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Orientaciones de Lenguaje
Orientaciones de Lenguaje
es/diccionario-medico/trastornos-del-lenguaje# Minders®
El trastorno fonológico, antes conocido como dislalia, es un problema del lenguaje oral en
que se producen dificultades en la articulación, haciendo del lenguaje algo poco
comprensible y limitando la participación social. No puede emitir correctamente
determinados sonidos, y suele hacer sustituciones, transformaciones y omisiones de éstos.
Frecuentemente, cuando hablamos con los padres y madres de nuestro alumnado que
presenta algún tipo de dislalia, les insistimos en la importancia de coordinar nuestro trabajo.
Porque, por mucho que trabajemos en la escuela, si dicho trabajo no se continúa en casa, los
resultados no son los mismos y no se ven tan pronto como quisiéramos.
Por ello, les ofrecemos una serie de recomendaciones que es conveniente que tengan en
cuenta cuando están con sus hijos e hijas:
• Sepa “perder” tiempo con su hij@ busque tiempo diariamente para hablar con él: en la
merienda, en el baño, en la cena o en cualquier otro momento de que disponga para
hablar solo con él.
• Es muy importante que el niñ@ tenga necesidad de hablar que compruebe que no se
conforman con sus gestos y que necesitan escucharlo, por eso no deben adelantarse a
darle las cosas dejar que las pida verbalmente con la boca; no hacer caso cuando lo
señale con el dedo, nos interesa que hable aunque de momento no lo haga
correctamente.
• No pretendan que su hij@ hable correctamente a la primera. Lleva su tiempo. Hay que
enseñárselo poco a poco. Acepte con alegría (y manifiéstela) todos los intento de mejora
de articulación que haga su hijo. Así los potenciará.
• Evitar las comparaciones con otras personas de su edad. A menudo el profesorado
escucha cosas como “mi otra hija comenzó a hablar antes…”,o “creo que mi niño habla
peor que sus amigos”; recuerde que cada persona es única y que su evolución y tiempo
de maduración podrá ser similar a la de otras, pero nunca idéntica.
• Si su hij@ persiste en pronunciar una palabra de forma incorrecta no le atosigue, pero
recuérdele –repitiéndola bien usted- como es correctamente la palabra. El nin@ no debe
entender que su mala articulación se da por buena.
• Cada cosa debe ser denominada correctamente. No le hable con “lenguaje bebé”. No
contribuya a retenerlo en un grado de infantilismo afectivo y lingüístico.
• No debe exigirle un esfuerzo que no sea capaz de realizar. Su hij@ no debe tener
sentimientos de impotencia. La mayor catástrofe que nos puede ocurrir es que su hij@ se
niegue a hablar.
• Su hij@ adquiere su lenguaje viendo cosas, tocando cosas. No le abandone a su soledad.
Provoque situaciones de diálogo, suscite preguntas…
• Nunca emplee vocabulario complicado ni intente sostener conversaciones superiores a su
capacidad.
• Su hij@ tiene que “crear”. Hay que hacer que se esfuerce y no dirigirle en exceso de forma
que solo conteste “sí o no”.
• Huya de las conductas excesivamente proteccionistas. Por ejemplo: darle de comer o
tomar el biberón cuando es capaz de hacerlo por sí mismo. Puede que, de forma
inconsciente, haga la siguiente lectura de la situación: “Si mi mamá me da todavía el
biberón es porque soy pequeño; entonces debo seguir hablando como un niño
pequeño…” Dotarle de toda la autonomía posible.
Orientaciones sobre Disartria
Minders®
Se considera disartria a aquella dificultad en la articulación del lenguaje producida por una
alteración cerebral o situada en las fibras nerviosas que regulan la articulación y producción
del lenguaje. Se considera un tipo de dislalia orgánica. Al tratarse de un trastorno secundario,
en la mayoría de las ocasiones se trata de una consecuencia de lesiones en el sistema
nervioso central que afectan a la función motora y que provocan alteraciones motoras en el
habla.
En su discurso, el sujeto sufre diferentes bloqueos que interrumpen el ritmo habitual del habla,
sea uno brusco al inicio de palabra, varios pequeños espasmos a lo largo de una palabra o
frase o una mezcla de ambos. Suelen generar gran ansiedad y en ocasiones la evitación.
Es fácil que escuche a su hijo pequeño vacilar, reformular sus oraciones o repetir palabras.
También es normal que si está indeciso titubee al hablar. Pero tenga en cuenta que estos
errores o disfluencias también pueden ser anormales y preocupantes y pueden ser signos de
alarma de que algo no va bien en su forma de hablar.
Estos errores en el habla suelen ser normales y aparecen frecuentemente en el desarrollo del
lenguaje del niño. Suelen aparecer cuando el niño está alterado, nervioso, cansado, o cuando
quiere decir algo largo y complicado. Los niños pequeños no son conscientes de estas
disfluencias ni muestran reacciones emocionales por estas pausas o vacilaciones.
Tenga en cuenta que su hijo, como todos los niños, desarrolla sentimientos, observando a sus
padres. Si usted siente que tartamudear es negativo, su hijo aprenderá a sentirse también así; si
sus padres se muestran preocupados por su forma de hablar e intentan que hable de otra
manera, el niño interpretará que su expresión no es adecuada y se tensará. Es decir, que con la
intención de ayudarle probablemente le trasmite involuntariamente, otras emociones que no
desea.
Si usted le da ejemplo de hablar lento, le ayudará a mejorar su fluidez. Acuérdese que a su hijo
tarda más en iniciar la palabra y tarda y en elaborar su respuesta.
Evite hacer frases largas y complicadas, porque al niño le resultará más difícil seguirle.
Adáptese a la edad. Los niños pequeños hablan con frases de menos palabras que los
mayores. Aunque crea que el lenguaje de su hijo es elaborado, no debe hacer el suyo
complicado para favorecer su fluidez
Es conveniente que usted conozca que existen recursos que permiten controlar del habla.
Hablar lento, suave, sin fuerza, alargar, silabear, susurrar, canturrear, seguir un ritmo, hablar con
palabras y frases sencillas entre otras, ayuda a hablar fluido.
Orientaciones sobre
Trastorno de comunicación social Minders®
El trastorno de la comunicación social es una condición que dificulta hablar con otras
personas. No es un problema del habla o con la reglas del lenguaje, como por
ejemplo el uso de la gramática. Pero afecta otras áreas del lenguaje.
Las personas con este trastorno tienen dificultad para comunicarse de una manera
que sea socialmente apropiada. Puede que no sigan las reglas de la comunicación
oral o no entiendan el intercambio que se produce al conversar. Y a menudo no
“captan” la ironía o el lenguaje que no es literal. Estos desafíos dificultan la conexión
con las personas, ya sea en la escuela, el trabajo o en entornos sociales.
Los grupos de habilidades sociales también pueden ayudar a los niños que tienen este
trastorno a mejorar sus habilidades de comunicación.
Los jóvenes y los adultos pueden encontrar grupos o talleres enfocados en el desarrollo
de habilidades sociales o para la vida. Estos programas pueden ser ofrecidos por
terapeutas del habla y el lenguaje, trabajadores sociales, psicólogos, consejeros
vocacionales y consejeros universitarios.
https://www.understood.org/es-mx/learning-thinking-differences/child-learning-disabilities/communication-disorders/understanding-social-communication-disorder
Orientaciones sobre dislexia
Para padres de familia Minders®
Los niños aprenden a leer a ritmos diferentes, y es normal que tengan dificultades en algún
momento. Pero si su hijo parece estar particularmente frustrado con la lectura y la escritura por un
período de tiempo extendido, existe la posibilidad de que tenga un trastorno del aprendizaje
llamado dislexia.
La dislexia podría describirse mejor como una dificultad inesperada para aprender a leer. Los niños
con dislexia tienen dificultades con la fonología, o el reconocimiento y la manipulación de los
sonidos en el lenguaje. La dislexia afecta la capacidad del niño para decodificar palabras:
descomponerlas en sonidos constitutivos o fonemas, y luego pronunciar palabras nuevas. Eso hace
que sea difícil reconocer palabras, generar palabras, leer, escribir y deletrear. Algunos niños con
dislexia simplemente tienen problemas para generar palabras rápidamente.
Ayudar a su hijo a comprender su trastorno del aprendizaje puede brindarle las herramientas que
necesita para controlar su dislexia, tanto académica como emocionalmente.
Hable con él sobre las dificultades que puede causar la dislexia y sea específico: “¿Sabes cómo te
cuesta leer letreros o copiar notas de la pizarra? Eso es dislexia”.
Reconozca sus dificultades y elogie su trabajo arduo, incluso si los resultados no son perfectos:
“Entiendo lo difícil que fue la tarea de lectura. Estoy tan orgullos@ de lo duro que trabajaste en
ella”.
Ayúdal@ a identificar fortalezas específicas: “Ese dibujo que hiciste de nuestra familia tenía colores
y detalles tan vívidos. Eres un gran artista”.
Combata el diálogo interno negativo: si su hijo comienza a decir cosas como “soy un estúpido”, no
lo ignores. En cambio, revise estas ideas para ayudar a los niños que son demasiado duros con
ellos mismos.
https://childmind.org/guide/guia-para-padres-sobre-la-dislexia/
Desarrollo del lenguaje en
Niños con discapacidad auditiva Minders®
Además del tipo de afectación que presente el niño, el desarrollo del lenguaje también se ve
influido por la naturaleza y calidad de entorno comunicativo que le rodea, por ello parece
conseguirse una mayor habilidad lingüística si la madre es oyente respecto del caso en que
tanto la madre como el hijo son sordos.
6. Desarrollo comunicativo y cognoscitivo. Puesto que existe una estrecha relacion entre el
desarrollo orgánico y el psíquico, se debe actuar para impedir que dificultades en el primero
(deficiencia auditiva) conlleven perjuicios en el segundo (psicopatología o malestar
emocional o cognitiva).
El lenguaje del niño con discapacidad auditiva es aprendido, no adquirido, ya que el niño
normoyente se apodera del lenguaje de una forma natural, es decir, solo interactuando con
adultos e iguales. La diferencia entre ambas situaciones va a significar modos muy distintos de
enfrentarse a la tarea, y tiempos muy distintos de aprender códigos.
https://psicologiaymente.com/desarrollo/desarrollo-lenguaje-ninos-con-discapacidad-auditiva