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Solo Se Que No Se Nada-Dario Z
Solo Se Que No Se Nada-Dario Z
irrup(.,wn do al cosmo .
. . lma va desplazan . . t El desplazamiento va. dando origena¡
trrJ
ga. e 1a , d noc1m 1en o.
la produccion e co . roblema de la autoconciencia: el alrn <1
1
(e . . fía se denomina e p . 1 aesa.
que en tíloso . d 1conocimiento. · de to das las e
• ob1eto c:J e c.1 se pregunte por e1ongen
la vez suJeto Y Iue la 11 0s01ia osas
q
Una cosa es la 11c:J 0s011a c.1 se pregu nte por el modo en que el ser huni '
s que Á!!an0
y otra cosa e t por el origen de todas las cosas. Una cosa es
nta cuando pregun a que
pregu d qué es el univer so, pero otra cosa es que tratem
tratemos de compren comp er d os
, rendemos (o tratam os e comp rende r) córn
de comprender com 0 . . . o
. En ese giro sobre uno mism . o que se asum e e3erc1e ndo el
es e1umvers 0 . . .
. . to vamos descubriendo nuest ra inten onda d, que hasta aqui'
conoe1m1en ,
no es más que la capacidad que poseemos de conocer. Con 1a paradoja
que implica que, al conocernos a nosotros mism os, nos estamos conocien-
do con 1a misma herramienta que queremos conocer: estamos conociendo
cómo conocemos. Estamos conociendo cómo estamos conociendo.
Algo no cierra en esa circularidad, o por lo menos deja un lugar ina-
prensible. Máxime si, como se va a evidenciar a lo largo de la historia de
Occidente, el conocimiento -de mínima- nunca alcanza la objetividad,
y-de máxima- es una producción subjetiva absolutamente condicionada
por fuerzas que la constituyen a partir de un interés de poder. Ese acto de
fle · b .
autorreflexión . ' de xion so re uno mismo, ¿qué tipo de conocimiento
1
tirano 1e te del saber, un pht!o s-s op ho s . Tal vez sea 1 _ce P¡t,ª&oij1 1,¡
aman d1 , . e Prz
so1o.un e llega a nosotros de1 uso e termmo filósor'Jlo , Previ1lle.r reg1¡.r '
~ 1
. b O1nc¡.114so·lr,1
esc rito qu an te, asp ira nte , de sea nte del
·vofi'losofía. Un am 8a er. I\.J 11
sustan t1 'J' guieo e~
falta. Entramos al mercad
Se escucha cada vez más alboroto. un:
la calle. La cal le má s bu llicios a que el mercado. En ~OIJJo p111
huir de
un gru po de pe rso na s ag olp ad as mira un televisor. iQu:lasc~.
nicerías,
rece que mataron a. un activista,Lap 1
Pasó¡
regunta alguien que se acerca. Pa . .
1
d aa •
P elv e a sac ar d e m1 e3e, o sea e m1 recuperad su
bra activista me vu a
. . t ? M mi.ra extrañada. Activist ª·
angu
,. 1s a. e
La miro a mi cam pa ne ra: ¿act1v
térmi no usu al pa ra referirse no sé a cuál actividad que parece qu: no~
un nte salvo queteniase
Martín. Es un término má s globalifóbico. Aquí se usa milita , .
ota r otr a co sa: ¿tan to po de r tienen las palabras?
esté bu sca nd o co nn
do repetitivo un tape con la señora
Pero la televisión muestra de mo
re jun to al co mi sar io, la señ ora funcionaria y un zócalo
del subte sie mp
istencia de terro ristas en el subte
ante
que inc reíble me nte ale rta po r la ex
era l de un a ciu da da nía ins eg ura que agradece el cuidado de
la alarma gen bien
ar, de la política, de la policía, del
todos, de los medios en primer lug
en las ins titu cio ne s qu e este ter rorista parece quería dinamitar.
corporizado an-
a terrorista. El juego de los signific
¿Dinamita? Suena a activista, suena
tala un a son ori da d, un a cad en cia, una creencia. Al final no era
tes que ins do
Diferencia fundamental: en el esta
militante, sino terrorista la palabra. o
epc ión un ter ror ista sie mp re está bien muerto, un militanteno. Salv
de exc
apunte hacia allí. O parezca. Olo
sea
~ue su militancia sea terrorista. O , que
ella mi sm a dar se cu en ta. O lo determine el estado de excepción
sm
epc ión po rqu e est an do interr um pida la ley puede decidir lo que
es de exc . . a. pª1ªcía del
ist
qu · p
necesite.· O lo e qmere. or eJemplo, que alg uie n sea terror
1 dedor.
fra,nco · aramos un tiro
tirador-· disp . y después dibujamo s el blanco a re
. no110.
As1 siempre va a hab terron.stas, independientemente de que lo sea
, , er , d 15ubte.
Martm esta mue tO ., vidrio de la bo leten a e 1.sta
' h br Y rom pw a pa tad as el ror
Eso ereirn os a er vi st o. ] a1vez tie . ora y era un ter nte
ne raz ón la señ lage
que aprovech 0, eI tumulto d re uía,
aba la d 1 . ~ro uct o del pa ro e, infiltrándo se ent1 anarq
que reclam
,cticas extrañ evo uc10n de su d.mero, promovió el caos Y a
Pra as ...
FILOSOFÍA EN 11 FRASES 67
me
ª mi? ¿Y por qué me toco, a m1, así?r que · Q · , pie• . , es este que
e t' ,
p · t Uien nsa aqu í? ; Qm en
s ª aqu1 «adentro» ensando t d 1 re·
O O st0 ? ¿Hay alguien más? Esa es ª P
c.
en realidad cuál
es la medida de todas las cosas»). Nunca queda muy en claro
de que la verdad no
es la causa y cuál el efecto: si por haberse convencido
estrategias retóricas r.
existe, entonces muchos sofistas se dedican a enseñar las
si por causa de estas
necesarias para ganar en cualquier debate; o a la inversa,
de certezas estables
enseñanzas, llegaron a la conclusión de la inexistencia
los sofistas escriben
en el cosmos. Pero sea como sea, y aunque muchos de
con creto de su labor
brillantes textos donde justifican sus ideas, el resultado
de la argumentación
es una pérdida de valor de la palabra, del razonamiento,
: la palabra deja de '
como medio para alcanzar una verdad. O todo lo contrario
palabra, impulsando
ser un medio para volverse un fin en sí misma. Todo es
explotar a la palabra
de ese ~o~o prácticas discursivas creativas que hacen
bra de la verdad da
contra si misma. Quiero decir que la separación de la pala l
un resultado ambigu º· Asi' como mueh os sofistas se dedican a hacer pasar .e
argumento.más débil como si. fu era el mas ,
d fuer te o manejar toda una sene 1
. ' . , n al mismo tiem .
e estrategia s retóricas para vencer en toda d1sc us1o po os
t b· d . ' -
ra ªJos e Gorg1as, por eJem . l la argu men taci ón hasta sus pro
íos ext p o, lleva ndo · ta
P remos, promueve una etapa muy renovadora de la filos ofía. Cter
filosofía se vuelve , . de-
una tecmca de mercadeo Yasesoría de imagen de los Pº
rosos, pero al mism t'
la emergencia de to;o ::po se p~ovoca la gestación de ideas renovadoras y
o nuevo.
Poné el sonido ·t pel ns~mn1ent S • . ndo
• , gn a a gu1e siete , och o pers ona s mten ta .
mtrar un televisor pe quen-o colgad· omos. n1·
0 en e1mterior de una de las tantas car
111 <X,Ofl/\ 1·N 11 rl</\'., [;) 73
si me ,
do '}b dos. se conoce. ,n entre · ' lo s a ílO!Wtros 0· /,v1·amen-
1Jerca · tamb,cn se ,füma y eso ,,
J1
·¡'as Je otro c/csc onocido . me tranq 'f,Iza . Ahora
ce1 · . lo va po r ma ' "' t . UJ
d el co mi sa rio . U zó ca • <<a en tad o t :i •
. aunque n o la
1
pa
•
J, b err on sta en
te, J,
ob le m a de as od ad ón: d d
uí J,ab ª , ng o un pr
al fu
a
d,
ra m e va
.
JJ
_ eva
,
n o e
eS > 1e os se ten ta co m o .
Helg ran°' :1 te tanto d 1· , 1d - a lo s añ . n .amdentah sm o islá
m1 -
osc1an al
es JZO e ueno del loc 'g iran o la cabeza hac1·.a
1·
nJodo : e1t errorismo, ,
1
pó ster con Jas · .e "
t f Jv10
po r <le tra s se ex po ne un iorma s de t
cO· vO os rru.entras en tin o qu e , . · co r e
ra el co ns um o de l gu sto arg es um co en el mu nd o
no sotr . '
vac a pa
dela no se consigue. h
ot d
Europa
te es cu ch ar esa fra se desde un delantal blanc o o mane ado
yen 1uer t. . . 1e re1.c..unfuña
Es el mostrador· Algu1e
con los difere. ntes cortes en d
n
san gre Y de ca.nal. .Ya hay una me · sa red on a con expertos
de ye1carnicero cambia . iatras , pa ne li'sta s vano .sy
10 i·sm o int ern ac 10 na l, h1stonadores, psiqu ,
ag .. .
en terror
o c~ mo c~ n~ uc tor . El pa 1s en peligro. Pausa. Salieron
un modelo pu~hc1tan con fragancia
llitas _fe me nm as ve 1~ ticua~ro.horas de absorción
Jas nuevas toa ian una vez
l. Ne ce sit o se r ab so rb id o vemticuatro horas. Camb
. avera
pn rn zo
' ca1o.· «1a po1.ici'a detuvo un atentado terrorista». La
más de canal. Ot ro
cla da co n el olo r de la sangre de la carnicería y la
palabra terrorista, m ez
elve ~ descomponer.
fragancia primavera~, me vu le devol-
ter ro ns m o? , pe ro s1 era un muchacho pidiendo que
.Vuelve el . está-
¿
o? ,
1
e pr eg un to a m1 co m pañera. Pe ro ell a se queda
vieran Ja plata, ¿n encio como de tres segund
os
su in ter io r. Ha y un sil
tica. Algo le pasó. En se va alejando de mí, caminando
ho ra. Le nta m en te
que parece durar media , me cierra
ísi mo s pa so s ha cia atr ás . Asustadísima. Ya más lejos
con pequeñ . Pero,
ojo s co m o sa lu dá nd om e, pega media vu elta y corre
un instante los e se
to. To do es to ya se va a resolver, ¿o creés que nadi
pará, no es para tan co n una guitarra pi diendo qu e
tó so lo de un ch ico
va aenterar de que se tra no estaba,
era n el di ne ro ? No se lo llegué a decir a ella, que ya
le devolvi a. Otra
dij e a m í m ism o, qu e a esa altura tampoco ya estab
sino que me lo si me quedase viendo la telev
i-
ue to do se ría tan fác il
vez 1a angustia. Aunq zó ca los, asumien do el retorno
isa rio , re pi tie nd o los
sión, escuchando al com la vaca en el
o. Pe ro no pu ed o. No puedo dejar de pensar en
del terrorism to se
re alg uie n tie ne qu e de smembrarse para que el res
matadero. Siemp den se reproduzca, para qu
e la
sa cri fic io pa ra qu e el or
alimente. Siempre un l ve z a esta altura, ya sin sangre
,
a, M art e, M ar tín . Ta
guerra no estalle. Guerr
aunque con mucho olor...
hace
Só cra tes Pl ató n de sa rro lla la defensa que Sócrates
En Apología de Un tri buna l que Só crates sa bía
e lo es t~ ba ju zg an do .
ante el tribunal qu
1
DARÍO SZTAJNSZRAJBER
74
za de convencimiento Ya que lQ.,
~n
adverso aunque co, n cie rta esperan os · Por eso recurre su 1 'te~,()1
'd O s alurnn ue uti liz ab a en su qu eh ac ªfilºcq c,6
de los jue ces ha bia n si su er 0 sóf· ~
sua1es qri· ca. Tiene que convencer
a muchos de los recursos• unes re o
t , a un ltt
r antic ipa do y de cid %ci ¡ i:
es , re fiuta cIO ' de na do po e, Po 1
o ,
argumentacion e lo ha co n d·c
11 ere nc1. ar entre tes
. que e'l ya sa e qu b . 0 que ha ce es 1
no "ón - lo pn rn er JU. . .OS que arrastr as aC:qs~ol
ICI
. 1 ·t
ev1"denc1ar a s1 uac1 1 · tá 1u . ando y Jos pre a su q,
zg Só cra tes . Lo ac us an de «ll let Pers0
,
qu e se O es . e a erse
ciones por las . Jo qu ier de r cu an do ve qu en la
nse n . , n de cualquier po
0
na. El poder atenie . e alg ,
, · acu sac .Cuál es el límite para 1a actividad . ll1en
10
que no debe», t1pdicapn.vil.eg10 . . inte¡
. l debemos meternos? La filo sofía t' ec,
desarma 1ugares en las que no no
lím ite s, pe ro esa con cie ~ene
y zo na s co . . de sus pr op ios
tual si ha ncia se
s lím ite s qu e la con c1e ndc iab , qu eda de lo ilimitado.
má na a usmuJ· er con la que hui, del subte. Toda 1 .
J desenfre .d la aVida
alcanza por a n . c .,
be r 1 o co
Me odría ha d , haber» que siempre, una vez Ju ga da la ele
P . cion ,
«m e Pº na . ce r. Ha y co sas con las
es un eterno . ue finalmente dec1d1mos had . . que
pa rec e me 1o r qu e 1o q o _in ve sti ga r qu é hay en el
le dic en a Só cra tes , so br e to
no hay que meterse, para. acu.sarlo de ate o,
. u· Cl aro, van preparando el escenano
cie1O yen 1a erra. qu e no se rig e po r las cree~cias vigentes en las
algo así como cu est ion arl e
cre e; o pe or, lo ac us an d~ no s~r ~~rte del circo en el cual todos
que ya nadie CIO S, defendemos los mismos
nu nc iam os los mi sm os JUI
compartimos y pro no
un a ve z má s «p eo r», cre em os aún en valor es como si el valor
valores, 0 ro el sentido común de una
la ma sca rad a de un int eré s. Pe
fuese claramente
ns titu ye así , en ese jue go de sa ber-poder donde la escena pública
época se co cla ro qu e Só crates era raro,
ita r las mi sm as fó rm ula s,
nos exige a todos rec
e tod os ha da n, si ha sta rec ha zaba al ho mbre más deseado del
no hacía lo qu s
, Al cib íad es, qu ien , co ns ter na do y efusivo, relataba sus andada
momento rse a intimar co n él, con
cra tes , a qu ien ac us a de ne ga
no realizadas con Só
de de sp leg ar su s tác tic as pe da gógicas 21 .
el único objeto ra.
en lo qu e no de be inv es tig an do las co sas del cielo y de la tier
Meterse ula
sab er si tod o lo qu e se sa be ya está expuesto en lo que circ
¿Para qu é
sp on die nte s? Es cu ch o un m ur m ul lo y veo un nuevo
por los canales corre
pa dr e gu err ille ro ». Po r lo m en os la cosa no iba a derivar
zócalo: «Tenía un ille-
alg o es l L , · lin y or ga nic ist a: de pa dr e gu err
a Me..dio Oriente' ª go. ogica eal . nto·
fí t· en ese ma tru no
ro, hlJO terror . ista· Lªtso ls teadconstruyendo la notic ' ión. La falaci·a deI
ia
por conv emencia en re e po er, el saber y la in fo rm ac su
as . d l d o · ar tín od iab a a
P ªJe e pa re dal hij es universal, sanguínea. ¿y si M ara
adre? . y s1· l se ha b' lu~ a~ P
P e pa re 1 repentido de su ac tuación? ¿Hay
los «y sí» a minutos d 1 ª ar terrorista? La ge nte qu iere defin1c1ones,
· l
e atentado
111 < )'--l )l-- 11\ 1 N 1 1 FnA<; Fs
75
, , iti ri dnd. 1rnnquilid:1d t·splri lt1al, y soh1.(' tO( IO '' lll . ' bl ·.•
,s q _, 1 '"
1)el ·
, , ,
.~ l{'lc.•v1~10n. cs. A hn de cuentas~'
(. ,,
t . 1 .
Lreer a todos que él sm embargo 110 lo era N · "' aque que nos hizo
.. · os convenci ó
n.los jóvenes, nuestros hiJos, seducidos por 1 , t . . . , como convence
. , os enonstas qu ·11 d
en una lucha por el bien comnn y el fin de 1 . . . . · e, maqui a os
· a InJusticia pro 1
Ja anarquía> la violencia, igual que en los setent 0 _ , mueven e caos,
.. , · d · ·, . , _ · ª enáCuba, las.compara ·
cio-
nes son tan 1e .ucc10111st<1s, pero la gente se si t
~ en e m s tranqmla Claro que
Sócrates los molestaba, como un tábano·, en especia . ·
· 1porque esos jóvenes
•
futuros hombres de poder, se ·perdían en las diat n'b as mocuas d '
e este encan-
tador de palabras y se pregunt aban todo de todo . y deconstrm,an todas sus
certezas, sus costumbres, ethos, morada, su mismidad.
Cómplices de un loco que, después del suceso de¡ oracu , 1o, buscaba y
cruzaba a los grandes personajes del poder ateniense y los desafiaba con
diálogos en los que los iba encerrando con repreguntas constantes que evi-
denciaban su falta_ de conocimiento. Saber es poder, desde siempre, y así
Sócrates, convencido de haber recibido no sé cuál epifanía por parte de
una pitonisa del templo de Apolo, increpaba a los poderosos y los aver-
gonzaba. La vergüenza, la profanación de toda impostura. Sócrates, por
culpa del oráculo, veía enemigos por todas partes. El terrorismo es igual
en todas partes, se inventa enemigos para autojustificarse en un estado de
insurrección permanente. Combate para nunca vencer, ya que la clave no
es la victoria sino el combate mismo. Como la filosofía que va en busca de
una verdad que sin embargo sabe que no puede alcanzar, pero no puede
dejar de buscarla.
Pero lo peor es lavarles el cerebro a los chicos. Lo peor es el cerebro,
ese espacio manso donde todos van y lavan. ¿Por qué lavar en esta frase es
sinónimo de inocular una idea, si se supone que un lavado, al limpiar, arra-
sa con toda suciedad? Recién ahí me di cuenta de que mi celular se había
quedado sin batería. Me desplacé hasta la puerta por la que había ent~ado Y
observé a lo lejos el gigantesco operativo alrededor del subte Ylas ~des ~e
personas que rondaban por allí. Sirenas, helicópteros, luces. Me fm cami-
nando para el otro lado.
1 áculo?· l· Alguien real-
-¿ Por qué es tan importante el momento de or
mente puede creer ese cuento?
, DARfO SZTAJNSZRAJBER
76
ir frente a
filosófica no traicionó el propósito último de esa búsqueda: asum
contingente.
la finitud de nuestra condición que toda sabiduría siempre es
y la sabidu-
De nuevo irrumpe aquí la diferencia necesaria entre la filosofía
filosofía como
ría, y sobre todo, entre la sabiduría como hecho acabado y la
como pregun-
recorrido abierto. O la sabiduría como respuesta y la filosofía
sino al revés ,
ta. Pero como pregunta que no intenta alcanzar una respuesta,
estamente
pregunta que se formula para desarmar un conocimiento supu
sobre el saber,
cerrado. El amor a la sabiduría socrático prioriza el amor por
a misma del
no porque descrea del saber sino porque entiende que la lógic
de la filoso fía
saber es su constante estado de apertura. Como si lo propio
todo sentido
tuviese más que ver con el operativo inquisitivo de desarmar
dispositivos
común, todo lugar establecido, todo privilegio naturalizado en
final. No hay
de saber-poder, que en la ansiedad por arribar a una certeza
ya que, si el
finales en la filosofía porque en el amor no puede haber final,
en el mismo
amor fuese el encuentro de su objetivo, ento nces se disolvería
de la sabi-
momento en que alcanza su propósito. Por eso, frent e a un ideal
posible, algo
duría que se presenta como un bien , un objeto, una posesión
ironías, ~ero
acabado, último y definitivo, la filosofía con sus preguntas, sus
ra, la idea,
sobre todo con sus diálogos, hace circular infinitamente la palab
eterna.
la construcción con el otro de todo sentido en su trans form ación d
u o algo
Salí de la pizzería y fui buscando la calle Cramer. Seguía sintie tarde
'b' , d n clima como . de
raro en el ambiente. Continuaba perc1 1en ose u d. día veraniego. Claro
dO 10 . .
noche otoñal, cuando en realidad era un pasa me imeras aproximac10nes
1 d
que se trataba de un verano pasado, esto es, de as pr, de haber alcanza o su
de la muerte. Un verano ya fuera de foco, ya despues
s/l </\J BI 1<
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p:•ri:,,,c c.,pcr:1r1d•• ''. se n1ovlc ron n1 e .o Jes sonríe n . a losd niños . El grup)n ,
1cn1, (.'J' rº•" · . í . ya n damo · s observan o el excrern · ()
. ,., 11 1,rcnj«>·" u .,, y 10 ,., pol1<.: ..is
1
,11 e ·. , ,u1c dc,,;dc in uchos nos que ento
Pnf'<'l t .,, . ·l1 •1ndo y ,n
l 11 ·tl <.,
\,-ontü111, , ,
'
. d l orácu lo, un mensaJe dobl .•
' bl .
sc ar un í1 ve rd ad qu e sabemos imp 0 81 e e,; fasc inante para·
rit a bu .._
uc ame·nues tro s lu gares seguros, pero Ja tarea de pe1ea r~e nt ra eJ pod.er
, .
• ,
d
J
q ~o
d' ,J0 ca r st iene en el monopolio de las verdades h e a cuestión del
is so ic a. , ac e
n po lít
que s: ,~a necesa ri a cuestió l .. d d .
saber defi nitiva, la auloperp e11 a no .lleva co nsec uencias comunita· ria.'>,
EJ1 .
cia de la.s
. e
1 a 1sas oste ntac10 nes de sab'1d un,a puede resultar
la de nu n d ,
pero r muy pelig .
ro sa . Y no so lo para el que 1ª empr. en e. Esta claro
. labo m a es qu e ta ·mb'-· 1en , mun.6 Martín,
un a r es o. EJ pr ob le
ócra tes muere po . '
son ne cesan.as para ·
que S ro s cuya muert. e an te no r O po st
·
er i'o r .
,n o tantos ot co ns tit uy en do a través de la
co de n q~ e sie m pr e se es tá
la narrativa de un or . H ay a o no haya mal, para que haya or en ,
d
al a ex t1 rp ar
ucción de un m , , ocente
prOd
lo se qu e no se na da . Mirá que parecía un in
tiene que haberlo. So
juego de palabras ...
¿entonces se O no se.
I
. Si sé qu e no sé na da ,
doja
se. O sea, un tipo de para ma es que lo que sé es q~e
no
f
ue sta se a «s é» . El pr ob le
Supongamos que la resp po ní a qu e sa bí a, ya no puede ser ~Sua-
o qu e se su
sé. Por lo tanto, eso mism . . , no se', 1111· propio saber pierde
d0 como un saber legít1mo ya que s1 se qu e d . or
Jiz a·
' es to y sa bi en do qu e no se' na a, YP
· nidad: al final, no sé. Sin embargo,
leg·itu
':,/ 1/\JI \I " -' "
DAR lo · ,,,,, , .
84
, . ,,r con cie rla sa 1.1 1<-
.l ,
una : qu e 110 .
l tanto hay algo que Puedoaf. 11r ,
n.. é . ·I s~. ,,·\to,1 , I•
saber, lo s '. <_,on c us1·¿>n : 1o qu e _.1
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o . ~ . ·
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y lo que no se, Jo se. _,, se. '
- ¿Quién ? . , di ce que tod os los c rete nse s micnt
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es cie rto qu e los cre ten ses mient terit11,. \
. do pat a . . Part ,
111.in . venía traba¡on . a la vez, la adoració n nece saria e de la
y Sócrates d ·prec io y, . l
' ·d· d todo el es . i·a por
Para
comunt a un tiem po a sens ació n d
. . . en el rdato qu . · y
e sutura ' d e resC()n,
vertu se solo la cond ena e Sócrates, sin 9tte,
denc1a. nO h. . d o todo
. .. niento y deca
l)ra1a1 t ucció n de su 1sto na, e su vida
d Ja recons r l con , el
. •ci· 0 y sobre to O . . sagrad ,
JUI . ' . los valores d.e una polis.que , . o sentencia. e\
nolémicam ente ª d Con sagr acto n vien e de sagrado, que d .
t 1consagra o. . ech
Sócrates, e . sacr ificio . Sócr ates siem pre supo su
- se asocia con ':/' . h de t· -
na saao, que ando un dios ehge, no . ay reto rno. «Solo sé s ino,
S. e supo que, cu l' . . l'.
1empr que
é nada» no es una cuestión epistemo ogic d a, smo po 1tica, Sócrat
d
nos rend1. , es
comp 0 que, s1. hay una verdad, no es e este 11 mun o, y por esos u
misión era más que clara: desenmascarar a ague os que creen
poseerla. y
hablan en su nom bre · Es que la discusión sobre el absoluto , es el impulso
de cualquier filosofía. Solo nos importa eso: ¿hay algo mas o
no hay algo
más? Pero el poder no duda. Se apropia de la verd ad y la pres
enta como
propia. O mejor dicho, hace pasar como verd ader o lo que no
es sino su
propio interés.
Sócrates lo pone en evidencia: como la verdad no es cuestión
de este
mundo (la haya o no la haya, y además, haya o no haya otro mun
do), enton-
ces la única certeza contundente es que los que hablan en nombre
de la ver-
dad, o son unos ignorantes, o son unos hijos de puta. Cualquiera
de las dos
mata. Y Martín murió. O peor, murió doblemente, ya que después
de morir
fue vueltoª ser muerto en la manipulación de la historia de su vida,
st Por lo
menos ha a ahora. Las muertes se resignifican todo el tiempo,
y por eso
segmm~s muriendo de diferentes formas, No es la vida la que no
mutar, smo 1a muerte O ., para de
s, .
. · su narracion, que no es lo mism o pero es lo mismo.
ocrates fmalmente pierd 1· · ·
en el jurado y I d . e e JUicio por muy poc a diferencia
' • d tos
e an a eleg1r la cond e vo ,
no le dieron posib 1'l'd
1 dd ena: ¿e1destierro o la muerte? A M rtin
ª
nosotros elegiría 810 . al e eleccion, ·'
aunque ente ndem os que cualqme · ra de
que pensemos que ugar O a dud as e1destierro. La mue rte es el fin. saIvo
la cu t' , no. salvo qu ·
es ion territorial· .h e tnterpretemos el destierro mas , llá de
nosotros . · t ay un punt o ª
d m1srnos? ¿Qué p d , a partir del cual nos desterramo 5
de
er todo?per0 er enamos? ·E ,
S,
d ocrates elige la
enton ces • · l sta tan mal perder? ¿Se pue de per-
, tque, es 1a vida?
e hacer aquello rnuerte. Entiende deja!
Para lo cual ,1 que el dest ierro equivale ª l
e entendía en e
que tenía SPnt irf n CJl PSta
FILOSOFÍA EN 11 FRASES 87