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Alumno: Raúl Arroyo Jiménez.

Lectura: La entrevista etnográfica o el arte de la no directividad, de Rosana Guber.

Esta lectura me parece bastante instructiva para el aprendizaje de los cimientos de dos
herramientas básicas para la investigación de campo antropológica como representan la
entrevista y la encuesta.

Puntos destacables en la lectura:

Rosana Guber se centra en la explicación y clasificación de los distintos tipos de entrevista y


encuesta ya que son elementos primordiales en la recolección de datos. Por lo tanto, su correcto
manejo es imprescindible para el trabajo de campo del antropólogo.

Por mostrar la relación entre esta disciplina científica con mi alma mater, la Historia, de la
misma manera que Antoine Prost nos animaba a “interrogar” a los hechos históricos como
forma de obtención de información en su obra Doce lecciones sobre Historia, el antropólogo
tiene que extraer la información de sus “fuentes” con ayuda de estas técnicas cualitativas.

Por ello, la autora nos describe los diferentes tipos de entrevista y encuestas existentes en base a
su forma y estructura. La entrevista antropológica sigue tres procedimientos:

- La atención flotante del investigador : modo de escucha que no saca conclusiones


precipitadas sobre ningún punto del discurso del entrevistado.
- La asociación libre del informante : presupone el no marcar ni guiar el discurso del
informante para no influenciar el elemento discursivo del mismo.
- Y, la categorización diferida: se basa en la formulación de preguntas abiertas que
ayudan a crear la base en la que reconstruir el marco interpretativo del entrevistado.

Además, nos explicita los grandes momentos que tiene el transcurso de la entrevista que
podemos distinguir como:

- De apertura: supone la toma de contacto con el entrevistado. Es una etapa donde no hay
que cerrarse en las temáticas y que se trata de descubrir cuáles son los temas/preguntas
principales para el estudio.
- De focalización y profundización: tras analizar los resultados de la etapa anterior, el
antropólogo sabe que temas son de interés y se centra en extraer información de los
mismos.

Otros aspectos importantes a la hora de tener en cuenta son: el contexto, se debe prestar cuidado
al escenario donde se desarrolla el proceso puesto que el entrevistado debe sentirse cómodo para
poder “hablar” con naturalidad; y, el ritmo, donde se aconseja pactar los tiempos de duración
para convertir el proceso en recíproco y no “quemar” al informante.

Por último, hay toda una serie de recomendaciones que la autora nos indica para que la
entrevista pueda ir por buen cauce como pueden ser las vinculadas a la objetividad y los buenos
usos de los datos que obtiene el antropólogo (no hay que sesgar en función de los intereses), el
ganarse la confianza del actor para que nos diga la “verdad” y no lo que queremos oír, el no
cansar a los informantes e intentar entrelazar preguntas que suavicen la conversación… Por lo
tanto, en consonancia con los textos anteriormente leídos, el trabajo de campo dicta mucho del
académico por lo que con perseverancia y práctica se irán obteniendo mejores resultados con el
tiempo.

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