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TRABAJO ENERGIA SOLAR

INTEGRANTES:
LUIS ENRIQUE GRIEGO IGUARAN
MIGUEL GRIEGO BRITO
EL SOL
El Sol parece ser una estrella anodina situada en una galaxia anodina. En
términos astronómicos, el Sol se clasifica como una estrella de tipo espectral G2 y
clase de luminosidad V: una estrella “G2V”. Esto es una manera rápida de decir
que es una estrella enana y amarilla, con temperatura superficial de 5 780 K1,
compuesta esencialmente por Hidrógeno (74 % en masa y 92 % del volumen) y
Helio (24,5 % en masa y 7 % del volumen), a lo que se añaden pequeñas trazas
de elementos pesados como Hierro, Níquel, Oxígeno, Silicio, Azufre, Magnesio,
Carbono, Neón, Calcio y Cromo. El Sol está situado en una región que no parece
tener nada de especial: a unos 26 000 años luz del centro de la Galaxia (que tiene
un radio de unos 60 000 años luz), en el borde interno del brazo espiral de Orión.
En la Galaxia, el Sol se mueve a una velocidad de 214 km s−1, lo que le permite
recorrer una distancia de un año luz cada 1 400 años. Hay unos 200 mil millones
de estrellas en nuestra Galaxia, la Vía Láctea, de las que más de 100 millones son
de tipo G2, y aunque la mayor parte (85 %) de esas estrellas son enanas rojas,
menos brillantes que el Sol, nuestro Sol es un millón veces menos luminoso que
las estrellas más luminosas de la Vía Láctea. Y nuestra Galaxia no es más que
una galaxia media de los miles de millones del Universo observable. Así pues,
desde el punto de vista astronómico, el Sol es una pequeña estrella perdida en
una galaxia banal. Pero, para la Tierra y para nosotros sus habitantes, el Sol es
una estrella única: nuestra estrella. Durante el día, el Sol hace palidecer a los otros
cuerpos celestes, su brillo cegador no nos permite mirarlo directamente. El Sol ha
sido objeto de curiosidad y estudio para todas las civilizaciones. Muchas
comunidades antiguas lo consideraban un dios y le dedicaron monumentos y
observatorios. En Egipto, en Grecia, en América, en el Extremo Oriente, en todo el
mundo podemos encontrar innumerables ejemplos y curiosidades que ilustran la
fascinación y el reconocimiento de la luz y calor proporcionados por el Sol como
fuente de vida y energía. Aunque para el astrónomo el Sol parece una estrella
anodina, como tantas otras, es muy difícil encontrar estrellas exactamente
gemelas del Sol. Para algunas aplicaciones astrofísicas (calibración) tales
gemelos resultan importantes pues el Sol, aunque es el patrón para ciertas
medidas, está demasiado cerca y es demasiado brillante para calibrar nuestros
instrumentos. Búsquedas cuidadosas de estrellas idénticas al Sol han dado
resultados poco satisfactorios. Hasta ahora, las estrellas que se consideran más
parecidas al Sol son 18 Scorpii (HD142633) e HIP56984 (artículo de Meléndez y
Ramírez, 2007, The Astrophysical Journal 669, L89). 18 Sco es similar al Sol en
muchos aspectos, pero difiere en otros, por ejemplo, tiene una abundancia de litio
que es 3 veces superior a la solar. HIP56984, sin embargo, parece idéntica al Sol
dentro de las precisiones de las medidas. Esta estrella, situada a unos 200 años
luz de distancia de nuestro Sol, tiene la misma edad que nuestra estrella y es por
tanto un candidato excelente para la búsqueda de planetas similares a la Tierra. Si
se encontrasen indicios de tales planetas, éstos serían candidatos privilegiados
para emprender la búsqueda de vida extraterrestre.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL SOL


El mecanismo por el que se formó el Sol fue objeto de un artículo previo en este
Anuario (Mario Tafalla, ¿Cómo nació el Sol? Formación de estrellas de tipo solar,
Anuario del Observatorio Astronómico 2002). Tal y como se refiere en ese artículo,
el Sol es una estrella de tercera generación que se formó hace unos 4 600
millones de años, es decir cuando el Universo tenía unos 9 000 años de edad (su
edad actual es de 13 600 millones de años). Las teorías más avanzadas sobre la
formación estelar nos enseñan que el Sol se formó en una región particularmente
densa de una nube interestelar. Estas nubes, que abundan en nuestra Galaxia,
están formadas por gas y polvo (pequeñas partículas de material en estado
sólido). La fuerza de la gravedad (el propio peso de la nube) hizo que en un
determinado momento la nube comenzase a contraerse. Para alcanzar las
densidades típicas observadas en las estrellas, una nube interestelar ha de
comprimirse 20 órdenes de magnitud (es decir por un factor 1020). Si la nube
inicial fuese más o menos esférica, el radio de dicha esfera hubo de hacerse un
millón de veces más pequeño en su proceso de formación del Sol. Es la fuerza de
la gravedad, pues, el motor de la formación estelar, la causa de las altas
densidades alcanzadas en el centro del Sol, y el mecanismo mediante el que se
desencadenarán allí las reacciones nucleares. Durante el colapso gravitatorio, la
parte del material que está animada de un pequeño movimiento de rotación, no
cae directamente sobre el protoSol sino que forma un disco que gira en torno al
objeto central. De la misma manera que un patinador gira más y más aprisa según
recoge sus brazos, la materia de ese disco acelera su rotación según se acerca
hacia el centro. Según pasa el tiempo, el material de este disco se va
aglomerando en objetos sólidos (planetesimales) que tras irse combinando en
objetos mayores acaban dando lugar a un conjunto de planetas: el Sistema Solar.
En una estrella como el Sol, se estima que tras unos 30 millones de años de
contracción gradual, la temperatura y la densidad centrales alcanzan los valores
necesarios para que comience la fusión nuclear (la conversión de hidrógeno a
helio). El inicio de la fusión marca el comienzo de la edad madura, lo que en
términos de los astrónomos conocemos como la llegada a la Secuencia Principal.
Esta fase será la más larga en la vida de nuestra estrella, pues el hidrógeno (el 70
% de la masa total) es suficiente como para alimentar el reactor nuclear durante
unos 10 000 millones de años. Pero una vez agotado este combustible, el Sol
deberá sufrir unos reajustes estructurales muy dramáticos que lo llevarán a una
fase de gigante roja (una estrella grande y brillante pero relativamente inestable).
Tras una nueva (pero corta) fase de estabilidad en la que el helio será el
combustible nuclear que contrarrestará la fuerza de la gravedad mediante su
conversión a carbono, el Sol sucumbirá a la gravedad y se convertirá en una
estrella enana blanca (prácticamente inerte), perdiendo en estos procesos (en
forma de explosiones y eyecciones diversas) una buena proporción de su masa.

ASÍ GENERA EL SOL SU ENERGÍA


Se dice a menudo que el Sol es una esfera de gas en ebullición. En concreto, la
zona más interna del Sol, es decir la que abarca desde el centro hasta unos 0,2
radios solares, se encuentra a una temperatura muy elevada (hasta 15 millones de
grados) y constituye, de hecho, un inmenso reactor nuclear. Como hemos
mencionado, las tres cuartas partes de la masa del Sol están constituidas por
átomos de hidrógeno. En la zona central del Sol, los átomos de hidrógeno
fusionan para formar átomos de helio. El helio es un gas noble que fue detectado
en el Sol antes de ser descubierto en la Tierra, de ahí proviene su nombre: de
Helios, un dios solar de la antigua Grecia. Mediante una cadena de reacciones
nucleares conocida como cadena p-p (protón-protón), cada cuatro átomos de
hidrógeno dan lugar a uno de helio. Pero en la conversión de hidrógeno a helio
hay una pequeña fracción de masa (un 0,7 %) que se convierte en energía de
acuerdo con la fórmula de Einstein E = mc2 . Cada segundo en el interior del Sol
unos 3,4 × 1038 protones se convierten en núcleos de helio, generando unos
3,86×1026 Watios. Dicho de otro modo, cada segundo unos 580 millones de
toneladas de gas hidrógeno se convierten en helio, consumiéndose unos 5
millones de toneladas para producir unos 90 000 millones de megatones de
energía pura. Para comparación digamos que una bomba nuclear tiene
típicamente varios megatones o decenas de megatones. El Sol, según va
produciendo energía nuclear, va perdiendo masa. Tal y como hemos visto, pierde
5 millones de toneladas de masa cada segundo. Pero, sin embargo, la
luminosidad solar permanece muy constante. Las medidas indican que las
variaciones de la luminosidad del Sol están por debajo del 1 % (ni siquiera se ha
apreciado una variación significativa con el ciclo de 11 años de las manchas
solares). Aunque la potencia nuclear generada en el Sol es enorme, conviene
señalar que la eficiencia en generación de energía por unidad de volumen o de
masa es muy pequeña: tan sólo de unos 0,3 µW cm−3 (microWatios por
centímetro cúbico), o unos 6 µW kg−1. Para orientación, esto puede ser
comparado con el cuerpo humano que produce unos 1,2 W kg−1, es decir que es
varios millones de veces más eficaz. Un reactor artificial de fusión nuclear en la
Tierra, para ser eficaz debe trabajar con plasma a temperaturas mucho más
elevadas que las que se encuentran en el interior solar. Como consecuencia del
déficit de masa que tiene lugar en la transformación de hidrógeno en helio, las
reacciones nucleares generan radiación de alta energía. Los fotones que
componen esta radiación son absorbidos y reemitidos muchas veces a lo largo de
la trayectoria que recorren desde el centro del Sol. Se estima que la escala de
tiempo para que la radiación recorra la parte más densa del Sol (entre 0,2 y 0,7
radios solares) está entre 10 000 y 200 000 años. Esta zona se denomina zona
radiactiva, pues en ella la energía se transmite mediante absorciones y
reemisiones sucesivas de la radiación. Sin embargo, a una distancia del orden de
0,7 radios solares desde el centro, la densidad y la temperatura no son
suficientemente altas como para continuar la transferencia de energía mediante
radiación. En esa región comienza a operar la convección térmica: el material
caliente -menos denso- emerge a la superficie donde se enfría y vuelve a caer a la
base de la zona de convección. Se forman grandes células de convección que
pueden ser observadas como la estructura granulada de la superficie solar. Así
pues, contrariamente a lo que pensaba Anaxágoras, el Sol no es una piedra
incandescente sino, como adelantábamos al principio de este apartado, el Sol es
una esfera de gas cuya zona exterior se encuentra literalmente en ebullición. La
fotosfera, o superficie visible del Sol, es la capa en la que los fotones encuentran
hueco libre para viajar por el espacio. Tiene un espesor de unos 100 km, una
temperatura de unos 5 800 K y una densidad relativamente baja, unas 1023
partículas por cm3, tan sólo un 1 % de la densidad de la atmósfera terrestre a nivel
del mar. Por encima de la fotosfera se extiende un gas tenue conocido como
atmósfera solar que está compuesto por capas, según nos alejamos del centro: la
cromosfera, la corona y la heliosfera.

FUENTES DE ENERGIA
• Energía Solar - Proviene del sol y se produce por la fusión de los núcleos
atómicos de hidrógeno, componente principal del Sol. Casi toda la energía que
disponemos es de origen solar: el carbón proviene de vegetales que han podido
crecer gracias al sol. La electricidad hidráulica, por evaporación del agua que
después caerá y llenará los embalses. El petróleo y gas natural, resultan de la
descomposición de organismos animales, etc.
• Energía Eólica - Energía cinética del aire, es producida por los vientos y se
aprovecha en los molinos de viento en los aerogeneradores. También se utiliza
para la generación de electricidad en las centrales eólicas.
• Energía Geotérmica - El calor interno de nuestro planeta produce el
derretimiento de las rocas y el calentamiento de las aguas subterráneas y los
gases subterráneos calientan el agua de las capas inferiores, la que emana a la
superficie en forma de vapor o líquido caliente. Estas erupciones intermitentes,
que normalmente encontramos en zonas volcánicas y se conocen con el nombre
de géiser generan la energía Geotérmica.
• Energía Atómica o Nuclear - La que mantiene unidas las partículas en el núcleo
de cada átomo y que, al unirse dos núcleos ligeros para formar uno mayor
(reacción de fusión) o al partirse en dos o más fragmentos un núcleo muy pesado
(reacción de fisión) es liberada en forma de energía calorífica o radiante. Los
generadores nucleares utilizan fisión, residuos radioactivos de muy larga duración
y difícil desecho.
• Energía Hidráulica - Fuerza viva de una corriente o de una caída de agua que
se aprovecha en forma de energía mecánica para mover maquinarias o producir
energía eléctrica.
• Energía Mareomotriz - Se aprovecha el flujo y reflujo del agua del mar causado
por las mareas, cerrando con una presa -provista de turboalternadores- la entrada
de un río en puntos donde las mareas sean suficientemente importantes.
• Energía Química - Suministrada por reacciones químicas. Ejemplos de ellas: los
explosivos, las pilas eléctricas, gasolina y Diesel.
• Energía Térmica - Energía calorífica producida por la combustión en las
máquinas térmicas de carbón, petróleo, gas natural y otros combustibles.
• Energía Radiante - Es la energía de las ondas electromagnéticas: rayos gamma,
equis y ultravioleta; rayos luminosos e infrarrojos, ondas hertzianas.
• Energía Hidrotérmica - Resulta por la caída de temperatura de un cuerpo, entre
un manantial frío y otro caliente. En una central de este tipo se emplea el agua
caliente de la superficie del mar y la fría del fondo. Como el agua no es lo
suficientemente caliente se emplea un líquido de ebullición muy baja, para
vaporizarla (cloruro de etilo), cuyo vapor accionará un turboalternador, como en
las centrales termoeléctricas.

FUENTES DE ENERGÍA NO RENOVABLES


• Petróleo
• Carbón Mineral
• Gas Natural

ENERGIA SOLAR
La energía renovable es una alternativa sostenible para reducir la huella que deja
la actividad humana en el medio ambiente. Utilizar fuentes como el aire, el agua o
el sol es una medida fundamental para evitar el uso de residuos contaminantes y
no biodegradables. En este artículo nos centraremos en la fuente que proviene del
sol y te contaremos qué es y para qué sirve la energía solar.
La energía solar es la principal de nuestros sistemas climáticos y de las fuentes de
energía de la Tierra. Una cantidad de radiación solar llega a la superficie del
planeta cada hora para cubrir nuestras necesidades energéticas globales durante
casi un año entero. Una de las características que definen qué es la energía solar
es que puede aprovecharse y reconvertirse para su uso mediante colectores
solares o fotovoltaicos.
Posee un carácter inagotable, lo que la convierte en uno de los recursos
renovables más beneficiosos. Su impacto medioambiental es mínimo, puesto que
no produce residuos ni emite gases de efecto invernadero. No obstante, cuenta
muchas ventajas y algunas desventajas. Por ejemplo, un factor negativo es la
dependencia de la cantidad de luz solar que incide a la superficie en cada zona del
planeta. El sol no llega de manera similar en todas las partes del mundo.
En función de su origen y procesamiento, existen diferentes tipos de energía solar.
Estas son:
1. Energía solar térmica: utiliza la luz del sol para generar calor. Puede
aplicarse tanto a nivel doméstico como industrial. Este tipo de energía
renovable requiere de una instalación formada por colectores solares en el
tejado de la vivienda o en grandes extensiones de terreno en una central
térmica solar. A través de estos colectores se transforma la energía térmica
en energía mecánica generando de esta forma electricidad.
2. Energía solar fotovoltaica: su producción es de las más sencillas que
existen en el campo de las energías verdes. Es por esta razón por la que su
uso y aplicación se está extendido, principalmente, en aquellas zonas
donde predominan las horas de luz. Su instalación está compuesta por
paneles solares fotovoltaicos formados por células de silicio que convierten
la luz solar en energía dirigiéndola a la red eléctrica para su utilización.
3. Energía solar activa: este tipo de energía renovable es la que se utiliza
para uso doméstico. Se puede emplear para producir corrientes de aire
para ventilación o refrigeración.
4. Energía solar pasiva: se vale del calor del sol y no necesita de la
utilización de otros mecanismos.
5. Energía termo solar de concentración: su utilización requiere de la
instalación de lentes o espejos que concentran una gran cantidad de luz
solar en una pequeña superficie. Este tipo de energía renovable transforma
la luz en calor, impulsando un motor térmico generando una corriente
eléctrica.
Para qué sirve la energía solar fotovoltaica 
El Sol proporciona a todos los seres vivos luz, energía y calor, pero el ser humano
puede sacar más provecho a los rayos solares para cubrir algunas necesidades
que, hasta el momento, dependían de otras formas energéticas más
contaminantes, y hacer así uso de esta energía renovable. Descubre para qué
puede servir la energía solar fotovoltaica:
 Electricidad. A través de los paneles fotovoltaicos, se puede convertir en
energía eléctrica. Estos paneles están formados por materiales que,
combinados con otros como el fósforo, pueden generar cargas negativas y
positivas y crear electricidad. Cuando los fotones de los rayos solares
excitan a los electrones, se mueven hacia las cargas positiva y se produce
la corriente eléctrica.
 Calefacción y calor. Los paneles solares están formados por unos espejos
parabólicos que absorben los rayos solares y los dirigen hacia un punto
particular que suele ser un tanque de agua. Esta se calienta y fluye hasta
los hogares para que pueda ser usada de diferente manera: ducha, cocina,
calefacción…
 Generar frío. Aunque parezca mentira, la energía solar se puede utilizar
también para crear aire frío, al modo de los aires acondicionados. Se trata
del llamado “frío solar”, una alternativa sostenible que se consigue mediante
el proceso anterior añadiendo a los paneles solares un material que
absorba el calor para transformar el aire cálido en frío.
 Riego artificial. Para los sistemas de riego en jardines, zonas de cultivo o
parques, se pueden usar bombas de agua solares que facilitan la extracción
y el transporte de grandes cantidades de agua gracias a la electricidad que
se produce por los paneles solares fotovoltaicos que tienen conectados.
La energía solar es una de las fuentes de energía más sencillas y fáciles de
producir que existen. Su funcionamiento se basa en el Sol como emisor natural de
fotones que viajan a la velocidad de la luz hasta la superficie del planeta. Para la
transformación en energía eléctrica de la luz sola se necesita una instalación de
módulos fotovoltaicos. Estos módulos o paneles captan la radiación del sol a
través de una serie de celdas fotovoltaicas y la transforman en corriente eléctrica.
La energía solar para potenciar medios de transporte
 Medios de transporte: La contaminación del aire es uno de los grandes
problemas a los que se enfrenta el planeta. Conseguir alternativas de
transporte es esencial para alcanzar un mundo más sostenible. También se
puede utilizar en coches eléctricos a través de paneles solares
fotovoltaicos. Con ellos, los vehículos transforman en energía los rayos de
sol procedentes de los colectores solares para moverse de manera más
limpia.
Beneficios de la energía solar 

La crisis climática nos está haciendo revisar nuestros hábitos para reducir al
máximo nuestro impacto medioambiental. Optar por energía renovable en lugar de
combustibles fósiles es una de estas acciones necesarias para construir un
planeta más sostenible.

La popularidad de este tipo de energía ha incitado que se democratice el acceso a


fuentes de energía más verde. La producción de electricidad a través de la luz
solar cuenta con múltiples ventajas y beneficios.

 Es una fuente de energía ecológica y cuya producción no produce residuos.


 El impacto de la energía solar fotovoltaica es mucho menor que, incluso,
otras energías renovables como la eólica.
 Gracias al avance tecnológico, la energía solar es reaprovecharle. Y es que
se puede almacenar energía solar para transformarla en energía eléctrica
aprovechando así cualquier tipo de excedente generado.
 Contribuye al desarrollo sostenible:
 Ayuda a reducir el uso de combustibles fósiles.

BATERIAS
La batería solar es un dispositivo que permite almacenar la energía que se genera
en las placas solares durante las horas que incide la radiación solar. En las
baterías se almacena también el excedente de energía para utilizarlo por las
noches, en días nublados o cuando la demanda de energía es mayor a la que
producen los paneles solares.
Existen diferentes tipos de batería solar que se pueden diferenciar teniendo en
cuenta la tecnología con la que están fabricadas:
Baterías de plomo ácido abierto: Contienen seis compartimentos separados
pero conectados en serie que están sumergidos en ácido sulfúrico. Las placas por
las que está compuesta la batería contienen los electrodos polarizados positiva y
negativamente que se alternan dentro de la batería. Este tipo de batería se utilizan
en instalaciones aisladas gracias al gran rendimiento que tienen y el bajo coste.
Baterías AGM: AGM significa Absortion Glass Mat, una tecnología que permite a
las placas de plomo de la batería absorber más rápido y mejor el ácido. Una de las
principales características de estas baterías es que no requieren de
mantenimiento gracias a su diseño sellado por lo que su transporte es más
sencillo. Soportan un gran número de ciclos de forma que su uso es recomendable
en instalaciones exigentes, aunque también están recomendadas para caravanas
puesto que pueden utilizarse como batería de arranque. Cuentan con una larga
vida útil, aunque sean sometidas a ciclos de descarga profunda, tienen un
funcionamiento excelente y se pueden recargar.
Baterías GEL: Este tipo de baterías contienen el electrolito gelificado y al estar
selladas no desprenden gases nocivos por lo que podría instalarse en un lugar con
poca ventilación. Puede tener ciclos de descarga profundos con hasta 800 ciclos
de vida de ahí que sea una batería de gran durabilidad. Por otro lado, al ser una
batería completamente sellada no requiere de mantenimiento pues no se
producen evaporaciones y su cuidado se vuelve mucho más sencillo. baterías
GEL están recomendadas para instalaciones medianas y pequeñas que necesitan
una batería eficaz y con una funcionalidad extraordinaria.

Baterías estacionarias: Estas baterías se caracterizan porque se mantienen


cargadas constantemente. Contienen un regulador que alimenta el consumo y que
recarga la batería cuando se produce una descarga. De este modo la batería se
descarga con muy poca frecuencia. Dentro de las baterías estacionarias podemos
encontrar las baterías estacionarias OPzV o baterías de electrolito absorbido, que
son aquellas que no requieren de mantenimiento; o las baterías estacionarias
OPzS y TOPzS o baterías de electrólito líquido que debe comprobarse los niveles
de ácido periódicamente por lo que sí que requieren de mantenimiento.

Por otro lado, las baterías estacionarias son muy recomendadas para
instalaciones fotovoltaicas. Tienen una vida útil larga y sus ciclos de descarga
profundos ofrecen resultados notables para cualquier tipo de consumo.
Batería de litio: Las baterías de litio se cargan más rápido que otros tipos, ofrecen
más densidad energética y cuentan con una mayor vida útil. No tienen efecto
memoria por lo que podrían descargarse al 100% o a la mitad sin que la batería
sufriera. Las características físicas de las baterías de litio difieren de los demás
tipos, pero obtienen mayor autonomía además son menos pesadas por lo que su
transporte es más sencillo. No requiere mantenimiento ni emite gases por lo que
pueden instalarse en un lugar sin ventilación. Son muy utilizadas en instalaciones
fotovoltaicas exigentes del sector industrial, pero cada vez más a nivel doméstico.

CLASES DE CONTROLADORES
El regulador de carga es una pieza muy importante en las instalaciones
fotovoltaicas. Se trata del dispositivo encargado de controlar continuamente el
estado de carga de las baterías, así como de regular su intensidad de carga. Por
tanto, este componente de las instalaciones de paneles solares mejora el
rendimiento del sistema fotovoltaico y alarga la vida útil de las baterías, resultando
imprescindible en las instalaciones aisladas.
Los reguladores de carga cuentan con una tecnología muy avanzada que permite
que se adapten automáticamente a las directrices que marca la batería, aunque se
pueden regular manualmente distintos parámetros. Este dispositivo cumple con 3
funciones principales en el autoconsumo fotovoltaico:
1. Protege a las baterías solares frente a sobrecargas y/o sobre
descargas profundas: si se da el caso de que la batería esté cargada al
100%, el regulador la desconectará evitando sobrecargas. Por el contrario,
si su nivel de carga se encuentra por debajo de cierto límite, se desconecta
de la red de consumo y se deja de utilizar evitando que esta se descargue
por un punto inferior de la red de consumo y se deja de utilizar evitando que
esta se encuentre en un punto inferior de la profundidad marcada en el
diseño de la instalación por lo que, el regulador se encarga de que la
batería se encuentre en su punto óptimo.
2. Protege a la batería frente a sobretensiones: Cuando las placas
solares no reciben luz (noche o días lluviosos), las baterías cuentan con
más tensión que los paneles. Por tanto, el regulador se encarga de
protegerlas para bloquear el paso de corriente inversa y prevenir que sufran
daños por sobretensiones.
3. Evita que las baterías se descarguen durante la noche: el regulador
detecta la oscuridad y desconecta la entrada para prevenir que la
circulación de corriente de la batería a los paneles.

Reguladores PWM

Sus siglas corresponden a “Pulse-Width Modulation”, es decir, modulación por


ancho de pulsos. Se trata de la modalidad más común para instalaciones aisladas
de 12V y 24V. Además, su vida útil es bastante larga ya que están fabricados con
componentes muy sencillos, lo que los hace idóneos para pequeñas y medianas
instalaciones.
Estos reguladores utilizan el voltaje que necesita la batería para su carga y
descarga, lo que se traduce en que, si el módulo produce 16V y la tensión es de
12V para su carga, el regulador proporcionará dicha cantidad (12V) y los 4V
restantes serán desechados, ocasionando que no se aproveche su rendimiento
completo.
Durante la carga, el regulador PWM pasa la corriente de la placa a la batería
fotovoltaica hasta que la carga se complete y, en ese momento, se conecta y
desconecta la batería de la placa hasta que esta se encuentre al 100% y se
desconecte totalmente. Estos reguladores suelen venir con una configuración
programada que posibilita conectar distintos tipos de baterías de 12 o 24V.
Este tipo de reguladores se utilizan en instalaciones donde la estructura sea más
compleja y exista cierta distancia entre el regulador y las placas solares.

Funcionamiento de los reguladores PWM

El funcionamiento de estos reguladores se basa en diodos y es muy sencillo. La


placa solar se encuentra conectada a la batería y el regulador PWM actuaría como
si fuera un interruptor que se va abriendo y cerrando en función de la tensión que
haya en la batería. ¿Cómo?

 Si la batería está descargada, el interruptor estará cerrado.

 Por el contrario, si la batería se está cargando, el interruptor se abrirá.

Los diodos son unos componentes que permiten el flujo de la corriente en una sola
dirección. En una instalación fotovoltaica existen dos tipos: de bloqueo (evitan que
las baterías se descarguen a través de las placas cuando no hay suficiente luz y,
por tanto, no generan electricidad) y de by-pass (protegen a las placas de posibles
averías por las sombras parciales en los módulos fotovoltaicos).
Por último, los reguladores cuentan con un interruptor que se desconecta de la
batería antes de que esta se quede vacía, evitando la descarga profunda.

 Reguladores MPPT

Sus siglas corresponden a Máximum Power Tracking, es decir, seguidor punto de


máxima potencia. Estos reguladores se caracterizan por utilizar toda la potencia
de las placas solares, independientemente de las diferencias de voltaje que
existan entre el panel y la batería. De este modo, tal y como indica su nombre
“maximizador”, siempre permanece la tensión en su punto óptimo.
Este tipo de reguladores se utilizan en instalaciones donde la estructura sea más
compleja y exista cierta distancia entre el regulador y las placas solares.

Funcionamiento de los reguladores MPPT

Para comprender su funcionamiento, pensemos en un regulador tradicional.


Cuando este se encuentra cargando una batería descargada, cierra el circuito que
conecta a los módulos con la batería. Esto se traduce en que las placas solares se
ven obligadas a trabajar a la misma tensión que la de las baterías, la cual no suele
coincidir con la tensión nominal del panel.
Sin embargo, los reguladores de carga MPPT se encargan de calcular
constantemente la tensión a la que la placa puede producir la máxima potencia
para unas condiciones específicas. Por ejemplo, si la tensión de máxima potencia
es 17V, permitirá que el módulo trabaje a 17V sin importar la tensión del
acumulador solar, es decir, consiguiendo que se aumente la intensidad de carga
de la batería.

Al no depender de la tensión de las baterías solares, los reguladores MPPT se


encuentran siempre en este punto óptimo. De este modo, el seguidor de máxima
potencia permite que las placas solares obtengan hasta un 30% más de
rendimiento que los reguladores PWM.
Por tanto, con estos reguladores es posible utilizar módulos que no estén
exclusivamente diseñados para trabajar con esa tensión, ¿qué quiere decir?
En las instalaciones de 12V se suelen utilizar placas solares de 36 células, para
las de 24V son de 72 células. Sin embargo, existe un tipo de placas solares que
tiene 60 células (se quedarían cortos para 24V y demasiado grandes para 12V).
Con los reguladores MPPT es posible utilizar los módulos de 60 células para
cargar las baterías en instalaciones de 12V, evitando que se ocasionen pérdidas
de potencia.
La gran mayoría de los reguladores MPPT cuentan con una eficiencia de
aproximadamente un 95% (lo cual podría variar por condiciones climatológicas
adversas u otros factores).

INVERSORES
los inversores solares son uno de los componentes fundamentales, pero resultan
algo desconocidos en comparación con los paneles, por ejemplo.
Como son una pieza básica para que todo funcione correctamente, te explicamos
en detalle qué son los inversores solares, cuál es su función y qué tipos existen.

El inversor es, sin duda, un punto clave de nuestra instalación fotovoltaica porque,
además de invertir la corriente para hacerla útil, puede hacer estas otras cosas:
 Proteger la instalación. En caso de problema o cortocircuito deben poder
parar la generación de energía.
 Optimizar la producción de electricidad. De manera que puedan adaptar
dicha producción a la situación solar que haya, la necesidad de energía que
tengamos, etc.
 Sincronizarse con la red eléctrica o las baterías. Para que todo funcione
perfectamente y tengamos la energía más conveniente de las distintas
fuentes que haya en nuestra instalación.
 Recoger y ofrecer información útil. Referida a la producción de energía,
el rendimiento de la instalación y de cada uno de los paneles para
comprobar que todo funciona correctamente. En caso de que haya algún
problema, el inversor proporciona información valiosa.

1. Los inversores de conexión a la red


Son los de las instalaciones solares que están conectadas a la red eléctrica
general.
Además de la conversión de corriente, tienen otra función principal muy
importante, mantienen la tensión de la energía generada por los paneles solares
un poco por encima de la de la red. De esa manera, se prioriza el uso de la
energía solar, ahorrando todo lo posible gracias a utilizar primero el autoconsumo.
Además de eso, actúan como aparatos inteligentes, capaces de monitorizar en
todo momento el estado de la instalación y la demanda de energía, cogiendo de
donde haga falta para cubrirla y almacenando datos sobre todo el proceso.

2. Los inversores de instalaciones aisladas con baterías

Hay instalaciones fotovoltaicas 100% independientes de la red eléctrica general.


En esos casos, es necesaria la instalación de baterías para almacenar energía, ya
que el sol es una fuente intermitente y no está disponible por las noches.
Esta clase de inversores suelen tener incorporadas funciones para cargar las
baterías, controlar dicha carga y proporcionar seguridad, además de su función
principal de conversión de corriente.

3. Inversores mixtos de baterías e instalación de red

Como una instalación puede estar conectada a la red eléctrica, y además tener
también baterías para mayor seguridad, existen los inversores híbridos capaces
de gestionar correctamente las tres fuentes de energía disponibles.
Estos son los tipos fundamentales de inversores solares, pero también se pueden
clasificar por otros aspectos técnicos.
Por ejemplo, existen los inversores de onda sinusoidal (los más comunes en
instalaciones domésticas) o los de onda senoidal modificada (más aptos para
ciertas instalaciones industriales).
Del mismo modo, hay inversores monofásicos y trifásicos, micro inversores (que
se ponen individualmente en cada panel y los gestionan de uno en uno) e
inversores de cadena (los más comunes, que gestionan a la vez toda la energía
que viene de los paneles).
Como vemos, la variedad de inversores solares es amplia, pero en general nos
interesará explorar posibilidades partiendo del tipo de instalación fotovoltaica que
queramos: conectada a la red, aislada con baterías o conectada a la red y además
con baterías.
A partir de ahí, encontraremos gran variedad según las distintas funciones que
puedan hacer, además de diferir en características como la potencia, el pico
máximo, el consumo que hacen, capacidades Smart, etc.
En definitiva, el inversor solar es una pieza fundamental dentro de la instalación
fotovoltaica. Es el cerebro y a la vez el vigilante de que todo marche
adecuadamente. Un buen inversor hará que nuestra instalación funcione siempre
optimizada y sin problemas.

TIPOS DE PANELES SOLARES


Paneles solares de primera generación.
Son los tipos tradicionales de paneles solares fabricados con silicio monocristalino
o polisilicio y son los más usados en entornos convencionales.

 Paneles solares monocristalinos (Mono-SI). Este tipo de paneles solares


(hechos de silicio monocristalino) es el más puro. Se reconocen fácilmente
por su aspecto oscuro y uniforme y por sus bordes redondeados. La alta
pureza del silicio hace que este tipo de panel solar tenga uno de los índices
de eficiencia más altos, llegando los más nuevos a superar el 20%. Los
paneles monocristalinos tienen una gran potencia, ocupan menos espacio y
son los que más duran. Por supuesto, eso también significa que son los
más caros del grupo. Otra ventaja a tener en cuenta es que tienden a verse
ligeramente menos afectados por las altas temperaturas en comparación
con los paneles policristalinos.

 Paneles solares policristalinos (Poly-SI). Puedes distinguir rápidamente


estos paneles porque tienen forma cuadrada, sus ángulos no están
cortados y tiene un aspecto azul y moteado. Se fabrican fundiendo silicio en
bruto, lo que supone un proceso más rápido y barato que el de los paneles
monocristalinos. Esto conlleva un precio final más bajo, pero también una
menor eficiencia (en torno al 15%), un menor rendimiento espacial y una
menor vida útil, ya que se ven afectados por las altas temperaturas en
mayor medida.

Las diferencias entre los tipos de paneles solares monocristalinos y policristalinos


no son tan significativas y la elección dependerá en gran medida de su situación
específica. La primera opción ofrece una eficiencia espacial ligeramente superior a
un precio algo mayor, pero la potencia es básicamente la misma.

SISTEMA DE BOMBEO SOLAR


El bombeo de agua solar es un sistema de creación de energía hidráulica. Se lleva
a cabo de forma limpia, sin combustibles fósiles y se puede instalar en lugares
donde no llega la red eléctrica. De hecho, permite el desarrollo y explotación de
estas zonas y de las áridas. Su gran beneficio es que el período en que más agua
se precisa corresponde al de más radiación solar, ya que por el calor se necesita
dar más de beber a las reses y regar más el campo por la evaporación causada en
las tierras por los días soleados.
Pese a que la radiación en un bombeo solar puede ser constante, no es uniforme,
ya que depende del grado de radiación que reciban las placas. Hay una alternativa
a este hecho y es la instalación de un depósito que almacene agua y luego haga
riego por gravitación, además puede aprovechar otras fuentes naturales como el
viento o el agua de lluvia. En este último caso, es necesario conocer la
pluviometría de la zona en base a diseñar un sistema de captación, conducción y
almacenamiento óptimo.
La instalación de un sistema de bombeo solar debe contemplar algunas
cuestiones, como son los recursos hídricos y solares de la zona; el tipo de uso, de
usuario y dónde se dirige el agua; el caudal de agua necesario y su sistema de
distribución más adecuado; y el cálculo de pérdidas y de potencia precisada.

PANELES SOLARES
Los paneles solares son módulos fotovoltaicos individuales que captan la energía
que proporciona el sol convirtiéndola en electricidad. Están formados por
celdas solares que a su vez contienen células solares individuales hechas de
materiales semiconductores como el silicio (cristalino y amorfo) que transforman la
luz (fotones) en energía eléctrica (electrones). En los paneles solares cuando hay
luz solar, una célula solar se comporta casi como una batería. La luz solar recibida
separa los electrones de modo que forman una capa de carga positiva y una de
carga negativa en la célula solar; esta diferencia de potencial genera una corriente
eléctrica. Estos paneles se conectan a su vez a una batería que almacena la
electricidad generada y es esta carga la que se utiliza. Los paneles solares se
componen de células fotovoltaicas (PV), que convierten la luz solar en electricidad
de corriente continua (DC) durante las horas del día.
Cómo funciona la energía solar en los paneles
Los paneles fotovoltaicos toman la luz solar para generar una corriente directa, la
cual es transferida y aprovechada por la mayoría de los equipos eléctricos. La
energía generada pasa a través de un medidor, que la cuantifica. Luego continúa
hacia una caja de suministro eléctrico, donde se distribuye hacia la red del
lugar.

1. PANELES SOLARES
Los paneles solares se componen de células fotovoltaicas (PV), que convierten la
luz solar en electricidad de corriente continua (DC) durante las horas del día.

2. INVERSOR
Este dispositivo es el que convierte la electricidad generada por los
paneles solares en la electricidad de corriente alterna (AC).
3. PANEL ELÉCTRICO
La electricidad de corriente alterna se envía desde el inversor a su tablero eléctrico
para accionar las luces y aparatos con energía solar. El cuadro eléctrico es a
menudo llamado “caja de interruptores.”
4. MEDIDOR DE UTILIDAD
El contador de servicios mide el consumo de energía. En realidad, va hacia atrás
cuando el sistema genera más energía de la que necesita inmediatamente. Este
exceso de energía solar compensa la energía que se utiliza por la noche. Esto se
denomina “Net Metering”, o medición neta.

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