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BIOFÍSICA DE LAS RADIACIONES

RADIACIÓN

Las radiaciones tienen su origen en la propia naturaleza que nos rodea; la


radiación cósmica procede del sol y del resto del universo. También hay
radiaciones como consecuencia de los materiales radiactivos que existen en al
Tierra, en el suelo, el agua, los alimentos, e incluso nosotros mismos somos algo
radiactivos.

La radiación, procede de las radiaciones cósmicas del espacio exterior (Sol y


estrellas), pues ellos son gigantescos reactores nucleares, aunque lejanos;
también de los elementos naturales radiactivos (uranio, torio, radio) que existen
de forma natural en el aire, agua, alimentos, o el propio cuerpo
humano (potasio, carbono-14)

La vida en la Tierra se ha desarrollado en un entorno cruzado incesantemente


por radiaciones. De forma continua, todos los seres vivos, incluido el hombre,
reciben radiaciones, que pueden ser inocuas, o por el contrario, francamente
nocivas. La forma de radiación más ubicua es la procedente del sol, sin embargo,
un exceso de ella puede causar lesiones importantes. Aunque se sospecha que
prácticamente todas las formas de radiaciones pueden ser nocivas en una
situación concreta, la mayor parte de la atención acerca de los efectos nocivos de
las radiaciones ha sido atraída por un tipo especial de radiaciones de elevada
energía que es capaz de originar partículas cargadas –iones- a partir de los
átomos en que incide, y que recibe por ello el nombre de radiación ionizante.

DEFINICIÓN

Es el transporte o propagación de la energía, que se realiza en forma de


partículas subatómicas u ondas electromagnéticas a través de un medio material
o del vacío.

La radiación propagada en forma de ondas electromagnéticas (rayos X, rayos


UV, etc.) se llama radiación electromagnética, mientras que la radiación
corpuscular es la radiación transmitida en forma de partículas subatómicas
(partículas α, neutrones, etc.) que se mueven a gran velocidad en un medio o el
vacío.
Las ondas y las partículas tienen muchas características comunes, la radiación
suele producirse predominantemente en una de las dos formas. La radiación
mecánica corresponde a ondas que sólo se transmiten a través de la materia,
como las ondas de sonido. La radiación electromagnética es independiente de la
materia para su propagación, sin embargo, la velocidad, intensidad y dirección de
su flujo de energía se ven influidos por la presencia de materia.

Las radiaciones tienen una doble naturaleza, ondulatoria y corpuscular


simultáneamente (dualidad onda-partícula), de tal forma que:

 Las radiaciones electromagnéticas: no poseen ninguna masa, solo


energía, Ejm. Rx
 Radiaciones corpusculares: son formas de energía que se propagan
asociadas a masa, Ejm. e-

La Radiación Electromagnética se divide en dos grandes tipos de acuerdo al tipo


de cambios que provocan sobre los átomos en los que actúa.

Si la radiación transporta energía suficiente como para provocar ionización en el


medio que atraviesa se dice que es una radiación ionizante. En caso contrario se
habla de radiación no ionizante.

El carácter ionizante o no ionizante de la radiación es independiente de su


naturaleza corpuscular u ondulatoria. Son radiaciones ionizantes los rayos X,
rayos γ (gamma), y partículas α, entre otros. Por otro lado radiaciones como los
rayos UV y las ondas de radio, TV o de telefonía móvil, son ejemplos de
radiaciones no ionizantes.

Clasificación general de las radiaciones

También, de manera general, podríamos clasificar a las radiaciones con base en


dos criterios:

1. Según su naturaleza, y
2. Según su efecto biológico
1. Según su naturaleza:

Radiaciones electromagnéticas. Es una propagación ondulatoria de


energía eléctrica y magnética cuyas intensidades varían en planos
perpendiculares.Todas tienen la misma velocidad en el vacío (c =
300.000 km/s), diferenciándose por las diferentes longitudes de onda o
frecuencia, de la que depende su energía.

Entre las radiaciones electromagnéticas encontramos:

 Radiaciones ionizantes

- Rayos gamma

- Rayos X

 Radiaciones ópticas

- Radiaciones ultravioletas (UV-C, UV-B, UV-A)

- Radiación visible (violeta, azul, verde, amarilla, naranja,

roja)

- Radiaciones infrarrojas

- Radiofrecuencias (radar, microondas...)

Radiaciones corpusculares. Son debidas a la propagación de


partículas subatómicas (núcleos de helio, electrones, protones,
neutrones, etc.) habitualmente dotados de gran velocidad aunque
siempre inferior a la de las radiaciones electromagnéticas.

Las radiaciones corpusculares son:

 Radiaciones alfa
 Radiaciones beta
 Radiaciones neutrónicas
 Radiaciones cósmicas

2. Por su efecto biológico: Por su efecto biológico, las radiaciones se pueden


clasificar en dos tipos:

- Radiaciones ionizantes o de alta energía


- Radiaciones no ionizantes o de baja energía.

Radiaciones ionizantes o de alta energía, que a su vez pueden


ser

 Corpusculares, constituida por partículas subatómicas (electrones,


neutrones, protones), son las radiaciones alfa, beta y rayos cósmicos.
 Electromagnéticas, son los rayos gamma y los rayos X. Estas radiaciones
al incidir sobre los tejidos, pierden parte de la energía, separando
electrones de los átomos sobre los que inciden y transformándose en
iones.

Radiaciones no ionizantes o de baja energía, no son capaces de ionizar


los átomos, por lo que el efecto biológico es menor, actuando más bien a
través del efecto térmico, mecánico y fotoquímico en los tejidos. Las
radiaciones no ionizantes son de tipo electromagnético y engloba las
radiaciones ópticas (ultravioleta, visible e infrarroja) y los campos
electromagnéticos (microondas y radiofrecuencias).

Conceptos básicos

Definiremos a continuación, algunos términos. Así, por ejemplo, llamamos


“radiactividad” a la propiedad que poseen diferentes elementos inestables de
emitir radiación para intentar estabilizarse.

Por lo que, denominamos como “emisión radiactiva” a la proyección de


partículas radiactivas por parte del núcleo de un elemento. Un ejemplo de esta
sería la emisión de partículas α y β.

Para comprender cómo se produce una emisión radiactiva, es importante


conocer la estructura de los átomos que componen la materia y las
características que poseen los isótopos radiactivos.

EL ÁTOMO

Cada átomo tiene un núcleo, que contiene protones con carga positiva y
neutrones con carga neutra por combinación de un protón con un electrón.

Alrededor del núcleo orbitan electrones con carga eléctrica negativa.


El átomo

• Número atómico (identifica a cada elemento): es el número de protones


que tiene en su núcleo (H=1, C=6, O=8, etc.), se mantiene constante.
• Toda la masa de un átomo (99.99%) se encuentra en el núcleo, los
electrones no tienen prácticamente masa.
• Sumando protones y neutrones del núcleo de un átomo se tiene el número
atómico.
• La tabla periódica de elementos muestra todos los elementos con el
número y la masa atómicos

“El número de neutrones puede variar y esas variantes o isótopos tienen diferente
número másico”
Ejemplo:
El núcleo del uranio tiene siempre 92 protones, pero la población de neutrones
varía, por lo que se tiene al uranio con tres isótopos: uranio-234 (protones +
neutrones), uranio-235 y uranio-238.
• Algunos isótopos presentan núcleos inestables ya que las fuerzas que
unen protones y neutrones no son tan fuertes, por lo que los núcleos
sufren una desintegración espontánea, proceso llamado radiactividad.
• La desintegración o descomposición de los núcleos se da de la siguiente
manera: Por emisión de partículas alfa (α), emisión de partículas beta (β) y
por la captura de un electron por el núcleo.

Emisión de partículas Alfa (α):


Una partícula alfa (α) esta compuesto por dos protones y dos neutrones, por lo
tanto el número másico se reduce (-4) y el número atómico también se reduce (-2

Emisión de partículas Alfa (α)

Emisión de partículas Beta (β):


• Una partícula Beta es un electrón que sale del núcleo o propiamente de un
neutrón haciendo que esta se convierta en un protón.
• El número atómico aumenta pero el número másico no se altera.
14
6C → 14 7N + e–
Emisión de partículas Beta (β)

Captura de un electrón:
• Un electrón es capturado por el núcleo, este se combina con un protón y
forma un neutrón.
• El número másico no se altera, pero el número atómico disminuye en 1.

Captura de un electrón

RADIACTIVIDAD:
• La radiactividad proporcionó un medio fiable para calcular la edad de las
rocas y los minerales que contienen isótopos radiactivos (Datación
Radiométrica).
• Las velocidades de desintegración de muchos isótopos se han medido con
mucha precisión y no varían en las condiciones físicas externas de la
Tierra.
• Cada isótopo radiactivo utilizado para datación ha estado desintegrándose
a una velocidad fija desde la formación de las rocas en las que aparece y
sus productos se han acumulado a una velocidad equivalente.
Carbono 14:
• Es producido de forma continua en la atmósfera como consecuencia del
bombardeo de átomos de nitrógeno por rayos cósmicos. Este isótopo
creado es inestable, por lo que, espontáneamente, se transmuta en
nitrógeno-14 (14N)
• se encuentra homogéneamente mezclado con los átomos no radiactivos
en el dióxido de carbono de la atmósfera
• El proceso de fotosíntesis incorpora el átomo radiactivo en las plantas, de
manera que la proporción 14C/12C en estas es similar a la atmosférica. Los
animales incorporan, por ingestión, el carbono de las plantas.
• El carbono radiactivo es sustituido continuamente en un organismo vivo, y
la proporción C-14 y C-12 permanecen constantes.
• Cuando muere el organismo la cantidad de C-14 disminuye gradualmente
conforme se desintegra a N-14 (emisión beta).
• Comparando la proporción de C-14 y C-12 en una muestra, puede
determinarse la fecha mediante el radiocarbono.

Desintegración radiactiva

Cuando hablamos de “desintegración radiactiva” hacemos referencia a la


transformación que sufre el átomo al emitir los diferentes tipos de partículas
radiactivas. Ésta responde a las leyes estadísticas, sus propiedades son
independientes de cualquier influencia del entorno y es característica de cada
nucleído en particular (núcleo estudiado, sin hacer referencia al átomo del que
forma parte). Esta actividad puede ser cuantificada a través de la “Tasa de
desintegración radiactiva” y el “Periodo de vida media” que el mismo posea.

Tasa de desintegración radiactiva

Aunque el fenómeno de desintegración radiactiva ocurre al azar y no se


puede prever cuándo cada átomo va a desintegrarse, si tenemos un gran
número de átomos, la fracción del total que se desintegra en la unidad de
tiempo es constante para un isótopo dado. Podemos definir entonces a la
“Tasa de desintegración radiactiva”, como el cociente entre la masa
desintegrada (M) y el tiempo que ésta tarda en desintegrarse (t).

Como la variación de la masa del elemento que se desintegra es negativa y, a


su vez, la velocidad de desintegración decrece en forma continua a medida
que disminuye la masa del elemento que se está desintegrando, la tasa de
desintegración (v) queda expresada como:

V = - (ΔM / Δt)

Siendo: ΔM = variación de la masa; Δt = variación del tiempo.

Esta tasa de desintegración puede ser expresada en gramos, moles o


número de átomos por unidad de tiempo (en este último caso se la denomina
“actividad”).

Partiendo entonces del concepto anteriormente enunciado, definimos como


“Actividad” (A), al número de núcleos atómicos que se desintegran en la unidad
de tiempo (velocidad de desintegración) y es proporcional al número de átomos
radiactivos presentes:

A = - (ΔN / Δt)

Siendo: ΔN= variación del número de núcleos atómicos desintegrados; Δt=


variación del tiempo.

Teniendo en cuenta que la actividad disminuye siguiendo una función


exponencial del tiempo, esta característica queda mejor definida con la siguiente
fórmula:

A = A0 . e -ʎt

Siendo: A0= actividad de una fuente a tiempo cero (t0); A= actividad después
de un tiempo t; λ= constante de desintegración radiactiva (probabilidad que
tiene un átomo del radioisótopo considerado de desintegrarse en la unidad de
tiempo); e=base de los logaritmos neperianos (valor aproximado de 2,7182);
t=tiempo.
Anteriormente, la unidad utilizada para medir la actividad de una muestra
radiactiva era el Curie (Ci), siendo 1 Ci la cantidad de sustancia radioactiva que

presenta una velocidad de desintegración de 3,7 x 1010 desintegraciones por


segundo. Actualmente, es recomendado por la ICRU (International Comission
on Radiation Units and Measurements) el uso del Becquerel (Bq) como unidad
del S.I., siendo 1 Becquerel equivalente a 1 desintegración por segundo;
como esta es una unidad muy pequeña, generalmente suelen utilizarse sus
múltiplos (MBq, GBq, TBq, etc.).

Entonces:

1 Ci = 3,7 x 1010 desintegraciones/seg.

1 Bq = 1 desintegración/seg

Periodo de semi-desintegración, semiperiodo o periodo de vida media

Se define como “Período de semi-desintegración”, “Semiperiodo” o “Periodo de


vida media” (T), al tiempo necesario para que un número de átomos de un
elemento radiactivo se reduzca a la mitad de su valor inicial. Este valor es
independiente de la masa inicial del elemento radiactivo y abarca un vasto
rango para las diferentes especies radiactivas, por ejemplo es de 0,012

segundos para el N12, mientras que para el C14 es de unos 5700 año.

Interacción de las radiaciones con la materia

La radiación es energía; al interactuar con la materia, entrega parte de su


energía y puede producir cambios a nivel molecular. Estos cambios, pueden
ser, principalmente de ionización o de excitación.

En el caso de las radiaciones ionizantes, al poseer una elevada cantidad de


energía, como expresamos anteriormente, cuando encuentran en su camino
átomos y moléculas de la materia, pueden llegar a romper estos enlaces
atómicos, liberando electrones de los mismos, produciendo así la ionización; los
electrones liberados, a su vez, podrán seguir repitiendo este proceso, si es que
cuentan con la suficiente energía.

En otros casos, las radiaciones transfieren parte de su energía acumulada a los


átomos o moléculas con los que interactúan, dejándolos en un estado de mayor
energía, proceso que se conoce como excitación, pudiendo, luego de
desexcitarse, seguir emitiendo más radiación.

En el caso particular de las radiaciones electromagnéticas, pueden ocurrir los


dos procesos (excitación e ionización) que conllevan a la aparición de
modificaciones estructurales. Si se produce excitación, podrá, por ejemplo,
aparecer un aumento de la velocidad angular de la molécula debida a la
acumulación de energía en forma de energía cinética de rotación provocando la
rotación molecular; también, ocurrir vibraciones atómicas o la modificación de la
configuración electrónica; en tanto, como consecuencia de la ionización, se
ocasionarán la formación de pares, que tiene lugar cuando el fotón pasa
cercano a un núcleo, lo que provoca que su energía desaparezca dando origen
a un electrón y un positrón; el efecto fotoeléctrico, que produce que un electrón
orbitario pueda ser, no sólo elevado de nivel energético sino además,
arrancado del átomo y proyectado con una cierta velocidad o el efecto
Compton, ocurrido cuando el fotón que incide tiene una mayor energía, la cual
no sólo provoca que el electrón sea arrancado y proyectado del átomo, sino
también que el exceso de energía sea emitida en forma de una radiación
electromagnética de menor frecuencia. Como ya dijimos, en cualquiera de estos
tres últimos eventos, la consecuencia final será la formación de partículas
cargadas, o sea ione

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