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Índice
1 Introducción ............................................................................................................................................................ 3
2 Carga Mental de Trabajo ................................................................................................................................. 4
3 Características de la Carga Mental .......................................................................................................... 6
4 Factores que Determinan la Carga Mental ......................................................................................... 8
4.1 Exigencias de la Tarea........................................................................................................................ 8
4.1.1 Características del trabajo .................................................................................................. 9
4.1.2 Condiciones ambientales ................................................................................................. 10
4.1.3 Factores psicosociales y de organización .............................................................. 10
4.1.4 Acondicionamiento físico del puesto ......................................................................... 11
4.2 Capacidad de Respuesta del Individuo ................................................................................... 11
4.2.1 Factores personales ............................................................................................................. 11
4.2.2 Condiciones extralaborales .............................................................................................. 12
5 Consecuencias de la Carga Mental ........................................................................................................ 12
5.1 La Fatiga Mental.................................................................................................................................... 13
6 Evaluación de la Carga Mental de Trabajo......................................................................................... 14
6.1 Niveles de Evaluación ....................................................................................................................... 15
6.2 Técnicas de Evaluación ................................................................................................................... 16
6.3 Criterios de Selección ........................................................................................................................ 17
7 Prevención de la Fatiga Mental................................................................................................................. 17
8 Conclusiones ....................................................................................................................................................... 20
9 Referencias Bibliográficas ............................................................................................................................ 21
Objetivos
Conocer qué se entiende por carga mental de trabajo.
1 Introducción
Tradicionalmente, el esfuerzo que supone la realización de una tarea se ha identificado
casi exclusivamente con esa actividad física o muscular, pero una de las principales
aportaciones de la automatización ha sido precisamente asumir las actividades más
pesadas, permitiendo reducir la actividad física de los trabajadores.
La ejecución de un trabajo cubre un doble fin: por un lado, conseguir los objetivos de
producción, y por otro, desarrollar el potencial del trabajador. Esto quiere decir que a
partir de la realización de la tarea, la persona puede desarrollar sus capacidades, en
cuyo caso no solemos hablar de carga.
Aparecen por tanto, en el ámbito laboral, nuevos factores de riesgo ligados a la carga
mental de trabajo, como el aumento de la complejidad de la tarea, la aceleración del
ritmo de trabajo, la necesidad de adaptarse a tareas de supervisión y control, etc. Ello
hace necesario incorporar el análisis de la carga mental de trabajo a la evaluación de
riesgos, así como en cualquier estudio ergonómico, independientemente del trabajo a
que dicho estudio se refiera.
La carga de trabajo, tanto física como mental, es un peligro (fuente potencial de daño)
presente en todas las actividades laborales y en cualquier empresa. Esta carga no es
siempre la misma, sino que va a estar determinada por la interacción o relación que se
establece entre por un lado, el nivel de exigencias de la tarea (esfuerzo requerido,
ritmo, condiciones ambientales, etc.), y por otro lado, las características del individuo
(edad, formación, experiencia, fatiga, etc.). Estas características determinan el grado de
movilización del trabajador, es decir, el esfuerzo que debe realizar para llevar a cabo la
tarea.
Esto significa que, para una misma tarea, con unas mismas exigencias, la carga de
trabajo va a ser diferente en función de determinadas características del individuo, que
determinan su capacidad de respuesta.
Ejemplos:
El trabajador que reparte paquetes no sólo desarrolla el trabajo físico que supone el
desplazarse y cargar con el peso de los paquetes, también tiene que mentalmente
analizar cómo ir a los lugares donde tiene que llevar los paquetes, así como
concentrarse en la conducción, en su desplazamientos con su vehículo (carga mental).
informáticamente. Pero además, tiene luego que trasladar sus soluciones a los
programas SW que desarrolla, escribiendo las correspondientes instrucciones o "líneas
de programa" en su computadora (carga física).
Sin embargo, desde un punto de vista teórico, se va a diferenciar el trabajo físico del
trabajo mental según el tipo de actividad que predomine. Es decir, cuando la actividad
desarrollada sea predominantemente física, hablaremos de trabajo físico o muscular, y
por lo tanto, de carga física de trabajo, y cuando, por el contrario, la actividad implique
un mayor esfuerzo intelectual, hablaremos de trabajo mental, y en consecuencia, de
carga mental de trabajo.
La norma ISO 10075-1 define la carga mental como el resultado de la presión mental
que los factores externos a la tarea (por ejemplo: cantidad de información a tratar, nivel
de atención exigido, búsqueda de soluciones, ritmo de trabajo, etc.) producen sobre el
ser humano, ocasionando tensión mental sobre la persona y provocando así como
consecuencia inmediata reacciones como agotamiento, fatiga, etc.
Esta definición se corresponde con segundo enfoque, exigencias de la tarea (la carga
mental estaría compuesta por dos elementos: la presión o demandas de la tarea y la
tensión o impacto resultante sobre la persona), prescindiendo de cualquier influencia
que sobre la carga mental pudieran tener elementos como la preparación o experiencia
del trabajador en la realización de la tarea.
Aunque los dos enfoques surgen de contextos diferentes, no sólo no son excluyentes,
sino que ambos son necesarios, pues ayudan a entender determinados problemas de
forma bien fundamentada. En este sentido, desde una perspectiva multidimensional en
entornos reales de trabajo, la carga mental vendría determinada por el equilibrio entre
las características de las tareas (requisitos, ejecución, etc.) y de la persona (experiencia,
atención, etc.).
b) La actividad mental puede dar lugar tanto a situaciones de carga por exceso,
como por defecto. En función de esto, podemos hablar de sobrecarga mental (el
trabajador está sometido a más exigencias de las que, en función de sus
capacidades, puede satisfacer) y de subcarga mental. Tanto la sobrecarga como
la subcarga tienen efectos negativos en los trabajadores.
La subcarga mental pueden tener consecuencias tan negativas para el trabajador como
las situaciones de sobrecarga, ya que la falta de estimulación (aburrimiento, monotonía,
etc.) es tan perjudicial como el exceso, dado que, por una parte, el trabajador se ve
obligado a realizar un esfuerzo importante para mantener la atención, y por otra parte,
la no utilización de actividades cognitivas superiores supone una regresión de las
mismas y un empobrecimiento de la inteligencia (de manera análoga que la no
El aburrimiento y la monotonía producidos
por un trabajo con poco contenido mental, utilización de determinados músculos, implica un deterioro de su funcionamiento físico).
suponen situaciones peligrosas y
Para que el trabajo sea fuente de bienestar y saludable, y evitar problemas de carga
potencialmente nocivas para la salud del
trabajador. mental, es necesario que plantee al trabajador ciertas exigencias mentales, que le
proporcionen estímulos necesarios para la activación, condiciones para mantenerse en
forma, y opciones de aprendizaje y entrenamiento.
Cuando se habla de trabajo mental, tan perjudicial y agresivo para el trabajador resulta
el esfuerzo excesivo, que le exija mantener continuadamente una atención elevada,
como que el trabajo no requiera ningún esfuerzo mental.
Para valorar la carga mental hay que tener en cuenta que, mientras se realiza una tarea,
el cerebro, además de procesar la información relacionada con dicha tarea, está
también ocupado con otro tipo de informaciones, como pueden ser las procedentes del
entorno (por ejemplo, cualquier conversación que se esté escuchando), o las relativas al
estado de ánimo y la vida extra-laboral del trabajador (por ejemplo, problemas familiar,
la planificación del fin de semana o de las vacaciones, etc.). Estas informaciones no son
necesarias para el desempeño del trabajo, pero resultan inevitables y su procesamiento
supone una carga añadida. Todas estas informaciones procesadas por el trabajador
pero ajena a su actividad laboral, se conocen como fatigas periféricas.
La norma ISO 10075-2 contempla como factores que determinan o modifican la carga
mental las características y exigencias de la tarea (por ejemplo: ritmo de trabajo,
demandas cognitivas, etc.), las condiciones ambientales (por ejemplo: nivel de ruido,
iluminación, temperatura, etc.), factores psicosociales y de la organización (por ejemplo:
clima, equipos de trabajo, conflictos en el trabajo, etc.), factores relacionados con el
diseño y acondicionamiento del puesto de trabajo (por ejemplo: comodidad, etc.)
características individuales (por ejemplo: autoconfianza, cualificación, experiencia, edad,
etc.) y otros factores extralaborales (como la situación familiar, social o económica) que
pueden afectar en un momento dado.
Las principales características del trabajo relacionadas con la carga mental son las
siguientes:
Las exigencias del trabajo están determinadas, además de por el contenido de trabajo,
por una serie de factores relacionados con las condiciones ambientales del entorno de
trabajo en el que se realiza la tarea, como por ejemplo el ruido, las vibraciones, l a
iluminación, la temperatura, etc.
Factores como la distribución del espacio físico del puesto de trabajo, la adaptación del
mobiliario, y el grado de comodidad o incomodidad que suponen para el trabajador,
son factores que influyen bien ayudando a mantener las capacidades perceptivas y
atencionales o bien generando malestar, incomodidad, y pérdida de la capacidad para
mantener una vigilancia sostenida.
Ejemplos:
El utilizar sistemas informáticos, bien hardware, bien software lentos, que impiden al
trabajador avanzar en su trabajo al ritmo necesario generan estados de ansiedad y
desesperación que devienen en fatiga mental.
Las personas tienen una capacidad de respuesta limitada, que está en función de
factores como la edad, el estado de salud y fatiga, las habilidades y aptitudes, el nivel
de conocimientos, la experiencia, las características de personalidad, el nivel de
aspiración, la motivación, el interés por la tarea, la autoconfianza, etc.
Existen otros elementos ajenos a la propia actividad laboral que deben tenerse en
cuenta en la evaluación de la carga mental de trabajo. Ejemplos de estos factores son la
relación laboral, el tipo de contrato, las condiciones salariales, las condiciones
organizacionales, etc., que abarcan la situación de trabajo en general, y no sólo las
características de un puesto en particular.
La interacción que se establece entre las exigencias mentales que plantea una tarea (en
función del contenido de trabajo, de las condiciones ambientales en que se realiza, de
los factores psicosociales y de organización, y de los aspectos del diseño del puesto), y
la capacidad de respuesta del trabajador en cada momento (determinada por sus
características individuales y por sus condiciones extralaborales) repercuten tanto en el
rendimiento del individuo en el trabajo, como sobre el propio individuo.
Otros efectos: entre otros efectos está el de la práctica, que se define como una
"modificación persistente de los resultados individuales obtenidos, asociada a los
procesos de aprendizaje y debida a la necesidad repetitivita de oponerse a la
tensión mental".
Cuando la persona tiene que realizar un esfuerzo importante para dar respuesta a las
exigencias de la tarea, aparece la fatiga, que actúa de mecanismo regulador del
organismo (reacción homeostática) que tiene como objetivo recuperar el equilibrio
cuando se acerca a sus límites.
Los síntomas de esta fatiga, que se sienten durante el trabajo o nada más acabarlo, son
sensación de cansancio, somnolencia, bajo nivel de atención, torpeza de movimientos,
que finalmente se traducen en bajo rendimiento, descenso de la actividad, aumento de
los errores, etc.
plantea la tarea, y la capacidad de respuesta del trabajador, para poder evaluar esa
carga mental habrá que tener en cuenta ambos aspectos.
Respecto a la medida y evaluación de la carga de trabajo mental, esta norma dice que
"la carga de trabajo mental es un concepto no unitario y no unidimensional, y por esta
razón, su evaluación y medida no puede ser un procedimiento uniforme. No existe una
manera óptima para evaluar la carga de trabajo mental, ya que la forma más adecuada
para evaluarla o medirla dependerá del propósito de dicha evaluación, que podrá
requerir la evaluación de diferentes aspectos de la carga de trabajo mental, el uso de
diferentes técnicas de medida y distintos grados de precisión."
Los diferentes autores coinciden en que la carga mental no puede determinarse a partir
de una única medida, siendo necesario combinar la información obtenida de diferentes
fuentes. E incluso combinar diferentes técnicas de medida.
Nivel 2: para discriminación. Por ejemplo, para cuando haya que identificar las
causas de una carga de trabajo inadecuada.
Nivel 3: con fines orientativos. Para recopilar información con un nivel de precisión
bajo. La evaluación es orientativa, siendo por ejemplo, medida orientativas de la
dificultad de la tarea, valoraciones subjetivas de la idoneidad de las condiciones
de trabajo, etc.
Análisis del trabajo y la tarea: evalúan fuentes de carga de trabajo mental como
los elementos de la tarea, las condiciones ambientales, etc.
Inés Dalmau Pons (2008), propone también considerar medidas que evalúan las
condiciones de trabajo a partir del análisis de las tareas realizan los trabajadores (como
por ejemplo en los métodos objetivos de tipo global LEST, Perfil de Puesto, o EWA,
entre otros).
Los métodos subjetivos de evaluación de la carga mental son muy utilizados debido a
su fácil uso, su validez y su aceptación por parte de las personas interesadas. Además
ofrecen la ventaja frente a los métodos de evaluación psicofisiológica que se pueden
utilizar en el lugar de trabajo, mientras que los métodos de tipo psicofisiológico, en
general, sólo se pueden emplear en el laboratorio. También tienen inconvenientes
como la influencia de ideas preconcebidas, la deseabidad social, etc.
Existen dos tipo de métodos subjetivos: los métodos unidimensionales y los métodos
multidimensionales.
La norma ISO 10075-3 establece que a la hora de elegir una de las técnicas de
evaluación, hay que tener en cuenta lo siguiente:
Validez. grado en que un método es apto para medir aquello que se pretende.
Debe ser establecida Se puede determinar mediante su validación concurrente
con otro método de validez ya demostrada para el uso previsto.
La aceptación por parte de los trabajadores, lo que pasa por explicarle la finalidad
de la evaluación y el beneficio que les reporta.
Las principales medidas para reducir la fatiga mental consisten en, reducir u optimizar la
intensidad de la carga de trabajo mediante el rediseño de las tareas y puestos de
trabajo, buscando fundamentalmente facilitar el proceso de tratamiento de la
información, y organizar el trabajo de manera que se facilite, por una parte, este mismo
proceso, y por otra, la recuperación de la fatiga.
En los casos en que no sea posible esta estrategia de rediseño de los puestos de
trabajo, habría que limitar la duración de la exposición a las fuentes de carga mental
mediante, por ejemplo, introduciendo pausas de descanso, rotando de tareas, etc. Hay
que tener en cuenta que la reducción de la carga mental de trabajo más allá del nivel
óptimo puede tener también efectos negativos, ya que la falta de esfuerzo mental es
tan perjudicial como el exceso.
La norma ISO 10075-2 también proporciona, a partir de los principales aspectos que
influyen en la intensidad de la carga de trabajo mental. orientaciones técnicas y
organizativas para un diseño adecuado de los puestos de trabajo en cuanto a la
prevención de la carga mental.
Esta norma agrupa los factores que influyen en la carga mental en grandes bloques
según se refieran al objetivo de la tarea, a la información que se maneja, a las
exigencias de tratamiento de la información, a los modelos mentales, la carga de
memoria y de decisión, y a las respuestas que debe dar la persona.
En relación con este aspecto de la norma, la NTP 659: Carga mental de trabajo: diseño
de tareas aborda algunos principios que conviene tener presentes en el diseño de
tareas, al configurar las exigencias de tratamiento de información de los puestos de
trabajo, por su repercusión en la carga de trabajo mental y en la fatiga.
C. Facilitar la realización de la tarea, para lo cual hay que tener en cuenta de nuevo
el diseño del puesto de trabajo y los sistemas de procesado y control utilizados.
En la medida que la tarea lo permite, se debe dar libertad al trabajador para que
distribuya y realice las pausas conforme vaya percibiendo su necesidad.
B. Dar sentido a la agrupación de tareas para que puedan ser percibidas como un
todo y no como una fracción, de forma que el operador comprenda la utilidad
del conjunto de la tarea.
G. Fijar objetivos claros y medibles del trabajo, así dar retroalimentación de los
resultados obtenidos.
8 Conclusiones
La carga mental es un peligro o factor de riesgo más, presente en todas las
actividades laborales y en cualquier empresa, y hace referencia al conjunto de
exigencias mentales o intelectuales a las que se ve sometido el trabajador en el
desempeño de su trabajo. Se habla de de carga mental cuando las exigencias
mentales de la tarea sobrepasan las capacidades del trabajador.
Una carga mental inadecuada produce fatiga mental en el trabajador, que puede
presentarse a dos niveles diferentes: la fatiga normal o fisiológica, y la fatiga
crónica o mantenida.
9 Referencias Bibliográficas
Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo. Capítulo 34: Factores
psicosociales y de organización. (Organización Internacional del Trabajo. Ginebra,
1998).
Sebastián García, Olga - Hoyo Delgado, María Ángeles del: La carga mental de
trabajo. (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, INSHT, 2002).
Arquer, María Isabel de: NTP 445: Carga mental de trabajo: fatiga. (Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, INSHT, 1997).
Arquer, María Isabel de: NTP 534: Carga mental de trabajo: factores. (Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, INSHT, 1999).
Arquer, María Isabel de - Nogareda Cuixart, Clotilde: NTP 575: Carga mental de
trabajo: indicadores. (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo,
INSHT. 2000).
Arquer, María Isabel de - Nogareda Cuixart, Clotilde: NTP 659: Carga mental de
trabajo: diseño de tareas. (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo, INSHT, 2004).