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Montserrat Escribano-Cárcel
University of Valencia/ Facultad de Teología San Vicente Ferrer
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Repolitizar el mundo,
CONTRI cuerpos aliados en tiempos
BUCIONES
de contagio y descarte
Ecos
Monsterrat Escribano. Consejo de Dirección de Iglesia Viva.
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Repolitizar el mundo,
CONTRIBUCIONES
cuerpos aliados en tiempos
Ecos
de contagio y descarte
za cristiana no mira solo al futuro, al por- diciones de vida. Eso supone, como dice
venir, sino que tiene puesta su atención Fassin, recordar la inviolabilidad de nues-
y oído también en el pasado (Escribano tro cuerpo que se ha convertido, para
Cárcel 2020). Tener puesta la atención en buena parte de las culturas, en signo su-
el pasado no es tratar de volver a recons- premo de la humanidad. Y es que resulta
truirlo para imponerlo, ese es un esfuer- insoportable a nuestra sensibilidad moral
zo propio de la ideología fascista. Por el el ejercicio del poder sobre el cuerpo y
contrario, ahora que atravesamos lo que lo calificamos como un hecho inaceptable
las ciencias sociales denominan un hecho que nos resulta inhumano (Fassin 2018,
social total y que según Ignaci Ramonet: pp.124-125).
“convulsiona el conjunto de las relaciones Sin embargo, según muestra este so-
sociales, y conmociona a la totalidad de ciólogo, lo intolerable, lo que repugna a
los actores, de las instituciones y de los la razón y a los sentimientos no puede
valores” (Ramonet 2020), parece que la entenderse como una conquista paula-
convulsión y la conmoción pueden ser tina dentro de un proceso civilizatorio
aliviadas si repensamos cuál es nuestra continuado y compartido por todas las
memoria y no olvidamos la pregunta de culturas. Así que, insta a las ciencias so-
cómo hemos llegado hasta aquí. Frente ciales –entre ellas incluimos también a las
a estas cuestiones, la propuesta creyente teologías– a la exploración continuada y
cristiana invita a ser conscientes de nues- atenta de las desdichas y la miseria en el
tro pasado y a responder a la obligación mundo. Para Fassin, la moralización del
de no olvidar. Sin embargo, la memoria mundo, es decir, la asunción de un enfo-
cristiana conlleva la necesidad de hacer- que más humano hacia la realidad de los
se cargo de la realidad (Ellacuría 1991) que padecen o son descartados no es un
así como también de generar reconcilia- proceso invariable a lo largo de la histo-
ción (Mate 2019), es decir, compromiso y ria, sino reversible. De ahí el peligro que
transformación de la realidad. corre para las vidas de las gentes y para
El pensamiento bíblico que brota de la propia democracia. Con facilidad, esta
la teología apocalíptica y de la sabiduría reversibilidad se traduce en restricción
de las Bienaventuranzas insiste en que la de derechos y en ataques a la dignidad.
esperanza introduce siempre la memo- Por ejemplo, encontramos estos inten-
ria como elemento necesario de orien- tos de inhumanidad entre la aparición de
tación. La expresión “Bienaventurados determinados discursos fascistas sutiles
y bienaventuradas los que ahora […]” acerca de las fronteras, la inmigración o
(Mt 5, 1-13) se convierte en una formula- los derechos de las mujeres. En estos dis-
ción provocadora del pasado que exige cursos se apela a los lenguajes del miedo
una respuesta de quién la escucha. Esta y del resentimiento que acaban tiñendo y
teología política dibuja como objetivo la determinando, casi sin darnos cuenta, la
proximidad al querer de Dios. Esta incli- agenda del resto de partidos democráti-
nación divina supone que la desigualdad, cos (Stanley 2019).
las víctimas o la violencia no deben pa- La inclinación a que las vidas no se
sar desapercibidas ni que las vidas des- pierdan está presente también en la re-
cartadas sean acalladas definitivamente. flexión de Judith Butler. Ella plantea la
El deseo de Dios en esta teología pasa siguiente cuestión: “¿de quiénes son las
por la unción de nuestra memoria que ha vidas que ya no se consideran vida, o que
de transformarse para ser ya un acto de solo parcialmente tienen esa condición
reparación y de producción de otras con- […]?” (Butler 2017, p.199). Deduce que
tales interrogantes indican que no pode- que la resistencia es dar lugar a un nuevo
mos dar por sentado que todos los seres modo de vida, a un modo más vivible que
humanos sean reconocidos como sujetos se opone a la distribución diferenciada de
merecedores de derechos y protección. la precariedad.
Advierte que la condición de sujeto con- El escenario de la vida pública se ha
lleva que esa vida pueda ser digna de visto interrumpido drásticamente. Ahora,
duelo o llorada, pero ese estatus o con- la vida compartida anteriormente en las
dición se reparte de manera diferenciada calles, plazas y espacios de recreo se ha
entre personas que se perciben como reducido. Donde hace unos meses coinci-
seres prescindibles y que: “se percatan díamos y hacíamos por encontrarnos las
de que su vida no merece salvaguardia ni unas con las otras ahora estas posibilida-
protección ni valor alguno” (Butler 2017, des han pasado a ser iniciativas aplazadas
p.199). Las vidas, sostiene Butler, necesi- o, en el peor de los casos, clausuradas
tan ser valoradas y sostenidas por estruc- ante a la posibilidad del contagio. Deam-
turas de apoyo, humano y no humano, así bular, ir de un lugar a otro sin un objetivo
como por un mundo que le da valor. Por claro e incluso pasear y encontrarnos con
ello, dice: “no puedo afirmar mi vida sin gentes conocidas y desconocidas son ac-
evaluar en términos críticos las estructu- tividades que entrañan un riesgo. Estas
ras que valoran la vida misma de forma posibilidades son una acción coordinada
diferenciada” (Butler 2017, p.201). a través de los actos verbales del habla,
Nuestras vidas están ligadas al cuer- de los gestos del cuerpo que implican
po, pero también al resto de los procesos rechazo, silencio, movilidad e inmovili-
de la vida que están fuera de mí y que tie- dad deliberada. Con ellos, dice Butler, se
nen el poder de decidir cuáles importan y ponen en marcha los principios democrá-
cuáles van a ser prescindibles o que pasa- ticos de la igualdad y los principios eco-
rán a tener una no-vida. Esta filósofa re- nómicos de la interdependencia. Estas
fiere con el término precariedad a aque- acciones coordinadas son un llamamiento
llas formas en que la vida se hace invivible a la adopción de modos de vida distintos
y no puede persistir. Además, señala que que sean más radicalmente democráticos
las personas somos interdependientes y y más interdependientes (Butler 2017,
que ello conlleva una vulnerabilidad ha- pp.217-218).
cia los demás y hacia las instituciones. De Volver a las calles y a las plazas, se-
otro modo, ante estas condiciones que se gún proponen Fassin y Butler, son una
distribuyen de modo desigual e impiden oportunidad para pensar de otra manera
que la vida buena continúe, se da tam- las nuevas modalidades de gestión de lo
bién la posibilidad de que las personas intolerable dentro de nuestras democra-
manifiesten su oposición y resistencia po- cias. Conscientes de la necesidad que te-
lítica a esas condiciones precarias. La re- nemos las unas de las otras recurrir a una
sistencia política es, en palabras de But- economía moral y no solo a la economía
ler, una política de la performatividad que política, dice Fassin, supone ir más allá de
consiste en una manera de expresar y de justificar o criticar las prácticas de control,
representar el valor de la vida. Asimis- por ejemplo, de los flujos de extranjeros
mo, subraya que es necesario entender o de las personas que reclaman protec-
también que la resistencia debe ser una ción y derecho de los Estados. La econo-
forma «de decir no» plural y corporeiza- mía moral nace de un momento compa-
da (Butler 2017, pp.216-217). En el último sional que permite una configuración mo-
capítulo de su obra termina alertando de ral distinta a partir del reconocimiento de
la razón humanitaria (Fassin 2016). Este FASSIN, Didier (2016): La razón humanita-
sociólogo nos invita a redefinir este tér- ria. Una historia moral del tiempo
mino capaz de dar lugar a la movilización presente, Buenos Aires: Prometeo.
y a la transformación de nuestros valores FASSIN, Didier (2018): Por una repolitiza-
y emociones en nuestra percepción del ción del mundo. Las vidas descartables
mundo. De este modo, la fuerza crítica en el siglo XXI, Argentina: Siglo XXI.
de la economía moral nos recuerda que
FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, María Inés (2018): “La
la moral se inscribe en relaciones socia-
potencia de la etnografía”, en FASSIN,
les que se movilizan y cambian, y por ello
Didier: Por una repolitización del mun-
es también una cuestión política (Fassin
do. Las vidas descartables en el siglo
2018, pp. 204-206).
XXI, Argentina: Siglo XXI.
HABERMAS, Jürgen (2006): Entre naturalis-
Referencias bibliográficas: mo y religión, Barcelona: Paidós.
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realidad histórica, Madrid: Trotta. TOKARCZUK, Olga (2019): El narrador tier-
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para la vida consagrada”, en CON-
FER, Volumen 59, nº 225, pp. 33-67.