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La competencia

7 perfecta y la mano
invisible

¿Es posible que los


mercados regidos por
el interés particular
maximicen el bienestar
general?
En los capítulos anteriores describimos los problemas
de decisión a los que se enfrentan los actores
principales de cualquier mercado: compradores y
vendedores. Vimos que, cuando cada uno de esos
sectores sigue ciertas reglas de comportamiento,
ambos maximizan su bienestar particular (algo muy positivo
porque todos aspiramos a mejorar en la vida). Pero ¿puede resultar algo distinto del caos
cuando toda la gente con intereses privados coincide dentro de un mercado competitivo?
A primera vista parece que en muchos mercados reina el desorden (guerras de ofertas
en eBay, corredores de bolsa que agitan frenéticos los brazos para comprar o vender, rega-
teo de precios entre compradores y vendedores en los mercadillos). Un lío monumental.
Y todo este caos parece ocasionado por gente que sólo se preocupa por lo más impor-
tante: ellos mismos.
Adam Smith, el padre de la economía, contemplaba este caos de un modo muy distinto.
Él conjeturó que el interés particular es un ingrediente necesario para que una economía
funcione con eficiencia, una idea que formuló con gran elegancia en su tratado titulado La
riqueza de las naciones (1776), donde escribió:

ESQUEMA DEL CAPÍTULO


7.1 7.2 7.3 7.4 7.5 EBE
Competencia Ampliación del Ampliación del Los precios Equidad y ¿Es posible que
perfecta y alcance de la alcance de la dirigen la mano eficiencia los mercados
eficiencia mano invisible: mano invisible: invisible regidos por el
del individuo a la asignación de los interés particular
empresa recursos entre maximicen el
sectores bienestar general?

144
IDEAS CLAVE
La mano invisible distribuye con eficiencia bienes y servicios entre compradores y vendedores.

La mano invisible depara la producción eficiente dentro de un sector.

La mano invisible asigna recursos con eficiencia entre sectores.

Los precios dirigen la mano invisible.

Existe una disyuntiva (trade-off  ) entre hacer la tarta económica lo más grande posible y repartirla
de manera equitativa.

No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero de


donde esperamos que nos llegue el sustento, sino de su miramiento por sus
intereses propios.1
Este razonamiento acabó conociéndose como el poder de la «mano invisible».
Es una idea contundente porque sugiere que, cuando se dan todos los su-
puestos de un mercado perfectamente competitivo, la persecución del interés
propio favorece el bienestar del conjunto de la sociedad, casi como si los indivi-
duos estuvieran guiados por una mano invisible que los indujera a ello.
En este capítulo tratamos las importantes consecuencias de la mano invi-
sible. Veremos que, cuando imponemos los supuestos de una competencia
perfecta, el sistema de mercado crea armonía entre los intereses particulares y
los de la sociedad. Descubriremos que, en esos casos, el mercado libre es casi
mágico en tanto que reparte la producción y el consumo final de bienes y servi-
cios con una eficiencia perfecta. Aprenderemos que el secreto para que el mer-
cado distribuya con eficiencia los recursos escasos estriba en que permite que
los precios los pongan directamente los compradores y vendedores, ya sean
inversores en la Bolsa de Nueva York, compradores y vendedores en un merca-
dillo de Puebla o gente que frecuenta ventas de objetos usados en garajes de
particulares en Los Ángeles. Una vez que asimilemos cómo funciona la mano
invisible, entenderemos mejor el mundo que nos rodea.

7.1 Competencia perfecta y eficiencia


Antes que nada analicemos con más detenimiento los mercados perfectamente competiti-
vos que abordamos en los capítulos 4 a 6. Para simplificar, supongamos que nuestro mer-
cado se compone únicamente de siete compradores y siete vendedores que son tomadores
del precio (es decir, que no pueden modificar el precio vigente en el mercado). Cada uno
de ellos quiere comprar o vender un iPod Nano de quinta generación de Apple que está en
perfectas condiciones. Como todos los iPod están en unas condiciones similares, podemos
dar por hecho que son idénticos. Magdalena, Cristina, Juan, David, Pedro, Luisa y Ernesto
El valor de reserva es el precio son compradores en este mercado, y cada uno de sus valores de reserva (los valores que
al que a un comprador o vendedor están dispuestos a pagar) aparece en la figura 7.1. El valor de reserva es el precio al que
le resulta indiferente realizar a alguien le resulta indiferente realizar o no una compraventa. En la figura 7.1 vemos
la operación comercial o no. que Magdalena está dispuesta a pagar 70 $ por un iPod; Cristina, 60 $; y así con el resto
el precio va disminuyendo hasta llegar a Ernesto, que está dispuesto a pagar 10 $ por un
iPod. Todos estos datos se pueden juntar para trazar la curva de demanda del mercado que
muestra la figura 7.2.

Sección 7.1 | Competencia perfecta y eficiencia 145


7.1 Figura 7.1 Valores de reserva de compra-
Compradores Valor de reserva ($) Vendedores Valor de reserva ($)
dores y vendedores en el mercado de iPod
Magdalena 70 Ton 10
En el mercado de iPod, tenemos un total de
Cristina 60 María 20
7.2 siete compradores y siete vendedores con
Juan 50 Salvador 30
un valor de reserva diferente para un iPod.
David 40 Felipe 40
Los siete compradores juntos conforman la
Pedro 30 Andrés 50
demanda del mercado de iPod, y los siete
7.3 Luisa 20 Mateo 60
vendedores reunidos constituyen la oferta
Alberto 10 Celia 70
del mercado de iPod.

7.4 Ton, María, Salvador, Felipe, Andreu, Mateo y Celia son vendedores en este mercado, y
cada uno de sus valores de reserva (valores por los que están dispuestos a vender, o costes
marginales) también aparece en la figura 7.1. Por ella sabemos que Ton está dispuesto a
7.5 vender su iPod por 10 $; María, por 20 $; y así vamos subiendo hasta llegar al valor de
reserva de Celia, que no vendería su iPod por menos de 70 $. Todos estos valores se pueden
reunir para crear la curva de oferta del mercado que se muestra en la figura 7.2.
¿Cuál es el precio de equilibrio en este caso? El precio de equilibrio viene determinado
por la intersección de la curva de demanda con la curva de oferta del mercado. La figu-
ra 7.2 revela que ese cruce arroja un precio de 40 $, que resulta ser el precio al que David
está dispuesto a comprar un iPod y Felipe está dispuesto a vender el suyo.
¿Cuál es la cantidad negociada en este precio de equilibrio de 40 $? De manera pare-
cida a como determinamos el precio de equilibrio, detectamos la cantidad de equilibrio
volviendo a consultar la intersección entre las curvas de demanda y de oferta del mercado.
Con ello vemos que la cantidad de equilibrio asciende a cuatro iPod. Esto se debe a que
cuatro personas (Magdalena, Cristina, Juan y David) están dispuestas a pagar al menos
40 $ por un iPod, al tiempo que cuatro vendedores (Ton, María, Salvador y Felipe) tienen
valores de reserva inferiores o iguales a 40 $. En este ejemplo damos por hecho que si una
persona es indiferente ante la operación, como les pasa a David y Felipe a un precio de 40
$, también la realizan.

Excedente social
Una consecuencia importante de la optimización de compradores y vendedores en mer-
cados perfectamente competitivos es que el excedente social se maximiza. El excedente
El excedente social es la suma social es la suma del excedente del consumidor más el excedente del productor, que abor-
del excedente del consumidor y el damos en los capítulos 5 y 6. Tal como comentamos en esos dos capítulos, el excedente del
excedente del productor. consumidor es la diferencia entre el valor de reserva de los compradores y lo que los com-
pradores realmente pagan; mientras que el excedente del productor es la diferencia entre el
precio cobrado y los valores de reserva de los compradores (el coste marginal). Por tanto,
el excedente social representa el valor total del comercio en el mercado. Para maximizar

Figura 7.2 Curvas de oferta


80
Precio en $

y demanda en el mercado
Celia
de iPod 70 Oferta
Magdalena

Mateo
Al plasmar la tabla de oferta 60
Cristina

y demanda de la figura 7.1 Andrés


50
en un gráfico, se obtienen
Juan

Felipe
40
unas curvas escalonadas, Salvador
David

porque cada individuo de- 30


Pedro

manda u oferta una sola María


20
unidad. Las curvas se cruzan
Luisa

Ton
en el precio de equilibrio de 10
Demanda
Alberto

40 $, y a ese precio se ven-


derán cuatro iPod, lo que se
corresponde con la cantidad 1 2 3 4 5 6 7 8
de equilibrio. Cantidad

146 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


el excedente social, son los compradores con el valor más alto los que compran; y son los
vendedores con el coste más bajo los que venden. De este modo, cada grupo independiente
7.1
de compradores y vendedores actúa lo mejor posible: optimiza.
Para entender por qué el excedente social se maximiza con el equilibrio del mercado
competitivo, observa los gráficos (a), (b) y (c) de la figura 7.3, que descompone la figura
7.2 en bloques más simples. Nótese que el excedente social (la suma de zonas sombreadas 7.2
en azul y rosa) aparece representado en los tres gráficos por la zona situada entre las curvas
de oferta y demanda del mercado desde el origen hasta la cantidad comercializada. El grá-
fico (b) muestra el excedente social con el equilibrio del mercado competitivo. Este exce- 7.3
dente se calcula sumando el excedente del consumidor y del productor de cada participante
en el mercado. Por ejemplo, como Magdalena está dispuesta a pagar 70 $ por un iPod, pero
en realidad sólo paga 40 $, su excedente del consumidor es 30 $. De igual manera, como
7.4
Ton está dispuesto a vender su iPod por 10 $, pero recibe 40 $, su excedente del productor
es 30 $. Al realizar este cálculo con todos los que participan en el mercado, vemos que el
excedente social asciende a 120 $: 60 $ de excedente del consumidor y 60 $ de excedente
del productor. 7.5
Para entender un poco mejor por qué el equilibrio competitivo maximiza el excedente
social, veamos qué pasaría si limitáramos la cantidad de ventas en el mercado por debajo de
la cantidad de equilibrio. Digamos que limitamos la cantidad de operaciones a dos: es de-
cir, los dos consumidores con el valor más alto compran a los dos vendedores con el coste
más bajo. Esto significa que Magdalena y Cristina compran y Ton y María venden. Con
independencia del precio al que se produzca la operación, el resultado será el que se mues-
tra en el gráfico (a) de la figura 7.3. En esta situación nos encontramos con un excedente
total más bajo que el resultante del equilibrio del mercado competitivo: el mercado ahora
consigue 100 $ en excedente total, el cual se calcula hallando la diferencia entre los valores
de reserva de Magdalena y Cristina (130 $), y los de Ton y María (30 $). Esta cifra es más
baja que los 120 $ de excedente obtenidos en el equilibrio competitivo del gráfico (b).
¿Qué pasaría si en lugar de eso, expandiéramos las oportunidades de comercio e impu-
siéramos la compra de cinco iPod? Es decir, los cinco compradores con el valor más alto
adquieren los iPod de los cinco vendedores con el coste más bajo. El gráfico (c) de la figura
7.3 ilustra este caso. Con cinco vendedores, tenemos que subir hasta lo más alto de la curva
de oferta e incluir a Andrés, el vendedor con el quinto coste más bajo. De la misma manera,
hay que descender hasta lo más bajo de la curva de demanda, hasta Pedro, el comprador
con el quinto valor más alto. Ahora no sólo obtenemos el excedente en el equilibrio del
mercado competitivo (al hacer cuatro operaciones, como en el gráfico (b) de la figura 7.3),
sino que también resulta la zona sombreada de amarillo del gráfico (c).

80 80 80
Precio en $

Precio en $
Precio en $

70 70 70
60 60 60
Andrés
50 50 50
Juan

40 40 40 Pérdida
Salvador
30 30 30
Pedro

20 20 20
10 10 10

0 1 2 3 4 5 6 7 8 0 1 2 3 4 5 6 7 8 0 1 2 3 4 5 6 7 8
(a) Cantidad (b) Cantidad (c) Cantidad

Figura 7.3 Maximización del excedente social


Cuando se impone un límite de dos iPod, se da la situación del gráfico (a). El excedente social no se maximiza por-
que David y Felipe no hacen un negocio que hubiera resultado rentable. En el caso opuesto, cuando se impone un
mínimo de cinco iPod, como en el gráfico (c), Andrés y Pedro se ven forzados a realizar la operación, aunque el coste
del vendedor (Andrés) es más alto que lo que gana el comprador [Pedro], lo que nos deja globalmente peor en com-
paración con el óptimo social. Si el mercado de iPod transcurre sin directrices impuestas desde fuera, como en el
gráfico (b), genera la máxima cantidad de excedente social, justamente porque no deja fuera operaciones rentables
(como en [a]), ni obliga a realizar operaciones no rentables (como en [c]).

Sección 7.1 | Competencia perfecta y eficiencia 147


La zona sombreada de amarillo en el gráfico (c) representa las pérdidas por forzar una
quinta operación. La pérdida en este caso equivale a 20 $: 50 $ – 30 $, o el coste de Andrés
7.1
menos la ganancia de Pedro. Esta pérdida se produce porque el beneficio marginal de que
Pedro obtenga un iPod (30 $) es inferior al coste marginal de que Andreu venda su iPod
(50 $). Como los beneficios marginales son más bajos que los costes marginales, las reglas
7.2 de decisión que expusimos en los capítulos anteriores indican que esta no es una operación
óptima. En este caso, el excedente total se reduce de 120 $ en el equilibrio competitivo, a
100 $ (120 $ – 20 $).
7.3
Eficiencia de Pareto
Ya sabemos que el equilibrio del mercado competitivo es eficiente, en el sentido de que se
7.4 producen todas las operaciones comerciales mutuamente ventajosas: ni más, ni menos. De
este modo, no quedan ganancias sin explotar con las que comerciar. Por tanto, el equilibrio
del mercado competitivo maximiza el excedente social: es lo mejor que puede hacer la so-
7.5 ciedad en su conjunto si su único interés consiste en maximizar
el tamaño total de la tarta económica.
El equilibrio del mercado competi- Pero en muchos casos también nos interesa saber quién se
queda con qué: cómo se reparte el excedente. Un punto de par-
tivo maximiza el excedente social:
tida natural sería preguntarse: en el equilibrio del mercado com-
es lo mejor que puede hacer la so- petitivo ¿podemos mejorar la situación de algún individuo sin
ciedad en su conjunto si su único perjudicar a otro? La respuesta es no. Este concepto recibe el
nombre de eficiencia de Pareto, y guarda relación con el exce-
propósito consiste en maximizar el
dente social. Un resultado es Pareto eficiente si ningún individuo
tamaño total de la tarta económica. puede mejorar su situación sin empeorar la situación de otro. De
modo que, además de optimizar el excedente social, el equilibrio
del mercado competitivo también tiene eficiencia de Pareto.
Un resultado tiene eficiencia de Por tanto, se puede afirmar que, en un mercado perfectamente competitivo, la primera
Pareto cuando ningún individuo función clara del precio de equilibrio es que asigna con eficiencia bienes y servicios a
puede mejorar su situación sin
empeorar la de otro.
compradores y vendedores. Una de las ideas más profundas de la economía es la teoría de
que los individuos que se rigen únicamente por su propio interés, sin ser dirigidos desde
ninguna parte, son guiados por la mano invisible para maximizar el bienestar total de la
sociedad (casi como si les ordenaran hacerlo así). Más adelante, en este mismo capítulo,
veremos una verificación empírica (recuerda que ésta se consigue mediante la observación
y la medición directas) de esta predicción teórica.

7.2 Ampliación del alcance de la mano


invisible: del individuo a la empresa
Aunque la mano invisible arroja resultados claros en relación con los individuos, con el em-
pleo de conceptos introducidos en el capítulo 6 cobra un alcance bastante mayor. Imagina
una empresa formada por dos fábricas que producen microchips para vender en un mercado
perfectamente competitivo. Son dos fábricas bastante diferentes porque una se construyó a
finales de la década de 1970 y la otra, en 2015. Así que la fábrica más antigua tiene tecnolo-
gías productivas menos avanzadas y mayores costes de producción que la fábrica moderna,
tal como se muestra en la figura 7.4. En esta figura se ve que en cada nivel de producción,
la fábrica nueva produce microchips a un coste marginal más bajo que la fábrica antigua.
La empresa siempre ha permitido que cada fábrica funcione de manera independiente, y
los directores de cada una de ellas han procurado maximizar los beneficios de la planta que
tienen a su cargo. Si el precio de los microchips es de 10 $, ¿qué cantidad de microchips
debería optar por producir cada uno de los directores para maximizar beneficios? En este
caso sería adecuado aplicar la regla de decisión del vendedor que vimos en el capítulo 6:
a corto plazo, si el precio es mayor que el coste variable medio (P > CVP), entonces cada
fábrica debería expandir la producción hasta que el coste marginal igualase el precio. Su-
pongamos que P > CVP.
Así que el director de la fábrica más antigua expandirá la producción hasta que el coste
marginal sea igual al precio (o CM = P = IM), porque los ingresos marginales son iguales

148 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


Figura 7.4 Costes marginales Precio en $ 40 7.1
de dos fábricas CMVIEJA

La fábrica antigua, con un capital pro- 30


ductivo inferior, afronta un coste margi- CMNUEVA 7.2
nal más alto de producir que la fábrica
nueva. Plasmado en un gráfico, esto sig- 20
nifica que la curva del coste marginal de
la fábrica antigua (rosa) es más alta que 7.3
10
la curva del coste marginal de la fábrica
nueva (roja) para cualquier cantidad dada
de producción.
7.4
20.000 40.000 60.000 80.000
Cantidad

7.5

Figura 7.5 Cantidad de producción Precio en $ 40


óptima en la fábrica antigua CMVIEJA

La fábrica antigua maximizará beneficios CTMVIEJA


30
produciendo en el punto en el que el be-
neficio de vender una unidad adicional (10
$) sea igual al coste de producir esa unidad 20
adicional. Esta fábrica conseguirá ese obje-
tivo con 20 000 unidades.
P = IM = 10
Los costes totales que afronta la fábrica
antigua se representan mediante la región Costes: 200.000
sombreada. Recuerda que los beneficios
económicos = C(P – CTM) = 20.000(10 20.000 40.000 60.000 80.000
$-10 $) = 0 $. Cantidad

Figura 7.6 Cantidad de producción óptima


en la fábrica nueva
Igual que en el caso de la fábrica antigua de Precio en $ 40
la figura 7.5, la fábrica nueva toma el precio
de mercado (10 $) y produce en el punto en el CMNUEVA
30
que el coste marginal iguala el precio de mer- CTMNUEVA
cado. Como la planta nueva afronta un coste
marginal más bajo que la planta antigua, sería 20
de esperar que al precio de 10 $, la planta Beneficios:
nueva tuviera un nivel más alto de producción, 125.000 $

y eso es justo lo que pasa, ya que la fábrica P = IM = 10


nueva produce 50 000 unidades. Nótese ade- 7,5

más que la fábrica nueva obtiene beneficios Costes: 375.000


económicos, porque P > CTM. 20.000 40.000 60.000 80.000
En este caso los beneficios = Cantidad
50.000(10 $ - 7,5 $) = 125.000 $.

al precio en un mercado perfectamente competitivo, tal como vimos en el capítulo 6. Esto


sucede a un nivel de producción de 20.000 unidades, como ilustra la figura 7.5. La directora
de la fábrica nueva tomará su decisión de optimización de manera análoga, y producirá en
su planta 50.000 unidades, tal como ilustra la figura 7.6.
El coste total de producción se puede calcular multiplicando el coste total medio por
la cantidad (CTM × C), tal como se muestra en la zona sombreada debajo de la curva del
coste total medio (CTM) de las figuras 7.5 y 7.6. En el caso de la fábrica vieja, vemos que
este coste total asciende a 10 $ × 20.000 = 200.000 $. En el caso de la planta nueva, vemos
que el coste total es de 7,50 $ × 50.000 = 375.000 $. Mientras la antigua fábrica obtiene

Sección 7.2 | Ampliación del alcance de la mano invisible: del individuo a la empresa 149
cero beneficios económicos (porque P = CTM), la nueva planta está consiguiendo unos
beneficios económicos de 50.000(10 $ – 7,5 $) = 125.000 $.
7.1 Durante el encuentro anual de accionistas, los directores de ambas fábricas exponen
ante el nuevo director general, un conjunto de datos sobre producción y costes. Los núme-
ros le resultan tan desoladores que declara: «Dadas las diferencias en cuanto a tecnologías
7.2 y costes, ¡me sorprende que la planta más antigua aún produzca algo!». Supone que tiene
que deberse al equipo de trabajadores que lleva en ella toda la vida, y añade: «No podemos
mantener abiertas fábricas obsoletas e ineficientes sólo porque tengamos amigos traba-
7.3 jando en ellas».
Como primera medida, el nuevo director general anuncia que «ya es hora de entrar en
el siglo xxi; debemos trasladar de inmediato toda la producción a la fábrica nueva. Ésta
producirá por sí sola el total de 70.000 microchips (20.000 + 50.000) porque tiene mejor
7.4 tecnología; así demostraremos al mundo que nuestra empresa no para de avanzar con el
mínimo coste para nuestros accionistas».
Los directores de las fábricas intentan explicarle al director general los errores de su
7.5 razonamiento económico (ya que debería aplicar razonamientos de tipo marginal), pero el
gran jefe está convencido de que su intuición es correcta. Impone sus directrices y altera
la producción anual de las fábricas, tal como se muestra en la figura 7.7. A los niveles de
producción impuestos, el coste total de producción viene dado por CTM × C, o las zonas
sombreadas debajo de las curvas de CTM de la figura. El gran jefe ha conseguido lo que
quería: que la fábrica nueva produzca por sí sola los 70.000 microchips.

Precio en $ 40 Precio en $ 40
CMPREVIO

CTMPREVIO CMACTUAL
30 30
CTMACTUAL

20 20
Beneficios:
125.000

10 10

Costes: $200.000 Costes: $375.000

20.000 40.000 60.000 80.000 20.000 40.000 60.000 80.000


Cantidad Cantidad
(a) Plan de producción de equilibrio

Precio en $ 40 Precio en $ 40
CMPREVIO

CTMPREVIO CMACTUAL
30 30
CTMACTUAL

20 20
Pérdidas:
875.000
Sin
10 producción 10
Pérdidas: $1.575.000

20.000 40.000 60.000 80.000 20.000 40.000 60.000 80.000


Cantidad Cantidad
(b) Nuevo plan de producción

Figura 7.7 Los efectos de las pautas de producción impuestas


El director general consigue un fracaso rotundo: al imponer condiciones en las dos fábricas siguiendo su in-
tuición, ha aumentado los costes, eliminado los beneficios económicos e introducido pérdidas económicas de
875.000 $ (Beneficio = C(P - CTM) = 70.000(10 $ – 22,50 $) = – 875.000 $).

150 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


Un año después, en la siguiente reunión anual de accionistas, la directora de la fábrica
nueva regresa para exponer sus datos ante el director general. Explica que las condiciones
de la demanda y la oferta del mercado han mantenido los precios igual que el año anterior: 7.1
10 $ por microchip. Al director general le parece muy buena noticia, porque sospecha que
los beneficios habrán crecido mucho gracias a su decisión, y ya se imagina a la gente equi-
parando su excelsa agudeza empresarial con la de Warren Buffet. 7.2
Sin embargo, se queda hundido al enterarse de que los beneficios totales han experimen-
tado una caída considerable con respecto al año anterior. Mientras que el plan anterior de
producción arrojaba unos beneficios económicos de 125.000 $, el nuevo plan elimina esos 7.3
beneficios y los convierte en unas pérdidas económicas de 875.000 $ (¡y eso sin tener en
cuenta siquiera los costes fijos de la fábrica más antigua!). El gran jefe, a quien casi nunca
le faltan las palabras, se queda mudo, capaz tan sólo de mascullar algunas palabras de
estupor ante el estrepitoso fracaso de su plan. Conocedora del poder de la mano invisible, 7.4
la directora de la planta muestra al director general la figura 7.8, donde figuran los costes
marginales y las restricciones cuantitativas impuestas por el director general. El gráfico (a)
de la figura 7.8 muestra la curva del coste marginal de la planta antigua, y el gráfico (b) 7.5
ilustra la curva del coste marginal de la planta más reciente.
La directora de la planta explica que con el nuevo plan de producción, la planta moderna
produjo el último microchip con un coste marginal de 30 $, tal como se ve en el gráfi-
co (b) de la figura. Este coste marginal supera con mucho los 10 $ que le habría costado a la
fábrica antigua producir su primer microchip, tal como se muestra en el gráfico (a) de
la figura. De este modo, si la producción de esa unidad se hubiera traspasado de la fábrica
nueva a la antigua, los costes totales habrían bajado 20 $ = 30 $ – 10 $, ¡lo que incremen-
taría los beneficios totales en 20 $!
El gran jefe se pregunta hasta qué extremo se puede llevar ese razonamiento marginal.
La directora de la fábrica le muestra las flechas de la figura 7.8, las cuales indican que esa
misma lógica se puede aplicar hasta que los costes marginales se igualen entre ambas fábri-
cas, o hasta el punto donde CMPREVIO = CMACTUAL. Ella recalca que en ese punto los costes
totales de producción de ambas plantas se reducen al mínimo porque a partir de ahí ya no
se puede trasladar más la producción de una planta a otra de manera provechosa.
En un momento de inspiración, el director general señala que esas cifras de producción
óptima coinciden con exactitud con los niveles alcanzados por las fábricas el año anterior,
antes de que él interviniera (CMPREVIO = CMACTUAL = Precio = 10 $). Se plantea abierta-
mente cómo es posible que, siguiendo cada planta su interés particular, cada una de ellas
organice la producción de forma que los costes totales se reduzcan al mínimo, y al mismo
tiempo se optimicen los beneficios de la empresa. Con su estilo indirecto particular, el
director general acaba de toparse con uno de los principios más importantes que describió
Adam Smith en La riqueza de las naciones al manifestar que el empresario «aspira úni-
camente a su enriquecimiento propio…», pero «está guiado por una mano invisible para
llegar a un fin que no forma parte de sus intenciones»
¿La moraleja? En el supuesto de un mercado perfectamente competitivo, dejar que el
mercado opere a su aire no sólo permite que los directivos de cada fábrica maximicen los

Figura 7.8 Curvas de Precio en $ 40 Precio en $ 40


costes marginales para CMPREVIO

la fábrica antigua CMACTUAL


y la fábrica nueva 30 30

Con la imposición del di-


rector general, la planta 20 20
antigua (rosa) produce cero,
mientras que la planta nueva
(rojo) produce 70.000 unida- 10 10
des. La figura muestra que
podría haberse trasladado
parte de la producción de 20.000 40.000 60.000 80.000 20.000 40.000 60.000 80.000
la planta nueva a la antigua Cantidad Cantidad
para ahorrar dinero. (a) (b)

Sección 7.2 | Ampliación del alcance de la mano invisible: del individuo a la empresa 151
beneficios de cada una de ellas produciendo hasta que IM = CM, sino que además consi-
guen algo que nadie se propuso: minimizar los costes totales de producción. Esto es así
7.1
porque CMPREVIO = CMACTUAL, que es una condición necesaria para reducir al mínimo los
costes totales entre los productores.
Un detalle no menos importante es que, con ello, las fábricas también maximizan los
7.2 beneficios totales de ambas fábricas juntas. En este sentido, conviene subrayar que las fuer-
zas del mercado dictan que la producción entre ambas plantas se distribuya de una forma
óptima para el bienestar social: consiguiendo la fabricación de bienes con la cantidad mí-
7.3 nima de recursos escasos. Eso es justamente lo que pretendió hacer el director general, sin
lograrlo. Sin embargo, cuando se permite que el mercado competitivo opere con eficiencia,
no se necesita ningún organizador (o director) general que imponga objetivos para mejorar
la sociedad. Los directores de cada fábrica lo harán así por sí solos, sin siquiera saberlo.
7.4
Por tanto, podemos afirmar que en un mercado competitivo, la segunda función específica
del precio de equilibrio es que distribuye con eficiencia la producción de bienes dentro de
un mismo sector. ¿Por qué? Porque cualquier optimizador expande la producción hasta que
7.5 CM = P; de modo que los costes marginales se igualan entre todas las empresas, por-
que todas ellas asumen un mismo precio de mercado.

7.3 Ampliación del alcance de la mano


invisible: reparto de los recursos
entre las empresas
Acabamos de ver que la mano invisible reparte de manera óptima los recursos limitados y
organiza la producción dentro de un mismo sector. Pero la economía es mucho más com-
pleja que dos fábricas de una ciudad pequeña. ¿Cómo se sabe si un sector concreto está pro-
duciendo en exceso o demasiado poco? Veamos un nuevo ejemplo para analizar si la mano
invisible tiene la capacidad de distribuir los recursos escasos entre diferentes sectores. Para
ello habrá que ahondar un poco más en las enseñanzas del capítulo 6.
A título ilustrativo, consideremos un mercado perfectamente competitivo diferente: la
venta de papel a las imprentas (con vendedores idénticos que obtienen beneficios econó-
micos positivos a corto plazo). Esta situación de mercado aparece representada en la figu-
ra 7.9. Como se ve, a un precio de 25 $ por tonelada, hay beneficios económicos. Pero,
puesto que hay beneficios económicos, ¿qué pasa a continuación?
El capítulo 6 revelaba que unos beneficios económicos positivos son una fuerza po-
derosa que atrae a nuevos participantes. Otras empresas vendedoras de papel quieren en-
trar en el sector porque también aspiran a conseguir beneficios económicos. Ilustramos el
efecto de la entrada en los gráficos (a) y (b) de la figura 7.10. El gráfico (a) muestra que la
entrada de nuevas empresas desplaza la curva de oferta del mercado hacia la derecha (de
O1 a O2). Este desplazamiento induce un descenso del precio de equilibrio (de 25 $ a 12 $)
y un aumento de la cantidad de equilibrio (de 500 millones a 620 millones).

Figura 7.9 Beneficios económicos Precio en $ 40


en el negocio de la venta de papel (por tonelada)
CTM
CM
El negocio de la venta de papel a las imprentas 30
afronta un precio de mercado de 25 $ por to-
P = 25
nelada. Los costes totales medios se sitúan muy
por debajo de 25 $ para la cantidad elegida, lo 20 Beneficio
que genera beneficios económicos (representa-
dos por el rectángulo verde). Con el acceso libre
10
a este sector, entrarán más competidores en el
negocio de la venta de papel.

20 40 60 80
Cantidad (en millones)

152 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


Precio en $ 40 Precio en $ 40 7.1
CTM
O1 O2 CM
30 30
7.2

20 20

P = 12 P = 12 7.3
10 10

D
7.4
200 400 600 800 20 40 60 80
Cantidad (en millones) Cantidad (en millones)
(a) Mercado del papel de imprenta (b) Costes de la empresa
7.5
Figura 7.10 Entrada de nuevas empresas y sus efectos en el mercado
Cuando entran empresas adicionales en el mercado del papel de imprenta, la curva de oferta se desplaza hacia la dere-
cha, lo que reduce el precio de mercado. La entrada de competidores continúa mientras haya beneficios económicos (P >
CTM). Sin embargo, en cuanto los beneficios económicos caigan a cero, las empresas dejarán de tener un incentivo para
entrar en el negocio de la venta de papel y dejarán de llegar nuevos competidores.

¿Cuándo cesará la entrada de nuevos competidores? Tal como vimos en el capítulo 6,


la entrada cesa cuando el precio de mercado cae hasta el punto en que la curva del coste
marginal cruza la curva del coste total medio. En este ejemplo, el precio de equilibrio es
12 $ por tonelada, tal como se muestra en el gráfico (b) de la figura 7.10. Esto se debe a
que a cualquier precio superior a 12 $ por tonelada, habrá empresas papeleras que quieran
entrar en el mercado porque pueden obtener beneficios económicos positivos. Una vez que
el precio alcanza el mínimo de la curva del CTM, se alcanza el equilibrio porque P = CM =
CTM, lo que significa que hay cero beneficios económicos y, por tanto, ninguna razón para
que más empresas entren en el negocio.
Este ejemplo ilustra lo que sucede cuando hay beneficios económicos positivos en un
sector: los recursos fluyen hacia él porque hay beneficios de los que aprovecharse. Este
comportamiento hace que los recursos fluyan de los sectores menos productivos a los más
productivo. Es decir, los empresarios aspiran a mejorar sus beneficios, y por eso desvían los
recursos hacia la producción de los bienes y servicios que la sociedad más valora.
¿Y qué sucede si el precio de equilibrio está por debajo de la curva del CTM? Pensemos
en un negocio relacionado con la distribución: el mercado del transporte en el Medio Oeste
de Estados Unidos, donde los camioneros transportan el grano de maíz desde los campos
productores hasta los molinos de cereales por 10 $ la tonelada. Este mercado se encuentra
en la actualidad en una situación en la que el precio es inferior al coste total medio (P <
CTM), tal como se ilustra en la figura 7.11. Esto significa que las empresas de transporte
deberían salir del mercado porque obtienen beneficios económicos negativos, o pérdidas.

Precio en $ 40
Figura 7.11 Pérdidas económicas
(por tonelada)
en el mercado CTM
CM
del transporte por carretera 30
El mercado del transporte por ca-
rretera tiene un precio de mercado
20
de 10 $ por tonelada de maíz. A
ese precio, el coste total medio
P = 12
es mayor, lo que genera pérdidas 10
económicas (representadas por el Pérdidas
rectángulo rosa). Si hay libertad para
entrar y salir del sector, las empresas
de transporte saldrán de él. 100 200 300 400
Cantidad (en millones)

Sección 7.3 | Ampliación del alcance de la mano invisible: reparto de los recursos 153
Y ¿a dónde van a actuar esas empresas? Una posibilidad es que empiecen a distribuir pa-
pel para las imprentas. Como es natural, no tiene por qué ocurrir así, puesto que hay miles
7.1
de trabajos alternativos para los camioneros, pero es una posibilidad indiscutible. El efecto de
esta salida de los camioneros del mercado del transporte de grano aparece representado
en el gráfico (a) de la figura 7.12: la curva de oferta se desplaza hacia la izquierda, lo que
7.2 incrementa el precio de equilibrio (de 10 $ a 12 $) y reduce la cantidad de equilibrio (de
3.200 a 3.000 millones de toneladas de maíz transportado).
¿Cuándo cesará la salida de empresas del mercado de transporte de grano? Igual que
7.3 sucedía con la entrada, los camioneros seguirán abandonando el sector hasta que el precio
alcance el mínimo de la curva de CTM, tal como ilustra el gráfico (b) de la figura 7.12.
De nuevo, en cuanto el precio de mercado alcance el mínimo del CTM, se habrá llegado al
punto de equilibrio, porque P = CM = CTM, así que no hay ninguna razón para que más
7.4
empresas abandonen el sector.
Este ejemplo sencillo revela que el poder de la mano invisible llega mucho más allá de
los individuos que comercian en los mercados y de los directores de fábricas de micro-
7.5 chips. Lo que acabamos de aprender es que los mercados competitivos aportan grandes
incentivos para que los empresarios que persiguen beneficios trasladen sus recursos de
sectores poco rentables a los rentables. Ese desplazamiento de recursos continúa hasta que
cada sector alcanza exactamente la cantidad adecuada de producción.
Este desplazamiento de recursos provoca un resultado muy importante: cuando hay equi-
librio en un mercado perfectamente competitivo, la producción se efectúa en el mínimo
CTM, tal como ilustran las figuras 7.10 y 7.12. Como los recursos salen de los sectores en los
que el precio no llega a cubrir los costes de producción, y entran en los sectores donde el pre-
cio sí cubre los costes de producción, el valor total de la producción se maximiza en el equi-
librio. De este modo, el precio de mercado actúa como un incentivo para que los vendedores
promuevan el máximo bienestar para la sociedad (desplazan los recursos escasos hacia su
mejor uso posible), aunque cada uno de ellos sólo aspire a maximizar sus propios beneficios.
Este razonamiento conduce a una tercera función específica de los pre-
cios de equilibrio en un mercado competitivo: reparten los recursos esca-
La entrada y salida de empre- sos entre los distintos sectores de una economía de una manera óptima.
Esto se debe a que el equilibrio de un sector se sitúa allí donde P = CTM =
sas es un buen indicativo de CM, y esto sólo ocurre en el punto más bajo de la curva de CTM. Visto así,
que el mercado está funcio- la entrada y salida de empresas en un sector es un buen indicativo de que el
nando, no un signo de que mercado está funcionando, no un signo de que algo vaya mal.
De hecho, si no se detectaran entradas ni salidas, habría que temer que
algo vaya mal. el mercado no funciona bien: la zanahoria de los beneficios económicos y
el palo de las pérdidas económicas no estarían cumpliendo con su función
distributiva en ese caso.

Precio en $ 40 Precio en $ 40

O2 CTM
CM
30 O1 30

20 20

P = 12 P = 12
10 10

1.000 2.000 3.000 4.000 100 200 300 400


Cantidad (en millones) Cantidad (en millones)
(a) Mercado del transporte de grano por carretera (b) Costes de las empresas del sector

Figura 7.12 Salida de empresas y sus efectos en el mercado


El mercado del transporte de grano por carretera afronta pérdidas económicas, así que las empresas de transporte
saldrán del sector y reducirán la oferta hasta el momento en que haya cero pérdidas económicas, lo que ocurrirá
cuando P = CM = CTM.

154 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


7.4 Los precios dirigen la mano invisible 7.1

El hecho de que el mercado pueda cumplir su función sin que nadie lo dirija tal vez le
parezca un misterio científico tan fascinante como los grandes retos que desafían hoy a la
humanidad. ¿De qué está hecho el universo? ¿Cuál es la base biológica de la conciencia? 7.2
Desde la perspectiva de la economía, uno se puede preguntar hasta qué punto se puede
desentrañar el misterio de la mano invisible.
Lo que sabemos hasta ahora es que, cuando se dan las condiciones adecuadas (y de- 7.3
bemos subrayar que se trata de unas condiciones muy estrictas), el interés personal y el
interés general están perfectamente alineados. Esto es lo que animó a Adam Smith a afir-
mar que, cuando los mercados funcionan bien, quienes promueven sus intereses privados
7.4
también favorecen los intereses de la sociedad, como si estuvieran dirigidos por una «mano
invisible»1 que les insta a hacerlo. Esta idea fundamental nos enseña que cuando los mer-
cados alinean el interés propio con el interés social, se obtienen resultados muy deseables.
Pero, ¿qué induce a los agentes económicos a actuar de esta manera? La respuesta sim- 7.5
ple es que el incentivo radica en los precios. Los precios del mercado funcionan como la
unidad de información más importante, que hace que compren los compradores con un
alto valor de reserva y favorece la venta de los vendedores de bajo coste. Por ejemplo, los
precios se ajustan hasta que la cantidad demandada de propiedades en primera línea de mar
se equipara con la cantidad ofertada de propiedades frente al mar. De la misma manera, los
precios obligan a los empresarios a repartir la producción de bienes de manera eficiente, ya
sea entre empresas pertenecientes al mismo sector, o entre sectores dentro de la economía
global. El flujo de mano de obra y de capital físico hacia los sectores más rentables sitúa la
producción justo en el nivel adecuado cuando hay equilibrio en un mercado competitivo.
No parece realista creer que los precios por sí solos organizan los miles de mercados
conectados entre sí de formas que aún no hemos empezado ni a desentrañar. Nadie conoce
todas las conexiones que existen entre los mercados de la madera en Canadá, los mercados
del grano en Iowa, los mercados de la pesca en el mar de Irlanda, los mercados del té en
China, y el mercado del turismo en Costa Rica, pero el hecho de que el sistema de precios
sea capaz de organizar el comportamiento de una red tan amplia de mercados, individuos y
grupos, revela el poder de los incentivos dentro del sistema de mercado.
Vernon Smith, premio Nobel de economía y pionero en el empleo de experimentos de
laboratorio en economía, declaró lo siguiente acerca de los precios:
¿Cómo es posible que el sistema de precios cumpla su función global sin que nadie lo
dirija…? Destrúyanlo con la economía dirigida y resurgirá como un ave Fénix de mil
cabezas… ninguna ley y ninguna fuerza policial pueden detenerlo, porque la policía se
convierte por igual en parte del problema y de la solución… El sistema de precios… es
un misterio científico… comprenderlo es saber algo sobre cómo pasó la especie humana
de ser cazadora-recolectora a las revoluciones agrícola e industrial y, por último, a un
estado de opulencia.2
Parte del funcionamiento de los precios para guiar la mano invisible se puede entender me-
diante un ejemplo muy anecdótico que le ocurrió a uno de los autores de este libro cuando
vivía en Florida a finales de la década de 1990. En aquella época hubo muchísima actividad
y avisos de huracanes. Con cada uno de ellos se disparó la demanda de bienes tales como
planchas de contrachapado para cubrir ventanas, agua embotellada y hielo, así como gene-
radores por si se iba la corriente. Y, como ya sabes, ese aumento repentino de la demanda
desplaza la curva de demanda hacia la derecha, lo que incrementa el precio.
Para ilustrarlo, analicemos el mercado del agua embotellada. ¿Qué pasaría si de pronto
se disparara la demanda de agua embotellada en Florida? la situación aparece representada
en la figura 7.13. A cualquier nivel de precio, se solicitan más unidades con la nueva curva
de demanda (D2) que con la curva de demanda previa (D1)
¿Cómo podría actuar la mano invisible en este caso? La subida de precio se notaría
en toda la economía, ya que animaría a los distribuidores de agua envasada a organizar
transportes especiales a Florida para cubrir el aumento de la demanda. De hecho, durante
aquellos periodos se veían con frecuencia camiones con matrículas de otros estados trans-
portando agua embotellada. La mano invisible guió a esos camioneros de otros estados

Sección 7.4 | Los precios dirigen la mano invisible 155


7.1 Figura 7.13 Desplazamiento hacia Precio
fuera de la demanda de agua O
embotellada

7.2 Cuando se establece una alerta por


huracán, la demanda de agua em-
botellada se desplaza hacia fuera,
desde D1 hasta D2. Como reacción,
7.3 los vendedores aumentan la cantidad
ofertada hasta que el mercado alcanza
un nuevo equilibrio, allí donde D2 se
D1 D2
7.4 cruza con O.
Cantidad

7.5 para cubrir la demanda transportando agua hasta los consumidores de Florida, porque eso
les daba más beneficios de los que habrían conseguido con su actividad habitual.
Como es natural, las autoridades locales se quejaron de la subida de precios. En algunos
casos, intentaron imponer que los precios permanecieran invariables en épocas de hura-
canes. Las restricciones que imponen las autoridades sobre el precio que puede pedir una
El control de precios es la empresa por un bien o servicio reciben el nombre de control de precios.
restricción que imponen las Tal como vimos en el capítulo 4, si se impone el control de precios (es decir, el precio se
autoridades al precio de un bien mantiene por debajo del precio de equilibrio), se produce escasez: la cantidad demandada
o servicio.
supera la cantidad ofertada, tal como ilustra la figura 7.14.
Es interesante señalar que, durante la estación de huracanes, cuando el incremento del pre-
cio fue más criticado y los vendedores fueron obligados con más dureza a mantener los
precios bajos, llegaron menos camiones con matrículas de otros estados transportando agua
embotellada. Esta reacción tiene sentido dentro del modelo del sistema de mercado: si no se
permite la subida de los precios y los agentes del mercado carecen de incentivos, los provee-
dores no responderán tan rápido, si es que llegan siquiera a responder. Esto se debe a que la
obligación de mantener el precio al nivel anterior no ofrece ningún incentivo a los empresa-
rios para suministrar su producto, en este caso, agua. Si los camioneros no prestaban sus ser-
vicios en el mercado antes del huracán con los precios que había entonces, ¿por qué habrían
de hacerlo ahora si su único interés radica en maximizar sus beneficios? El control de precios
que impusieron las autoridades eliminó el incentivo del precio, y garantizó que los residentes
tuvieran menos agua para beber de la que habrían tenido sin esos controles de precios.
Además de la limitación artificial de la cantidad, el control de precios genera otro pro-
blema: ¿cómo se distribuye el agua embotellada disponible (C1 en la figura 7.14)? Los
mercados libres relacionan bienes con precios (todo el que quiera una botella de agua al
precio del mercado simplemente la paga y recibe el agua). El mercado es eficiente porque
quienes están dispuestos a pagar más reciben el bien. Pero cuando se imponen controles de
precios, el mercado pierde la libertad de funcionar de manera eficiente. En esos casos, el
resultado habitual es que se forman largas colas de gente esperando a comprar el agua. Esta
situación no sólo es frustrante, sino también nada eficiente, porque nuestro tiempo tiene un
valor y el agua no siempre llega a quienes más la valoran.

Precio
Figura 7.14 Carestías: la
O
cantidad demandada supera
la cantidad ofertada
Si mantenemos el precio en P2
su nivel de equilibrio antes del
huracán, los proveedores no P1
tienen ningún incentivo adicio- Carestía
nal para cubrir el aumento de la
demanda de agua embotellada,
lo que genera escasez.
D1 D2
C1 C2 Cantidad

156 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


Precio Precio 7.1

O O 7.2
A
C
P2 D
B P1 7.3
E

D D 7.4
C2 Cantidad C1 Cantidad
(a) Excedente en un mercado libre (b) Excedente con control de precios

7.5
Figura 7.15 Pérdida de eficiencia debida a los controles de precios
El gráfico (a) muestra un mercado libre. El precio de equilibrio (P2) y la cantidad (C2) hacen que los consumidores re-
ciban el triángulo A, y que los productores reciban el triángulo B. El excedente social está maximizado. En el gráfico
(b) rige un control de precios: el precio está restringido a un valor inferior al precio de equilibrio, lo que da lugar a
una pérdida de eficiencia igual al área D. Ahora el excedente del consumidor se corresponde con el área C, y el ex-
cedente del productor es el área E. El excedente social ha descendido por la pérdida de eficiencia debida al control
de precios.

Pérdida de eficiencia
El descenso de excedente social que resulta de una distorsión del mercado se llama en econo-
La pérdida de eficiencia es el
mía pérdida de eficiencia. La pérdida de eficiencia debida a un control de precios se ve en la
descenso del excedente social
debido a una distorsión delfigura 7.15. El gráfico (a) de la figura 7.15 ilustra el excedente social cuando se permite que
mercado.
el mercado opere libremente: la cantidad comercializada es C2 a un precio de equilibrio P2.
El excedente del consumidor es el triángulo A, y el excedente del productor es el triángulo B.
Por tanto, el excedente social es el triángulo A + el triángulo B.
El gráfico (b) ilustra cómo repercute en el mercado la restricción del
precio a P1. El control de precios impide que compradores y vende-
El descenso del excedente social dores obtengan todas las ganancias que se derivan de ese mercado.
Cuando rige el control de precios, los consumidores pagan un pre-
debido a una distorsión del mer- cio P1 por botella de agua, y consumen C1 botellas. El excedente del
cado es una pérdida de eficiencia. consumidor es ahora el área C, y el excedente del productor es el
triángulo E. Al mantener el precio bajo de manera artificial, las auto-
ridades ayudan al consumidor (el área C del gráfico [b] es mayor que
el triángulo A del gráfico [a]), pero perjudican a los productores (el área del triángulo B
del gráfico [a] es mayor que el área del triángulo E del gráfico [b]). En general se produce
una pérdida de excedente debido a esa imposición. La pérdida de excedente la representa
el triángulo D del gráfico (b). Esta área representa la pérdida de eficiencia debida al control
de precios. Una pregunta obligada es si nos sentimos cómodos con esta situación
En resumen, los controles de precios obligatorios tienen tres efectos: (1) reducen el ex-
cedente social porque el número de transacciones es más bajo que en un mercado libre; (2)
redistribuyen el excedente de un lado del mercado al otro. En el caso de un tope de precios,
como el que se ilustra aquí y se comentó en el capítulo 4, el excedente se transfiere de los
productores a los consumidores; y (3) conllevan una redistribución del excedente a favor de la
gente que sale beneficiada, lo que sucede a través de mecanismos ajenos al precio. En nuestro
ejemplo de control de precios, los consumidores que están dispuestos a esperar más tiempo,
los que tienen mejores contactos, o simplemente los más fuertes, son los que reciben el bien.
Como consecuencia, unos consumidores se benefician, mientras que otros salen perjudicados.
Habrás notado que esta situación se parece mucho a la que se daba con el ejemplo del
iPod que vimos un poco antes. Cuando se limita la cantidad comercializada a dos iPod, nos
encontrábamos con un excedente total menor comparado con el resultado que arrojaba un
mercado competitivo en equilibrio. En el capítulo 10 profundizaremos mucho más en la
pérdida de eficiencia debida a los impuestos.
Sección 7.4 | Los precios dirigen la mano invisible 157
7.1
DECISIÓN Y CONSECUENCIA

La FEMA y la cadena de establecimientos Walmart después del Katrina


7.2
Durante el huracán Ka- dispares reacciones de la industria privada y la FEMA
trina en el verano de ante el huracán Katrina.
2005, gran parte de la ¿Cómo se organizó Walmart para responder con tanta
7.3 costa del golfo de Mé- eficacia? Bueno, cuenta con un centro propio de res-
xico estadounidense fue puesta a los huracanes que rivaliza con el de la FEMA,
azotada por el viento y y antes de que llegara la tormenta previó la necesidad
por litros y litros de agua. de generadores, agua y alimentos, de modo que desvió
7.4 Había agua por todas partes, pero la mayoría de ella no con eficacia esos suministros hacia la zona. El centro de
era apta para su consumo. No era fácil llevar hasta allí respuesta a los huracanes de Walmart estaba en pleno
las provisiones básicas a las que estamos acostumbrados, funcionamiento cuando llegó el huracán, con 50 emplea-
7.5 y la situación pilló por sorpresa a la Agencia Federal para dos gestionando la respuesta desde la sede central.
la Gestión de Emergencias (FEMA). Parece el tipo de respuesta que tendría que haber
En respuesta a catástrofes tales como un huracán o un ofrecido la FEMA pero, entonces, si ese era el trabajo de
terremoto, una caricatura del sector privado es que las la FEMA, ¿por qué respondió Walmart de un modo tan
empresas estafarán a los consumidores. Y, a veces es así, heroico? Por simple economía. Walmart sabía que se iba
pero en el caso del huracán Katrina apareció un héroe a producir un desplazamiento considerable en la curva
inesperado: Walmart. De hecho, el alcalde de Kenner, de demanda del agua, de generadores y de hielo con la
en la periferia de Nueva Orleáns, emitió las siguientes tormenta, y la reacción de manual ante esos desplaza-
declaraciones en relación con la actitud de Walmart: mientos consiste en aumentar la cantidad ofertada. Por
«… el único salvavidas de Kenner fueron las tiendas de suerte para los estadounidenses, pocos transportistas de
Walmart. No hemos sufrido saqueos generalizados por- provisiones son mejores que Walmart en aquel país.
que Walmart se presentó con alimentos y agua para que Pero Walmart cuenta con una ventaja adicional frente
nuestra gente pudiera sobrevivir». a la FEMA. La empresa conoce al dedillo el mercado de
De hecho, durante las tres semanas posteriores al Ka- las provisiones. Walmart calcula a diario la demanda
trina, Walmart fletó casi 2.500 camiones de provisiones de los millones de consumidores que tiene, y suministra a
con destino a las zonas dañadas. Aquellos camiones lle- tiempo los productos necesarios para maximizar sus be-
garon a las zonas afectadas antes que la propia FEMA, neficios. La FEMA, en cambio, no tiene esos incentivos,
cuyas dificultades para reaccionar tras el huracán fueron así que, cuando de repente se ve ante el cometido de
tantas que acabó mandando 13 toneladas de hielo a dar respuesta a una tormenta devastadora como Katrina,
Maine en lugar de Mississippi. Estas anécdotas y muchas la FEMA intenta intuir qué necesitará la gente y, para
más se encuentran en Horwitz (2009), quien sintetiza las cuando se ve capaz de actuar, ya ha intervenido una em-
presa como Walmart para solventar las carencias.3

La economía dirigida
Para comprender la dificultad de lo que consigue la mano invisible, resulta esclarecedor
considerar los casos en que diferentes países han intentado imponer controles estrictos a la
economía, pretendiendo hacer el trabajo de la mano invisible. Un ejemplo de las grandes
diferencias que pueden deparar este tipo de intervenciones lo ofrece el caso de Corea. Des-
pués de la Segunda Guerra Mundial en el año 1945, la Unión Soviética y Estados Unidos
acordaron la rendición y el desarme de las tropas japonesas en Corea. La Unión Soviética
aceptó la rendición de las tropas japonesas al norte del paralelo 38, mientras que Estados
Unidos aceptó la rendición al sur del paralelo 38. Ambos países instauraron gobiernos y
sistemas de mercado acordes con sus propias ideologías, lo que derivó en la división actual
de Corea en dos entes políticos: Corea del Norte y Corea del Sur.
El sistema económico que implantó la Unión Soviética en Corea del Norte sigue vigente
en la actualidad como una de las pocas economías dirigidas que quedan en el mundo,
donde una autoridad centralizada decide qué bienes y servicios se producen. Con la ayuda
de Estados Unidos, Corea del Sur instauró una economía de mercado basada en indicado-
res de precios y fuertes incentivos económicos. La economía de mercado en Corea del Sur
sigue pujante en la actualidad. Esta situación es, de hecho, un experimento natural único
que permite analizar qué sucede en dos regiones similares cuando en una de ellas se im-
pone una economía dirigida, y en la otra se instaura una economía de mercado.
Examinemos ambas economías un poco más de cerca. Un punto de partida es el valor de
mercado de los bienes y servicios finales producidos por cada país durante un periodo

158 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


25.000 7.1

Producto interior bruto per cápita


(dólares estadounidenses de 1990)
20.000
Corea del Sur
7.2
15.000

10.000
7.3
5.000
Corea del Norte
0 7.4
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Año

Figura 7.16 PIB per cápita de Corea del Norte y Corea del Sur 7.5
Desde mediados de la década de 1970, Corea del Sur empezó a apartarse de Corea del Norte en cuanto a PIB
per cápita. A partir de 2008, Corea del Sur tuvo un crecimiento tremendo, mientras que Corea del Norte se quedó
estancada.
Fuente: Statistics on World Population, GDP and GDP Per Capita, 1-2008 AD (Horizontal file, copyright de Angus Maddison).
Disponible en http://www.ggdc.net/maddison/..

Figura 7.17 Cotejo de Corea Corea del Sur Corea del Norte
del Norte y Corea del Sur PIB de 2008 1,34 billones de $ 40.000 millones de $
a lo largo de diversas dimensiones
Puesto del PIB en 2008 13º 95º
En esta tabla se analiza con más deta- Valor de exportaciones en 2008 355.100 millones de $ 2.062 millones de $
lle el gráfico de la figura anterior. Se Valor de importaciones en 2008 313.400 millones de $ 3.574 millones de $
aprecia el dinamismo del comercio en % industrial del PIB 39,5% 43,1%
Corea del Sur, y la dependencia de la % de servicios del PIB 57,6% 33,6%
agricultura en Corea del Norte.
% agrícola del PIB 3% 23,3%

El producto interior bruto (PIB) es determinado, o lo que en economía se denomina producto interior bruto (PIB). La figu-
el valor de mercado de los bienes y ra 7.16 muestra el PIB real per cápita de Corea del Norte y Corea del Sur desde 1950 hasta
servicios finales producidos por un
2008. Las diferencias son impresionantes. En Corea del Norte, el PIB per cápita creció de
país durante un periodo de tiempo
determinado 850 $ a tan sólo 1.133 $ durante ese periodo. En cambio, el PIB per cápita en Corea del
Sur pasó de apenas 850 $ a 18.356 $. Por poner estas diferencias en perspectiva, téngase en
cuenta que países muy pobres como Sudán y Nicaragua, tienen un PIB per cápita aproxi-
mado de 1.015 $, una cifra muy parecida a la de Corea del Norte. Es más, el patrimonio de
Bill Gates supera el PIB anual de Corea del Norte.
La figura 7.17 revela otras diferencias entre Corea del Norte y Corea del Sur medidas en
años recientes. La tabla muestra las grandes diferencias que existen en cuanto a importacio-
nes, exportaciones, resultados en los sectores agrícola y manufacturero, y el grado de servi-
cios disponibles. Curiosamente, las estadísticas apuntan a que bajo un sistema dirigido, Corea
del Norte ha tenido muchas dificultades para desarrollar algo más que una economía agrícola.
Tal vez la imagen más clara de las diferencias entre ambas Coreas sea la figura 7.18.
Esta fotografía impresionante se tomó desde un satélite estadounidense en diciembre de
2000 mientras se tomaban imágenes de distintas regiones del mundo de noche. Durante una
rueda de prensa celebrada el 23 de diciembre de 2002, el secretario de Defensa estadouni-
dense, Donald Rumsfield, comentó: «Cuando se mira una imagen de la península de Corea
de noche tomada desde el espacio, se ve que Corea del Sur está rebosante de luz, de energía
y vitalidad, y de una economía pujante. Corea del Norte se ve oscura». Aunque la región
más floreciente de Corea del Sur es la de su capital, Seúl, incluso fuera de esta ciudad hay

Sección 7.4 | Los precios dirigen la mano invisible 159


varios emplazamientos del país que superan con creces el grado de iluminación del único
punto brillante de Corea del Norte, situado en la capital, Pionyang
7.1

El planificador central
7.2 ¿Por qué es difícil que las economías dirigidas funcionen de manera eficiente y experimen-
ten un crecimiento del PIB significativo y sostenido? Veamos un caso extremo poniéndo-
nos en la piel de un planificador central. Imagina que te encargan dirigir la economía de
7.3
Estados Unidos con el objetivo de maximizar el bienestar de los ciudadanos y que tienes
ante ti una economía dirigida, y no de libre mercado. ¿Qué harías? ¿Cómo coordinarías
a tantos millones de individuos consumidores, comerciantes, proveedores de recursos y
vendedores? ¿Cómo te asegurarías de que la fábrica de tractores de Racine, en Wisconsin,
7.4 recibe el acero, el caucho, el vidrio y el resto de factores esenciales que necesita para fabri-
car tractores? ¿Cuántos coches tendría que ensamblar la planta de Chrysler de Belvidere,
Figura 7.18 Historia
Illinois? ¿Debe usarse el último gramo de cobre procedente de las minas de Utah para fa-
de dos economías
7.5 diferentes
bricar cables eléctricos o para ollas y sartenes? ¿Y qué hay del gas natural que discurre por
los campos de Texas? ¿Deben usarse esos metros cúbicos para calentar hogares de Boston
Esta fotografía nocturna o de Denver, o deberían servir para propulsar las plantas químicas de Biloxi, Mississippi?
tomada desde el Después de plantearte estos interrogantes es posible que empieces a apreciar de un modo
espacio es una imagen más global las interrelaciones de los distintos sectores. Si las minas de arena de sílice no pro-
vehemente de las
ducen suficiente sílice, las fábricas de vidrio no consiguen cubrir sus objetivos de producción.
diferencias económicas
entre Corea del Norte y
Si escasea el vidrio, disminuye la cantidad de vidrio disponible para bienes como bombillas,
Corea del Sur. espejos, pantallas LCD y parabrisas de coches. Si no se entregan a tiempo los parabrisas en la
fábrica de Chrysler de Belvidere, Illinois, los trabajadores entran en tiempo muerto, lo que a
su vez impide que Chrysler cumpla sus objetivos de producción. La reacción en cadena con-
tinuará con la fabricación de menos coches y con menos vehículos enviados por tren y por
carretera, con lo que las empresas de transporte tampoco cubren sus objetivos de portes. En
consecuencia, los concesionarios reciben menos coches para vender, lo que reduce la venta
de coches nuevos y las comisiones de los vendedores de coches. Esa disminución de ingresos
implica a su vez que los vendedores de coches reducen sus vacaciones en la playa, lo que
provoca una nueva reacción en cadena en el sector del turismo. ¡Y la sucesión de afectados
seguirá y seguirá como si fueran parte de un inmenso circuito de fichas de dominó!
Cuando los intereses de los agentes Como ves, el problema de coordinación para que varios agentes operen adecuada-
económicos coinciden, puede surgir mente es complejo para cualquier planificador central. Y, una vez resuelto el problema de
un problema de coordinación para
la coordinación, tendrás que pensar cómo atajar el problema de los incentivos: es decir,
que todos los agentes operen los
unos con los otros adecuadamente. cómo alinear los intereses de los distintos agentes. En las economías de mercado, son los
precios (no el planificador central) los que incentivan a los productores, y los beneficios
Cuando las decisiones de finales son los que determinan el éxito de los empresarios.
optimización de dos agentes Pero en las economías planificadas, las recompensas se basan en cumplir con los objeti-
económicos no están alineadas, esos vos de producción. Imagina que al director de una fábrica le encargan producir tableros de
agentes se enfrentan a un problema madera para tarimas de jardín. Si le fijan su objetivo en términos de peso, fabricará planchas
de incentivos.  
de madera muy largas, anchas y gruesas, porque quiere maximizar el peso, y es insensible a
los costes del transporte o las preferencias de los consumidores. Si le dicen que su objetivo
es la cantidad, fabricará tableros de madera muy cortos, estrechos y finos. No le importa que
se rompan cuando el consumidor camine sobre ellos para preparar una barbacoa, porque al
jefe no lo premian por la calidad. Casos como este abundan en las economías dirigidas.
Este tipo de dificultades apuntan a que el fracaso de la mayoría de las economías di-
rigidas (Cuba y Corea del Norte representan los dos últimos bastiones de las economías
dirigidas) se debe a que el planificador central no conoce bien qué quiere y necesita el
consumidor, ni las capacidades productivas de todos los sectores de la economía, y es
difícil incentivar a los trabajadores sin recurrir a los precios. Como cualquier individuo
sólo conoce una pequeña fracción de todo lo que importa a la colectividad, es imposible
que alguien realice el trabajo de la mano invisible. Esta verdad aparece en las palabras del
premio Nobel de economía Friedrich Hayek:
La maravilla es que en un caso de escasez de una materia prima, sin que se dé ninguna
orden, sin nada más que, tal vez, un puñado de gente conocedora de las causas de la
situación, decenas de miles de personas cuya identidad no podría determinarse ni con
varios meses de investigación, deciden usar esa materia o sus derivados con más mode-
ración; es decir, actúan en la dirección correcta.4

160 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


DECISIÓN Y CONSECUENCIA 7.1

Intervención y control en la cadena de tiendas de descuento Kmart


7.2
«¡Atención, clientes de Kmart! ¡Atención, clientes de encuentra en la costa este o en la costa
Kmart! ¡Tenemos bolsos al 50% en el pasillo 3! ¡Bolsos oeste de Estados Unidos.
al 50% en el pasillo 3! ¡Vayan antes de que se acaben!» De la misma manera que el planificador
Si alguna vez has visitado un establecimiento de Kmart central pierde las ventajas de respetar los 7.3
habrás oído anuncios como este. Probablemente recuer- precios de mercado cuando decide qué
das la luz azul intermitente, y la consiguiente multitud de debe producirse, Kmart ha perdido con los
compradores apresurándose hacia el celebrado pasillo años la capacidad de aprovechar el conoci-
para pelear por el botín. miento descentralizado de los encargados de sus tiendas. 7.4
Los Blue Light Specials («productos especiales de la luz Claramente, cuando cae una tormenta de invierno
azul») empezaron en 1965 en un establecimiento Kmart en la ciudad de Laramie (Wyoming, en el noroeste es-
de Indiana. El avispado gerente de la tienda utilizó la luz tadounidense), el Kmart de la ciudad no debería estar 7.5
azul de un coche de policía para llamar la atención de sujeto a las decisiones tomadas a miles de kilómetros
los clientes hacia artículos que languidecían en el local. de distancia el mes de julio anterior. Las condiciones del
Sam Walton, fundador de Walmart, elogió la idea como mercado local deberían determinar qué combinación de
una de las mejores ideas que haya habido jamás para productos se rebajan.
favorecer las ventas. De la misma manera, cuando un tórrido periodo de se-
Lo que poca gente sabe es que detrás de esta brillan- quía estival azota la ciudad de Washington (en la costa
tez hay un sistema de intervención que sin duda limita su este), y un temporal de lluvia afecta a Seattle, en el es-
rentabilidad. Durante los primeros días de los Blue Light tado de Washington (en la costa oeste), ¿por qué habrían
Specials, cada establecimiento Kmart podía elegir qué de ofrecer los mismos artículos como Light Blue Specials
productos vendía con descuento, aprovechando su co- las tiendas Kmart Washington y las tiendas de Seattle?
nocimiento del entorno local. Conviene recordar que la belleza de la mano invisi-
Hoy en día, en lugar de permitir que cada tienda elija ble no estriba únicamente en el funcionamiento de los
qué ofrece con descuento, todos los productos que se mercados tradicionales que frecuentamos, sino que se
venden como Blue Light Specials vienen impuestos por manifiesta en todo (en grupos de amigos, familias, co-
las oficinas de la empresa en Hoffman Estates, Illinois, munidades, empresas y países). En el caso concreto de
con meses de antelación. Es más, cada día se venden los Kmart, sería mejor que las decisiones no las tomara un
mismos productos como Blue Light Specials, con in- planificador central, sino la propia mano invisible, que
dependencia de si el establecimiento en cuestión se es un mecanismo de asignación difícil de emular.5

7.5 Equidad y eficiencia


Una economía de mercado tiene unas características excepcionales para proporcionar indi-
cadores de precio que orienten los recursos de manera que maximicen el excedente social
y hagan eficiente la economía. Las fuerzas del mercado actúan para eliminar pérdidas
(guiando los recursos hacia el destino correcto) y aportar incentivos para que todos los
participantes en el mercado persigan sus propios intereses, lo que a su vez favorece los in-
tereses más amplios de la sociedad. De este modo, maximizar la eficiencia conduce a hacer
la tarta social lo más grande posible.
Pero es importante reconocer que el forma habitual de elevar al máximo el excedente
social no es más que una manera de medir el progreso de una economía. Otra consideración
es cómo se distribuye la tarta. Por ejemplo, puede que muchos ciudadanos piensen que toda
persona debería tener acceso a una alimentación, vivienda y atención médica adecuadas. Si
se amplía un poco más esta idea, diríamos que un planificador social debería aspirar también
La equidad guarda relación con la a la equidad. La equidad guarda relación con la distribución de la tarta entre los diversos
distribución de los recursos por toda agentes económicos. Para algunos, equidad significa un reparto uniforme de los bienes por
la sociedad. toda la sociedad. Combinar la equidad y la eficiencia plantea varios interrogantes de peso.
¿Debemos ayudar al indigente de la esquina, o auxiliar a un trabajador desempleado?
¿Y a los niños que se mueren de hambre en África? Prácticamente carecen de ingresos, lo
que significa que están fuera de casi cualquier mercado, porque lo que están dispuestos a
pagar es insuficiente para comprar muchos de los productos que se ofrecen en estos merca-
dos. De hecho, ni tan siquiera se pueden permitir las necesidades más básicas al precio de
mercado. Resulta que el hecho de que el equilibrio de un mercado competitivo maximice el

Sección 7.5 | Equidad y eficiencia  161


excedente social, y sea eficiente, no significa que la distribución resultante concuerde con
nuestras preferencias morales.
7.1
La equidad y la eficiencia plantean diversos interrogantes importantes que entran dentro
del ámbito de la economía normativa, y que se debaten con frecuencia entre responsables
políticos y economistas. Sabemos que en un equilibrio perfectamente competitivo rige la
7.2 eficiencia de Pareto. Esto significa que no es posible atajar el hambre de un niño de África
sin empeorar la situación de otra persona. Por tanto, puede que para mejorar el bienestar de
un niño hambriento haya que quitarle varios cientos de dólares a otra gente.
7.3 No hay duda de que la redistribución de la riqueza es importante en las sociedades mo-
dernas, y en los próximos capítulos veremos que los Estados y las organizaciones benéficas
intervienen en las funciones del mercado justamente por esta razón. Como veremos, este
tipo de participación pone de manifiesto una disyuntiva importante entre la eficiencia y la
7.4
equidad y, como sociedad, tenemos que elegir continuamente entre la eficiencia y la equi-
dad. Esta es una de las finalidades fundamentales de la recaudación tributaria. En capítulos
posteriores comprobaremos que surgen un montón de preguntas interesantes cuando se
7.5 analiza la función que desempeñan los impuestos y los Estados dentro de una economía.

Economía basada en la evidencia


P: ¿Es posible que los mercados regidos por el interés particular maximicen el
bienestar general?

P
uede que este capítulo te haya despertado la curiosidad por el funcionamiento de la
mano invisible. Pero tal vez te has quedado con ganas de más comprobaciones concre-
tas para ver si la teoría describe bien la realidad. En particular, quizá te parezca que,
aunque hemos mostrado, desde un punto de vista conceptual, varios rasgos del equilibrio del
mercado competitivo, en ningún momento hemos aportado pruebas empíricas que indiquen
que alguno de ellos sea cierto realmente en la práctica (o, al menos, aproximadamente cierto).
De todos modos, es una tarea difícil porque, al igual que el planificador central en las
economías dirigidas, no observamos las curvas de demanda ni las curvas de oferta del
mercado, así que no podemos comprobar si los precios y las cantidades tienden hacia sus
valores de equilibrio. ¿Cómo podríamos ir más allá de los argumentos conceptuales de este
capítulo y ofrecer alguna prueba empírica de que la mano invisible funciona, de verdad, tal
como creen los economistas?
Para mostrar cómo han abordado los economistas esta peliaguda cuestión, proponemos
acotarla y ponerte en la piel de un operador de la Bolsa de Nueva York mediante un pequeño
experimento. Imagina que entras en la clase de economía y que en tu pupitre te encuentras una
tarjeta que te dice dos cosas: si eres comprador o vendedor, y cuál es tu precio de reserva. Es
decir, el valor que figura en la tarjeta representa para los compradores el precio máximo que
están dispuestos a pagar (precio de reserva), y para los vendedores, el precio más bajo
que están dispuestos a aceptar (otro precio de reserva, pero desde el punto de vista opuesto).
Así, por ejemplo, retomando la situación del principio de este capítulo, en la tarjeta de Mag-
dalena pondría «70 $: Comprador», y en la tarjeta de Andrés especificaría «50 $: Vendedor».
Entonces te informan de que, si eres comprador, puedes comprar una unidad en cada
ronda y, si eres vendedor, puedes vender una unidad cada vez. El experimento consistirá en
cinco rondas, y tus ganancias se decidirán de la siguiente manera: tanto para los comprado-
res como para los vendedores, la diferencia entre el precio real de compraventa y el precio de
reserva determinará sus ganancias. Así, por ejemplo, si eres un comprador con un precio
de reserva de 25 $ y consigues comprar una unidad a 20 $, tus ganancias ascienden a 5 $.
Quizá recuerdes que esto se denomina excedente del consumidor. De la misma manera, si
eres un vendedor con un precio de reserva de 5 $ y consigues vender una unidad a 20 $, en-
tonces ganarás 15 $ de excedente del productor. Cuando ocurre una compraventa, se hace
público el precio acordado para que todos los compradores y vendedores estén informados.

162 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


7.1

7.2
Cada ronda dura 10 minutos y, durante cada una de ellas, los compradores deberán levan-
tar la mano para hacer públicamente ofertas de compra que el encargado del experimento irá
anotando en la pizarra. Los compradores harán lo mismo. Los precios que proponen los com-
pradores los llamamos precios de demanda, y los precios que proponen los vendedores los 7.3
llamamos precios de oferta. La idea esencial es que los compradores quieren comprar a
los vendedores al precio de oferta más bajo, y los vendedores aspiran a vender a los com-
pradores a los precios de demanda más altos. Una vez que se acuerda una compraventa, se 7.4
borran los precios previos de oferta y demanda y se vuelve a empezar. Este esquema sencillo
se parece a la manera en que ha funcionado tradicionalmente el comercio en las bolsas de va-
lores (los precios de oferta y de demanda se gritan y, si coinciden, se ejecuta una operación).
7.5
Bien, pues ya estamos listos para comenzar el experimento.
Suena el timbre para iniciar la primera ronda de compraventas, y enseguida se proponen
precios de oferta y de demanda. Un comprador de tu derecha grita: «¡Compro a 10 $!». El
encargado del experimento anota este precio de demanda en una pizarra. Otros compradores
situados detrás de ti siguen su ejemplo, y suben satisfactoriamente el precio por encima de 10 $.
Al mismo tiempo los vendedores proponen sus precios de oferta, sin apartarse demasiado
de los valores recién propuestos con la finalidad de negociar con el comprador dispuesto a
pagar más. Entonces tú gritas: «¡Compro a 20 $!» y un vendedor acepta tu precio. Si tienes
un precio de reserva de 25 $, te das por satisfecho porque acabas de conseguir una ganancia
neta de 5 $ en la primera ronda. Ya puedes relajarte hasta que comience la segunda ronda.

Doble subasta oral


Una doble subasta oral es Este tipo de procedimiento se conoce como doble subasta oral y la primera persona que
un mercado en el que los lo estudió de manera experimental fue Vernon Smith. En una doble subasta oral, tanto los
vendedores proponen precios precios de oferta como los precios de demanda se hacen públicos de forma oral, tal como
de oferta y los compradores
proponen precios de demanda
hemos hecho antes. En su análisis de este tipo de subastas, Smith obtuvo resultados tranqui-
de forma oral. lizadores. Jugó con distintas variantes alterando la elasticidad de la oferta y la demanda, o
la cantidad de compradores y vendedores. A pesar de todas esas variaciones, los mercados
seguían convergiendo a unos precios y unas cantidades muy próximos a los de equilibrio.
La figura 7.19 ilustra un ejemplo. El gráfico (a) de la figura muestra las curvas de oferta
y de demanda de los participantes en los experimentos de doble subasta oral de Smith, con

Figura 7.19 Un ejemplo Precio en $ 4,00 4,00


de los experimentos 3,60 3,60
de Smith (1962) S
3,20 3,20
En el gráfico (a) vemos las curvas de 2,80 2,80
oferta y demanda que describen el 2,40 2,40
mercado de la doble subasta oral. P = 2,00, C = 6
2,00 2,00
El punto donde se cruzan las curvas de
1,60 1,60
oferta y de demanda indica el precio
y la cantidad de equilibrio. Aunque 1,20 1,20
estos valores de equilibrio son pre- ,80 ,80
D
dicciones teóricas, se han confirmado ,40
Periodo1 Periodo2 Periodo3 Periodo4 Periodo5
,40
mediante las actuaciones reales de 0
01234512345123451234567123456
los compradores y vendedores de los 2 4 6 8 10 12
Cantidad Número de transacciones (por periodo)
experimentos de Smith, puesto que
(a) (b)
el precio al que se acaba comprando
y vendiendo se acerca mucho al valor
Fuente: Vernon L. Smith, «An Experimental Study of Competitive Market Behavior»,
teórico, tal como se observa en el grá- Journal of Political Economy, 70, n.º 2 (1962): 111-135.
fico (b).

Sección 7.5 | Equidad y eficiencia 163


7.1
Economía basada en la evidencia (continuación)
7.2
la cantidad en el eje x y los precios en el eje y. Las curvas de oferta y demanda no son más
que la agregación de los precios de reserva de cada comprador y vendedor, que les fueron
7.3
asignados al comienzo del experimento (igual que en el ejemplo de la figura 7.2). El gráfico
(b) de la figura 7.19 muestra el precio de cada transacción completada en cada ronda en
el orden en que se produjo cada una de ellas. Es decir, el eje x contiene el momento de la
transacción y el eje y indica el precio pagado, mientras que la línea de puntos horizontal
7.4 señala el precio de equilibrio que predicen las curvas de oferta y demanda del gráfico (a).
Al principio, el precio de mercado se halla por debajo del equilibrio del mercado, pero
en la tercera ronda, el precio ya se acerca considerablemente a la predicción teórica de
7.5 equilibrio.
Desde la perspectiva de mercados tales como el de la Bolsa de Nueva York, los resulta-
dos de la doble subasta oral de Smith representan un triunfo del increíble funcionamiento
de la mano invisible. Los resultados de Smith revelan el poder de nuestra teoría en el hecho
de que el precio de equilibrio se acerca mucho al punto donde se cruzan las curvas de oferta
y demanda. Si ahondamos más en estos datos y otros afines, descubrimos que son los com-
pradores con precios de reserva altos los que compran, y que son los vendedores con costes
bajos los que venden, y que nadie más comercia.
Quizá te parezca que, en efecto, se trata de un ejemplo muy primitivo, puesto que se
parece bien poco a los mercados que sueles encontrarte por ahí. O sea, ¿cuántas veces
te has topado con mercados en los que imperan condiciones análogas a las de una doble
subasta oral? A menos que hayas trabajado como agente en la bolsa de valores de tu país,
lo más probable es tu respuesta sea «nunca». Lo más probable es que el tipo de mercado
en el que operas de manera habitual sea la tienda de alimentación de tu barrio, donde los
precios figuran en una etiqueta, o incluso algún mercado en el que hayas podido regatearle
al vendedor, como un concesionario de coches usados o un mercadillo callejero.

Negociaciones bilaterales
Si dejáramos que compradores y vendedores se juntaran y negociaran de manera privada
para comprar y vender bienes, ¿tendríamos unos resultados tan prometedores como los que
obtuvo Smith en sus dobles subastas orales? Esta es precisamente la pregunta que se hizo
uno de los autores de este libro (List) al concluir varios experimentos de campo en una gran
Una negociación bilateral es diversidad de mercadillos: desde un encuentro de intercambio de cromos deportivos, hasta
un sistema de mercado donde Disney World, donde niños y adultos comerciaban con insignias diversas. A diferencia
un solo vendedor y un solo
comprador negocian en privado
de Smith, List trató con compradores y vendedores reales enfrascados en negociaciones
el precio del bien. bilaterales (donde un solo comprador y un solo vendedor regatean entre sí), en lugar de
vociferar sus propuestas a un grupo.

Figura 7.20 Un ejemplo de los Precio en $ 19


experimentos de campo de List 18
17
Aunque los participantes en el expe- 16
rimento de List no contaban con la 15
ventaja de un subastador central que 14
contribuyera a informar de los precios 13
que se iban proponiendo, resultó que 12
los precios acordados se acercaban de 11
nuevo al precio de equilibrio teórico. 10
Fuente: John A. List, «Testing Neoclassical Compe- 9
titive Theory in Multilateral Decentralized Markets»,
8
Journal of Political Economy, 112, n.º 5 (2004): 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39
1131-1156.
Número de transacción

164 Capítulo 7 | La competencia perfecta y la mano invisible


7.1

7.2
En gran cantidad de situaciones (con distintos tipos de comerciantes, de curvas de de-
manda y de oferta del mercado, y cantidades diversas de compradores y vendedores) List
detectó una fuerte tendencia en los precios a acercarse al equilibrio competitivo. ¡El re- 7.3
sultado se mantuvo incluso con niños pequeños! La figura 7.20 presenta un ejemplo de la
investigación de List, donde el precio de cada transacción figura en el eje y, y cada tran-
sacción se representa de manera secuencial en el eje x. Estos datos indican que el mercado
converge hacia la intersección de la oferta y la demanda (la cual se representa aquí como un 7.4
precio situado entre las dos líneas de puntos, una en 13 $ y la otra en 14 $).
Una de las consecuencias de esta investigación es que in-
cluso en mercados reales descentralizados, los precios y las 7.5
La mano invisible es mucho más po- cantidades convergen allí donde la demanda se cruza con la
oferta. De hecho, incluso con un pequeño número de compra-
derosa de lo que muchos suponen. dores y vendedores (seis de cada), List comprobó que el pre-
cio y la cantidad convergen en la intersección de la demanda
y la oferta. De este modo se verifica que la mano invisible es
mucho más poderosa de lo que muchos suponen de entrada, ya que esos mercados suelen
acercarse a la eficiencia total: el excedente social casi se maximiza en muchos mercados.
Y la cuestión que planteamos al principio de este capítulo (¿Es posible que los mercados
regidos únicamente por el interés particular de los participantes maximicen el bienestar
general de la sociedad?) tiene una respuesta afirmativa.

Pregunta Respuesta Datos Observaciones


¿Es posible que los mer- Sí. Experimentos de laboratorio Los experimentos permiten
cados regidos únicamente y de campo. analizar si los compradores
por el egoísmo maximicen con precios de reserva altos
el bienestar general de la son los que compran, y si los
sociedad? vendedores con costes bajos
son los que venden, y si se
da el número predicho de
compraventas. Los datos no
proceden de empresas perte-
necientes a un sector ni de va-
rios sectores. Por tanto, sólo
exponemos aquí el primero
de los tres resultados básicos
de un equilibrio perfecta-
mente competitivo.

Si dejaras de leer este libro en este punto, y te hubiéramos convencido, defenderías a


capa y espada el mercado libre. Esto se debe a que la belleza del sistema económico es
inigualable. Sin embargo, hay situaciones importantes que impiden el funcionamiento de la
mano invisible. Por ejemplo, los procesos productivos de muchas empresas contaminan el
agua o el aire, lo que perjudica a la gente. De la misma manera, si una empresa no es toma-
dora del precio, sino que tiene la capacidad de fijar precios, podrá redistribuir los recursos
en su favor y tal vez el excedente social no se maximice.
En los próximos capítulos exploraremos de qué manera éstas y otras situaciones reales
frustran la labor de la mano invisible. Y esos ejemplos nos llevarán a considerar cuál es
la mezcla adecuada de mercados libres e intervención gubernamental. Veremos que todas
las economías modernas de éxito tienen una mezcla de mercados libres y de intervención
del Estado.

Sección 7.5 | Equidad y eficiencia 165

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