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LAS NOTACIONES PRIMITIVAS

La música occidental tiene una evolución curiosa a través de la historia. No podemos

encontrar ninguna tradición musical que llegue a desarrollarse tanto como la música
europea. Es gracias al desarrollo de un sistema de escritura musical por lo que podemos
tener testimonio de estas épocas. La notación musical no se ha creado de un día para
otro y tampoco es obra de una sola persona. El desarrollo de la notación es una de las
cosas más interesantes que nos podemos encontrar en toda la historia de la música, pero
para entender el desarrollo de la notación nos tenemos que remontar hacia los antiguos
griegos.

1.1. LA NOTACIÓN ALFABÉTICA GRIEGA

En la época de los antiguos griegos nos encontramos con un sistema de notación usando
el alfabeto griego (pudiendo relacionarse de alguna forma el cifrado americano a este
primer sistema de notación, por no decir que estaba realmente influenciado por esto). Se
podían encontrar dos notaciones de carácter alfabético en Grecia, una para el canto coral
y otra para la parte instrumental. La notación instrumental era más antigua que la notación
vocal y se remonta a los auletas (los auletas eran intérpretes del aulós, antecedente
griego de la flauta). Los signos alfabéticos que se usaban eran iguales para la voz y para
los instrumentos, por lo que si tenían una pieza con voz y acompañamiento instrumental,
para la parte vocal se usaba el alfabeto jónico de 24 letras con las que además de
escribir los sonidos principales se escribían también los sonidos cromáticos. Con el
alfabeto solucionaban el problema del aspecto de la representación de la altura de los
sonidos, pero para el problema de la representación de los sonidos crearon una serie de
signos basados en notas largas y breves, que más tarde se acaban convirtiendo en los
modos rítmicos, siendo los signos más interesantes los siguientes:

- Guión

Una de las fuentes iconográficas en la que nos podemos encontrar este sistema de
notación es en el Epitafio de Seikilos. Es parte de una inscripción griega escrita sobre una
columna de mármol puesta sobre la tumba de Euterpe. Se data del siglo I a.C. y es de
autor anónimo. El epitafio consta del siguiente texto poético sobre el que se anota la
melodía:

Soy una imagen de piedra,

Sicilo pone en mí, donde soy, por siempre,
Señal de eterno recuerdo.
Mientras vivas, brilla,
No temas nada en absoluto.
Que la vida dura poco,
Y el tiempo exige el final.

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La notación alfabética era bastante precisa para poder indicar los parámetros de
altura y duración. La partitura del Epitafio de Seikilos es la siguiente:

Una transcripción aproximada del Epitafio de Seikilos sería la siguiente:

A partir del siglo X es cuando se van creando diversas formas de escritura musical,
pasando de un conocimiento de la música que se basaba en la memoria a un
conocimiento musical basado en la escritura.