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“Mi día comenzó bien, o eso creo yo al menos, iba con mi amigo Manuel y me

encontré con Sara, la chica que me gusta. Estábamos en la cafetería y ésta se


hallaba prácticamente vacía. Lo vi como una oportunidad. Me acerqué y la saludé.
Me devolvió el saludo y me puse nervioso. Entonces, con un poco de tartamudeo, la
invité a un refresco. Ella me sonrió, me dio las gracias y, para mi sorpresa, se
marchó sin más, aunque yo juraría que me guiñó un ojo. A pesar de ello, Manuel no
paraba de reírse de mí.”

“Jorge y Manuel entraron en la cafetería. El primero de ellos se acercó a una chica


que también estaba allí junto a una amiga suya. Ella se llamaba Sara:

- Hola, Sara.

- Hola, ¿qué tal? - dijo la joven sonriendo.

- Muy… muy bien – tartamudeó un poco Jorge. - ¿Quieres… un… refresco?

- Vale, una Fanta, porfa. Muchas gracias.

La dependienta de la cafetería sacó varios refrescos, cada uno cogió el suyo.


Inmediatamente, Sara y su amiga, tras sonreír, abandonaron la cafetería. Manuel y
Jorge quedaron dentro, con el primero de ellos riéndose.”

“Manuel y Jorge entraron con hambre en la cafetería del instituto. Jorge se puso
muy contento al atravesar la puerta, pues vio a la chica que le gustaba: Sara. Ella
estaba con su amiga y había poca gente. Pensó que era el momento ideal para
acercarse a ella y lo hizo. Sara lo vio de lejos y murmuró a su amiga:

- Ostras, el pesado de 3ºD, a ver qué me dice, no para de mirarme.

La amiga, de nombre Almudena, rio de forma disimulada. Jorge llegó hasta su zona
y saludó:

- Hola, Sara.
- Hola, ¿qué tal? - dijo la joven sonriendo.

- Muy… muy bien – tartamudeó un poco Jorge, que se puso nervioso. - ¿Quieres…
un… refresco?

- Vale, una Fanta, porfa. Muchas gracias.

La dependienta de la cafetería sacó varios refrescos, cada uno cogió el suyo.


Inmediatamente, Sara y su amiga, tras sonreír, abandonaron la cafetería. Aunque
no se lo quiso reconocer a su amiga, le había gustado la amabilidad de Jorge, y le
parecía interesante tener a alguien detrás de ella. Por su parte, Manuel y Jorge
quedaron dentro, con el primero de ellos riéndose. A Jorge, que estaba
ensimismado, le pareció ver que Sara le había guiñado un ojo, lo cual fue fruto de la
emoción y de los nervios y no de la realidad.”

Todo eso paso el viernes. El martes nos volvimos a ver porque el lunes era fiesta.
Ocurrio algo parecido al anterior dia pero ahi lo que paso es que se quedaron los
cuatro hablando sobre los estuidos porque ya casi les iban a dar las notas. Hasta
que Manuel y Almudena que el viernes vieron ese guiño decidieron hacerles una
encerrona para que empezase y continuase la historia de amor entre la pareja.
Cuando se quedaron los dos solos ocurrio la siguiente conversación donde empezo
Jorge:

-Ya que estamos solos tenia que decirte una cosa.

- Y yo otra, que creo que es la misma.

Entonces los dos dijeron que se gustaban entre ellos, y, pagaron a medias los
refrescos y se fueron dados de la mano. Al salir les estaban esperando con confeti
a la salida y fue alli cuando salieron del escondite, con el confeti y se fueron los
cuatro a dar una vuelta bien felices.

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