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Documento recobrado

Habla Tulio Bayer: “Sigo siendo revolucionario”

Una entrevista exclusiva desde París para la revista Alternativa con el antiguo dirigente
guerrillero del Vichada y de la Sierra Nevada de Santa Marta a los 10 años de su salida
del país como refugiado político.

“Yo fui uno de los que estuvo al frente de esa montonera revolucionaria que fue la
guerrilla en el Vichada. Estando en la cárcel Modelo me responsabilicé ante el
presidente Valencia y ante el juez de la causa, de la comandancia de esa guerrilla.
Desde la cárcel seguí denunciando la adulteración de las drogas. Lamento tener que
decirle a mis colegas que no estoy arrepentido, que mis remordimientos se
circunscriben a ciertas omisiones en el ejercicio de mi actividad guerrillera, como
haberme opuesto a tornar el dinero de la Caja Agraria de Puerto López y no haber
fusilado a Flavio Barney el traidor”.

Quien esto afirma, el médico Tulio Bayer era en 1963 para Selecciones del “Reader's
Digest” y para el gobierno colombiano “el enemigo público No. 1”. Bayer realizó luego
“levantamientos armados” contra el gobierno colombiano que terminaron con su refugio
político en Francia, donde vive ahora dedicado a la medicina y a la traducción de textos
médicos para diversas editoriales. En 1964 escribió una extensa carta, recientemente
publicada en libro (Carta abierta a un analfabeta político) en la que explica a su
generación las causas que lo llevaron a convertirse en revolucionario. La siguiente es una
entrevista sostenida por el corresponsal de Alternativa en París con el célebre
exguerrillero.

- Alternativa: Usted ya lleva diez años viviendo en Francia. ¿Cómo ve a Colombia ahora,
a tanta distancia en él tiempo y en el espacio?

Tulio Bayer: Pienso que la “Columbia Vaticana” está a la orilla de una nueva
“redención” por la vía castrense. Me parecen espeluznantes los relatos sobre Urabá, que
fue el escenario de mis primeras experiencias humanas corno médico en la carretera
Dadeiba-Turbo, experiencia que se refleja en una novela mía “Carretera al mar”. Me
parece estar haciendo la autopsia No. 200 y pico en el cadáver de un Tuberquia, de un
Goez son apellidos familiares de una época que los sociólogos colombianos siguen
llamando “Violencia”, como si la violencia no fuera la agresividad animal llevada al
campo de la conciencia por el hombre en todas las épocas. Solo a un “pensador” militar
como Álvaro Valencia Tovar se le ocurre hablar de una lucha contra la violencia. Sin
saber qué es la violencia. Estos “tratadistas” presentan las luchas populares, haciéndole
creer a más de un creyente que esta es la violencia, químicamente pura, por así decirlo.

Hasta que todo el mundo no sepa que la explotación es violencia y en qué consiste la
explotación con nombres propios, encuentro que es perfectamente ridícula la discusión
sobre filosofías, ni siquiera bien aprendidas por los que presumen de intelectuales. Yo no
niego la importancia de la teoría, pero personalmente me alegro que en Colombia estén
viendo la luz, libros y revistas como Alternativa, donde se muestra la explotación como
algo concreto y no como una abstracción.

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- Alternativa: ¿Cómo fue la experiencia de la guerrilla del Vichada?, ¿ qué piensa ahora
de esa lucha?
Tulio Bayer: De la guerrilla no tengo fotos ni documentos. Estos los recogió Valencia
Tovar para su libro. La guerrilla fue un modelo, breve, de un levantamiento popular que
no llegó a la barbarie. Nadie puede reprocharme violencia innecesaria. Fracasó, en parte
por la traición de Barney que trabajaba para Valencia Tovar. El buen éxito de este
consistió en emular con nosotros en gallardía y en prestaciones de servicios a la
población civil. Es la técnica enseñada en la Escuela de Panamá, una de cuyas lecturas
es la traducción de los libros de Jean Larteguy (“Los centuriones”, “Los Mercenarios”,
“Los Pretorianos”) Con un poco de paciencia se puede encontrar en la prosa de Valencia
Tovar todas las frases, toda la argumentación en defensa del honor y de la gloria de una
profesión que en fin de cuentas se inventó para matar hombres, en defensa de los
explotadores. Es la teología militar.

Recogiendo la experiencia de estar “como pez en el agua dentro de la población civil”,


imitando la discusión colectiva de los planes a la manera vietnamita, la “escuela” de
Valencia Tovar es una versión enmascarada del mismo imperialismo de siempre. Nada ha
cambiado, salvo que para comenzar una guerrilla, Valencia es más peligroso que un
“chafarote”, o que un “prusiano”.

Yo no pensaba matar a Valencia Tovar, sino cambiarlo por uno de los políticos de la
tenaza, y en todo caso mostrarle al ejército mismo que estaba sirviendo los intereses de
terratenientes y explotadores. Esta hubiera sido mi obra maestra, mi verdadera
aportación a la guerrilla. Valencia tiene “angelito en el ciclo", pues se nos ha escapado
varias veces a revolucionarios de diversas tendencias. En los últimos años he sostenido
correspondencia con él... Yo soy simplemente el primer profesional que se alzó en armas
después de la revolución cubana. Mi segundo intento de levantamiento fue en 1966 por
los lados de la Sierra Nevada de Santa Marta, bajo el gobierno de Carlos Lleras. Fracasé,
por la “Reforma Agraria” ya que Lleras repartió tierras en la Zona Bananera por una
razón personal. Asignaba parcelas, previa destrucción del cultivo de banano, atacado
por la cigatoca. Carlitos, parece que es copropietario de una bananera en Urabá, aislada
de todo contagio de cigatoca. Así que hacia un buen negocio quitándose el competidor y
posando de progresista.

- Alternativa: ¿Qué piensa ahora, cuál es el ideal actual?

Tulio Bayer: Sigo siendo materialista y por supuesto revolucionario. Soy de los pocos
colombianos que dicen francamente siempre que le preguntan que soy anticatólico. Me
asquean los comunistas que bautizan a sus niños. La síntesis de mi pensamiento es estar
contra los dogmas, ya sean políticos, filosóficos o científicos.

- Alternativa: ¿Cuál es su política actual?

Tulio Bayer: Para mí la lucha hoy es la de una minoría de hombres que ha podido darse
cuenta de la magnitud de la catástrofe que estamos viviendo. Llegar a la conciencia del
pueblo, único capaz de detener la hecatombe, en un país analfabeto, colonizado por las
escuelas radiofónicas, serializado por la radio y por la televisión es la tarea del
momento. Es ridículo caer en bizantinismos de izquierda a base de erudición libresca,
mientras el Hombre, este animal maravilloso que piensa, está en peligro por factores
como el deterioro ecológico y con todo lo que se ha llamado “la creación”. El “Hombre

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Nuevo” del que hablaba Guevara y con el que soñaron los primeros bolcheviques, sin
egoísmo y para quien el trabajo es un placer, no puede moldearse sino con base en la
ciencia, partiendo de la difusión de la única ciencia que realmente le interesa: la ciencia
de la vida.

- Alternativa: Se discute mucho ahora en Francia sobre el marxismo. Para varios


filósofos, el marxismo ha muerto, ¿cómo observa usted este nuevo movimiento?

Tulio Bayer: El iniciador de la moda ha sido André Glucksman, que hizo una crítica de la
metafísica de Hegel, Fichte, Marx y Nietzsche. Lo malo de todo esto es que a los
seguidores les ha dado por confundir finalmente el marxismo con el Gulag, son incapaces
de “manejar la culebra”. Como Glucksman, realmente son unos reaccionarios. No me
extraña que la derecha colombiana le haga eco a algunas de sus afirmaciones.

Yo no creo que Marx haya muerto. Pero hay que admitir que hace tiempo está
enfermo... y que la familia nos venía engañando sobre su persona y sobre algunos
aspectos de su obra. De todos modos la moda de los “nuevos filósofos” está pasando.
Pronto veremos la obra de un alemán, Rudolf Bahro, cuyo libro “La alternativa: crítica
del socialismo real” está circulando bajo la ruana en Alemania “Democrática”, donde
está preso el autor. Es algo más sólido. Bahro es un militante y un filósofo, quiere que el
partido sea el “intelectual colectivo” del que hablaba Gramsci. No es un escéptico más o
menos bien alimentado y ahíto de erudición filosófica como los muchachos franceses,
sino un verdadero revolucionario que denuncia un poder cuyos representantes
principales se califican a sí mismos de “miembros del buró”, de “secretarios”. Nombres
que por sí solos prueban que un partido vivo ha sido invadido por una burocracia sin
alma, incapaz de concebir una idea nueva. Para Bahro la conclusión es una sociedad que
acepte la libre determinación de los ciudadanos y que llegue a la autogestión.

Fuente: Alternativa. Noviembre 14 al 21 de 1977. Bogotá. Pp. 16-17.

Datos que van apareciendo sobre el médico y revolucionario Jaime García Velásquez
(Ciénaga, 1 de febrero de 1931 – Quito, Ecuador, 9 de diciembre de 1970).

“Años 1960-1970 entre Ecuador y Colombia

En ese año, Ecuador tendrá la presencia de un médico cirujano colombiano que trataría
de contribuir en la articulación de un movimiento guerrillero en la Isla de la Paz. Se
trata de Jaime Velásquez García, él era un cuadro con experiencia en organización
político-militar. Según el testimonio de Fernando Maldonado referenciado por Carlos
Belduma y Enrique Ayala Mora, su historia se resume en un joven que estudia medicina,
entiende problemas colombianos, participa de movimientos estudiantiles, sociales y
políticos; es perseguido, se une a las FARC-EP, escribe el Manual de Contrainsurgencia y
guerra revolucionaria en 1968-1969, y es abatido en Ecuador en 1970 cuando pretendía
consolidar el proyecto político-militar “Rumiñahui, denominación que se dio como
símbolo para ir avanzando en una táctica de unidad de todos los frentes políticos y
sociales.

En Ecuador, la muerte de Jaime Velásquez García no se le considera un hecho aislado


dado la coyuntura continental que Latinoamérica atravesaba: la guerra de guerrillas. Se
explica su presencia en Ecuador por su trayectoria como cuadro político-militar para

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estructurar una forma de lucha urbana en el país. Su muerte debilitó ejes de acción por
vía insurreccional en Ecuador, se pone en duda si fue suicidio, dado que en América
Latina la eliminación por parte de la Fuerza Pública se ha declarado como suicidio para
evitar responsabilidades. Por otro lado, Jaime Velásquez en su trayectoria, venía de un
país con una violencia endémica con dinámica pandémica transnacional; donde vida y
muerte contienen otras acepciones en el revolucionario. En Ecuador, la única noticia que
hablará de Colombia en la revista Vistazo, durante este año, será el descubrimiento del
yacimiento de petróleo en frontera con Colombia; donde existirá una preocupación
fundamental, ejercer la soberanía, y con ello, el problema de la seguridad, los recursos,
el transporte y la infraestructura, desde donde se medían costes y ganancias […]

El caso de Jaime Velásquez García que luchó dentro de las FARC-EP al lado de Manuel
Marulanda Vélez, y en el cual queda claro a que asesoraba a los grupos rebeldes Vencer
o Morir (VM) y Alfaro Vive Carajo (AVC) en Ecuador”.

Fuente: Luis Felipe Castrillón (2021). Shock y Resistencia: La Resiliencia, un Acto de la


Imaginación Moral. Tesis de grado PHD. Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Pp. 201,
204 y 258.

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