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No es la primera vez que José Luis chheimer, Las transformaciones del es-
Monereo Pérez se ha adentrado en el tado y del derecho de Léon Duguit, Cul-
pensamiento político de Harold Joseph tura jurídica y política del derecho de
Laski (1893-1950). Ya lo hizo de una Giovanni Tarello, Principios de dere-
forma magistral con el estudio prelimi- cho público y constitucional de Maurice
nar «La Filosofía política de Harold J. Hauriou, la Historia del liberalismo eu-
Laski», que sirvió de pórtico a la edi- ropeo de Guido de Ruggiero, la Teoría
ción de La gramática de la Política. El general del derecho administrativo de
Estado Moderno que, recogiendo la clá- Adolf Merkl y Las ideas políticas con-
sica traducción (1931) de Teodoro Gon- temporáneas de Hermann Heller. Lo
zález García, se publicó por parte de que resulta más sorprendente es que
Comares en 2002. Es precisamente di- esta iniciativa parta de un catedrático de
cho estudio preliminar, con algunas pe- Derecho del Trabajo y de la Seguridad
queñas modificaciones, el que ahora se Social, que además redacta la mayor
edita aparte. La amplitud de estos prefa- parte de los estudios preliminares, y no
cios y estudios de antesala con que nos de profesores de Filosofía del Derecho,
viene deleitando a la comunidad cientí- Ciencia Política y de la Administración,
fica José Luis Monereo es impresionan- Historia del derecho y de las institucio-
te, y lo hace dentro de la Sección «Arte nes o Derecho Constitucional. Labor
del Derecho» de la Colección Crítica de tan meritoria hay que resaltarla una y
Derecho de la mencionada editorial Co- otra vez en cuantos foros científicos y
mares, en la que, con una generosidad ocasiones dé lugar cada una de sus
sorprendente, se han reeditado los últi- obras. Lamentablemente ésta es tarea
mos seis años obras de muchos autores —de elogio y/o de anuncio— que no se
especialmente gratos para una publica- está llevando a cabo de forma masiva,
ción periódica como la Revista de Estu- aunque tampoco con cuentagotas.
dios Políticos. Tales son los casos de El Este estudio sobre Laski nos parece
nomos de la tierra en el Derecho de muy logrado, aunque puedan hacérsele
Gentes del «Ius publicum europaeum» algunas observaciones generales, como
y El Leviathan de Carl Schmitt, La re- la de que maneja sobre todo las versio-
forma constitucional y el Tratado de nes españolas de sus obras y mucha
derecho político de Adolfo González doctrina en castellano, de autores ingle-
Posada, la Teoría General del Estado ses y norteamericanos vertidos a la len-
de George Jellinek, los Elementos de gua de Cervantes. Por otro lado, la figu-
sociología jurídica de Georges Gur- ra de Laski ha sido tan significativa que
vitch, La soberanía de Bertrand de Jou- hay un sinfín de artículos publicados so-
venel, la Evolución de la libertad de bre él en revistas inglesas y de EE.UU.
Roscoe Pound, Esencia y valor de la de- que incomprensiblemente brillan por su
mocracia y Teoría general del Estado ausencia. Cuando Monereo se asoma en
de Hans Kelsen, El pensamiento buro- este caso a la doctrina extranjera en len-
crático de Alejandro Nieto García, Jus- gua foránea, es italiana, como sucede en
ticia política. Empleo del procedimien- la parte final del libro que nos ocupa y
to legal para fines políticos de Otto Kir- además es de Derecho del Trabajo, Po-