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SALUDO MATINAL YA NO ERES PAN Y VINO

En este nuevo día, Ya no eres pan y vino


Señor te saludamos, Ahora que eres cuerpo y sangre
¡Oh Dios omnipotente! Vives en mi
Y Padre Providente, De rodillas yo caigo al contemplar tu
el Autor de lo creado bondad
                                         Cómo no te voy a adorar
 Por ti ceso la noche,
pasaron las tinieblas,                    Mientras te pierdes en mis labios
surgimos a la aurora Tu gracia va inundando todo mi corazón
que todo lo colora Mi corazón
y a la luz de lo creado. Por esa paz que me llena de alegría mi
  ser
Por ti brilla la luna Cómo no te voy a adorar
en lo alto de la esfera,
cintilan las estrellas Señor Jesús, Mi salvador
y el sol con llamas bellas           Amor eterno, amor divino
 Ilumina lo creado. Ya no falta nada Lo tengo todo te tengo
a Ti
(2v)
TE OFRECEMOS PADRE
NUESTRO (76) Dueño y rey del universo
Cómo puede ser posible que busques mi
Te ofrecemos, Padre nuestro
amor
con el vino y con el pan
Tu tan grande y yo pequeño y te fijas en
nuestras penas y alegrías,
mi
el trabajo y nuestro afán.
Cómo no te voy a adorar
Como el trigo de los campos
bajo el signo de la cruz,
se transformen nuestras vidas
en el Cuerpo de Jesús.

A los pobres de la Tierra


a los que sufriendo están,
cambia su dolor en vino
como la uva en lagar.

Estos dones son el signo


del esfuerzo de unidad,
que los hombres realizamos
en el campo y la ciudad.

Es tu pueblo quien te ofrece,


Con los dones de altar
La naturaleza entera,
Anhelando libertad.
ALMA MISIONERA

Señor, toma mi vida nueva


Antes de que la espera
Desgaste años en mi
Estoy dispuesta a lo que quieras
No importa lo que sea
Tu llámame a servir.
LLÉVAME DONDE LOS HOMBRES
NECESITEN TUS PALABRAS
NECESITEN MIS GANAS DE VIVIR
DONDE FALTE LA ESPERANZA
DONDE TODO SEA TRISTE
SIMPLEMENTE POR NO SABER
VIVIR
Te doy mi corazón sincero
Para gritar sin miedo
lo hermoso que es tu amor
señor tengo alma misionera
condúceme a la tierra
que tenga sed de ti.

Y así en marcha iré cantando


Por calles predicando
tu grandeza señor.
Tendré mis manos sin cansancio
Tu historia entre mis labios
Tu fuerza en la oración.

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