Coordinación Pastoral

Año Escolar 2022-2023

ENCUENTRO CON LAS FAMILIAS DE LOS CENTROS EDUCATIVOS

Día del compromiso…con nuestras familias, con nuestra escuela (La propuesta la adapta
cada escuela a sus condiciones, se les pide mantener la intencionalidad que venimos marcando
desde el encuentro con el personal y con los estudiantes)

Objetivo: Reflexionar en torno al compromiso de consolidar un hogar, y ofrecer a los hijos

el regalo grande, de una casa donde se vivan la fe cristiana y el compromiso ciudadano.
(sólo para quienes dirigen la actividad)

Palabras introductorias- monición-motivación inicial en torno a lo que nos reúne:

 Celebrar el abrazo en familia…una oportunidad para reunirnos y agradecer por

nuestras familias-
 Reunirnos como familia Fe y Alegría y celebrar nuestro compromiso con la
educación-formación-crianza de nuestros hijos y nuestro compromiso con la
escuela para que siga siendo este segundo hogar donde se forman las personas, los
ciudadanos de nuestro barrio, de nuestro país.

Dinámica de integración (que sea alegre, anime, ponga en contacto y encuentro)

Luego pasamos al siguiente ejercicio.

Nos miramos…contemplamos nuestra casa, contemplamos nuestra familia.

Se invita a los participantes a hacer un ejercicio breve de respiración, relajación, cierra los
ojos y luego guiamos el ejercicio de trasladarnos a nuestra casa, recorrerla con la
imaginación, mirando lo que hay, entrando a cada espacio, empezando por la entrada, la
sala, los lugares más íntimos, los espacios comunes … también ver lo que está por
terminar, lo que requiere mantenimiento o restauración, el lugar que más nos gusta de
ella, el lugar que nos reúne como familia.
¿Dónde vivimos? ¿cómo es nuestra casa? …más allá de lo material: ¿qué ambiente
cultivamos entre todos en nuestro hogar?
Traemos a la memoria una reunión familiar importante, la más bonita, alegre, de unión,
de trabajo conjunto, de decisión o celebración…tratamos de revivirla, viendo los rostros
de cada uno de la familia, escuchando lo que dicen, tratando de recordar los olores y
sabores de aquel encuentro… ¿qué es lo más importante de estar reunidos como familia?

Compartir en parejas: invitamos a dialogar con el que tenemos al lado.

 ¿Cómo me sentí con el ejercicio?

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 ¿Qué fue lo que vi como lo más importante de estar reunidos como familia?

Después del cuchicheo, se invita a compartir espontáneamente a algunas personas lo

vivido…se recoge, haciendo énfasis en aquellos, afectos, valores, gestos que nos reúnen
como familia.

Conozcamos a una pareja…miramos a Abraham y a Patricia: (Escoger tres docentes que

hagan una lectura narrativa bien entonada, pausada… uno leerá el texto de Patricia, otro
Abraham y el último la reflexión que se hace de ambos)

¿Conoces a Abraham y Patricia?

Patricia García nació en Aragüita (Edo. Miranda), en Barlovento, el 24 de agosto de 1924.
Tres días después, murió su madre. A los 16 años, empezó a servir en una casa de familia
en Caracas, cerca de Miraflores. Allí conoció a Abraham. Como se ve, el retrato que hace
de su esposa es muy semejante al que hace de él mismo. Ella no tiene nada de lo que se
adquiere en el orden establecido: educación básica, una posición, un oficio. Por no tener,
no tenía ni padres. Era una campesina emigrada, como él, a la ciudad. No sabía leer ni
escribir. Pero, si no tenía, sí era: como nos dijo su esposo, “era una maravilla”, “era una
santa mujer, era muy religiosa y muy buena”. Esto implica que tenía muy buena dis posi-
ción y una actitud proactiva para aprender y echar adelante, ejercitando sus mejores
dotes y conservando además su dignidad.

Abraham Reyes nació el 16 de marzo de 1917 en Siquisique (Edo. Lara), a sus 15 años,
migró con su madre a Barquisimeto: habían ya muerto su padre y 5 de sus 7 hermanos.
Poco después de llegar a la ciudad, fue reclutado para el servicio militar, allí estuvo entre
Barquisimeto y Caracas: eran los últimos años de la dictadura de Juan Vicente Gómez
(1909-35). Dejado el cuartel, Abraham desempeñó sucesivamente diversos trabajos. Hacia
1940, se conocieron Abraham y Patricia, se casaron en la iglesia San Francisco, en el
centro de Caracas. Abraham tiene 23 años y dice de ella: “La muchacha con quien yo me
casé era una maravilla, huérfana de madre y padre. La muchacha me quería mucho. No
sabía ni leer ni escribir… Era una santa mujer, muy religiosa. Fue criada con la religión del
pueblo, con la tradición. Yo digo que tiene que ser una bendición de Dios, una bendición
para mí. Era muy humilde; ella ha sido una mujer que nunca se ha quejado, ella me ayudó
con su humildad”

Después supimos que Abraham Reyes, cuando lo construía poco a poco por no tener
dinero para los materiales, era asistido por su esposa, que cargaba en la cabeza una lata
de agua a dos kilómetros de distancia, para que su marido pudiera ir preparando el
cemento y la arena.
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En estos tiempos donde reina la infidelidad, la lujuria, Abraham y Patricia nos muestran la
fidelidad a Dios y a su familia. Él dado a su esposa e hijos, ella dada a su esposo e hijos.

Don Abraham es un esposo y un padre ejemplar, un buen trabajador estimado por sus
patronos, un fiel amigo querido por sus compañeros, un líder del sector apreciado por sus
vecinos, un apóstol aguerrido de la Legión de María, un auténtico cristiano… Y, por ser
todo eso, sin tener otras cosas, es un hombre feliz, que contagia su felicidad a cuantos
tienen la suerte de vivir a su lado.

Padre y esposo ejemplar, plenamente entregado a sus compromisos laborales, pero sobre
todo a sus responsabilidades familiares y al apostolado desde una profunda y gozosa
espiritualidad; en su hogar es donde más prodiga su bondadosa sonrisa. En la educación
de sus hijos sabe moderar una cierta severidad con abundantes dosis de amabilidad y
cariño… no se olviden de lo que han escuchado …esta historia continuará …

Ahora escuchemos la Palabra de Dios: Roca - arena: Lc 6, 47-49

Volvemos sobre nosotros:

¿Qué me dice esta palabra que acabo de escuchar? ¿Qué quiere enseñarme Jesús con esta
parábola? …pienso en tantas casas que se han llevado las lluvias en estos últimos días.
Tener una buena casa, bien construida, en un lugar seguro, ¿garantiza tener un hogar?,
¿una familia? ¿Qué estoy haciendo para construir mi hogar, mi pareja, una relación
estable conmigo mismo, con Dios y con los otros? ¿Cuáles son los principales obstáculos
hoy en día para construir un hogar? ¿Qué necesitamos superar o conquistar para
mantener un hogar en armonía?

Pensemos en las cosas buenas que hemos construido a lo largo de los años en nuestra
familia, los esfuerzos por echar la familia para adelante.

Trabajo en grupos: se organizan los grupos y se le entregan 4 tiras o listones de papel

bond y marcadores.
Entre todos reflexionaremos 2 actitudes que no permiten que se consolide una familia… y
lo escribimos en el listón de papel bond. (palabras claves)
Entre todos reflexionaremos 2 actitudes que hay que cultivar para que nuestras familias se
consoliden, sean fuertes y las dificultades no las derriben… y lo escribimos en el listón de
papel bond. (palabras claves)

Plenaria
Canto: La Familia (Pimpinela) poner música y letra…si se utiliza el video que sea con letra.
https://youtu.be/g0l9cp1ieaU (Descargarla con antelación)
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Símbolos: tenemos previamente organizado un espacio con un poco de arena fina y en

otro unas rocas/ piedras de construcción.
Hemos trabajado en grupo algunas actitudes que debilitan la familia, que no nos ayudan a
permanecer unidos, que nos distraen de nuestro proyecto común…esa actitud se podría
decir, que es construir la casa sobre la arena…un representante por grupo va a pasar y
colocar eso que escribimos en los listones frente a la arena.
Una vez colocadas todas, se lee en voz alta lo escrito por todos.
Hemos trabajado también algunas actitudes que fortalecen la familia, que nos ayudan a
permanecer unidos, que nos centran en nuestro proyecto común…esa actitud se podría
decir, que es construir la casa sobre la roca…un representante por grupo va a pasar y
colocar eso que escribimos en los listones frente a las rocas.
Una vez colocadas todas, se lee en voz alta lo escrito por todos.
Se invita a quedarse en silencio por un momento y pensar qué de eso que está allí en los
símbolos hay en mi familia…qué necesito quitar, qué necesito cultivar.

Una Familia para los demás, para la gente de la comunidad, para el servicio…una pareja
generosa.

Volvamos con la historia de los esposos Reyes García…después de 7 largos años de

esfuerzos y trabajo duro, Patricia y Abraham terminaron de levantar su casa.
Escuchemos con atención lo que nos cuenta el propio Abraham Reyes:
Barrio 18 de Octubre (23 de Enero-Caracas) Diálogo de Abraham Reyes con el P.Vélaz
Era el año 1.955… entonces aparecieron por el barrio los estudiantes universitarios,
muchachas y muchachos, con el P. Vélaz. Ese barrio estaba donde hoy queda el 23 de
enero y sólo se llegaba a pie. Era puro cerro, no había nada. Visitaban casita por casita y
hablaban con la gente y les preguntaban de sus problemas. La gente se sentía estimulada
de que unos jóvenes y un sacerdote jovencito los visitaran en un barrio tan abandonado,
donde no había ningún servicio, no había nada. Y la gente le dijeron: Mire, Padre, nosotros
aquí tenemos muchísimos problemas, problemas con el agua, con la luz, no los podemos
enumerar; pero el problema más grave que aquí tenemos es que por todo esto no hay
escuela y los muchachos no tienen donde estudiar.
Entonces, yo le dije al P. Vélaz: Mire, Padre, yo tengo aquí un rancho muy grande que
construí con mi mujer. Está a la orden. Si quiere verlo... Entonces, vino, entró y vio aquellos
salones grandes. Yo le dije: Esto es suyo, esta casa es suya. Y dijo muy contento el P. Vélaz:
Pues claro, aquí está, aquí está la escuela.
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Y cuando el Padre aceptó mi casa, yo comprendí que era la Virgen quien la estaba
aceptando. Entonces sentí una gran alegría de poder colaborar con las cosas de Dios, con
el servicio.
Los muchachos se animaron mucho con el proyecto de empezar la escuelita en esa casa
que yo había cedido con todo el cariño del mundo. Para mí fue una alegría muy grande
poder participar con esa obra tan buena que querían hacer por los barrios.
Todas las familias del barrio estaban muy de acuerdo con la escuela; se pusieron a la
orden, abrieron sus casas, sus corazones. Estaban muy contentos, estaban muy
entusiasmados del proyecto de la escuela. Esos muchachos que venían con el P. Vélaz eran
casi el único contacto con el mundo. Entonces no teníamos nadie radio. Éramos muy
pobrecitos. La idea de la escuela dio un sentido a sus vidas, una inyección de optimismo,
de ganas de vivir, de trabajar, de ver que a sus hijos esa educación les abriría las puertas
del futuro. Eso los animó mucho, vieron una gran esperanza.
Entonces las muchachas y muchachos empezaron a reunir a los muchachitos de todas las
edades. Les cantaron unas canciones y les dijeron que ahí se iba a hacer una escuela. Eso
fue un entusiasmo muy grande.
Los estudiantes y el Padre consiguieron 3 maestras y comenzaron las clases. (tomado de la
entrevista hecha a Abraham Reyes por Pérez Esclarín-Libro de Joseba Lazcano SJ)
Compartir en parejas: invitamos a dialogar con el que tenemos al lado.

 Con el gesto generoso de la entrega de la casa de Abraham y Patricia comenzó la

primera escuela de Fe y Alegría… ¿qué me parece este gesto? ¿qué me parece que
Fe y alegría nació en una casa, en el seno de una familia? ¿Qué sentimientos se
despiertan en mí al escuchar esta historia?
 ¿Hacen más Abrahanes y Patricias hoy en día? ¿Las familias de nuestros
estudiantes, pueden aportar algo para que Fe y Alegría, la educación en Venezuela
siga creciendo? ¿Cuál tendría que ser nuestro compromiso?

Construcción colectiva del Manifiesto/ Compromiso de las familias de Fe y Alegría.

Canto: Señor Aquí estoy -Hera I am

Terminamos orando juntos: Damos gracias por este matrimonio fiel y entregado uno al
otro en amor, respeto y compañía.
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Presentamos a Dios las FAMILIAS con sus sueños, alegrías y luchas diarias, bendícelas y fortalécelas
en sus metas, en su fe y en la capacidad de dialogar y desprenderse de sus individualidades en
servicio de todos.
Dios Padre bueno. Sentimos un gran gozo espiritual al conocer las vidas santas de Abraham y
Patricia Reyes. Ellos nos recuerdan la alegría que sintió tu Hijo Jesús ante aquellos pobres
campesinos y pescadores de Galilea, y te dijo: Gracias, Padre, porque estas cosas, escondidas a los
sabios y entendidos de este mundo, se las has revelado a la gente pobre y sencilla (Lc 10-20).
Nosotros repetimos con Él: ¡Qué bueno, Padre, ¡que así lo has querido! Hoy queremos presentarte
una petición que está en nuestro corazón (momento de silencio para sentir y presentarle a Dios
nuestra petición…). Y te presentamos nuestra petición por intercesión de nuestros queridos
Abraham y Patricia. Y te pedimos, también, que nuestra Iglesia, responsablemente, reconozca la
santidad de sus vidas. Te presentamos, Padre, nuestra oración por mediación de María, la madre
de tu Hijo Jesús, quien estuvo tan cerca en las vidas de Abraham y Patricia, y por el mismo
Jesucristo, nuestro hermano y Señor. Amén