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Reto 13.

Deficiente desempeño institucional que altera la convivencia


pacífica y la vigencia del estado de derecho
Antecedentes
Para Levitsky y Murillo, históricamente las instituciones oficiales en América
Latina han “nacido débiles” o fuera de equilibrio, lo que ha generado una
situación de incertidumbre alta, donde aquellos que momentáneamente tienen
el control del poder y llevan adelante el proceso de redacción de las reglas son
más propensos a estimar erróneamente las preferencias y/o fuerza de actores
poderosos, dejando a las instituciones con nuevos diseños vulnerables ante el
reemplazo.
Según el índice de democracia elaborado por The Economist Unit, la
democracia peruana es defectuosa y como tal se ha mantenido relativamente
en el mismo nivel durante el periodo 2006 – 2020 oscilando entre 6,11 y 6,60,
siempre por debajo del promedio de los países miembros de la Alianza del
Pacífico (Chile, México, Colombia y Perú) como del promedio de los países que
pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE). Asimismo, las dimensiones en las cuales tiene un nivel más bajo son
el funcionamiento del gobierno, la participación política y la cultura política
Estado
La mejora y consolidación de las democracias dependen de la cultura política
del país, es decir de las actitudes, creencias y opiniones de la población acerca
de ella (Claassen, 2019). De este modo, mientras mayor apoyo tenga la
democracia en un país, esta se consolidará con mayor fuerza, por otra parte, si
no se cuenta con apoyo popular se corre el riesgo de experimentar un quiebre
democrático.
Nuestro estado de derecho como el de todas las repúblicas democráticas se
sustenta en la legitimidad política, que otorgan los ciudadanos cuando
reconocen el trabajo de sus autoridades. Para ello, el Estado debe garantizar
funciones mínimas como seguridad y justicia, en proveer servicios públicos
básicos a toda la población de manera eficiente y eficaz. Cuando la gestión de
la justicia, de la democracia y de la transparencia en la representación de
intereses falla, los ciudadanos muestran una elevada insatisfacción con la
democracia y un grado muy alto de desconfianza con el Estado y las
instituciones políticas
El documento Consensos por el Perú del Acuerdo nacional, señala una serie
de medidas más inmediatas que podrían agilizar la administración de justicia:
i) promover operadores idóneos mediante procesos de selección
transparentes y meritocráticos;
ii) asegurar el acceso a la justicia articulando los servicios que brindan los
ministerios para personas en condición de vulnerabilidad y de especial
protección; incrementando el número de Módulos Básicos de Justicia;
potenciando la justicia de paz; afianzando la justicia intercultural,
regulando su coordinación con el Poder Judicial;
iii) difusión de los mecanismos alternativos de solución de conflictos;
iv) impulso del expediente digital judicial (civil, penal y laboral);
v) creación de una institución encargada de la interoperabilidad y las
estadísticas; implementando una gerencia moderna y descentralizada
en el Poder Judicial y el Ministerio Público; atendiendo la carga procesal
incrementada por la pandemia; continuando con la reforma procesal
penal; y regulando la creación de precedentes judiciales obligatorios. Cf.
(Acuerdo Nacional, 2021).
Otra de las reformas urgentes está relacionada a la institución de la Policía
Nacional, pues pese al esfuerzo de sus miembros en el combate al crimen
organizado, aún la administración de sus recursos humanos y logísticos es
deficiente. Así, tal como se indica en el capítulo “Situación actual: el Perú del
2021”, en la actualidad persiste una situación de inseguridad ciudadana que
afecta la vida, la integridad y el patrimonio de las personas. De acuerdo con el
INEI, en 2019 el 26,6 % de la población del área urbana de 15 y más años de
edad fue víctima de algún hecho delictivo,
Tendencias y megatendencias relacionadas
La megatendencia de crecientes desigualdades sociales, aunada a la
desaceleración económica que fomenta la insatisfacción de la población con
respecto al funcionamiento de la democracia y la ampliación de brechas,
podrían empeorar la situación actual de la convivencia ciudadana,
incrementándose los niveles de inseguridad ciudadana y de hechos delictivos,
percibiéndose mayores conflictos sociales e incrementando las desigualdades
de ingresos; configurándose un posible escenario de crisis social caracterizado
primordialmente por un aumento descontrolado de organizaciones criminales.
Ante ello, se necesita fortalecer los servicios de justicia y de seguridad
ciudadana que aseguren la vigencia del estado de derecho. Para lograrlo, se
deberá aprovechar los beneficios de la acelerada innovación y desarrollo
tecnológico y la creciente conectividad digital, a través de la modernización de
los mecanismos de gestión. Asimismo, ante un escenario con mayor desarrollo
tecnológico, donde se incremente la participación ciudadana a través de
medios digitales y donde exista mayor desarrollo de servicios en línea de los
gobiernos, se logrará mejorar el desempeño institucional y respectar el Estado
de derecho.
Prioridades y acciones inmediatas
Por su naturaleza el PEDN es un instrumento que orienta el accionar del
Estado en el mediano y largo plazo a fin de lograr el bienestar de las personas
y el desarrollo sostenible del país, define dentro de su estructura, prioridades
nacionales y acciones estratégicas para mejorar las condiciones de vida de la
población en el mediano plazo.
Las prioridades y acciones inmediatas propuestas en el presente acápite tienen
el propósito de enfocar de manera prioritaria las respuestas desde los diversos
sectores productivos y sociales del país; por ello se analiza de manera sucinta
la situación problemática y se proponen cambios esperados en un horizonte
temporal de corto plazo. A continuación, se plantean un conjunto de prioridades
que pretenden dar respuesta a los retos identificados en el capítulo precedente.
Como se recuerda, las prioridades son los subtemas específicos considerados
como esenciales y que deben ser abordados para el logro de los objetivos
específicos. Se definen y establecen en orden de prelación mediante la
valoración y consenso técnico y social.

Acciones inmediatas
 Reducir en el primer año la carga procesal en un 50%, y al segundo año al
100% y del tercer año en adelante sea resuelta dentro del ejercicio.
 Cumplir los plazos de resolución de las causas judiciales dentro del plazo
procesal establecido por la Ley, supervisados por la Oficina de Control de la
Magistratura – OCMA en la Corte Suprema, y de las Oficinas Desconcentradas
de Control de la Magistratura – ODECMA en las Cortes Superiores de Justicia.
 Revisar los procedimientos judiciales y eliminar los que innecesariamente
retardan el actuar del Poder Judicial y de todas las instituciones que conforman
el Sistema de Justicia como el Ministerio Público, la Policía Nacional, el
Instituto Nacional Penitenciario y la Procuraduría Pública, principalmente, a fin
que de manera orgánica coadyuven al funcionamiento óptimo –comparado con
el de la situación actual– del sistema que administra la justicia en el país.
 Implementar al 100 % las Salas y Juzgados de las especialidades civil, penal
y laboral, con expediente digital judicial, acción que debe ser cumplida en el
plazo de un año.
 Incrementar el patrullaje integrado en las calles para frenar la violencia y
criminalidad.
 Promover un sistema nacional de seguridad ciudadana a nivel nacional, con
participación más activa de los comités de seguridad ciudadana y el uso de
tecnologías digitales.
 Implementar el Sistema de Denuncias Policiales en más comisarías a nivel
nacional, mediante la ampliación del servicio de internet en zonas rurales.
 Consolidación de capacidades de investigación criminal.
 Fortalecer el trabajo policial en Comisarías y Departamentos de Investigación
Criminal a nivel nacional.
 Desarrollo de instrumentos para realizar el seguimiento de los compromisos
asumidos en el contexto de mesas de diálogo para una gestión que evite la
reincidencia de la conflictividad social.
 Capacitar a los consejos de coordinación locales y otros actores relevantes
en los territorios, en materia de diálogo y conflictividad social.
 Fortalecer y ampliar el alcance de la Estrategia Multisectorial Barrio Seguro,
promoviendo el compromiso de todos los actores.

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