Está en la página 1de 4

Seminario: La teoría de conjuntos

Sesión No. 05
Dictada por Juan Carlos Trujillo

Jueves, 03 de febrero de 2022

1 Temas

1.1. Sobre el concepto de función

2 Funciones
2.1. Escarbando en el concepto de función. Para la definición de que la clase f es una función
de una clase A en una clase B, no hemos impuesto ninguna restricción a las clases A y B.
Una cuestión que surge de manera “natural” es si esta definición se aplica cuando f , A o
B son la clase vacía ∅.
A continuación vamos a formular y responder algunas preguntas derivadas de este
cuestionamiento “natural”.

I. ¿Bajo qué hipótesis la proposición

∅ : A −→ B

es verdadera? Quizás otra manera de preguntar sea:


¿Cuáles son las condiciones necesarias y suficientes para que esta proposición
sea verdadera?
Para responderla, supongamos que la proposición es verdadera. Supongamos
también que A es distinto de ∅. Por F1 , existe y ∈ B tal que ( x, y) ∈ ∅, lo que es
imposible. Por tanto, A = ∅.
Supongamos ahora que A = ∅. Probemos que ∅ es una función de ∅ en B (inde-
pendientemente de B).
La proposición F0 es verdadera porque la clase vacía es subclase de toda clase. La
proposición F1 también lo es porque la proposición

x ∈ ∅ ⇒ (∃y)(y ∈ B ∧ ( x, y) ∈ ∅)

es verdadera para todo conjunto x, ya que el antecedente de esta implicación es falso.


Finalmente, F2 también es verdadera porque la proposición

(( x, y) ∈ ∅ ∧ ( x, z) ∈ ∅) ⇒ y = z

es verdadera porque el antecedente lo es.


En resumen:

1
Dadas las clases A y B, para que ∅ : A −→ B sea verdadera es necesario y
suficiente que A = ∅ sea verdadera.
De aquí se deduce que las siguientes proposiciones son verdaderas:

∅ : ∅ −→ ∅, ∅ : ∅ −→ B

para toda clase B 6= ∅.


II. Por otra parte:
¿Existe un grafo f 6= ∅ tal que f : ∅ −→ B?
Pues, no. Si así fuera, existiría ( x, y) tal que ( x, y) ∈ f ; luego, por F0 , x ∈ ∅, lo que
es imposible. Por tanto, si f : ∅ −→ B, necesariamente f = ∅.
En resumen:
Dadas las clases f y B, para que f : ∅ −→ B sea verdadera es necesario y
suficiente que f = ∅.
III. Finalmente:
¿Cuáles son las condiciones necesarias y suficientes para que f : A −→ ∅ sea
verdadera si A 6= ∅?
Para determinarlas, supongamos que f : A −→ ∅ y A 6= ∅. Es claro que f tiene
que ser la clase vacía, pues si ( x, y) ∈ f , necesariamente y ∈ ∅ por F0 , lo que es
imposible. Luego, A = ∅ por I.
En resumen:
Si A 6= ∅, f : A −→ ∅ es falsa.
Cambiemos el enfoque. Gracias al teorema de caracterización de una función, podemos re-
pensar la pregunta: ¿Cuáles son las condiciones necesarias y suficientes para que ∅ : A −→
B sea verdadera? Recordemos el teorema:
Dadas las clases A y B, f : A −→ B si y solo si f es un grafo tal que

i. dom f = A.
ii. rec f ⊆ B.
iii. F2 .
Con esto, tenemos que, para que ∅ : A −→ B sea verdadera, necesitamos inicialmente
que ∅ sea un grafo, que de hecho lo es pues

∅ ⊆ U ×U.

Al ser la clase vacía un grafo, podemos preguntarnos sobre su dominio y su recorrido. Es


fácil ver que
dom(∅) = ∅ y rec(∅) = ∅.
Por lo tanto, es necesario y suficiente que A = ∅ y que ∅ ⊆ B (en lo hecho anteriormente,
concluimos que F2 siempre es verdadera).
2.2. Sobre la unión de funciones. Dadas las funciones f : A −→ B y g : C −→ D, nos formula-
mos la siguiente pregunta:
¿Cuáles son todos los conjuntos M y N tales que la proposición
f ∪ g : M −→ N
es verdadera?

2
(Responder primeramente con los casos “triviales” de la clase vacía).
Parece que el primer candidato para M sería A ∪ C, puesto que

dom( f ∪ g) = dom f ∪ dom g;

luego ningún conjunto M tal que A ∪ C ⊆ M y distinto de A ∪ C puede ser el dominio de


f ∪ g (por el teorema de caracterización del concepto de función).
En resumen, si f ∪ g : M −→ N, necesariamente A ∪ C = M.
Sin embargo, no es difícil “ver” que la condición anterior no es suficiente, pues si x ∈
A ∩ C, podrían existir dos conjuntos y y z tales que

y 6= z, ( x, y) ∈ f ∪ g y ( x, z) ∈ f ∪ g;

es decir, F2 sería una proposición falsa, por lo que f ∪ g no sería una función de A ∪ C en
N, para todo N (ver el caso vacío).
En efecto: basta tomar

f = {( x, y), (u, a)} y g = {( x, z)}.

En este caso, A = { x, u}, B = { x } y f ∪ g = {( x, y), (u, a), ( x, z)}.


Lo anterior nos dice que si no existiera elementos en “común” entre A y C, esta situa-
ción nunca ocurriría. En efecto, bajo la hipótesis A ∩ C = ∅, no es difícil deducir que la
proposición f ∪ g : A ∪ C −→ B ∪ D es verdadera.
Ahora bien, tampoco es difícil ver que, a pesar de que A ∩ C 6= ∅, la proposición f ∪
g : A ∪ C −→ B ∪ D podría ser verdadera. En efecto, bastaría con imponernos la condición
de que si x ∈ A ∩ C, entonces
f ( x ) 6 = g ( x ).

En resumen:
Si f : A −→ B y g : C −→ D, una condición suficiente para que f : A ∪ C −→ B ∪ D
sea verdadera es que para todo x ∈ A ∩ C, se tenga que f ( x ) 6= g( x ).
2.3. Sobre la composición de funciones. Dadas las funciones f : A −→ B1 y g : B2 −→ C, nos
formulamos la siguiente pregunta:
¿Cuáles son todos los conjuntos M y N tales que la proposición

g ◦ f : M −→ N

es verdadera?
Dado que g ◦ f es un grafo, para que se cumpla que g ◦ f : M −→ N, es necesario y
suficiente que
M = dom( g ◦ f ), rec( g ◦ f ) ⊆ N
y que se cumpla F2 . Dado que rec( g ◦ f ) ⊆ rec( g) ⊆ C, un candidato para N sería C.
Procedamos a demostrar que

g ◦ f : dom( g ◦ f ) −→ C.

Primero, si g ◦ f = ∅, podemos concluir que dom( g ◦ f ) = ∅, por lo tanto, se cumple que


g ◦ f : dom( g ◦ f ) −→ C.

3
Ahora, si g ◦ f 6= ∅, demostremos que se cumple F2 . Sean ( x, y1 ) ∈ g ◦ f y ( x, y2 ) ∈ g ◦ f
tenemos que existen z1 , z2 tales que

( x, z1 ) ∈ f , (z1 , y1 ) ∈ g, ( x, z2 ) ∈ f y (z2 , y2 ) ∈ g.

Gracias a que f : A −→ B1 , podemos concluir que z1 = z2 , por lo tanto,

( z1 , y1 ) ∈ g y ( z1 , y2 ) ∈ g

y, dado que g : B2 −→ C, concluimos que y1 = y2 . En resumen:


Si f : A −→ B1 y g : B2 −→ C, se tiene que

f ◦ g : dom( g ◦ f ) −→ C.
Podemos plantear una nueva pregunta con base en la que acabamos de responder:
¿Cuáles son la condiciones para que la proposición

f ◦ g : A −→ B

sea verdadera?
La respuesta, en principio, puede verse simple, pues lo necesario es que

dom( g ◦ f ) = A,

pero, para ir más allá, busquemos las condiciones para que esta igualdad se cumpla. Deja-
mos al lector comprobar que se cumple lo siguiente:
Sean f : A −→ B1 y g : B2 −→ C, se tiene que:

rec( f ) ⊆ B2 si y solo si f ◦ g : A −→ C.

También podría gustarte