La Ilustración es un movimiento cultural que se da en Europa en el siglo XVIII y se
caracteriza por conceder prioridad a la razón, al pensamiento lógico y al conocimiento científico para explicar la realidad. Para los Ilustrados el motor del progreso es la educación de la población y el desarrollo de las ciencias, y su objetivo principal es la búsqueda de la felicidad. En España su desarrollo es escaso debido a la oposición de la Iglesia Católica, al conservadurismo y desinterés de la nobleza, a la escasez de burgueses en el país y al analfabetismo de la mayoría de la población. Su difusión en España fue minoritaria, a través de las Sociedades de Amigos del País, que agrupaban a algunos nobles y burgueses (Celestino Mutis, Jovellanos y Moratín). Por impulso real se crean las Academias de Lengua, Historia y Bellas Artes. Algunos reyes como Fernando VI y Carlos III se sirvieron de ilustrados como ministros y asesores para intentar sacar a España del atraso económico y social.
Al morir Fernando VI sin descendencia la Corona pasa a su hermanastro Carlos, Rey de
Nápoles, hombre con experiencia que mantenía una Corte ilustrada. Al llegar a España, Carlos mantiene a los secretarios de Fernando VI, pero nombra al italiano Marqués de Esquilache como secretario de Hacienda y asciende a los altos cargos a personas de su confianza traídos de Italia o de la baja nobleza española. Pretende hacer una política reformista para reactivar la economía y disminuir los privilegios de la nobleza y el clero. Esto generó una fuerte oposición al nuevo rey que estallará en Madrid en la primavera de 1766. El Rey frenó algunas reformas pero continuó con otras e intentó abolir algunos privilegios. Se declararon honestas todas las profesiones y se intentó controlar a la Iglesia con una política regalista (así se llegó a expulsar a los jesuitas, a los que se acusó de instigar la revolución de primavera de 1766). Para reformar la economía y el Estado, Carlos III se valió de algunos intelectuales reformistas como Campomanes, Conde de Floridablanca, Conde de Aranda, Olavide y Jovellanos. Se intentó crear un mercado interior, limitando los privilegios de la Mesta, repoblando algunos territorios despoblados y creando infraestructuras y para mejorar las comunicaciones con América, se crea una flota de guerra y comercial.
En la compleja revolución de primavera de 1766 intervinieron los siguientes factores: El
malestar de la población por la carestía de la vida y el precio de los alimentos (mala cosecha de 1765 y liberalización del mercado del trigo), la oposición a los ministros extranjeros que trajo Carlos III desde Nápoles y la resistencia de los privilegiados a las reformas del Despotismo Ilustrado y, por último, el Decreto de Esquilache de recorte de las capas y sombreros de ala ancha. Ante la extensión de la revuelta, Carlos III destituyó a Esquilache y a los ministros extranjeros y frenó las reformas, que se paralizaron con Carlos IV y el estallido de la Revolución Francesa.
4.3 La España Del Siglo XVIII. Expansión y Transformaciones Económicas - Agricultura, Industria y Comercio Con América. Causas Del Despegue Económico de Cataluña.