresa. Pero más interesante
resulta que Musk justificó sus decisiones como actos en defensa de la libertad de
Fue Marx, quien hace siglo y medio mostró cómo detrás del letrero de las empresas
capitalistas sólo rige el poder autocrático del capital, de modo que allí la igualdad y los
derechos del hombre son sólo una ilusión. Esta argumentación no se limita a la interioridad
del proceso de producción directo, sino que se torna una característica inherente a la
manera como circula el capital y como se reproduce toda la sociedad bajo su lógica de
incesante acumulación. Por ello, el poder autocrático del capital trasciende las fronteras
del taller y “contamina” todos los espacios de la sociedad, incluidos los intersticios más
microscópicos y secretos que como seres humanos podamos tener o imaginar, vía que a
América Latina ha resultado reforzada por la férrea hegemonía de las elites terratenientes
desde inicios del siglo XIX. Aquí la democracia representativa tiene como condición
fundamental que sólo rige entre los de arriba, mientras su cascarón formal permite ejercer
el poder de la violencia directa contra los de abajo. La existencia de partidos, la posibilidad
de disentir y opinar, el debate y proceso electoral, y por sobre todo el derecho a tener
medios de producción y de vida se ha reservado, con sumo cuidado, para esa élite que, de
tanto en tanto se pasa su bastón de mando, mientras las leyes aseguran el dominio, uso y
Fue así que los esperados avances en democracia social, que el capitalismo posibilitó en
países del norte durante las primeras siete décadas del siglo XX, fueron más bien limitados
promovidas desde Estados Unidos. Más tarde, los débiles cimientos de la democracia
representativa sufrirían otro quebranto con las políticas neoliberales a partir de los
noventa, de modo que los trabajadores y sectores populares fueron sometidos a intensos
grados de explotación, tal que fueron forzados reencontrarse con las protestas populares y
organización clasista han generado una situación política, desde inicios de este siglo,
Bolsonaro- y gobiernos liberales de izquierda [1] –del tipo Lula- que en la práctica se han
limitado a administrar la crisis del capitalismo mediante tibias reformas. Por esta razón las
Aquí es importante resaltar que los limitados objetivos de cambio social, que consideran
conjunta del capital. Con ello, los capitalistas nacionales y extranjeros conforman un
bloque conformado por los dueños y directivos de empresas capitalistas, donde juegan
investigación, las universidades privadas, los burócratas de las instituciones estatales, los
terratenientes y los partidos políticos liberales de derecha y ultraderecha. Toda una fuerza
permite desplegar diversas estrategias para desacreditar, desgastar y sitiar a los gobiernos
reformistas.
Una de esas estrategias ha sido utilizar el marco de libre movilidad de capitales creado por
ellos mismos. Así, por ejemplo, ante propuestas orientadas a redistribuir una parte del
valor agregado nacional mediante mayores impuestos a las ganancias -cuya fuente es la
explotación de los trabajadores-, reaccionan sacando parte de los capitales más líquidos,
forma de actuar usada con éxito contra la llamada república socialista de León Blum en la
Francia de 1936. Por ese mecanismo devalúan las monedas nacionales y empujan fuertes
procesos inflacionarios que terminan por desencajar las expectativas de rentabilidad hasta
Con ese proceder imponen hambre, desempleo e incertidumbre sobre las masas
populares para “estimularlas” a votar por la vuelta de los gobiernos de ultraderecha. Sin
embargo, con su regreso sólo mejoran las ganancias del capital y no se dan soluciones a
Ecuador o Bolivia. Esto ayuda a explicar el proceso pendular que antes mencionamos,
mediante el cual sólo se prolongan las condiciones de sufrimiento, y con ello se alientan
2. La situación en Colombia
existencia de un debate en medio del cual se han formulado alternativas que hasta ahora
no han resultado realmente funcionales para modificar las condiciones de fondo, y se notó
trasciende el poder de los gobiernos y moldea toda la sociedad. También se señaló como
ese poder autocrático en América Latina ha sido más fuerte debido a la hegemonía elitista
poder de persuasión de los Estados Unidos [2]. Frente a ese poder han reaccionado los
sectores populares, dando paso por ahora, a gobiernos liberales de izquierda, creándose
una situación en que los gobiernos reformistas son sitiados por las fuerzas del capital, con
acumulación de capital que despuntó desde mediados de los años setenta, se postergó
tendencia que alcanzó su máxima expresión con los gobiernos de Uribe. No obstante, en
las dos últimas décadas fue posible una ligera recuperación de las ganancias capitalistas a
campesinos y demás sectores populares, de allí que ellos terminaron por reventar con furia
carácter nacional, posibilitaron que el gobierno de la gran burguesía dirigido por Iván
Duque se impusiera por la fuerza, mediante el asesinato impúdico o llenando las calles con
sus militares, de modo que el ciclo se cerró sin compromisos a favor del pueblo. Tal
contrapoder y cerco.
El gobierno de Petro es producto del quiebre al que fue sometido el régimen político
ultraconservador dirigido por Uribe [3]. También de la oportuna gestión de coaliciones con
inestable.
Equilibrio inestable en el sentido que el gobierno no cuenta con una base social
mayoritaria propia, por tanto su gobernabilidad deriva de los apoyos prestados desde su
exterioridad y se mueve en medio de una fuerte contradicción. Así, de un lado depende del
apoyo que le presta una fracción de la burguesía modernizante, que logró incrustar en el
gobierno a parte de sus representantes políticos y cuya tarea principal viene siendo evitar
que la burguesía cargue con los principales costos de la salida a la crisis. Del otro lado,
cuenta con el apoyo que pueden proveer los movimientos políticos y sociales de izquierda,
ilusionados con el cumplimiento de sus históricas demandas por bienestar y justicia social,
quienes exigen que sean los grandes capitalistas quienes carguen con el mayor peso para
salir de la crisis social, pero además esperan cambios sustantivos a sus condiciones de
vida. Por esto, es evidente que alcanzar los objetivos de un cambio social significativo es
imposible sin tocar en serio los beneficios y derechos que terratenientes y grandes
En síntesis, la característica principal del cuadro político es que “el actual gobierno
progresista sólo controla parte del poder ejecutivo -que apenas es un segmento del poder
del gobierno, y más aún del Estado capitalista-, lo que significa que su capacidad de
dirección está “sitiada” o limitada por el poder real que ejerce el capital sobre el conjunto
pactos con los partidos que dicen sostener una ideología liberal “progresista” o
reformista” [4].
en una fuerte devaluación del 11% entre mediados de octubre e inicios de noviembre. Si
bien allí cobraron peso los incrementos internacionales de tasas de interés, ha sido
evidente el juego especulativo de una parte del capital financiero y petrolero para evitar el
buen curso del tibio proyecto de reforma tributaria con el que ligeramente se le
ideológicos como Fedesarrollo, los voceros de los gremios (ANDI, SAC, Fedegan…), y los
lideres de los partidos, en especial los liberales con Gaviria, se movieron en forma
posicionar ideas tales como que el gobierno ya había perdido la favorabilidad de los
ciudadanos, o que sus iniciativas son un atentando contra la inversión de modo que en un
futuro próximo habría que importar combustible, llegando al descaro de la manipulación al
propagar la idea de que los pequeños tenderos se verían obligados a cerrar sus negocios.
Sin embargo nunca tuvieron en cuenta, por ejemplo, que el sector petrolero en Colombia
es de los que menos tributos paga si se le compara con otros países de América Latina,
percibiendo solo 16 centavos por cada dólar de valor agregado (Contraloría General de la
República 2013) . O, que su tasa de ganancia puede ser fácilmente siete veces superior a
Inglaterra se han visto en la necesidad de colocar tasas del orden del 25% a las ganancias
extraordinarias de ese sector por los altos precios actuales, y que aquí sólo se aspiraba a
descuentos en el pago de renta, asunto apenas lógico porque son dos causaciones
diferentes. Esta discusión fue, en parte, apaciguada por las declaraciones de Biden, el 31
de octubre, al amenazar con un alza de impuestos a la industria petrolera de ese país ante
En todo caso, la doble estrategia de incrustación y cerco que la burguesía y sus partidos
aplica sobre el gobierno cumplió en buena medida sus propósitos. Fue así que inicialmente
el gobierno recortó las meta de setenta billones propuesta durante la campaña y la bajo a
final con sólo veinte. Lograda tal poda en el Congreso, “milagrosamente” el dólar empezó a
ceder terreno para dirigirse hacia su anterior nivel. Más importante es que lograron
despuntar, afinar y afilar las estrategias de desgaste y cerco sobre el gobierno, proceso
señalado por el Ministro de Justicia, al afirmar que para los grandes medios de
Con este proceder, la burguesía y sus voceros de los partidos y gremios faltan a los
compromisos verbales que adquirieron en medio del paro nacional de mayo de 2021,
recursos para lograr una salida que beneficiara a los sectores más afectados, mostrando
que pretenden generar las condiciones para intensificar los conflictos y la violencia, para
Hay que ser conscientes de cómo los intentos de incrementar la participación popular en
institucionales o formales mediante los cuales sólo se procura sostener a los gobiernos, sin
lograr verdaderos cambios sustantivos. Así, han siendo menos notorias y decisivas las
iniciativas novedosas, como la planificación participativa en Brasil, que han sido truncadas
por la acción del bloque capitalista. Por eso permanece el reto de cómo y hacia dónde
corre el riesgo de perder la capacidad crítica frente al capital debido a que el gobierno sólo
es una parcialidad, mientras el poder real lo mantienen con firmeza la burguesía y los
terratenientes.
Por tanto, es necesario trabajar por ampliar la brecha política que se ha abierto con
salida popular a la crisis del país. En tal sentido, los sectores proletarios y populares
enfrentan el gran reto de pujar en todos los espacios sociales para lograr que la rama se
incline en su favor y el fruto caiga de su lado. Necesidad que el mismo Presidente Petro
reconoce, al señalar que, por ejemplo, reformas como la agraria no serán posibles sin la
allá de su mandato. Este criterio es valido también para otras iniciativas y sectores de la
coartadas al máximo por la burguesía y sus partidos, en especial cuando han despuntado
para controlar el desastre causado por el sector minero energético. Por eso, el actual
gobierno, en parte, encara esas limitaciones y viene posibilitando prácticas que se dirigen
país.
De esta forma ha estado abriendo puertas a la discusión y participación, como son los
diálogos regionales vinculantes, mediante los cuales se deben recoger las iniciativas de las
comunidades de cara a la definición del Plan Nacional de Desarrollo a 2026. Sin embargo
los funcionarios y del gobierno de turno. De aquí se abre la demanda de que tales
mecanismos sean considerados medios legales y legítimos para avanzar hacia un tipo de
del país, que puedan poner en cuestión el poder autocrático del capital.
ampliar las fuerzas, la convocatoria, los programas, y las perspectivas. Tal lógica, aplicada
invita a que, de una parte, se diagnostique claramente la situación del sector agropecuario
asimilar que el problema del hambre sobre campesinos, proletarios y demás sectores
Por todo lo anterior, surge la necesidad de ampliar el llamado a que se celebren más
capítulos de Convención, que permitan reunir a otros sectores de clase o sociales a fin de
fortalecer sus programas y organizaciones, todo ello enfocado a que el año próximo se
suceda una verdadera Convención Nacional en la que de conjunto se fijen los programas
y tareas de mediano plazo tendientes a consolidar la salida popular a la crisis que vive el
país.
Notas:
liberales radicales o liberales individualistas que son los defensores a ultranza del
estatales, que resaltan la primacía de lo público para que sea posible la libertad individual,
existiendo diversidad de formas entre ellos, como sucede ahora con sus formulaciones
En tal sentido, a los primeros se les identifica como de derecha, y a los segundos como
liberales de izquierda.
3. Ver “más allá de los límites del progresismo”, periódico Trochando sin Fronteras No 46.
4. Algo más que una reforma agraria para la transformación del sector agropecuario”,
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia