(Proceso de ajuste y adaptación del

organismo a las condiciones medio

ambientales)

La adaptación es el proceso por el cual los organismos se adecuan al ambiente

que los rodea para vivir mejor, pero para tener de manera clara y precisa lo que
con lleva este tema, tendremos tres términos que tendrán una gran influencia en
dicho proceso, así que vamos a profundizar en dichos términos: Entropía: Tiene su
origen en los estudios de la termodinámica para explicar por qué determinados
fenómenos que respetan la conservación de energía no se concretan en la
realidad, es una medida de la parte no utilizable de la energía contenida en un
sistema o materia y sirve para medir el grado de desorden dentro de un proceso y
permite distinguir la energía útil, que es la que se convierte en su totalidad en
trabajo, de la inútil, que se pierde en el medio ambiente. El concepto de entropía
puede ser usado como sinónimo de desorden al que un sistema se puede
someter. Y podemos asociar varias palabras clave para tener breves definiciones
del término (Caos, desorden y desequilibrio). Homeostasis: es el conjunto de
fenómenos de autorregulación que llevan al mantenimiento de la constancia en las
propiedades y la composición del medio interno de un organismo. El concepto fue
elaborado por el fisiólogo estadounidense Walter Bradford Cannon. Este término
trasciende a la biología para hacer referencia a la característica de cualquier
sistema, ya sea abierto o cerrado, que le permite regular el ambiente interno para
mantener una condición estable. La estabilidad es posibilitada por distintos
mecanismos de autorregulación y diversos ajustes dinámicos. Y para describirlo
en palabras clave tenemos: equilibrio, estabilidad, regulación y balance.
Retroalimentación positiva y negativa: para comprender mejor este término
debemos saber con certeza el concepto de “retroalimentación” este se refiere a
un mecanismo de control de sistemas en el cual los resultados obtenidos de una
tarea o actividad son introducidos en el “sistema” con la finalidad de influir o actuar
sobre las decisiones o acciones futuras, bien sea para mantener el equilibrio en el
sistema, bien para conducir el sistema hacia uno nuevo. Así dicho termino nos
conduce a la relación de dos tipos de retroalimentación: la positiva y la negativa.
Hablando de la positiva tenemos que: se encarga de amplificar o potenciar ciertos
cambios o desviaciones introducidos en un sistema, para que este pueda
evolucionar o crecer hacia un nuevo estado de equilibrio, diferente del anterior.
Sus palabras claves vendrían siendo: desarrollo, eficiencia y equilibrio. Por otro
lado, tenemos la negativa, donde tiene como función el control y regulación de los
procesos de un sistema. Como tal, se encarga de mantener el equilibrio dentro del
sistema, contrarrestando o modificando las consecuencias de ciertas acciones. De
allí que se asocie a procesos homeostáticos o de autorregulación.